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El gobierno de Marcos Pérez Jiménez

No obstante, la delicada situación política, el día 9 de enero se instaló la Asamblea Nacional Constituyente y en ella se aprobó la ratificación en la
presidencia provisional de Pérez Jiménez, a pesar de la oposición de COPEI y del URD.
El 9 de abril, se anuncia que la Constituyente nombraría al presidente de la República, a los miembros de los organismos legislativos, cortes de justicia y de
casación y concejos, pero sólo después de ser promulgada la nueva Constitución Nacional. El 15 de abril fue promulgada ésta, conocida como Constitución
de 1953 . El 17 de abril, Pérez Jiménez es nombrado presidente constitucional y, en su discurso de posesión del 19 de abril, anuncia el restablecimiento de
la constitucionalidad, la cual estaría apoyada en el programa de gobierno y en la doctrina del Nuevo Ideal Nacional. El 15 de junio, queda proclamada la
celebración de la Semana de la Patria, por decreto presidencial.
Entre los días 27 de junio y 6 de julio de cada año y, cumplida la primera de esta serie de manifestaciones cívicas, el 6 de julio de 1953, Pérez Jiménez
expone, en el discurso de clausura, lo que será su interpretación de la 맥 opolítica 묠 fundamentada en el estudio y comprensión de las condiciones
geográficas, la riqueza de los recursos naturales y las tradiciones históricas patrias. A esa concepción, corresponderá la aplicación de una estrategia de
desarrollo político (interior y exterior) que, basada en estos elementos geopolíticos, fue expresada como la propia iniciativa y decisión del Gobierno con el
fin de incrementar el poder del Estado.
El 2 de diciembre, Pérez Jiménez, en una alocución dirigida a los venezolanos expresa, tras la inauguración de 2 importantes obras como son la autopista
Caracas-La Guaira y el Círculo de las Fuerzas Armadas, lo que sería el anuncio y primer paso hacia aquella forma de Estado. El 31 de diciembre, en su
alocución de Año Nuevo, fundamenta la propuesta definitiva que incluye los planes extraordinarios sometidos al control del Gobierno, entre ellos: la planta
siderúrgica del Orinoco, el sistema de electrificación del río Caroní, el plan nacional de ferrocarriles, el sistema de riego del río Guárico, las zonas turísticas
de los Estados Mérida y Nueva Esparta.
Un acontecimiento de gran importancia lo representó la instalación el 1 de marzo de 1954 de la X Conferencia Interamericana de Jefes de Estado en
Caracas, Pérez Jiménez en su discurso de inauguración, invocó la necesidad de la unidad continental de los pueblos americanos. Durante los días de la
reunión, se suceden actos de protesta en los barrios de Caracas. El 26 de marzo, es clausurada la X Conferencia y como resultado de ella, Caracas fue
escogida como sede del Instituto Interamericano de Defensa Social.
El 17 de junio de 1954, el Premio Panamericano de Carreteras es otorgado por la Asociación de Constructores al presidente de Venezuela, como
consecuencia del impulso dado a los programas viales y de la construcción en general. Hasta aquella fecha, se evidenciaba en las siguientes obras: las
avenidas Urdaneta y Guzmán Blanco, autopista del Este, Centro Simón Bolívar, Casa Sindical, Centro Administrativo de la Ciudad Universitaria, Hotel
Tamanaco,cuartel de las Fuerzas Armadas de Cooperación.
Instituto de Nutrición, las denominadas urbanizaciones obreras (Unidad Residencial El Paraíso y Ciudad Tablitas), Concha Acústica y escuela Agustín
Aveledo, todas éstas en Caracas. Hotel del Lago en Maracaibo, Hospital Médico Quirúrgico en Maiquetía, hospital y escuela de enfermeras en Barquisimeto
y la Escuela Interamericana de Agricultura en Rubio, Estado Táchira.
Estos programas del régimen figuran entre los planes de mejoramiento social que, en combinación con la política de estímulo a la inmigración,
principalmente de Europa (España, Italia y Portugal), inciden en el dinamismo urbano de la sociedad venezolana.
Otros acontecimientos importantes en el gobierno de Pérez Jiménez:
 El 1 de abril de 1955, fue firmado el anteproyecto de la Siderúrgica nacional que le fue encomendado a 7 grupos industriales de distintos países
(Alemania, Bélgica, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Italia y Noruega).
 El 27 de junio de 1955, se inicia la celebración de la Semana de la Patria y en aquella ocasión, destaca la asistencia de delegaciones militares de
varios países de América y Europa.
 El 1 de julio, es recibida en Caracas la imagen de la Virgen de Coromoto, proclamada por el Gobierno como la patrona de aquellas celebraciones.
 El 6, Pérez Jiménez señala, en su discurso de clausura, que los símbolos de la nueva conciencia nacional han de ser la jerarquía de las obras
ejecutadas y en el mismo acto, recibe las insignias de su ascenso a general.
 El 3 de febrero de 1956, Pérez Jiménez informa que la Cancillería ha girado instrucciones para que se dé visa a un crecido número de
venezolanos exiliados; son escasos los que regresan, y la oposición no baja la guardia. Entre el 10 y el 20 de febrero, se suceden acciones de
protesta y de repudio contra el Gobierno (principalmente por parte de los estudiantes del liceo Fermín Toro y de la escuela normal Miguel A. Caro
en Caracas) que traen como consecuencia violentos enfrentamientos con la policía.
 El 2 de julio de ese mismo año, es admitido por la Cámara de Diputados el proyecto de ley que propone 12 millas náuticas para el mar territorial
venezolano.
 El 9 de agosto, Pedro Estrada, en su condición de director de la Seguridad Nacional, emite un comunicado donde anuncia que había sido
descubierto un complot para asesinar a Pérez Jiménez y en consecuencia, son detenidos el historiador Ramón J. Velásquez, el escritor Manuel
Vicente Magallanes, entre otros.
La creciente oposición a la dictadura de Pérez Jiménez
A pesar de los éxitos obtenidos en materia económica, la dictadura férrea instaurada por Pérez Jiménez en Venezuela, despertó cada vez mayor
resistencia en todos los sectores sociales. Por Ejemplo, el 29 de abril de 1957, fue firmada por Rafael Arias Blanco, arzobispo de Caracas, la "Pastoral del
primero de Mayo con motivo de la fiesta de San José Obrero" en la cual se criticaba la situación social imperante en el país y, el 1 de mayo, la misma fue
leído en todos los púlpitos de Venezuela. El 14 de junio, los representantes de los partidos políticos en la oposición, Acción Democrática, COPEI, Partido
Comunista y Unión Republicana Democrática, acuerdan fundar una Junta Patriótica que, entre otros objetivos programáticos, se opone a la reelección de
Pérez Jiménez y lucha por un gobierno democrático respetuoso de las libertades ciudadanas.
El 26 de julio de 1957, en el Congreso Nacional, se aprueba un acuerdo por el que se fija el domingo 15 de diciembre de ese mismo año para la elección
del presidente de la República correspondiente al período 1958-1963. El 4 de noviembre, Pérez Jiménez anuncia que la próxima elección presidencial sería
realizada por medio de un plebiscito en el cual votarían los venezolanos mayores de 18 años y los extranjeros con un mínimo de 2 años de residencia en el
país. El 15 de noviembre, se instala el Consejo Supremo Electoral. Pese al anuncio de elecciones. El 17 de ese mismo mes, los estudiantes de la
Universidad Central de Venezuela se declaran en huelga y realizan manifestaciones de protesta contra el plebiscito. El 12 de diciembre, son realizados
mítines a la salida de las fábricas de Caracas y paros en los liceos en protesta
contra el plebiscito.
El 13, la Junta Patriótica llama a preparar una huelga general, la cual fue suspendida al día siguiente hasta nuevo aviso. El 15 de diciembre, se celebra en
todo el país la consulta plebiscitaria para la elección del presidente de la República. El 17, la Junta Patriótica publica el manifiesto titulado Unidad nacional
contra la usurpación. El 20, es proclamado Pérez Jiménez presidente de la República por el Consejo Supremo Electoral. El 29 de diciembre, la Junta
Patriótica dirige un allanamiento a las Fuerzas Armadas en el que les pide cumplir con sus deberes de velar por el acatamiento de la Constitución ante lo
que considera como una violación de ésta.
El 23 de Enero de 1958: Derrocamiento de Pérez Jiménez
El 1 de enero de 1958 estalla un movimiento militar en la ciudad de Maracay y aviones de la Fuerza Aérea atacan a Caracas, pero el 2 se rinde la
guarnición sublevada, así como también un destacamento de la ciudad de Los Teques. El 7, los estudiantes inician sus manifestaciones de protesta contra
el Gobierno. El 9, renuncian los miembros del gabinete ejecutivo y el gobernador del Distrito Federal. Es detenido el general Hugo Fuentes junto con otros
militares. El 10, quedan nombrados y juramentados los nuevos ministros y continúan las manifestaciones de protesta en algunos barrios de Caracas. El 13,
es reorganizado el gabinete, y Pérez Jiménez asume personalmente el cargo de ministro de la Defensa. Ese día se celebra una reunión del denominado
Comité Cívico-Militar encargado de coordinar acciones en contra del gobierno.
El 15 de enero, circula la Declaración de los intelectuales que reclama la libertad democrática y solicita que los poderes públicos sean la expresión genuina
de la voluntad popular y el 16, los estudiantes caraqueños se enfrentan a la policía, siendo clausurado el liceo Andrés Bello por disposición del Ejecutivo. El
21 de enero, se inicia una huelga en la prensa y luego, estalla una huelga general que traerá, en consecuencia, la imposición del toque de queda por el
gobierno. El 23 de enero de 1958, las Fuerzas Armadas se suman al movimiento contra el régimen. Pérez Jiménez, acompañado de su familia, sale del
país y es sustituido por una Junta Militar integrada por oficiales de las fuerzas de tierra, mar y aire, presididas por el contralmirante Wolfgang Larrazábal.
Una Evaluación del período 1948 - 1958
Con los sucesos de enero de 1958 se terminaba un régimen que se había impuesto por casi 10 años en Venezuela, siendo el momento cumbre de esos
sucesos la realización de la huelga general del 21 de enero, en donde convergen la actuación de los partidos, la Junta Patriótica, los estudiantes y sectores
empresariales y culturales junto con las masas populares. En la madrugada del 23 de enero, Pérez Jiménez se ve derrotado y deja el Palacio de Miraflores
rumbo a La Carlota, el aeropuerto situado en plena ciudad de Caracas, para tomar el avión que lo conduce a República Dominicana.
En esos días, se inició una nueva etapa en la historia de Venezuela, cuyo resultado fue la instalación de un sistema democrático representativo. La etapa
que finaliza posee una valoración ambigua: por una parte representó un período de desarrollo económico con importantes éxitos y un vasto legado en
infraestructura por todo el país; por otra parte, el gobierno de Pérez Jiménez será también recordado por la feroz represión ejercida contra cualquier clase
de disidencia u oposición. En todo caso, y como ya se dijo al inicio del tema, es fundamental señalar que es comúnmente aceptado que el régimen basado
en el predominio del poder y la dominación castrense que se extiende del 24 de noviembre de 1948 hasta el 23 de enero de 1958 representa una etapa
fundamental en el proceso político contemporáneo de Venezuela.
La constitución de 1953 fue concebida básicamente para fortalecer el poder Ejecutivo; contenía 142 artículos y 8 disposiciones. Se destaca el artículo 2 que
declara sujetos a la autoridad y a la jurisdicción de Venezuela el lecho del mar y el subsuelo de las áreas de la plataforma continental, así como también las
islas que se formen o aparezcan en esa zona.
La Junta Patriótica
En junio de 1957, 3 jóvenes dirigentes de Unión Republicana se reúnen con Guillermo García Ponce, miembro del Buró Político clandestino del Partido
Comunista de Venezuela (PCV). Le manifiestan su interés en integrar un organismo unitario para luchar por 3 reivindicaciones generales: amnistía,
elecciones libres, gobierno democrático. En una próxima reunión, a este organismo se le bautiza como "Junta Patriótica" tratando de entroncar con el
prestigioso precedente de 1811. La labor propagandística de la Junta se realiza a través de boletines o 뭡 nifiestos 묠 cuyo primer número, elaborado por
Fabricio Ojeda y una comisión de periodistas de El Nacional, es editado el 10 de julio de 1957; Los "manifiestos" de la Junta Patriótica sirvieron, en
particular, para revelarle a la opinión pública las divergencias existentes en el seno de las Fuerzas Armadas. la más importante actividad de Junta Patriótica
tendrá lugar en los gremios profesionales, particularmente el de los médicos, a través de los cuales logran finalmente ponerse en contacto con sectores
militares descontentos con la situación y actuar conjuntamente con ellos después del alzamiento del 1 de enero de 1958. Es la Junta Patriótica la que
convoca a la huelga general para el día 21 de enero de 1958, última etapa antes de la caída del régimen perezjimenista, lograda el día 23).
Gobierno de la Junta Militar (Nov 1948 - Dic 1958)
La Junta Militar de Gobierno: El gobierno de Rómulo Gallegos, fue derrocado cuando llevaba apenas 10 meses en la presidencia de la República, por un
movimiento que fue bautizado popularmente como "golpe frío". Una Junta Militar se encargó entonces del gobierno, presidida por el comandante Carlos
Delgado Chalbaud, hasta ese momento ministro de Defensa de Gallegos; los otros 2 miembros de la Junta fueron Marcos Pérez Jiménez y Luís Felipe
Llovera Páez.
En un primer momento, la Junta Militar de Gobierno concentró sus acciones en iniciar un proceso de desmovilización política. En el terreno militar, para
buena parte de los autores del 18 de octubre, este nuevo golpe no era sino una consecuencia lógica del primero, mientras que, Acción Democrática, fue
ilegalizada por razones de la popularidad de la cual gozaba este partido. Sin embargo, en la exposición de motivos, contenida en el decreto de disolución de
AD la causa primordial era que esta agrupación estaba conformando un "Estado dentro de un Estado", impidiendo el libre y equitativo juego de las
instituciones democráticas impidiendo el restablecimiento de un equilibrio político.
El golpe de Estado del 24 de noviembre había instaurado en Venezuela una dictadura militar cuyo jefe real era Marcos Pérez Jiménez. En una posición
parecida se situaba el Partido Comunista, el cual, sin embargo, conservó una precaria legalidad hasta 1950. Contra ambos partidos se ejerce una represión,
la cual endurece después de la huelga petrolera de mayo de 1950.
El 13 de noviembre de ese mismo año, se produce un acontecimiento sin precedentes en la historia de Venezuela: el presidente de la Junta Militar de
Gobierno es secuestrado y asesinado por Rafael Simón Urbina,cuyas primeras declaraciones comprometían a Pérez Jiménez como autor intelectual del
crimen y cuya rápida muerte a manos de la policía hizo acentuar las sospechas, la Junta decidió entonces escoger un civil para presidente y luego de
consultas y vacilaciones, la elección recayó en el abogado Germán Suárez Flamerich.
A partir de entonces, la Junta cambia su denominación de Junta Militar de Gobierno a la de Junta de Gobierno. Sin embargo, en los 2 años que van de
1950 a 1952, el régimen se orientó políticamente en 2 direcciones aparentemente contradictorias: por una parte puso en marcha una acentuación de la
represión y, por otra, se orientó hacia la realización de un proceso electoral destinado a la formación de un Congreso Constituyente para dar una cierta
estructura institucional al régimen. Al mismo tiempo, se anunciaron y llevaron a cabo planes para la modernización del aparato económico del país
Las elecciones de 1952 y el ascenso de Pérez Jiménez al Poder
Para la oposición y, en particular para la AD clandestina, las elecciones, anunciadas para noviembre de 1952, constituían una farsa destinada a legalizar un
régimen ilegítimo. URD y COPEI, sin embargo, decidieron participar en ellas, así como el ilegal Partido Comunista. El gobierno también participó a través de
un aparato propio, el Frente Electoral Independiente.
Los primeros cómputos de las elecciones del 30 de noviembre de 1952 le dan la victoria al partido Unión Republicana Democrática. El gobierno se niega a
reconocer los resultados y se produce un nuevo golpe de Estado. El 2 de diciembre de 1952 el coronel Pérez Jiménez, declarando actuar en nombre de las
Fuerzas Armadas, desconoció el triunfo electoral del partido Unión Republicana Democrática, dirigido por Jóvito Villalba en los comicios y asumió, tras la
dimisión de la Junta de Gobierno presidida por Germán Suárez Flamerich, la presidencia provisional hasta tanto fuera designado presidente constitucional
por el Congreso, boicoteado por COPEI y URD, el cual se reunió el 9 de enero de 1953.
El inicio de la Represión
Por órdenes de la Junta Militar quedaron disueltos el Congreso Nacional, las asambleas legislativas de los estados, el Consejo Supremo Electoral y los
concejos municipales, siendo sustituidos estos últimos, por juntas de administración municipal nombradas por los gobernadores de estado con la
aprobación de la Junta Militar de Gobierno. Contrariamente a lo que todo el mundo esperaba, el gobierno surgido en noviembre de 1948 se reveló mucho
más inestable que su antecesor; tanto interna como externamente, en el terreno militar como en el civil, tuvieron que producirse aún una serie de acomodos
y reacomodos hasta que pudiera hablarse de un régimen consolidado.
Hacia la Modernización económica:
Con la finalidad de modernizar el aparato económico venezolano, la Junta militar, tomo una serie de medidas entre las que destacan, la creación del
Ministerio de Minas e Hidrocarburos (30.12.1950), el decreto de instalación de una industria siderúrgica en la confluencia de los ríos Orinoco y Caroní,
además se completaron obras importantes de infraestructura (carreteras, autopistas, viviendas obreras, etc.)
La cultura en Venezuela desde 1936 hasta 1958
A partir del gobierno de López Contreras, el proceso modernizador se realizó a través de un nuevo estamento cultural en el que hombres, ideas, educación,
salud y progreso se daban la mano. El gobierno de López Contreras en el aspecto cultural demostró gran interés en educación y modernidad. Al finalizar su
mandato, se habían creado en Venezuela más escuelas que en otro gobierno. El presupuesto para la educación se había incrementado en un 82%;
incorporó al Ministerio de Educación a los intelectuales Rómulo Gallegos y Arturo Uslar Pietri. Creó la Revista Nacional de Cultura (1938) y fundó el Instituto
Pedagógico Nacional (1936).
En relación a Bellas Artes, se construyó el Museo de Bellas Artes (1938) y el de Ciencias Naturales (1940. En cuanto al período de Medina Angarita (1941-
1945) continúa la cultura progresista de su predecesor; se amplían los espacios de libertad, tolerancia y progreso social. Durante los cuatro años de
gobierno se había saneado las finanzas públicas, gracias al petróleo, en tal sentido, ya comenzaba a consolidarse una economía más dinámica.
En la Venezuela de transición Arturo Uslar Pietri ofrece un proyecto educativo-cultural pagado por la "siembra del petróleo", pero la democracia aún era
restringida y no permitía el desarrollo de lo novedoso.
Luis Beltrán Prieto Figueroa Ministro de Educación de la Junta (1945-1948) que derrocó a Medina Angarita, ofrece al país un pensamiento educativo
avanzado, el cual consistía en "revitalizar la escuela, la enseñanza primaria y la alfabetización". En esa onda modernizadora se logran cambios acelerados,
como las construcciones urbanas, la participación de la mujer en el proceso productivo no doméstico, las corrientes migratorias de Europa, el consumismo,
la movilidad social y otros.En ese momento el nivel cultural dominante es el de la élite tradicional, pero a su sombra y a la de la Universidad, surge otra
cultura más moderna, bien informada y ella es la clase media profesional.
En el período de Marcos Pérez Jiménez (1948-1958) primero como miembro de la Junta de Gobierno y luego en 1952, como dictador, busca la eficacia, en
la construcción de obras públicas fastuosas como: el Paseo los Ilustres, Autopista Caracas-La Guaira-Valencia, los Bloques de Catia, Estadios de Béisbol y
Fútbol, Hotel Humboldt con el Teleférico auxiliar, Ciudad Universitaria (Hospital Clínico y Aula Magna); obras de Carlos Raúl Villanueva como las Torres del
Silencio, la Avenida Bolívar, el Helicoide, el Teleférico de Mérida y otras, muestras fehacientes de la Venezuela moderna.
Sin embargo, este régimen no aceptó la discusión de las ideas políticas, suprimió el Congreso e impuso censura y cierre al periódico El Nacional; intensificó
el nacionalismo militar con las celebraciones de "Las Semanas Patrias", desfiles vistosos, promoción de bandas marciales, simulación de ataques bélicos,
defensa personal y otros. Sostienen algunos historiadores que fue una década de cultura tecnócrata y de exaltación patriótica. En consecuencia, de lo antes
expuesto se puede afirmar que en el movimiento cultural venezolano, surgieron características de desarrollo bien marcadas entre las que figuran: la
educación, la ciencia, el arte, las letras, la música, el teatro, la radiocomunicación y la televisión.
A.- La Educación.
En la primera mitad del siglo XX se comienza a reflejar los esfuerzos de los intelectuales venezolanos para modernizar la educación, inspirados en el
pensamiento positivista de Pestalozzi y Fr 梥 l entre los que destacaban José Gil Fourtoul, Rómulo Gallegos, Pedro Emilio Coll, Rafael Villavicencio, Felipe
Guevara Rojas y otros. Pero en ese momento no existían las condiciones políticas, económicas y culturales para que este pensamiento sirviera para
reformar la educación.
De hecho a la muerte de Gómez sólo estaba inscrito el 19% de la población en edad escolar de primaria, en sólo 174 escuelas graduadas y 1.175 escuelas
unitarias. En secundaria habían 1.813 alumnos en todo el país y en educación superior, 1.392 alumnos en las dos universidades existentes: la Universidad
Central de Venezuela y la Universidad de Los Andes. La educación comienza a ser prioritaria para el país, a partir de 1936, más aún cuando se fundó el
Instituto Pedagógico de Caracas y la creación de la Federación Venezolana de Maestros. Desde ese momento las modernas teorías pedagógicas van a ser
tomadas como bandera de la educación.
En tal sentido, Luis Beltrán Prieto Figueroa propone las ideas de la Escuela Nueva, es decir, la escuela del hacer provechoso, la escuela de masas, cuyas
ideas fueron apoyadas por Augusto Mijares, Alejandro Fuenmayor, Rafael Vigas entre otros; por su parte el Presbítero Carlos Guillermo Plaza fundador de
la Asociación Venezolana de Educación Católica (AVEC) planteaba la idea, de que este tipo de educación era demasiada estatizada y antirreligiosa. De tal
manera, que para 1936 el número de niños en edad escolar era de 695.218 de los cuales, solamente 207.371 estaban inscritos en instituciones escolares.
Esto indica que el esfuerzo tanto a nivel oficial como privado de las instituciones para que estos niños ingresaran a la escuela era insuficiente.
A partir de 1946 la educación recibió mayor atención por parte del gobierno, pues consideraban que para lograr plena democracia en el país se debía
prestar mayor atención a la educación, en tal sentido, del presupuesto nacional fue asignado el 8% a la partida del sector educativo; en este mismo año se
fundó en la Universidad Central la Facultad de Filosofía y Letras.
En 1948, hubo un ingreso en escuelas primarias de 500.000 estudiantes atendidos por 13.500 profesores; mientras que en educación secundaria sumaron
22.000 alumnos, distribuidos en 47
liceos, igualmente se ampliaron los servicios de educación primaria con los programas de la educación para adultos, esto demostró que en este período la
educación popular tuvo mayor atención por parte del gobierno nacional, esto con la finalidad de aumentar la matricula y el rendimiento escolar.
En el período de gobierno militar (1948-1950), a pesar del movimiento escolar en los años anteriores, los programa educativos del sector oficial en estos
años se ve detenido, pero sí, se da un aumento en la matricula escolar del sector privado al igual que la proliferación de estos planteles en todos los niveles
manteniéndose así hasta 1957; es por esto que en 1953 se crearon dos instituciones universitarias en manos de particulares, ellas fueron: la Universidad
Santa María y la Universidad Católica Andrés Bello, esta última dirigida por la Compañía de Jesús.
En 1955 se promulga la nueva Ley de Educación, en la cual se incluyeron disposiciones específicas acerca de la educación privada, estableciéndose la
distinción, con status legal entre los planteles públicos y privados. En ella, también se establecía la creación de una nueva rama, como era la educación
militar, la cual contenía novedosas prescripciones para la creación de liceos militares, los mismos pasarían a regirse por disposiciones especiales,
diferentes a las establecidas por el Ministerio de Educación.
La ruptura con la tradición del Estado Docente y las facilidades concedidas para la creación de colegios, liceos y universidades privadas, influyó en el
incremento de planteles de este tipo en los años de la dictadura.
Para el año escolar 1948-1949, apenas existían 272 planteles privados que impartían educación primaria en el país y 49 en educación secundaria; pero al
finalizar el período dictatorial esta cifra en educación primaria ascendió a 1.070, representando casi un 300% de incremento, mientras que en secundaria se
llegó al final a 238 planteles, experimentando un incremento aproximado de 386%.
B.- La Ciencia y su desarrollo
En el aspecto científico y de investigación se le da inicio a este trabajo en 1940 con la creación del Instituto de Medicina Experimental de la Universidad
Central de Venezuela, el cual estuvo a cargo del fisiólogo catalán Augusto Pi Sunyer, al que siguieron el de Medicina Tropical, impulsado por el alemán
Martín Mayer en 1947; el Instituto de Ciencias Penales y Criminológicas, encabezado por Tulio Chissioni en ese mismo año; y el Instituto Botánico creado
en 1950, el cual acogió el Herbario Nacional, obra de Henri Pittier.
A finales de 1958, se crea el Instituto de Investigaciones Científicas - IVIC, un ente multidisciplinario de investigación avanzada en las áreas de medicina,
biología química, física, matemáticas y antropología. Desde sus inicios esta institución se propuso realizar investigaciones desde temas elementales
vinculadas a las corrientes internacionales del saber, así como dotar de formación a los jóvenes investigadores a través de actividades de postgrado, este
instituto sirvió como base de toda actividad científico-investigativa .
Entre los científicos, más resaltantes de esta época se encuentran: Roberto Alamo Ibarra, creador del Laboratorio Agrícola, Químico-biológico y del
Laboratorio de Investigaciones veterinarias.
Alberto Angulo Ortega, investigador sobre micosis pulmonar; Joaquín Aristimuño fundador del servicio Ambulatorio de Oftalmología de Venezuela;
Humberto Fernández Morán creador del bisturí electrónico y de otros trabajos científicos. Arnoldo Gabaldón el más insigne médico malariólogico del mundo;
Marciel Granier Doyenx, miembro de la Comisión de Física, Química, Biología y Electrofísica de la Academia Nacional de Medicina, además de otros
investigadores y científicos de gran importancia para el país.
C.- El arte
Las artes plásticas en esta época no permanecieron aisladas del contexto cultural general. La Escuela de Artes Plásticas y la inauguración del Museo de
Bellas Artes en 1938 fueron los promotores de nuevos estilos y de polémicas teóricas que dieron lugar a dos tendencias el " realismo social" influenciado por
el muralismo mexicano revolucionario y por los "parisinos" o "cosmopolitas". La escultura, se mantiene casi en el anonimato, a excepción de las obras de
Francisco Narváez para la Universidad Central y la Fuente de las Toninas en el Silencio. Otro escultor de importancia fue Alejandro Colina autor de las
obras de Maria Lionza, Indio Tiuna y Cacique Manaure.
En cuanto, a la arquitectura ha sido la más agredida, pues en ella no se tomó en cuenta el clima, el paisaje, el entorno, la ecología, la tradición y la historia,
ya que se copiaron los planos concebidos por las calles de Dallas o Bostón. A excepción de las obras de Carlos Raúl Villanueva, primer arquitecto del
proyecto urbanístico de Venezuela desarrollado en el Conjunto Residencial de El Silencio.
En relación a la pintura, esta ha sido desarrollada de tipo paisajista creada por las Escuelas de Caracas, la cual contribuyó al cambio, pero cayendo en la
retórica del Avila, del mar Caribe, del araguaney y del bucare.
Entre los pintores más importantes de la época se encuentran: Armando Reverón, Hector Poleo, Pedro Centeno Ballenilla, Alejandro Otero, Pascual
Navarro, Alirio Oramas, Reina Benzecri, Luis Martinez Gómez y otros.
D.- Las Letras
La literatura venezolana del postgomecismo describe al país con imágenes crudas, donde se rebela contra las cárceles, los motivos, modos nativistas,
exaltación paisajista etc.
En 1936 algunos escritores de gran importancia en el mundo de las letras exponen sus obras, entre los cuales se pueden mencionar a: Miguel Otero Silva
(1939-1955) con "Fiebre" y "Las Casas Muertas"; Ramón Díaz Sánchez publica su obra denominada "Mene" en ella hacía un relato sobre el impacto del
petróleo en Venezuela. Antonio Arráiz (1936-1946) con sus obras "Puros Hombres" y Damaso Velásquez".
Guillermo Meneses (1939-1942) con "Campeones" y "El Mestizo José Vargas"; Arturo Uslar Pietri con; "El Camino del Dorado" (1947); Antonia Palacios
(1949) con "Ana Isabel, una niña decente" y "La Tuna de Oro" en 1951. Todas estas obras de una u otra manera reflejaron los cambios que se estaba
iniciando en la literatura nacional.
La Poesía: La Poesía venezolana sigue siendo romántica, modernista, nativista, siguiendo las tendencias de vanguardia y actualidad; dejando personajes
brillantes de la época como a: Andrés Eloy Blanco, llamado el poeta del pueblo con su célebre poema Pintame Angelitos Negros ࠥ s el poeta de la transición,
el que empalma la modernidad con el clasicismo en la temática folklórica y telúrica.
Sin embargo, siempre se mantuvo fiel y cabal intérprete del refrán, el mito, la tradición vernácula, la improvisación, el romance, la copla y el corrido; otra de
sus obras mas representativas A un año de tu Luz, Canto a España y sobre todo Giraluna como político y funcionario público (Ministro de Relaciones
Exteriores y Presidente del Congreso) mantuvo la idea de desarrollo y progreso social del país, se opuso a la dictadura gomecista.
Después de Andrés Eloy Blanco la poesía venezolana es representada por Fernando Paz Castillo, el cual universaliza la experiencia interior de la tierra y lo
pequeño.
Por su parte Vicente Gerbasi Poemas de la Tierra y Mi Padre el Emigrante (hipertexto 3); otros como José Edmundo Aray; Aquiles Nazoa; Graciela Blanca
Arias de Caballero; Rafael Clemente Arráiz; etc.
La Prensa:
En la lucha por la libertad de opinión la prensa venezolana, desde Guzmán Blanco hasta la muerte de Gómez y luego durante la dictadura de Pérez
Jiménez sus representantes han sufrido cierres, persecución, cárcel y destierros. Sin embargo, pese a estos hechos, el progreso económico de Venezuela
desde la aparición del petróleo ha incidido directamente en los medios de comunicación, es así como van surgiendo paulatinamente de manera formal la
prensa escrita, como El Universal fundado en 1909; Panorama fundado en 1914; Ultimas Noticias en 1941; El Nacional en 1943; El Mundo en 1958.
Igualmente, los partidos políticos de la época editaron sus propios voceros ideológicos, como el caso de "Tribuna Popular" de corte comunista.
Pese a los elementos y factores que han incidido en el desarrollo de la prensa en el país, en el período en estudio surgieron excelentes periodistas que han
servido de aporte histórico a la sociedad venezolana, entre ellos: Aquiles Nazoa, Anibal Nazoa, Oscar Yánez, Leoncio Martinez, Manuel Barrios Pimentel,
Eduardo Zapata Luigi, Jesús Rosas Marcano, Alfredo Tarre Murzi, Carlos Ramírez Farias, César Zumeta y otros.
E.- La Música:
La decadencia musical después del esplendor que alcanzó durante el siglo XIX se prolongó hasta el primer cuarto del siglo XX, resurge nuevamente
cuando los autores se inspiran en el pueblo, uno de los protagonistas de esta renovación o resurgimiento fue Pedro Elías Gutiérrez, compositor de música
ligera especialmente el vals, joropo, zarzuelas; dirige la Banda Marcial de Caracas de 1903 a 1946, su nombre permanece ligado a la composición del
"Alma Llanera" segundo himno nacional.
La expansión musical la llevo a cabo Vicente Emilio Sojo, fundador de la Orquesta Sinfónica de Venezuela y del Orfeón Lamas; hombre humilde, pero que
con su tenacidad, autodidactismo y vocación innata fue el formador de la generación de músicos. Dio a la música del país una dignidad cultural, avalada por
una vida austera, reflexiva en función de la música nacional; fue el fundador de la Escuela Superior de Música, su "Misa Cromática" se canta en la Catedral
de Caracas los jueves santos. Poco después Antonio Estévez, continúa la tendencia nacionalista y asume los motivos criollos, como elemento folklórico
ornamental y como valor esencial de su obra, es el fundador del Orfeón Universitario compone Suite Llanera y Cantata Criolla
En la cultura venezolana es importante destacar que, la guitarra como imagen musical del país es una de las pocas expresiones musicales ermanecido aún
vigente, cabe señalar el reconocimiento internacional que ha logrado alcanzar las composiciones del maestro Antonio Lauro, determinando con esto el
liderazgo del gentilicio venezolano en esta disciplina, y, junto a él figuran Alirio Diaz, Rodrigo Riera, Rubén Riera, Luis Zea, Rómulo Lazarde, Aldemaro
Romero, Luis Mariano Rivera, Simón Díaz, Juan Vicente Torrealba y otros.
F.- En el Plano audiovisual:
La radiocomunicación se inician en Venezuela, durante el gobierno de Juan Vicente Gómez; la primera emisión se realizó el 23 de mayo de 1926 desde
Caracas, siendo clausurado dos años después. En 1930 se funda la empresa Broadcasting Caracas, por Edgar Anzola, William Phelps, Ricardo Espina y A.
López, esta empresa más tarde se llamará Radio Caracas; a la muerte de Gómez funcionaban en el país 25 emisoras, las cuales para 1950 se habían
duplicado.
En cuanto a la televisión en Venezuela, irrumpe la primera emisora televisiva en 1953, poco después el 8 de octubre del mismo año, sale al aire Radio
Caracas Televisión (RCTV) . Desde entonces, los medios televisivos se constituyeron en apoyo para impulsar la cultura venezolana y aupar el talento vivo
con que se elaboraban los programas televisivos de la época. A partir de ese momento, tanto el cine venezolano como Bolívar Films se convierten en los
pioneros de los medios de comunicación, del cine y la televisión. Para 1958 el cine venezolano y la televisión siguieron avanzando y especializándose en
todo lo relacionado a la información, propaganda y programas de diversión para el televidente venezolano y de otros países como Curazao hasta donde
llegaba la señal.
MARCOS PÉREZ JIMÉNEZ: UN PERIPLO DE LA MEMORIA A LA FASCINACIÓN
*Alfredo Angulo Rivas
De llegar a convenir que la Historia es el acontecer humano ocurrido en el pasado,
no sería del todo impertinente preguntar en qué momento comienza el pasado,
determinación esta que seguramente nos colocaría en el terreno controversial de la muy
libre subjetividad humana. Quizás resulte más aceptable sugerir esta otra: la Historia es la actividad académica de pesquisa y difusión de unos
profesionales llamados historiadores,definición esta que sin embargo no haría justicia a quienes teniendo una obra escrita de valía intelectual, no han
egresado de una escuela dedicada a los estudios sistemáticos de la Historia. Tal pareciera que sigue teniendo vigencia, con todos sus bemoles y críticas, la
Historia asociada a la memoria, a la memoria individual y a la memoria colectiva.
La década de los años 50 significó una época contradictoria en la historia del siglo
XX de Venezuela. Por un lado se encontraba la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, y por el otro, el país había emprendido el camino de la modernización.
En paralelo a la eficaz represión política ocurrida en aquellos días, se verifica un auge intelectual que ubicó a Venezuela en el campo internacional a través
del fenómeno de la abstracción y el cinetismo. El cine nacional con La Balandra Isabel llegó esta tarde y Araya, triunfa en el Festival de Cine de Cannes.
Guillermo Meneses y su estupendo relato La Mano junto al muro sientan las bases de la literatura contemporánea con su contenido más urbano y
existencial. El manejo de una nueva escala, el desafío que implicó darle una nueva dimensión al espacio urbano, sin duda habla de sueños de grandeza. El
Aula Magna de Carlos Raúl Villanueva y Alexander Calder se convierte en un hito de la modernidad.
Susana Duijm es coronada como la primera Miss Mundo venezolana. El auge en el campo de la construcción hace de Caracas un laboratorio de
arquitectura, ciudad donde se instalan las grandes firmas del diseño mobiliario internacional. Finalmente, Venezuela recibe la migración europea más
importante en toda su historia.
Sin embargo y probablemente debido a que el régimen político era una dictadura
sostenida con el apoyo institucional de las Fuerzas Armadas, el estudio de aquella época se ha visto penetrado por las normales aprensiones que suscita
todo gobierno de corte autoritario. De allí se explica el notable componente emotivo presente en la mayoría de la extensa bibliografía consagrada al tema.
Tal vez a causa de la considerable influencia de la "generación del 28" en la historiografía nacional, probablemente debido a la relativa novedad de los
estudios profesionales de Historia en el país y, más seguramente, a causa de haber sido un régimen inútilmente cruel, el estudio del período ha provocado
la adopción de posiciones unilaterales en los que se enfatizan o desconocen dimensiones, aspectos y problemas de una realidad más diversa en su
complejidad.
Las dificultades del tiempo presente, el desencanto respecto a las magras
realizaciones de la democracia, la nostalgia por gobiernos que privilegien imperativamente el orden, pudieran ser entre otros los factores condicionantes en
la recuperación de la imagen de Marcos Pérez Jiménez. De los mudables colores de ropa con que se viste el pasado ha estado consciente el mismísimo
General. Valga hacer la siguiente acotación personal.
En el verano de 1991 viajé a Madrid, ciudad donde reside desde el 1 de agosto de
1968 el general Pérez Jiménez. Como es de conocimiento público en Venezuela, él tuvo un ascendente protagonismo en la política nacional hasta alcanzar
la Presidencia del país el 2 de diciembre de 1952. No exento de comprensible emoción personal, quise conocer de primera mano algunos aspectos
ignorados o malamente comprendidos de nuestra historia reciente. Para la fecha había realizado una compulsa documental en el Archivo Histórico de
Miraflores de Caracas, actividad que me permitió acceder a algunas fuentes primarias, las que sirvieron de base para formular un conjunto de interrogantes
y planteamientos al General.
Aunque no me satisfizo la entrevista con el ex Presidente, la experiencia compartida
habló mejor de Pérez Jiménez que de quien esto escribe. Derivé una lección inolvidable de aquel intercambio: el lenguaje en las relaciones de poder es
menos un instrumento para expresar el pensamiento y más un medio para ocultarlo. Pérez Jiménez habló, pero lo hizo de acuerdo a un guión explicativo
que desestimaba preguntas y rechazaba los comentarios en réplica. En síntesis, su actitud encerraba una ironía digna de subrayar: el General no ocultaba
su desprecio por un país que en forma cada vez más amplia, reivindica su acción administrativa de gobierno.
Continué mi pesquisa y a mediados de enero de 1993 logré conversar con Jesús
González Pacheco, un antiguo funcionario de la Seguridad Nacional, la policía política cuyas acciones mostraron el lado obscuro de un régimen acusado de
violar los derechos humanos de la población civil. Pachequito, así le llamaban para la época, expresó sus opiniones en un estilo directo, sin asomo de
rubor. Sostuvo la mirada al principiar la conversación y dijo: "Si, yo fui un esbirro de la Seguridad Nacional". Sin ambages reivindicó la acción nacionalista
del General: "En esa época Colombia no exportaba delincuentes a Venezuela. Si Pérez Jiménez no reclama Los Monjes, hoy el Golfo de Venezuela no
sería nuestro". Tras proclamar su orgullo de haber servido al gobierno de Pérez Jiménez, reiteró su satisfacción porque en aquellos días "no venían chulos
latinoamericanos a vivir en el país". Frente a mi duda de haberle concedido el derecho al sufragio a los emigrantes recién llegados de Europa respondió:
"Ellos vinieron a trabajar.
No votaron obligados y si pudieran volverlo a hacer, votarían por Pérez Jiménez".
Venezuela no era un país endeudado externamente en aquella época, habiendo sido el
primero en construir la carretera Panamericana, exclamó González Pacheco, para
finalmente expresar su convicción en que Pérez Jiménez había sido el mejor administrador en la historia del país.
Con un discurso en perfecta antítesis al del antiguo funcionario policial, pude
escuchar a Abdel Ramón Lancini a principios del mes de agosto de 1993. Habiendo sido prisionero del centro de reclusión de Gusaina en el Delta del río
Orinoco, Lancini pudo salvar su vida pese a la acusación que sobre él pesaba de haber participado en una conspiración terrorista para liquidar a Pérez
Jiménez. Así dijo cuando le solicité una suerte de inventario de aquel gobierno: "Se ensañaron y fueron muy torpes en la persecución.
Hubo el desplante de la crueldad. Se perseguía al oriental, especialmente a los hombres
del estado Sucre porque fue la venganza menuda de Pedro Estrada". Conforme a sus
estimados hubo entre 10 y 15 mil perseguidos políticos, no obstante que los opositores
efectivos no sobrepasaron la cifra de las 2 mil personas. Para Lancini aquel régimen tuvo apoyo de sectores económicos e intelectuales, de la Iglesia
católica y de la administración del Presidente D. Eisenhower, así como de los emigrantes europeos que llegaron al país. Al referirse a la vida social de
aquellos días agregó ácidamente: "En la década de los años cincuenta, el símbolo sexual fue la cabaretera y el orchilismo reflejó la timidez sexual de Pérez
Jiménez". Aunque todos los dictadores de la época estaban en una onda proamericana, Lancini considera que hubo una metamorfosis en la imagen del
General: "A partir del gobierno del Presidente J. F. Kennedy, Pérez Jiménez vende una imagen antiimperialista, aunque había entregado nuevas
concesiones petroleras, dio facilidades para la explotación del hierro a precios irrisorios, el FBI asesoraba al régimen y acepta la alta condecoración de la
Legión de Honor de los Estados Unidos". Tras insistir en que la resistencia a la dictadura fue obra de pocos habida cuenta que fue prácticamente
liquidada,juzgó que el partido Acción Democrática siempre soñó con un golpe militar.
Política y Petróleo (Monte Avila, Caracas; 1979). Rómulo Betancourt escribe la relación más completa de las ejecutorias del régimen, aunque con un
evidente sesgo partidario. Se trata de un libro más próximo al debate político que a la voluntad de escribir un discurso histórico profesionalmente. Es de
subrayar su propósito de ocultar el fracaso de la línea de abstención en las elecciones de 1952, así como la ironía que encierra las severas críticas de
Betancourt a la política petrolera del gobierno de Marcos Pérez Jiménez, para más tarde olvidar (ya en funciones de Presidente) la tacha anticonstitucional
que alegara ante las nuevas concesiones petroleras de 1956 y 1957.
Dentro de esta perspectiva crítica, es preciso anotar algunas elaboraciones más recientes, asociadas a la visión tradicional expuesta por algunos hombres
de izquierda. Se trata de la tesis de la burguesía nacional progresista que rechazó las políticas proimperialistas de Marcos Pérez Jiménez. Es la posición de
Moisés Moleiro (El Partido del Pueblo: crónica de un fraude. Valencia, Vadell Hermanos, 1979) y Domingo Alberto Rangel (La Revolución de las Fantasías.
Caracas, OFIDI, 1966). De otra parte, la orientación revisionista asevera que Pérez Jiménez chocó contra "el imperialismo económico". Es el punto de vista
de Carlos Capriles Ayala (Pérez Jiménez y su tiempo 1930-1948. Caracas, Dusa, 1987). Otro tanto sostiene D.F. Maza Zavala cuando expresa que el
régimen de Pérez Jiménez fue menos subordinado y más independiente respecto de los gobiernos habidos en Venezuela después de 1958 (Agustín
Blanco: Venezuela:historia de una frustración. Caracas, 1986, UCV). Los revisionistas atribuyen la existencia de tensiones en las relaciones entre los
Estados Unidos y Venezuela por los planes específicos que Pérez Jiménez abrazó en dos áreas: los proyectos estatales de industria pesada en Guayana,
la planta petroquímica de Morón y el sistema nacional de trenes. La propuesta de Pérez Jiménez en Panamá el año 1956 de crear un Plan Marshall
hemisférico,es juzgada como una razón adicional más en las tensiones habidas entre ambos gobiernos.
Esta es la perspectiva de Juan Bautista Fuenmayor (Acentuación del neocolonialismo bajo un gobierno de dictadura castrense, 1948-1958. Caracas, Miguel
A. García e Hijo, 1981) y Salvador de la Plaza (Desarrollo Económico e Industrias Básicas. Caracas, UCV, 1962).
Tampoco se quedó corto Manuel García Hernández en su obra Estampas Venezolanas (Caracas; 1955). En sus páginas define la administración de Pérez
Jiménez como un gobierno antidemagógico y efectivamente democrático. Al rendir loas al progreso del material impulsado por la administración de turno,
sostiene sin rubor que parece la obra de Dios en connivencia con los cíclopes. Laureano Vallenilla Lanz hijo, quien tuvo en sus manos la conducción del
Ministerio del Interior del régimen presidido por M. Pérez Jiménez, aseveró desde las páginas de El Heraldo que el régimen político implantado el 24 de
noviembre de 1948 no se asemejaba a ningún otro. Para el alto funcionario, los militares de profesión asumían por primera vez la responsabilidad de dirigir
los destinos del país (ediciones El Heraldo; Caracas, 1955). En Escrito de Memoria, un entrevero de anécdotas y pensamientos del autor, Vallenilla Lanz
escribe que el régimen orgánico de nuestro país es la dictadura (Versalles; 1961). Finalmente en Razones de Proscrito, el autor reitera que los pueblos ya
estaban cansados de democracias palabreras (París; 1964).
Inscrita en esta segunda tendencia encontramos la obra de Antonio Pérez Vivas, un hombre que estuvo ligado familiar y políticamente a Pérez Jiménez. En
el título Hegemonía Andina y Pérez Jiménez (Cortés, San Cristóbal; 1987), el autor muestra como se perciben los andinos del estado Táchira. Asienta que
la introversión permitió a los andinos en tiempos de guerra civil y asechanzas palaciegas, impedir que sus enemigos sorprendieran sus secretos y burlaran
sus planes. Pero tal vez la obra central de esta orientación quedó plasmada en el título Frente a la Infamia (CCN, Caracas; 1968). Pérez Jiménez hace allí
contestación a los cargos que se le imputan luego de ser extraditado, da a conocer los vejámenes y privaciones sufridas en la cárcel del condado de Dade,
al tiempo que denuncia la enemistad del yankee, una pieza argumental que tiene su corolario en el planteamiento según el cual a un delincuente de
peculado, de no lograse comprobar la posesión de dinero,había que exonerarlo de culpa. Durante las conversaciones que el autor del presente artículo
sostuvo con el General en Madrid, Pérez Jiménez aseguró tener más bienes que cuando salió de Venezuela (Pérez Jiménez, treinta años después.
Caracas; Universidad de Los Andes y Tropykos, 1995). Huelgan mayores comentarios.
Colofón
A causa de los escasos éxitos materiales del período democrático que se inicia en 1958 (en verdad, el control civil de las fuerzas armadas constituye una
notable excepción al deslucido desarrollo general de las democracias en el mundo, tal como lo advierte el profesor Samuel Huntington), ha vuelto a surgir
entre nosotros la figura de Marcos Pérez Jiménez. El ex gobernante se ha convertido en un personaje de actualidad, no obstante que al hacer dejación de
la Presidencia era un hombre desprestigiado ante el conjunto del país.
El caso es que ha tomado cuerpo una especie de culto nostálgico al régimen de Pérez Jiménez. Hombres y mujeres del pueblo llano rinden añoranza del
orden y progreso que atribuyen a aquella gestión de gobierno. Significativamente, intelectuales y universitarios que deberían estar bien informados de los
hondos desequilibrios sociales y económicos de la dictadura, hacen caso omiso de esa circunstancia, o bien minimizan las injusticias de aquella época. Y al
alabar las obras públicas del régimen militar, omiten que la democracia tuvo realizaciones no menos ejemplares al menos hasta la década de los años 70.
Tal vez sin inocencia, esta suerte de presentismo olvida que las relaciones entre civiles y militares han sufrido un giro considerable en los últimos años. Es
de recordar que en las fiestas de carnaval de febrero de 1959, los jóvenes cadetes de la Academia Militar salieron de permiso vestidos de civil. El ambiente
prevaleciente en la calle era completamente desfavorable a las fuerzas armadas, y el hombre de a pie no sentía respeto por el hombre de uniforme. Eran
esas las graves consecuencias derivadas de la participación militar en la dictadura. Pero no sólo la nostalgia o las circunstancias adversas del presente
(cada ser humano percibe que su tiempo ha sido el peor de todos los tiempos),actúan como factores condicionantes en la manera de mirar y de
representarnos el pasado.
También entran en juego elementos de naturaleza política: no pocas veces se ha dicho con ánimo exculpatorio que Rómulo Betancourt fue un golpista, y
que el golpe de Estado tuvo lugar contra el gobierno más democrático que se conoce en la historia de Venezuela. Así las cosas, se omite que el golpe del
18 de octubre de 1945 fue el resultado de una alianza (que desde una perspectiva moral algunos juzgan de oportunista y contra natura), entre Betancourt y
Pérez Jiménez.
Claro que el perdón es fundamental para que un país pueda resolver en forma madura sus diferencias. Si en su caso ya hubo sanción luego del juicio que
se le siguiera,mal puede en consecuencia haber impunidad en la comisión de los delitos que se le imputaron. Aunque Pérez Jiménez no pareciera haber
tenido disposición anímica para regresar a fijar residencia en Venezuela, al dejar expresamente establecido que no había disposición legal que impidiera su
retorno a vivir entre nosotros como cualquier mortal, con ello se estaría indicando el grado de madurez de nuestra civilización democrática. Al fin y al cabo
la democracia en Venezuela ha sido tan inclusiva que pudo incorporar a los hombres del régimen de Juan Vicente Gómez, a los caballeros del
postgomecismo, a figuras destacadas de la dictadura de Pérez Jiménez y a los hombres y mujeres alzados en armas durante la experiencia de la guerrilla
en la década de los 60.
Otra cosa es la exaltación de la dictadura asumida como forma necesaria de gobierno. El asunto, en fin, quizás pudiéramos resumirlo en la idea según la
cual perdonar no es olvidar, que la memoria permite recordar los días nublados y las mañanas claras de nuestra historia, así como las parejas de marido y
mujer que siempre tienen sus momentos.
Carlos Delgado Chalbaud
Formó parte de la generación de jóvenes militares ( Marcos Pérez Jiménez, Luis Llovera Páez ), que llegó al poder a raíz del golpe de Estado que derrocó a
Isaías Medina Angarita el 18 de octubre de 1945, y que rigieron los destinos de Venezuela hasta el 23 de enero de 1958. Su muerte acaecida el 13 de
noviembre de 1950, ocurrió bajo circunstancias extrañas que han suscitado varias especulaciones. Fue hijo del general Román Delgado Chalbaud y de
Luisa Elena Gómez Velutini. Apenas había cumplido los 4 años de edad cuando su padre fue encarcelado en La Rotunda por orden del general Juan
Vicente Gómez, quien era su padrino. Viajó con su familia al exilio, a París, donde realizó sus estudios secundarios en el Lycée Lakanal.
Juventud en el exilio y conspiración
En 1927, Ramón Delgado Chalbaud, su padre, fue liberado de la cárcel y se reunió nuevamente con su familia en París, comenzando además los
preparativos de una invasión para derrocar a Gómez. Es en este ambiente conspirativo en el que creció Carlos donde tuvo la oportunidad de tratar de cerca
a los exiliados venezolanos residentes en Europa, entre los cuales destacan viejos antigomecistas como José Rafael Pocaterra y Rufino Blanco Fombona,
así como algunos miembros de la denominada “generación del 28”, que llegaron a París a raíz de los acontecimientos de febrero y abril de 1928, entre
otros, Armando Zuloaga Blanco y Miguel Otero Silva.
Fue miembro de la expedición del Falke, la cual desembarcó el 11 de agosto de 1929 en las costas de Cumaná, con el objeto de derrocar la dictadura de
Juan Vicente Gómez. Ante el fracaso de la operación y la muerte de su padre, regresó a París donde completó sus estudios de ingeniería en la École des
Travaux Publics. Se casó durante este tiempo, con una estudiante de origen rumano, Lucía Devine, de filiación comunista, frecuentando con ella los
círculos radicales universitarios parisinos y estableciendo contactos con prácticamente todos los grupos de exiliados, tanto europeos como
latinoamericanos, que residían en la capital francesa. Trata sin mucho éxito, de encabezar un nuevo plan de invasión a Venezuela y para ello entró en
contacto con los amigos de su padre y viajó a Barcelona (España) donde estableció lazos de amistad con Rómulo Gallegos en cuya casa se hospedó.
Luego de la muerte del general Gómez (17 de diciembre de 1935), regresó a Venezuela. El presidente Eleazar López Contreras consideró entonces la
posibilidad de incorporarlo a las Fuerzas Armadas, pero antes lo envió nuevamente a Francia con el fin de que completara sus estudios. Graduado de
ingeniero en 1937, asistió a la Escuela Superior de Guerra de Versalles (1938) y al volver a Venezuela, fue incorporado al ejército como capitán adjunto al
servicio de Ingeniería Militar en Caracas (1939) y luego como capitán comandante de la segunda compañía del batallón de ingenieros Francisco Avendaño
(1941).
Golpes de Estado y presidente de la Junta Militar
Posteriormente formó parte de la nueva generación de oficiales, cuyas aspiraciones en cuanto al cambio institucional del país llevan a la preparación del
golpe de Estado del 18 de octubre de 1945. En el rol de capitán jefe de estudios de la Academia Militar de Caracas, se alzó en armas contra el gobierno del
Presidente Isaías Medina Angarita formando parte de la Junta Revolucionaria de Gobierno (19 de octubre de 1945), encargándose además del Ministerio
de Guerra y Marina, cuya denominación cambia al de Ministerio de Defensa. Ratificado en ese cargo por el presidente Rómulo Gallegos (febrero 1948),
Delgado Chalbaud, como figura destacada de las Fuerzas Armadas, cristalizó a su alrededor la creciente oposición al gobierno de Acción Democrática. El
golpe de Estado perpetrado por las Fuerzas Armadas el 24 de noviembre de 1948 que derrocó a Rómulo Gallegos llevó a Delgado Chalbaud a asumir el
poder, como presidente de la Junta Militar de Gobierno que integró junto a Pérez Jiménez y Luis Llovera Páez. A comienzos de 1950, se discutió sobre un
acuerdo para convocar a elecciones, disolver la Junta Militar y entregarle la Presidencia a un candidato de entendimiento entre los partidos políticos y las
Fuerzas Armadas, que sería el propio Delgado Chalbaud y quien se fue perfilando como una personalidad política de gran importancia. Sin embargo, el 13
de noviembre de 1950 fue secuestrado por un grupo encabezado por Rafael Urbina López, siendo asesinado en una casa de la urbanización Las Mercedes
de Caracas, propiedad de Antonio Aranguren. Las circunstancias que rodearon la muerte de Carlos Delgado Chalbaud han suscitado numerosas
especulaciones, siendo la más común, la que apunta a Marcos Pérez Jiménez como presunto autor intelectual de su secuestro y asesinato.
Incursión en la política
Como uno de los más brillantes oficiales de las Fuerzas Armadas se asocia al grupo que derroca al General Isaías Medina Angarita, en el Golpe de estado
de 1945 y es nombrado Ministro de la Defensa de la Junta Revolucionaria de Gobierno que lo sustituye en el poder la cual fue presidida por Rómulo
Betancourt. Ratificado en el cargo por Rómulo Gallegos, primer presidente venezolano electo por el voto universal, directo y secreto, forma parte del grupo
que lo derroca en el Golpe de estado de 1948 y encabeza el triunvirato de la Junta Militar que lo sucede (junto a Marcos Pérez Jiménez y Luis Llovera
Páez). Su distanciamiento con Pérez Jiménez se va acrecentando a medida que se debaten las alternativas para institucionalizar el nuevo régimen. A
comienzos de 1950, se discute sobre un acuerdo para convocar a elecciones, disolver la Junta Militar y entregarle la Presidencia a un candidato de
entendimiento entre los partidos políticos y las Fuerzas Armadas que sería el propio Delgado Chalbaud, quien se estaba perfilando como una personalidad
política de primera importancia; pero su candidatura se vio interrumpida por el magnicidio del 13 de noviembre de 1950.1 3
Magnicidio
El asesinato de Carlos Delgado Chalbaud constituye el único magnicidio en la historia republicana de Venezuela. Se dice que el magnicidio fue ordenado
por Marcos Pérez Jiménez, sin embargo, esto es poco probable pues su esposa, Flor María Chalbaud Cardona de Pérez Jiménez, era prima sanguínea del
coronel Carlos Delgado Chalbaud. Su asesinato parece más orientado hacia un lamentable desenlace de un secuestro realizado motu proprio por Rafael
Simón Urbina para propiciar que Pérez Jiménez fuera Presidente, según razones de Urbina, Delgado Chalbaud lo había despreciado en varias
oportunidades y le había negado el reintegro de sus bienes, de los cuales había sido despojado luego de un juicio por peculado en los tiempos del Gobierno
del General Eleazar López Contreras, Urbina había sido Gobernador del Estado Amazonas y posteriormente enjuiciado por enriquecimiento ilícito. Al día
siguiente de su captura fue asesinado por efectivos de la Dirección de Seguridad Nacional. El magnicidio de Chalbaud provocó una crisis política nacional y
obligó a reorganizar la Junta Militar. Se decidió convertirla en una "Junta de Gobierno" y se consultó a varios civiles notables como el Dr. Arnoldo Gabaldón,
que había adquirido fama por la lucha anti malárica en el país, como uno de los candidatos a sustituir al recién asesinado presidente de la República. 4
Finalmente se decidieron por Germán Suárez Flamerich, para ese entonces embajador en el Perú, quien fue encargado de inmediato de la presidencia de
la junta.5
Wolfgang Larrazábal
El 05 de marzo de 1911, nació en Carúpano, estado Sucre, el Contralmirante Wolfgang Larrazábal, quien fue presidente de la Junta de Gobierno instalada
una vez que fue derrocado el régimen de Marcos Pérez Jiménez.
Estuvo al frente de esta Junta desde el 23 de enero de 1958 hasta el 14 de noviembre de ese mismo año, fecha en la cual renuncia para lanzarse a la
candidatura a la presidencia de la república, cuya victoria le correspondió a Rómulo Betancourt, representante del partido Acción Democrática.
A lo largo de su vida se desempeñó como militar y político, asumiendo los siguientes cargos: Comandante de los buques cañonero General Urdaneta,
guardacostas El Leandro y del cañonero Soublette; Comandante de la Base Naval de Puerto Cabello, agregado naval de la embajada de Venezuela (1949)
en Washington; Director del Instituto Nacional de Deportes (1952-1955) y del Círculo de las Fuerzas Armadas (1957-1958), subinspector de las Fuerzas
Navales y Comandante de la Marina del 11 al 23 de enero de 1958. Embajador de Venezuela en Chile (1959-mayo 1960).
Al frente de la Junta de Gobierno tuvo adeptos y detractores. Entre los segundos se encontraban aquellos que veían con cierto recelo que la Junta de
Gobierno estuviera integrada por militares, razón por la cual tuvo que ingresar a civiles como Eugenio Mendoza, Blas Lamberti y Edgar Sanabria, quien
cumplió los roles de Secretario y Presidente, cuando Wolfang Larrazábal renunció.
Sin embargo, su corto mandato es reconocido por su carácter cívico y algunas medidas populares que tomó, como el Plan de Emergencia o Plan de Obras
Extraordinarias, reajustó los ingresos del estado por concepto de renta petrolera, legalizó los partidos disueltos por la dictadura y promovió el regreso de los
exiliados políticos. Decretó la ocupación de los bienes de Pérez Jiménez y nombró una Comisión Redactora del Estatuto Electoral por el cual se rigieron las
elecciones nacionales del mismo año.
Además, enfrentó con templanza tres intentos de golpe de Estado, organizados por sectores afines al régimen anterior. El primero fue protagonizado por el
ministro de la Defensa, General Jesús María Castro León, quien dirigió un alzamiento contra la Junta de Gobierno el 22 y 23 de julio de 1958, pero es
derrotado y sale inmediatamente del gobierno. Sin embargo, la conspiración perezjimenista seguía latente, y entre el 7 y 8 de septiembre de ese mismo año
se insubordina la Policía Militar e intenta tomar el Palacio Blanco de Miraflores pero son derrotados, pues no contaban con respaldo popular.
Durante su mandato también se presentó un incidente diplomático cuando el vicepresidente de Estados Unidos, Richard Nixon, visitó a Venezuela el 13 de
mayo de 1958 junto con su esposa, y su automóvil fue apedreado por una multitud que rechazaba su presencia.
A pesar de contar con mucha popularidad, carisma y el respeto que infundía en la población, se ajustó a derecho y renunció a su cargo, para lanzarse como
candidato presidencial de los partidos Unión Republicana Democrática URD, Partido Comunista de Venezuela y Movimiento Electoral Nacional
Independiente, en las elecciones de 1958, llegando a ocupar el segundo lugar detrás de Rómulo Betancourt.
Más adelante ejerció diversos cargos públicos, entre los que se destacan el de embajador en Chile, comandante de la Base Naval de Puerto Cabello,
agregado naval de la embajada de Venezuela en Washington, director del Instituto Nacional de Deportes y senador del antiguo Congreso Nacional.

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