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DIPLOMADO EN EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMÓN

BASADA EN COMPETENCIAS ESCUELA UNIVERSITARIA DE


POSGRADO

CASO 4
DE LA REPRESIÓN A LA EXPRESIÓN

A continuación, le ofrecemos una página del Diario de Campo de un docente universitario. A partir
de la lectura del relato:

1. Identifique aquellos aspectos que responden a una actividad educativa CONSTRUCTIVISTA.


2. Escriba y argumente, conceptualmente, sobre los aspectos identificados, relacionando la
teoría con el caso.

¡Esta clase de psicoanálisis sí que valió la pena!


Nuestra docente ingresó al curso con su acostumbrada sonrisa, saludó a todos con bastante
cordialidad, colgó su cartera en el espaldar de la silla, acomodó sus cosas sobre la mesa,
tomó su marcador y escribió en la pizarra el título del tema: La represión.
Hizo silencio y cuando tuvo la atención de todos, encogió los hombros y con las cejas
levantadas y los ojos clavados en las pupilas de quienes miraba inquisitoriamente,
preguntaba con el rostro: ¿represión? En esa actitud y con el índice de la mano levantada,
se acercó a varios de nosotros. Nadie en el curso sabía qué hacer, no sabíamos si debíamos
responder o escuchar o qué. Fue raro, nos sentíamos invitados a hablar, pero a la vez
reprimidos.
Después del par de minutos que duró esta situación, volvió a su escritorio, se sentó y
sonriendo nos invitó, muy relajada, a compartir todo lo que sentimos y pensamos en esos
escasos minutos que duró su intervención.
Recién volvió la normalidad al curso, varios de nosotros describimos la incertidumbre que
nos embargó, queríamos hablar, pero había algo que nos lo impedía: ese algo era el
lenguaje corporal de la docente que incluso llegó a ponernos nerviosos e inseguros.
A partir de nuestros comentarios, la docente preguntó en qué situaciones nos sentimos
reprimidos, escuchó atenta varios relatos, luego preguntó qué entendíamos por represión,
tomó nota de nuestras respuestas en la pizarra, finalmente preguntó si conocíamos la
connotación de este término en psicoanálisis, varios compañeros compartieron sus ideas,
que también fueron registradas en el pizarrón.
Tomando en cuenta nuestras respuestas hizo una breve síntesis de todo lo que dijimos
acerca de ese concepto, marcó que sabíamos mucho y nos invitó a leer en el texto, qué
entendía Freud por represión. Leímos en silencio. En una primera lectura no entendí muy
bien el desarrollo del proceso represivo, había algunos términos que no comprendía con
claridad.
DIPLOMADO EN EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMÓN
BASADA EN COMPETENCIAS ESCUELA UNIVERSITARIA DE
POSGRADO

Después de ese tiempo de lectura personal, nos organizó en grupos de 4 personas. En los
grupos, debíamos compartir por turno, lo que habíamos entendido del texto. Yo estaba un
poco nerviosa pues no lo comprendí a cabalidad, pero al escuchar a mis compañeros, varias
cosas se fueron aclarando, incluso pude explicar a una compañera, algo que ella no había
entendido y yo sí. Me sentí feliz.
Luego, para sorpresa de todos, nos pidió que explicáramos en qué consistía el proceso
represivo, a partir de expresión corporal… Todo el curso pegó un grito al cielo, pero
aceptamos el reto. Nos unimos en grupos y preparamos nuestra presentación: Yvette, Ruth
y yo representamos al núcleo de lo reprimido; Cris y Wendy eran las ramificaciones de la
pulsión que, a toda costa, deseaban salir a la consciencia; Juanito asumió el papel de
represión primaria; y Jorge y Roco hicieron el papel de represión secundaria. Fue muy
divertido, un grupo más ingenioso que el otro. Usamos nuestros cuerpos, gestos y
movimientos para expresar libremente y de varias maneras diferentes, cómo funciona la
represión.
Después de cada presentación, algunas personas de otros grupos decían lo que habían
entendido. La docente intervenía cuando era necesario aclarando dudas. Cuando todos los
grupos terminaron sus presentaciones, un compañero leyó nuevamente, en voz alta el
planteamiento freudiano de represión. ¡¡Qué diferencia, ahora sí entendía todo con
bastante claridad!! ¡¡Me encanta el psicoanálisis!! Como tarea nos llevamos un caso de
histeria para identificar en él los elementos del proceso represivo.
Así terminó nuestra clase, en hora y media pasamos de la represión a la expresión.

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