Está en la página 1de 4

¿Quién es la amante perfecta?

La Amante Prefecta, es el nuevo libro de Carlos Alberto Montaño Mejía. Esta es una colección
de poemas en los que el autor busca llegar al lector a través de un encuentro íntimo desde la
palabra. El amor, el romanticismo y el placer van más allá de lo puramente físico para llegar al
éxtasis y a la pérdida del ego en el que él y ella son uno con y en el otro. En este libro podemos
descubrir cómo el amor logra lo imposible y nos transforma.
La poesía de Montaño es un cúmulo de emociones y una bitácora de un viaje al placer y al amor
en la posibilidad de entregarnos y recibir al otro/a en su totalidad y aceptarlo/a en su totalidad y
como es. También es una manera de explorarnos en la pasión y el deseo despertando en cada uno
de quienes lo leemos un caudal de emociones y sensaciones deliciosamente inesperadas.

Creo que el escritor mexicano Federico Traeger describe perfectamente esta colección de poemas
de La Amante Perfecta de Carlos Alberto Montaño Mejía.

Prólogo de La Amante Perfecta por Federico Traeger (novelista y poeta mexicano)

¿QUIÉN ES EL CULPABLE DE ESTE ALBOROTO?

Carlos Alberto Montaño es un expedicionario del beso. Un senderista incansable del mirar
amoroso. Un fiel creyente en Diosa. Un ludópata que le apuesta todo a la caricia clandestina. No
por tratarse del fruto prohibido, sino por las semillas que el placer compartido siembra en la piel.
Carlos es un piropeador discreto, pero con certera puntería. Un secuestrador de ensueños. Un
escultor de complicidades. Un narrador de historias escritas con poros y gotas. Un pastor de los
deseos. Un alquimista que transforma relojes en corazones. Un irremediable, irreprimible e
insuperable enamorado del amor. Un poeta en perpetuo estado de enamoramiento.

A golpe de vista, La amante perfecta, es un poemario cuyo hilo conductor es el asombro


amoroso. Pero al internarnos en el vaivén de los versos y atemperarnos a la cadencia de sus
palabras, nos descubrimos en medio de una íntima confesión. De pronto hacemos tercia con dos
amantes. Sin la necesidad de saber dónde, cuándo y cuánto, caemos en un exquisito cómo. No
tanto por lo que Carlos nos dice, sino por el modo en el que lo va desenvolviendo.

Carlos Alberto Montaño tiene dos recursos a su favor: su mirada de aguja y su oído de hebra.
Haciendo uso de ambos, hilvana las palabras en el amor sin que se note la costura. Metidos
dentro de este confesionario en el que el pecador es al mismo tiempo un redentor y el sacerdote
una musa engolosinada, oímos el canto que podría ser transgresión, penitencia o milagro:
“Caminas, y por donde pasas, florece el mundo”. “Ven a tu antojo y cuando el deseo te pueda”.
“¿Hasta dónde llega la fantasía si la culpa y los juicios no la silencian?” “Aquí estoy y aquí estás.
Qué nos importa el resto”. “El amor conoce desde siempre su destino”. “Nuestro olor es un
fetiche y una guía para encontrarnos de nuevo”. “Arde, todo arde y la humedad hierve como un
volcán”.
Nos reconocemos en la poesía de Carlos porque estamos hechos de los ingredientes que él nos
propone en La amante perfecta. Carlos Alberto nos hace conscientes de que

estar enamorados significa ser más beso que labios, más canto que voz, más baile que paso, más
cielo que techo y más sangre que tinta. Léanse estas páginas despacio, sabrosamente, en el sofá,
sobre el colchón, junto al mar, en la yerba, antes del sueño o al despertar, pero en franca
complicidad con ese alguien que nos pone a flotar, aunque estemos a solas.

Federico Traeger (escritor mexicano)

Carlos Alberto Montaño Mejía

Provocador, buscador y enamorado de las letras. Carlos ha vivido en Santa Marta, Bogotá,
Nueva York, y Miami. Ha recorrido con su mochila y su guitarra buena parte de Colombia, Sur
América y Europa.
Los viajes y la música lo han acompañado a lo largo de su vida, cantando en coros polifónicos
por 20 años. Esto ha hecho que su poesía está impregnada de gente, costumbres, melodías y
culturas diferentes. También la pasión por conocer la naturaleza y desarrollo humano, lo han
llevado a investigar por más de 25 años temas y técnicas como la Programación Neuro-
Lingüística entre otros, en donde se certificó varias veces entre ellas con Richard Bandler, uno de
sus creadores.

Como licenciado en actuación y con estudios de Literatura, Carlos ha mantenido su curiosidad y


pasión por la palabra a lo largo de su vida.

Carlos fue Co- fundador de la revista Cronopia (arte y literatura) y publicó por algunos años en
algunos diarios y revistas en Colombia y latino américa.

También se desempeñó como Director Creativo en agencias de publicidad multinacionales en


Bogotá, Nueva York y Miami.

Ha publicado 10 libros de poesía con diferentes temáticas y estilos. Los primeros más
tradicionales y luego dándole paso al verso libre buscando un estilo lúdico y descomplicado.

Carlos es una de las voces que va ganando visibilidad de la literatura latinoamericana con una
poesía innovadora, fresca y contemporánea. Es miembro de FILCOL (Feria Internacional
del libro de Colombia en el exterior) y de Hispanic Heritage Literature Organization, entidad
dedicada a crear e impulsar proyectos literarios y programas culturales que preservan el idioma
español y la cultura Hispana en los Estados Unidos y de varios grupos de escritores en medios
sociales.

Estos son los títulos de sus libros.


– En Legítima Defensa (poemas de amor) 1991
– Colección de Viento (colaboración con otros autores) 1995
– El Relámpago y el Trueno (poesía espiritual) 1996
– Los milagros Provocados (poemas y ensayos) 1997
– Icononzo. Rumor de aguas profundas (poemas cotidianos) 1998
– 36 versos breves (versos lúdicos) 2019
– La Alquimia del Beso (poemas romántico eróticos)
– Alchemy of a kiss (sensual love poems) 2021
– En Voz Alta (pensamientos erráticos) 2021
– La Amante Perfecta (Poemas de amor e intimidad) 2021

¿Cómo pueden seguir a Carlos Alberto Montaño Mejía?

Instagram: @montanocarlos
Facebook : Carlos Alberto Montaño Mejía
La palabra tiene la palabra/words
Goodreads: Carlos Alberto Montaño Mejía

Prólogo de La Amante Perfecta

¿QUIÉN ES EL CULPABLE DE ESTE ALBOROTO?

Carlos Alberto Montaño es un expedicionario del beso. Un senderista incansable del mirar
amoroso. Un fiel creyente en Diosa. Un ludópata que le apuesta todo a la caricia clandestina. No
por tratarse del fruto prohibido, sino por las semillas que el placer compartido siembra en la piel.
Carlos es un piropeador discreto, pero con certera puntería. Un secuestrador de ensueños. Un
escultor de complicidades. Un narrador de historias escritas con poros y gotas. Un pastor de los
deseos. Un alquimista que transforma relojes en corazones. Un irremediable, irreprimible e
insuperable enamorado del amor. Un poeta en perpetuo estado de enamoramiento.

A golpe de vista, La amante perfecta, es un poemario cuyo hilo conductor es el asombro


amoroso. Pero al internarnos en el vaivén de los versos y atemperarnos a la cadencia de sus
palabras, nos descubrimos en medio de una íntima confesión. De pronto hacemos tercia con dos
amantes. Sin la necesidad de saber dónde, cuándo y cuánto, caemos en un exquisito cómo. No
tanto por lo que Carlos nos dice, sino por el modo en el que lo va desenvolviendo.
Carlos Alberto Montaño tiene dos recursos a su favor: su mirada de aguja y su oído de hebra.
Haciendo uso de ambos, hilvana las palabras en el amor sin que se note la costura. Metidos
dentro de este confesionario en el que el pecador es al mismo tiempo un redentor y el sacerdote
una musa engolosinada, oímos el canto que podría ser transgresión, penitencia o milagro:
“Caminas, y por donde pasas, florece el mundo”. “Ven a tu antojo y cuando el deseo te pueda”.
“¿Hasta dónde llega la fantasía si la culpa y los juicios no la silencian?” “Aquí estoy y aquí estás.
Qué nos importa el resto”. “El amor conoce desde siempre su destino”. “Nuestro olor es un
fetiche y una guía para encontrarnos de nuevo”. “Arde, todo arde y la humedad hierve como un
volcán”.

Nos reconocemos en la poesía de Carlos porque estamos hechos de los ingredientes que él nos
propone en La amante perfecta. Carlos Alberto nos hace conscientes de que

estar enamorados significa ser más beso que labios, más canto que voz, más baile que paso, más
cielo que techo y más sangre que tinta. Léanse estas páginas despacio, sabrosamente, en el sofá,
sobre el colchón, junto al mar, en la yerba, antes del sueño o al despertar, pero en franca
complicidad con ese alguien que nos pone a flotar, aunque estemos a solas.

Federico Traeger (escritor mexicano)

También podría gustarte