Está en la página 1de 6

¿Alguna vez te pusiste a pensar por qué las

plantas tienen flores? ¿Será para que se las


regales a las chicas cuando estás enamorado? ¿O
para perfumar el ambiente en los días de
primavera?

Si querés averiguarlo, no te pierdas esta nota...

No es ninguna novedad para nadie que las plantas son


seres vivos. Y, como todos los seres vivos, tienen hijos
parecidos a ellas, que hacen que la especie perdure en
el tiempo. En otras palabras: se reproducen.

Las flores participan en la reproducción de la planta, y por eso son tan importantes
(además de lindas). Para entender un poco más, te proponemos observar las partes
internas de la flor.

Materiales:
• Diferentes tipos de flores

Investigando el interior de una flor

En un hermoso día de sol, salí a recoger distintos


ejemplares de flores.

Observalas bien. ¿Son todas iguales? ¿En qué se


parecen? ¿En qué se diferencian?

Si observaste bien tus flores, seguro notaste que son


todas diferentes entre sí, grandes, chiquitas,
alargadas, abiertas...

Pero si mirás bien, vas a ver que todas se parecen


(aunque no sean idénticas) a esta flor modelo que te
mostramos en la figura. Miralas bien y tratá de reconocer cuáles de estas partes
tienen tus flores... Pero te puede pasar que muchas de las que encuentres no sean
muy parecidas al modelo y a veces te encontrarás con algunas muy diferentes. En
algunos casos alguna parte no está y en algunos casos una parte está duplicada o
es más grande de lo normal o tiene formas extrañas. Te preguntarás por qué hay
tantas variaciones y formas diferentes… ¡buena pregunta!... pero para otra
investigación, hoy nos detendremos en las partes de las que tenemos.
Elegí una flor para investigar cómo es por dentro. Para eso, vas a tener que
"operarla" (mejor dicho, diseccionarla), y vas a necesitar algunos elementos.

Muy importante: para lo que sigue, vas a necesitar la ayuda de un adulto.

Segunda parte

Materiales:
• 2 bolígrafos viejos, sin el tanque de tinta
• 1 aguja de coser
• Un cutter (usalo con MUCHO cuidado y con ayuda de un adulto
porque corta)
• Hornalla o mechero
• Cinta adhesiva

Para diseccionar nuestras flores, vamos a fabricar una aguja de disección y a usar
una trincheta.

Usalos con mucho cuidado porque te podés cortar, y siempre con la ayuda de
un adulto.

Cómo hacerlo
Empecemos por la aguja de disección:

Conseguite una aguja de coser.

Luego, tomá un bolígrafo y sacale el tanque de tinta,


dejando sólo el tubito de plástico, como en la figura.
Ahora, encendé una hornalla o un mechero y, con cuidado, acercá la
punta del bolígrafo de plástico al calor. Como imaginarás, el plástico
comenzará a ablandarse, es el momento justo en el que tenés que
tratar, con mucho cuidado, de insertar en el plástico blando la punta
de la aguja. Este paso tiene que ser rápido porque en cuanto el
plástico se enfría se endurece, y tenés que comenzar de nuevo.

Cuando termines (asegurate de que la aguja quedó bien fijada), dejá


enfriar todo bien.

Cuando no la uses, mantenela siempre clavada en un corcho o en un


trozo de telgopor para no lastimarte.

¡Ya tenés la aguja de disección! Con una trincheta a mano ya estás listo para
empezar.

Y no te olvides: USALOS SIEMPRE CON MUCHO CUIDADO


Y CON LA AYUDA DE UN ADULTO.

Tercera parte

Materiales:
• Un cutter y una aguja de disección

¡MUCHO CUIDADO! Trabajá con un adulto.

Hora de empezar la disección de tu flor...

Lo primero que te va a llamar la atención son esas "hojitas" de colores que cubren
a las demás partes de la flor. Se llaman PÉTALOS. Estos colores hacen que la flor
se destaque del resto del paisaje. A los insectos estos colores les resultan muy
atractivos y aprenden pronto que donde hay pétalos llamativos normalmente
también hay una buena cantidad de néctar dentro de la flor.

Además de brillantes colores, las flores también pueden


tener perfume que también resulta sumamente atractivo
para los insectos. Uno podría preguntarse por qué las flores
tienen olores y colores llamativos y un jugo que los insectos
encuentran delicioso. Es casi como si la flor estuviera
tratando de llamar a los insectos.
¿Encontraste unas hojitas verdes en la base de los pétalos?
Cubrían a la flor cuando todavía era un pimpollo. Se llaman
SÉPALOS.
Una vez que observaste bien los pétalos y los sépalos,
arrancalos cuidadosamente con la mano desde la base, uno
por uno y dejalos a un costadito.

¿Te quedó una flor desnuda más o menos así?

Sin vergüenzas, sigamos con nuestra investigación...

Ahora que le sacaste los pétalos y los sépalos a tu flor, vas a encontrar una
estructura alargada, generalmente con forma de botellita. Con la trincheta y
ayudándote con la aguja de disección (con mucho CUIDADO, y con la ayuda de un
adulto), hacé un corte longitudinal (a lo largo) de esta “botellita” ¿Qué encontraste?
En la base de esta botellita generalmente hay algunos globulitos pequeños. Estos
globulitos se llaman ÓVULOS y con el tiempo se transforman en semillas.
¿En semillas? ¿Como las de las manzanas? Sí: las flores se transforman en frutos y
los óvulos de la flor dan lugar a las semillas de las frutas.

En la figura anterior te mostramos cómo se vería esta parte


típicamente cortada longitudinalmente. Tal vez el de tu flor
sea un poco distinto, tenga más óvulos, o los óvulos no estén
ubicados en el centro sino en los costados. Puede que sea
más alargado, más cortito... ¿Cuántos óvulos hay en la flor
que diseccionaste?

Alrededor de la botellita, vas a encontrar otros "tallitos",


generalmente un poco más cortos, y en la punta de estos
tallitos generalmente hay una especie de polvillo de algún
color fuerte. Con frecuencia es amarillo pero también puede
ser rojo, rosa o de otros colores. ¿Cuántos tallitos hay?
Tocalos suavemente con el dedo, en la punta. ¿Qué descubriste?
Estos tallitos se llaman ESTAMBRES, y el polvo que contienen en la punta se llama
POLEN. Si tocás las anteras se te van a quedar pegados en los dedos los granos de
polen, que generalmente están cubiertos con un líquido
pegajoso.

Si tenés una lupa a mano, observá los granos de polen.


¿Cómo son?
Para que una flor se pueda transformar en fruto, el pólen tiene que tocar la punta
de la botellita. Si esto no sucede, los óvulos no se pueden convertir en semillas y la
flor nunca hace su fruto.
La botellita, que contiene los óvulos, es la PARTE FEMENINA de la flor. El pólen, que
la fecunda, es la PARTE MASCULINA de la flor.

Como te dijimos antes, la flor que elegiste puede no ser exactamente igual a la flor
modelo que te mostramos en la figura. Por ejemplo, puede tener los pétalos
fusionados (pegados entre sí, como si fueran uno solo), puede no tener sépalos o
quizás los estambres están pegados a la botellita. Algunas flores, como la de
nuestro ejemplo, tienen órganos femeninos y masculinos al mismo tiempo. Se
llaman HERMAFRODITAS. Otras tienen solamente órganos masculinos, o
femeninos, pero no los dos.

Explicación:
La polinización

Si observás un campo de flores en un día de primavera


o verano, vas a ver que muchos insectos diferentes
(como las abejas) se acercan a las flores, se posan
sobre ellas, y salen volando hacia otras flores. Esto
mismo hacen algunos pájaros, como los colibríes.
Todos estos visitantes son atraídos por los brillantes
colores de los pétalos, y también por su perfume.

Algunas flores tienen "señales" en sus pétalos, que


ayudan a los bichitos a encontrar el néctar.
Se llaman "guías de miel", que a menudo se ven como
manchas de colores en los pétalos que conducen al
centro de la flor, parecido a las luces de la pista de
aterrizaje de los aeropuertos que guían a los aviones
cuando aterrizan.

Al posarse sobre una flor para buscar el néctar, los


insectos recogen en sus patas el polen de los
estambres (algo parecido a cuando vos tocaste los
estambres con el dedo y se te quedaron pegados los
granos de polen). Así, cuando llegan a otra flor y se
posan sobre ella para volver a tomar néctar, ese polen
que recogieron en sus patas puede llegar al gineceo de
esta nueva flor, y fecundar a uno de sus óvulos,
formando una nueva semilla (habrá más sobre esto en
una próxima nota).

Sabías que…
Flores que huelen rico
Como te decíamos, las flores atraen a los insectos, que
tienen muy desarrollado el sentido del olfato, no sólo
por los colores sino también por su perfume. Te
proponemos atrapar estos aromas preparando un
popurrí, que es una simplemente una mezcla de
pétalos secos de distintas flores.

Juntá todos los pétalos de flores que encuentres (son


buenísimos los pétalos de rosas y jazmines), dejalos
secar en un lugar cálido (por ejemplo, cerca de una
estufa o en algún rincón de la cocina), y después
buscá un frasco bonito para guardarlos. ¡Y listo para
perfumar tu casa!

Algunas flores utilizan un truco infalible para atraer a los insectos. Hay orquídeas
que imitan el olor de la hembra de mosca o avispa que la visita, y así se aseguran
que los machos enamorados vengan a visitarlas.

... ¡y asqueroso!

Otras flores son visitadas por insectos que se


alimentan de carne, como las moscas. Así que las
flores que quieren atraerlas huelen... a podrido.

Cuando se acercan a curiosear a ver qué es ese aroma


tan "rico" se enchastran de polen y lo llevan a otra
flor. ¡Misión cumplida!

También podría gustarte