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CÁLCULO DE VOLÚMENES:

CÓMPUTOS MÉTRICOS

Los cómputos métricos son problemas de medición de longitudes, áreas y volúmenes que requieren el
manejo de fórmulas geométricas; los términos cómputo, cubicación y metrado son palabras equivalentes. No
obstante de su simplicidad, el cómputo métrico requiere del conocimiento de procedimientos constructivos
y de un trabajo ordenado y sistemático. La responsabilidad de la persona encargada de los cómputos, es de
mucha importancia, debido a que este trabajo puede representar pérdidas o ganancias a los propietarios o
contratistas. El trabajo de medición puede ser efectuado de 2 maneras:

Sobre la obra o sobre los planos, puesto que la obra debe ser teóricamente igual a los planos, podría
pensarse que los criterios que se aplican a la primera forma, son valederos para la otra, pero sin embargo no
es así y ocurre que el riesgo de la exactitud que se exige para la medición conforme a la obra desaparece en
el estudio de proyectos, donde prima el criterio del calculista que debe suplir con su conocimiento y
experiencia la falta de información, que es característica en todos los proyectos.

Aunque cada obra presenta particularidades que la diferencian de los demás y obliga a un estudio especial
en cada caso, puede darse algunos principios generales que deben ser respetados y que servirán como guía
para la realización del trabajo.

El objeto que cumplen los cómputos métricos dentro una obra son:

• Establecer el costo de una obra o de una de sus partes.

• Determinar la cantidad de material necesario para la ejecutar una obra.

• Establecer volúmenes de obra y costos parciales con fines de pago por avance de obra.

PRINCIPIOS GENERALES PARA REALIZAR EL CÓMPUTO.

1. Estudiar la documentación. Mediante esta operación, se tiene primera idea sobre la marcha del cómputo,
la interpretación de un plano no puede lograrse si no se tiene la visión del conjunto de la obra. La revisión de
los planos deberá ser hecha en forma conjunta con el pliego de especificaciones.

2. Respetar los Planos. La medición debe corresponder con la obra, el cómputo se hará siguiendo la
instrucción de los planos y pliegos. Durante el cómputo se pone en evidencia los errores y omisiones
obtenidos del dibujo, de donde resulta que el calculista es un eficaz colaborador del proyectista.

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3. Medir con Exactitud. Dentro los límites razonables de tolerancia se debe lograr un grado de exactitud,
tanto mayor cuanto mayor sea el rubro que se estudia. Por ejemplo no es lo mismo despreciar 1 m2 de
revoque, que 1 m2 de revestimiento de mármol. Por pequeño que sea su costo no deben ser despreciados
los ítems que forman parte de una construcción.

TÉCNICAS DEL CÓMPUTO.

El trabajo se divide por etapas, cada una de las cuales constituye un rubro del presupuesto, esta clasificación
por ítem deberá ser hecha con criterio de separar todas las partes de costo diferente, no solo para facilitar la
formación del presupuesto sino que es también porque es un documento de contrato, que sirve como lista
indicativa de los trabajos ejecutados.

El trabajo debe ser detallado en todas sus partes para facilitar su revisión, corrección y/o modificación.

RECOMENDACIONES PARA REALIZAR LOS CÓMPUTOS MÉTRICOS.

• Se debe efectuar un estudio integral de los planos y especificaciones técnicas del proyecto
relacionado entre sí los planos de Arquitectura, Estructuras, Instalaciones Sanitarias y Eléctricas, en el caso
de ser una construcción civil (vivienda o edificio multifamiliar).

• Precisar la zona de estudios o de cómputos métricos y trabajos que se van a ejecutar.

• El orden para elaborar los cómputos métricos es primordial, porque nos dará la secuencia en que se
toman las medidas o lecturas de los planos, enumerándose las páginas en las cuales se escriben las
cantidades incluyéndose las observaciones pertinentes. Todo esto nos dará la pauta para realizar un chequeo
más rápido y poder encontrar los errores de ser el caso.

UNA METODOLOGÍA PARA LA MEDICIÓN.

Realizar los cómputos métricos de una obra requiere de una metodología que haga de esta actividad
laboriosa, una tarea sencilla y fácil de verificar; puesto que si existe la necesidad de realizar alguna corrección
por el cambio de algún alcance, cualquier computador entienda las notas originales de los cómputos
métricos. Para ello se recomienda una pequeña metodología a seguir con el fin de organizar el respaldo de
las cantidades computadas:

a. Analizar las especificaciones de la obra, para identificar las descripciones de los ítems en la
interpretación de los planos.

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b. Interpretar y aplicar la norma en cuanto a sus aspectos fundamentales, como:

 Extensión del trabajo o alcance, y así saber lo que incluye cada ítem.
 Unidad de medición.
 Criterios de medición.
c. Establecer un sentido o secuencia de medición. Ejemplo: en sentido de las agujas del reloj, de
izquierda a derecha, de abajo hacia arriba, es necesario que sea lógico y consistente.

d. El rayado del plano es un mecanismo valedero, consiste en señalar con colores, letras, números o
códigos, donde se indique el número de la partida correspondiente donde se computó.

e. Mantener la secuencia de construcción, en el proceso de medición, así como también están


organizadas estas normas.

f. Recomendaciones para el rayado:

 Se hará el rayado en los planos de planta, salvo algunos señalamientos donde se requiera otro tipo
de plano (detalles o cortes).

 Se marcará con una raya en el sentido del elemento. En aquellos ítems donde el elemento sea
horizontal en el plano (vigas) podemos marcar el borde del elemento.

 Los ítems que en planta aparecen en forma de áreas (losas, bases de pavimento, etc.), se divide en lo
posible en figuras geométricas sencillas y se identificará cada área con una línea diagonal y un
código.

 Identificar las diferentes porciones de un elemento con un círculo pequeño identificado con el color
o código correspondiente a cada una de las mediciones, de forma secuencial, para poder señalarla
en los ítems a computar.

 Realizar planillas de medición para cada partida, reflejando en ellas la información más clara posible,
utilizando como recurso dibujos o esquemas explicativos, operaciones matemáticas, etc., de tal
manera que otra persona o el mismo computista pueda verificar la medición.

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ERRORES COMUNES EN LOS CÓMPUTOS DE UNA OBRA

Si los cómputos de una obra tiene 10% de error, el presupuesto tendrá cuando menos 10% de error.
Entonces, si se sobreestiman los costos en un presupuesto, se perderá muy probablemente la licitación; si
por el contrario se subestiman, se perderá dinero.

Es por eso que muchos autores consideran al departamento de presupuestos de obra como el corazón de
una constructora, ya que es el órgano que bombea la sangre al resto del organismo.

Pero la tarea de la obtención de los cómputos métricos es pre-requisito y tanto o más importante que la de
estimación de costos.

Lamentablemente la realización de los cómputos métricos tiene muchas complicaciones para lograr ser
precisa. Por ejemplo: es terriblemente aburrida, necesita una infinidad de cálculos, y los subtotales en la
suma se omiten o duplican con facilidad.

Es por ello que debemos tener presente que en la medida que el trabajo de cuantificación se estandarice, los
errores disminuirán.

Con eso en mente hemos enlistado los errores más comunes que se deben evitar y un proceso recomendado
para la cuantificación.

¿Para qué sirven los cómputos métricos de obra?

Es una actividad que persigue tres objetivos concretos y diferentes en varias etapas de la obra:

1. Determinar la cantidad de materiales necesarios para ejecutar la construcción.

2. Esa cantidad, posteriormente servirá, para establecer el costo total de la construcción del proyecto y el de
cada una de sus partes.

3. Se necesita cuantificar los conceptos de trabajo para establecer los avances de obra con fines de pago por
obra ejecutada.

La primer cuantificación de cómputos métricos es la que se realiza antes del arranque de la construcción de
la obra, sobre los planos y el resto de la documentación para calcular un presupuesto final.

Los errores más comunes son:

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1. No conocer los procesos constructivos que se usarán.

El candidato ideal para la cuantificación de una obra es aquella persona que ha acumulado suficiente
experiencia tanto en obra como en gabinete y posee un “instinto” particular para hacer cuantificaciones
correctas.

La falta de conocimiento del proceso constructivo puede ocasionar muchos errores significativos en el
cálculo de cada concepto que posteriormente afectarán el presupuesto.

2. No estudiar el proyecto y su documentación.

Para tener una visión clara del proceso de construcción del proyecto es indispensable el estudio de toda la
documentación disponible del proyecto.

Por consiguiente los documentos mínimos indispensables son:

• Planos definitivos de obra: Plantas, cortes, fachadas.

• Planos estructurales.

• Planos de detalles.

• Planos de instalaciones.

• Especificaciones.

• Conceptos de trabajo del presupuesto a cuantificar.

El trabajo de estudio de la documentación, también sirve para detectar discrepancias entre los planos,
detalles y requerimientos del proyecto, y poder tomar decisiones anticipadas sobre cuál documento tendrá
prevalencia para la cuantificación.

3. No conocer las unidades de medida de cada rubro.

Por ejemplo:

• El metro lineal se usa para medir: zócalos, filos, etc

• El metro cuadrado (m2) se usa para pisos, acabados, muros, techos, etc

• La medición por volumen se usa para movimiento de tierra, en hormigones, arena, etc

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• La medición por pesos se usa para el acero y perfiles laminados

• Elementos unitarios se usan para elementos prefabricados, accesorios, etc

4. No medir con exactitud.

Dentro de los límites razonables de tolerancia se debe de lograr un alto grado de exactitud, especialmente
cuando el material que se está cuantificando es muy costoso.

Por ejemplo no es lo mismo un error de 1 m2 en la medición de un acabado con pintura que 1m2 de un piso
de mármol.

5. Dos o más personas cuantificando el mismo concepto.

La aritmética de las hojas de cálculo las debe hacer una sola persona ya que se ha comprobado que, cuando
se trabaja en pareja, por ejemplo uno dictando y otro haciendo operaciones, se incrementa la cantidad de
errores.

6. No poner datos suficientes en cada hoja de cálculo.

Los generadores son parte esencial del contrato de obra y por lo tanto deben de ser bien detallados, con
constancia de todas las operaciones para facilitar su posterior revisión, corrección y/o modificación.

Es importante en cada hoja de cuantificación indicar en los títulos de columnas:

• El plano de referencia,

• La ubicación del elemento (Ejes)

• El nombre del cuantificador y del supervisor

• La fecha de cálculo

• El número de página

• En las cuentas, los términos aditivos y deductivos

De la misma forma llevar buenos generadores ayuda a disminuir la necesidad de repetir operaciones y
mediciones de elementos entre sí.

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Por ejemplo:

La superficie de los pisos es igual a la de los plafones dentro de la misma planta si ésta no tiene desniveles.

7. No usar el orden recomendado para mediciones.

La técnica habitual de elaboración de cómputos métricos recomienda seguir una secuencia ordenada:

1. Calcular el total de superficie cubierta.

2. Calcular perímetros y superficies de cada área para usarlos en las tareas que lo requieran.

3. Contar con una lista o catálogo de conceptos a cuantificar.

4. Definir las unidades de medida que corresponden a cada concepto, material o unidad de construcción.

5. Obtener la información de las características de los materiales a emplear: Dimensión, peso, rendimiento,
comportamiento físico, su envase, forma de comercialización y de entrega, tiempos de entrega, fletes.

6. Tener actualizado un folleto técnico y comercial de los materiales o tener ubicadas las direcciones en
internet para facilitar su consulta.

7. Realizar el despiece de los rubros que se han establecido, junto con sus partidas, con planos de detalle,
determinado los materiales que conforman cada uno y su cantidad en las unidades correspondientes.

8. No concentrarse en lo que es relevante

En la elaboración de los cómputos métricos del proyecto es útil usar herramientas como el principio de
Pareto.

La ley de Pareto observa que el 20% del esfuerzo genera el 80% de los resultados.

Al trasladar este principio a la cuantificación de obra se puede decir que todos los conceptos o tareas a
cuantificar no son iguales en importancia y que se debería tener más atención en el 20% de las mediciones
que más pueden afectar el presupuesto final.

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9. No usar programas para facilitar el trabajo

En la actualidad es común aceptar presupuestos con cómputos métricos elaborados por procesos digitales.

La herramienta más común, pero no la ideal, es el programa de Microsoft, Excel, ya que permite usar un gran
número de fórmulas y macros para obtener más rápido las Volumetrías. Se disminuye mucho el trabajo si
solamente se capturan datos como largo, ancho y alto en cada concepto puede ahorrar mucho tiempo.

Pero si se quiere ahorrar más tiempo y evitar errores de captura entre varias aplicaciones, es conveniente
investigar si el programa que se usa para la realización de los presupuestos tiene alguna herramienta
complementaria para la cuantificación.

Por ejemplo Opus cuenta con un cuantificador manual que funciona capturando largo, ancho, alto, cantidad.
También tienen una aplicación para cuantificar desde AutoCAD.

La ventaja de usar aplicaciones y herramientas ya integradas es que con cada modificación se actualizan
todos los datos sin necesidad de volver a capturar toda la información.

10. No capacitarse

Finalmente podemos indicar que se cometerán bastantes errores en la elaboración de los cómputos métricos
si no se está bien capacitado para dicho trabajo, de ahí la importancia de la realización de este curso.

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