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FACULTAD DE PSICOLOGÍA, EDUCACIÓN Y RELACIONES

HUMANAS

CARRERA: LICENCIATURA EN PSICOPEDAGOGÍA

CÁTEDRA: PSICOPEDAGOGÍA CLÍNICA II

PROFESORA: CLAUDIA RODRIGUEZ

ALUMNOS: GÓMEZ JOAQUÍN NICOLÁS; LAZAROFF ALANIS

AÑO: 4°

CICLO LECTIVO: 2021

FECHA DE ENTREGA: 23-03-2020

Introducción
El presente trabajo se realizó en el marco de la cátedra “Psicopedagogía Clínica II”, con la
finalidad de comparar y relacionar la teoría con la práctica. De esta forma se llevará a cabo
una charla a modalidad de taller hacia todos los integrantes de la clase a manera de informar
y exponer sobre los temas abordados en el capítulo XI “Intervenciones educativas para la
estimulación cognitiva”, de la bibliografía de los autores Urbano y Yuni “Educación de
adultos mayores: teoría, investigación e intervención”. Al finalizar la charla se realizarán
distintas actividades a modelo de simulación, fingiendo una intervención de estimulación
cognitiva para adultos mayores, para de esta forma, ejemplificar de manera práctica lo
abordado en dicho taller.

Actividad grupal: “comenzando a conocer a nuestro sujeto de intervención


clínica psicopedagógica: adultos mayores”

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Educación de adultos mayores: teoría, investigación e intervención.
Capítulo XI Intervenciones educativas para la estimulación cognitiva

El encuadre educativo de la estimulación cognitiva

La Estimulación Cognitiva con Adultos Mayores es una intervención educativa que

promueve la utilización de los recursos y capacidades intelectuales y la exploración de

nuevas potencialidades. Su encuadre se define por su carácter educativo dada la

intencionalidad de transmisión y formación de los participantes.

La Estimulación Cognitiva como intervención educativa apunta al enriquecimiento del

sistema cognitivo, tiende a la promoción de los recursos intelectuales del sujeto y al logro

progresivo de la autorregulación de los mismos.

El dispositivo de intervención halla su eje estructurante en la estimulación permanente.

Parte de la identificación de los recursos y capacidades intelectuales en el adulto mayor,

solventando oportunidades que permitan la utilización y el enriquecimiento de dichos

recursos y la exploración de nuevas potencialidades.

En el dispositivo se ponen en situación didáctica contenidos conceptuales,

procedimentales y actitudinales relacionados con el envejecimiento cognitivo y aquellas

estrategias que posibilitan la reflexión y mejora de los procesos de pensamiento y

aprendizaje.

Los objetivos de la estimulación son mejorar el funcionamiento cognitivo y funcional

atendiendo tanto a los aspectos mecánicos de sus capacidades intelectuales, a los procesos

psicodinámicos que regulan su uso y a los contenidos simbólicos que singularizan su

memoria.

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La Estimulación Cognitiva apunta al logro de la metacognición como herramienta de

mejora y autocontrol sobre los procesos intelectuales y a la mejora de la eficiencia en los

procesos de memorización.

Acerca de las metas y procesos implicados en la intervención

El dispositivo de estimulación debe enriquecer la reflexión y autorregulación de los

conocimientos que los adultos mayores tienen acerca de sus modos de abordar el

conocimiento y apropiarse de él. La metacognición se convierte en un objetivo de la

estimulación cognitiva favorece el uso reflexivo de las capacidades intelectuales,

contribuyendo a la incorporación de estrategias o procedimientos para mejorar su

funcionamiento.

La Memoria de los Adultos Mayores

Una de las definiciones de la memoria se refiere como un conjunto de sistemas que

permiten adquirir, retener y recuperar información y conocimientos.

Se entiende que la memoria en los sujetos de edad avanzada se deteriora puesto que se

ralentiza progresivamente los recursos cognitivos debido a una disminución de la velocidad

de transmisión neural. Los usos de la memoria siempre son una función de las demandas

contextuales y del eje estructurante de lo subjetivo.

La memoria antes que la capacidad individual es una construcción de carácter social. La

memoria como capacidad individual surge evolutivamente cuando comienza el lenguaje,

existe la posibilidad de recordar a través de un código de sentidos compartidos socialmente

que permiten la supervivencia y se constituye en un nexo relacional.

Con el paso de los años se producen modificaciones en la esfera cognitiva vinculadas al

envejecimiento, tales como la mayor fragilidad en el registro contextual producida por el

deterioro de las vías sensoriales, ciertas dificultades en el recuerdo libre y la disminución en

la velocidad de procesamiento y en la codificación de la información.

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En la queja subjetiva se evidencian cuestiones relacionadas a las transiciones vitales como

la jubilación y el mayor tiempo libre, la abuelidad, la viudez y otros eventos del envejecer.

Estos contenidos de la memoria pueden interferir con el uso de sus capacidades en tanto

requieren de un re-posicionamiento constante del sujeto en el aquí y ahora a los fines de

construir su proyecto identitario.

El proceso de memorización en los adultos mayores

El proceso de memorización es fundamental en la Vejez en tanto posibilita la integración

al entorno mediante la adquisición de nuevos saberes, el reposicionamiento subjetivo y la

redefinición permanente del proyecto de vida.

El análisis del proceso y de las estrategias que pueden compensar y mejorar los logros en

la memoria, debe revertir la posición pasiva y resignada que el Adulto Mayor asocia al

deterioro cognitivo. Las miradas sobre las posibilidades de la memoria deben posibilitar la

creación de nuevos hábitos intelectuales atravesados por el objetivo de la estimulación

permanente. La memorización favorece y enriquece las posibilidades de expresión de la

subjetividad del Adulto Mayor.

El trabajo de la memoria debe asentarse tanto en la distinción y estimulación de los

procesos neurocognitivos como en los aspectos psicodinámicos y sociales implicados en ella.

La memorización en los Adultos Mayores

La Memoria constituye un proceso dinámico en el que pueden diferenciarse, cuatro fases

en su organización estructural concebidas en un desarrollo temporal.

1. La memorización: es el proceso que implica poner en la memoria un contenido nuevo

mediante el registro, el almacenamiento y la fijación de la información.

2. La conservación: refiere a la posibilidad de retener en la memoria la información.

3. La reproducción: es la recuperación de la información o lo que es lo mismo, la

posibilidad de recordar.

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4. El reconocimiento: es la identificación de la información previamente almacenada y

fijada pero no implica la posibilidad del recuerdo o recuperación espontánea de la misma.

Vincula la experiencia con la percepción actual del objeto.

La memorización constituye un medio para la renovación permanente de los sentidos y de

los esquemas mentales y favorece la integración al entorno socio-cultural. Además, posibilita

aprendizajes que pueden ir modificando e integrando aspectos de la memoria narrativa

necesarios para el envejecimiento saludable.

El contexto puede resultar facilitador u obstaculizador del proceso de registro,

almacenamiento y fijación de la información.

Bandura (1989) sostiene que se trata de un proceso en activa construcción en el cual la

información es semánticamente elaborada, transformada y reorganizada en códigos de

sentido que permitan su recuperación.

Mientras mayor sea el esfuerzo cognitivo, mayores pueden ser las posibilidades de lograr

el recuerdo esperado.

El uso de la memoria implica necesariamente la conjunción de la idea-representación más

el afecto depositado en la misma.

el proceso de memorización implica la sucesión de las siguientes fases: registro,

almacenamiento y fijación, el resultado de este proceso es el recuerdo. Para que este proceso

pueda darse en el Adulto Mayor, es necesaria la participación del interés, la atención y

concentración, el análisis y la estructuración intelectual a través del lenguaje, el uso de los

referentes temporo-espaciales, etc. Todo ello supone el uso de los recursos cognitivos,

conceptuales y experienciales del sujeto.

La enseñanza de estrategias metacognitivas

La presencia o ausencia de diferencias en el rendimiento mnésico ligado a la edad varía en

función de la exigencia para iniciar el sujeto por sí mismo una búsqueda activa de

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información en la memoria. Esto podría estar dado, no sólo por los cambios asociados a la

edad, sino también por las bajas expectativas de logro que en general los adultos mayores

mantienen sobre su memoria y a la falta de demandas contextuales.

La enseñanza de estrategias resulta fundamental en tanto se ha demostrado que los adultos

mayores no utilizan estrategias para codificar, almacenar y recuperar la información. Sin

embargo, si se les enseña o se les da la posibilidad de emplear dichas estrategias, su

rendimiento mejora de forma significativa.

Las estrategias metacognitivas en el taller de estimulación de la memoria

(TEM)

Flavell (1977) acuñó el concepto de metacognición para referirse al conocimiento sobre el

propio pensamiento. Ello implica la toma de conciencia sobre el proceso de aprendizaje y por

tanto, posibilita el aprender a aprender. En el proceso metacognitivo se pueden diferenciar las

siguientes variables:

a) Variables personales: cada uno de los sujetos se acerca al conocimiento y lo estructura

de una determinada manera.

b) Variables relacionadas con la tarea: cada tarea implica unas formas de hacer, unos

procedimientos diferentes y posee diversos grados de dificultad.

c) Variables relacionadas con las estrategias: las estrategias de solución de problemas de

aprendizaje y memorización son diferentes y exigen por ello distintos procedimientos en cada

individuo.

En el TEM, estos tres tipos de variables metacognitivas resultan ejes permanentes de

reflexión. - Entre las variables personales, resulta fundamental el trabajo con aquellas que

tienen relación con las creencias del sujeto a fin de brindar información esclarecedora sobre

los procesos de memoria y que permitan contraponer argumentos científicos a los mitos

vigentes.

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Los adultos mayores tienen una concepción generalmente deficitaria de su memoria

asociada al deterioro biológico y a una concepción mecanicista.

En el marco del Taller los objetivos que se proponen en este aspecto son orientar e

informar para que cada adulto logre hacer una evaluación más adecuada de sus habilidades de

memoria y de los recursos requeridos por cada tarea. Asimismo, se pretende que conociendo

la dinámica y el funcionamiento de la memoria, puedan comprender y controlar sus recuerdos

y olvidos.

Las variables referidas a la tarea deben ser evaluadas permanentemente por cada sujeto a

fin de adecuar los recursos cognitivos necesarios para su resolución. Mientras más compleja

resulta la tarea de memorización, mayor es el tiempo y el procesamiento de la información

que deberá realizarse a los fines de lograr el recuerdo.

Las variables referidas a las estrategias que favorezcan la memoria deben evaluarse en

función de las particularidades de las variables ya mencionadas. Es decir, de acuerdo a los

intereses, los estilos cognitivos y conocimientos de cada sujeto como de la complejidad y

naturaleza de la tarea.

Es importante poner énfasis en la individualidad de cada memoria, esto significa

considerar que no hay estrategias válidas para todos ni para todas las situaciones, sino que

éstas deben ser organizadas e implementadas de acuerdo a la singularidad de cada adulto

mayor.

La enseñanza de estrategias metacognitivas favorece los procesos intelectuales y

particularmente, el uso de la memoria de los adultos mayores puesto que: - Les posibilita

valorar de manera realista las propias capacidades a partir de un mayor conocimiento sobre

los procesos biológicos y neurológicos que sostienen la capacidad cognitiva, as como de la

dinámica subjetiva que la pone en juego en un contexto social determinado.

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Constituyen una manera de generar nuevos hábitos intelectuales ya que a medida que se

practican resultan cada vez más necesarias.

Les facilita dar un sentido personal a la información de manera reflexiva, relacionar sus

conocimientos previos con la información nueva y organizar, asociar o crear imágenes

mentales que favorezcan la retención y recuperación de la información.

ESTRATEGIAS COMPENSATORIAS FRENTE A DIFICULTADES ESPEC˝FICAS

DEL PROCESO DE MEMORIZACIÓN EN LOS ADULTOS MAYORES

En este apartado, se analizan algunas de las estrategias que pueden compensar las

dificultades observadas en los diferentes momentos del proceso de la memoria. Existen

dificultades para registrar la información a recordar: La recepción y discriminación sensorial

se ve disminuida por el paso de los años. Ello requiere de la adaptación a diferentes prótesis y

del aprendizaje de otros hábitos intelectuales.

Muchas de las quejas de los adultos mayores se refieren a olvidos cotidianos referidos al

uso de las memorias procedimentales y ligadas a actividades rutinarias. A estas fallas se las

denomina amnesia para lo automático: son lapsus de atención que causan olvidos por

distracción; el hacer las actividades automáticamente nos permite estar atendiendo a otra cosa

pero con el costo de no poder recordar lo que se está haciendo.

Es preciso, considerar la importancia de la atención en el proceso de la memoria. En los

adultos mayores esta habilidad de dirigir el foco de la vigilancia hacia los aspectos relevantes

del espacio sensorial se ve alterada quizás, por una disminución de los recursos cognitivos.

Se pueden agregar las características personales, especialmente las que refieren al estado

emocional, así como las condiciones contextuales del sujeto que envejece.

Un aspecto importante es proponer actividades y experiencias que ayuden a reconocer el

carácter interpretativo el proceso de registro está condicionado por los esquemas

interpretativos que permiten discriminar el estímulo sensorial.

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Las estrategias para compensar estos fallos son: Conocer y valorar las posibilidades de la

memoria; Atender a un estímulo por vez; Interrogarse e indagar acerca del valor que se le da

a la información relevante que se pretende recordar; Valorar y utilizar la información

multisensorial; Aprender a observar detenidamente; Crear imágenes mentales de la

información que interesa y se quiere retener; Cuestionarse acerca de la importancia de dichos

contenidos y su relación con los conocimientos previos.

En las dificultades para almacenar o retener la información a recordar: La atención

insuficiente en el momento de codificar la información podrá contribuir en los errores de

distractibilidad puesto que no permite el desarrollo de las estrategias de codificación

ampliatoria.

En esta instancia es fundamental organizar la información que se pretende retener. Para

ello pueden ser importantes la generación de imágenes mentales, el utilizar el lenguaje para

elaborar de manera significativa la información a almacenar.

Todo ello debe apuntar a apropiarse de manera significativa de la información a retener, lo

que implica asimilar la información desde los esquemas conceptuales y singulares de cada

uno.

Una vez almacenada la información requiere ser fijada, para ello, las estrategias de

repetición se tornan fundamentales.

Es importante introducir en esta temática la cuestión de la significatividad personal de la

información.

Se pueden introducir de un modo lúdico actividades que requieran del uso de estrategias

específicas.

-Dificultades para recordar la información (recuperar o traer al presente la información):

Una de las estrategias que puede favorecer la recuperación de la información almacenada

es la recreación del contexto en el que se registra y codifica.

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Como el recuerdo tiene un carácter eminentemente discursivo, un buen facilitador de la

recuperación de la información es buscar deliberadamente la generación de pistas o palabras

asociadas.

Por esta dificultad para generar la recuperación de la información a través del recuerdo, en

tareas que implican el uso de la memoria prospectiva los mejores resultados se producen

cuando los sucesos a recordar están vinculados solamente al tiempo.

Hay ayudas externas informativas, que permiten vincular el paso del tiempo con sucesos

determinados (por ej. las notas escritas) o bien, se debe aprender a asociar lo que se quiere

recordar con sucesos disponibles a la hora de ejecutar la acción.

ESTRUCTURACIÓN DEL ESPACIO/TIEMPO DE LA INTERVENCIÓN SEMANAL

En el espacio/tiempo del taller Podemos reconocer cuatro momentos claramente

diferenciados entre sí:

- En el primer momento se da lugar a un espacio de expresión y de creación de un

clima de intercambio: En él los participantes se reconocen, se reencuentran y se comienza a

generar un intercambio centrado en la realización de las tareas.

se instaura el momento inicial como momento de intercambio en el que se

comentan los resultados de las tareas, las dificultades encontradas, las sensaciones que

generó su realización, las estrategias utilizadas y se rescatan los comentarios relativos

a las auto observaciones de procedimientos intelectuales. En este momento se puede

introducir alguna actividad que remita a un juego intelectual.

El facilitador da una consigna y ofrece los recursos didácticos para su resolución.

La actividad posibilita dejar de lado las preocupaciones por las pérdidas intelectuales.

Generalmente se presenta una situación para resolver o elaborar, se realiza la

puesta en común de las producciones de los distintos grupos y luego recién, se

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reflexiona sobre la actividad y se brindan orientaciones específicas sobre el uso de las

estrategias.

Los materiales para el juego son variados: objetos, fotografías, publicidades

antiguas, imágenes de personajes públicos, audio de canciones y poemas, films, etc.

Para la organización de estas actividades deben evaluarse las capacidades

conservadas de las personas mayores, sus intereses, metas y motivaciones.

- Luego, se genera un segundo momento en el que se propone la conceptualización de

la experiencia: los participantes verbalizan lo que han realizado durante el momento de juego.

En esta revisión se pone énfasis tanto en el sentir como en el pensar que dio lugar al hacer del

juego. Aquí surge la expresión de las ansiedades como interferencias en la concentración, los

temores, las exigencias propias, los tiempos personales, etc.

También se ponen en la escena didáctica las distintas estrategias utilizadas para

abordar la tarea de estimulación.

- La instancia siguiente es de conceptualización teórica. Se retoman las diferentes

expresiones del grupo para abordarlas teóricamente. Se desplaza gradualmente el interés por

comprender lo que cada uno hizo en la actividad de juego intelectual hacia las situaciones de

la vida cotidiana. Aquí el aporte del facilitador debe orientarse a brindar elementos teóricos,

esquemas de lectura de los procesos y estrategias utilizadas de modo que les ayuden a la

comprensión metacognitiva y a una mayor autorregulación de sus recursos intelectuales.

- El último momento se define por la presentación de un nuevo disparador que se

constituye en la actividad que los participantes deben realizar fuera del encuentro. Este

disparador recoge algunos de los interrogantes planteados previamente y mediante alguna

actividad, requiere que el adulto mayor implique sus recursos para lograr su resolución.

Como se puede observar en los distintos registros de diarios la actividad semanal son

propuestas que los implica en la realización de una tarea que los llevará a la exploración de

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sus recuerdos, la búsqueda de nueva información o la producción de juegos y actividades de

estimulación.

UN RETORNO SOBRE LAS INTERVENCIONES COGNITIVAS CON

OTRAS VOCES

Destacamos la idea de que los procesos cognitivos juegan un rol fundamental en el

mantenimiento del proyecto identitario y que constituyen un recurso de afrontamiento de vital

importancia durante el proceso de envejecimiento.

la memoria representa el sostén de la narración de la historia del sujeto, el reconocimiento

de los procesos de subjetivación operados en el curso vital, la estructura que posibilita el

mantenimiento de funciones y esquemas lógicos que regulan la inteligencia y la base sobre la

que se pueden apoyar las nuevas adquisiciones de información, habilidades y destrezas

cognitivas. Se reconoce el valor que “el trabajo de la memoria” tiene en la elaboración de los

duelos y las crisis del desarrollo en la vejez.

La complejidad y la interactividad en los procesos de memoria exige operar sobre ellas,

promoviendo en los participantes el reconocimiento y la discriminación de la naturaleza de

aquellos factores que generan alteraciones o inhibiciones de la memoria.

La intervención se orienta a que los participantes puedan discriminar los tipos de memoria

que utilizan cotidianamente para que comprendan cómo influyen éstos en los procesos de

inscripción, conservación y recuperación de los recuerdos y, de ese modo, aceptar las

singularidades cognitivas de cada persona.

Podemos caracterizar nuestra intervención como una estimulación cognitiva integral que

apunta al trabajo con la memoria mediante actividades focalizadas en la vida cotidiana que

respondan a los intereses del grupo. Se desarrollan conocimientos básicos sobre el

envejecimiento normal y la memoria como facultad compleja que compromete varias

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funciones cognitivas, a fin de orientar y promover un cambio de actitud en el adulto mayor

mediante la reflexión de sus propias posibilidades y recursos.

Para promover el intercambio de opiniones, experiencias y estrategias intelectuales de los

adultos mayores se utiliza un dispositivo grupal a fin de generar la adquisición de nuevas

estrategias de aprendizaje. Estas permiten optimizar el registro, la organización, el

almacenamiento y la evocación de la información.

Tiene el objetivo de generar un espacio en el que se promueve la expresión de las

diferentes experiencias cognitivas y en el que circulan diferentes modelos de envejecimiento.

Observamos que cuando los talleristas atraviesan los obstáculos que les generan sus

condicionantes obstáculos del orden epistemofílico- se facilita el proceso de adquisición de

aprendizajes instrumentales y la circulación de los “saberes” entre los integrantes del taller se

torna más fluida.

Explorar los caminos del error como parte del aprendizaje hace que se disminuyan las

autoexigencias implícitas frente a la eficiencia en la resolución de la tarea, lo cual posibilita

atravesar las alteraciones o inhibiciones cognitivas.

La realización del taller supone un trabajo constante, por parte del coordinador, de

redefinición de los objetivos de la tarea y la explicitación de las concepciones de la función

de la memoria dentro del marco más amplio de la experiencia cognitiva y sus particularidades

en la vejez.

El establecimiento del encuadre por parte del coordinador permite ir más allá de las quejas

mnésicas de los adultos mayores y posibilita la expresión de caminos alternativos en donde se

reconozca y resinifiquen las posibilidades de la función cognitiva.

Las actividades que se proponen integran ejercicios de funciones de la memoria, que son

presentados a los sujetos en propuestas que requieren la implicación de procesos afectivos.

Estas tareas pueden ser realizadas en forma grupal e incluyen una instancia personal de

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reflexión metacognitiva y un espacio grupal de exposición, intercambio, evaluación y

reconstrucción de los procesos seguidos para la resolución y la asignación de sentido a las

tareas propuestas.

Esta instancia supone anclar los procesos cognitivos en el marco del devenir del

envejecimiento como experiencia individual y como referencia existencial del grupo de pares.

Los soportes son pluriperceptivos y toda actividad que se plantea involucra diferentes

funciones cognitivas para la selección de las actividades y sus soportes se tienen en cuenta

cuatro factores y sus interacciones: las actividades y estrategias utilizadas en el aprendizaje o

memorización, las características y conocimientos previos

Destacamos el papel de la “memoria” dentro de la configuración de la narrativa particular

de cada sujeto; narrativa que supone el acercamiento hacia el discurso que se esconde en el

olvido y que se atraviesa por medio del recuerdo. Recuerdo que es el anclaje y soporte en el

cual se expresa la subjetividad.

Actividades para la estimulación cognitiva en adultos mayores

Actividad 1: Recuerda

Objetivo de la actividad: Se pretende estimular la memoria, la atención, y el lenguaje,

mediante ejercicios de recuperación de la información, la capacidad para seleccionar y

concentrarse en estímulos relevantes y la fluidez o capacidad de nombrar objetos.

Consigna: Observa esta imagen con atención. Mira todos los objetos que hay en ella. Tómate

tu tiempo. A continuación, deja de mirarla y escribe los objetos que has visto y recuerdes.

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Actividad 2: Ordena la Secuencia

Objetivo de la actividad: se pretende estimular las funciones ejecutivas, relacionado a las

facultades cognitivas del razonamiento, control atencional y toma de decisiones. Ejercitar las

facetas más relevantes de este proceso como son: la planificación temporal de la propia

conducta, la capacidad de secuenciar y organizar la información, la supresión de los datos

irrelevantes, la comprensión del lenguaje abstracto y el razonamiento sobre la información

visual.

Consigna: ordena esta lista que está relacionada con viajar en tren.

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Actividad 3: Recuerda los Objetos

Objetivo de la actividad: se pretende estimular la memoria mediante el entrenamiento y

mejoramiento del rendimiento mnésico, facilitando estrategias y técnicas efectivas que

potencian el aprendizaje, mantenimiento y recuperación de la información y que consiguen

preservar la capacidad de memoria de la persona durante más tiempo.

Consigna: Fijate qué objetos hay y en qué lugar se encuentran. Luego tendrás que

recordarlos.

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Recuerda qué objetos había y en qué lugar se encontraban. Rellena los cuadros

correspondientes escribiendo el nombre del objeto.

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Bibliografía:
● José A. Yuni; Claudio A. Urbano. 2005. “Educación de adultos mayores: teoría,
investigación e intervención”. Capitulo XI: Intervenciones educativas para la
estimulación cognitiva. 1ª ed. Córdoba: Brujas.

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