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Yahveh
Yahveh
Yahveh (en hebreo יהוה, YHWH) y sus variantes conjeturales Yahweh, Yahvé, Jah, Yavé,
Iehová, Jehovah y Jehová, es el nombre propio utilizado en la Biblia para designar a la
deidad suprema de las religiones judeocristianas (en adelante Dios). En su forma hebrea
(sin que se sepa su pronunciación exacta) es, según la Biblia, la frase que utiliza Dios para
referirse a sí mismo, siendo su significado una descripción de su propia naturaleza.1
Desarrollo
El sentido de los nombres Yahveh (Y H V H) ha sido interpretado de formas muy diversas y
se discute su origen cultural. Aunque Elohim siempre dijo que seria llamado Yahveh en el
génesis. En el tiempo que el pueblo fue llevado en esclavitud a babilonia estaba prohibido
pronunciar su nombre, ya que era sagrado, así que fue creada esta interpretación. Al estar
formado por cuatro consonantes hebreas –Y, H, V, H– iud, hei, vav, hei - se denomina
también tetragrámaton (es decir, palabra compuesta de cuatro letras).
(En tal caso, la divinidad que hizo la promesa respecto a la descendencia de Abraham es el
Dios que es y que sigue siendo). La principal preocupación de esa frase era entonces
demostrar que existe una continuidad en la actividad divina desde la época de los patriarcas
a los acontecimientos registrados en Éxodo 3. [La afirmación del versículo 17 no es sino
una reafirmación de la promesa hecha a Abraham].
«Mi Padre sigue actuando [ergázetai] y yo sigo actuando [ergázomai]» (Juan 5:17).
La perfecta congruencia de esa idea culmina en el último libro de la Biblia: «Yo soy el que
es y era y ha de venir» (Apocalipsis 1:8).
Yahveh (YHVH) o Jehová son las formas que la Biblia emplea como nombre propio de
Dios en español (también aparece en la forma abreviada IAH, YAH, o JAH [español
antiguo], especialmente en los salmos); se encuentra en el Antiguo Testamento unas 6.000
veces.2 Además de este nombre propio, en las escrituras se aplican distintos títulos y
atributos para Dios; entre ellos están:
Etimología
Según dice Exo 20:2 " אYo soy יהוהYHVH tu Dios, quien los sacó de la tierra de
Mitzrayim (Egipto), fuera de la casa de esclavitud." Aunque tanto el pueblo judío como
los hebraistas se han puesto de acuerdo en que la pronunciación más aceptada es YaHvéH,
no se conoce a ciencia cierta la pronunciación original, porque esta desapareció por una
superstición judía que ordenaba no mencionar el nombre de Dios. Siglos de desuso y por la
costumbre hebrea de no colocar vocales en su forma escrita, hicieron que la pronunciación
exacta se perdiera. Las formas latinizadas más populares son Jehová y, más recientemente,
"Yavé"; (Ieova, en latín).
La raíz hebrea ( יהiud + hey: IáH) se considera una forma abreviada del "tetragrammaton".
La palabra más antigua para alabarle en todos los idiomas es aleluyah (Hallelu-YaH:
"alabad a YáH").
Ahora bien, sobre la forma latina "Jehová", se tiene que ésta siguió una concepción
errónea: Desde el siglo VII d. C., el equipo de Naqdanim o punteadores (del texto Bíblico),
fijaron las vocales escritas para el hebreo. Cuando lidiaron con el nombre de Dios sólo le
asignaron las vocales según el contexto de las palabras usuales para Dios:
Elohim (vocales jataf segol = e = shvá' original por ser 'alef letra gutural, jolam jaser = o y
jiriq jaser = i)
Adonay (vocales jataf patáj = a = shvá' original por ser 'alef letra gutural, jolam jaser = o y
qamatz = a)
Hashem (vocales del arameo shemá': shvá' = e y qamatz = a)"Ha" es el artículo, y Shem,
quiere decir Nombre. Así HaShem quiere decir: "El Nombre".
rúaj 'Adonay 'elohim (escrito YeHoWiH) 'alay, ya'an mashaj Hashem (escrito YeHVaH)
'otí... "el espíritu de 'Adonay 'Elohim está sobre mí, porque Hashem me ungió"...
De modo que el traductor español antiguo creyó ver en la secuencias letra-vocal del
Nombre Divino una real pronunciación, mas aquello era sólo una convención al momento
de leer el Nombre. Como se puede ver, se concentró en la forma más abundante
(YeHoVaH) y de ahí pasó como Jehovah, asunto lejano del original hebreo, pues es
finalmente el resultado de las consonantes del nombre YHVH, con las vocales del título
"mi Señor": aedonai -adonai-.
Esta forma inventada por los masoretas no tuvo mucha acogida y no se popularizó sino
hasta el nacimiento del protestantismo en el siglo XVI, cuando William Tyndale transcribío
la Biblia y lo volvió a utilizar, colocando debajo de la Yod -iud- hebrea dos punticos
verticales que indican una "e" o sea "Ye", en lugar de la rayita horizontal "-" debajo de la
"yod", que significaría "Yah"; de ahí que los mismos judíos que ocultan el Nombre del
Padre para que los "gentiles" no lo profanen se quedaron callados ante este error, y desde
ahí se siguió pronunciando el nombre de "Yehová" (pronunciado "Yejová") en las biblias
modernas. Más adelante fue reemplazada la "Y" por la "J", y de allí surgió la pronunciación
más popular: Jehová.
Significado
Acerca del significado del Nombre, se trataría de una combinación de las formas de pasado
()היה, presente ( )הוהy futuro ( )יהיהde la raíz del verbo ser, para indicar la eternidad de la
existencia divina. Apocalipsis 1:8
Asimismo se trataría de la forma causativa del mismo verbo, significando ‘el que causa el
ser’. Muchos otros nombres en árabe y hebreo responden a esa forma, lo que parece avalar
esta hipótesis.
De acuerdo con otros eruditos, se trataría de la forma acusativa, estado imperfecto, del
verbo hebreo haváh (‘llegar a ser’). Entonces Yahvé (Jehová) significaría: ‘ÉL CAUSA
QUE [todo] LLEGUE A SER’. A pesar de todo, algunos han llegado a conjeturar que el
nombre de Dios: YaHVéH, es una derivación del verbo hebreo "Yah" que se podría
traducir en la parte donde se revela a Moisés como: "Yo Resultaré Ser Lo Que Resultaré
Ser", aunque aquí se plantean dudas, pues Moisés le consultó en tiempo presente, y esta
respuesta dejaría un "vacío" en relación al tiempo.3
Yahveh (Yahweh) es uno de los nombres hebreos arcaicos, tales como Jacob, José, Israel,
etc. (cf. Ewald, Lehrbuch der hebr. Sprache, 7.ª ed., 1863, p. 664), derivado del imperfecto
de tercera persona, de modo que atribuye a una persona o cosa la acción de la cualidad
expresada por el verbo después de la manera de un adjetivo verbal o un participio. Furst ha
coleccionado la mayoría de estos nombres y llama a la forma participialis imperfectiva.
Como el Nombre Divino es una forma imperfecta del arcaico verbo hebreo «ser», Yahveh
significa ‘el que es’, aquel cuya nota característica consiste en ser, o simplemente ‘el
existente’. Aquí somos confrontados con la cuestión, si Yahvéh es el hiphil imperfecto o el
qal imperfecto. Calmet y Le Clere creen que el Nombre Divino es una forma hiphil; por
tanto significa, de acuerdo a Schrader (Die Keilinschriften und das alte Testament, 2.ª ed.,
p. 25), ‘aquel que trae a la existencia, el creador’, y de acuerdo a Lagarde (Psalterium
Hieronymi 153), ‘aquel que causa la llegada’, ‘aquel que cumple sus promesas’, ‘el Dios de
la providencia’
Pronunciación
Al analizar la pronunciación, a causa del desuso de su forma oral, y de las características de
la grafía hebrea (abyad), que emplea sólo las consonantes, es difícil indicar con exactitud
cual sería la pronunciación apropiada, por el desconocimiento de las vocales implicadas en
ello.
Cuando alrededor del siglo VII se comenzaron a emplear signos adicionales para indicar las
vocales en el texto bíblico (los llamados puntos masoréticos o nequdot), el nombre divino
se conservó tal como estaba, sin vocal alguna, para respetar el mandamiento que prohíbe
usarlo en vano. Debido a ello, y a las distintas reglas para transliterarla al alfabeto latino en
distintos idiomas, existen múltiples versiones del nombre.
Normalmente los hebraístas apoyan la forma "Yahveh" (la cual origina la variación Yavé),
como la pronunciación más probable. Señalan que la abreviatura del nombre es IAH (Yah
en la forma latinizada), como en el Salmo 89:8 y en la expresión Hallel-u-Iáh {¡Aleluya!}
(que significa "¡Alabad a Yah!" en los Salmos 104:35; 150:1,6). También, las formas
Yehóh, Yoh, Yah y Yá.hu, que se hallan en la grafía hebrea de los nombres Yehoshafat
(trasliterado al español como Josafat), Yehú (trasliterado al español como Jehú), Yehoshuá'
(trasliterado del hebreo al español como Josué y del griego al español como Jesús),
Sefatyah (trasliterado al español como Sefatías) y otros, pueden sugerir el nombre divino
Yahveh. Las transliteraciones griegas del nombre divino que hicieron los escritores
cristianos, a saber, I.a.bé o I.a.ou.é (que en griego se pronunciaban de modo parecido a
Yahveh), pueden indicar lo mismo. Sin embargo, no hay unanimidad entre los eruditos en
cuanto a la pronunciación exacta; algunos prefieren incluso otras pronunciaciones como
Yahuwa, Yahuah, Yahwuéh, JãHôH 4 o Yehuah5 , aunque la W no es una letra existente en
el hebreo. La forma primitiva de la W fue una VV (doble V) usada en el siglo VII por los
primeros amanuenses anglosajones, para reemplazar la runa "Winn".
Antiguamente, la escritura utilizada por los hebreos carecía de signos que representaran las
vocales, por lo que sólo se escribían las consonantes. Es decir, la escritura sólo era con
consonantes, pero su pronunciación era con la utilización de vocales, para las cuales no
existían signos que permitieran ser escritas. Así, y conforme a la combinación que se hacía
entre las consonantes, era la vocal que correspondía acompañar a cada una de ellas, según
lo marcaba una antigua tradición.
Por ende, aquellos rabinos al intentar realizar la traducción utilizaron como base las vocales
de la palabra ‘Aedonai’(que significa Señor) trasladándolas al tetragrama YHWH. Para
realizar tal operación, anularon todas las consonantes, incluida la ‘i’ (que también era
considerada una consonante). Luego a la vocal ‘a’ la modificaron por la ‘e’, ya que la
primera traía dificultades de pronunciación y significado (es decir, ‘Yaehová’), quedando
entonces solo las vocales ‘e-o-a’. Al trasladar éstas al tetragrama YHWH quedó
conformada la palabra ‘YeHoWa’. De ese acto arbitrario de traducción es que surgió la
palabra Jehová.
Posteriormente, ese error fue repetido por los exégetas o intérpretes de las Sagradas
Escrituras de los siglos XVI al XIX, dada la falta de un conocimiento mayor del idioma
utilizado por los escritores sagrados.
Recordemos que recién a comienzos del s. XIX –a través de estudiosos como Champolión
y otros- pudo ser descifrado el significado de los jeroglíficos egipcios, por lo que el
conocimiento que hoy en día se ha alcanzado de los idiomas de la antigüedad y que permite
corregir viejos errores, en aquellos siglos no existía.
Escritura
En los antiguos textos hebreos sólo se escribían las consonantes, es decir, las vocales no
figuraban. Cuando el lector llegaba a la palabra formada por el tetragrama "YHVH", y
debido a una tradición judía no bíblica, no podía pronunciar "Yahveh", ni tampoco el
híbrido "Yehowa", porque el nombre de Dios, según dicha tradición, era impronunciable.
Sin embargo, para no ir contra esta norma, cuando el lector llegaba a "YHVH" pronunciaba
"Adonay" (mi Señor).
Con el tiempo, cuando se adoptó el uso de escribir las vocales, y ya que los lectores
antiguos omitían leer el tetragrama YHWH, remplazando su pronunciación con la palabra
"Adonay", se combinaron las vocales de esta palabra ("a" débil, "o" y "a") sobre las
consonantes de "YHVH", resultando una palabra híbrida, un nuevo escrito: "YeHoVaH"
(hay que tener en cuenta que la "a" débil de "Adonay" no es soportable bajo la "yod" inical
de "YHVH", convirtiéndose en "e" débil). Por tanto, según esta hipótesis respaldada por
ciertos biblistas, la palabra "Yehovah" sería el tetragrama "YHVH" con las vocales de
"Adonay".
Pero en esta teoría, como híbrido creado por suposición, tendríamos una contradicción que
se haría Dios mismo en la única cita que dice su nombre, en Ex 3:14, ya que se llama a sí
mismo: "Yo soy el que soy" o "Yo resultaré lo que resultaré ser"; entonces en Ex 3:15, si
utilizamos además la palabra "Jehová", invalidaría la credibilidad de toda la Biblia con este
nombre clave híbrido que no significa lo mismo, y que hubiera confundido a Moisés, ya
que solo le pidió un nombre y según esta hipótesis le dio dos.
El Tetragrámaton
Esta forma de escritura apareció debido a que en algún momento surgió entre los
Sacerdotes la idea de que seria inapropiado revelar el Nombre Divino (representado por el
Tetragrámaton). No se sabe a ciencia cierta qué base hubo originalmente para dejar de
pronunciar el nombre. Pero se barajan varias hipótesis, cada una con sus puntos a favor y en
contra. Hay quien cree que esta escritura surgió de la enseñanza de que el nombre era tan
sagrado que no lo debían pronunciar. Sin embargo, en las mismas Escrituras Hebreas no se
describe que ninguno de los siervos de Dios tuviese reparos en pronunciar su nombre. Los
documentos hebreos no bíblicos, como, por ejemplo, las llamadas Cartas de Lakís,
muestran que en Palestina el nombre se usaba en la correspondencia durante la última parte
del siglo VII a. C.
Esta forma de escritura apareció debido a que se habría pretendido evitar que los pueblos
no judíos conocieran el nombre y lo usaran mal. Sin embargo, en los mismos escritos
bíblicos se aprecia el deseo de Dios que haría que ‘su nombre fuera declarado en toda la
tierra’ (Éx 9:16; compárese con 1Cr 16:23, 24; Sl 113:3; Mal 1:11, 14), para que incluso
sus adversarios lo conocieran. (Isa 64:2.)
Sin embargo, cualquiera que hubiese sido el propósito de tal creencia, lo cierto es que éste
dejó de pronunciarse a tal grado que hoy se desconoce por completo la vocalización de esta
escritura; esto, a su vez, fue una de las causas que han originado las discusiones sobre las
variaciones existentes en su pronunciación.
Tal como no se sabe con seguridad la razón o razones originales por las que dejó de usarse
el nombre divino, de la misma manera hay mucha incertidumbre en cuanto a cuándo se
arraigó realmente esta costumbre. Algunos alegan que empezó después del exilio en
Babilonia. Fue en esta ciudad donde se empezaron a originar varias clases de religiones y
creencias después de su éxito. Es cuando Dios mismo dividió sus creencias con varios
idiomas, para no entenderse uno al otro.
Según el profesor Gérard Gertoux se puede notar un cambio de actitud en algunos escritos
de la era exílica y postexílica, explica que tanto Daniel , Esdras y Nehemías usaron el
Tetragrámaton cuando hablaban con judíos, y sustitutos cuando lo hacían con paganos
(compárese Daniel 1:2 9:2-20 con Daniel 2:28,29,37,44 y Es. 3:10,11 8:28,29; con Es.5:17
Ne 4:14 8:9 con Ne 2:4,20). Dice también que el libro de Ester no contiene el
Tetragrámaton pero el de Malaquías sí porque fue escrito para los Judíos.
Sin embargo, esta teoría que se basa en una supuesta disminución del uso del nombre en la
última parte de las Escrituras Hebreas, no tiene tanta solidez a la luz de los hechos. Por
ejemplo: Esdras 1:2 nos muestra que Ciro, un rey pagano usó el Tetragrámaton en una carta
oficial, lo que muestra que no era desconocido, en el período postexílico por los no judíos.
Si bien es cierto que en el libro de Ester no aparece el Tetragrámaton, en el capítulo 1:20,
hay lo que algunos han llamado "un acróstico invertido del tetragrama". Malaquías, uno de
los últimos libros de las Escrituras Hebreas —escrito en la última mitad del siglo V a. E.C.
—, da gran importancia al Nombre divino.
Muchas obras de consulta dicen que el nombre dejó de emplearse alrededor del año 300 a.
E.C. Se cita como prueba la supuesta ausencia del Tetragrámaton (o una transliteración de
éste) en la Septuaginta, traducción griega de las Escrituras Hebreas que se inició alrededor
de 280 a. E.C. Es cierto que los manuscritos más completos de la Septuaginta que se
conocen en la actualidad sustituyen sistemáticamente el Tetragrámaton por las palabras
griegas Ký·ri·os (Señor) o The·ós (Dios), pero estos manuscritos importantes solo se
remontan hasta los siglos IV y V E.C. Hace poco se han descubierto fragmentos de
manuscritos más antiguos que prueban que en las copias más antiguas de la Septuaginta
aparecía el Nombre divino.
Por tanto, al menos por escrito, no hay prueba sólida de que el nombre divino hubiera
desaparecido o caído en desuso antes de nuestra era. Es en el siglo I E.C. cuando se
empieza a observar cierta actitud supersticiosa hacia el nombre de Dios. Cuando Josefo,
historiador judío perteneciente a una familia sacerdotal, relata la revelación de Dios a
Moisés en el lugar de la zarza ardiente, dice:
“Dios entonces le dijo su santo nombre, que nunca había sido comunicado a ningún
hombre; por lo tanto no sería leal por mi parte que dijera nada más al respecto”.
(Antigüedades Judías, libro II, cap. XII, sec. 4.)
Sin embargo, las palabras de Josefo, además de ser inexactas en lo que tiene que ver con
que se desconociera el nombre divino antes de Moisés, son vagas y no revelan con claridad
cuál era la actitud común en el siglo I en cuanto a la pronunciación o uso del nombre
divino.
“Es extremadamente difícil decidir qué valor histórico debe atribuirse a las tradiciones de la
Mishná. El tiempo que puede haber oscurecido o distorsionado los recuerdos de épocas tan
dispares; los levantamientos, cambios y confusiones políticas que ocasionaron dos
rebeliones y dos conquistas romanas; las normas de los fariseos (cuyas opiniones registra la
Mishná), distintas de las de los saduceos [...]. Todos estos son factores que deben sopesarse
a la hora de valorar la naturaleza de las afirmaciones de la Mishná. Además, mucho del
contenido de la Mishná persigue como único fin el diálogo académico, al parecer sin
pretensión de ubicarlo históricamente”.
(The Mishnah, traducción al inglés de H. Danby, Londres, 1954, págs. XIV, XV.)
Algunas de las tradiciones de la Mishná sobre la pronunciación del nombre divino son:
“Los sacerdotes y pueblo estaban en el atrio y cuando oían el Nombre que pronunciaba
claramente el Sumo Sacerdote, se arrodillaban, se postraban con el rostro en tierra y decían:
‘Bendito el Nombre de la gloria de su Reino por siempre jamás’”
(Yoma 6:2)
.
No obstante, a pesar de estos puntos de vista negativos, en la primera parte de la Mishná
también se halla la declaración positiva de que una persona podía “saludar a su prójimo con
el nombre de Dios”, y se cita el ejemplo de Boaz. (Rut 2:4; Berajot 9:5.)
Sin exagerar su importancia, estos puntos de vista tradicionales tal vez indiquen una
tendencia supersticiosa a evitar el uso del nombre divino ya antes de la destrucción del
templo de Jerusalén en 70 E.C. De todos modos, se dice de modo explícito que eran
principalmente los sacerdotes quienes usaban un nombre sustitutivo para el nombre divino,
y eso sólo en las provincias. Por otra parte, como hemos visto, es discutible el valor
histórico de las tradiciones de la Mishná.
Por lo tanto, no hay ninguna base sólida para asignar al desarrollo de este punto de vista
supersticioso una fecha anterior a los siglos I y II E.C. Además las escrituras del Nuevo
Testamento muestran que Jesús utilizó y pronunció el Tetagramatón (San Juan 17:6,26); un
ejemplo de ello es cuando entró en la sinagoga de Nazaret y leyó del libro de Isaías (San
Lucas 4:16-19). Sin embargo, con el tiempo, el lector judío empezó a utilizar los términos
’Adho·nái (Señor) o ’Elo·hím (Dios) en sustitución del Nombre divino representado por el
Tetragrámaton, y así evitaba pronunciarlo cuando leía las Escrituras Hebreas en el lenguaje
original. Así debió ocurrir, pues cuando empezaron a usarse los puntos vocálicos en la
segunda mitad del I milenio E.C., los copistas judíos insertaron en el Tetragrámaton los
puntos vocálicos de ’Adho·nái o de ’Elo·hím, seguramente para advertir al lector de que
pronunciara esas palabras en lugar del nombre divino. Por supuesto, en las copias
posteriores de la Septuaginta griega de las Escrituras Hebreas, el Tetragrámaton se hallaba
completamente reemplazado por Ký·ri·os y The·ós.
Las traducciones a otros idiomas, como la Vulgata latina, siguieron el ejemplo de las copias
posteriores de la Septuaginta. Por esta razón, la versión Scío San Miguel, basada en la
Vulgata, no contiene el Nombre divino, aunque sí lo menciona en sus notas. Otro tanto
ocurre con la versión Torres Amat (excepto en unas pocas ocasiones que sí aparece),
mientras que La Biblia de las Américas emplea SEÑOR o DIOS para representar el
Tetragrámaton en las Escrituras Hebreas cada vez que aparece, lo mismo se puede decir de
La Nueva Versión Internacional.
Yahweh
Sin embargo, si bien muchos eruditos están de acuerdo con ello, esto último no tiene
consenso universal, el profesor francés Gertoux argumenta lo siguiente:
[Debo hacer] una observación al libro de Theodoret (Quaestiones in Éxodum, cap. XV),
que es citado muy a menudo como soporte a la pronunciación yahweh, debido a la siguiente
sentencia: «El nombre de Dios es pronunciado Iabe». Esta observación es verdadera, pero
Theodoret especifica que está hablando de los samaritanos, y agrega que los judíos
pronunciaban este nombre aïa.
En otro libro (Quaestiones in I Paral., cap. IX) escribe que «la palabra netinéo significa en
hebreo ‘regalo de Iaô’, quien es Dios». De acuerdo a Theodoret había tres diferentes
formas, pero lo que Theoderet probablemente ignoraba es que en esa época había muchos
sustitutos del nombre. Al revisar el período anterior a la destrucción del templo, el Talmud
(Sotah 7,6 Tamid 33b) deja claro que en la liturgia se utilizaban sustitutos del nombre.
Estos sustitutos eran numerosos, como muestra la literatura de aquel tiempo (2 M 1:24-25;
15:3; Si 23:4; 50:14-19). El griego Iaô (el cual viene del antiguo hebreo Yahu) y el
samaritano Iabe (que viene del arameo Yaw) no son la pronunciación del único nombre
YHWH. El nombre Aïa probablemente representa la transcripción de la forma ’Ehyeh. Aun
si el nombre Yahweh es ampliamente usado, sus bases son muy inciertas. Por eso la
mayoría de los eruditos prefieren la forma YHWH. En la actualidad hay dos tipos de
teorías: 1) unos eruditos piensan que la forma YHWH es equivalente a su etimología ‘Él es’
y obtienen la forma Yahve, Yahwoh, etc.; 2) otros tratan de leer sólo la filología en el
nombre. Por ejemplo, el erudito francés Antoine Favre d'Olivet usó Ihôah en su traducción
de la Biblia (1823), el traductor judío Samuel Cahen usó Iehovah en toda su Biblia (1836),
el doctor judío J. H. Levy prefirió el nombre Y'howah (1903), y así por el estílo.
Gérard Gertoux6
En el texto bíblico aparece también la forma abreviada Yah (en inglés Jah), sobre todo en
el Libro de los Salmos. Esta forma parte de la conocida expresión hebrea aleluya, que
significa ‘¡alaben a Yah!’. Asimismo la forma abreviada del Nombre Divino aparece
incluida en el significado de muchos nombres hebreos. Esa forma Yah se utiliza ahora
principalmente entre los rastafaris de Jamaica.
Al escribir el Nombre de Dios los judíos lo hacían así: YHVH, cuatro consonantes, sin
vocales. Lo más curioso es que, por respeto al Nombre de Dios y a que algunos rabinos
empezaron a enseñar que pronunciar el Nombre de Dios acarreaba un castigo eterno, la
pronunciación de YHVH cayó en desuso. Al llegar a esa palabra, se inclinaba la cabeza, se
hacía una pausa y proseguía la lectura.[cita requerida] Con el correr de los siglos y de tanto no
pronunciar YHVH, se olvidaron de cómo eran las vocales y, cuando quisieron recuperarlas,
los que leían la Escritura ya no sabían cuáles eran. Fueron unos sabios judíos, entre los
siglos VI y X después de Jesucristo, quienes empezaron a escribir la lengua hebrea con
vocales. Fue toda una novedad, pero una ayuda muy grande para quienes no sabían leerla
bien. Idearon una serie de puntos y rayitas que ponían por encima, dentro o por debajo de
las consonantes (las llamadas masoras, que derivaron en los textos masoréticos). La palabra
YHVH los frenó. Ni ellos sabían qué vocales poner. [cita requerida] Entonces se les ocurrió tomar
las vocales de la palabra hebrea Adonai,7 8 que quiere decir ‘Señor’, y las intercalaron entre
las consonantes de YHVH. Sin adentrarse en disquisiciones lingüísticas, 9 fue así como
surgieron la palabra Yehovah y sus variaciones.
Iehoua
Hace unos quinientos cincuenta años Nicolás de Cusa fundó un hogar de ancianos en Cusa.
Ahora, ese antiguo edificio alberga la biblioteca de Cusa, en la que hay más de trescientos
manuscritos. Uno de estos es el Códice Cusano número 220, en el que figura el sermón que
pronunció Nicolás de Cusa en 1430, titulado “In principio erat verbum” (En el principio era
el Verbo). Allí Nicolás de Cusa empleó la grafía en latín Iehoua para referirse al nombre
Jehová. En el folio 56 se encuentra la siguiente afirmación respecto al nombre divino:
“Dios lo ha dado. Es el Tetragrámaton, es decir, el nombre compuesto por cuatro letras. [...]
Este es, sin duda, el santísimo y supremo nombre de Dios”.
Así, lo que Nicolás de Cusa declaró concuerda con el hecho de que el nombre de Dios se
halla en el texto original de las Escrituras Hebreas (Éxo. 6:3).
Jehová
Para muchos el término Jehová se considera una traducción, e incluso otros grupos han
postulado que no tendría relación con el nombre en hebreo. En cambio otros lo han
calificado como la forma más común y frecuente de traducción a idioma español que
usamos al traducir otros nombres del hebreo a idiomas como el español, en el que se realiza
el cambio de Y a J; y otros grupos incluso indican que sería la pronunciación original.
Aun cuando de orígenes latinos, y, por ende, cercanos a la iglesia católica, el nombre de
Jehovah, entre los diferentes grupos confesionales judíos y cristianos, en los tiempos
modernos, se ha caracterizado por ser revindicado mayormente por denominaciones
protestantes y paraprotestantes. Los judíos actuales, seguidos por la iglesia católica romana,
las iglesias cristianas ortodoxas, siríacas y cópticas, y algunos ministerios protestantes, se
inclinan por las formas Yahweh, o bien, Yahveh.
Con respecto al uso del término Jehováh (Jehová), la Enciclopedia Católica explica:
Algunos eruditos han sostenido recientemente que la palabra Jehováh data sólo del año
1520. Drusisus pone a Peter Galatinus como el inventor de la palabra Jehováh, y a Fagius
como propagador en el mundo de los eruditos y comentadores. Pero los escritores del siglo
dieciséis, católicos y protestantes están perfectamente familiarizados con la palabra.
Galatinus mismo pone la forma como conocida y recibida en su tiempo. Además, Drusius
la descubrió en Porchetus, un teólogo del siglo catorce. Finalmente la palabra es encontrada
incluso en la Pugio fidei de Raymund Martin, una obra escrita cerca de 1270.
Probablemente la introducción del nombre de Jehováh predata incluso a R. Martin. [...] No
sorprende entonces que esta forma haya sido considerada como la verdadera pronunciación
del Nombre Divino por eruditos como Michaelis, Sier y otros.
2
La hipótesis más conocida sobre el origen de la palabra Jehová, indica que estaría al calcar
erróneamente la grafía alemana en que la j representa el mismo fonema (la consonante
aproximante palatal, [j]) que la i española, lo mismo que ocurre con el nombre Jesús (en
hebreo Yeshua' o Yehosh'ua), Jeremías (en hebreo Yirmeyahu) y otros, que usamos
frecuentemente sin problemas a pesar del cambio de Y a J. La elección de una forma escrita
u otra se debe por lo general a motivos históricos. En español, las ediciones católicas del
texto bíblico que no usan sustitutivos como «Señor» o «Dios», optan por Yahveh. En
cambio las ediciones protestantes que muestran el tetragrámaton emplean Jehová.
El Nombre de Dios Jehová, en una Iglesia Católica Romana en St. Martinskirche at Olten,
Suiza (1521).
El Nombre Jehová Sobre el Frontis de una Iglesia en Noruega
El célebre músico ruso Modest Músorgski compuso en 1877 una obra coral basada en una
historia que tuvo lugar en tierras bíblicas titulada Jesus Navinus (que se traduce “Josué, hijo
de Nun”). Tanto en esta obra como en su revisión de 1874 de La derrota de Senaquerib,
Músorgski se refiere a Dios utilizando la pronunciación rusa del nombre divino, el cual se
representa en las Escrituras Hebreas con cuatro consonantes —( יהוהYHWH)— y aparece
unas siete mil veces.10
Así, por siglos la forma Jehová (Jehovah) ha sido una forma de pronunciar el nombre de
Dios que cuenta con reconocimiento internacional dentro de la doctrina evangélica. Como
dijo el profesor Oehler: “Este nombre ahora ha llegado a estar más naturalizado en nuestro
vocabulario, y no puede ser reemplazado”. (Theologie des Alten Testaments [Teología del
Antiguo Testamento]).
Detalle de un ángel con el nombre de Dios, hallado en la tumba del papa Clemente
XIII en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano.
Moneda con el nombre de Dios. Con fecha de 1661, en Núremberg, Alemania.
Tetragrámaton con un texto en latín. El texto, en latín, dice: “Bajo la sombra de tus
alas”
Basílica católica en Fourvière, Lyon (Francia), tetragrámaton en la decoración.
Catedral de Bourges (Francia), tetragrámaton en la decoración.
Iglesia en La Celle Dunoise (Francia), tetragrámaton en la decoración.
Iglesia en Digne, en el sur de Francia, tetragrámaton en la decoración.
Iglesia en São Paulo (Brasil), tetragrámaton en la decoración.
Catedral de Estrasburgo (Francia), tetragrámaton en la decoración.
Catedral de San Marcos, Venecia (Italia), tetragrámaton en la decoración.
Uso de Jehová en la Biblia
El profesor francés Gérard Gertoux —quien se presenta como especialista en el
tetragrámaton, y que además fue presidente de la Association Biblique de Recherche
d'Anciens Manuscrits (Asociación Bíblica de Investigación de Manuscritos Antiguos)—
considera que la pronunciación más cercana sería [Y.eH.oW.aH] y que la forma Yahweh
sólo sería una manera teológica y no lingüística de transliterar el nombre usada en contra de
la verdadera pronunciación.11
«La forma abreviada de Jeho [usada en muchos nombres propios hebreos] supone la forma
completa Jehováh. Pero la forma Jehováh no puede explicar las abreviaturas Jahu y Ja, en
tanto que la abreviatura Jeho podría ser derivada de otra palabra».
Enciclopedia Católica
Aun así no todos los expertos están de acuerdo con esta última declaración:
Con respecto a ello, el profesor Gérard Gertoux indica que el término jahu (Yahu) significa
‘Yah mismo’, y ja (Yah) es una abreviatura del nombre, con lo cual la forma Jehová aún
podría ser posible.12
Nombres teofóricos
La Enciclopedia Católica continúa:
Entre los 163 nombres propios que llevan un elemento del nombre sagrado en su
composición, 48 tienen yeho o yo al inicio, y 115 tienen yahu o yah al final. Mientras que
la forma Yahvéh aparece en tal composición.[..] Por otra parte, Driver (Studia biblica, I, 5)
ha mostrado que estas formas cortas son las abreviaturas regulares del nombre completo
Enciclopedia Católica
Veamos algunos ejemplos bíblicos de nombres de persona que incluyen una abreviación del
nombre divino. Jonatán, que en la Biblia hebrea es Yo·na·thán o Yehoh·na·tán, significa
“Yeho o Yahowah ha dado”, indica Buchanan. Así mismo, considera que el nombre hebreo
del profeta Elías, ´E·li·yáh o ´E·li·yá·hu, quiere decir: “Mi Dios es Yahu o Yahu-wah”.
Igualmente, el nombre hebreo Yehoshafat (Josafat), Yeho-sha·fát, significa “Yeho ha
juzgado”. La tabla siguiente muestra algunos ejemplos más de este tipo de nombres y su
pronunciación en hebreo.
Nótese que en la mayoría de los casos el nombre divino incorporado en los nombre propios
hebreos se pronuncia yeho- o yehu-, nunca yahvé-
Lo más probable es que los entendidos prosigan con el debate. Los judíos dejaron de
pronunciar el nombre del Dios verdadero antes de que los masoretas elaboraran el sistema
de puntuación vocálica. Por ende, no hay forma concluyente de demostrar qué vocales
acompañaban a las consonantes YHWH ()יהוה. Con todo, los nombres de algunos
personajes bíblicos —cuya pronunciación correcta nunca se perdió— constituyen una clave
innegable sobre la pronunciación del nombre divino en la antigüedad. Por esta razón, al
menos algunos eruditos coinciden en señalar que, al fin y al cabo, la pronunciación Jehová
no debe ser considerada “equivocada” en otros idiomas tales como el español, en el que
igualmente usamos frecuentemente sin problemas el cambio de Y a J al traducir otros
nombres del hebreo a estos idiomas.
Por lo tanto si bien la forma Yahvéh (con sus variantes) es la preferida en algunos círculos,
no se tiene absoluta seguridad de que efectivamente sea la pronunciación que utilizaban los
antiguos israelitas o que, además, este hecho obligue a que estas pronunciaciones deban
usarse en otros idiomas. Así, la diversidad de variantes indica que no se debe considerar a
alguna de ellas como una manera inexacta o errónea de verter el tetragrámaton.
De acuerdo a la llamada hipótesis documental, que defiende la teoría de que el texto bíblico
se compone de varias fuentes independientes compiladas y ordenadas por los escribas
israelíes hacia la época de Esdras y Nehemias, el uso del nombre Yahveh es característico
de una de las fuentes originales, a cuyo hipotético autor o autores, se denomina «Tradición
yavista»
Entre los textos cuya autoría se adscribe a la Tradición yavista se incluyen la segunda
versión de la creación, en Génesis 2:4-25, la primera parte del Éxodo, la recepción de los
Diez Mandamientos, así como muchas otras partes del Génesis, el Éxodo y Números.
Probablemente sean las fuentes más antiguas conservadas en el texto bíblico, aunque se
conocen testimonios independientes de algunas de sus fuentes, entre ellas el poema de la
bendición de Jacob (utilizado en Génesis 49:1-27 y el poema del cantar del mar, empleado
en Éxodo 15:1-18.
Los fragmentos bíblicos de la Tradición yavista son sin duda los más elocuentes del texto, y
el crítico literario Harold Bloom ha considerado a su autor el más capaz e influyente
escritor de la literatura universal. En el texto masorético —en el cual se basan las versiones
actuales de la Biblia hebrea— el tetragrámaton aparece 6.823 veces, más que cualquier otra
forma alternativa; las diferencias con el texto de la Septuaginta —basado en otros
manuscritos— son pequeñas.
En los manuscritos antiguos que aún se conservan podemos ver el desarrollo de la temática
del tetragrámaton a través de los tiempos. Si bien los textos en hebreo son los más
influyentes haremos una referencia también a los textos griegos y de otros idiomas.
Texto hebreo
“Hemos visto que en muchos de estos ciento treinta y cuatro casos en que el texto recibido
de la actualidad dice Adonaī en conformidad con esta masora, algunos de los mejores MSS.
y ediciones antiguas emplean el Tetragrámaton, y surge la pregunta: ¿Cómo predominó esta
variación? No hay que ir muy lejos para hallar la explicación. Desde tiempo inmemorial los
cánones judíos decretaron que el nombre incomunicable ha de pronunciarse Adonaī como
si estuviera escrito ’[ ינראAdho·nái] en vez de [ הוהיYHWH]. Por lo tanto, nada fue más
natural para los copistas que poner como sustitución la expresión que presentaba lo que se
había de pronunciar en lugar del Tetragrámaton que les estaba prohibido pronunciar”.
Gins.Mas, tomo IV, p. 28, sec. 115
Según la misma obra en sus páginas 368 y 369 los Soferim cambiaron el tetragrámaton por
el sustituto Elohim en 8 lugares más.
A pesar de existir, esta práctica no fue generalizada, entre los escribas hebreos y gracias a
ello, aún sabemos que el Tetragrámaton existe. Por otra parte los masoretas --nombre por el
que se llegó a conocer a los copistas siglos después de Cristo-- se dieron cuenta de las
alteraciones que habían hecho los soferim y las registraron en el margen o al final del texto
hebreo. Estas notas marginales llegaron a conocerse como la masora y han servido en
muchos casos para restituir el nombre a su lugar original.
La más antigua traducción del texto hebreo de la Biblia al griego, conocida como la
Septuaginta o versión de los Setenta, también nos puede dar información sobre el nombre
divino. Hoy en día una parte de las copias más completas de la Septuaginta datan de los
siglos III y IV después de Cristo aproximadamente. En éstas el nombre divino está
reflejado por los títulos Señor (Kyrios) y Dios (Theós) así como los manuscritos del Siglo I
y II , del Nuevo Testamento donde los Evangelistas , vertieron de la misma manera el
Tetragramatón como "Señor" o "Dios", se puede mencionar en relación a la Septuaginta, la
colección "Chester Beatty" , algunos de los cuales se mencionan en AEB p.1071. Los
manuscritos números 961-963,965-968, cubriendo Génesis (2), Números y Deuteronomio,
Isaías, Jeremías, Ezequiel y Ester, Daniel, que datan del principio del segundo siglo hasta
finales del tercero E.C., no contienen ningún ejemplo del tetragrámaton. Tampoco lo
contienen los papiros de esta colección, P45,46,47, datando del tercer siglo E.C. 14
Importante mencionar que se encuentran manuscritos de 200 años antes de la Era Cristiana
que tampoco colocan el tetragramatón como el "P. Ryl. GK. 458" que se encuentran en la
colección "John Rylands",15 de la Universidad de Manchester desde 193616
Lo mismo se puede decir de la Peshita siríaca que utiliza el término Mar·ya (Señor).
Sin embargo descubrimientos posteriores han revelado diez17 manuscritos antiguos que
conservaron el tetragrámaton en caracteres hebreos dentro del texto griego agregados por
escribas hebreos, el problema que se presenta es que esos 10 manuscritos 18 forman parte de
un universo de 1500 manuscritos y 297 códices 19 que no presentan el nombre de Dios en su
forma hebrea sino que lo vierte como "Señor" o "Dios".20
Papiro P. Ryl. GK. 458 de la Colección Ryland que pertenece al Libro de Deuteronomio y
no expresa a Jehová con el tetragramatón (200 años antes de Cristo)
Pero también se han encontrado algunos fragmentos que mantienen el nombre en su forma
hebrea pese a que el resto de la escritura se encuentra en Griego, son diez manuscritos para
ser exactos,23 el que se encuentra en mejor estado es el manuscrito correspondiente a
Deuteronomio. A continuación señalaremos algunas referencias, 24 según aparecen en el
Apéndice 1C de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras (con
referencias) , es importante resaltar que es la única traducción que en lugar de colocar
"Señor" o "Dios" en el Nuevo Testamento decidió "restaurar" el tetragramatón según la
misma edición AEB p.852 de la Watchtower donde expresa <<¿Por qué, entonces, no
aparece el nombre en los manuscritos disponibles de las Escrituras Griegas Cristianas o el
llamado ‘Nuevo Testamento’? Evidentemente porque los manuscritos que hoy tenemos (del
siglo III E.C. en adelante) se hicieron después de haber sido alterado el texto original de los
apóstoles y discípulos.>>
Papiros Fuad. 26625 (por su número de inventario) Este papiro, hallado en Egipto,
fue fechado del primer siglo antes de Cristo. Vierte el nombre divino por el
Tetragrámaton escrito en caracteres hebreos cuadrados en los siguientes lugares: Dt
18:5, 5, 7, 15, 16; 19:8, 14; 20:4, 13, 18; 21:1, 8; 23:5; 24:4, 9; 25:15, 16; 26:2,7, 8,
14; 27:2, 3, 7, 10, 15; 28:1, 1, 7, 8, 9, 13, 61, 62, 64, 65; 29:4, 10, 20, 29; 30:9, 20;
31:3, 26,27, 29; 32:3, 6, 19. Por lo tanto de 266 fragmentos hallados ,de esta
colección el Tetragrámaton aparece 49 veces en lugares identificados de
Deuteronomio. Además, en esta colección el Tetragrámaton aparece tres veces en
fragmentos no identificados, a saber, en los fragmentos 116, 117 y 123.
Al comentar sobre este papiro, Paul Kahle escribió en Studia Evangelica, editado por Kurt
Aland, F. L. Cross, Jean Daniélou, Harald Riesenfeld y W. C. van Unnik
“Una característica del papiro es el hecho de que el nombre de Dios se vierte mediante el
Tetragrámaton en caracteres hebreos cuadrados. Un examen de los fragmentos del papiro
que se han publicado, emprendido a petición de mí por Pater Vaccari, resultó en que él
llegara a la conclusión de que el papiro, que debe haberse escrito aproximadamente 400
años antes del Códice B, contiene quizás el texto más perfecto que nos ha llegado de
Deuteronomio como lo presenta la Septuaquinta”.
Berlín, 1959, p. 614
La LXX y las citas textuales de las Escrituras que se encuentran en los libros apócrifos de
Eclesiástico, el Libro de Jubileo y otros dan evidencias de que el texto hebreo que tenemos
hoy es esencialmente el mismo texto que se tenía cerca del año 300 a. de C.
Otros
LXXP. Oxy. VII.1007 Esta hoja de vitela, fechada del siglo III E.C., fue publicada
en The Oxyrhynchus Papyri, parte VII, edición con traducciones y notas por Arthur
S. Hunt, Londres, 1910, pp. 1, 2. Vierte el nombre divino por una yud doble en Gn
2:8, 18.
Ambrosiano O 39 sup. Este códice, fechado de fines del siglo IX E.C., tiene cinco
columnas. La primera columna contiene una transliteración del texto hebreo al
griego, la segunda columna tiene la versión griega de Aquila, la tercera columna
tiene la versión griega de Símaco, la cuarta columna contiene la LXX (Septuaginta)
y la quinta columna contiene la versión griega de Quinta. Una edición facsimilar de
este palimpsesto, junto con una transcripción del texto, fue publicada en Roma en
1958 por Giovanni Mercati bajo el título Psalterii Hexapli reliquiae [...] Pars
prima. Codex rescriptus Bybliothecae Ambrosianae O 39 sup. phototypice
expressus et transcriptus. Vierte el nombre divino por el Tetragrámaton escrito en
caracteres hebreos cuadrados en las cinco columnas en los siguientes lugares: Sl
18:30, 31, 41, 46; 28:6, 7, 8; 29:1, 1, 2, 2,3, 3; 30:1, 2, 4, 7, 8, 10, 10, 12; 31:1, 5, 6,
9, 21, 23, 23, 24; 32:10, 11; 35:1, 22, 24, 27; 36; Enc, 5;46:7, 8, 11; 89:49 (en las
columnas 1, 2 y 4), 51, 52.
“Si aquella versión [la Septuaginta] hubiera retenido el término [Jehová], o siquiera hubiera
utilizado una palabra griega para Jehová y otra para ’Ădônây, es indudable que tal uso se
habría retenido en los discursos y argumentaciones del Nuevo Testamento. Así nuestro
Señor, al citar el Salmo 110, en lugar de decir, ‘Dijo el Señor a mi Señor’, hubiera podido
decir ‘Jehová dijo a ’Ădônîy’”.
“Ahora sabemos que el texto griego de la Biblia la Septuaginta, en tanto fue escrito por y
para judíos, no tradujo el nombre divino por kyrios, sino que en esos manuscritos se
conservó el Tetragrámaton con letras hebreas o griegas. Fueron los cristianos quienes
reemplazaron el Tetragrámaton por kyrios cuando el nombre divino escrito en letras
hebreas ya no se entendía”.
The Cairo Geniza, Oxford, 1959, pág. 222
De todas formas los expertos no ponen en duda la autenticidad de los manuscritos del
Nuevo Testamento , la posición de la Sociedad Watchtower en este particular es la
siguiente (pese a que creen que los escribas Cristianos borraron el nombre de Dios y este
debe ser "restaurado" para "evitar confusión entre Jesús y Jehová"36 ):
Por ello en cuanto al nombre divino en el nuevo testamento ( al igual que con el antiguo)
encontramos dos opiniones muy diferenciadas:
Los que piensan que es erróneo utilizar el nombre divino, ya que no hay
manuscritos que lo respalden (5000 manuscritos del N.T. desde el Siglo I dan fe
de la transmisión por lo menos de un 40% del N.T. puede verificarse hasta fechas
tempranas del Cristianismo)37 38
La mayoría de los traductores siguen esta premisa, por lo que los términos Señor y Dios son
los únicos que aparecen.
En esta línea podemos notar la traducción de Mateo al hebreo por Shem-Tob ben Isaac Ibn
Shaprut, y que incorpora su obra ’É·ven bó·jan realizada en el Siglo XIV, donde usa el
tetragrama siguiendo la tradición en todas las escrituras hebreas de usar el tetragramatón a
diferencia de la Septuaginta escrita en Griego, en las citas del antiguo testamento realizadas
en esta traducción hebrea, hechas en este evangelio se cita con el tetragramatón. En tiempos
modernos La Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, editada por los
testigos de Jehová, se ha hecho conocida y muchas veces criticada por incorporar el
tetragrámaton, bajo la forma Jehová, 237 veces en el nuevo testamento sin evidencia
arqueológica que lo sustente.
1.- Aquellos que no consideran apropiado usar el nombre , y lo sustituyen por expresiones
y/o títulos como "Señor" o "Dios"
Por ejemplo: Cuando J. M. Powis Smith y Edgar J. Goodspeed produjeron una traducción
moderna de la Biblia al inglés en 1935, los lectores hallaron que en la mayoría de los
lugares se habían usado SEÑOR y DIOS como sustitutivos para el YHWH. La razón se
explicó en un prólogo:
“En esta traducción hemos seguido la tradición judía ortodoxa y sustituido el nombre
‘Yahweh’ por ‘el Señor’ y la frase ‘el Señor Yahweh’ por la frase ‘el Señor Dios’. En todos
los casos en que ‘Señor’ o ‘Dios’ representa un ‘Yahweh’ original empleamos letras
mayúsculas de tamaño pequeño”.
Entonces, aconsejando un proceder que varía en gran manera del de la tradición de los
judíos que leían YHWH pero lo pronunciaban “Señor”, el prólogo dice:
“Por tanto, basta con que el que desee retener el sabor del texto original lea ‘Yahweh’
dondequiera que vea SEÑOR o DIOS”!
“Por dos razones el Comité ha vuelto al uso más familiar empleado por la Versión del Rey
Jaime [es decir, omitir el nombre de Dios]: 1) La palabra ‘Jehovah’ no representa con
exactitud ninguna forma del Nombre que se haya usado en hebreo; y 2) el uso de cualquier
nombre propio para el Dios que es uno y único, como si hubiera otros dioses de los cuales
él tuviera que ser distinguido, fue descontinuado en el judaísmo antes de la era cristiana y
es enteramente inapropiado para la fe universal de la Iglesia cristiana”.
Los editores de la Biblia de las Américas dan la siguiente explicación sobre la forma de
traducir el tetragrámaton en su versión:
EL NOMBRE DE DIOS. Para el nombre de Dios hay varias palabras en hebreo: uno de
los más comunes es "Elohim" traducido "Dios"; otro es "Adonai" traducido "Señor"; pero
el nombre asignado a Dios como su nombre especial o su nombre propio, tiene en hebreo
estas cuatro letras: "YHWH". Este no era pronunciado por los hebreos debido a la
reverencia que tenían a lo sagrado de este nombre de la divinidad, y lo sustituían por otro
de los nombres de Dios. La versión griega del Antiguo Testamento, conocida como la
Septuaginta (LXX), o versión de los Setenta, traduce "YHWH" generalmente por "Kurios"
(Señor), y la Vulgata Latina, que tuvo también una gran influencia en la traducción de la
Biblia a muchos idiomas, lo traduce por "Dominus" (Señor). En La Biblia de las
Américas® hemos usado el nombre de "SEÑOR" (todo en mayúsculas) para traducir el
tetragrámaton. Cuando este nombre ocurre junto al nombre hebreo "Adonai" (Señor)
entonces "YHWH" es traducido "DIOS" (todo en mayúsculas) con la nota correspondiente.
Algunas versiones traducen este nombre por "Jehová" y otras por "Yavé" o "Yahveh".
La Biblia de las Américas Nueva Biblia de los Hispanos The Lockman Foundation
La Santa Sede, siguiendo una directiva de Benedicto XVI, pide omitir el término «Yahvé»
en la Liturgia, oraciones y cantos (septiembre de 2008). El texto explica que este término
debe traducirse de acuerdo al equivalente hebreo «Adonai» o del griego «Kyrios».40
2.- Aquellos que utilizan alguna forma conocida en el idioma local (en el caso del español
Yahveh o Jehová)
“[Los traductores] llegaron a la convicción unánime de que una superstición judía, que
consideraba al Nombre Divino como demasiado sagrado para pronunciarlo, ya no debe
dominar en la versión en inglés del Antiguo Testamento, ni en ninguna otra [...] Este
Nombre Conmemorativo, explicado en Éx. III, 14, 15, y enfatizado vez tras vez como tal en
el texto original del Antiguo Testamento, designa a Dios como el Dios personal, como el
Dios del pacto, el Dios de la revelación, el Libertador, el Amigo de su pueblo [...] Este
nombre personal, con su caudal de asociaciones sagradas, se restaura ahora al lugar a que
tiene derecho indiscutible en el texto sagrado”.
“Jehova. Hemos retenido este nombre del Dios del Pacto de Israel porque el lector ha
estado acostumbrado a él por años”.
Steven T. Byington, traductor de The Bible in Living English (La Biblia en inglés vivo),
explica por qué usa el nombre de Dios:
MÉTODO: Puesto que la Biblia expone la sagrada voluntad del Señor Soberano del
universo, sería una gran ofensa —en realidad, una afrenta a su majestad y autoridad—
eliminar o esconder su singular nombre divino, que aparece claramente en el texto hebreo
casi 7.000 veces como ( יהוהYHWH). Por lo tanto, la característica principal de esta
traducción es que restituye el nombre divino al lugar que legítimamente le corresponde en
el texto en español. Esto se ha realizado empleando 6.973 veces en las Escrituras Hebreas y
237 veces en las Escrituras Griegas Cristianas la forma “Jehová”, de aceptación general en
español
De fuentes extrabíblicas también hay prueba del uso extenso que se daba al nombre divino
en la antigüedad.
En 1961 se descubrió una cueva sepulcral antigua a poca distancia al sudoeste de Jerusalén.
En las paredes de esta cueva había inscripciones hebreas que aparentemente datan de la
segunda mitad del siglo octavo a.de C. Las inscripciones contienen declaraciones por el
estilo de “YHWH es el Dios de toda la tierra”.41
En 1966,se publicó un informe acerca de pedazos de vasijas de barro con escritos hebreos
hallados en Arad, en la parte sur de Israel. Esta escritura se efectuó en la segunda mitad del
siglo séptimo a. de C. Uno de los escritos era una carta particular a un hombre llamado
Eliasib. La carta empieza así: “A mi señor Eliasib: Que YHWH inquiera por tu paz”. Y
termina: “Él mora en la casa de Jehová”.42
Otro ejemplo del uso del nombre de Dios se halla en las llamadas Cartas de Laquis. Estas
cartas, escritas en tiestos, fueron halladas entre los años 1935 y 1938 en las ruinas de
Laquis, una ciudad fortificada que figuró prominentemente en la historia de Israel. Parece
que fueron escritas por un oficial de una avanzada de Judá a su superior, llamado Yaos, que
se hallaba en Laquis, aparentemente durante la guerra entre Israel y Babilonia hacia el fin
del siglo séptimo a. de la E.C.
De los ocho tiestos leíbles, siete comienzan su mensaje con un saludo como éste: “¡Que
YHWH haga que mi señor vea esta temporada con buena salud!”. En total, el nombre de
Dios aparece 11 veces en los siete mensajes, lo cual indica claramente que el nombre de
YHWH se empleaba cotidianamente para fines del séptimo siglo a.C.44
La estela como se fotografió alrededor de 1891.
“Kemos me dijo: ‘¡Ve, priva de Nebo a Israel!’ De modo que fui de noche y peleé contra él
desde rayar el alba hasta el mediodía, y lo tomé, y los maté a todos [...] Y tomé de allí los
vasos de YHWH, y los arrastré delante de Kemos”
.45
Fuera de la Biblia, éste es probablemente el registro más antiguo del uso del nombre divino.
Con referencia a estos usos no bíblicos del nombre de Dios, cabe señalar que quienes
apoyan el término Jehová como pronunciación original, indican que el Theologisches
Wörterbuch zum Alten Testament (Diccionario teológico del Antiguo Testamento), en el
tomo 3, columna 538, dice:
“Así, unas 19 pruebas documentales del Tetragrámaton en la forma jhwh testifican a este
respecto en cuanto a lo confiable del T[exto] M[asorético]; se puede esperar más, sobre
todo de los Archivos de Arad”.
(Traducción del alemán.)
; aunque hay que tener en consideración que esta última referencia realmente es muy
discutida y la gran mayoría de eruditos acepta como original el Tetragrámaton YHWH.
Referencias
1. ↑ Éxodo 3:15
2. ↑ a b EnciclopediaCatolica.com/J/Jehovah.htm (Enciclopedia Católica en línea).
3. ↑ http://www.webislam.com/?idt=3334
4. ↑ "evidencia indica, o mejor, casi prueba que la pronunciación verdadera del
Tetragrámaton no era Jãhwéh [...] El nombre mismo probablemente era Jãhôh"
Canónico D. D. Williams de Cambridge (Zeitschift für die Altestamentliche
Wissenschaft, 1936, volumen 54, página 269)
5. ↑ YeHũàH o YaHũàH Doctor M. Reisel, The Misterious Name of Y.H.W.H.,
página 74.
6. ↑ Gertoux.Online.fr/DivineName/FAQ/A09.htm (sitio de Gérard Gertoux.
Respuesta a la pregunta n.º 9: Today, is the pronunciation Yahweh widely accepted?
[La pronunciación Yahweh, ¿es ampliamente aceptada en la actualidad?]).
7. ↑ "Jehová: pronunciación falsa de Yahweh. Al parecer la introdujeron hacia el año
1100 los masoretas, los cuales vocalizaron con las vocales de Adonaí el nombre de
Dios, YHWH, hasta entonces transcrito sin vocales." (Diccionario Enciclopédico
Salvat)
8. ↑ "[...]con el transcurso del tiempo el mismísimo idioma hebreo antiguo cesó de
usarse en la conversación diaria, [...]"//"Para impedir que se perdiera la
pronunciación del lenguaje hebreo en general, eruditos judíos de la mitad posterior
del primer milenio E.C. inventaron un sistema de puntos para representar las
vocales que faltaban, y colocaron los puntos alrededor de las consonantes en la
Biblia hebrea. Así ambas cosas, vocales y consonantes, se escribieron, y se conservó
la pronunciación como se efectuaba en aquel tiempo."//"En lo referente al nombre
de Dios, en vez de colocar los signos vocálicos apropiados alrededor de él, en la
mayoría de los casos pusieron otros signos vocálicos para recordar al lector que
debería decir 'Adhonaí. De esto vino la grafía Iehouah, y, con el tiempo, la
pronunciación aceptada del nombre divino en español llegó a ser Jehová." (The
Divine Name Will Endure Forever/El Nombre Divino que durará para
siempre, Spanish (na-S), 1984, Watchtower Bible and tract Society of New York,
Inc, International Bible Students Association, Brooklyn, New York, U.S.A, página
8)
9. ↑ "Jehová: nombre propio de Dios en el antiguo testamento, según una falsa
vocalización de las consonantes del hebreo YHWH, que los judíos pronunciaban
por reverencia, añadiendo las vocales de la palabra Adonaí (Señor). De aquí resultó
entre los cristianos la forma híbrida de Jehovah, usada probablemente desde el
siglo XI, en vez de la pronunciación de Yahweh, según las normas masoréticas de
vocalización." (Gran Diccionario Plaza & Janes)
10. ↑ La Atalaya anunciando el Reino de Jehová 1 de septiembre de 2007. Artículo: El
nombre de Dios en la música rusa.
11. ↑ DivineName.net (sitio web de Gérard Gertoux).
12. ↑ Gertoux.Online.fr/DivineName/FAQ/A14.htm (artículo en inglés: «Are the two
names Yah and Yahu, which are found at the end of some Hebrew proper names,
abbreviations of the Tetragram?», ‘Los dos nombres Iah y Iahu, que se encuentran
al final de algunos nombres propios hebreos, ¿son abreviaturas del tetragrama?’).
13. ↑ Stanley S. Seidner,"HaShem: Uses through the Ages." Unpublished paper,
Rabbinical Society Seminar, Los Angeles, CA,1987.
14. ↑ Ayuda para Entender la Biblia (AEB), pp.1092-1093 ("Mateo"), pp.1069-1073
("Manuscritos") y 847-860 ("Jehová"),
15. ↑ A Wandering Armenian: Collected Aramaic Essays Escrito por Joseph A.
Fitzmyer
16. ↑ Two Biblical papyri in the John Rylands library, Manchester Escrito por Colin
Henderson Roberts,John Rylands Library
17. ↑ TNM edición de referencias pp.1561-1562
18. ↑ TNM edición de referencias pp.1561-1562
19. ↑ [http://books.google.co.ve/books?
id=FSNKSBObCYwC&pg=PA71&lpg=PA71&dq=Greek+Papyrus+458+ryland&s
ource=bl&ots=bNqgGcwM9O&sig=MY3xhomyLBBGBk_C-1KbIR-
8p_0&hl=es&ei=I5jxS8XZJcP38AaT2eT9Cg&sa=X&oi=book_result&ct=result&r
esnum=4&ved=0CCMQ6AEwAzgU#v=onepage&q&f=false The text of the Old
Testament: an introduction to the Biblia Hebraica Escrito por Ernst Würthwein]
20. ↑ Kingdom Interlinear Translation (KIT) pp. 11-23
21. ↑ Bulletin of the John Rylands Library, Volumen 20 Escrito por John Rylands
Library,Henry Guppy
22. ↑ Universidad de Manchester, Galería Elctronica de la Colección Ryland
23. ↑ TNM edición de referencias pp.1561-1562
24. ↑ Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras (con referencias), 1987,
Apéndice 1C "El nombre divino en antiguas Versiones Griegas", pág. 1559, Editado
por los Testigos de Jehová
25. ↑ Un total de 117 fragmentos de LXXP. Fouad Inv. 266 se publicaron en Études de
Papyrologie, vol. 9, El Cairo, 1971, pp. 81-150, 227, 228. Zaki Aly y Ludwig
Koenen publicaron una edición fotográfica de todos los fragmentos de este papiro
bajo el título Three Rolls of the Early Septuagint: Genesis and Deuteronomy, en la
serie “Papyrologische Texte und Abhandlungen”, tomo 27, Bonn, 1980.
26. ↑ A Wandering Armenian: Collected Aramaic Essays Escrito por Joseph A.
Fitzmyer
27. ↑ Two Biblical papyri in the John Rylands library, Manchester Escrito por Colin
Henderson Roberts,John Rylands Library
28. ↑ Revue biblique,Volumen 46 Escrito por Ecole pratique d'études bibliques
29. ↑ Ayuda para entender la Biblia: Escrito por Watchtower Bible and Tract Society of
New York,International Bible Student 1987 (pagina.1071)
30. ↑ Nueva Evidencia que demanda un veredicto por Josh Mcdowell
31. ↑ Fundamentos teológicos de la fe cristiana Escrito por José María Martínez
32. ↑ Comentario exhaustivo al Antiguo Testamento por Samuel Pérez Millos pp 239
33. ↑ Biblia de Estudio Ryrie-RV Escrito por Charles C. Ryrie
34. ↑ Mateo Escrito por James Bartley,Ariel Lemos,José Bruce
35. ↑ Enciclopedia de la Biblia, Volumen 6
36. ↑ TNM con Referencias (TNM p.1563)
37. ↑ Biblia de Estudio Ryrie Escrito por Charles C. Ryrie pp1849
38. ↑ Biblia de Estudio Ryrie Escrito por Charles C. Ryrie pp1850
39. ↑ Noticia en Zenit.org.
40. ↑ El Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los
Sacramentos, Cardenal Francis Arinze, envió una carta a las conferencias
episcopales del mundo en la que solicita no utilizar el término «Yahvé» en las
liturgias, siguiendo una directiva de Benedicto XVI. [1] [2]
41. ↑ conforme a un informe en el Israel Exploration Journal (Periódico sobre
exploraciones en Israel), volumen 13, núm.
42. ↑ Israel Exploration Journal (volumen 16, núm. 1)
43. ↑ (Biblical Archaeology Review [Revista de arqueología bíblica], marzo/abril de
1983, página 18.)
44. ↑ Óstracon IV de Lakiš,La Sabiduría del Antiguo Oriente, pág. 252
45. ↑ En 1873 se restauró la Estela Moabita, cuando se le añadieron vaciados en yeso de
porciones del texto que faltaban, y se expuso en el Museo del Louvre, en París,
donde ha permanecido. Se puede ver un facsímil de ella en el Museo Británico, en
Londres