Leemos en Oseas 2:17 que dice “Porque quitaré de su
boca los nombres de los Baales, y nunca más serán mencionados por sus nombres.” Muchas personas que están viniendo a las raíces hebreas de su Emunáh (fe) no pueden comprender como es posible que se haya hecho tanta abominación en cuanto a traducciones. Los nombres de Jesús, Cristo, Jehova etc, no solo son nombres blasfemos, sino que también son nombres paganos, sucios e inmundos. Un detalle que se les pasó por alto es que los nombres no se traducen, en la cultura hebrea un nombre propio tiene un propósito. El Elohim de Israel, Yahweh es Su Nombre, nos advirtió no solamente que la pluma mentirosa de los escribas torcerían la riqueza del idioma hebreo, sino que también como leímos en el profeta Hoshea (Oseas) que nos quitaría los nombres paganos. Una de las cosas principales que el creyente, por decirlo así debe entender, es que Yahweh hace una completa distinsión en todo. ¿Se imagina usted al Elohim Kadosh de Israel aceptando nombres de demonios? Claro que no! En la primera versión de las Escrituras traducidas del hebreo al griego, en el pasuk 1 de Bereshit 1 (Génesis) pusieron: εν αρχη εποιησεν ο θεος τον ουρανον και την γην En el principio creó zeus los cielos y la tierra. Cuando en realidad la palabra original es Elohim, que nada tiene que ver con ese otro nombre! ב ְֵּראשִׁ ית ב ָָּרא ֶ ָאֱ להִ ים אֵ ת הַ שָּׁ מַ י ִם ו ְאֵ ת ה (Bereshit bará Elohim et- ָארץ hashamayim veet-haaretz) Entonces entendiendo que este dios pagano de los griegos, influenció toda la cultura occidental con sus ideales. Veamos porque se colocaron estos nombres. Zeus – Deus – Teos – Dios Por ejemplo la palabra Teología (Significa el estudio de zeus). Existe sólo un Nombre verdadero para el Salvador, y su Nombre es Yahshua. Jesús en griego Ιεσους , de acuerdo al uso actual desde el Siglo II, cuando empezó, al principio a ser introducido encubiertamente por los apologistas, hasta que finalmente decretado como el “Hombre Oficial” del Salvador, por el emperador perverso Constantino y confirmado en el primer Concilio de Nicea, en el Siglo IV. Desde entonces y a partir de ahí está plasmado en los Códices Griegos postniceanos. De modo que al re-equivaler las 5 letras del nombre griego “Iesús”, tenemos: Ze-sus, Lo cual para nada tiene relación con el Nombre original Yahshua. Buscando entonces los fonemas que tengan sentido en las 2 Lenguas antes citadas, encontramos al menos dos sustantivos: 1)- Zéus: El rey de la Mitología y Paganismo Helénico. 2)- Sús: en Hebraico “Caballo”. Jesús – Es una traducción de tercera generación: 1ª Original Hebraica: Yahshua 2ª Griega: Iesús 3ª Latina: Jesús. En otra forma de declarar el nombre falso de jesús, encontramos dos palabras que también dejan un horrible sabor. Es la palabra hebrea חאסוס jesus (se lee de derecha a izquierda) he (He aquí) sus (Un Caballo). Un caballo es una bestia, entonces el falso nombre Jesús, es la verdadera marca de la bestia (Apocalipsis 13:17). Este es el “caballo blanco” que salió para vencer (Apocalipsis 6:2); y detrás de él, como su capitán, le siguen: el caballo rojo: Marte, dios de las guerras; el caballo negro: Hermes Mercurio, dios del sucio comercio mercantilista y el caballo amarillo: Plutón, el dios de los sepulcros. “Vanidad es el caballo para salvarse, por la grandeza de su fuerza no librará.” Tehilim (Salmos) 33:17 Después que el nombre “Jesús” lo tomaron de una bestia, los grecorromanos quienes siempre fueron amantes y promotores del homosexualismo, gente llena de demonios, también tenían que eregir una figura hermafrodita de jesús; Eso fue muy fácil, no cuesta mucho esfuerzo para entremezclar las letras del nombre de la diosa egipcia Isis con el nombre del dios griego Zeus, de modo que resulta Iesus. ¡Bendito sea Yahweh! que los artistas, escultores y pintores, tomaron base en la fisonomía griega para hacer imágenes de jesús ¡y no de Yahshua!. En la edad media, predominó el semblante europeo occidental y ya en estos tiempos modernos, el modelo físico de Jesús ha sido tomado de los Hippies. Yahshua el Mashíaj yehudí, 100% hebreo cumplidor de la bendita Toráh, es transformado por la enseñanza apologética y por decreto niceano (2 de los 10 cuernos o poderes del dragón rojo) en el mundialmente famoso: Jesús, arcaicamente de semblante griego, antiguamente de fisonomía europeo-occidental y hoy de físico angloamericano: rubio y de ojos azules, como si fuera una “estrella” de Hollywood. ¿Será posible que no sólo han hecho los inicuos un reemplazo, más aún tienen poder de reemplazar de israelitas a gentiles paganos: el físico, la sangre y los genes de Yahshua? Ie-sus, Je-Zeus significa: Hijo de Zeus. O sea que jesús es el acrónimo: “JEhová eS zeÚS”. ¿A que ídolo cargan en las procesiones romanas? ¿Cómo se llama el ídolo llamado Niño Dios? ¿A quién le celebran Su Natividad en el mismo día de Tammuz? ¿Cómo se llama el ídolo: El Sagrado Corazón de …? ¿Cómo se llama el ídolo: La Divina Misericordia de ...? ¿Cómo se llama el ídolo muerto? ¿Cómo se llama el ídolo Crucificado que cuelga de la pared frontal del Altar de toda Iglesia, ó la Cruz sola: sea católica, ortodoxa o protestante tal Iglesia, que es lo mismo? Veamos el nombre que también se le añadió conocido como “cristo” del griego Kristos que ni siquiera significa “Ungido” sino “Untado” ya que el griego es un idioma pobre en descripción, y no alcanza a definir la palabra hebrea Mashíaj (Ungido de Yahweh). El falso, pagano y blasfemo "título" “Cristo”, existía ya como una palabra en la lengua griega, cuando esta lengua y el imperio helénico alcanzó su Edad de Oro (aproximadamente en el 333 Antes de Mashíaj); pero estaba muy reservada en los círculos esotéricos de las hermandades o sociedades secretas, santuarios de la hechicería, verdaderos adoradores satánicos; las que en el primer y segundo siglo de la Era Común se conocieron como Iglesias Gnósticas Cristianas, o sea, Asambleas del Conocimiento Crístico. ¿Qué relación podrá tener la dicción “Jesús” de origen griego, en Mat, por la siempre "vía cultural de la helenización", no fue sino hasta el 313 DM., a base de las persecusiones del ejército romano por un lado y por presiones doctrinales de aquellos por otro lado, que el “nombre” de “Iesús” y otros términos más como “K. Ese vocablo, “Ιεσους”, fue creado, propuesto e implantado a la “Iglesia Primitiva”, pero en realidad no hubo iglesia primitiva, sino Kehila de Kadoshim, que ya conocían a través de la Septuaginta la forma griega original de Josué: Yesuá. Así como “Jehovah” fue una dicción que jamás existió, nunca se conoció ni se usó antes de 1518 DM., así mismo “Ιεσους”, fue una dicción totalmente desconocida hasta que en el 125 DM., fue creado, presentado y propuesto como la alternativa helénica del nombre del Mesías, iniciándose en un período que abarcó hasta el 135 DM.; tal proposición y posterior implantación fué realizada por los Apologistas como ya dijimos, hombres fanáticos en la clásica filosofía griega, lobos rapaces vestidos de ovejas, que entraron encubiertamente a la Kehila, que aún para hacer ver más "real" su conversión al Mesías, hasta se sumergieron/bautizaron; esto significa que aún ellos recibieron el Verdadero Nombre, en otras palabras, lo profanaron e hicieron inmunda la sangre de Mashíaj (Hebreos 10:26-29); esto a ellos no les importó, puesto que su objetivo era destruir las bases de la Emunáh, a como diera lugar, maquiavélicamente. Posteriormente a haber logrado los apologistas y primeros “Doctores de la Iglesia”, la consiguiente introducción blasfémica en el 130 DM., por la siempre "vía cultural de la helenización", no fue sino hasta el 313 DM., a base de las persecusiones del ejército romano por un lado y por presiones doctrinales de aquellos por otro lado, que el “nombre” de “Iesús” y otros términos más como “Kristos” fueron implantándose galopantemente en las congregaciones gentiles, no así en las israelitas, que cada vez se les fue haciendo vocabulario “familiar, doméstico y cotidiano”. Desde Domiciano, Nerón y Adriano hasta Maximiano, Licinio, Mayencio y su campeón Constantino, fue una cruenta guerra contra los Kadoshim (Santos) hasta vencer; con la incondicional e infaltable ayuda de los “doctores de la Iglesia”, desde las disputas públicas, a quien más retórico y erudito, llenando la historia de calumnias contra los Kadoshim tildándolos de herejes, apóstatas, gnósticos, diabólicos; hasta el filo de la espada y el golpe del mazo, no muriendo los Tzadikim (Justos), sin antes "servir de diversión" para los "deportes" lidiados en la arena de los coliseos; cuyas versiones modernas hoy se llaman “estadios”, con deportes más humanistas y bien paganos, como el fútbol, basketbol, etc; cuyos campeonatos mundiales y olimpíadas, no han escapado de ser la perpetuación de los gimnasios de la Grecia antigua, dedicados a los dioses olímpicos; ¿Eres tú creyente en Mashíaj Yahshua y a la vez fanático de un deporte? ¿Sabías tú que los mundiales, las olimpíadas, aún los torneos nacionales, los grandes estadios y las grandes ligas y organizaciones como FIFA, NBL, etc y todo su aparato organizativo, publicitario y medios de información y publicación, están administradas y adueñadas por organizaciones seculares, laicas que son los brazos civiles y financistas de la Ramera: el Club de Roma, el CFR, los Jesuitas, los Illuminati, la Mafia Católica?. Con el llamado Edicto de Milán, el 313 DM., el Decreto de Tolerancia hace arribar a la triunfante Iglesia Cristiana a la posesión paulatina de los poderes temporales, donde la primera de que echa mano es la Autoridad Teológica, triunfando sobre toda posición exegética sobre Las Escrituras y ex-cátedra de las Escrituras; Aquí es cuando Constantino juntamente con todo el sínodo del Concilio de Nicea, decretan bajo la potestad del gran Dragón, el primer compendio de la Teología del Reemplazo; el cual conteniendo ya un vocabulario griego, lengua en continuo desgaste hacia la asimilación en el Latín, pero dicho vocabulario fuertemente arraigado y robustecido por el vulgo del emergente Imperio Bizantino, vocabulario creado, presentado y al fín implantado, con todo un arrastre de origen etimológico idolátrico, pagano e inmundo; que sólo le bastó para su perpetuación y consagración en una escritura universal, de difusión pública, para una Iglesia igualmente universal (de ahí su nombre: Católica) y además ecuménica (hacia la unidad etnocultural)(¡Otra vez con el primer decreto de Antioco IV!). Así se dió la redaccción de la Vulgata Latina de San Jerónimo y posterior publicación en 405 DM., en la cual quedó permanente y sin más fluctuaciones en los siglos venideros, la dicción “Iesús” juntamente con “Kristo” y centenares de voces idolátricas, paganas e inmundas, proceso que contaminó la bendita Palabra de Nuestro Elohim Yahweh/Yahshua; Palabra que hoy demanda que tú la rescates de las nauseabundas garras del Dragón, las Bestias, la Ramera y el falso Profeta. JERÓNIMO Y SU VULGATA LATINA. Eusebius Hieronymus, (alias) San Jerónimo (c. 345-419), erudito bíblico, padre y doctor de la Iglesia, nació en Estridon, en la frontera entre las provincias romanas de Dalmacia (en la actual Croacia) y Panonia (en la actual eslovenia), hacia el año 345 DM. Desde un principio y hasta el final su formación fue pagana. En los años del 382 al 404, enclaustrado en el Monasterio pagano de Santa Paula se dedicó a la traducción de la Biblia al Latín. en su obra, la Vulgata Latina, insertó todas las inmundicias paganas e idolátricas de los apologistas, de los doctores anteriores y contemporáneos a él y por supuesto las suyas propias que acuño de su fecunda mente. Todo el inmenso, extenso e intenso caudal lexicográfico de la preparación académica vertidos por los grandes sabios de los imperios Griego y Romano y de la novísima Doctrina Apologética y la prolífera Antología Epistolar de los Doctores, supo San Jerónimo colocarlo con hábil destreza desde Génesis 1:1 hasta Apocalipsis 22:21. En este recurso, hay una imagen de San Jerónimo señalando una calavera; esta imagen muestra lo pagano
que él era. Paralelamente a ese entonces (desde el
30 DM. hasta finalizar el Texto Masorético en el siglo VIII), los “rabinos” que eran los jueces del todavía existente Gran Sanhedrín, y después de ellos los escribas masoretas, los de la pluma mentirosa (Jeremías 8:8), estuvieron ocupadísimos poniendo en oculto Yah י ָּה (Yod kamétz, Hei con Mapíq) sustituyéndolo por Ye ְ י (Yod con shvá), en toda la Escritura Kadosh, cambiándolo en todos los nombres “teofóricos” y la Hei ה convinieron en hacerla desaparecer de tales nombres, y vocalizarla muda en los demás casos; Esto fué a causa que Nuestro Adón Yahshua ha Mashíaj, después de casi cuatro siglos que el pueblo Yehudí practicó unilateralmente la inefabilidad del Nombre, Él con autoridad celestial enseñó, como parte integrante de las besarot (Buenas Nuevas) que siempre y con libertad debe invocarse el Nombre de Yahweh y el suyo, Yahshua. En otras palabras, no es optativo si el creyente elige hacerlo o no, la enseñanza de los Nombres Kadoshim nos prueban nuestra emunáh obediente; es doctrina hacerlo y es pausible de juicio condenatorio resistirse a hacerlo, puesto que al leerse originalmente los pasukim de Hechos 2:21 y Romanos 13:13 “...Todo aquel que invocare el Nombre de Yahweh, será salvo” y además por los pasukim de Hechos 4:10 y12: “...En el Nombre de Yahshua haMashíaj... y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro Nombre debajo de los Shamayim, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” He aquí, tres testigos: Kefá (Pedro), Hillel (Lucas) y Shaúl (Pablo). De esta manera, la primero kehilá de meshijím, se vió sometida a dos maniobras, en las que ambos bandos antagónicos: Yehudím y Romanos prohelenistas, se daban la mano en común consenso: adversos al Verdadero Mashíaj Yahshua y a la enseñanza de los Nombres Kadoshim; los unos desfigurando las propias Escrituras Hebreas y "mejorando" su descabellada "doctrina de la inefabilidad", y los otros tomando cual pioneros su siguiente turno, después de la antecesora y precursora "culturización" iniciada por los Ptolomeos y los Antíocos; universalizando así el vocabulario inmundo y el culto idolátrico. De modo que el verdadero y limpio Nombre de Yahshua, los Yehudím lo desfiguran por Yeshua, y también Ieshu; a su vez los griegos predecesores a los apologistas, lo prosiguen deformando como “Ie-sú-a”, puesto que en el griego la letra “Y” es la vocal “u”, por ello se llama úpsilon, e “I” es la propia vocal “i”, por ello se llama ióta; y como nunca se puede fonetizar el sonido de la Shin ש, todas las veces fue hecho equivalente a la Sigma Σ,σ,ς cuyo sonido es el de la “s”. Ya para el 125 DM., con el surgimiento de los apologistas, prorrogando la pertinaz regla satánica, exhalada desde lo más profundo del tenebroso averno con su “espíritu santo”, proceden ellos a remover de «Iesúa», la letra “a” final, donde encuentran la más baja y despreciable ocasión de sustituirla por una “s”. La composición así obtenida, cuya grafía es “Ιεσους”; la dicción Iesús, quedó permanente y sin más fluctuaciones en los siglos venideros. De tal manera, que la dicción Iesús no tiene otro papel linguo-audio-mental más que solamente recalcar que el hebraico helenizado Iesúa se convierte en un engendro más de Zeús, ya que obligada y necesaria e irremediablemente necesita el sufijo teofórico “ús” que le concede su pater para poder completar su “nombre”.
El título “Cristo” (exactamente con esa palabra) es el
grado máximo de la Iniciación Oculta, es la cristalización del proceso iniciático, desde aprendiz hasta Divino Maestro, desde hombre verdadero hasta dios verdadero. Sólo el masón grado 33, de los tres grandes ritos masónicos y al mismo tiempo rosacruz grado 33 se logra titular de “Cristo”; pregúntese en este momento: 1. ¿Qué arte y parte tuvo Yahshua ha Mashíaj con las diabólicas Sociedades Secretas de su tiempo, para que la humanidad lo llame por el título máximo de tales sociedades antiquísimas? 2. ¿Acaso Yahshua ha Mashíaj llegó a ser masón grado 33 y rosacruz grado 33? 3. ¿Acaso necesitó Él iniciarse en las mágicas ciencias del ocultismo, de los 13 a los 30 años, como pretenden insostenidamente estas sociedades esotéricas? 4. ¿Será cierto que hasta la edad de 33 años finalizó su cristalización iniciática al resucitar? Todo eso es una farsa, una mentira! Han hecho desastres con las sucias traducciones, y como dijimos al principio, se les olvidó que los nombre no se traducen, y mucho menos cuando se están enfrentando a un texto hebreo. El falso nombre “Jehova”, y cualquiera que sean sus variaciones: “Jehová”, “Jehováh”, es la forma consagrada por las Sociedades Bíblicas Unidas desde 1862 y a partir de allí por todas las demás Sociedades Bíblicas protestantes, que a estas alturas, habiendo repartido y vendido millones de ejemplares de sus Biblias, hay un “algo” que les impide reparar el daño ya hecho. La base de este “nombre” es la torcida deducción obtenida por Pietro di Galatino, llamado impropiamente Pedro Galatino, un italiano franciscano que llegó a ser el Confesor del Papa Leo X; cuando en el 1518 lo publicó en su obra “De Arcanis Catholicæ Veratitas (Sobre Secretos de la Verdad Universal)”. Torcida deducción, porque llevándose descuidamente, al pie de la letra, sin seguir las oscuras indicaciones discurridas por la blasfémica disposición masorética sobre el Shem Hameforash mal traducido como el Tetragramatón. (Y ésto lo podemos encontrar profetizado en Isaías 52:5) interpretó que el Nombre inefable era: YeHoVaH; en otras palabras, tomó literalmente tal como halló el tetragramatón en el Texto Masorético: י ְהֹו ָה , sin distinguir entre Ketív (así está escrito pero no lea así) y Qére (léase tal como está escrito). Galatino, latinizó la י por I, no colocó tildes y eliminó la ה final; su resultado: Iehova (que posiblemente lo habrán pronunciado Iéoua). Para el 1862 ya lucía así: Jehová. Pero, ¿De donde vino la J? En español antiguo, la “I,i” se escribía alargada y cursiva, algunas veces adornada con cedilla (¸) al inferior: ¸I, de allí vino su forma “J,j”; del mismo modo, la S se escribía alargada y cursiva y que hoy sirve en las matemáticas para representar la función Integral: ∫, que parecía efe cursiva: f, sin la línea horizontal atravesada. Cuando en sus trabajos preparativos antes del 1862, las Sociedades Bíblicas Unidas, y después de ellas todas las demás, decidieron obedecer ciegamente (como fieles obedientes a los mandamientos de hombre) a los dictados de la Real Academia de la Lengua Española y “actualizar” y “modernizar” sin “ninguna alteración, con toda fidelidad” (¿Á saber en qué?) el texto de la Biblia del Oso de Casiodoro de Reina del 1569 y revisada por Cipriano de Valera en 1602, trascendió en 1862, en que colocaron la J antigua, cuyo sonido original fué I,i como lo continúan tienendo muchas lenguas romances modernas y hasta las anglosajonas lo tienen, con sonido español hoy moderno, idéntico a la “H,h” de “home” en Inglés; resultado: Iehova pasó a ser Jehová; del mismo modo.Algunos antescedentes: 1303 DM. (Después de Mashíaj) Porcheto de Salvaticis, monje igualmente italiano, en su obra “Victoria Porcheti Adversus Impíos Hebræos (Victoria de Porcheto Contra los Impíos Hebreos)”, en consecutivas y revisadas ediciones expuso: IOHOUAH, IOHOUA, IHOUAH; los cuales conforme al Latín clásico, propio de aquellas sazones, se escribían así: IOHOVAH, IOHOVA, IHOVAH... 1278 DM. Ramón Martí, fraile español, en su obra “Pugio Fidei (Defensa de la Fe)”, expuso que el nombre de “Dios” lo encontró así: YOHOUA, es decir, en Latín clásico: YOHOVA...Su Nombre es Yahweh, y no como lo han distorcionado, dejando otro sabor católico antisemita, ni mucho menos como hoy en día lo están propagando como YAHUWUAH, todo eso es falso. Yahshua significa Yahweh Salva, no hay otro Nombre!!.