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EL PERIPLO DEL HÉROE

Sabemos que el héroe realiza acciones heroicas o hazañas, es decir, acciones que ponen en
riesgo su propia vida en pos del bien de la comunidad. Las diversas aventuras que realiza el
héroe merecen ser contadas por la grandeza de sus acciones nobles.

La épica gira en torno a las acciones que realiza el héroe y destaca los rasgos que lo
distinguen. Este debe superar una serie de obstáculos, a los cuales les hace frente con las
virtudes que lo distinguen en la búsqueda del bien común. Podemos afirmar entonces que
este personaje realiza un recorrido, un camino que consiste en una suma de pruebas que
debe superar. El camino del héroe suele ser un viaje. Este viaje no solo significa ir de un
lugar a otro, sino también representa un viaje interior en el cual el héroe cambia.

Joseph Campbell, en su libro El héroe de las mil caras, analiza las tres etapas fundamentales
de la aventura del héroe.

1. el llamado. El llamado a la aventura es el llamado del destino que llevará al héroe a un


lugar, generalmente, extraño, maravilloso, donde hay seres y objetos inimaginables. Parte a
la aventura, hacia tierras desconocidas y peligrosas, deja la seguridad de su hogar para
cumplir la misión que le fue encomendada. Partir implica una preparación.
El llamado es el punto de partida del recorrido del héroe. Siempre hay un motivo para
partir. La decisión tiene que ver con motivos internos personales o externos por la orden de
alguien superior, por obligación o para defender la vida. Podemos decir que el héroe suele
sufrir el destierro.

2. las pruebas: El viaje no es sencillo, no es corto, no es simple y está plagado de peligros


que el héroe debe sortear si quiere llegar a la meta. Estos peligros ponen en riesgo su
integridad física y moral, no es solo la fuerza material la que le permite al héroe triunfar, sino
también su astucia., su inteligencia, su espíritu inquebrantable. El hecho de alejarse de la
patria implica entrar en terrenos desconocidos, y esto ya es una prueba a enfrentar, más los
que se suman a medida que avanza el viaje. Cada peligro superado lo alcanza a la meta que
desea alcanzar
3. el regreso. Cumplida su misión, retorna a su comunidad que se engrandecerá con su
presencia. El héroe que ha llevado a cabo con éxito su misión es radicalmente distinto del que
era cuando comenzó su aventura, cuando fue llamado a cumplirla. Se fortaleció gracias a los
peligros sorteados, cumplió con su destino y conoció momentos de desolación, negrura y
desaliento. Como ha superado los riesgos con su propia fortaleza, el personaje puede conocer
y distinguir las diferencias entre la luz y la oscuridad, entre la miseria y la abundancia, entre
el vicio y la virtud, entre la esclavitud y la libertad. Sabe secretos que ignoran quienes no
transitaron el mismo camino, y la gloria alcanzada no será solo suya, sino que teñirá también
a toda su descendencia. La decisión de partir y el largo del camino las pruebas cambian al
personaje, se produce necesariamente una transformación en él, externa e interna, la
experiencia de la aventura genera un crecimiento interior.

Los siguientes enunciados se refieren al periplo del héroe, tal como lo enuncia Campbell:

● el motivo de la partida es externo al héroe, proviene por una causa ajena al personaje,
ya que recibe el “llamado a la aventura”
● el héroe desea emprender el camino de iniciación
● todos los personajes que rodean al héroe ayudan o participan en su partida para que
realice el crecimiento de caballero
● El héroe es valiente, joven, noble y de elevado linaje, pertenece al sector más
encumbrado de la sociedad.
● El personaje en su periplo encuentra valientes y salvajes contrincantes con los cuales
luchar
● la sociedad a la que pertenece se enorgullece, se engrandece con su llegada

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