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¿LA PLANTACIÓN DEBE SER UNA PRIORIDAD PARA LAS IGLESIAS LOCALES?

Por Rolando
Zapata – IPCh Las Lomas – Concepción

Cuando consideramos este tema casis siempre tenemos en mente a iglesias grandes, con
muchos recursos y miembros, que son capaces de solventar sus necesidades y más encima
proyectos nuevos.

Si es así, ¿Cómo podríamos hablar de plantación en nuestro contexto chileno, dentro de la


IPCH? Casi todos los proyectos desarrollados hasta entonces no son fruto de una sola
iglesia, sino el trabajo de toda la denominación sea a nivel local o mismo nacional.

Con ese puro testimonio, podríamos tener argumentos para pensar en el papel de las
iglesias locales en la plantación. Sin embargo, en la Escritura tenemos elementos
suficientes para considerar este tema en el diario vivir de nuestras comunidades. Todos
podemos y debemos poner en nuestra agenda, la plantación de iglesias.

Veamos algunas razones para ello:

1 - PORQUE ES NATURAL AL CUERPO DE CRISTO MULTIPLICARSE

Todo organismo vivo pasa por etapas de desarrollo. La iglesia es un organismo vivo y por
esa misma razón, vive esos mismos procesos. Iglesias nacen, crecen, se multiplican y
eventualmente mueren.

Uno de los primeros resúmenes respecto al crecimiento y multiplicación de iglesias, lo


vemos aun en el libro de los Hechos:


Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente
en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe”. Hechos 6.7

En la iglesia apostólica, aun en medio a dificultades interiores, como era el tema de la


distribucion de ayuda a las viudas de los griegos, la dinámica de aquella comunidad era el
crecimiento.

En otro pasaje, Hechos 12.24 se dice “Pero la palabra del Señor crecía y se multiplicaba”.
Este capítulo narra persecución, con la muerte de Jacobo, el arresto de Pedro y su
maravilloso livramiento. Una vez más Lucas nos trae la dinamica de crecimiento que había
entre ellos. La iglesia debe crecer.

Por tanto, es parte del desarrollo natural de la iglesia, el crecimiento y como fruto de éste,
la multiplicación. Si no tenemos considerado esto en nuestra planificación es un punto
que debemos reconsiderar.
Así como la predicación nunca debe ser pensada solamente para lo que están adentro de
la iglesia, bien como sus actividades, programaciones, etc., el crecimiento y expansión de
las fronteras locales siempre debe ser considerado.

Si no planeamos crecimiento, de manera clara, nuestro enfoque estará solamente en la


mantención, lo que es muy peligroso porque casi siempre lleva a estagnación, sino a
decrecimiento.

2 - PORQUE NOS MANTIENE EN EL FOCO DE LA MISION

Tenemos muy presente la misión que nos fue entregada por Jesús, en Mateo 28.19-20:

“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he
mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”

Sabemos que la propuesta de Jesús es que esta mision no sea un evento, sino un estilo de
vida. Mientras nos desarrollamos en los roles y lugares que el Señor nos ha puesto, vamos
enseñando, comunicando el evangelio, haciendo discípulos.

Esto significa que este proceso, ya que es dinámico, nunca se vuelve estátitco o trae
estagnación – la iglesia sigue vive y desarrollándose siempre. Por eso es importante que
las iglesias se ocupen en cumplir la misión. No hay iglesias que no deban seguir los
principios bíblicos para su crecimiento y desarrollo.

Si entendemos que el crecimiento y expansion del evangelio es parte vital de todo el


esfuerzo de una iglesia, entoces siempre estará presente la evangelizacion y consecuente
expansión.

Y uno de los proyectos que mejor contemplan ese desafío y estilo de vida de una
comunidad es la plantación de iglesia. Lo vuelve intencionado, proyectado y decidido.
Plantar iglesias nos proporciona que las comunidades siempre esten enfocadas en lo
primordial dentro de sus acciones.

Plantar iglesias no distraen esfuerzos para otras situaciones o proyectos que no deben y
no estan en el centro de la misión. Si no tenemos objetivos claros, cualquier lugar que
vayamos es un buen lugar, pero no siempre ese lugar es el que el Señor quiere que
vayamos.

Tenemos claro hacia donde el Señor nos pone en relación a esparcir y entregar el
evangelio. Eso esta intimamente ligado a plantar iglesias.
3 - PORQUE NOS AYUDA A REVITALIZAR LA IGLESIA

Muchos expertos han dicho que la mejor manera de revitalizar una iglesia es
involucrándose en plantación.

Eso porque la revitalización se hace necesaria cuando el proceso de crecimiento, madurez


y progreso ya no están tan presentes en una iglesia.

Las iglesias tienen la tendencia a volverse hacia si mismas. En ese sentido, vemos el
episodio en el monte de la transfiguración. En esa ocasión Jesús estaba con Pedro, Juan y
Jacobo. Ellos estaban tan impresionados con lo que veían, que Pedro les dice:

“Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres,
hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías.” Mateo
17.4

Pero, a unos pocos metros de ahí, en la base del monte, los discípulos trababan una gran
lucha contra los demonios que poseían a un niño. Eso lo sabemos cuando ellos ya
descienden y se encuentran con el panorama complejo e intimidante:

“Señor,ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece muchísimo; porque muchas


veces cae en el fuego, y muchas en el agua. Y lo he traído a tus discípulos, pero no le han
podido sanar”. Mateo 17.15,16

Frecuentemente estamos tan maravillados con la doctrina, estudios, musicas, que no


consideramos la tremenda necesidad que hay en nuestro alrededor.

La consecuencia de ese proceso es que “engordamos” y nos enfermamos. Sin darnos


cuenta, nos volvemos el centro de toda nuestra espiritualidad, y perdemos el enfoque de
la misión que recibimos de Jesús.

Invariablemente, iglesias que no se involucran con expansión, mision, plantación se


vuelven tradicionalistas, rígidas, poco tolerantes y llenas de problemas internos.

La plantación nos obliga a mirar hacia afuera y, por lo tanto, a enfocarnos con lo que es
nuestro rol y responsabilidad.

Además, otro factor es que la evangelización, crecimiento y plantación traen “nuevos


aires” a la iglesia, porque nos hace trabajar unidos en un mismo propósito. Ver la mano
del Señor actuando en vidas, convirtiéndolas y dándoles amor por el evangelio y por el
Señor es alentador y produce renuevo en la iglesia que está involucrada, alcanzando las
demás congregaciones en este esfuero por algo que que están “viendo” ocurrir.
4 - ¿CÓMO PODEMOS HACERLO?

Hay distintas posibilidades para involucrarse en el proceso de plantación. Y estas


pequeñas ideas muestran que todas las iglesias pueden empreender y proyectarse en la
plantación de nuevas iglesias.

1 – Oracion – podemos poner esto como un primer gran objetivo. Muchas personas han
sido alcanzadas a través de la oración. Aun en este tiempo de pandemia, hay
oportunidades de acercarse a las personas, ya que hay varios que andan temerosos, con
familiares enfermos y otros que, lamentablemente, han perdido entes queridos.
Preocuparse por esas personas es iniciar un trabajo que puede transformarse en una
estrategia de plantación.

2 - Hacer un proyecto en conjunto. Inevitablemente, toda plantación exige recursos. Y


éstos no siempre están disponibles con tanta facilidad. Pero recordemos el principio bíblico:
“También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará

uno solo? Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces
no se rompe pronto”. Eclesiastés 4.11-12. ¿Qué signifca eso? Que puede que no tengamos
posibilidad de hacerlo solos, pero podemos unirnos con otras iglesias, con el presbiterio,
en proyectos de plantación que bendigan nuestra región o mismo fuera de ella.

3 – Ser sensible a lo que el Señor está haciendo en nuestro entorno. El Señor siempre
está trabajando. Su actuar es constante y dinámico. Muchas veces no nos damos cuenta
de lo que el Señor está haciendo en nuestra comunidad, por eso es importante
involucrarse, ver necesidades, ver como las personas se están movimentando, cuales son
sus anhelos. En cada una de esas necesidades puede haber una iglesia nueva siendo la
respuesta de Dios a esas personas, en ese sector.

4 – Ponga la plantación en la agenda de tu iglesia. Plantar es trabajar. Somos siervos del


Señor. No te satisfagas con la mantención del trabajo eclesial dentro de tu comunidad.
Siempre vea que el sector que aun no tiene una iglesia es la potencial plantación que el
Señor los llama a realizar. Si no dejamos este espacio dentro de las ocupaciones de
nuestra comunidad, nos perdemos la oportunidad de ser bendición en nuestra
generación.

Que el Señor nos ayude e impulse. Hay mucho por hacer y el Señor está ciertamente junto
a Su iglesia en este proyecto. Dios nos bendiga.

Pr Rolando Zapata

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