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SERIE CRECIMIENTO ECLESIAL

Plantación de
iglesias: ¿Nuestra
tarea olvidada?
Daniel Sánchez
REVISTA LA FUENTE
© Todos los derechos reservados

Tte. Basilio Malutín 740 casi Dr. Eusebio Lillo


Asunción, Paraguay
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El propósito de la revista La Fuente es inspirar,


equipar y fortalecer al obrero, líder y pastor
evangélico para potenciar el desarrollo y el
crecimiento de la Iglesia, el cuerpo de Cristo.

La revista La Fuente se publica bajo la personería


jurídica de la Asociación La Fuente, con número
de RUC 80111267-2, inscripta en los Registros
Públicos a inicios del año 2020.

Esta serie de artículos fue escrita por el Dr. Daniel Sánchez (Red de
Multiplicación) y publicada en la sección Crecimiento Eclesial de la revista
LA FUENTE, en las ediciones 212 a 214 (octubre a diciembre de 2023).

Daniel Sánchez
✉ jfagundez@reddemultiplicacion.com

Daniel R. Sánchez es profesor de Misiones en el Semina-


rio Teológico Bautista Southwestern, con una sólida tra-
yectoria en el ámbito eclesial y académico. Además de su
rol docente, es director del Instituto Scarborough para el
Crecimiento de la Iglesia y decano adjunto de la Escuela
de Evangelismo y Misiones Roy Fish. Es también presi-
dente y director ejecutivo de Church Starting Network.
Sánchez cuenta con una extensa formación académica,
que incluye títulos en el Seminario Teológico Fuller y el
Centro para Estudios de Misión de Oxford, en Inglaterra.
Su experiencia ministerial abarca desde el establecimien-
to de iglesias hasta roles de liderazgo en misiones y ense-
ñanza en más de cincuenta países en todo el mundo, así
como numerosas publicaciones y contribuciones acadé-
micas. Sánchez 2 y su esposa Carmen son padres de tres
hijos.
¿De qué se trata la
plantación de iglesias?
UNA PERSPECTIVA DESDE LA GRAN COMISIÓN

D
esde la Red de Multiplicación Internacional pone-
mos a disposición de los lectores esta serie de ar-
tículos relacionados al crecimiento de la iglesia, y
además las herramientas con las que hemos podido acom-
pañar a más de 30.000 plantadores que han establecido
más de 60.000 grupos de plantación en América Latina
desde el año 2010.

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Esta serie la hemos extraído del libro La siembra de
iglesias saludables, y junto con sus autores compartimos el
primer tema: ¿Qué es la plantación de iglesias?

Hoy se están plantando en el mundo más iglesias que


en cualquier otra época en la historia del cristianismo. En
su libro Movimientos de plantación de iglesias, el Dr. David
Garrison comparte estadísticas sorprendentes sobre la ex-
pansión del evangelio y el éxito de la plantación de iglesias
en países tales como China, India e incluso en áreas musul-
manas.1 Desde entonces se han plantado más iglesias. Y
damos gracias a Dios por lo que está ocurriendo, pero
también somos conscientes de que la población mundial
está creciendo rápidamente y hay muchos grupos en el
mundo que no han escuchado el evangelio. Incluso en
países donde se ha predicado durante años, hay comuni-
dades que no tienen iglesias evangélicas.

A pesar de estos hechos algunas personas no están


convencidas de la necesidad de plantar iglesias. Una de las
razones para la falta de entusiasmo tal vez se deba a que
muchos, incluso líderes, no tienen un concepto claro so-
bre lo que es la iglesia y cuál es su misión en el mundo. Para
abordar este problema comenzaremos definiendo qué es
la plantación de iglesias. Después enfocaremos nuestra
atención en las razones por las cuales debemos plantar
iglesias.

DESCRIPCIÓN DE LA IGLESIA
El significado de la frase «plantación de iglesias» parece
tan claro que no haría falta una definición. Plantar iglesias

4
es simplemente establecer nuevas congregaciones de cre-
yentes en Cristo. La mayoría de las personas no tiene nin-
guna dificultad en comprender este concepto. Lo que se
necesita es una explicación del tipo de iglesia que se va a
plantar y cómo va a ser establecida.

Al hablar sobre el tipo de iglesia se hace necesario de-


finir la palabra iglesia. Una de las razones por las que algu-
nas personas no comprenden la expresión «plantación de
iglesias» es porque no comprenden el concepto bíblico de
iglesia. Para muchos se refiere a un edificio. Cuando dicen:
«Vamos a la iglesia», están hablando del templo en el que
se reúnen. Si se menciona la plantación de iglesias, pien-
san: «No tenemos dinero para construir más edificios, aún
estamos tratando de pagar el que tenemos ahora».

Es necesario ver lo que dice la Biblia sobre la iglesia. No


da una definición clara y concisa, en lugar de eso, en-
contramos una serie de metáforas y algunos modelos de
los cuales podemos identificar principios importantes
para la vida y el ministerio de una iglesia cristiana. En el
Nuevo Testamento, la iglesia es presentada como cuerpo
de Cristo (1 Cor. 10:16-17; Ef. 1:22-23), congregación de los
santos (1 Cor. 1:9), pueblo de Dios (1 Ped. 2:9; Rom. 9:25),
sacerdotes de Dios (1 Ped. 2:9) y organismo vivo (1 Cor.
12:12-31), entre otras metáforas.

El Nuevo Testamento también aporta ejemplos o mo-


delos de iglesias. Al estudiar la naturaleza y las actividades
de la iglesia en Jerusalén aprendemos mucho sobre las
funciones de una iglesia cristiana. De Hechos 2:40-47 po-

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demos concluir que una iglesia es un grupo de creyentes
que han respondido al mensaje del evangelio (v. 41), han
sido bautizados (v. 41), permanecen firmes en la doctrina
de los apóstoles (v. 42), comparten con otros (v. 42), oran
(v. 42), celebran la Cena del Señor (v. 42), preservan la
unidad (v. 44), ministran a los necesitados (v. 45), se reú-
nen para alabar a Dios (v. 47) y comparten el mensaje de
salvación (v. 47). Es
importante notar que
este grupo de perso-
nas que se convirtió
Una de las razones
después de escuchar por las que algunas
el mensaje predicado
por Pedro fue llama- personas no com-
do iglesia desde el
principio, aun cuando
prenden la expre-
no tenían su propio sión «plantación de
edificio. Se reunieron
en el Templo de Jeru-
iglesias» es porque
salén mientras se les no comprenden el
permitió y en las casas
(v. 47; también Rom. concepto bíblico de
16:5), en salones (Hch.
20:8) y en escuelas iglesia.
(Hch. 19:9).

La iglesia en Antioquía estaba formada por un grupo de


cristianos refugiados que habían huido de la persecución
en Jerusalén (Hch. 11:19-26). Esta iglesia debe ser admira-
da porque no solo alcanzaron a su propio grupo cultural,
los judíos (v. 19) sino que extendieron su ministerio para

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alcanzar a otro, los griegos (v. 20); enviaron misioneros
para alcanzar el mundo (Hch. 13:1-3); ayudaron a sus igle-
sias hermanas (Hch. 11:27-30) y cooperaron con ellas
(Hch. 15). El modelo de la iglesia de Antioquía presenta un
desafío a las iglesias de hoy. Esta iglesia comprendió el
profundo deseo de Jesús de alcanzar a todos los grupos
culturales y subculturales con el evangelio. Primero, hicie-
ron todo lo posible por alcanzar a su propio grupo, alcan-
zaron a los griegos que vivían en su ciudad y luego envia-
ron misioneros a proclamar el mensaje de salvación en el
mundo conocido de ese tiempo. En Antioquía encontra-
mos el modelo de una iglesia que se esforzó por cumplir
la Gran Comisión.

IGLESIAS PLANTAN IGLESIAS


De la iglesia de Jerusalén podemos aprender las funciones
esenciales de una iglesia neotestamentaria. De la de
Antioquía podemos aprender lo que se necesita para
cumplir la Gran Comisión. De ambas iglesias y de las me-
táforas ya mencionadas podemos concluir que una iglesia
es una congregación de creyentes en Cristo que proclama
y vive el evangelio, discipula creyentes, sigue las enseñan-
zas de la Biblia, comparte con sus hermanos y hermanas,
ministra a otros, ora, adora, preserva la unidad y se esfuer-
za por cumplir la Gran Comisión. A la luz de esta descrip-
ción podemos concluir que una iglesia puede ser un gru-
po grande o pequeño de creyentes, con o sin edificio, con
líderes que tienen una educación formal o que no la tie-
nen, con estructuras de organización muy elaboradas o
sencillas. En otras palabras, hay muchos tipos de iglesias y
no debemos permitir que requisitos que no se mencionan

7
en la Biblia estorben en el proceso de comenzar miles de
iglesias entre las multitudes que no conocen a Cristo. Por
ende, la plantación de iglesias se puede definir como el
esfuerzo de reunir a las personas que han creído en Cristo
para que sean y funcionen como el cuerpo de Cristo en su
comunidad y puedan cumplir la Gran Comisión.

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4 razones bíblicas para
plantar más iglesias
BASES BÍBLICAS PARA CREAR NUEVAS
COMUNIDADES DE FE

A
pesar del éxito actual en la plantación de iglesias
en diversas regiones, la población mundial está
creciendo rápidamente y aún existen comunidades
que no han escuchado el evangelio. En el artículo anterior
buscamos definir la plantación de iglesias, destacando
que una iglesia es, primordialmente, un grupo de creyentes
que proclaman y viven el evangelio, discipulan creyentes

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y siguen las enseñanzas de la Biblia. Ejemplos de iglesias
en el Nuevo Testamento, como la de Jerusalén y la de
Antioquía, ilustran las funciones esenciales de una iglesia
neotestamentaria y su papel en la Gran Comisión.

Hemos definido la plantación de iglesias como el es-


fuerzo de reunir a personas que han creído en Cristo para
que funcionen como el cuerpo de Cristo en su comunidad
y cumplan la Gran Comisión. Ahora bien, ¿por qué plantar
nuevas iglesias? ¿Qué razones tenemos?

Hay muchas razones por las cuales debemos plantar


iglesias, algunas bíblicas y otras prácticas o estratégicas.
Las razones bíblicas se basan en los propósitos del reino de
Dios, en la Gran Comisión de nuestro Señor Jesucristo y en
sus enseñanzas sobre el pueblo de Dios. Las razones prác-
ticas son en realidad una extensión de las bíblicas porque
son fundamentalmente una aplicación de principios bíbli-
cos. Así que, primero, enfocaremos nuestra atención en las
razones bíblicas para plantar iglesias.

1. LAS IGLESIAS NUEVAS SON MÁS


EFECTIVAS PARA HACER DISCÍPULOS
Una de las razones primordiales para comenzar nuevas
iglesias es que esta es la mejor manera de cumplir la Gran
Comisión. Jesús dijo: «Toda potestad me es dada en el
cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas
las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas
las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con voso-
tros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén» (Mt.

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28:18-20 RV60).

En el texto griego
este pasaje tiene tres
gerundios: yendo, en- Al establecer nuevas
señando y bautizan-
do. Estas son acciones. congregaciones, los
El verbo mathetusate, grupos que alguna
traducido como «ha-
ced discípulos», es el vez fueron excluidos
imperativo de esta co-
misión. Jesús nos or-
o ignorados pueden
denó hacer discípulos ser alcanzados con
de todas las naciones.
Es importante ir a el evangelio de
donde está la gente,
enseñarles la Palabra
Jesucristo.
de Dios y bautizarlos.
Pero la meta final es que se conviertan en discípulos dedi-
cados a Jesucristo. La forma más efectiva de cumplir este
mandato es ganar personas para Cristo y reunirlas en igle-
sias donde puedan crecer espiritualmente y obedecer
todo lo que Él mandó. Debemos plantar iglesias porque es
la forma más efectiva de cumplir la Gran Comisión.

2. LAS IGLESIAS NUEVAS CONTRIBUYEN


A TESTIFICAR SOBRE EL REINO DE DIOS
Una segunda razón es que la plantación de iglesias contri-
buye a la extensión de la misión de proclamar el reino de
Dios. Jesús dijo: «El tiempo se ha cumplido, y el reino de
Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio»

11
(Mr. 1:15). Él proclamó el reino con sus palabras y accio-
nes. Aunque la encarnación de Jesús cumplió las profecías
del Antiguo Testamento, y en este sentido el reino ha veni-
do, la consumación aún no ha ocurrido. Durante esta era
los creyentes viven el reino de Dios (el dominio de Dios en
sus vidas) en sumisión al señorío de Cristo.

¿Cómo se relaciona el reino con el establecimiento de


nuevas iglesias? Estas son creadas por el dominio dinámi-
co de Dios, el cual tomó forma con la venida de Jesús. Las
nuevas congregaciones participan en la misión de Dios
(missio Dei) cuando anuncian con palabras y hechos su
soberanía sobre toda la creación; tienen la oportunidad
de demostrar el reino viviendo como una cultura genuina
que cuestiona los valores y el estilo de vida de la sociedad
que las rodea. Se necesitan iglesias en muchas comunida-
des, iglesias que practiquen las enseñanzas del reino y lo
anuncien a otros. Las nuevas congregaciones contribuyen
a testificar sobre el dominio de Dios en la tierra.

3. LAS IGLESIAS NUEVAS CONTRIBUYEN


A LA EXPANSIÓN DEL PUEBLO DE DIOS
Una tercera razón es que contribuyen a la expansión del
pueblo de Dios. Cuando se comienzan nuevas congrega-
ciones hay oportunidad de incluir personas y grupos que
no se han identificado previamente con el evangelio de
Jesucristo. Cuando Pablo menciona que el evangelio es
tanto para judíos como griegos (Rom. 1:16), está declaran-
do que el evangelio es universal. Estas congregaciones tie-
nen la oportunidad de incluir a personas que han sido
excluidas en el pasado, ya sea intencionalmente o por

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descuido.

Cuando se comienzan congregaciones con nuevos gru-


pos culturales y lingüísticos hay oportunidad de cruzar
barreras geográficas y culturales, tal como se menciona en
la Gran Comisión: «… Pero recibiréis poder, cuando haya
venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testi-
gos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo
último de la tierra» (Hch. 1:8 RV60). Al establecer nuevas
congregaciones, los grupos que alguna vez fueron exclui-
dos o ignorados pueden ser alcanzados con el evangelio
de Jesucristo.

4. LAS IGLESIAS NUEVAS PROCLAMAN


UN MENSAJE RELEVANTE
Una cuarta razón por la cual debemos plantar iglesias es
porque proclaman un mensaje relevante a la cultura que
las rodea. La estrategia misionera del apóstol Pablo tuvo
en cuenta la gran diversidad cultural, lingüística, filosófica
y religiosa de los grupos que quería alcanzar con el evan-
gelio. En la sinagoga de Antioquía, por ejemplo, le habló a
su audiencia judía sobre los patriarcas, los profetas y las
profecías, y presentó a Cristo como el cumplimiento de
esas profecías (Hch. 13). Por otro lado, en Atenas, no men-
cionó a los patriarcas judíos sino que habló sobre Dios
como creador de toda la humanidad. Allí utilizó el ejem-
plo del «dios no conocido» de los atenienses para hablar-
les sobre el verdadero Dios (Hch. 17).

Primera de Corintios 9:22 dice: «… A todos me he he-


cho de todo, para que de todos modos salve a algunos»

13
(RV60). A esta estrategia misionera de Pablo se le puede
llamar contextualización del evangelio. Debido a la gran
diversidad de idiomas, culturas, estilos de vida y niveles
socioeconómicos no es sorprendente que distintas perso-
nas prefieran estilos muy diferentes de adoración, comu-
nicación, liderazgo y predicación. Cuando la plantación
de iglesias toma en cuenta la estrategia de contextualiza-
ción del apóstol Pablo, hay mayor respuesta al evangelio y
se ganan muchas personas para Cristo.

CONCLUSIÓN
La plantación de iglesias es esencial para hacer discípulos,
testificar sobre el reino de Dios y llevar el mensaje del
evangelio a diversas culturas y grupos. A través de la plan-
tación de iglesias, se establecen comunidades vibrantes
que reflejan la relevancia del mensaje cristiano en el mun-
do actual. La Gran Comisión nos llama a ir y hacer discípu-
los de todas las naciones, y la plantación de iglesias es una
estrategia efectiva para cumplir este mandato. Con fe y
dedicación, podemos seguir expandiendo el reino de Dios
y transformando vidas, al llevar la luz del evangelio a nue-
vas comunidades y personas en todo el mundo.

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9 razones prácticas para
plantar nuevas iglesias
MOTIVOS TANGIBLES PARA ESTABLECER
MÁS CONGREGACIONES

A
demás de las razones bíblicas también hay razones
prácticas para plantar iglesias. Estas concuerdan
con los principios bíblicos relacionados con el cum-
plimiento de la Gran Comisión. Ya que tenemos el mandato
de predicar el evangelio a toda criatura y hacer discípulos
de todos los grupos culturales, debemos buscar los medios
más prácticos para cumplir este mandato.

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1. LA POBLACIÓN ESTÁ CRECIENDO RÁPIDAMENTE
Una razón práctica para plantar iglesias, aun si ya existen
muchas en un área, es que la población continúa aumen-
tando rápidamente. Hay comunidades en las que la pobla-
ción se ha duplicado y aun triplicado pero la cantidad de
iglesias no ha crecido. Esto significa que si no comenzamos
nuevas congregaciones tendremos menos iglesias en pro-
porción con la población que las que teníamos en el pasa-
do. Con el correr del tiempo el testimonio en nuestras
comunidades será más débil en lugar de ser más fuerte.

2. LAS IGLESIAS NUEVAS GANAN MÁS PERSONAS


Una segunda razón por la cual debemos plantar iglesias es
que, por lo general, traen más personas a Cristo y bautizan
más que las iglesias establecidas hace muchos años. Los
estudios realizados por varias denominaciones indican
que un gran porcentaje de sus conversiones y bautismos
se deben a los esfuerzos de nuevas iglesias. El profesor C.
Peter Wagner, un experto en iglecrecimiento, confirma
estos resultados cuando señala que, sin excepción, las de-
nominaciones que están creciendo son las que enfatizan
la plantación de iglesias.1

3. LAS IGLESIAS ESTABLECIDAS


TIENDEN A ESTANCARSE
Una tercera razón para plantar iglesias es que las iglesias
establecidas tienden a estancarse cuando llegan aproxi-
madamente a los diez años. Esto se debe en parte al hecho
de que con el tiempo comienzan a prestarle más atención
a las actividades dentro del edificio, a satisfacer las necesi-
dades de los miembros antes que a la tarea de ganar a los

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perdidos para Cristo.
Los pastores dedican más tiempo a preparar sermones
y a visitar a los miembros de la iglesia que a la tarea de
capacitar y guiar a los miembros en esfuerzos evangelísti-
cos en la comunidad. Los líderes de la iglesia y sus ministe-
rios (Escuela Dominical, alabanza, ministerios de mujeres
y varones) se dedican tanto a sus actividades que no tie-
nen tiempo para visitar a las personas que no pertenecen
a la iglesia. Como resultado, la iglesia se vuelve introspec-
tiva y deja de crecer. Por el contrario, los líderes y los
miembros de las nuevas congregaciones tienen mucho
fervor por ganar a los perdidos para Cristo e involucrarlos
en la vida de la iglesia.

4. LAS IGLESIAS NUEVAS PUEDEN


INCENTIVAR A LAS YA ESTABLECIDAS
Una cuarta razón es que pueden incentivar a las iglesias ya
establecidas. Muchas iglesias que comenzaron congrega-
ciones nuevas han experimentado un avivamiento. Des-
pués de ver crecer a la iglesia hija, las iglesias establecidas
se han llenado de un nuevo entusiasmo y han ampliado su
visión para cumplir la Gran Comisión. Se han sentido guia-
das a evangelizar con más pasión y han recordado sus
prioridades con respecto al discipulado. Así como una
familia que tiene un nuevo bebé, una iglesia establecida
siente un nuevo entusiasmo al ver el inicio y el crecimiento
de una nueva congregación. Al escuchar los testimonios
de los nuevos creyentes, la iglesia establecida se llena de
gozo por ser parte de un esfuerzo que ha impactado la
vida de muchas personas.

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5. SE NECESITAN IGLESIAS CERCA
DE DONDE VIVEN LOS PERDIDOS
Una quinta razón es que es más fácil ganar personas si se
comienza una congregación cerca de donde viven. Hay
muchas comunidades, a veces poblaciones enteras, que
no tienen iglesias.

Cuanto más cerca


estén las iglesias de las
personas, más fácil
será alcanzarlas con el Es más fácil ganar
evangelio y discipular-
las. Dado que viajar
personas para Cristo
puede ser muy difícil y si se comienza una
caro en muchas ciu-
dades, nuestra meta congregación cerca
debiera ser comenzar de donde viven.
una iglesia en cada co-
munidad para que las
personas puedan lle-
gar a pie si es necesario.

6. LAS IGLESIAS NUEVAS SON MÁS FLEXIBLES


Una sexta razón para plantar iglesias es que son más flexi-
bles y se pueden adaptar con mayor rapidez a las necesi-
dades de la comunidad. Por lo general, las iglesias estable-
cidas se sienten muy satisfechas con el estilo de adoración,
la educación, el evangelismo y el liderazgo. Esto significa
que muchas veces no están dispuestas a cambiar a fin de
atraer a personas nuevas o hacer ajustes para alcanzar
nuevas generaciones.

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7. ES IMPOSIBLE QUE UNA IGLESIA
ALCANCE A TODOS
Una séptima razón para plantar iglesias es que es imposi-
ble que una iglesia alcance y conserve a todos los habitan-
tes de su ciudad. En la mayoría de las ciudades hay grupos
de personas de distintos niveles socioeconómicos, con
distintas preferencias con respecto al idioma, la música,
los estilos de adoración y las maneras de confraternizar
que se utilizan en la iglesia. Schaller afirma: «No hay con-
gregación que posea las habilidades y los recursos econó-
micos para atraer, alcanzar, servir y responder a las necesi-
dades de todos los residentes de una comunidad».2 Esto
significa que existe la necesidad de tener diferentes iglesias
para diversos gustos y estilos de la población citadina. Esto
no quiere decir que una iglesia rechaza personas que no
tienen los mismos gustos que ella, sino que las personas
tienen la tendencia a asistir al tipo de culto en el que se
sienten a gusto.

8. IGLESIAS NUEVAS DESARROLLAN


LÍDERES RÁPIDAMENTE
Otra razón para plantar iglesias es que desarrollan nuevos
líderes más rápido que las iglesias establecidas. Estas últi-
mas a menudo tienen pocos miembros en los puestos de
liderazgo. En muchos casos se requieren años para que las
personas puedan llegar a ser maestros de Escuela Domini-
cal, diáconos o para ocupar otros puestos de responsabili-
dad. No hay suficientes puestos para que los miembros
ejerciten sus dones. Ellos se acostumbran a esta situación
y no desarrollan sus dones espirituales o sus capacidades
de liderazgo. Cuando las personas tienen la oportunidad

19
de ayudar en el inicio de una nueva obra pueden desarro-
llar sus dones de líderes y aumenta la cantidad de líderes
responsables.

9. LA PROXIMIDAD GEOGRÁFICA
AYUDA AL DISCIPULADO
Una novena razón es que los miembros participan más en
las actividades de la iglesia si no viven lejos del lugar de
reunión. En otras palabras, el discipulado de los miembros
se ve afectado por la distancia. Por lo general, los que viven
muy lejos asisten a un solo culto durante la semana, el
domingo por la mañana o en la noche. Estos miembros no
participan en otras actividades que los ayudarían a crecer
espiritualmente, como reuniones de oración, actividades
sociales y ministerios de la iglesia. Cuanto más cerca vivan
tendrán más oportunidades de participar en estas activi-
dades.

Aunque puede haber otras razones para plantar igle-


sias, estas razones poderosas nos motivan a cumplir la
Gran Comisión empezando nuevas iglesias. Y nos ayudan
a comenzar a hablar con los líderes de nuestra iglesia
cuando pasamos tiempo en oración pidiendo la guía del
Señor en nuestra decisión de iniciar una nueva congrega-
ción.

Fuentes y referencias:
1. Wagner, C. P. (1990). Church Planting for a Greater Harvest. Ventura, CA:
Regal Books, p. 12.
2. Schaller, L. E. (1992). 44 Questions for Church Planters. Nashville, TN:
Abingdon Press, pp. 29-30.

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