en el hormigón armado? Artículo Técnico del ICH...
Dosis mínimas de cemento aseguran la compacidad y alcalinidad
necesaria para prevenir la corrosión de la armadura de una estructura de hormigón armado, evitando un deterioro anticipado de durabilidad y comportamiento.
Uno de los deterioros más importante que puede sufrir el hormigón
armado, es la oxidación de la armadura del acero de refuerzo. Este deterioro actúa progresivamente en el tiempo, cambiando el comportamiento de la estructura y reduciendo los márgenes de seguridad definidos en su diseño. Para que se reduzca el riesgo de corrosión de la armadura se pueden tomar en cuenta las siguientes consideraciones:
1. El deterioro producido con el paso del tiempo puede ser reducido
considerablemente tomando adecuados resguardos en las etapas de diseño, construcción y conservación de la estructura. Es importante identificar con claridad el tipo de ambiente al cual será expuesta la estructura (considerando el tipo de recubrimiento), considerar la durabilidad esperada del proyecto (diseño), tener en cuenta requisitos de los materiales (especialmente del hormigón) y considerar sistemas de protección y mantención de la estructura.
2. El daño en la armadura se puede producir básicamente por
corrosión provocada por la carbonatación del hormigón, el ataque de iones cloruro y la presencia de oxígeno (real responsable de la oxidación). Estos fenómenos actúan por difusión: la carbonatación actúa por difusión del CO2; la penetración de cloruros se produce por difusión de cloruros disueltos en agua; y la corrosión por oxígeno se produce por la difusión del mismo elemento (O2).
3. Bajo condiciones normales, el agua contenida en los poros de
hormigón se encuentra cargada de hidróxido cálcico (Ca(OH)2), con valores de pH superiores a 12,5. Gracias a ello, el acero se encuentra protegido contra la corrosión, ya que en su superficie se forma una capa microscópica de óxido, capa pasiva, que impide la disolución del hierro. De ahí que es importante considerar una cantidad mínima de cemento en la dosificación del hormigón, que aporte la alcalinidad necesaria, considerando las condiciones de exposición de la estructura.
4. Otra razón de la dosis mínima de cemento es la necesidad de
llenar completamente los huecos entre las partículas del árido. Un esqueleto de áridos que no tenga suficiente pasta de cemento para llenar sus propios huecos será más poroso y no será capaz de recubrir completamente la armadura, que genera la protección alcalina.
5. La norma NCh170.Of85, recomienda para estructuras de
hormigón armado protegidas de la intemperie, una dosis mínima de cemento de 240 kg/m3; y para estructuras expuestas a la intemperie, una dosis mínima de 270 kg/m3. Estas cantidades mínimas de cemento crean el ambiente alcalino adecuado, que permite la protección pasiva de la armadura de acero y proporciona una densidad de la matriz del hormigón endurecido que asegure un grado mínimo de impermeabilidad. Conversaciones con un especialista en corrosión del acero en el hormigón de la Universidad de Florida del Sur, indicó que con dosis de material cementante menores a 300 kg/m3 se comienza a acelerar el problema de corrosión.
6. Existen aditivos inhibidores de corrosión que pueden utilizarse
para prevenir la corrosión o mantenerla dentro de rangos aceptables.
7. Tener claro que la forma más económica de conseguir una
prolongada vida útil del hormigón es contar con un apropiado proyecto estructural, y una buena definición de sus requerimientos para cumplir con la vida útil requerida. Junto con ello la calidad de los materiales y cumpliendo los requerimientos de construcción que aseguren una buena ejecución, se disminuirá la probabilidad de que se produzcan deterioros que afecten a la estructura. » http://www.seconstruye.com/webnoticia/asp/entrevista_preview.as p?id=120