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VIVIFICADO PARA GLORIA DE DIOS

Vivificado para gloria De Dios


(Dios nos dio vida en Cristo)
Efesios 2:1-10
Serie: Una carta de Aliento

I.- INTRODUCCIÓN

Muchas veces hablamos de lo corrupta que es la gente, o lo horrible de algunas acciones que vemos
en las noticias. Esto será cada vez mayor porque nos enteramos cada vez más rápido de las malas
acciones de las personas. Las noticias se enfocan en lo malo, lo bueno no vende. SI las noticias
fueran las acciones buenas de la gente, las personas se aburrirían, ¿Qué pasa con el mundo? ¿Qué
pasa con la gente? ¿Cuál es mi problema?

Podemos reconocer claramente que sobre la sociedad está operando un espíritu malvado. Hay algo
que no anda bien en el corazón de las personas: Terrorismo, Corrupción, violencia por todas partes,
ideología de género, guerras, asesinatos, hambre, etc... Pedimos justicia, pero muchas veces es
venganza lo que queremos.
Vemos esto y como nosotros somos “normales” nos sentimos tentados a pensar “¡Que malas son esas
personas!”, yo nunca haría algo así. Me dan pena esas personas. ¿No te das cuenta de que el mismo
espíritu que habita en ellos puede estar en ti hoy?

Quizás has olvidado la gran obra que Dios ha hecho en tu vida y vives menospreciando o diciéndole
“pecador” a los que no conocen a Cristo sin hacer el esfuerzo por predicarles el evangelio. ¿Qué
pasaba si Dios nos enviaba a todos al infierno, eso no sería justo?

La semana pasada vimos la oración de Pablo para que los creyentes conocieran y entendieran el
llamado de Dios, cual era su herencia celestial y el gran poder que tenían a su alcance, pero ahora en
Efesios 2:1-10 Pablo siguiendo su oración, muestra cual es la condición de las personas sin Dios,
cual es la obra que Dios hace con los que salva, cual es la razón por la que Dios nos salvó y cual es
el medio por el que nos salvó.

1.- Nuestra condición sin Cristo: (vs. 1-3)

“En otro tiempo ustedes estaban muertos en sus transgresiones y pecados, 2 en los cuales
andaban conforme a los poderes de este mundo. Se conducían según el que gobierna las
tinieblas, según el espíritu que ahora ejerce su poder en los que viven en la desobediencia. 3 En
ese tiempo también todos nosotros vivíamos como ellos, impulsados por nuestros deseos
pecaminosos, siguiendo nuestra propia voluntad y nuestros propósitos. Como los demás,
éramos por naturaleza objeto de la ira de Dios”.

Pablo explicará la lamentable situación de todos los seres humanos. Veamos en qué estado están los
seres humanos.

a. Estamos muertos: (v.1)

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“En otro tiempo ustedes estaban muertos en sus transgresiones y pecados…”.

Espiritualmente estábamos muertos, sin vida espiritual; venimos al mundo muertos espiritualmente y
con una naturaleza pecaminosa. Una naturaleza que nos lleva a transgredir y pecar. Esto nos aleja
permanente de Dios.

 Transgresiones: esto es, desviarse del camino correcto.


 Pecado: No dar en el blanco, no alcanzar la medida, ofensa.
Es decir, nosotros somos malos naturalmente. “No hay ni siquiera uno bueno”. Tu eres malo desde
que naciste. Delante de Dios somos rebeldes y fracasados porque no podemos andar por el camino
correcto, vivimos desviándonos del camino. Vivimos pecando.

Estamos “muertos” o “alejados de la vida que proviene de Dios” (Efesios 4:18). Porque la vida
verdadera “la vida eterna”, es tener comunión con Dios, esto es tener vida espiritual; y muerte
espiritual es la separación de Él, muerte que viene con pecado.

“Son las iniquidades de ustedes las que los separan de su Dios. Son estos pecados los que lo llevan a
ocultar su rostro para no escuchar”. Isaías 59:2

Quizás dentro de ti buscas algún tipo de sentido de vida, pero sin la vida espiritual, lo buscas en
cualquier cosa o lugar, buscas dioses que ocupen el lugar del verdadero Dios. Muchos buscan a Dios,
en una religión y no lo encuentran, solo sacian su sed temporal pero pronto tendrán sed espiritual de
nuevo. Tu al estar muerto espiritualmente odias a Dios, todo tu ser lo rechaza, ese es el grado de
pecado que tienes naturalmente.

b. Estábamos esclavizados: (v.2, 3a)

“en los cuales andaban conforme a los poderes de este mundo. Se conducían según el que
gobierna las tinieblas, según el espíritu que ahora ejerce su poder en los que viven en la
desobediencia. En ese tiempo también todos nosotros vivíamos como ellos, impulsados por
nuestros deseos pecaminosos, siguiendo nuestra propia voluntad y nuestros propósitos.”

Aquí podemos ver tres influencias que nos tenían cautivos:

Primera influencia, los poderes del mundo. La frase griega es “de acuerdo con la época de este
mundo”. Ambas palabras, “época” y “mundo” expresan un sistema de valores sociales contrarios a
los valores del reino de Dios. Estos poderes dominan la sociedad actual no cristiana y mantienen a la
gente en cautiverio. La gente tiende a no tener una opinión propia, sino que se somete a lo que la
cultura le diga por medio de la televisión o redes sociales.
Los creyentes también vivíamos así hasta que Jesus nos liberó. “Vivíamos según el mal ejemplo de
la gente de este mundo” dice la Traducción Lenguaje Actual (TLA). Pero aún así esos poderes
siguen tentándonos como cristianos, solo que ahora ya no nos esclavizan como a las personas que no
creen.

Segunda influencia, el diablo. Llamado aquí “el que gobierna las tinieblas”. La oscuridad es el
símbolo de satanás, que esta opuesto a la Luz. Él esta al mando de los poderes y autoridades que
operan en el mundo invisible. Es “el espíritu que ahora ejerce su poder en los que viven en la
desobediencia”. Es un “espíritu” que actúa en la gente no cristiana. El hecho que no lo podamos ver
físicamente, no quiere decir que no este activo. Él es un “león y un asesino”. Su arsenal para destruir

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una persona es bastante grande y él sin duda cada día obra con su poder para guiar a las personas al
mal, que las personas también en su maldad natural desean.

Tercera influencia, “nuestros deseos pecaminosos”. O los deseos de nuestra carne, nuestra
naturaleza pecaminosa, egoísta y caída. Como vimos antes, queremos pecar naturalmente, cada día y
a cada minuto que pasamos sin Cristo, queremos pecar y solo pecar.

c. Estábamos condenados: (v.3)

Estábamos bajo la ira de Dios. Destinados a Su castigo eterno.

“Pero por tu obstinación y por tu corazón empedernido sigues acumulando castigo contra ti mismo
para el día de la ira, cuando Dios revelará su justo juicio”. (Ro. 2:5)

Cada día que pasas sin Cristo, acumulas mas y mas castigo en el infierno mismo. Sea cual sea la
cantidad de castigo que acumules, será insoportable, querrás morir y no podrás, solo te espera mas
castigo, luego del castigo que ya recibiste.

Muertos, esclavos y condenados, eso somos como humanos. Fuera de Cristo el hombre esta muerto
en sus delitos y pecados, esclavizado por el mundo, el diablo y su carne y está condenado a la ira de
Dios.

Pero Dios en Su gracia, nos ha confiado un mensaje de buenas nuevas. Un mensaje de vida a los
muertos, de libertad a los cautivos y de perdón a los condenados.

2.- La obra de Dios a tu favor: (vs. 4-6)

“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, 5 nos dio vida con
Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados! 6 Y
en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones
celestiales…”

Una vez más Pablo insiste en que la misericordia y el amor de Dios son las únicas fuentes de tan
maravilloso regalo.

La semana pasada, exaltábamos las excelencias de Jesucristo y veíamos como Dios aplicó el
poder de su fuerza en Cristo al resucitarlo, llevarlo a los lugares celestiales y poniéndolo por
encima de toda autoridad, diciéndonos que nosotros también iremos con Él, ¿Qué paso aquí? ¿Qué
ha hecho Jesús por ti?

a. Te amó: (v.4) Dios tuvo compasión y amor para contigo (Juan 3:16; Rom. 5:8).

b. Te dio vida: (v.5, 6a) Dios te dio vida espiritual y te arrepentiste y creíste en Cristo. Comenzó una
relación personal contigo. El mismo poder que resucitó a Cristo de entre los muertos te levantó
también con Él. Eso lo representamos al bautizarnos.

c. Te sentó con Cristo: (v.6b) Tú tienes una nueva posición, ahora estás sentado junto con Cristo
bajo el gobierno de Dios. Por eso el creyente no vive preocupado por su posición social o económica,
porque sabe que tiene una posición superior en Cristo. Ahora vive viendo la vida desde su posición

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como hijo de Dios, ve la vida con gozo, porque tiene todo lo que necesita y mas al rendir su vida a
Cristo.

3.- La Mayor Razón por la que Dios ha hecho todo: (v. 7)

Es cierto que Dios no quiere que las personas se pierdan, Dios quiere que tengan perdón de pecados
y vida eterna; pero por encima de eso, Dios quiere que tú seas un testimonio de su rica gracia y
bondad para los que te rodean.

Al levantar y a exaltar a Cristo el demostró “cuan incomparable es la grandeza de su poder” (1:19-


20); pero al levantarnos y enaltecernos a nosotros demostró también “la incomparable riqueza de su
gracia”, la cual es eterna. Nosotros somos las evidencias vivientes de su gracia.

4.- Medio por el que Dios te salvó: (v. 8,9)

“Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino
que es el regalo de Dios, 9 no por obras, para que nadie se jacte. Porque somos hechura de
Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de
que las pongamos en práctica.”

Dios te ha salvado por Su gracia y por Su bondad y utilizando como medio la fe. Pero todos estos
favores son regalos de Dios, aun la fe que te hace creer en Cristo es Dios quien te la da. El ser
humano con su espíritu muerto es incapaz de producir la fe necesaria para salvarse.

La salvación no se obtiene por algo que hayas hecho, eso evita que cualquiera de nosotros se jacte
delante de Dios y delante de los hombres. Todos los pecadores están en la misma condición de
impotencia ante Dios.

Pablo termina diciendo en el verso 10: Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús
para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.

Pablo nos dice que somos producto de Dios, de origen divino. Somos marca registrada de Dios. Él ha
hecho todo por nosotros y en nosotros.

Eres creado nuevamente sólo en Cristo Jesús, no hay otro nombre por el que Dios haya decidido
hacer de un muerto como tú un ser nuevo y vivo para gloria de Él.

No eres nueva criatura, no eres un creyente por hacer buenas obras sino para que hagas buenas obras.
Estas son las que Dios ha preparado para ti, no las que el mundo o las religiones se inventan, son las
que Dios quiere y tiene planeadas para ti. Ahora sabiendo lo que Él ha hecho por ti, vives para Él,
eso ser un hijo de Dios, un creyente, una nueva creatura, somos pecadores vivificados, salvados y
perdonados.

III.- CONCLUSIÓN

Antes de Cristo estabas muerto, estabas esclavizado al pecado, ajeno de la vida de Dios; pero Dios
tuvo misericordia, bondad y amor para contigo y te dio vida y te resucitó con Cristo. Dios quiere que
seas un testimonio para esta generación de su bondad y de la riqueza de su gracia. Dios quiere que
vivas haciendo las buenas obras que Él tiene planeadas para tu vida.

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IV.- APLICACIÓN

- ¿Das gracias a diario por la obra que Dios ha hecho en tu vida?

- ¿Vives como alguien en quien Dios aún sigue obrando?

- ¿Estás haciendo las buenas obras que Dios quiere en tu vida?

Para los amigos:

- ¿Te has arrepentido y convertido?

- ¿Dios te ha hecho nacer de nuevo o estás muerto aun?

- Pide a Dios que su misericordia, bondad y gracia sean efectivas para ti.

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