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Sesión 03: Mayordomía de la Vida

1. Introducción

En la primera sesión aprendimos el significado bíblico de mayordomía. En la segunda sesión


se habló del significado de la vida, tanto desde el punto de vista del antropocentrismo ateo,
como del punto de vista teocéntrico o Cristocéntrico.

Hoy hablaremos sobre el primero de tres principios básicos que definen lo que es la correcta
administración de la vida como hijos de Dios, tomando como base bíblica 1º Tesalonicenses
4:1-12 (Leer)

2. Tres Principios básicos para la correcta administración de la vida en la biblia

I. MADURANDO EN LA CONSAGRACIÓN PERSONAL (vv. 2-5;7-8)


II. EJERCIENDO EL AMOR FRATERNAL (vv.6,9-10)
III. TRABAJANDO CON DILIGENCIA (vv. 11-12)

Hoy veremos el primer principio básico:

I. MADURANDO EN LA CONSAGRACIÓN PERSONAL (vv. 2-5; 7-8)

Cada hijo de Dios está de manera progresiva entregando las distintas áreas de su vida
bajo al control de Dios, por obra del Espíritu Santo y por sometimiento de sus
voluntades propias del hombre antiguo, a esto nos referimos con “Madurando en la
consagración personal”.

Según el pasaje leído, la consagración personal tiene dos lados:

A. EL ABANDONO DEL PECADO (VV. 2-5; 7-8)

La primera cara de la moneda en nuestra consagración personal es la del abandono


del pecado, es decir soltar de nuestra mano aquello a lo que aún estamos
aferrándonos, que es contrario a lo que sabiamente Dios nos manda abandonar.

En Gálatas 5:19-21, Pablo detalla una lista de obras de la carne; en 1º Tesalonicenses


resalta dos de esas obras de la carne por abandonar, estas son:

1. Fornicación. - (vv. 3) deriva de las palabras griegas:

“Porneia”: prostitución (incluye adulterio e incesto)


Figurativamente: idolatría, fornicación.

“Porneuo”: actuar de la ramera, literalmente complacer lujuria ilícita (de


cualquier sexo)
Figurativamente: practicar idolatría, cometer fornicación.

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Por lo tanto, tiene dos significados:

a) Relación Sexual ilícita

“De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se
nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre…” 1º Cor. 5:1

Pablo fue enérgico, aun estando geográficamente lejos de la ciudad de Corinto,


en exhortar a la iglesia a que no permitiese este tipo de cosas dentro de la
congregación, a no consentirlas, apañarlas o restarles importancia, dando orden
en el nombre del Señor de disciplinar a quien haga tal cosa, pues no solamente
se hace entrega del cuerpo enteramente al pecado, sino que también ubica a la
congregación en una posición de vergüenza frente a la comunidad, mermando
la eficacia de la iglesia en asuntos espirituales.
Además, hermanos, que bonito es ir en el orden correcto de Dios; el sexo es una
gran bendición, es algo único y hermoso, siempre DENTRO DEL MATRIMONIO;
Todo tiene su orden, Dios es sabio en todo, si Él nos dice que no forniquemos,
es para darte lo mejor a su tiempo.

b) En sentido espiritual, es pretender combinar idolatría con la fe cristiana

Y yo pasé junto a ti, y te vi sucia en tus sangres, y cuando estabas en tus sangres te
dije: ¡Vive! Sí, te dije, cuando estabas en tus sangres: ¡Vive! …
y te vestí de bordado, te calcé de tejón, te ceñí de lino y te cubrí de seda….
Pero confiaste en tu hermosura, y te prostituiste a causa de tu renombre, y derramaste
tus fornicaciones a cuantos pasaron; suya eras…
Y fornicaste con los hijos de Egipto, tus vecinos, gruesos de carnes; y aumentaste tus
fornicaciones para enojarme…
Fornicaste también con los asirios, por no haberte saciado; y fornicaste con ellos y
tampoco te saciaste…
Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto han sido descubiertas tus desnudeces en tus
fornicaciones, y tu confusión ha sido manifestada a tus enamorados, y a los ídolos de
tus abominaciones, y en la sangre de tus hijos, los cuales les diste…”

(Ezequiel 16: 6, 10, 15, 26, 28, 36)

Dios le recuerda al pueblo de Israel quien es el que le dio la dignidad de ser pueblo
escogido suyo, tal cual ahora nosotros lo somos (1Pe2:9). Poner a alguien o algo por
encima del Dios verdadero (como los dioses paganos a los que Israel rendía culto) es
fornicar espiritualmente.

Esto no solo aplica a dioses paganos creados por manos de hombre, sino también a todo
aquello que se posicione por encima de Dios en nuestro corazón (Ej. El trabajo, el
dinero, un o una enamorada, los amigos, la universidad, el internet… dejando a Dios en
segundo, tercer o cualquier lugar de prioridad para nosotros)
Que absurdo es despreciar al Dios verdadero, con quien no careceremos de nada,
siempre en el tiempo y en el orden correcto.

“Buscar satisfacción plena fuera de Cristo, quien nos da vida eterna, una vida
abundante y bendiciones espirituales cada día, es como buscar tesoros en la
basura”

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2. Inmundicia. - (vv.4:6-7) viene del griego AKATHARSIA, y significa literalmente
suciedad, con doble connotación:

a) Inmundicia Física:

“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros


blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están
llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.” Mt. 23:27

Jesús aquí hace una analogía entre la AKATHARSIA física de un cadáver en


putrefacción, dentro de los sepulcros recién pintados, con la aparente “piedad”
de los fariseos, poniendo al descubierto su AKATHARSIA moral (inmundicia
moral).

b) Inmundicia Moral:

“Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se
ha de hurtar, ¿hurtas?
Tú qué dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos,
¿cometes sacrilegio?
Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?... ” (Rom. 2:21-
23)

Los fariseos fueron ejemplo claro de suciedad moral, pues su conocimiento de


las escrituras estaba manchado por su desobediencia a lo que ellos mismos
enseñaban. Ejemplos de suciedad moral: hipocresía, mentiras, suciedad de
mente, de pensamientos, de deseos, de palabras, chistes sucios o pesados,
malicias, obscenidades, lujuria, todo aquello que es censurable y produce
disgusto y repugnancia.
Si nuestro corazón está sucio lo que va a emanar de él serán cosas sucias,
contaminadas, en cambio de un corazón limpio brotara limpieza y bendición.

¿Cómo podemos lograr esto?

B. EL DESARROLLO DE LA SANTIDAD (VV.3,7)

Habitualmente el cristiano se pregunta: ¿Cuál será la voluntad de Dios para mi vida?


Pues bien, aquí tiene la respuesta de Dios: “La voluntad de Dios es vuestra
santificación” (vv. 3), y agrega: “pues no os ha llamado Dios a inmundicia sino a
santificación.”

Nuestra palabra castellana santificación viene del griego HAGIASMOS, que significa:
separado o apartado para Dios y también purificación. Entonces debemos tener en
claro también los tipos de santificación a los que se refiere la biblia:

1. Tipos de santificación:

a) Como santificación posicional: En el momento en que una persona nace de


nuevo es santificado posicionalmente. Apartado del mundo y ahora parte del
pueblo de Dios, porque él está "en Cristo". De una manera muy real, Cristo es
su santificación (1 Co. 1:30 / 1 Pedro 2:9 b).

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b) Como santificación perfecta o glorificación: Este aspecto de la santificación es
aún futura para el creyente. Aquel día la iglesia recibirá su santificación
definitiva (Ef. 5:27; 1 Jn. 3:2). Es lo que sucederá descrito en Ap. 21:1-8

c) Como santificación progresiva: Es el proceso de separación del creyente de las


malas cosas y de los malos caminos. Esto es la voluntad de Dios para cada
creyente (vv. 7). Esta es a la que nos referiremos a continuación.

2. ¿COMO DESARROLLAR SANTIDAD?

▪ Debemos siempre tener en cuenta que quien hizo posible que seres pecadores
como nosotros entren en la presencia de Dios, es Cristo, por su sacrificio. Somos
“aceptos en el amado” (Ef. 1:6). Por ello, nuestra consagración debe llevarnos a
depender total y perpetuamente de Cristo. Debemos permanecer en El.

“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva
mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”. Juan_15:5

▪ El desarrollo de la santidad, se produce al ingerir la palabra de Dios (Sal. 17:4;


Sal. 119:9-11; 2º Tim. 3:16)

“Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.” Jn.17:17

▪ El Espíritu Santo siempre está obrando, enseñando, instruyendo, guiando,


convenciendo de pecado, siempre apuntando a la santificación del creyente.

“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os


enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Juan 14:26)

▪ La fe fortalece nuestra asimilación de la santidad de Dios, y esta nos conduce a


una vida de reverencia absoluta al Señor.

“Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego
del maligno.” (Ef. 6:16)

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CONCLUSIONES:

1. Efesios 5:3

2. Rom 12:1 Cada hijo de Dios está dentro de un proceso de consagración personal, en el
que debe someter su voluntad al sabio alfarero que moldea nuestras vidas, que es Dios.

3. Rom 6:19,22 Nuestra vida es confrontada con la palabra de Dios, para que el pecado al
que aún estamos aferrados, sea soltado, y la iglesia de Dios brille como luz en medio de
las tinieblas.

4. 1 Ped 1:13-16 La voluntad de Dios para mi vida es mi santificación, mostrando su amor


en la obra de Cristo, su sustento diario, su palabra (la biblia), y el obrar de su Espíritu
Santo.

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