Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Proverbios 6:32
"El que comete adulterio no tiene entendimiento; destruye su
alma el que lo hace".
Otras consecuencias:
Ser excluidos de la presencia de Dios. Lo que nos llevaría a
un juicio eterno. Hebreo 13:14 Galatas 5:19/18; 1
Corintios.6:9.
* Se habrá quebrado la confianza que se tenía.
* Se estaría lastimando a la persona afectada.
* Si hay hijos en tal hogar serán las victimas en la relación.
* Enfermedades. Culpabilidad.
* Odio, venganza.
* Depresiones.
¿Como podemos evitar caer en el?
Lo cierto es que, por tan sublime responsabilidad del pastor, se presenta un peligro
que muchas veces termina afectando a un grupo de hermanos en Cristo, o, por decirlo
de otra manera: a una congregación, a una iglesia (como organización). Los
miembros de aquellas iglesias donde su pastor, el encargado de alimentarles con la
palabra de Dios, no les enseña apropiada y responsablemente cuán celoso es nuestro
Dios, termina recibiendo ciertos honores que no le corresponden, dígase cierta
admiración más allá de lo humanamente aceptable y cuando, “su iglesia”,les empieza
a considerar superiores a todos los pastores o personas que ejercen el mismo cargo
en otras iglesias, el problema empieza a dar sus malos frutos.
Encontramos congregaciones que creen que su pastor es “más santo” o “más sabio”
que cualquier otro pastor. Empiezan a acatar sus opiniones como revelaciones divinas
irrefutables y aunque tenga arrebatos de ira, la consideran “ira santa” porque está
velando por incrementar “la santidad” de su iglesia. Este tipo de pastores, sin darse
cuenta, están exponiéndose a aquello que advierte la Biblia: “No procuréis ser
maestros muchos de vosotros, porque mayor condenación atraeréis”. Lo dice así
porque, aquellos que son considerados maestros por la iglesia, tienden a ser
perseguidos en forma especial y sutil por el enemigo de las almas, porque si les
confunde a ellos, confundirá a todos aquellos que les creen sin cuestionarlos o
meditar lo que dicen. El diablo es astuto, al engañar a uno de estos maestros que no
se afirman en la fe y en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, con todo y sus
buenas intenciones, les tuerce el camino y termina convirtiéndolos en ciegos guías de
ciegos.
Un pastor debe ser como un eunuco espiritual, debe estar incapacitado para
recibir la alabanza o la adoración de la iglesia que está a su cargo, para el pastor
genuino debe ser inaceptable la alabanza o admiración desmedida de su iglesia, debe
insistir constantemente para que la iglesia pose sus ojos en Jesús, el autor y
consumador de la fe. El pastor es responsable de enseñar a su iglesia acerca de
Jesucristo hasta más no poder, insistir en todo momento que crezcan en el
conocimiento del Hijo de Dios, nunca alabar o confiar en algún ser humano por muy
virtuoso que éste les parezca. Porque de todos es sabidos que la alabanza que
realmente debe procurar un siervo de Dios es aquella que viene de Dios. El adulterio
espiritual es cuando el pastor, consciente o inconscientemente, recibe el tipo de respeto,
lealtad o alabanza que le corresponde sólo a Dios. Por esto mismo, aquel pastor que
tiene este problema, pretende que Dios acepte a estas personas porque a él le parece
que son mejores cristianos que cualquier otro fuera de su iglesia. La forma en la que
podemos notar un desvío, en muchas casos, es cuando el pastor pretende que su
iglesia “sea sin mancha y sin arruga” pero estableciendo leyes o reglas que según él,
les hará superiores en santidad a todas las otras iglesias, también, cuando un pastor
otorga o avala ciertas libertades o libertinajes contradiciendo la escritura, con la
intención de hacerse más acepto ante los ojos de la iglesia, sacrificando doctrina por
cantidad de gente. Ningún pastor o “lider” está autorizado para hacer sentir más
estricta o más flexible la palabra de Dios. Se requiere del obrero que sea hallado fiel.
Cuídese también de tener en una estima inapropiada a su pastor, respételo, colabore
y obedézcale en todo aquello que la Biblia respalde. Pero nunca, por ningún motivo,
condicione su relación con Dios por la relación con un pastor, recuerde que Dios es
celoso: Celoso es mi nombre dice el Señor.