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La investigación científica contempla dos aspectos importantes, uno es el descubrimiento y

la descripción de hechos también llamada ciencia descriptiva que consiste en explicar o


hacer inteligibles los hechos dados, el otro es la construcción de hipótesis y teorías o bien
ciencia teórica que predice y/o prevé los acontecimientos o resultados experimentales.
Hemos de notar que surgen conceptos tales como predicción, descripción, explicación y
teoría, términos usados para dar una explicación científica respetable acerca de un hecho de
la naturaleza. Tienen una concepción filosófica en dos corrientes distintas, la aristotélica y
la galileana. Se fundamenta en la observación y en la explicación de hechos razonables,
esto mediante dos etapas fundamentales, la inducción; el cual va de lo particular a lo
general con el fin de explicar todos los elementos del objeto y/o fenómeno, y la deducción;
el cual es lo contrario, de lo general a lo particular, deduciendo los fenómenos explicativos.
En el pensamiento aristotélico la explicación científica era una progresión o camino
inductivo desde las observaciones hasta los enunciados generales, que funcionaban como
principios explicativos, los cuales eran inferidos por simple enumeración o por inducción
directa. Esta era la primera etapa. Seguida de un segundo momento en la explicación
científica que se llama deducción. La cual consiste en derivar enunciados sobre fenómenos
específicos, a partir de las premisas que incluyan o contengan los principios explicativos.
“Aristóteles exigía una relación causal entre las premisas y la conclusión del silogismo
acerca del hecho o fenómeno a explicar. Y aquí aparece el énfasis, rasgo o característica de
la explicación aristotélica. La causa de un fenómeno tiene, para Aristóteles, cuatro
aspectos:
 La causa formal
 La causa material
 La causa eficiente
 La causa final
Siguiendo esta línea de pensamiento sobre la ciencia, toda explicación científica debe
especificar estos cuatro aspectos. “Aristóteles exigía explicaciones teleológicas, que
aclarasen “con el fin de qué” ocurrían los fenómenos, no solo de los hechos referidos al
crecimiento o desarrollo de los organismos vivos, sino aún de los seres inorgánicos u
objetos inanimados.
La tradición galileana En la observación y experimentación minuciosa sobre los fenómenos
y/u objetos de estudio. La tradición Galileana se remonta a Pitágoras y Platón, aunque
recibe su nombre de Galileo Galilei. Se tomó a la ciencia como explicación causal y esto
constituye la base de la llamada “ciencia moderna” la cual se va fortaleciendo desde el siglo
XIII al XVI.
En 1638, Galileo cristaliza el nuevo método científico. El mundo es visto como una
sucesión de fenómenos que obedecen a leyes (modelo funcional y mecanicista) que hay que
descubrir para controlar (interés pragmático); la nueva concepción fue apoyada por los
cambios que genera el Renacimiento y el Capitalismo incipiente (gusto por una cultura más
secular). Propone un monismo metodológico, el cual supone que la realidad social es
independiente de la voluntad humana, se conoce a través de los sentidos, puede ser
observada y medida. Obedece a los principios Empírica más matematización y se plantea la
pregunta ¿Cómo? Es entonces una búsqueda de la explicación que se formula en términos
de leyes generales que relacionan fenómenos determinados numéricamente.

Estas dos tradiciones son la tesis y la antítesis donde se debate la fundamentación que ha
tenido las ciencias humanas y sociales. Aquí se comprende por qué “la confrontación puede
ser expresada en términos de explicación causal versus explicación teleológica” o
explicación, contra comprensión.

La explicación causal, se puede definir como la respuesta a la pregunta de “por qué” ha


sucedido un hecho o aparece un fenómeno, es decir, es la respuesta al interrogante sobre las
causas o motivos fundamentales, estableciendo en dicha respuesta unas relaciones lógico-
matemáticas que implican mediciones, lo cual está determinado por definiciones escalares
de la realidad objeto de indagación. “Explicar un fenómeno es dar respuesta precisa a la
pregunta de por qué se produce.

La comprensión, es uno de los resultados del debate iniciado en el siglo XIX entre el
positivismo científico y la hermenéutica en torno al estatuto científico y metodológico de
las ciencias humanas. “Este positivismo científico va a pretender hacer ciencia social,
histórica, económica... siguiendo la tipificación ideal de la física matemática, acentuando la
relevancia de las leyes generales para la explicación científica y tratando de subsumir bajo
el mismo y único método a todo saber con pretensiones científicas. El debate no tardó
mucho en estallar. Porque, frente a la filosofía positivista de la ciencia, se fue fraguando en
el ámbito alemán, sobre todo, una tendencia anti positivista”. Esta tendencia se denominó
hermenéutica, la cual, muestra las características distintivas de la identidad sujeto-objeto
propia de las ciencias humanas, culturales, sociales o de espíritu, lo cual permite
proporcionarle autonomía epistémica y metodológica frente al método positivista basado en
la explicación y objetividad. La hermenéutica consideró desde un principio que los
fenómenos humanos, por sus características, deben ser interpretados para ser
comprendidos.

En síntesis, las ciencias humanas y sociales se han estado desarrollando bajo una tensión
epistemológica fuerte, tipificada por dos grandes tradiciones de filosofía de la ciencia:
aristotélica y galileana; las cuales tienen consecuencias para la investigación, la producción
de conocimiento científico social y la transformación histórico-político-social. Lo cual
permite comprender, con un mejor panorama y mayor claridad, la influencia que han tenido
las distintas tendencias epistemológicas, que más han pesado en el desarrollo de la ciencia
del siglo XX, en la investigación social y educativa.
La importancia que tienen estas dos concepciones, la aristotélica y la Galileana radica en
que conociéndolas podremos saber bajo que enfoques particulares cada una interpreta a la
realidad.

La concepción aristotélica consiste en que para ser científica una explicación, esta debe
hablar del para que, de los hechos, trabaja con la explicación comprensiva- interpretativa de
los hechos, y también utiliza una metodología cualitativa para entender la realidad.

Mientras que la Galileana, trabaja con una relación sujeto-objeto, basada fuertemente en el
paradigma positivista, ya que busca la causa-efecto, es decir, busca una explicación
completamente lineal. La metodología que utiliza es cuantitativa, y tiende a explicar el
porqué de los hechos y no él para qué. Estas tradiciones nos ayudan a comprender la
ciencia bajo diferentes visiones, por ejemplo, la Galileana nos describe que es solo posible
conocer la realidad tal como se presenta, mientras tanto, la aristotélica defiende la teoría de
que hay múltiples realidades, cada sujeto concibe a la realidad de una forma diferente al
resto.

Es muy importante que conozcamos ambas concepciones, ya que así, al momento de


realizar una investigación, podamos elegir cual tradición utilizaremos para resolver
problemas de forma completa.

Sin embargo, consideramos que también es posible llegar a un acuerdo entre ambas
tradiciones, ya que al hacer la investigación y obtener resultados satisfactorios, se pueden
unir ambas tradiciones, puesto que algunas veces se necesitará utilizar una metodología
cuantitativa y cualitativa para obtener de esta manera, resultados que den solución al
problema que se analice.

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