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LOS CELOS
EN LOS VÍNCULOS COTIDIANOS
Un taller para celosos y celados
Buero, Luis Santiago
Los celos en los vínculos cotidianos / Luis Santiago Buero; coordinado
por Tomás Lambré.- 1ª ed.- Buenos Aires: Del Nuevo Extremo, 2011.
144 p.; 23x15 cm.
ISBN 978-987-609-283-8
ISBN: 978-987-609-283-8
KHALIL GIBRAN
índice
PESENTACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Introducción inevitable y personal . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
¿Por qué sentimos celos? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
“Se me saltó la térmica” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
Aceptar la falta, el abismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
¿Y el taller para celosos y celados para qué sirve? . . . . . . 17
Pero el celoso no es tan pulcro como se ve en el espejo . . 17
Frases sueltas para todos los gustos . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
¿Qué cuentan los celosos? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
¿Qué dicen los celados? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
Tutti frutti . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
Sentido del libro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
CAPÍTULO 1 - CELOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
Los celos en general y en la pareja en particular . . . . . . . . 27
Los celos, ¿un problema de varones, según Shakespeare? . . 28
Entonces, ¿qué cuernos son los celos?
(perdón por lo de “cuernos”) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
Celos, tratemos de definirlos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
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Los celos en los vínculos cotidianos
CAPÍTULO 2 - AMOR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
Qué dicen los que saben . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
Los celos y Sigmund Freud . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
Qué cuenta Melanie Klein sobre los celos . . . . . . . . 46
¿Y Jacques Lacan? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
¿Qué piensa la gente como vos y yo? . . . . . . . . . . . 51
El amor es la única posesión en la que no se posee nada . . . 52
Lo escrito aparece en la práctica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
¿Los celos como proyección del deseo de infidelidad? . 52
¿Los celos como síntoma del miedo al compromiso? . . 53
Dependencia emocional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
Versiones del padre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
Otras teorías, otros enfoques . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
¿Flores para un celoso? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
Pero ¿qué es el amor entonces? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
El mito de Narciso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
Enfoques desde la psicología social . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
Patología del vínculo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
Otros conceptos de Pichón Rivière . . . . . . . . . . . . . 63
Características obsesivas y el deseo . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
¿De qué deseo hablamos? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
Y de la histérica ¿qué sabemos? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72
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índice
CAPÍTULO 4 - SOLUCIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
Contexto social, ¿cambiaron los valores
o solo cambió la mujer? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
Las voces de algunas personas. Pequeña encuesta . . 99
El ámbito laboral (¿falleció la palabra respeto?) . . . . . . . 106
Conducta en las empresas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
Lenguaje soez e intención real . . . . . . . . . . . . . . . . 109
¿Soluciones? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
El ámbito familiar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112
¿Otra vez los padres? Somos hablados
(y lo registramos aquí) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112
Yo quiero un novio, ¿y usted? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
Conclusiones (ya era hora) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
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BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143
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¿Sigo?
TUTTI FRUTTI
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presentación
Este libro está dirigido a quienes han sufrido celos alguna vez (o
muchas), por sentirlos en carne propia, ya sea como celosos
o celados. Tal vez sea un aporte más a su esclarecimiento, o en el
mejor de los casos, no resulte más que una simple lectura entre-
tenida. Si se cumplen algunas de estas dos opciones, habrá
valido mucho el tiempo que dediqué a desplegar estas palabras
que siguen. Si los celos son el síntoma que nos anuncia a los gri-
tos que el Objeto Primordial, lo que dejamos al nacer, y al
crecer, está perdido para siempre, estas páginas que siguen son
apenas una mano para acompañarlos a bordear el agujero infi-
nito que nos precede, y que es causa de deseo, pero también de
angustia.
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capítulo 1
Celos
Los celos en general y en la pareja en particular
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1. Celos
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1. Celos
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1. Celos
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1. Celos
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Añorar ser el Único para alguien, para todos, es, por empezar,
no poder entender finalmente cuál es nuestra propia situación den-
tro de la corriente vital de la que formamos parte. Y es conectarnos
con la impotencia de pretender detener y encapsular lo incontrola-
ble, el Otro, ahogándonos en ese mar ilusorio y frustrante. Es
intentar, si insistimos en ese rol estereotipado, coagulado, del celo-
so, regresar a un momento inanimado, que una vez nacidos, es la
muerte. Es convertir lo imposible en impotencia.
Un taller para celosos y celados nos provee la ilusión de
lograr transmutar ese Uno formado por el paciente y el analista,
ese dúo unificado en un animal simbólico de ocho patas, madre
e hijo indiferenciados, trabajando a cambio los celos y su herida
desde la circulación de la energía grupal. Creyendo firmemente
que la totalidad es más que la suma de las partes.
Celos, del griego zélus y del latín zélosus, es definido por el dic-
cionario como la “sospecha, inquietud, y recelo, de que el ser
amado haya puesto o ponga su cariño en otro”. Los celos tienen
mala prensa, pese a ser uno de los sentimientos que nos acompa-
ñan desde que iniciamos nuestros primeros pasos en la Tierra.
La primera vez que manifestamos celos frente a nuestra pareja
causamos gracia. Esa mujer o ese hombre comprenden que esta-
mos enamorados y toman esta reacción como un signo inapelable
de nuestro amor, a lo mejor, hasta ese momento no declarado en
forma verbal. Para el celado, equivocadamente, una primera esce-
na de celos es la prueba del amor del otro.
Claro está que el sentido del humor del celado frente a la
explosión por celos no le durará toda la vida. El celoso acosa,
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1. Celos
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1. Celos
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1. Celos
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capítulo 2
Amor
¿Qué dicen los que saben?
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2. Amor
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2. Amor
¿Y Jacques Lacan?
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2. Amor
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2. Amor
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Dependencia emocional
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2. Amor
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2. Amor
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2. Amor
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Los celos con agresividad suelen combatirse con Holly mientras que se
recomienda ingerir Chicory para combatir aquellos celos provocados
por un deseo desmesurado de afecto, que suelen llevar a la persona al
chantaje emocional y a la posesividad sobre el otro…
Otras flores que pueden ayudar a equilibrar este estado emocional
negativo y que pueden mezclarse con las anteriores son: Cherry Plum,
de gran eficacia para situaciones de descontrol; Sweet Chestnut, de
gran utilidad ante una gran desesperación; Agrimony, cuando la perso-
na sufre y disimula como si todo fuera bien; Pine, cuando la persona se
siente culpable; y Willow, cuando el paciente se siente herido por una
situación que “no merece”…
Para aquellas circunstancias agudas, de confusión o de agitación emo-
cional derivadas de los celos, Rescue Remedy puede resultar también
de gran eficacia. Se trata de un compuesto a base de cinco flores de
Bach originales –Impatiens, Star of Bethlehem, Cherry Plum, Rock Rose
y Clematis– que ha demostrado su efectividad en estados de shock
emocionales.
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2. Amor
El mito de Narciso
“Soy Narciso Bello, beldad de fama internacional,
soy tan hermoso que a veces tengo celos de mí mismo”
(Pepe Biondi, Viendo A Biondi, CANAL 13, 1963)
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Los celos en los vínculos cotidianos
“Se suele decir que Narciso se ama a sí mismo. Grave error: lo que
Narciso ama es su imagen. Por eso se muere al caer atrapado por ella”
(Guillermo Maci, “Somos un país narcisista”, LA NACIÓN, 9/10/04).
Del mismo modo el celoso está enamorado de su propia imagen proyec-
tada en el otro, de la que no puede prescindir, aparentemente, pues se
vuelve parte de su identidad. No tiene conciencia real de la existencia del
Otro como entidad independiente. Pareciera querer ser como Saturno, un
planeta rodeado de satélites que no pueden irse de su lado.
Aquel ser fijado en la etapa narcisista o que retorna a un punto de fija-
ción en el narcisismo solo puede valorarse o estimarse a sí mismo a
través del afecto y la mirada ajena, la mirada (zona erógena) de ese
subrogante del gran Otro que señala el espejo, le dice “ese eres tú”y a
la vez lo elogia y lo sostiene con la admiración y el cariño permanente
e incondicional.
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2. Amor
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rados por él. A veces son los límites, las cosas que no puede
lograr en la vida, las dificultades, las torpezas, las propias inse-
guridades. Se demanda a la pareja que, incluso, nos reemplace
las caricias del reconocimiento social que no llega, por nuestras
tareas laborales y vocacionales.
El integrante celoso del vínculo que se “engancha” con la
imagen de un tercero adjudica a este el rol de portavoz, el que
hace evidente el proceso negativo que subyace en la pareja.
Si el ser celoso o celado es un rol, un modelo de conducta,
puede modificarse, de hecho eso ocurre en la práctica, cuando el
celoso comienza a moderar sus celos, todo va cambiando a su
alrededor. Y sobre todo, decrece su angustia.
Comunicación: La comunicación supone siempre un malen-
tendido, a punto tal que a veces si no hubo malentendido, es
porque tal vez no existió comunicación. Vemos y escuchamos lo
que queremos porque el deseo es una pantalla que nos filtra y
tergiversa lo obvio de los mensajes recibidos.
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2. Amor
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2. Amor
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2. Amor
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capítulo 3
Violencia y mentiras
Sumando en vez de restar (de todo como en botica)
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3. Violencia y mentiras
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3. Violencia y mentiras
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3. Violencia y mentiras
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Autosecuestro afectivo
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3. Violencia y mentiras
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3. Violencia y mentiras
ella reconoce que las pocas veces que lo volvió a ver, de casuali-
dad, lo encontró siempre con una mujer distinta.
Para Paula hoy cualquier hombre es infiel por naturaleza, o
al menos, sospechoso por las dudas, y vive peleando con su
novio al cual imagina que va paseándose de mujer en mujer
(como hacía su padre… ausente).
Aquí hay una reedición infantil clara de una escena vivida
que quedó coagulada, estereotipada, en su memoria y que Paula
busca repetir, no reelaborar.
Una escena que la lleva a pegar un significante con dos signifi-
cados distintos: ella se calienta (se enoja) cuando su novio le
explica que no la engañó con otra, cuando le dijo que iba a cuidar
a su abuela y terminó saliendo con sus amigos, y a la vez ella se
calienta (se excita) imaginando la posibilidad de que sí la haya
traicionado, y lo sigue deseando más. A punto tal que los novios
buenos, comprensivos, generosos, amables, que a Paula le han
tocado en la vida, no le provocan celos pues están siempre a su dis-
posición; por el contrario, la aburren y los abandona. Si un
hombre está pendiente de ella, es un “ente”, para Paula, no
un varón de verdad.
Ella goza con la incertidumbre que le provoca este novio
insuficiente, que puede abandonarla –de ahí la adrenalina–
como ya lo hizo su primer objeto de amor masculino.
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3. Violencia y mentiras
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capítulo iv
Soluciones
Contexto social, ¿cambiaron los valores
o solo cambió la mujer?
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Nombre Soledad:
Ocupación Estudiante Univ. de Comunic. Social. Zona Morón
Edad 22
Pregunta Nº 2 Negativos
Nombre Walter:
Ocupación Empresario en Computación y Diseño Web. Zona Avellaneda
Edad 35
Hay cosas que se pueden evitar, pero sería obligando a la pareja
Pregunta Nº 1
a estar en la misma sintonía que uno, y eso casi nunca sucede.
Depende del tipo de relación, si es muy pasional, es negativo, en
Pregunta Nº 2
cambio si la relación es más mental, un poco de celos hace bien.
Las mujeres muestran mas la hilacha, los hombres creo que cui-
damos un poco más el detalle, y saltamos por otra cosa,
Pregunta Nº 4
discutimos y nos enojamos por alguna pavada aunque el motivo
real son los celos, pero ellas se enteran dos o tres días después.
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4. Soluciones
Nombre Adela:
Ocupación Docente nivel secundario. Zona Colegiales
Edad 55
En general creo que son negativos, sobre todo cuando no hay un fun-
Pregunta Nº 2
damento sólido.
Pregunta Nº 3 No lo sé.
Nombre Verónica:
Ocupación Actriz / autora teatral
Edad 44
Pregunta Nº 1 No es inevitable
Pregunta Nº 3 Sí.
Los hombres, porque las mujeres hemos cambiado, tomamos las cosas
Pregunta Nº 4
de otro modo.
Nombre Enriqueta:
Ocupación Artista plástica Beccar/San Isidro
Edad 57
Pregunta Nº 1 No.
Creo que los celos se notan en las mujeres un poco más que a
Pregunta Nº 4
los hombres.
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Nombre Eduardo:
Ocupación Gerente de Banco. V. Crespo
Edad 48
Los hombres, porque las mujeres hemos cambiado, tomamos las cosas
Pregunta Nº 4
de otro modo.
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4. Soluciones
Nombre Laura:
Ocupación Empleada de comercio. Almagro
Edad 30
Son inevitables en el punto en que uno lo siente pero son mane-
jables, o sea, los celos son irracionales pero pensándolo en frío
Pregunta Nº 1
se pueden “pilotear”, uno no es el único ser en el mundo y por
lo tanto no es exclusivo ni excluyente.
Nombre Beatriz:
Ocupación Profesora de reiki. Belgrano R.
Edad 55
Pregunta Nº 2 Se puede demostrar interés sin celar, aunque un touch no está mal.
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Nombre Viviana:
Ocupación Arquitecta. Belgrano
Edad 41
Pregunta Nº 1 No.
Pregunta Nº 3 No.
Nombre Matías:
Ocupación Estudiante de RRPP. Haedo
Edad 19
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4. Soluciones
Nombre Ana:
Ocupación Ama de casa, Belgrano.
Edad 38
No siempre son los mismos hechos los que me dan celos, varían
Pregunta Nº 1
según las circunstancias y las personas.
Nombre Nené:
Ocupación Psicóloga Palermo
Edad 72
Pregunta Nº 2 Sí.
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Ejemplos:
Durante un recreo en la sección administración de ventas,
Eugenio, un supervisor, le pregunta en broma a una empleada
de la firma: “¿Sabés cómo hacen el amor los marcianos?”. La
chica esperando inocentemente el final del chiste contesta que
no. Entonces él, sonriente, le apoya una mano en el hombro y
culmina la chanza: “Así, ¿ves?, ahora estamos teniendo sexo”.
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4. Soluciones
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4. Soluciones
Desde que nacemos, uno de los primeros indicios que nos diferen-
cian de los animales radica en nuestra capacidad de simbolizar,
codificar lo que sentimos y transformarlo en un lenguaje. Y ese
lenguaje es complejo no solo por su diversidad de contenido y sig-
nificado expreso, sino también por el latente.
Sigmund Freud se interesó en el chiste y su relación con el
inconsciente, dándole al doble sentido tanta importancia como a
los sueños como camino directo hacia las zonas ocultas de la
mente. En las proposiciones íntimas humorísticas y personalizadas
hechas a través del “doble sentido” y repito, “en broma”, se pre-
sentan ciertos mecanismos básicos como la condensación de un
alto contenido sexual y agresivo, con cierta transferencia de ener-
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4. Soluciones
¿Soluciones?
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El ámbito familiar
Una canción dice algo así como que “madre no hay más que una y
me tuvo que tocar a mí”.
Llegamos al mundo como tabla rasa (dicen algunos), y la
gran usina de significantes amos que son los supuestos de nues-
tros mayores nos llenan con sus frases “místicas”, aquellas que
sesenta años después todavía recordamos, por ejemplo:
• “Vos tenés manos de mierda, no podés sostener nada”.
• “Siempre estás pensando en varones”.
• “Desconfiá, desconfiá, y tendrás razón”.
• “Sos igual que tu padre”.
• “Vos no podés venir porque estás celosa”.
• “Sos un cerdo inútil”.
• “Callate, nena, que vos no sabés nada”.
• “Tu padre se fue con otras y yo me tengo que ocupar sola
de ustedes”.
• “Cualquiera es mejor que vos”.
• “Todas tus notas son diez menos en una materia, ¿por qué
sacaste nueve?”.
• “Vos tenés que estudiar para ser el mejor”.
• “No servís para nada…”.
• “La vida es una porquería…”.
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4. Soluciones
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4. Soluciones
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4. Soluciones
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capítulo v
Taller
¿Para qué sirve un taller de reflexión sobre los celos?
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5. Taller
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5. Taller
Y vimos que:
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5. Taller
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5. Taller
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5. Taller
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5. Taller
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5. Taller
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5. Taller
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5. Taller
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5. Taller
Palabras finales
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bibliografía
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Impreso en Primera Clase Impresores
California 1231 - Buenos Aires
Tirada de 2000 ejemplares
Agosto de 2011