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MÓDULO Y PARALELO:
II “A”
DOCENTE:
Dentro de las exigencias mínimas para que los alimentos sean considerados aptos para el
consumo humano es que sean inocuos, saludables y sanos. Para lograrlo existen normas
básicas como Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) que deben seguir los productores
industriales o manipuladores para obtener productos seguros.
1. INTRODUCCIÓN:
A través de las BPM, se fomenta y establece un mercado seguro que se guía por los
mismos Principios de higiene de los alimentos y proporciona garantías hacia los
consumidores.
Es necesario aplicar las Buenas Prácticas de Manufactura (BMP) en las legumbres ya que
son una herramienta fundamental para la obtención de productos inocuos. También es de
gran importancia porque lleva a mejoras dentro de la empresa, incluso ayuda a bajar los
costos de producción y venta, mantienen la calidad asegurando la inocuidad si existe una
inversión de capital, en especial cuando hablamos del orden, higiene y capacitación del
personal.
2. OBJETIVOS:
2.1 OBJETIVO GENERAL
Las Buenas Prácticas de Manufactura son los principios básicos y prácticas generales de
higiene en la manipulación, preparación, elaboración, envasado y almacenamiento de
alimentos para consumo humano, con el objeto de garantizar que estos se fabriquen en
condiciones sanitarias adecuadas, y se disminuya los riesgos inherentes a la producción.
Las Buenas Prácticas de Manufactura por tanto son aplicables a establecimientos donde
se procesan, envasan y distribuyen alimentos; a los equipos, utensilios y personal
manipulador de alimentos; a todas las actividades de procesamiento, preparación,
envasado de alimentos; y a los productos utilizados como materias primas e insumos en
la fabricación de alimentos. En muchos países las Buenas Prácticas de Manufactura
constituyen reglamentaciones obligatorias que deben ser cumplidas. (Pando, 2011)
Dentro de las exigencias mínimas para que los alimentos sean considerados aptos para el
consumo humano es que sean inocuos, saludables y sanos. Para lograrlo existen normas
básicas como Buenas Prácticas de Manufactura que deben seguir los productores
industriales o manipuladores para obtener productos seguros. Cualquier empresa que
pretenda ser competitiva en los mercados globalizados de la actualidad debe tener una
Política de Calidad estructurada a partir de la aplicación de las Buenas Prácticas de
Manufactura como punto de partida para la aplicación de sistemas más complejos y
exhaustivos de Aseguramiento de la Calidad que incluyen el Análisis de Peligros y Puntos
Críticos de Control – HACCP (sigla en Inglés para Hazard Analysis Critical Control
Points) , la implementación de normas ISO 9000 para llegar finalmente a la Gestión Total
de la Calidad –TQM (sigla en Inglés para Total Quality Management). Todos estos
modelos y sistemas están relacionados entre sí, y su adopción debe realizarse en forma
progresiva y concatenada pues en general la extensión de su aplicación se hace mayor y
más compleja. (Pando, 2011)
Las BPM son especialmente monitoreadas para que su aplicación permita el alcance de
los resultados esperados por el procesador, comercializador y consumidor, con base a las
especificaciones plasmadas en las normas que les apliquen.
En la mayoría de los casos, las legumbres son primero puestas en remojo en agua fría
durante un tiempo estimado de 12 horas o más. La hidratación se realiza con agua fría o
agua caliente, para ayudar a prevenir el endurecimiento de las semillas. Sin embargo, el
calentamiento aumenta los costos en la industria, y puede incrementar la presencia de
recuento de microorganismos. En algunos casos este tratamiento previo es necesario para
eliminar o disminuir la concentración de sustancias que pueden resultar tóxicas para la
salud de quien las consume, tales como los alcaloides anagreína, esparteína, genisteína,
gramina, 13-hidroxilupamina, L-Dopa, lupanina, luteona y wighteona que se encuentran
en las semillas de altramuz. (Parzanese, 2016)
Las legumbres tienen una envoltura impermeable llamada cubierta seminal, tegumento o
testa, que forma una gruesa capa suberificada alrededor de la semilla. Debido a ello, deben
ser previamente tratadas para quitar ese recubrimiento y facilitar la absorción de líquido.
Eliminar la cubierta seminal de las legumbres facilita la cocción y la digestión de la parte
comestible. En Asia, las industrias suelen mantener las legumbres a temperatura ambiente
durante varios días después de la etapa de remojo y antes del secado. Esto permite que
los granos germinen, con lo cual se inician diversos procesos enzimáticos que ocasionan
cambios en la composición de las legumbres: principalmente producen la hidrólisis
parcial de hidratos de carbono (almidón, oligosacáridos) y proteínas. Estos granos
germinados pueden ser consumidos directamente o descascarados, tostados y molidos
para formular otros productos.
A continuación, se describen las etapas mediante las cuales las legumbres son
transformadas desde productos primarios, que incluye todos los procesos poscosecha,
hasta productos con valor agregado, como sopas, snacks, fracciones proteicas, almidón
nativo o modificado, congelados, etc.
Limpieza
La corriente de aire ingresa por la parte inferior y pasa hacia arriba a una presión
controlada generada por un ventilador que está incorporado al equipo. Esta corriente de
aire hace que las partículas más livianas floten (tal cual sucede en un lecho fluidizado) de
tal manera que las distintas partículas van estratificándose según su peso: las más pesadas
se sedimentan y las más livianas recorren la cubierta hacia la parte final, que está más
elevada. De esta forma, las partículas pesadas viajan por la cubierta en la dirección del
movimiento y se descargan por el extremo más estrecho del equipo, mientras que las
livianas flotan a través de la corriente de aire y se depositan en el extremo amplio del
equipo.
Estas máquinas permiten una eficaz limpieza de granos de legumbres y de muchos otros
granos (cereales, leguminosas, café, avena, etc.), puesto que son ampliamente utilizadas
en la industria alimentaria. (Parzanese, 2016)
Clasificación
En general se lleva a cabo en equipos similares a los utilizados para efectuar la limpieza,
ya que en realidad el proceso descripto en el punto anterior implica una primera
clasificación. Luego de la clasificación el producto es sometido a una segunda limpieza
para eliminar por completo el polvo.
Para garbanzos, las mallas de las zarandas tienen orificios que permiten clasificarlos en
tamaños desde 6 mm hasta 10 mm, ya que de acuerdo a su medida tienen distintos destinos
industriales. (Parzanese, 2016)
Decorticado
El éxito de esta etapa está influenciado por la variedad, la temporada o estación cuando
fueron cosechadas, el tiempo de cosecha y la localización del cultivo. Las variedades de
legumbres más grandes (con corteza más gruesa) son fáciles de descascarar y dan un
mayor rendimiento por lo cual son la variedad preferida por la industria molinera. Las
variedades pequeñas requieren varios tratamientos previos al descascarado y otros
procesos complejos. Garbanzos, lentejas y arvejas tienen una cubierta fácilmente
removible por lo que requieren un secado menos drástico y un tratamiento con agua o
aceite de menor intensidad. (Parzanese, 2016)
Las legumbres frescas recién cosechadas, son más difíciles de procesar dado que tienen
un mayor contenido de humedad. Por eso en general se someten a un almacenamiento
prolongado durante el cual disminuye su contenido de humedad mediante un proceso de
secado.
Molienda
Una vez que los granos han sido divididos (separado el cotiledón del tegumento y del
germen) se realiza la molienda, etapa crítica en el procesamiento de legumbres. La
reducción del tamaño de partícula debe llevarse a cabo para incrementar el área interfacial
de los granos, aumentando de esa forma la eficiencia y disponibilidad de secado.
Durante la molienda se controla la distribución de tamaño de partícula, en general se
observa la formación de una matriz de partículas de tamaño mayor entre las cuales se
ubican las de menor tamaño. De esta manera se tiene un control de la densidad de la harina
resultado de la molienda, lo que permite maximizar la eficiencia y definir la funcionalidad
del producto final. (Parzanese, 2016)
RECEPCIÓN Y ALMACENAJE
Estos procesos se realizan en una nave de 8.000 m2 construida con bloques de hormigón
y cubierta doble con cámara de aislamiento, idóneos para la correcta conservación de las
legumbres. La recepción del producto ensacado se realiza con un robot paletizador con
cinta telescópica. Si la mercancía llega a granel, se bascula y transporta a silos provistos
de pesadoras electrónicas y se ensaca en big-bags. (RECEPCIÓN Y ALMACENAJE,
2017)
Los analistas de Control de Calidad toman muestras representativas del producto, con las
que realizan análisis comerciales con arreglo a la normativa española y a las condiciones
contratadas en origen. Además, se define el proceso al que se someterá el producto y se
realizan pruebas de cocción. Todas las entradas se identifican para documentar su
trazabilidad.
4. CONCLUSIONES
• A través del diagnóstico de las Buenas prácticas de Manufactura se ha logrado
captar lo fundamental que son las BPM en las industrias ya que las BPM son los
principios básicos y practicas generales de higiene en la manipulación del
producto. También se logra fomentar y establecer un mercado seguro que se guía
por los mimos principios de los alimentos y proporciona garantías hacia los
consumidores.
• Durante la evaluación del producto logro una concienciación de la importancia de
la aplicación de BPM en las legumbres, ya que las BPM son especialmente
monitoreadas para su aplicación permita el alcance de los resultados esperados
por el procesador y garantizar la satisfacción del consumidor.
5. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Bibliografía
Javaloyes, P. (2016). Cuida y cocina tus legumbres. Legumbres Semillas Nutritivas para
un Futuro Sostenible, 196.
Tandazo, R., & Lara, E. (2015). El uso de las Buenas Practicas de manufactura. Diseño
de una guia de BPM para la industria vinculada ala fabricacion de articulos que
tendran contactodirecto con productos de consumo humano, basado en el
reglamento de BPM para industrias alimenticias, 112.