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Contexto histórico

Anna Lorenzo Lamiel


Producción y Dirección Multimedial
Profesor: Arnau Gifreu
Vic, enero de 2010
Índice

Desarrollo del tema: Contexto histórico .................................................................. 3


Desarrollo de conceptos clave ................................................................................. 8
Resumen del libro: Cibercultura, Pierre Lévy.......................................................... 9
Parte primera: definiciones
Capítulo I: ¿Las tecnologías tienen un impacto?.................................................. 10
Capítulo II: La infraestructura técnica del mundo virtual ....................................... 12
Capítulo III: Lo digital o la virtualización de la información ................................... 14
Capítulo IV: La interactividad ............................................................................... 18
Capítulo V: El ciberespacio o la virtualización de la comunicación ....................... 18
Parte segunda: propuestas
Capítulo VI: Lo universal sin totalidad, esencia de la cibercultura ........................ 19
Capítulo VIII-IX: El arte de la cibercultura............................................................. 22
Capítulo X-XI: La nueva relación con el saber...................................................... 23
Capítulo XIII: El ciberespacio, la ciudad y la democracia ..................................... 25
Parte tercera: problemas
Capítulo XIV: Conflictos de intereses y diversidad de puntos de vista.................. 25
Capítulo XV: Crítica de la sustitución ................................................................... 26
Capítulo XVI-XVII: Crítica de la dominación y crítica de la crítica ......................... 27
Conclusiones ........................................................................................................... 28

2
Desarrollo del tema: Contexto histórico

A lo largo de los últimos cuarenta años muchas han sido las críticas en contra de las
nuevas tecnologías y sus implicaciones. Siempre he opinado, tal y como Lévy
demuestra en Cibercultura, que las repercusiones socioeconómicas no vienen dadas
por las tecnologías en sí, sino por el uso que los hombres le dan. Y hasta hace poco,
se puede decir que he tenido una visión catastrofista, o en otras palabras, he sido
reticente a su uso. A modo de ejemplo, la película Wall-e (Dir. por Andrew Stanton,
2008). Es verdad que las nuevas técnicas no son las verdaderas causantes de los
efectos positivos o negativos de su uso, pero mirando atrás en la historia, siempre que
el hombre ha tenido en su poder una herramienta potente, ha acabado “fastidiándola”
ya sea por fines políticos, ideológicos o económicos. En este sentido pues, no puedo
dejar de tener una visión escéptica de nosotros mismos. ¿Realmente estamos
preparados para esta conversión provocada por la era digital?

Esta revolución tecnológica surgió en un contexto desequilibrado y marcado por los


conflictos bélicos (dictaduras, territorios devastados… etc.). Las nuevas tecnologías
han surgido pues en una gran variante de situaciones, a diferencia de las antiguas
revoluciones como la agrícola o la surgida con la escritura. Quizá sea esta una de las
razones por las cuales, según mi punto de vista, nos está costando más adaptarnos,
aunque no debemos obviar que se trata de un nuevo lenguaje y una nueva forma de
pensar también. En la actualidad nos encontramos con tres grandes generaciones: los
analfabetos digitales (los ancianos), los migrados digitales (adultos) y los nativos
digitales (los jóvenes). Cierto es que la revolución digital apareció gracias a los que
hoy son ancianos (y con fines militares), pero el uso de la informática y de las TIC no
se generalizó hasta mucho más tarde, siendo los jóvenes los que viven inmersos en
esta nueva esfera. Muchos critican el uso banal que se le da a las herramientas de
Internet, pero lo cierto es que cada vez estamos más mentalizados y a comunidades
virtuales como Facebook se le dan usos más coherentes que incentivan a su supuesto
objetivo final, la inteligencia colectiva. Digo supuesto porque en duda queda si los
objetivos son sociales o económicos; sin embargo, no debemos olvidar que vivimos en
un mundo generalmente capitalista, y que el dinero es el principal motor de éste (nos
guste o no), de manera que también cabe la posibilidad de buscar unos fines sociales
con los cuales obtener unas ganancias.

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Sea como sea, hemos llegado hasta tal punto que es imprescindible formar parte de
comunidades como éstas para estar informados y/o comunicarnos con los que nos
rodean (sin contar con los que viven a miles de kilómetros). El ciberespacio se ha
convertido pues en un mundo paralelo al que hemos trasladado todas nuestras
relaciones económicas, comunicativas e informacionales. Cierto es que no sustituyen
sus versiones del mundo real, pero la tendencia también es que cada vez realizamos
más acciones a través del ciberespacio. Esto conlleva a un aumento de la
productividad y disminución de costes, pero también un aumento del desempleo e
incluso, la desaparición de diferentes oficios. Lo mismo sucedió con innovaciones
tecnológicas y sobrevivimos. Pero, ¿hasta dónde llegará esta pelota que década tras
década se hace más y más grande? Otros sucesos surgidos que también creo
relevantes son que, como ya anticipaba anteriormente, nuevas formas de pensar
tenemos los más jóvenes: la ilimitación del espacio y el pensamiento hipertextual.
Ahora más que nunca las fronteras se desvanecen gracias a Internet: podemos
comunicarnos y ejercer cualquier relación económica con cualquiera y en cualquier
momento desde un dispositivo con acceso a Internet. A nuestros abuelos aún les
cuesta creer que esto esté sucediendo. Por lo que hace referencia al pensamiento
hipertextual, no es ninguna novedad la tendencia cada vez mayor a la fragmentación,
es decir, que nuestro cerebro se desarrolla de diferente forma gracias al uso de las
técnicas de este tipo.

En el campo de la educación, estoy completamente de acuerdo con lo expresado por


Pierre Lévy. La inteligencia colectiva creada en el ciberespacio es una gran fuente de
saberes, doblemente efectiva por sus recorridos hipertextuales y por el sentido
sensorio motriz que desarrolla. De sobras queda demostrado que adquirimos y
mantenemos competencias concordes a nuestros intereses antes que aquellas que
difieren de nuestros gustos. En este sentido, pues, si nosotros mismos somos quienes
marcamos el camino a seguir para llegar a una meta informativa a través de
hipertextos, es lógico pensar que adquiriremos este determinado conocimiento con
mayor facilidad. Por otro lado, investigaciones sobre clases impartidas con materiales
interactivos, y preparados especialmente para ello, demuestran que son captados por
los sentidos, marcando así una nueva forma de adquisición de conocimiento aún en
estudio para saber en qué medida debemos explotar. Sin desviarnos demasiado del
ámbito educativo, debemos remarcar también la sinergia de competencias que
propone el ciberespacio. Las ventajas productivas y de conocimiento son altamente
remarcables. Por un lado, cuantos más departamentos pongan en común sus saberes,
más elaborado será el resultado. Por el otro lado, esta puesta en común puede ayudar

4
a crear otros conocimientos innovadores al alcance de todo el mundo, aumentando
cada vez más en el global de la inteligencia colectiva.

Dentro de este punto quiero mostrar especial atención en la gran cantidad de


información a la cual podemos acceder desde Internet. Tanto las fuentes, como el
tratamiento de estas la mayoría de veces resultan de muy dudosa calidad. En el
ámbito de la educación se debería enseñar también a deseleccionar la “basura” de la
información que nos interesa verdaderamente. Las generaciones venideras son
totalmente alfabetizadas digitalmente, pero muchas veces se puede observar cómo se
pierden en el inmenso ciberespacio.

Por lo que hace referencia a la cultura y el arte aplicado en el ciberespacio, muchas


son las críticas que dicen que el hecho de que tengamos una versión virtual de la obra
la empobrece, ya que, de alguna manera, se pierde ese estatus elitista que la
caracteriza. Yo no creo así, ya que como Pierre Lévy constata en el libro, las visitas a
los museos, lejos de disminuir, han aumentado. La posibilidad de tener al alcance de
un click una copia virtual y mínimamente decente nos hace crecer en cultura y en
conocimiento (más si se trata de un ámbito que nos interesa personalmente). Incluso
nos puede crear la necesidad o el deseo de presenciarlo en carne y hueso. Remarcar
también en este punto los interesantes géneros se nos presentan, en mi opinión, a
partir de la hipertextualización de los relatos: las metanarrativas, como formas
creativas que apelan a la interacción, tanto de formas clásicas como de digitales.
Debemos prestar especial atención a las obras digitales: por el ciberespacio flotan
miles y miles de expresiones con un gran valor artístico, cultural e histórico que de
momento no tienen posibilidad de ser guardadas en un espacio como los museos. A
causa de su elevado coste y de la gran cantidad de obras, el futuro de estas piezas es
aun incierto. En este sentido podemos decir que se ha llegado a la democratización
total artística: ya no es necesario tener unos conocimientos o un cierto estatus social
para producir una obra. Los bajos costes de las herramientas y la inteligencia colectiva
nos ha permitido que todos podamos participar en estas formas que hasta hace poco
solo unos pocos podían producir.

Dentro del ámbito de los medios de comunicación, éstos tienen en el ciberespacio un


gran abanico de posibilidades de transmisión y de cooperación y convergencia con
diferentes medios. Estas posibilidades son doblemente interesantes por su carácter
económico y social, ya que podemos informar y obtener ganancias a través de
diferentes plataformas. El problema es que, como decía al principio sobre los usos que

5
nosotros damos a estas tecnologías, es que muchas veces tendemos a malgastar
estas oportunidades y se ofrecen informaciones sin sentido o “basura”, por el simple
hecho de crear sensacionalismo y/o espectáculo gratuito. El caso del territorio español,
en mi opinión, es un ejemplo del mal uso, aunque claro está que existen excepciones.
Los medios de comunicación no deberían desaprovechar los nuevos horizontes
marcados por el ciberespacio. Una buena práctica de lo expuesto seria la corporación
de la BBC, la cual bajo el lema de informar, entretener y educar dispone en sinergia
las nuevas tecnologías y sus posibilidades con esos fines.

Me gustaría hacer constancia también de los usos políticos, que son inicialmente por
los cuales se desarrollaron los medios digitales (más concretamente, los usos
militares). En la actualidad, estos resultan ser sumamente importantes para las
naciones, ya sea para protegerse de ataques exteriores como para controlar el interior
del territorio. Sin embargo, estos usos son una arma de doble filo, ya que las
innovaciones técnicas están al alcance de cualquiera (ya sea de forma legal o ilegal), y
con ello burlar el poder político (incluso seguirlo con lupa). Cabe destacar también que,
aunque vivimos en estados democráticos en los que damos por supuesto que los
salvaguardan, queda entre dicho el derecho a la libertad de privacidad. Aun así, soy
del pensamiento que no tengo nada que ocultar, y si con el fin de proteger otra serie
de derechos se tiene que violar el ya mencionando (hasta cierto punto), yo digo
adelante.

Hablando de política y de medios de comunicación relacionados con la era


tecnológica, creo conveniente destacar la convergencia entre estos dos ámbitos.
Como ya ocurriese en el 11-M de Madrid, las nuevas plataformas mediáticas tienen
una fuerte implicación en el transcurso de la vida política (recordemos que para
muchos, el trabajo exhaustivo que realizaron los medios de comunicación provocó los
resultados de las elecciones generales de unos días más tardes). Solamente queda
pues decir que queda en duda si “los iniciadores” de la era tecnológica celebran las
innovaciones creadas a partir del establecimiento y de la generalización del
ciberespacio.

Finalmente, hablaré de la incertidumbre que muchos tienen sobre la evolución de las


técnicas digitales. Como ya adelantaba en el inicio de este escrito, soy de las que
tienen una visión escéptica con el tema. Soy consciente de que somos nosotros, los
seres humanos, quienes decidimos a última instancia el camino que seguiremos, pero
debo decir que tengo poca fe en que seamos capaces de tal responsabilidad. Por

6
naturaleza somos animales cómodos (y cada vez más), y saber que unas máquinas
pueden realizar las tareas que nosotros no queremos hacer es demasiado tentador.
Tanto que, aunque parezca una exageración, temo que el argumento de la película
Wall-e se haga realidad. El desarrollo y la implicación de las nuevas tecnologías va en
aumento, hasta el punto de que muchos teman por la invención de los cyborgs, es
decir, ésas tecnologías inteligentes con apariencia humana. ¿Es posible que nos
lleguen a sustituir? No debemos olvidar la máxima de Pierre Lévy: no concibamos las
nuevas tecnologías como sustitución de la vida real, sino como cooperación. Los
cyborgs, por ejemplo, tienen una alta potencialidad en el campo científico y médico
(implantaciones…etc.).

El ciberespacio nos muestra un amplio abanico de posibilidades. A lo largo de la


historia se ha demostrado que en nuestras manos está qué camino escoger. Lo
remarcable está en la extremidad de sus efectos a causa de su gran potencial.

7
Desarrollo de términos clave

Cultura: dinámica de las representaciones, es decir, las entidades inmateriales y las


ideas.

Sociedad: la gente, sus lazos, sus intercambios, sus relaciones de fuerza, es decir, las
personas y sus interacciones entre ellas.

Técnica: los artefactos o las entidades materiales que conforman la tecnología.

Cultura, sociedad y técnica son solo diferenciaciones conceptuales, ya que forman un


uno, establecen lazos entre ellos de dependencia (no existen el uno sin los otros).

Inteligencia colectiva: la puesta en sinergia de las competencias, de los recursos y de


los proyectos, la constitución y el mantenimiento dinámico de las memorias comunes,
la activándose así los modos de cooperación flexibles y transversales y la distribución
coordenada de los centros de decisión. Es uno de los principales motores de la
cibercultura.

Ciberespacio: dispositivo de comunicación interactiva y comunitaria que sirve como


instrumento de la inteligencia colectiva (le sirve de soporte) y propone un espacio de
comunicación, se sociabilidad, de organización y de transacción, pero también de
mercado de la información y del conocimiento.

Cibercultura: el ámbito y el contexto surgido de la era digital. Ésta propaga la


copresencia y la interacción de puntos cualesquiera del espacio físico, social o
informacional.

8
Resumen del libro: Cibercultura, Pierre Lévy

Este libro trata sobre la era tecnológica, los nuevos conceptos surgidos, los causantes
y los efectos. Divide el libro en tres partes: la primera de definición de términos, la
segunda de propuestas y una tercera y última de problemas. Con ello tiene el objetivo
de responder y refutar las críticas más generales contra las técnicas digitales,
especialmente con la segunda y la tercera partes, proponiendo sugerencias y
criticando las críticas y justificándose y basándose en ejemplos y en los términos ya
definidos.

Se trata ampliamente, pues, la era digital, explicando su historia y sus elementos:


interactividad, cooperación, tratamiento, dispositivos de entrada y de salida, mundos y
comunidades virtuales… de entre los cuales tiene especial relevancia el ciberespacio,
que Pierre Lévy defiende como un bien próspero de la sociedad.

9
Parte primera: definiciones

Capítulo I: ¿Las tecnologías tienen un impacto?

La metáfora del impacto es inadecuada

Muchos son los críticos que hablan de los impactos que la tecnología ha provocado en
la sociedad y en la cultura. Sobre estas afirmaciones y las connotaciones negativas
que aportan a las nuevas tecnologías, Pierre Lévy establece que los sistemas socio
técnicos, es decir, las relaciones humanas, están construidas por tres pilares: las
personas (la sociedad), las entidades materiales (las ideas y la cultura) y las entidades
materiales (la tecnología); estableciendo un triángulo de interacción inseparable. Por
ello: “...Las relaciones verdaderas no se dan pues entre <<la>> tecnología (que sería
del orden de la causa) y <<la>> tecnología (que sufriría de los efectos), sino entre una
multitud de actores humanos que inventan, producen, utilizan e interpretan
diversamente unas técnicas”.1

¿<<La técnica>> o <<unas técnicas>>?

Tampoco podemos hablar de las repercusiones sociales que tiene la tecnología, ya


que:
• Cada contexto espacio-temporal posee de una tecnología determinada.
• Cada tecnología evoluciona en su contexto de una forma determinada.
• Cada efecto puede variar según su contexto, y es por ello que tampoco
podemos preverlos.

¿La tecnología determina o condiciona?

Delante del triángulo de fuerzas definido en el primer punto, sabemos que esas
relaciones modifican unos a otros de alguna manera. Suponiendo que la tecnología
ejerce algún efecto sobre la sociedad y la cultura, “...la emergencia del ciberespacio
acompaña, traduce y favorece una evolución general de la civilización. Una técnica se
produce en una cultura, y una sociedad se encuentra condicionada por sus técnicas”.2
Condiciona pues, no determina, entendiendo el término como que la tecnología

1
LÉVY, PIERRE. “Cibercultura. La cultura de la sociedad digital”. Mèxic: Anthropos Editorial, 1998,
p. 7
2
LÉVY, Ibid p.9-11

10
permite una serie de posibilidades culturales y/o sociales, y por lo tanto, no podemos
atribuirle los impactos. Cabe recalcar que tampoco debemos caer en el error de
llamarla neutral, ya que como ya se ha dicho, condiciona.
La aceleración del cambio técnico y la inteligencia colectiva

La constante evolución de las tecnologías es otra de las causas por las cuales son
criticadas, según Pierre Lévy. Esta mutación nos connota una sensación de
exterioridad y de desconocimiento, y por lo tanto, de peligro. Una vez determinados
estos principios sobre la tecnología, nos centramos en las que nos ocupan: las
tecnologías digitales.

Llegados a este punto, definiremos la inteligencia colectiva, el cual existe dentro del
marco de la era digital, como “...uno de los principales motores de la cibercultura..., la
puesta en sinergia de las competencias, de los recursos y de los proyectos, la
constitución y el mantenimiento dinámico de las memorias comunes, la activación de
modos de cooperación flexibles y transversales, la distribución coordenada de los
centros de decisión se oponen a la separación estanco de las actividades, a la
compartimentación, a la opacidad de la organización social. Cuanto más se
desarrollan los procesos de inteligencia colectiva..., mejor se apropian de los cambios
técnicos los individuos y los grupos menos efectos excluyentes o humanamente
destructores tiene la aceleración del movimiento tecnosocial..., el ciberespacio,
dispositivo de comunicación interactiva y comunitario, se presenta justamente como
uno de los instrumentos privilegiados de la inteligencia colectiva”.3

La inteligencia colectiva, veneno y remedio de la cibercultura

Definiremos también el ciberespacio como la plataforma intelectual global que se


autodefine a partir de la revolución de las redes digitales. Éste es quien facilita un
abanico de posibilidades de uso de las redes sociales a la inteligencia colectiva, desde
el aislamiento y la dependencia a las TIC, al aprovechamiento positivo de esta nueva
forma de cognición. Cabe resaltar también que “...La inteligencia colectiva que
favorece la cibercultura es a la vez el veneno para aquellos que no participan (y nadie
puede participar en ella completamente por lo vasta y multiforme que es) y remedio
para aquellos que se sumergen en sus remolinos y consiguen controlar su deriva en

3
LÉVY, Ibid p. 13

11
medio de esas corrientes”.4 Su evolución constante hace que debamos ponernos al
día constantemente y ser partícipes de ella, ya que el ciberespacio se ha convertido en
uno de los principales soportes de comunicación.

Capítulo II: La infraestructura técnica del mundo virtual

La emergencia del ciberespacio

Los primeros ordenadores surgieron en Inglaterra y en Estados Unidos durante la IIGM


con usos científicos y militares. A partir de los años setenta se empezó a expandir su
uso civil a partir de la aparición de los microprocesadores. Ello permitió diferentes
procesos económicos y sociales de gran amplitud, así como la automatización de
algunos ámbitos del sector terciario. A partir de entonces se produjo una carrera en el
uso de los aparatos electrónicos y las redes de comunicación informática que
ayudasen al aumento de la productividad con su aplicación. Paralelamente, un
movimiento contracultural surgido en California absorbió las posibilidades sociales que
el nuevo marco tecnológico presentaba, propiciando así la invención del ordenador
personal como instrumento de creación, de organización, de simulación y de diversión.
En los años ochenta empezó a emerger la multimedia a partir de la fusión de la
informática con las telecomunicaciones, la edición el cine y la televisión, así como la
aparición de los nuevos mensajes “interactivos” (videojuegos, interfaces gráficas,
interacciones sensorias motrices, hipertextos y CD-ROM). A finales de esta década el
número de personas y de ordenadores conectados creció exponencialmente,
uniéndose así a las redes informáticas construidas durante los sesenta, las cuales
crecieron y se establecieron en el ciberespacio convirtiéndolo en “...Un espacio de
comunicación, de sociabilidad, de organización y de transacción, pero también un
nuevo espacio de la información y del conocimiento”.5 Las nuevas tecnologías
evolucionaron hasta el punto que las conocemos gracias a tres factores: aumento de
la potencia, disminución de los costes y la adaptación técnica a los usos civiles.

La entrada, la memoria, el tratamiento y la salida de la información digital

Una de las principales ventajas aportadas por los avances de la informática es la


digitalización de la información:
1. Introducimos la información gracias a dispositivos de entrada.

4
LÉVY, Ibid p. 15
5
LÉVY, Ibid p. 18

12
2. La almacenamos en “...Soportes de grabación y de lectura automática de la
información” (memoria), tales como tarjetas o bandas magnéticas.
3. La tratamos gracias a los procesadores.
4. Finalmente la transmitimos según dos factores:
a. La capacidad de transmisión bruta de la red telefónica clásica, por fibras
ópticas o por vías hertzianas.
b. Las capacidades de compresión y de descompresión de los mensajes
c. La arquitectura global de los sistemas de comunicación. En este campo,
los routers son unos de los principales progresos.

Las interfaces

Definimos como interfaces “... Los equipos de materiales que permiten la interacción
entre el universo de la información digitalizada y el mundo ordinario [...] La
diversificación y el aligeramiento de las interfaces, combinados con los progresos de la
digitalización, convergen hacia una extensión y una multiplicación de los puntos de
entrada en el ciberespacio”6. Por lo tanto, conocemos como tal tanto la imagen que
vemos en pantalla de cualquier tipo de documento como las conocidas realidades
virtuales, de las que se hablarán más adelante.

La programación

La programación consiste en el listado de órdenes codificado con lenguajes de


programación, es decir, códigos especializados en escritura de instrucciones para
procesadores informáticos con el objetivo que interpreten datos, actúen sobre las
informaciones... etc.

Los programas de aplicación

Los programas de aplicación son aquellos que permiten a los usuarios realizar una
serie de acciones a través de su ordenador, como el tratamiento de una información
digital. El objetivo de estos es que no sea necesario aprender a programar para
realizar unas funciones determinadas. En este punto, también debemos tener en
cuenta los sistemas de explotación, que son “... Programas que gestionan los recursos
de los ordenadores (memoria, entrada, salida...) y que organizan la mediación entre el

6
LÉVY, Ibid p. 22-24

13
material y los programas de aplicación. Los programas de aplicación no están, pues,
en contacto directo con el material”.7

Del ordenador al ciberespacio

Gracias, pues a las normas de programas y materiales, se establecen espacios


virtuales de trabajo y de comunicación abierto, un espacio de comunicación navegable
y transparente centrado en la información: “... Un ordenador es un ensamblaje
particular de unidades de ensamblaje particular de unidades de tratamiento, de
transmisión, de memoria y de interfaces para la entrada y salida de informaciones [...]
El ordenador no es ya un centro sino un nudo, una terminal, una componente de la red
calculadora universal”.8

Capítulo III: Lo digital o la virtualización de la información

Del mundo virtual en general

Una de los efectos de la plataforma de la cibercultura es l la copresencia y la


interacción desde cualquier espacio físico, social o informacional, estableciendo así la
virtualización, que Pierre Lévy entiende como: “...lo que no existe más que en potencia
y no en acto, el campo de fuerzas y problemas que tienden a resolverse en una
actualización [...]. Lo virtual no se opone a lo real, sino a lo actual: la virtualidad y
actualidad son dos modos diferentes de la realidad. Si la esencia del grano está en
producir un árbol, la virtualidad del árbol es real (sin ser aún actual)”.9

La cibercultura se relaciona pues, con lo virtual de dos formas:


1. La digitalización en sí misma es información virtualizada a partir de códigos
informáticos: “...En el seno de las redes digitales, la información está
evidentemente físicamente situada en alguna parte, en un soporte dado, pero
está también virtualmente presente en cada punto de la red donde se la
pedirá”.10

7
LÉVY, Ibid p. 28
8
LÉVY, Ibid p. 29-30
9
LÉVY, Ibid p. 33
10
LÉVY, Ibid p. 34

14
2. Partiendo de la idea que la información digital está codificada en código
binario, y que por lo tanto es virtual, es inaccesible como tal para los humanos,
de manera que solo podemos reconocerla a través de su actualización.

Siguiendo pues esta estructura conceptual, el mundo virtual, codificado binariamente,


es un potencial de imágenes, y su visualización, la actualización de ese potencial en
un contexto de uso particular. Vemos pues que la virtualización ya existía con la
escritura, la grabación del sonido y de la imagen, la radio, la televisión y el teléfono; la
digitalización y el ciberespacio solo han evolucionado éstas técnicas con relaciones
descontextualizadoras de espacio y de tiempos.

El ciberespacio ha permitido pues la coordinación, cooperación, alimentación y


consulta de una memoria común virtualizando organizaciones económicas y sociales:
“...Los soportes de la inteligencia colectiva del ciberespacio se multiplican y establecen
sinergias entre las competencias”11, creciendo éstas últimas de forma vertiginosa.

Lo digital y su tratamiento

La digitalización a través del código binario es infinitamente útil, ya que permite un tipo
de tratamiento automático, eficaz, con un grado de finura casi absoluto, rápido y a gran
escala, imposible de alcanzar por la vía analógica. Cabe remarcar que las
informaciones digitales pueden producirse también de la misma forma que se tratan.

¿Desmaterialización o virtualización?

Recordemos otra vez que la información digital virtual, que no irreal o inmaterial, es
decir, que va más allá de su manifestación visible: ocupa un espacio aunque sea más
fluida y volátil y que por ello, se necesita menos energía para modificar. “El ordenador
no es, pues, sólo una herramienta más para producir textos, sonidos o imágenes, es
ante todo un operador de virtualización de la información”.12

Hiperdocumentos

Los hiperdocumentos tratan es la forma de estructuración de la información basada en


enlaces y nudos, de los cuales pasamos de una fuente a otra. Los hipervínculos son

11
LÉVY, Ibid p. 35
12
LÉVY, Ibid p. 41

15
un ejemplo, aunque antes de la digitalización ya existían estas formas: las citaciones y
las bibliografías no hacen más que remitirnos a otros textos. En el caso del hipertexto
digital, lo definiremos como “...Información multimodal dispuesta en red para una
navegación rápida e <<intuitiva>>”13: el navegante tiene un amplio abanico de
posibilidades a la hora de encaminarse en su búsqueda o visualización de los
documentos.

¿Multimedia o unimedia?

Pierre Lévy diferencia entre las diferentes dimensiones de la comunicación14:


• Media: soporte de información y de comunicación (texto impreso, cine, Internet
como conjunción entre ordenadores y telecomunicaciones...).
• Modalidad perceptiva: sentido utilizado en la recepción de la comunicación
(vista, oído, tacto, olfato, gusto y cinestesia, que es el sentido interno de los
movimientos del cuerpo).
• Lenguaje: tipo de representación (lenguas, músicas, fotografías, imágenes
animadas...).
• Codificación: principio del sistema de grabación y de transformación de las
informaciones (analógica y digital).
• Dispositivo informacional: relaciones entre los elementos de información.
o Mensajes de estructura lineal (textos clásicos, música y películas).
o Mensajes de estructura en red (diccionarios e hiperdocumentos).
El ciberespacio ha creado sus propios dispositivos paralelos a los dos
anteriores:
o Mundos virtuales (la información es en un espacio continuo: el
explorador o su representante están inmersos en el espacio).
o Flujo de informaciones (los datos pueden ser recorridos, filtrados y
presentados según la navegación del usuario.
• Dispositivo comunicacional: relación entre los participantes de la comunicación.
o Dispositivo uno-todos: en estrella (prensa, radio, TV).
o Dispositivo uno-uno: en red (correo, teléfono).
o Dispositivo todos-uno: en espacio (conferencias electrónicas, sistemas
para el aprendizaje o el trabajo cooperativo, mundos virtuales
multiparticipantes, WWW).

13
LÉVY, Ibid p. 43
14
LÉVY, Ibid p. 51

16
Pierre Lévy, pide pues rigurosidad a la hora de hablar del término multimedia, el cual
define como el uso de los diferentes medios a partir de un solo producto, por ejemplo,
sin tener que utilizar diferentes medios a la vez, que es como se define erróneamente
muchas veces.

Mundos virtuales

La interacción ha evolucionado hasta el punto de que exista la posibilidad de


interaccionar de forma personal i inmediata con una situación simulada en una
realización escénica, siendo los modelos “Descripciones rigurosas de los objetos o de
los fenómenos que hay que simular”15. Determinados sistemas informáticos, pues,
simulan una interacción entre una situación dada y una persona que le permite a éste
último un control estricto y en tiempo real de su representante en el modelo de la
situación simulada. Según el tipo de interacción a partir de la tecnología utilizada, se
establecen tres grados de mundos virtuales:
• Realidad virtual: el explorador obtiene la ilusión de una <<realidad>> en la cual
esta sumergido y mantiene una interacción sensorio motriz con el contenido de
la memoria informática (ubicación con gafas estereoscópicas...etc.).
• Virtualidad en el sentido del dispositivo informacional: el explorador obtiene una
ilusión sensorial <<realista>>.
o Inmersión: el explorador tiene una imagen de sí mismo y de su
situación. Siempre que realice cualquier actuación modifica el mundo
virtual y su imagen en él (simuladores de vuelo...etc.).
o Navegación por proximidad: el mundo virtual orienta las acciones del
explorador dentro de un espacio continuo, siendo el explorador quien
controla su acceso a una inmensa base de datos según los principios y
los reflejos mentales análogos a aquellos que le hacen controlar el
acceso a su entorno físico inmediato (juegos de rol...etc.).
• Virtualidad informática: el explorador navega en un universo de calculables
posibles a partir de un modelo digital y de las entradas facilitadas por un
usuario (programas para la escritura, sistemas hipertextuales...etc.).

15
LÉVY, Ibid p. 52

17
Capítulo IV: La interactividad

La interactividad como problema

El término interactividad se define como “La participación activa del beneficiario de una
transacción de información”, y no debe confundirse como sinónimo de selección de
opciones, como en muchos videojuegos cerrados. En esta participación debe de haber
respuestas que provoquen otras acciones por parte de las personas de forma
voluntaria (recordemos que no es una consecuencia directa del ciberespacio). El grado
de interactividad de un medio o de un dispositivo se puede medir según:
• Las posibilidades de apropiación y de personalización del mensaje recibido.
• La reciprocidad de la comunicación.
• La virtualidad.
• La implicación de la imagen de los participantes en los mensajes.
• La telepresencia y otras formas.
“La comunicación a través del mundo virtual es pues, en un sentido, más interactiva
que la comunicación telefónica, porque implica en el mensaje la imagen de la persona
y la de la situación, que son casi siempre las metas de la comunicación. Pero en otro
sentido, el teléfono es más interactivo, porque nos pone en contacto con el cuerpo del
interlocutor [...], su voz misma”16.

Capítulo V: El ciberespacio o la virtualización de la comunicación

¿Qué es el ciberespacio?

El término de ciberespacio fue acuñado por William Gibson el 1984 en su novela de


ciencia ficción Neuromante. Diferenciándolo de su significado inicial, Pierre Lévy define
el ciberespacio como “El espacio de comunicación abierto por la interconexión mundial
de los ordenadores y de las memorias informáticas”17, incluyendo los sistemas de
comunicación electrónicos, ya que transportan informaciones digitalizadas o
destinadas a la digitalización. El objetivo de ésta es “Poner en sinergia y en interfaz
todos los dispositivos de creación de información, de grabación, de comunicación y de
simulación”18.

16
LÉVY, Ibid p. 67
17
LÉVY, Ibid p. 70
18
LÉVY, Ibid p. 71

18
Las principales innovaciones que el ciberespacio ha proporcionado son:
• El acceso a distancia y las transferencias de ficheros y programas informáticos
a tiempo real. La transferencia no es más que la copia de un paquete de
informaciones de una memoria digital a otra.
• El correo electrónico: podemos enviar y recibir mensajes desde cualquier
ordenador con conexión a Internet, pero lo más importante en este punto es
que podemos enviar el mismo mensaje a un gran número de destinatarios a la
vez.
• Las conferencias electrónicas, que son “Dispositivos elaborados que permiten
a grupos de personas discutir juntos sobre temas particulares. Los mensajes
están generalmente clasificados por temas y por subapartados [...]. Los
mensajes no están dirigidos a personas sino a temas y a subtemas, De todas
formas, esto no impide a los individuos contestarse, puesto que los mensajes
están firmados”19. Se puede acceder a diferentes conferencias a la vez y
permite contactar con personas que comparten los mismos intereses.
• La comunicación a través del mundo compartido, es decir, una comunicación
<<todos-todos>> a través de la interacción en un mundo virtual como algunos
juegos de rol.

Parte segunda: propuestas

Capítulo VI: Lo universal sin totalidad, esencia de la cibercultura

La noción de caos que nos connota la infinidad de información del ciberespacio viene
marcada, principalmente porque “Cuanto más se amplía el ciberespacio, más se
convierte en <<universal>>, y menos totalizador se vuelve el mundo informacional”20
(entendemos universal como la presencia virtual de la humanidad en ella misma y
totalización, como creación de un significado único). Universal porque el ciberespacio
constituye la infraestructura que garantiza la posibilidad de una progresión de la
comunicación y de la coordinación y organización de otros grandes sistemas técnicos.
Además, tiende a interconectar las informaciones, las máquinas y los hombres, así
que, si nos basamos en la tesis de McLuhan de que “El medio es el mensaje”,
entonces el mensaje es universal, y sistematicidad transparente e ilimitada.

19
LÉVY, Ibid p. 77
20
LÉVY, Ibid p. 83

19
Al contrario que la escritura, que propició una revolución social como el ciberespacio,
éste último no ejerce un efecto totalizador sobre la sociedad. Inicialmente con la
escritura, y más adelante con la aparición de los medios de comunicación, éstos sí que
totalizan al encuadrar en un <<común denominador>> a sus audiencias en la
significación de sus mensajes. La subjetividad de cada uno hará que interprete dentro
de ciertos parámetros, pero podemos decir que es una comunicación lineal y por lo
tanto, los destinatarios no pueden más que actuar pasivamente. Pero una vez más,
debemos tener en cuenta que “La ecología de las técnicas de comunicación propone,
los actores humanos disponen”21. El ciberespacio, por el contrario, al ejercer en
general un recorrido hipertextual, son los destinatarios quienes eligen las formas de
acceder a una información a través de una diversidad de fuentes, y por lo tanto, son
actores y no se ven totalizados en la interpretación: “El ciberespacio no genera una
cultura de lo universal porque, de hecho, esté por todos sitios, sino porque su forma y
su idea implican de derecho el conjunto de los seres humanos”22.

Otra de las causas por las que no concebimos el ciberespacio como totalizador es por
la misma universalidad que conlleva: la heterogeneidad de las diferentes fuentes de
información hace imposible totalizar la interpretación. Finalmente, por lo que hace
referencia a la idea de caos delante de tantas fuentes informativas, Pierre Lévy dice
que “El ciberespacio no está desordenado, expresa la diversidad de lo humano”23.

Capítulo VII: El movimiento social de la cibercultura

La emergencia del ciberespacio ha surgido, más que a partir de objetivos político-


económicos, a partir de un movimiento social encabezado por una juventud
metropolitana y educada que ha visto en la interconexión, en la creación de
comunidades virtuales y en la inteligencia colectiva nuevas formas de comunicación y
de fuentes de información. Es cierto, tal y como explica Lévy, que las formas
económicas e institucionales dan forma al deseo, pero son los individuos quienes
actúan al final. Son al final las personas las que han hecho crecer el ciberespacio de
forma anónima y con el objetivo de mejorar las herramientas informáticas de la
información. Cabe recalcar en este punto otra vez que: “El ciberespacio no es una
infraestructura técnica de telecomunicación particular, sino una cierta manera de usar

21
LÉVY, Ibid p. 90
22
LÉVY, Ibid p.93
23
LÉVY, Ibid p. 93

20
infraestructuras existentes, imperfectas y dispares. La autopista electrónica nos lleva a
un conjunto de normas de programas de cables de cobre o de fibras ópticas, de
uniones por satélites, etc. El ciberespacio, por el contrario, apunta, por medio de
enlaces físicos cualesquiera, a un tipo particular de relación entre las personas”24.

Los principios del crecimiento del ciberespacio

1. La interconexión: Esta tendencia intrínseca del ciberespacio provoca una


transformación física de la comunicación; pasamos de las nociones de canal y
de red a la de una sensación de un espacio englobante. “La interconexión teje
un universal por contacto”25.
2. Las comunidades virtuales: Éstas se construyen según afinidades e intereses,
sobre unos conocimientos y en un proceso de cooperación sin tener en cuenta
las proximidades geográficas. De esta forma se fomenta la libertad de
expresión y existe un cierto consenso entre los internautas en la repulsa a la
censura (incluso existen los flames, es decir, denuncias de los mismos
internautas a aquellos que infringen las directrices establecidas), creándose en
el ciberespacio el siguiente paso en la evolución de la esfera pública creada
por los medios de comunicación. Y es que, más que fomentar el aislamiento,
las comunidades virtuales establecen el mismo tipo de relaciones que las
interacciones presenciales. De hecho, bajo este punto de vista, estas
comunidades se presentan como la actualización de grupos que solo eran
potenciales antes de la aparición del ciberespacio.
3. La inteligencia colectiva: el conjunto de saberes creados y compartidos en la
red era el objetivo último de visionarios como Engelbart, Licklinder, Nelson,
Berners Lee, Perry Barlow, Pesce, Kelly, Rosney, o el mismo autor que
tratamos Lévy; y que podemos decir que es ahora una realidad.

Debemos remarcar que cada una de las tres figuras forma la condición necesaria para
que existan las otras. Un último punto que marca Pierre Lévy en este capítulo es que
en el término de <<universal>>, se debe trabajar en la posibilidad de acceso de todo el
mundo y desde cualquier punto del planeta.

24
LÉVY, Ibid p. 96
25
LÉVY, Ibid p. 100

21
Capítulo VIII-IX: El arte de la cibercultura

Las artes de lo virtual: el ciberarte

Las características de esta nueva concepción artística son:


• Participación activa de los intérpretes en la obra: se pide al espectador que
actúe en la actualización de una secuencia de signos o de acontecimientos.
• Creación colectiva: artistas y audiencia, por tanto, colaboran entre ellos.
• Obra-proceso y obra-acontecimiento: las creaciones son continuas y abiertas a
la construcción, de manera que surgen acontecimientos y así la obra ya no
está limitada al momento de su concepción o de su realización.
• Interconexión: se recombinan fragmentos de corpus ya existentes.
• Mezcla de los límites: se replantea la cuestión de los límites de la obra o de su
marco, ya iniciado después de las vanguardias.

Otros conceptos alterados serian:


• La figura de autor: ya no hablamos de un autor único, porque los intérpretes
participan en la obra.
• Nuevos criterios de apelación y de conservación: existen nuevas formas de
acceder a las obras como los museos virtuales. Cabe resaltar que existe una
gran cantidad de expresiones artísticas creadas digitalmente y que flotan por el
ciberespacio.
• Redefinición y aparición de nuevos géneros, tales como la música tecno.

La adecuación entre las formas estéticas de la cibercultura y sus dispositivos


tecnosociales

Los ingenieros de los mundos virtuales aparecen dentro de este marco como artistas,
ya que “Se ocupan de las virtualidades, dan forma arquitectónica a los espacios de
comunicación, coordinan los equipamientos colectivos de la cognición y de la
memoria, estructuran la interacción sensorio motriz con el universo de datos”26. El
World Wide Web y Tim Berners serían un ejemplo.

En este punto Pierre Lévy recuerda que los mundos virtuales pueden seguir recorridos
abiertos o cerrados, y explica que éstos son complementarios el uno con el otro, que

26
LÉVY, Ibid p. 117

22
se alimentan y se inspiran recíprocamente. Dice también que la evolución del
ciberespacio abre la perspectiva de una interconexión de todos los mundos virtuales
sin reemplazar los ya existentes, de la misma manera que el teatro no se ha visto
sustituido por el cine. Remarca también que las transformaciones acaecidas en el
ciberarte, como el declive de la figura del autor, no conciernen a las otras expresiones
artísticas.

Lo universal sin totalidad: texto, música e imagen

Todos los signos emergen en la cibercultura con una forma y una manera de
interactuar nuevas:
• Los textos son fragmentados y abiertos a partir de los hipertextos.
• La música se puede presentar a una navegación no lineal a partir de
hiperenlaces, aunque su transformación más destacable en su paso a la
digitalización se debe al proceso del muestreo, de la mezcla y del arreglo.
Gracias a la disminución de los costes de la maquinaria, muchos pueden
convertirse en artistas en este sentido.
• La imagen deja de ser representativa para ser visualizada interactivamente, es
decir, pasamos a interactuar sensorio motrizmente con unos datos que definen
el estado virtual de la imagen.
Debemos puntualizar que estas nuevas formas no sustituyen las concepciones
anteriores de estos signos, sino que las complementan. “La interacción y la
inmersión, típicas de las realidades virtuales, ilustran un principio de inmanencia
del mensaje a su receptor”27.

Capítulo X-XI: La nueva relación con el saber

Como ya se ha definido, la sociedad se ha visto transformada, y con ella, el sistema


educativo:
• Las competencias necesarias y adquiridas antes de su carrera profesional
quedarán obsoletas al final de esta.
• La vida laboral se debe compaginar con el aprender, el transmitir saberes y el
producir conocimientos.
• El ciberespacio dispone de tecnologías intelectuales que permiten la
amplificación, la exteriorización y la modificación de estas funciones humanas

27
LÉVY, Ibid p. 123

23
primitivas: memoria (bases de datos), imaginación (simulación), percepción
(sensores digitales), razonamientos (inteligencia artificial); los cuales favorecen
las nuevas formas de acceso a la información y los nuevos estilos de
razonamiento y de conocimiento.

“Lo que hay que aprender no puede ser ya planificado ni definido con precisión, con
anterioridad. Los recorridos y perfiles de competencias son todos singulares y pueden
analizarse, cada vez menos en programas o cursos válidos para todo el mundo”28. Es
por ello que se debe trabajar en la reforma de la educación y la formación,
encaminada al AAD (aprendizaje abierto y a distancia), la cual favorece la
personalización, la cooperación en la red del aprendizaje y la disminución de sus
costes; así como al reconocimiento social y profesional de estas competencias. Las
causas por las cuales debemos introducir las TIC en se resumen en la gran demanda
y la limitada oferta de educación en ciertas competencias (el autoaprendizaje a través
del ciberespacio parece una alternativa viable), así como las oportunidades que
ofrecen estas nuevas técnicas en el aprendizaje (esto no significa que sustituyan las
formas clásicas, sino que deben servir de complemento de las clases presenciales).
Además, se abre en este campo un horizonte interesante: la posibilidad de interacción
del alumno con el docente, de manera que éste último recibe un feedback y se
contribuye a una inteligencia colectiva y de cooperación en el campo de los estudios.
En esta línea, se disuelven también las fronteras en que las elites son quienes poseen
el conocimiento y pueden transmitirlo y bajo este punto de vista, de sobra queda decir
que la educación queda accesible para todos y desde cualquier punto geográfico.

A modo de ejemplificación de lo expresado en el campo del saber, Pierre Lévy nos


muestra los árboles de conocimiento como unos instrumentos para la inteligencia
colectiva en el campo que nos ocupa: se trata de un método informatizado para
gestionar las competencias adquiridas por cada individuo dentro de un centro
educativo o de una empresa. En él, se muestran todos los aprendizajes adquiridos y
las vías por que los ha conseguido, dando muestra así de la especialización en los
diferentes campos y de la personal forma en que ha hecho.

28
LÉVY, Ibid p. 130

24
Capítulo XIII: El ciberespacio, la ciudad y la democracia electrónica

Ciberciudades y democracia electrónica

Las competencias urbanísticas han encontrado también en el ciberespacio su forma


de presentarse a través de estas formas:
1. Las analogías entre las comunidades territoriales y las comunidades virtuales.
2. El razonamiento en términos de sustitución por emplazamiento de las
funciones de la ciudad clásica por los servicios y recursos técnicos del
ciberespacio.
3. La asimilación del ciberespacio a un equipamiento urbano o territorial clásico.
4. La exploración de los diferentes tipos de articulación entre el funcionamiento
urbano y las formas nuevas de inteligencia colectiva que se desarrollan en el
ciberespacio.
Declina las tres primeras y defiende la última forma, ya que ésta permite utilizar
el mundo virtual para mejorar la vida en la realidad.

Parte tercera: Problemas

Capítulo XIV: Conflictos de intereses y diversidad de puntos de vista

1. Apertura del devenir tecnológico: La introducción del ciberespacio no debe


verse como un retroceso sino, como ya se ha explicado, como un avance.
Además, éste no debe verse como un causante de efectos positivos o
negativos, sino que presenta unos contextos, y son las personas quienes
actúan.
2. El punto de vista de los comerciantes y el advenimiento del mercado
absoluto: El ciberespacio ha proporcionado una serie de nichos económicos
que, como en la vida real, las empresas intentan suplir.
3. El punto de vista de los medios de comunicación, ¿cómo hacer
sensacionalismo en la red?: Los medios de comunicación han encontrado
en el ciberespacio una nueva fuente y medios a partir de los cuales
informar. En ellos se refleja ni más ni menos que lo que han hecho hasta
ahora en formatos analógicos.

25
4. El punto de vista de los Estados, control de flujos transfronterizos,
criptografía, defensa de la industria y de la cultura nacionales: Los poderes
estatales ven cómo en el ciberespacio se les presenta una arma de doble
filo. Por un lado les sirve para la el control ciudadano, pero la verdad es que
los civiles han aprendido a remeter contra este control, de manera que
estas formas restrictivas pueden quedar obsoletas. Además, queda en
cuestión el derecho a la privacidad, que con el uso de estas tecnologías
puede quedar violado.
5. El punto de vista del <<bien público>>, en pro de la inteligencia colectiva:
Llegados a este punto, remarcamos una vez más que el objetivo del
ciberespacio de la inteligencia colectiva tiene una serie de implicaciones
positivas en relación a la economía, la política y la cultura, y que son los
beneficiarios mismos los responsables de estos efectos.

Capítulo XV: Crítica de la sustitución

1. ¿Sustitución o complejidad?: La aparición de los nuevos panoramas a partir


de la digitalización con nuevas formas comunicativas no deben verse como
un peligro a las ya existentes, sino como formas de cooperación.
2. Crecimientos paralelos de las telecomunicaciones y de los transportes: Con
la universalización del ciberespacio, el número de relaciones y sus formas
han aumentado. Debemos hacer frente a esta situación y no temerla
alegando al caos.
3. Aumento de los universos de elección, el crecimiento del mundo virtual
conlleva el del mundo actual: “Cuanto más se acumulan las informaciones,
cuanto más circulan y proliferan, mejor son explotadas (aumento de lo
virtual), y más crece la variedad de lo objetos y de los lugares físicos con
los cuales estamos en contacto (aumento de lo actual). Sin embargo,
nuestro universo informacional se dilata más rápidamente que nuestro
universo de interacciones concretas [...], el primero se desarrolla más
rápidamente que el segundo. De ahí la sensación de diluvio de datos, de
mensajes y de imágenes, nuestra impresión de desfase entre lo virtual y lo
real”29.
4. Nuevos planos de existencia: El desarrollo tecnológico ha abierto nuevos
planos de existencia según:

29
LÉVY, Ibid p. 190

26
a. Modos de relación.
b. Modos de conocimiento, de aprendizaje y de pensamiento.
c. Géneros literarios y artísticos.
Recordemos que estas nuevas formas no sustituyen las ya existentes,
sino que las complementan.

Capítulo XVI-XVII: Crítica de la dominación y crítica de la crítica

Puntualizamos una vez más que el ciberespacio no es más que la virtualización de la


vida real. Es por ello que en él vemos reflejados las tensiones sociales que vivimos y
sus problemáticas. Por eso no debemos acusar el ciberespacio, ya que éste solo
propone diferentes opciones, y son los hombres quienes actúan.

27
Conclusiones sobre la cibercultura

La era digital se generalizó hace unos veinte u ochenta años, permitiendo una nueva
plataforma digital y virtual: el ciberespacio. Éste nos permite infinidad de posibilidades
dentro de los diferentes ámbitos de la vida real y ha permitido la existencia de nuevos
(el ciberarte, por ejemplo). Estas posibilidades vienen dadas por la interactividad y la
cooperación a que nos invita el nuevo espacio.

Cierto es que muchos son los efectos negativos a raíz de la generalización de Internet
y las nuevas redes de comunicación, pero si lo pensamos, en la red no existe más que
una analogía de nuestras vidas, solo que se nos desvanecen las fronteras de espacio
y lo podemos hacer a nivel global. La pornografía infantil existe en la red porque ya
existe en la vida real. Además, la tecnología en sí misma no tiene el poder de tener
tales o cuales efectos, sino que son las personas las que con sus acciones repercuten
de esa forma.

Por lo que hace al desarrollo técnico que, según se dice, se hace bajo intereses de
comunicación e información, estoy totalmente de acuerdo en su trabajo. Es más, creo
que se deberían hacer más esfuerzos para que sectores del tercer y del cuarto mundo
puedan también acceder a estas posibilidades positivas para la sociedad. Sin
embargo, creo que debemos hacer un estudio global de las repercusiones que pueden
conllevar ciertas acciones para facilitar la vida real.

28

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