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La interacción humana es un lujo en la era de las pantallas

Análisis y opinión

“Nada resulta tan deshumanizador como la ausencia de contacto humano” (Nelson


Mandela, 1918-2013). En el artículo del periódico The New York Times “La interacción
humana es un lujo en la era de las pantallas” escrito por Nellie Bowles (26 marzo,2019)
se pone en la mesa el tema de la interacción humana y la posible crisis por la que está
pasando hoy en día, pues a través de una serie de casos reales se nos muestra la tendencia
que está tomando el humano (en el texto menciona que específicamente los clasemedieros
o los más pobres) a empatizar cada vez más con las máquinas y las pantallas. El texto
demuestra como la tecnología está avanzando sin ninguna barrera que la detenga,
convirtiéndonos en los esclavos de los espejos negros, mostrándonos como nos volvemos
más solitarios e introvertidos.

El articulo muestra una serie de repercusiones que puede haber en nuestra vida el uso
excesivo de los dispositivos tecnológicos, comenzando desde los más pequeños, pues el
texto menciona que se ha demostrado que los niños que pasan más horas frente a una
pantalla tienden a tener una menor calificación en pruebas de lógica y de lenguaje y en el
peor de los casos, un adelgazamiento en la corteza cerebral. Cosa que hay que admitir que
es impresionante, como los celulares, las tabletas y las computadoras han llegado a
sustituir a las pelotas, lo libros de colorear o los rompecabezas en la rutina de los niños.
Los adultos tampoco se escapan de estas repercusiones pues, está demostrado que el
tiempo que pasan frente a las pantallas y la misma depresión están interrelacionados.

Creo que es una noticia interesante, iniciando por el título, y lo cierto es que estoy de
acuerdo en que se está perdiendo el contacto humano cada vez más y lo verdaderamente
preocupante es que los que más se están viendo involucrados en esto, son los jóvenes.
Más aún en estos días porque es sorprendente que esto no haya sido escrito en la pandemia
y es algo que de verdad se siente muy fresco en el sentido de que muchas personas lo
están viviendo más que nuca a causa del encierro.

Pero ¿podemos decir que el contacto humano es un lujo del que están gozando cada vez
más los ricos? No me sorprende este análisis tan apresurado de parte de la autora, pues es
una perspectiva americana euro centrista que solo ve por Estados Unidos y por los países
del “primer mundo” y no se molesta en tomar en cuenta otros países menos
“desarrollados” típico de los periódicos como The New York Times. Desde mi humilde
opinión no creo que a una comunidad indígena de Chiapas le pueda servir de mucho
empezar a estar más frente a una pantalla, si ni luz tienen, o podemos tomar como ejemplo
a África, dónde apenas el 38% de la población de este continente, está conectada a la red
eléctrica, esto quiere decir que, poco más de una de cada diez viviendas está conectada al
internet ( Attanasio & Giorgi, 2020). Por esa parte no creo que el articulo tenga mucha
razón.

Otro punto que no me encantó del texto es está idea que nos quiere meter a la cabeza de
que, si los ricos lo hacen, entonces es lo correcto, y nos los ponen como seres “superiores”
que han podido “desconectarse” de esta “martix” y nuestro trabajo como buen rebaño
consumista es tenerlos como ejemplos a seguir, aspirar a ser como ellos. Y la realidad es
que la tecnología y las pantallas llegaron para quedarse, en este punto hay que dejar de
erradicar la tecnología, creo que el mensaje del articulo no tendría que ser el aléjate de la
tecnología y sálvese quien pueda, no, lo que realmente debería hacer es incentivar a los
demás (mundialmente hablando) a encontrar un balance sano entre el espacio virtual y la
vida real y tangible. Me hubiera gustado que el dejara de lado el fanatismo hacia las élites,
que dejara de lado la cultura del imperialismo y que en su lugar tocara las verdaderas
preguntas que tienen un peso, por ejemplo: ¿Cómo es que nos están transformando no
solo las pantallas, sino las redes sociales? ¿Qué tan reales somos en ellas? ¿Cuándo es
que las pantallas y las redes sociales dejan de ser una herramienta, una distracción o un
entretenimiento y evolucionan a ser un vicio? ¿Estamos dejando de atender a nuestros
seres queridos por concentrarnos en números y “likes”? y sobre todo ¿Por qué estamos
depositando nuestro valor como seres humanos en las pantallas? Lo cierto es que el
artículo no tomó en cuenta estos puntos y los pocos que toca los deja a medias.

En mi análisis y opinión no estoy diciendo que el uso excesivo de las pantallas y las redes
sociales no sea un problema, de hecho, está más que al día en estos tiempos de pandemia,
donde nos vemos obligados a permanecer en nuestras casas lo más posible, lo interesante
es analizar ¿Cómo es que nos manipulan las redes y los medios para mantenernos pegados
en las pantallas? Lo cierto es que somos primates, y no hay nada de qué avergonzarse,
porque en nuestra cabeza está el pedazo de materia más complejo de todos, el cerebro,
esa masa viscosa y que en ciertas ocasiones nos da mucho asco ver es la razón por la que
hoy en día tenemos lenguaje, cultura y herramientas, quizás por sí mismas cada una no
sean tan impresionante, pero cuando juntamos las tres tenemos la civilización (aquí es
donde las cosas se ponen interesantes).

La única razón por la que puede estar leyendo este análisis y opinión a través de la
computadora o celular es porque nuestra especie ha pasado por miles de millones de años
evolucionando para adaptarse al medio ambiente. Pero nuestra civilización es como un
medio ambiente que cambia todo el tiempo, cada vez más rápido. Mucho más rápido que
la naturaleza, mucho más rápido de lo que nuestro cerebro puede adaptarse y eso nos
presenta muchos retos, el más reciente fue pasar de una sociedad donde la gran mayoría
de la gente producía comida, a una sociedad en la que solo unos pocos trabajaban el
campo mientras otros comenzaban a adaptarse a otras industrias. Esto como es de
esperarse no se quedó así, porque ahora serán las máquinas y la tecnología las que se
encargarán de todo, nuestro único trabajo será estar desde nuestras computadoras,
generando y administrando datos ¿Qué pasa con eso? Que la información ya no es ni
escasa ni valiosa, la gran mayoría de la información y datos que producimos en el siglo
XXI solo es basura. Lo que podemos decir que en estos tiempos es escaso y valioso es la
atención, es nuestro recurso más valioso hoy en día, no es renovable y solo cuentas con
una reserva diaria de 24 horas y obviamente alguna de ellas deben ser ocupadas en dormir
y hacer nuestras vidas.

La atención que le damos a un medio es la atención que el otro pierde y las empresas
gigantes transnacionales lo saben. Hace unos años el jefe encargado de la empresa Netflix
bromeó en sus redes sociales diciendo “El sueño es nuestro mayor competidor” (17 de
abril, 2017). Detrás de nuestras pantallas y nuestras redes sociales están las personas más
listas de este siglo; expertos en diseño, tecnología, programación y neurología con una
sola misión, hacernos adictos, descubren cuales son debilidades y prioridades de nuestra
mente para y tenernos cada vez más tiempo pegados en las pantallas. No porque seamos
los usuarios hay que pensar que somos sus clientes, sus clientes son las otras marcas, los
anunciantes, nosotros somos su moneda de cambio. El verdadero impacto en nuestras
vidas podemos decir que por lo menos hoy es que ya somos adictos a las redes y las
nuevas tecnologías y está bien visto.

Como ya he mencionado creo que se bebe dejar de lado la idea de “en mis tiempos cuando
no había tecnología todo era mejor”, aunque es cierto que es preocupante que el contacto
humano es cada vez menos creo que es imposible que desaparezca, lo he visto con mis
propios ojos, cuando el colegio donde estudio abrió sus puertas después de un año,
muchos alumnos no dudaron ni un segundo para regresar a clases presenciales, se dieron
cuenta de lo importante que es el contacto humano y eso es digno de aplaudirse. Ahora
todo depende de la educación que estos mismos reciban, primero desde su casa claro,
pero que también en las escuelas se debería enseñar a cómo equilibrar los espacios
virtuales y los reales. Que se enseñe que la fama y el querer ser el “boom” (o sea la
atención) no es lo más importante. Empezar a profesar la autoaceptación y dejar de un
lado la aprobación de los demás.
Bibliografía:

Attanasio, A., & Giorgi, J. (2020). elperiodico.com. Móvil, la catapulta del desarrollo
tecnológico, https://www.elperiodico.com/es/especiales/connecting-africa-
desarrollo/moviles.html.
Bowles, N. (26 de marzo de 2019). www.nytimes.com. Obtenido de La interacción
humana es un lujo en la era de las pantallas:
https://www.nytimes.com/es/2019/03/26/espanol/opinion/tecnologia-pantallas-
contacto.html
Humphries , M. (18 de abril de 2017). entrepreneur.com. Obtenido de Nuestro mayor
enemigo es el sueño: Netflix: https://www.entrepreneur.com/article/293016
Colegio Argos. (2017). colegioargos.edu.mx. Obtenido de INFLUENCIA DE LAS
REDES SOCIALES EN LOS JÓVENES:
https://colegioargos.edu.mx/influencia-de-las-redes-sociales-en-los-jovenes/
Stalman, A. (julio de 2018). andystalman.com. Obtenido de La relación del ser humano
con la tecnología está en crisis: https://andystalman.com/relacion-humano-
tecnologia-crisis/

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