Está en la página 1de 14

PROFETA

AMOS
La Lucha entre la Justicia y el Ritual
El esbozo del libro puede ser como sigue:
Division del. Juicio
sucontra
libro
las naciones (1:1 - 2:16).
A. Preludio: Día de ira (1:1-2).
B. Juicio sobre seis naciones vecinas ( 1 :3 - 2:3). C.
I. II.
Juicio sobre Judá e Israel (2:4-16).
II. Pecado y castigo de Israel (3:1-6:14).
Capítulos 1-2 A. Certeza Capítulos 3-6
del castigo de Dios (3:1-15).
B. Los castigos
Ocho Juicios contra las pasadoscontra
Tres mensajes resultaron ineficaces (4:1-13).
naciones Vecinas. C. Lamentación
Israel. por la caída de Israel (5:1-27).
D. La destrucción y la cautividad son inminentes (6:1-
14).
III. III. Cinco visiones del juicio venidero (7:1-9:10).
A. Primera visión: La plaga de langostas (7:1-3).
Capítulos 7-9 B. Segunda visión: Un fuego consumidor (7:4-6).
C. Tercera visión: La plomada de albañil (7:7-9).
Cinco visiones de D. Cuarta visión: El canastillo de fruta de verano (8:1-
Juicio. 14). E. Quinta visión: Destrucción del templo (9:1-10).
IV. Promesa de bendiciones mesiánicas (9:11-15).
01
EL LLAMADO
DEL
PROFETA
Su nombre significa “carga” o “llevador de cargas”.
SU PERSONA
Título que le dio Dios al profeta.
Data su obra profética ocurrida en el reinado de Jeroboam II, rey de Israel,
comprendidos entre las dos fechas ya aludidas, el 767 y el 753 a.C.
Amós era de una pequeña villa a 8 km, al sudeste de Belén llamada Técoa.
Describe su profesión era de “boyero y cultivador de sicómoros” (7:14).
En (1:1) Amos se llama así mismo como “uno de los pastores”, (Noqedim,
participio plural). Este termino se aplica al que cuida de una variedad
pequeña de ovejas llamada naqod.
Parece ser que estaba al cuidado de ganado
vacuno como de ganado menor, además cultivaba
sicomoros o higueras silvestres.
Su ministerio fue durante los reinados de Uzias,
rey de Judá y Jeroboam II, rey de Israel 8793-753
a.C).
EL LLAMADO DEL PROFETA
Fue el único profeta que dio su ocupación antes de declarar su comisión
divina. Las frases de Amós “No soy profeta” y “No soy hijo de profeta”,
explicando que no era de descendencia sacerdotal o noble, sino que
trabajaba como “uno de los pastores” (1:1)… “Y Jehová me tomó de detrás
del ganado, y me dijo Ve y profetiza a mi pueblo Israel (7:14-15)”.
En cualquiera de los dos casos, es evidente que su ocupación profesional no
era el profetismo, sino que había sido llamado por Dios a dejar por algún
tiempo su ocupación normal y servirle en el ministerio profético.
Amos es el tercer de los profetas menores y se
diferenciaba de Oseas y de la mayor parte de los
profetas en que no ejercía su ministerio a tiempo
completo.
Como persona corriente antes de recibir su llamamiento,
Amos debió ser una persona dedicada a Dios y espiritualmente madura.
EL LLAMADO DEL PROFETA
En aquel tiempo había profetas de tiempo completo, a quienes Dios pudo
haber usado para tal ministerio, pero el Señor tuvo alguna razón para
escoger a un hombre corriente, lo cual dice mucho de la persona
escogida; Dios vio en el un vaso de elección para ejercer el ministerio del
que Israel estaba entonces necesitado.
UN PUNTO IMPORTANTE:
Es que el llamamiento de Dios a Amos para que fuese a Israel, implica que había
pocos profetas que viviesen allí. Por supuesto que allí estaba Oseas y Jonás,
pero parece ser que Dios tenia para ellos otros lugares en los cuales ejercer su
ministerio.
El libro de Amos nos provee provechosa información de las condiciones que
existían en el reino del norte durante el reinado de Jeroboam II; era políticamente
un tiempo de prosperidad, florecían los negocios y el comercio. Pero tambien era
un periodo de decadencia moral y religiosa. (2:6-7)
02
LA
PREDICACION
DEL PROFETA
La predicacion del
profeta Amos:
Amós buscó alguna prominencia segura desde donde fuera fácil
verle y escucharle; observó a la gente por unos momentos,
viendo cómo llegaba con sus ofrendas y sacrificios para el
becerro de oro erigido en los santuarios del rey. Súbitamente
gritó con todas sus fuerzas:
Jehová rugirá desde Sion, y dará su voz
desde Jerusalén, y los campos de los
pastores se enlutarán, y se secará la
cumbre del Carmelo. (1:2).
Un ciento de ojos asombrados se volvieron para
verlo, y un ciento de oídos atónitos le pusieron
atención.
Habiendo captado la atención del auditorio, Amós procedió con astucia y rapidez,
aprovechando su ventaja.
Con mucho tacto—con esa sabiduría divina que acompaña a la revelación de Dios—el profeta
llevó a sus oyentes en un rápido viaje circular por las naciones vecinas antes de llegar a casa.

“3 Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de DAMASCO, y por el cuarto, no revocaré su
castigo; porque trillaron a Galaad con trillos de hierro. 4 Prenderé fuego en la casa de
Hazael, y consumirá los palacios de Ben-adad. 5 Y quebraré los cerrojos de Damasco, y
destruiré a los moradores del valle de Avén, y los gobernadores de Bet-edén; y el pueblo
de Siria será transportado a Kir, dice Jehová. (1:3-5).

a. Ayes para De la costa suroeste, el profeta se mueve hacia el norte, hacia Tiro, la antiquísima
fortaleza fenicia. 1 Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de TIRO, y por el cuarto, no
los Vecinos revocaré su castigo; porque entregaron a todo un pueblo cautivo a Edom, y no se
acordaron del pacto de hermanos. 10 Prenderé fuego en el muro de Tiro, y consumirá sus
de Israel. palacios. 1:9-10).

Habiendo divisado hacia el noreste, suroeste y noroeste, el profeta vuelve sus miradas
hacia el sureste y declara juicio contra Edom. 11 Así ha dicho Jehová: Por tres pecados
de EDOM, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque persiguió a espada a su
hermano, y violó todo afecto natural; y en su furor le ha robado siempre, y perpetuamente
ha guardado el rencor. 12 Prenderé fuego en Temán, y consumirá los palacios de Bosra .
(1: 11-12).
Todavía del lado oriental del Jordán, toca a Amón.
13 Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de los hijos de AMÓN, y por el cuarto,
no revocaré su castigo; porque para ensanchar sus tierras abrieron a las mujeres de
Galaad que estaban encintas. 14 Encenderé fuego en el muro de Rabá, y consumirá
sus palacios con estruendo en el día de la batalla, con tempestad en día
tempestuoso; 15 y su rey irá en cautiverio, él y todos sus príncipes, dice Jehová.
1:13-15)

Y a Moab. 1 Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de MOAB, y por el cuarto, no
a. Ayes para revocaré su castigo; porque quemó los huesos del rey de Edom hasta calcinarlos. 2
Prenderé fuego en Moab, y consumirá los palacios de Queriot; y morirá Moab con
los Vecinos tumulto, con estrépito y sonido de trompeta. 3 Y quitaré el juez de en medio de él, y
de Israel. mataré con él a todos sus príncipes, dice Jehová. (2:1-3).

La multitud se enardece de entusiasmo con la predicación de este desconocido.

Pero luego el profeta se acerca. “Por tres pecados de JUDÁ...”


4 Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Judá, y por el cuarto, no revocaré su
castigo; porque menospreciaron la ley de Jehová, y no guardaron sus ordenanzas, y
les hicieron errar sus mentiras, en pos de las cuales anduvieron sus padres. 5
Prenderé, por tanto, fuego en Judá, el cual consumirá los palacios de Jerusalén.
(2:4-5).
Amós responde luego a su pregunta mental.
“Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de ISRAEL, y por el cuarto, no
desviaré su castigo...” porque vendieron por dinero al justo, y al pobre por un
par de zapatos. 7 Pisotean en el polvo de la tierra las cabezas de los
desvalidos, y tuercen el camino de los humildes; y el hijo y su padre se llegan a
la misma joven, profanando mi santo nombre. 8 Sobre las ropas empeñadas se
acuestan junto a cualquier altar; y el vino de los multados beben en la casa de
sus dioses. (2:6-8).
b. Ayes
sobre los La muchedumbre oye con un silencio hosco, mientras Amós traza el negro
cuadro de las transgresiones de Israel.
Pecados de
El profeta es el abogado acusador en nombre de Dios. Las acusaciones:
Israel opresión del pobre, esclavitud, injusticia, inmoralidad, idolatría y embriaguez.

Implacablemente, Amós continúa.


Dios destruyó a los amorreos y os dio sus tierras, mas vosotros habéis seguido
sus pisadas de perdición. “Pues he aquí, yo os apretaré en vuestro lugar, como
se aprieta el carro lleno de haces” (2:13). La sentencia de Dios estaba para
caer sobre su pueblo desobediente, y no habría escape alguno (2:14-15).
El espíritu de Jehová impulsó a Amós a emplear un lenguaje sencillo, directo y gráfico, pero
expresado en un tono digno, propio de un profeta de Dios.
Escogió términos sencillos, enérgicos y llenos de significado a fin de que tanto la persona
encumbrada como la humilde entendiesen y captasen el sentido de su profecía.
Empleó diversas ilustraciones, algunas de sabor rural, que le dieron vitalidad y fuerza a su
mensaje. (2:13; 4:2; 9:9.)
Sus referencias históricas son exactas (1:9, 11, 13; 4:11).
Además, aludió a prácticas y costumbres familiares a la gente (2:8; 6:4-6).

En conjunto, la profecía sigue una redacción bien ordenada, con una forma y un propósito definidos.
Como siervo de Dios, Amós enalteció la palabra, el Nombre, la Justicia y la Soberanía del Señor.
Describe a Dios como SOBERANO, JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS• , como infinitamente GRANDE,
tan grande que nada está más allá de su alcance o su poder. (9:2-5.)
Por lo tanto, a Dios le resulta fácil demostrar su supremacía sobre las naciones. (1:3-5; 2:1-3; 9:7.)

En armonía con el significado de su nombre, Amós llevó un mensaje de peso, cargado de Ayes y
denunciación, en contra de las naciones paganas y de Judá e Israel. También llevó un mensaje
consolador de restauración en el que podrían poner su esperanza los que eran fieles a Jehová.
Amós se dirigió a dos pecados primordiales de Israel:
a) La ausencia de adoración verdadera,
b) La falta de justicia. En medio de su desempeño ritualista de adoración, no
estaban buscando al Señor con el corazón (4:4, 5; 5:4–6), ni siguiendo su
norma de justicia con sus vecinos (5:10–13;6:12).

El mensaje de Amós era que el pueblo dejase sus caminos pecaminosos y


volviese en busca de su Dios y de Su santa voluntad; debían obedecer las normas
preceptuadas en la Ley de Moisés, que se les había dado antes, y si no lo hacían,
les vendría un dia de gran castigo por parte de Dios; sería “un día de tinieblas, y
no de luz” (5:18), de castigo y pesar, y no de recompensa y alegría.
Esta apostasía, evidenciada por el rechazo continuo y deliberado del mensaje
profético de Amós, es juicio divino prometido. No obstante, debido a su pacto, el
Señor no abandonará a Israel en su totalidad, sino que traerá restauración futura
al remanente justo (9:7–15).
03
AMOS EL
PROFETA DE
JUSTICIA

También podría gustarte