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Por increíble que parezca, otra de las ventajas que nos aportan estos animales es
la capacidad de aceptarse a uno mismo. Su amor siempre es incondicional y no
distinguen entre los bajos y los altos, los feos y guapos o entre ricos y pobres.
Los científicos llaman «efectos positivos» a todas estas ventajas que estos
animales aportan a los humanos y las clasifican en tres tipos: psicológicos, físicos
y sociales.
En este artículo vamos a estudiar los beneficios relativos a los gatos aunque
parecen ser similares pero no idénticos en los perros.
BENEFICIOS PSICOLÓGICOS
Los animales nos hacen compañía pero también reclaman nuestra atención. Tener
un animal es una responsabilidad muy grande. Son seres vivos y hay que cuidar
de ellos, exigen una dedicación constante y hay que atender a sus necesidades.
En este punto se ha demostrado que tener un gato es de gran utilidad tanto para
niños como para ancianos. En los niños estimulan el sentido de la responsabilidad.
También un gato les mitiga el sentimiento de soledad y les llena los espacios
vacíos de la vida. Un cachorro al que atender supone un estímulo para salir del
aislamiento y ofrece la posibilidad de abrirse al mundo exterior y restablecer las
relaciones o para dar vida a nuevas amistades e intereses.
BENEFICIOS SOCIALES
Los gatos actúan como catalizadores sociales que facilitan las relaciones
humanas.
BENEFICIOS FÍSICOS
Está demostrado que las mascotas promueven la actividad física en sus dueños.
Los animales son acérrimos enemigos de la pereza, y suponen un excelente
estímulo para el ejercicio y el movimiento.
Los gatos, como la mayoría de las mascotas, requieren de una cierta rutina activa
diaria. Ir detrás de ellos, jugar con ellos, cogerlos o incluso cepillarlos, son
actividades físicas saludables y posiblemente mucho más divertidas que el
rutinario ejercicio físico impuesto por un instructor. No obstante, si la persona tiene
alguna complicación con su movilidad, los veterinarios aseguran que la mascota
ideal es el gato, ya que no requiere paseos al ser más independientes que los
perros y en cambio brinda todos los «efectos positivos » de los que hablan los
científicos.
Pero estas ventajas van más allá y han llegado al ámbito de la medicina. Los
estudios también han demostrado que tener una mascota puede aportar
beneficios físicos y psicológicos en el tratamiento de numerosas enfermedades.
Los investigadores aseguran que los gatos pueden ser de gran utilidad durante los
períodos de convalecencia de algunas enfermedades. Este animal con su
ronroneo produce al ser humano un efecto relajante y tranquilizador, que en el
campo de la medicina ha llegado a dar excelentes resultados, en el tratamiento de
enfermedades cardiacas, psicológicas o la hipertensión.
Como hemos visto en este artículo, son numerosos los efectos positivos que
ofrecen los gatos y en general los animales a los seres humanos. Aunque
nosotros no lo sepamos, parece que tener una mascota es el remedio ideal a
determinados tipos de enfermedades. No hay que olvidar, por lo tanto, lo que
dicen los estudiosos en el tema: con un animal a nuestro lado viviremos mejor y
durante más años.