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LA

IMPORTANCIA
DE LAS
MASCOTAS EN
LA VIDA DE LAS
PERSONAS

ALUMNO/A: Julia Dell Orto


DOCENTE: Jorgelina Pilotos
CURSO: 5to Año Sociales
CICLO LECTIVO: 2019
INTRODUCCIÓN
La persona convive con un animal para un beneficio personal, el número de seres
humanos que disfrutan de la compañía de ellos es ilimitado y lo que estos logran en nosotros
increíble.

Un animal de compañía o una mascota es un animal domesticado que se conserva con


el propósito de brindar acompañamiento o para disfrute del cuidador. La convivencia con
cualquier mascota evoca siempre ternura, compañía y amistad, cualidades que se intensifican
cuando la soledad busca filtrarse en la vida de las personas; es en estos momentos cuando la
mascota adquiere un papel más importante, al sentirlo parte de la familia y aún más, como un
amigo. Cada día son más valoradas, pues, más allá de brindar diversión, su presencia tiene un
impacto positivo en la salud física, mental y social de las personas, haciendo que el bienestar
aumente. Hoy sorprende cómo se humanizan los animales, cómo nos entienden, cómo nos
hacen sentir cosas tan profundas, fuertes y verdaderas por ellos, es por eso que el planteo de
este trabajo es ¿Por qué las personas deciden convivir con animales?

“Lo hacen con el estrés que es un trastorno propio de nuestros días, al igual que la
depresión, patología que los propietarios de mascotas tienen menos riesgo de sufrir” según dice
la Psicóloga Ximena Sánchez Barreto. “Por su parte, quienes ya han entrado en un proceso
depresivo pueden mejorar al tener que cuidar a una mascota –reduce la obsesión por los
problemas propios– y al recibir su cariño incondicional; incluso, para algunos pacientes, el
animal de compañía es más eficaz que la medicación, aumentan la sensación de seguridad y
protección” agrega Ximena. Esto es así porque la relación con nuestra mascota genera mayor
producción de oxitocina, llamada “la hormona del amor” o “del placer” y que se segrega en
grandes cantidades durante el parto, la lactancia y el orgasmo. Esta hormona también se segrega
en mayor cantidad cuando jugamos con la mascota y con el simple hecho de contemplarla, de
ahí la sensación de satisfacción, alegría, confianza y cariño que experimentamos.

La revista Semana.com sostiene que cualidades de las mascotas como la lealtad, el


cariño, la alegría, se transmiten a los seres humanos aportándoles habilidades sociales que se
ven reflejadas en una mejor interacción y convivencia con los seres vivos. Así, está demostrado
que los propietarios de perros, por ejemplo, suelen ser más extrovertidos, confían mucho más
en otras personas que también tengan perro y en general existe la percepción de que los
propietarios de mascotas son más amables, así que pasear por la calle con un perro fomenta las
relaciones entre personas que no se conocen. La influencia de los animales, sobre todo, en los
niños es muy positiva porque los anima a interactuar, a asumir responsabilidades para su
cuidado y a fortalecer valores como la solidaridad y el respeto.

También se ha comprobado que los propietarios de un animal de compañía suelen tener


mayor empatía con otras personas al haber desarrollado la habilidad de comprender a un ser
que se expresa de una manera totalmente distinta.

“En cuanto a las personas de carácter solitario, convivir con una mascota puede ser un
equivalente a la amistad humana. Sin embargo, tener un animal de compañía es mucho más
común en las parejas y en las familias con niños que en los hogares unipersonales. Aquí la
mascota ejerce como elemento de cohesión entre todos los miembros de la familia, en tanto
suele ser el centro de muchas conversaciones, lo que mejora la comunicación familiar y puede
ayudar a la desaparición de conflictos” agrega la especialista en Terapia Familiar Ximena Sánchez
Barreto.
Otro aspecto (que expuso Infobae.com) en el que influye la tenencia de una mascota
sobre nuestra salud es que disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y
ataques al corazón al reducir la presión arterial sistólica, así como los niveles de triglicéridos y
colesterol pues al pasearlas varias veces al día las personas están haciendo un ejercicio que los
deja menos propensos a sufrir de enfermedades. Incluso los propietarios de mascotas que
sufren un ataque al corazón tienen mayor tasa de supervivencia que quienes no conviven con
un animal de compañía. Además, se puede interactuar con el animal mediante el juego o la
realización de un deporte como son el agility, el canicross, el dogfrisbee, el flyball y el tiro de
trineo (mushing).

Igualmente, si se trata de un propietario que no puede salir de casa, también mejora su


estado físico, ya que el simple hecho de acariciar a la mascota, cepillarle el pelo o dispensarle
algún otro cuidado contribuye al mantenimiento de la movilidad.

El impacto de los animales en la vida de los seres humanos es tan positivo que incluso
muchos programas de salud en varios países han empezado a incluir más a las mascotas en las
terapias. Los más conocidos son los perros lazarillo, pero en los últimos tiempos han aparecido
ejemplares que son adiestrados para avisar a sus dueños sordos de algún percance o para
detectar una inminente crisis de hipoglucemia en los dueños diabéticos, lo que permite actuar
preventivamente. Esto es posible porque los animales pueden oler cambios químicos en nuestro
cuerpo, lo que les permite detectar cambios que no percibe con antelación ni el propio enfermo.

Finalmente, los animales también pueden percibir los cambios previos a la llegada de las
crisis epilépticas, por lo que sí están adiestrados para ello, pueden ser capaces de avisar a sus
dueños para que tomen las medidas adecuadas, como acostarse antes de que comience el
episodio convulsivo, por ejemplo.

En resumen, la influencia positiva de las mascotas en la salud y bienestar de los seres


humanos es bien reconocida y comprende los aspectos psicológico, fisiológico, terapéutico y
psicosocial. La función como facilitadores en la terapia asistida motivacional y física de
numerosas enfermedades, ha permitido que los efectos benéficos de la tenencia de animales
sean empleados en el ámbito terapéutico. Adicionalmente, la compañía de mascotas se ha
reconocido como un factor protector contra enfermedades cardiovasculares y reductoras del
estrés de sus propietarios: son un soporte psicológico, reducen la sensación de soledad y
permiten la interacción de sus propietarios con el medio social que los circunda, así lo expone
el Grupo de Investigación CENTAURO, Escuela de Medicina Veterinaria, Facultad de Ciencias
Agrarias, Universidad de Antioquia. Medellín, Colombia.

Es por eso que, aunque no se data un origen exacto, el hombre comienza a domesticar
animales cuando se dio cuenta de que necesitaba establecer lazos entre él y la naturaleza para
su supervivencia y desarrollo. De allí la evolución de esta relación, seguida de los avances de la
ciencia que encontraron numerosos porqués para hallar la convivencia de los animales como un
lujo de beneficios y la importancia de esta coexistencia.
OBJETIVO GENERAL
 Informar causas y consecuencias que trae aparejado vivir con mascotas.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS
 Conocer cómo las personas descubren los beneficios que le son provocados por las
mascotas; entender el real bienestar que se obtiene.
 Clarificar qué hacen los dueños con sus mascotas.
 Descubrir cómo los animales logran el bienestar de la persona.
 Discernir la comparación de un familiar o amigo con la mascota.
 Conocer cuáles son los animales que se deciden domesticar, por qué y sus
características.
 Descubrir por qué los dueños eligieron sus mascotas (especie/raza animal).
 Esclarecer métodos y técnicas para domesticar animales.
 Verificar si existe la verdadera necesidad de tener una mascota; comparar entre el
bienestar de una persona con mascota y el bienestar de una persona sin su compañía.
 Esclarecer las causas de aquellas personas que no deseen convivir con mascotas.
 Advertir si todas las mascotas provocan el mismo bienestar, sensación o sentimiento.
 Encontrar la forma de invitar a aquellas personas que no conviven con mascotas a que
lo hagan.

MARCO TEÓRICO

La presencia de perros, gatos y otros animales de compañía es determinante en el


estado de ánimo.

Cualquier persona puede beneficiarse con la convivencia con una mascota, pero hay dos
grupos de población para cuya salud emocional resulta especialmente importante, los niños y
los ancianos. Lucila Ferrini, Veterinaria especializada en homeopatía (método curativo de
enfermedades que se fundamenta en la aplicación de pequeñas cantidades de sustancias que,
si se aplicaran en grandes proporciones a un individuo sano, producirían los mismos síntomas
que se pretenden combatir) dice que en los niños aumenta su resistencia inmunitaria, de hecho,
los que no tienen mascotas faltan a la escuela tres semanas más cada año que quienes sí las
tienen. A su vez, cuantos más animales domésticos tiene un niño, menos alergias desarrolla
tanto durante su infancia como cuando llega a la edad adulta.

Respecto a los ancianos, sobre todo para quienes viven solos, las mascotas aumentan
su autoestima, el sentimiento de utilidad que habían perdido y, si es un perro, les obliga a salir
de casa, un hábito que también pueden acabar perdiendo agrega la experta en Reiki, Terapia
Floral y Nutrición saludable. En definitiva, las mascotas les aportan un foco de atención
suficientemente importante, al tiempo que una gran compañía.

Asimismo, el cuidado de una mascota puede alentar a los niños (especialmente a los que
tienen déficit de atención e hiperactividad) a centrar su atención y a aprender a cuidarla, lo que
también supone un buen aprendizaje a la hora de asumir responsabilidades, a superar el
egoísmo propio de la infancia y a comprender lo que significa el respeto por la vida y la de otros
seres.
En los niños con problemas graves, tales como el autismo, las mascotas cobran mayor
importancia, ya que estos niños interactúan con los animales domésticos más cómodamente, lo
que puede promover que después interactúen con otros niños.

Por otra parte, la tartamudez infantil es más frecuente en los niños que no tienen
mascotas, ya que los que sí las tienen suelen hablar con ellas, hábito que desarrolla su capacidad
lingüística.

Las mascotas más comunes que logran éste bienestar en las personas son los perros,
que ayudan a eliminar la depresión, la ansiedad y la soledad. Según las diferentes razas, algunos
son capaces de ayudar con los problemas físicos, en cuanto a los niños, los ayuda en los
problemas de aprendizaje y comportamiento. Los gatos, que si bien son muy independientes,
son ideales para las personas que se sienten solas. Con tan solo acariciar su pelaje y escuchar su
ronroneo, tiene efectos muy positivos en la salud, pues ayudan a eliminar el estrés. Los pájaros,
que son capaces de transmitir su alegría con sus lindos cantos. Además, ayudan a la relajación y
no necesitan mucho espacio para su crianza. Los peces, ayudan a que los niños adopten una
responsabilidad, pueden ser su primera mascota que les ayude a tener mayor iniciativa con los
roles de alimentación y limpieza. Y por último los hámsteres, al ser pequeños y muy amables su
crianza no requiere altos costos, solo demandan atención y mucho cuidado. “Son fáciles de
tratar y están dispuestos a ser engreídos siempre que se quiera” (1).

Más allá de que los animales de compañía traigan aparejados consigo variedad de
beneficios, las mascotas no son para todas las personas. Algunas por mucho que disfruten de
ellas, no pueden cumplir con las exigencias que conlleva tener un perro o gato, un pez o un ave,
bajo su responsabilidad. Hay que hacer cambios en nuestra vida al tener una mascota.

Los dueños de mascotas deben afrontar la responsabilidad de cuidar y disfrutar de ellas.


Cuando se piensa adoptar, se debe sincerar sobre la disposición a sacrificar tiempo y esfuerzo
por hacer feliz a una mascota, si se piensa que esos cuidados se limitan a darle agua y dejarla
jugar o salir a pasear de vez en cuando, es mejor saber que las mascotas como todo, requieren
atención.

Llevarla al médico veterinario y cuidar de su salud, es una de las obligaciones en la que


se invertirá tiempo y dinero. En el rubro de dinero hay que tener en cuenta que necesita
alimentarse y requiere de los cuidados veterinarios que toda mascota demanda para estar
saludable.

“Darle cariño y compañía, es algo que se le debe a la mascota, igual que el perro o el
gato hacen compañía, ellos también requieren de la misma, algunas más que otras. Pero si se
lleva una mascota a la casa, se debe asumir que algún tiempo de la agenda debe destinarse a
sus paseos y su compañía. Educar a la mascota y tener paciencia son dos de las cosas que se
debe pensar asumir cuando se tiene una mascota.” (2)

Una mascota debe ser educada a medida que se convive con ella, hay que tener
paciencia cuando hace travesuras y se debe tomar con seriedad sus manías o costumbres que
se constituyan en una molestia para los demás o un riesgo. Las mascotas siempre cuestan
dinero, hay que alimentarlas, vacunarlas.
El médico veterinario es el profesional llamado a participar activamente en el complejo
entramado de la relación que se teje entre propietario y mascota. Su participación debe
involucrar los aspectos del área clínica y la sanidad animal, la nutrición y la educación a
propietarios sobre el manejo de la mascota.

La tenencia responsable comprende una alimentación adecuada, vacunaciones y


desparasitaciones según planes de manejo, disponibilidad de tiempo para pasear al animal, el
aseo cotidiano y las actividades de recreación del animal.

Finalmente, se debe resaltar cómo los innumerables aspectos positivos de la tenencia


de una mascota sobrepasan los negativos, como serían los daños que ocasionan a los enseres,
mordeduras y el tiempo que ellos demandan.

Asimismo, se debe orientar a los futuros propietarios en la adquisición de mascotas,


analizando múltiples aspectos para garantizar la obtención de la más apropiada, siendo esta una
relación que debe perdurar tanto como la vida misma del animal. Así entonces, el médico
veterinario deberá asesorar el tipo de mascota y raza apropiada para cada familia según las
características específicas de ésta: tipo de vivienda, número de integrantes, edades, estilo de
vida, capacidad económica para suplir las necesidades básicas de la mascota, posibles
actividades a las que se someterá (vigilancia, cría, compañía en actividades atléticas, caza, etc.).

El médico veterinario tiene un gran compromiso social al ser responsable del control y
de la disminución de los riesgos para la salud humana de las zoonosis (enfermedades que se
transmiten directamente de los animales) provenientes de las mascotas.

Actualmente, las prioridades de salud pública en los países desarrollados es el control


de la inactividad física, la obesidad y la salud mental de sus pobladores, y es allí donde las
mascotas tienen un gran potencial como sanadoras, pues su presencia llama a la actividad de
sus propietarios, brindándoles además equilibrio emocional gracias al afecto incondicional que
ellos proporcionan. Sin embargo, se ha identificado que estos mecanismos de participación de
las mascotas son subutilizados y cabe anotar que los beneficios que aportan son duraderos,
tanto como dura la vida misma del animal.

Teniendo en cuenta las recomendaciones e indicaciones del médico veterinario,


Eduarda Piamore, Técnica en psicología, educación y adiestramiento canino y felino comparte
que las personas para lograr la convivencia con la mascota deben respetar las libertades básicas
del bienestar animal; los animales necesitan tener ciertas libertades y derechos básicos para
poder disfrutar una vida sana, digna y feliz. Conocer y respetar estas libertades será el pilar
fundamental sobre el cual se podrá construir una relación positiva con la mascota, basada en la
confianza y en el afecto mutuo. Estas son: Libertad de sed, hambre y malnutrición, libertad de
disconfort, libertad de dolor y enfermedad, libertad de expresarse y libertad de miedo y estrés.

Además Piamore agrega que a la mascota no se le debe permitir todo y resalta que hay
que educarlo correctamente. Al domesticar a un animal, se debe ser consciente de que, además
de amarlo, mimarlo y divertirse con él, también se necesitará educarlo. La educación es una
parte esencial de la tenencia responsable, con mucha frecuencia, se ven mascotas siendo
abandonadas por sus familiares por presentar problemas de conducta, que casi siempre están
asociados a una mala educación y a una socialización deficiente
Educar a la mascota permitirá enseñarle las normas del hogar para fomentar una
convivencia sana y segura para todos los integrantes de la casa. De esta manera, se podrá
prevenir numerosos problemas de comportamiento y accidentes domésticos. Pero ello no es
todo: el adiestramiento es, en definitiva, el mejor ejercicio que se le puede brindar al animal
para estimularlo a nivel físico, cognitivo, emocional y social.

Así mismo, la especializada en la enseñanza a perros y gatos desmiente el castigo físico


o emocional. Erróneamente, la humanidad ha creído por muchos años que los castigos físicos o
emocionales tendrían alguna función educativa. Pero afortunadamente, hoy se sabe que
cualquier forma de violencia es totalmente contraproducente para el aprendizaje de todas las
especies.

Si se quiere educar a una mascota, jamás se debe recurrir a la fuerza física, y mucho
menos a la humillación psicológica. Golpear al animal, castigarlo, encerrarlo, gritarle, ofenderlo,
regañarlo, todas estas "técnicas" exponen a la mascota a emociones muy negativas, como el
miedo y el estrés. Un animal domesticado que tiene miedo, está asustado y no confía en su
propietario no solo tendrá enormes dificultades para concentrarse y aprender, sino también
podrá adoptar una postura defensiva y hasta llegar a atacar al sentirse amenazado.

Por ello, los castigos de cualquier naturaleza son peligrosos y totalmente


contraproducentes en la educación. Para enseñarle, se debe optar por el refuerzo positivo que
estimulará las capacidades físicas, cognitivas y emocionales, además de ayudar a reforzar el
vínculo entre el amo y la mascota.

Eduarda Piamore agrega la prohibición de humanizar o cambiar la forma de ser de la


mascota. El animal, es un animal, no una persona, y mucho menos un bebé. Ello no significa que
una especie sea superior o inferior, sino que cada una tiene su propio organismo, su propia
personalidad y, en consecuencia, sus propias necesidades. Aunque pueda parecer que un animal
humanizado tiene muchos "lujos y regalías", lo cierto es que esta mascota sufre porque no
puede expresarse libremente.

Como expertos, el blog base para el trabajo, muestra que la persona tiene, la más bella
misión y responsabilidad de aprender a respetar y querer a los animales por su propia forma de
ser, en todas sus similitudes y diferencias con los seres humanos.

Por otra parte el psicólogo Marcos Díaz Videla explica esa disyuntiva acerca de la
relación entre el humano y el animal y el peso que tiene este último comparado con un humano.
El doctor sostiene que por la mera capacidad de la persona de tener empatía esta genera ese
sentimiento de igual a igual con un animal como con una persona. Este sentimiento se debe a
qué tan parecida la persona se sienta con ese animal, un factor determinante es si se ha tenido
la posibilidad de desarrollar un vínculo afectivo con algún animal de esa especie. La persona
genera empatía hacia el animal debido a su vulnerabilidad, en el humano aumenta su compasión
por ellos, por tal motivo el hombre se pregunta si se quiere al igual o incluso más a la mascota
que a un miembro de su familia.

Esta excesiva empatía es una de las razones por las cuales muchas personas deciden no
tener mascotas. Principalmente para aquellas que no toleran la muerte, aquellas que la niegan
y no desean sufrir una pérdida, deciden no convivir con animales.
Otra de las múltiples razones por las cuales las personas deciden no adoptar las expone
mascotea.net: el estar deprimido, un animal no es un antidepresivo, aunque sí puede alegrarte
la vida, si una persona deprimida normalmente no puede cuidar de su vida tampoco podrá con
la vida de otro ser vivo. Si se tiene una obsesión con la limpieza tampoco se debe adoptar,
cualquier animal por mera naturaleza ensuciará y romperá con el orden y la limpieza. Mucho
menos si la persona no puede soportar el limpiar las heces del animal, si no se está nunca en
casa, si se trabaja todo el día, se viaja seguido o no se está nunca los fines de semana, como
tampoco si la estabilidad económica no te permite afrontar ciertos gastos.

Haciendo alusión al interrogante raíz del trabajo, sabiendo el por qué las personas
deciden convivir con animales, podemos invitar a aquellos que no están seguros o a los que
todavía no se plantearon esta convivencia a que consideren la adopción de un animal para
integrar a sus familias. Las mascotas ayudan a pasar más tiempo en familia, más tiempo al aire
libre, ayudan a hacer ejercicio con su paseo, ayudan a mejorar la salud mental y física y enseñan
a adoptar responsabilidades; es por ello que hoy en día, “según cifras de la cámara de alimentos
balanceados, del INDEC y del Instituto Pasteur, hay un perro cada seis habitantes argentinos”
(3). Esta cifra se va acrecentando y testifica el incremento de la importancia de las mascotas en
las familias y del número de personas que deciden adoptarlas.

MARCO METODOLÓGICO

De acuerdo al desarrollo del MARCO TEÓRICO, me parecía conveniente realizar un


trabajo metodológico cualitativo. Se trata de obtener información utilizando diferentes técnicas
acerca de qué piensan médicos veterinarios, como estudiantes de la profesión y activistas en
refugios de animales acerca de la convivencia de la persona con un animal, para luego buscar la
explicación del fenómeno estudiado según cómo estas personas conocen e interpretan esta
problemática. Además participaron en la respuesta de esta serie de preguntas personas cuya
profesión no es relacionada a la problemática y aquellas seleccionadas al azar para realizar un
recorte poblacional y sistematizar los resultados.

La técnica cualitativa utilizada fue la entrevista. Esta permitió recaudar la mayor


cantidad de datos posibles acerca del problema estudiado. Las respuestas extensas y
descriptivas de los entrevistados aportaron suficiente información ya que demostraba la
relación de estos con el animal, a la vez sirvió para responder el planteo sobre su convivencia.

Los entrevistados fueron heterogéneos ya que lo que se intenta encontrar es la


diferencia de afines que tienen las personas hacia los animales. Los rangos de edades entre los
mismos se mantuvieron entre 20 y 65 años, edades en donde se considera que la persona tiene
una responsabilidad con la tenencia de la mascota y cuya convivencia fue meditada. Las
preguntas realizadas se basaron en la relación y trato que tienen los entrevistados con los
animales, su decisión sobre la tenencia, y cómo es la vida de una persona con la presencia y
compañía de un animal. Las entrevistas fueron respondidas desde dos perspectivas: la
profesional y la de adultos aleatorios.

Comenzando con la mirada profesional, el médico veterinario Francisco París de 49 años


de edad, dueño de la veterinaria Tolkeyen de Venado Tuerto. Y de la Activista del Refugio Animal
Municipal de Venado Tuerto (estudiante de medicina veterinaria), Abril Barbiani de 21 años de
edad, opinan que la cercanía hacia los animales es engendrada desde los primeros años de vida

3. Data Clarín.com en su nota “VIDA COTIDIANA: AFIRMAN QUE EN TODO EL PAIS SE PRODUJO EN LAS
FAMILIAS UNA HUMANIZACION DEL ANIMAL DE COMPAÑÍA. Ya hay una mascota cada cuatro habitantes y cada vez
más perros” expuesto en su apartado SOCIEDAD el 15/05/2007
de la persona y que el contexto infantil en donde se encuentra la presencia de un animal
determina una próspera relación con ellos y un aprendizaje acerca de su convivencia.

Ambos coinciden en que la motivación que tiene la persona para convivir con un animal
se debe a su nobleza y fidelidad. Abril dice: “los animales están dotados de valores que ningún
humano puede compartir con los demás, ellos nunca te van a juzgar, su presencia es sanadora
porque más allá de tu estado emocional, siempre van a estar ahí”. Además constatan que cada
animal tiene su esencia para ser mascota y brindar compañía.

A la hora de responder con qué compararía la compañía del animal, los dos
profesionales obtuvieron puntos de vista dispares. El médico veterinario optó por compararlo
con “la mejor de las terapias” resaltando al caballo como ideal animal para esta práctica, como
también con la compañía de un hijo; contó que muchas personas que asisten a su consultorio se
hacen llamar como “la mamá de Bobby” o “el papá de Rayo” (haciendo alusión a que estos son
los nombres de sus respectivas mascotas). Por parte de la activista y futura médica veterinaria,
ella comparó su compañía con la de un niño o un anciano ya que sostiene que ambos tienen
inocencia y ningún deseo de hacer daño, a la vez que requieren de mucho cuidado y atención.

Afirman que el cuidado del animal es igual al de una persona y depende de la


responsabilidad de sus dueños. La mascota para la convivencia deben tener mucha atención,
estar aseados, desparasitados, vacunados, con una buena alimentación y actividad física. “Si el
animal no gasta energía tiende a romper cosas y a nadie le gusta eso. Atiendo a un Gran Danés
que lo tienen en un departamento y eso es descabellado” cuenta París sorprendido.

En cuanto a su educación, lo principal a tener en cuenta es que la primera enseñanza


que obtiene el animal se la aporta la madre, por eso es importante saber que de cachorro se lo
debe dar en adopción o separar de la misma después de sus 45 días de vida. La relación con
otros animales es fundamental, la enseñanza debe ser sin castigo, no se los debe “marear” en
cuanto a los retos u órdenes anteriormente dadas; muchas veces el animal si es educado a la
fuerza termina obedeciendo por miedo y no porque aprendió.

Ambos manifiestan que el afecto que le tienen los humanos a sus mascotas es
indescriptible, incomparable, incondicional, incluso provoca que las personas se vuelvan más
permisivas con ellas. El amor que se establece es sincero, mutuo, siempre y cuando no se vuelva
una obsesión. También reconocen que hay personas que creen que los animales no sienten
como los humanos por lo que no les brindan gran afecto o incluso están aquellas que no se
plantean que aunque el animal no hable no significa que no sienta.

Lo que diferencia al animal del humano es que ellos actúan por instinto, además de que
no guardan rencor, haciendo alusión a las respuestas anteriores, no actúan con la intención de
hacer algún daño. Abril sostiene ésta afirmación relatando: “si algún perro te muerde es porque
así es su instinto y es su única manera de defenderse, pero jamás te tendrán rencor; si vos vas y
retas al animal vas a ver que a los minutos te va a estar moviendo la cola”, por su parte el médico
veterinario Francisco París también solidifica este argumento diciendo “el animal no sabe del
futuro, piensa en el presente, si por ejemplo, le pisaste una pata, a los dos segundos ni se
acuerda, ni tampoco lo tiene en cuenta”.

En cuanto a la pregunta final qué diferencias se pueden encontrar entre una persona
que tiene una mascota con la que no, los profesionales exponen que la persona que no conviva
con un animal, no significa que no le gusten, como también que si en el momento actual no
posean de una mascota no evidencia que nunca tuvo una. Lo que resaltan es que aquella
persona que no quiere a la mascota es porque no conocen la calidad de los valores que estas
pueden aportar a sus vidas, los animales transmiten un sentimiento de compañía que se refleja
en su dependencia hacia la persona.

Por otro lado fueron entrevistadas 8 personas aleatorias. El 50% de ellos conviven con
mascotas, siendo dueños de perros y gatos. El 50% restante, que no poseen mascotas, coinciden
en que no es el desagrado lo que obstaculiza su tenencia.

Las personas que conviven con mascotas describieron en primer lugar su relación con
ellas. Especificaron que estas tienen un lugar propio en la casa y que acompañan a sus dueños
en sus actividades rutinarias. Reconocieron que la mascota ha generado en ellos beneficios
psicológicos aportándoles ternura, alegría, compañía, des estrés, como también agregaron que
supieron soportar daños materiales considerándolo propio de su naturaleza e instinto.

Predominaron diferencias con respecto a las formas de decidir tener una mascota. Sus
respuestas fueron varias. Algunos son amantes de los animales, otros tuvieron que aceptar la
mascota por parte de un tercero.

El amor que sus dueños les tienen a los animales es incondicional, sus respuestas
demostraron que no hay devolución de lo que estos le generan al humano. Aunque, la mayoría
de los entrevistados no realizarían una comparación entre la compañía de una persona con la
de un animal, la diferencia se encuentra en sus argumentos. Algunos aportaron en que aman
mucho al animal pero que no es comparable, ya que no habla, entre otras cosas, aunque otros
dijeron que no hay comparación ya que la compañía del animal es superior a la del humano ya
que te quiere y acepta tal cual como sos. La persona que respondió que sí es comparable su
compañía es porque considera al animal un miembro más de la familia.

La vida de la persona se modifica con la llegada del animal, las cosas pueden que
cambien de lugar y las normas se adaptan a este, los horarios son diferentes y los cuidados y
responsabilidades también.

Los entrevistados se vieron desconcertados al momento de responder sobre la


educación y adiestración que le inculcaron al animal, todos coincidieron en que a lo largo de la
convivencia la mascota aprendió lo que está bien y lo que está mal, nadie aplicó ningún tipo de
norma o pauta para que el animal la respete, consideraron que el aprendizaje es espontáneo y
que no hay una “receta” para que este sea obediente. Acerca de sus cuidados, el total de ese
50% de tenientes de mascotas respondieron que es fundamental para su convivencia seguir las
recomendaciones del médico veterinario, su mensual visita, desparasitación, vacunación,
tenencia en ambientes adecuados, alimentación balanceada, entre otros.

Por último las mismas reconocen su respeto hacia los derechos del animal, pero
manifestaron su disgusto hacia aquellos que no lo hacen.

El 50% de los entrevistados que su respuesta fue negativa sobre la tenencia de mascotas,
los mismos respondieron a que se debe por razones dispares entre sí. Sus argumentos variaron
entre la permanente ausencia del hogar, lo que conlleva a la falta de atención y responsabilidad
para la convivencia con un animal; falta de interés y/o necesidad de tener una mascota y por el
hábito de la excesiva limpieza.

Estas personas manifestaron una aceptación y agrado hacia los animales y mascotas
ajenos pero resaltaron su falta de deseo a la tenencia. Los mismos coincidieron que no se
compara entre la compañía de una persona y un animal ya que reconocen la confusión que se
genera tras humanizar al animal; entre sus contestaciones una de las entrevistadas, Maria José
Gastesi de 45 años dijo: “los animales cumplen el rol que le da el humano, son seres especiales
y tienen sentimientos pero se debe marcar la diferencia”.

Un manifiesto en común que tuvo este porcentaje de personas fue el reconocimiento


que tienen algunas familias en no respetar los derechos del animal, asumieron que muchos
humanos los respetan, atienden y aman pero que por otro lado existen aquellos que se exceden,
obsesionan e incluso lastiman o fastidian a sus mascotas.

En resumen, el rol que cumple el animal en la vida de la persona es fundamental y


determinante pero no necesario, su tenencia es opcional y recomendada pero con una serie de
pautas que cumplir. Sobre su convivencia, no hay preferencias evidentes ya que los resultados
recaudados demuestran que la sociedad tiene decisiones equivalentes. Y, respondiendo al
planteamiento del problema trabajado ¿Por qué las personas deciden convivir con animales? En
las respuestas de los tenientes de mascotas y de los profesionales relacionados con esta
problemática se ve reflejada la similitud: la persona decide compartir con el animal debido a su
compañía incondicional, su abundancia de valores y sentimientos y por sus beneficios evidentes
que esta les proporciona.
REFLEXIONES FINALES

Las personas adoptan animales de compañía por diversas razones. Muchas de ellas lo
hacen para un beneficio personal, para el disfrute o la diversión, pero principalmente, para
erradicar su soledad.

Las mascotas evocan un bienestar físico, psíquico, social y terapéutico a sus adoptantes.
Manifiestan ternura, amor, amistad, alegría, des estrés, satisfacción, lealtad, seguridad y
confianza; beneficios productivos para edades varias.

 A los niños los anima a interactuar, a asumir responsabilidades para su cuidado,


a fortalecer valores como la solidaridad, respeto y responsabilidad, a aumentar
su resistencia inmunitaria, a desarrollar menos alergias. Los alienta a centrar su
atención, a aprender a cuidar del animal y a superar el egoísmo propio de la
infancia.
 Para los niños autistas los animales promueven la interacción con ellos,
logrando posteriormente que el niño se relacione con otros humanos.
 Para los niños tartamudos le ayuda a desarrollar su capacidad lingüística ya que
estos tienden a hablarle al animal.
 A los paseadores de perros, sin edad estimativa, los hacen ser más
extrovertidos, logran que confíen en otras personas que también tengan la
tenencia de este animal, que sean más amables y que consigan relacionarse con
otros ambulantes.
 Para aquellas personas que han tenido ataques al corazón las mascotas ayudan
a tener mayor tasa de supervivencia.
 Los animales adiestrados ayudan a las personas que padecen ataques
epilépticos, crisis de hipoglucemia, sordos y ciegos.
 A los ancianos la tenencia de mascotas ayuda a aumentar su autoestima y el
sentimiento de utilidad que habían perdido.

Las mascotas quitan el estrés y la depresión, reducen la preocupación por los problemas
propios, ayudan a desfocalizar la angustia, aumentan la sensación de seguridad y protección.
Proporcionan habilidades sociales como mejor interacción y convivencia con los seres vivos,
vuelven más empáticos a los que las tienen. El animal cohesiona a los integrantes de la familia
que le pertenece.

Los adoptantes de animales de compañía tienen menos riesgo de sufrir enfermedades


cardiovasculares y ataques al corazón. Las mascotas también cumplen con la función como
terapia asistida motivacional y física de numerosas enfermedades.

Tener una mascota es más común en las parejas y en las familias con niños. El animal se
integra con necesidad, facilidad, aceptabilidad, educación y paciencia; debe tener libertades
básicas para su bienestar, se les deben respetar sus derechos para el disfrute de una vida sana,
digna y feliz. Pero para ello, el adiestramiento es, en definitiva, el mejor ejercicio que se le puede
brindar al animal para estimularlo a nivel físico, cognitivo, emocional y social.

Su tenencia requiere cuidados, atención, responsabilidad, respeto, tolerancia y afecto.


Para incorporarlas en el hogar se deben realizar cambios en la vida cotidiana. Sacrificar tiempo
y esfuerzo, tomarse tiempo para educarlos, ser paciente tras sus destrozos, travesuras y
suciedad e invertir dinero.

La tenencia responsable comprende una alimentación adecuada, vacunaciones y


desparasitaciones según planes de cuidado, disponibilidad de tiempo para pasear al animal, el
aseo cotidiano y sus actividades de recreación.

Estadísticamente existe un equilibrio entre aquellos que prefieren convivir con mascotas
con los que no. Para los adoptantes se les es característico una gran empatía, grandes
conocimientos sobre los animales, antecedentes con ellos y responsabilidad; por parte de
aquellos que no tienen mascotas, el común denominador es la presente independencia, libertad,
compromiso con la limpieza y búsqueda de los sentimientos que transmiten los animales en
otras alternativas.

El perro y el gato son los dos animales más populares para ser mascotas a nivel mundial,
seguido de pájaros, peces y hámsteres.

Las mascotas, en conclusión, ayudan a pasar más tiempo en familia y al aire libre, a hacer
ejercicio con su paseo, a mejorar la salud mental y física, pero por sobre todo, enseñan valores
y sentimientos reales, incomparables con los que brinda el ser humano.
BIBLIOGRAFÍA

1. Peru.com (2014) “¿Buscas sentirte bien? ¡5 mascotas que pueden hacerte sentir
mejor!” Estilo de vida, Mascotips. Lima.
2. Infoguía.com (2017) “Origen de las mascotas en la historia del hombre”,
Agricultura, Cría, Animales y plantas.
3. Francisco María García en Mis animales (2018) “¿Por qué a algunas personas no
le gustan los animales?”, Actualidad, ¡Ayúdalos!, Derechos de los animales.
4. Lucila Ferrini en Experto Animal “Terapias con animales para personas
mayores”, Curiosidades, Curiosidades del mundo animal.
5. Wikipedia (2019) “Animales de compañía”
6. Gómez, Leonardo F; Camilo G Atehortua; Sonia C Orozco (2007) “La influencia
de las mascotas en la vida humana”

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