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Cuadernillo de Jurisprudencia
Cuadernillo de Jurisprudencia
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ÍNDICE
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19. CAS. N.º 143-05 ICA
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LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL PERMANENTE
CAS N.º 4526-2008-LIMA NORTE
Se trata del recurso de casación interpuesto a fojas ciento setenta y cinco, por la
demandada INMOBILIARIA CONSTRUCTORA LOS EDIFICADORES
Sociedad Anónima-ICOESA contra la sentencia de Vista de fojas ciento sesenta y
tres, expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
Norte, de fecha veinticuatro de julio de dos mil ocho, que revoca la apelada de
fojas ciento veinticinco, fechada el veintiséis de noviembre de dos mil siete; y,
reformándola declara fundada la demanda de fojas cincuenta, en consecuencia
ordena que la entidad recurrente cumpla con otorgar la escritura pública del
contrato de compraventa celebrado con Juan Carlos Carrasco Salguero el nueve de
abril de mil novecientos noventa y cinco respecto del Lote Cuatro de la Manzana
“1” del Programa de Vivienda Urbanización Residencial “Manzanares” distrito de
San Martín de Porres.
Esta Sala Suprema mediante resolución de fecha diecinueve de diciembre del año
próximo pasado, ha declarado procedente el recurso por la causal contenida en el
inciso 1) del artículo 386 del Código Procesal Civil, por interpretación errónea del
artículo 1412 del Código Civil, señalando el casante, que el otorgamiento de la
escritura pública no es necesario para el perfeccionamiento de la transferencia
como en forma equívoca se sostiene en la resolución impugnada, agregando que
la misma constituye sólo una formalidad cuando es exigida por ley o se ha
convenido en el contrato. Asimismo, refiere, que en el contrato de compraventa
submateria no se pactó el otorgamiento de escritura pública y por lo tanto, no puede
compelerse a su celebración en los términos planteados en la demanda. Añade, que
la recurrida ha violentado el principio de primacía de voluntad de las partes,
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previsto en el artículo 62 de la Constitución Política del Estado, ya que no se ha
respetado la formalidad adoptada por las partes contratantes del acto jurídico.
Sostiene, que en la cláusula décimo octava del referido contrato se pactó que el
contrato se perfeccionaría luego de aprobarse la habilitación urbana, lo que no ha
ocurrido en la fecha, siendo improcedente el otorgamiento de la escritura pública.
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perfeccionar el contrato. En efecto el principio “solus consensos obligat” es el
resultado de una evolución jurídica que ha terminado por imponerse en la mayoría
de las legislaciones contemporáneas.
4. Asimismo, el referido artículo 1352 citado, nos permite establecer con suma
claridad la diferencia que existe entre la formalidad ad probationem de la forma ad
solemnitatem, al disponer que ésta última debe estar prefijada por la ley bajo
sanción de nulidad. En los contratos de compraventa de un inmueble como el caso
presente, la ley no establece una forma prescrita bajo sanción de nulidad; esto es,
que deba otorgarse necesariamente la escritura pública correspondiente, toda vez,
que como se ha referido precedentemente este tipo de contratos es de carácter
consensual, sin embargo, resulta evidente, que tal formalidad resulta una garantía
de comprobación de la realidad del acto, pues a partir de ella, se permite la
inscripción en el registro correspondiente, permitiendo al adquiriente ejercer su
derecho de propietario plenamente y de esta forma hacer valer su derecho frente a
terceros.
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el pago del precio, habiéndose pactado en su cláusula décimo octava el
perfeccionamiento del contrato luego de cumplir con la habilitación urbana,
trámite administrativo que se ha verificado según las instrumentales exhibidas por
la entidad demandada en la audiencia cuya acta corre a fojas ciento cuatro.
IV. DECISIÓN
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Por cuyas razones, Declararon: INFUNDADO el recurso de casación interpuesto
a fojas ciento setenta y cinco por INMOBILIARIA CONSTRUCTORA LOS
EDIFICADORES Sociedad Anónima-ICOESA, en consecuencia, NO CASARON
la sentencia de Vista de fojas ciento sesenta y tres, expedida por la Primera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, de fecha veinticuatro de julio
de dos mil ocho, que revoca la apelada de fojas ciento veinticinco, fechada el
veintiséis de noviembre de dos mil siete; y, reformándola declara fundada la
demanda de fojas cincuenta; b) CONDENARON a la recurrente al pago de las
costas y costos originados en la tramitación del presente recurso, así como al pago
de la multa de una Unidad de Referencia Procesal; c) DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano; bajo
responsabilidad; en los seguidos por Juan Carlos Carrasco Salguero con
Inmobiliaria Constructora Los Edificadores Sociedad Anónima-ICOESA sobre
otorgamiento de escritura pública; interviniendo como Vocal Ponente el señor
Castañeda Serrano; y los devolvieron.
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LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
CAS. N.º 2812-2007 LIMA
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departamento de Lima, dado que este como ya se ha demostrado si existe la
relación contractual hecho que si fue valorado por el Juez de primera instancia;
también se inaplica el artículo mil seiscientos sesentiséis y mil seiscientos
setentiocho del Código Civil, dado que en las Bases de la Subasta Pública para el
Arrendamiento de inmuebles número cero uno - dos mil uno en el ítem cinco punto
cinco, se estipulaba claramente que “En el caso de los inmuebles que se subasten
en la condición de ocupados, con proceso judicial en estado de ejecución de
sentencia y con orden de lanzamiento, la desocupación será de cuenta y cargo del
postor adjudicado en la Buena Pro, EMILIMA Sociedad Anónima sólo reconocerá
hasta un monto máximo de quinientos nuevos soles por este concepto”, y se debe
tener en cuenta también el ítem nueve punto tres de las mencionadas Bases de la
Subasta Pública número cero cero uno - dos mil uno donde se señala que el contrato
de arrendamiento entra en vigencia a partir de la suscripción del mismo. En los
inmuebles del ítem cinco punto cinco el contrato de arrendamiento entra en
vigencia a partir de la posesión del inmueble por el postor ganador de la Buena
Pro, hecho que pretende desconocer tendenciosamente la parte demandada; al
haberse acreditado la existencia de la relación contractual con la parte demandada
respecto al arrendamiento del inmueble, también es de aplicación el artículo mil
seiscientos ochentiuno del Código Civil; y, b) La contravención de las normas que
garantizan el derecho a un debido proceso, describiendo que se han configurado
los siguientes vicios: b.i) se ha atentado contra el principio de motivación de las
resoluciones judiciales; b.ii) la afectación a su derecho a la tutela jurisdiccional
efectiva debido a que no se ha realizado una valoración en conjunto (integral y
concordada) de los elementos probatorios obrantes en autos.
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de fecha de la entidad edil, de acuerdo al Acuerdo veintidós octubre de mil
novecientos noventa; arrendaron el bien materia de litis al demandado, quien ganó
la buena pro de éste, fijándose el arriendo en quinientos veinte dólares americanos
(incluido Impuesto General a las Ventas); se extendió el acta de subasta pública de
alquileres de fecha veintinueve de marzo del dos mil uno; la recurrente emitió el
Certificado de Adjudicación el veintinueve de marzo del dos mil uno; por su parte,
el demandado pagó la garantía (dos meses de renta) y la primera renta
correspondiente a abril del dos mil uno, ocupando el bien, conforme se acredita
con la constatación policial. Si bien la recurrente no celebró contrato de
arrendamiento con el demandado, las partes tenían pleno conocimiento de sus
obligaciones; el demandado ha incumplido con el pago de los arriendos desde junio
del dos mil uno hasta la fecha, esto es más de dos meses y quince días conforme
el artículo mil seiscientos noventisiete del Código Civil; cabe indicar que el pago
de la garantía se ha imputado a los meses de mayo y junio del dos mil uno. La
recurrente ha iniciado un proceso ejecutivo de pago de arriendos, que está en
trámite, en donde el demandado no ha negado su condición de arrendatario ni el
uso que viene haciendo del bien. Por ende, las partes han celebrado un contrato de
arriendo dentro de los alcances del artículo mil trescientos cincuentidós del Código
Civil.
3. Que, la demanda es admitida por auto de fecha veintidós de setiembre del dos
mil cuatro (fojas cuarentitrés), en la vía sumarísima; disponiendo el Juez la
notificación al demandado quien absuelve la misma sosteniendo que le fue
arrendado un local comercial que tenía una deuda del tres mil ochocientos
setentiuno, obligación del anterior inquilino, el cual poseyó el bien hasta el
veintiocho de octubre del dos mil dos; es más las bases de la subasta contemplaban
el hecho de arrendar un inmueble que se encontraba ocupado; indica que pagó dos
meses de arriendo (ochocientos ochentiuno dólares americanos) (quinientos veinte
dólares americanos), cada mes, pago realizado sin el Impuesto General a las
Ventas, la primera cuota del fraccionamiento de la deuda del anterior inquilino,
cincuenta por ciento de esa deuda, que era parte de la subasta, ascendía a la suma
de mil novecientos treinticinco nuevos soles y un mes de arriendo por adelantado
(quinientos veinte dólares americanos) que era lo estipulado en las bases de la
subasta; la actora le dio un certificado de adjudicación, el veintinueve de marzo
del dos mil uno, pero no le entrega la posesión del local, dado que el mismo está
siendo ocupado por Nicéforo Carlos Duran; la actora le planteó a éste un proceso
de desalojo, obteniendo una sentencia el quince de mayo del dos mil dos; sin
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embargo la actora nunca ha realizado el lanzamiento de éste; por ello, el recurrente
no ha podido tomar posesión del bien sino hasta el veintiocho de octubre del dos
mil dos, fecha en la que el anterior inquilino abandona el local, al verse próximo a
su lanzamiento, luego de un proceso de negociación entre el anterior inquilino y el
recurrente, conforme consta en el acta de fecha treinta de octubre del dos mil dos
(Comisaría de Apolo), hecho que le fue comunicado al actor el veintiocho de
octubre del dos mil dos; es más, nunca firmaron un contrato de arriendo dada esta
circunstancia.
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proceso de desalojo por falta de pago, y no habiéndose acreditado que entre las
partes se hubiera celebrado un contrato de arrendamiento, no puede estimarse la
demanda, conforme a lo dispuesto por el artículo doscientos del Código Procesal
Civil.
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consecuencia, genera obligaciones a cargo de las partes; sin que se requiera, a
diferencia de los contratos de naturaleza real, de la entrega de la cosa como
requisito de formación del contrato. Por consiguiente, el contrato es perfecto
cuando se forma el consentimiento mediante la manifestación de voluntad, esto es,
cuando el arrendador acuerda con el arrendatario en cederle temporalmente el uso
de un determinado bien a cambio del pago de una renta que éste debe abonarle (...)
no es un contrato solemne, puesto que para su celebración no se establece una
forma determinada cuya inobservancia se sancione con nulidad. De modo, que las
partes tienen plena libertad para establecer la forma en la que desean hacer constar
el arrendamiento en toda clase de bienes (...)” (Jack Bigio Chrem; El contrato de
arrendamiento; Exposición de Motivos Oficial - Comisión Revisora del Código
Civil; Gaceta Jurídica Editores; Primera Edición; Lima - Perú; Página treinta y
treintiuno; por ende, no se requiere de la existencia física del contrato de
arrendamiento, para considerar que entre las partes haya habido un contrato de esta
naturaleza, puesto que lo importante del contrato de arrendamiento es que éste
genera obligaciones de ambas partes, las mismas que deben ser analizadas por el
Colegiado Superior.
10. Que, siendo esto así, debe concluirse que la violación al principio de
congruencia procesal afecta el derecho al debido proceso y a la motivación debida
de una decisión judicial, siendo deber de todo magistrado - independientemente
del sentido final que el Colegiado le brinde a su decisión - el no mantener vigente
un conflicto intersubjetivo de intereses, surgido entre las partes, sino emitir una
resolución clara y precisa que resuelva el conflicto.
IV. DECISIÓN
Por las razones descritas, de conformidad con el apartado dos punto uno del inciso
segundo, del artículo trescientos noventiséis del Código Procesal Civil, declararon:
FUNDADO el recurso de casación, interpuesto a fojas ciento ochentiocho por la
Empresa Municipal Inmobiliaria de Lima Sociedad Anónima (EMILIMA SA), en
consecuencia NULA la resolución de vista de fojas ciento ochenta, su fecha
veinticuatro de enero del dos mil siete; ORDENARON que la Quinta Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lima, vuelva expedir un nuevo fallo, en donde
se ajuste estrictamente a lo pedido por las partes y lo actuado como prueba;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por la Empresa Municipal
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Inmobiliaria de Lima Sociedad Anónima (EMILIMA S. A.) con José Víctor Liñán
Zárate sobre Desalojo por Falta de Pago; y, los devolvieron; interviniendo como
Vocal Ponente el señor Palomino García.
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LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL
CAS. N.º 758-96 LIMA
Se trata del Recurso de Casación interpuesto por don Julio Alberto Ortiz Vergara
contra la sentencia de vista de fojas 136, su fecha 29 de diciembre de 1995, que
confirmando la sentencia apelada de fojas 115, su fecha 4 de setiembre del mismo
año, declara infundada la demanda, con lo demás que contiene.
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manifestando en el punto tercero de la aludida carta de respuesta que le resulta
imposible aceptar los términos de la oferta por cuanto ella no contiene los
elementos necesarios para poder formalizar un contrato, requiriendo además la
entrega de documentos referentes al bien inmueble para tramitar la obtención de
un préstamo bancario.
IV. DECISIÓN
Por las consideraciones que anteceden, la Sala Civil de la Corte Suprema, declara
INFUNDADO el Recurso de Casación interpuesto por don Julio Alberto Ortiz
Vergara en su escrito de fojas 147 y en consecuencia, NO CASAR la sentencia de
vista de fojas 136, su fecha 29 de diciembre de 1995; CONDENARON al
recurrente al pago de la multa de 2 URP y de las costas y costos del proceso,
originados por la tramitación del recurso; en los seguidos con la Sucesión Ricardo
Robles Rodríguez y otras, sobre otorgamiento de escritura pública, ORDENARON
la publicación de la presente sentencia en el Diario Oficial El Peruano; bajo
responsabilidad, y los devolvieron.
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LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
CAS. N.º 2013-T-96 LIMA
Se trata del recurso de casación interpuesto por el Banco de Lima, mediante escrito
de fojas noventitrés, contra la resolución de vista de fojas ochentiuno, su fecha
dieciocho de octubre de mil novecientos noventiséis, expedida por la Séptima Sala
Civil Superior de Lima, que confirmando la resolución apelada de fojas sesentitrés,
declara Nula la resolución de fojas cuarenta, su fecha tres de noviembre de mil
novecientos noventicinco e insubsistente todo lo actuado e improcedente la
demanda sobre ejecución de garantía.
1. Que, el artículo mil trescientos sesentidós del Código Civil preceptúa que los
contratos deben negociarse, celebrarse y ejecutarse según las reglas de la buena fe
y común intención de las partes.
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prescindir de la interpretación objetiva que todo magistrado debe observar de
conformidad a nuestro ordenamiento jurídico.
IV. DECISIÓN
S.S. URRELLO A., BUENDIA G., ORTIZ B., SÁNCHEZ PALACIOS P.,
ECHEVARRIA A.
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LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
CAS. N.º 3332-2006 LIMA
Mediante resolución de fecha catorce de noviembre de dos mil seis, que corre a
fojas dieciocho del cuadernillo de casación, este Tribunal Supremo ha declarado
procedente el recurso de casación por la interpretación errónea del artículo
novecientos once del Código Civil, señalando que tal artículo es inequívoco al
precisar que, la posesión precaria es la que se ejerce sin título alguno o cuando el
que tenía ha fenecido; indicando que, la sala yerra al señalar que el contrato de
anticresis (afectado de nulidad absoluta y que se reputa inexistente) y la buena fe
(elemento de naturaleza subjetiva) constituyen “suficiente título”; es decir, la sala
no ha precisado en mérito de qué título viene poseyendo la demandada, pues es
contradictorio señalar que posee a mérito del contrato de mutuo anticrético
celebrado con los anteriores propietarios y la buena fe, concluyendo que “(...)
dicho contrato constituye suficiente título hasta que no sea, declarado
judicialmente ineficaz”. En este extremo, si concluye, que el contrato constituye
título suficiente está reconociendo la precariedad de la posesión en razón a dicho
documento, ya que dicho contrato no cumple con las formalidades que exige el
artículo mil noventidós del Código Civil, por lo que es nulo ipso jure; a ello agrega,
que cuando la norma hace referencia a título alguno se está refiriendo a un “justo
título a la posesión”, el que debe ser acorde con el derecho y no un concepto
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“motivo o razón justificada” en el que podría entenderse que una situación de
hecho constituye una razón suficiente para acreditar título posesorio,
desconociendo o dejando de lado una norma de carácter sustantivo, como ha
sucedido en este caso.
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manifestación de voluntad que, cuando la ley establece una forma ad solemnitatem
adquiere una especial fisonomía, pues “si las declaraciones de voluntad no revisten
la forma exigida, no hay contrato, a pesar de que pueda conocerse la voluntad
negocial porque se haya manifestado de otro modo al prescrito legalmente”
(Manuel García Amigo. “Lecciones de Derecho Civil II. Teoría General de las
Obligaciones y Contratos”. Editorial McGraw-Hill. Madrid, 1995, p. 276).
5. Que, el artículo mil noventidós del Código Civil establece que, el contrato de
anticresis debe constar por escritura pública, bajo sanción de nulidad, expresando
la renta del inmueble y el interés que se pacte, elementos que no reúne el título de
la demandada, por ello, en el expediente acompañado de obligación de dar suma
de dinero, en donde doña Avelina Zulema Vásquez de la Rosa, solicitó la
devolución del préstamo de seis mil dólares americanos, la demanda fue declarada
improcedente en las dos instancias (fojas noventinueve y ciento cincuentiuno del
expediente acompañado), y en donde la Corte Suprema (Casación seiscientos
cincuenticuatro-noventinueve de fojas ciento setenta del expediente acompañado)
señaló que, “no se podría declarar la nulidad de oficio”, porque la demandante
pretendía con aquel expediente que los demandados Luis Gabriel Manccini
Pacheco y Cornelia Grimanesa Guzmán Quiroga le paguen el dinero mutuado y
aquella devuelva el inmueble recibido en garantía, lo que no se podía hacer al
desconocerse la renta del inmueble, lo que indicó la Corte Suprema, tendría que
ser materia de otro proceso.
7. Siendo así, viene al caso analizar si, cuando en la etapa de las tratativas las partes
desarrollan conductas tales como desplazamientos de bienes, tales conductas
deben o no tener la calidad de título que justifique la posesión.
8. Que, conforme se desprende del artículo mil trescientos sesentidós del Código
Civil, la etapa precontractual o de las tratativas ha sido prevista en nuestro
ordenamiento, etapa en la cual las partes deben desplegar una serie de deberes
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jurídicos, los que se convierten en latentes cuando se realizan en esta etapa
desplazamientos patrimoniales, siendo que en este caso, los anteriores propietarios
Luis Gabriel Manccini Pacheco y Cornelio Grimanesa Guzmán Quiroga,
entregaron la posesión del inmueble sublitis a doña Avelina Zulema Vásquez de la
Rosa, señalando que la entrega se produjo hasta que aquellos devuelvan el
préstamo que se le había dado.
9. Que, de la etapa de las tratativas derivan deberes que deben ser materia de
análisis, ya que su contravención puede originar daños y perjuicios, más aún si la
norma ha establecido que aquellas deben ser desarrolladas de acuerdo con las
reglas de la buena fe y común intención de las partes. Siendo así, el desplazamiento
patrimonial desarrollado a favor de la ahora demandada a través de acuerdos
celebrados previos al contrato, constituyen título que justifica la posesión, bajo los
términos del artículo novecientos once del Código Civil, el mismo que no puede
ser dejado sin efecto a través de un proceso sumarísimo, enfatizando que no se está
ante un contrato de anticresis, sino ante acuerdos celebrados en la etapa
precontractual, cuyo mejor análisis debe realizarse en una vía más lata; por ello, el
conflicto de intereses sobre la posesión del inmueble y su restitución, debe ser
analizado en la vía pertinente, dejando a salvo el derecho de la demandante para
que lo haga valer en la vía correspondiente.
IV. DECISIÓN
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S.S. TICONA POSTIGO, PALOMINO GARCÍA, MIRANDA CANALES,
CASTAÑEDA SERRANO, MIRANDA MOLINA.
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LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
CAS. N.º 1132-2002-LIMA
La Corte mediante resolución de fecha treintiuno de mayo del dos mil dos ha
estimado procedente el recurso por la causal de inaplicación del artículo mil
trescientos cincuenticuatro del Código Civil el cual establece que las partes pueden
determinar libremente el contenido del contrato, siempre que no sea contrario a la
norma legal de carácter imperativo; que en el presente caso, el artículo mil
cuatrocientos treinta del Código sustantivo contiene una norma de carácter
imperativo al establecer que la resolución de pleno derecho se produce cuando la
parte interesada comunica a la otra que quiere valerse de la cláusula resolutoria;
que en consecuencia, pretende admitir que la sola emisión de la carta notarial
remitida por el Banco, surta los efectos de la comunicación a que se refiere el
artículo mil cuatrocientos treinta del citado Código, es dejar de aplicar el referido
artículo que exige el conocimiento de la otra parte para que esta norma surta efecto;
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que la Ley Fundamental ha cuidado en establecer que esta libertad de contratar
debe darse de acuerdo a las normas vigentes a efectos de que resulten válidas.
3. Que el artículo mil cuatrocientos treinta del Código Civil prescribe que puede
convenirse expresamente que el contrato se resuelva cuando una de las partes no
cumple con determinada prestación a su cargo, establecida con toda precisión; y
que la resolución se produce de pleno derecho cuando la parte interesada comunica
a la otra que quiere valerse de la cláusula resolutoria; que la citada norma establece
con carácter imperativo que la resolución convenida de pleno derecho opera solo
cuando a la parte deudora se le comunica de dicha decisión, esto es, cuando la
referida parte toma conocimiento de tal decisión mediante notificación válida;
dado que de no existir una comunicación que haya cumplido con su objetivo se
estará frente a una resolución unilateral del contrato contraria a la propia naturaleza
de los contratos; colocándose a la parte deudora en una situación de desigualdad
pues continuará actuando en la creencia que el contrato aún se encuentra vigente.
4. Que siendo ello así, cuando en la Cláusula Trigésimo Sexta, in fi ne, del Contrato
de Compraventa y Arrendamiento Financiero que celebraron las partes por
Escritura Pública del seis de febrero de mil novecientos noventiocho, se establece
“(...) que la resolución opera desde el momento de la emisión de la referida
comunicación, a partir del envío de la comunicación que resuelve el presente
contrato, podrá Santander exigir a Digesol la inmediata entrega del inmueble (...)”,
como queriendo dar a entender que la resolución opera con la sola emisión de la
comunicación, debe leerse, en una correcta interpretación, que dicha resolución
opera desde el momento en que la referida comunicación es alcanzada válidamente
a Digesol.
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5. Que en tal sentido, del análisis de la sentencia de vista fluye que el Superior
Colegiado ha estimado que si bien la resolución de pleno derecho por dejarse de
cancelar tres cuotas, fue puesta en conocimiento de la empresa recurrente mediante
cartas fechadas el diez de abril del dos mil uno, obrantes a fojas ciento cincuentitrés
y cuarenticuatro, pero recibidas el diecisiete de abril del dos mil uno y quince de
mayo del dos mil uno, también lo es que la resolución de pleno derecho operó
desde el diez de abril del referido año que es la fecha en que fueron remitidas;
criterio este que incurre en la causal de inaplicación normativa denunciada pues
soslaya que por norma imperativa la resolución de pleno derecho debe operar a
partir del momento en que se comunica el deudor de ello; y, al respecto, tanto el a
quo como el ad quem han coincidido en concluir que la carta del Banco, a través
del cual pone definitivamente en conocimiento de la demandada que decide
resolver el contrato, fue recibida por esta el quince de mayo del dos mil uno;
7. Que, en tal virtud, la demanda carece de asidero legal, tal como el a quo ha
resuelto en su sentencia, la misma que debe ser confirmada, reproduciéndose
además los fundamentos de esta, de conformidad con el artículo doce de la Ley
Orgánica del Poder Judicial.
IV. DECISIÓN
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Estando a las consideraciones que preceden, declararon FUNDADO el recurso de
casación interpuesto por Distribuciones General El Sol Sociedad Anónima; en
consecuencia, NULA la sentencia de vista de fojas ciento noventidós, su fecha
quince de enero del dos mil dos; y, actuando en sede de instancia:
CONFIRMARON la sentencia apelada de fojas ciento sesentinueve, fechada el
cinco de octubre del dos mil uno, que declara INFUNDADA la demanda;
DISPUSIERON que la presente resolución sea publicada en el diario oficial El
Peruano; en los seguidos por el Banco Santander Central Hispano-Perú con
Distribuidores Generales El Sol Sociedad Anónima; sobre Desalojo por Falta de
Pago; y los devolvieron.
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LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL
CAS. N.º 1345‐98 LIMA
Por resolución de esta Sala Suprema del 3 de julio del año en curso, se ha declarado
procedente el recurso por las causales de: a) interpretación errónea del artículo 296
del Código Civil, el que se debe interpretar en el sentido de que el requisito de
validez que establece es una formalidad esencial, cuya inobservancia acarrea la
nulidad del acto jurídico, y b) consecuentemente, inaplicación del artículo 219
inciso 6 del mismo Código, que sanciona con nulidad el acto jurídico que no reviste
la forma prescrita por la ley, bajo sanción de nulidad.
1. Que, el artículo 1351 del Código Civil, define el contrato como el acuerdo de
dos o más partes para crear, modificar o extinguir una relación jurídica patrimonial,
y se forma por la perfecta coincidencia entre la propuesta y la aceptación, que es
lo que se denomina el consentimiento, esto es compartir el sentimiento, de donde
surge una voluntad común.
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prescribe un determinado medio de manifestación, una forma, la que persigue
poner en claro la voluntad, dar mayor margen a la reflexión, dificultar la
manifestación de la voluntad, o asegurar la prueba del contrato, según el caso.
7. En principio se advierte que los artículo 295 y 296, bajo examen regular el
régimen patrimonial en el matrimonio, en distintos momentos, en su constitución
inicial antes del matrimonio y en su sustitución voluntaria después de celebrado el
matrimonio, y para lo cual utilizan diferente redacción, pues en un caso claramente
se señala que la escritura pública debe otorgarse bajo sanción de nulidad, por lo
que en concordancia con lo dispuesto en el artículo 219 inciso 6º del mismo Código
si no consta en escritura pública no hay contrato y es nulo; mientras que en el otro
caso, después de facultar la sustitución del régimen, se dispone la escritura pública
para la validez, que es la cualidad o atributo necesario de un acto jurídico para que
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surta efectos legales, y no sanciona con nulidad, por lo que siguiendo la regla del
artículo 145 del mismo Cuerpo de Leyes, debe concluirse que se trata de una forma
ad probationem y que las partes pueden compelerse recíprocamente a llenarla.
10. Que, en consecuencia, no hay interpretación errónea del artículo 296 del
Código Civil en la sentencia de vista y consecuentemente, tampoco hay inaplicado
del artículo 219 inciso sexto del acotado.
IV. DECISIÓN
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EL FUNDAMENTO DEL SEÑOR VOCAL CASTILLO LA ROSA
SÁNCHEZ es como sigue: CONSIDERANDO: 1º) Que el acto jurídico de
separación de bienes y consiguiente supresión de la sociedad de gananciales que
nace del matrimonio, es un acto ad solemnitatem y requiere escritura pública tanto
se acuerde antes de la celebración del matrimonio o después de él, éste es el sentido
de los artículos 295 y 296 del Código Civil desde que tanto en el primer o en el
segundo caso tiene efecto legal sólo cuando el acuerdo de las partes contrayentes
se haya elevado a escritura pública, no está demás indicar que esta solemnidad se
exige dada la trascendencia del convenio de separación para la relación interna
patrimonial entre los cónyuges y para los terceros que contraten con ellos, asegurar
el consentimiento de los contrayentes en ese sentido, con conocimiento de causa y
efecto, real y voluntariamente expresado; 2º) que en caso de autos no se trata de
un convenio para establecer la separación de bienes indicada, sino de una
modificación en cuanto a los bienes que quedan en dominio exclusivo de cada
parte, caso éste no previsto en la ley entre los que requieren la forma solemne de
la escritura pública, por consiguiente su validez y efectos jurídicos nacen y existe
con la minuta suscrita por las partes, 3º) Que siendo esto asó la sentencia
impugnada no existe interpretación errónea del artículo 296 del Código Civil, por
estos fundamentos MI VOTO es porque se declare infundado el Recurso de
Casación.
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LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA DE DERECHO CONSTITUCIONAL Y SOCIAL
CAS. N.º 2102-2005 PIURA
Se trata del recurso de casación interpuesto a fojas ciento uno por el Proyecto
Especial Chira Piura contra la sentencia de vista de fojas noventa y cuatro, su fecha
nueve de setiembre del dos mil cinco, que confirmando la sentencia apelada de
fojas sesenta y nueve, su fecha veintidós de junio del dos mil cinco, declara
fundada la demanda, en consecuencia ordena que la demandada cumpla con pagar
la suma de treinta y siete mil doscientos nuevos soles con sesenta céntimos; con lo
demás que contiene.
Por resolución de fecha once de mayo del dos mil seis, que corre a fojas dieciséis
del cuadernillo formado en esta instancia, el recurso de casación ha sido declarado
PROCEDENTE por la causal de: Inaplicación del artículo setenta y cinco del
Decreto Supremo número cero cero uno - noventa y seis -TR.
Que la emplazada postula que los Proyectos Especiales son de carácter temporal
y su existencia en el tiempo es limitada por la propia naturaleza de las obras que
realizan razón por la cual sus trabajadores son contratados a plazo fijo no dando
lugar a la estabilidad laboral conforme expresamente lo regulan las normas
aplicables al caso, en atención a lo dispuesto por el artículo setenta y cinco del
Decreto Supremo número cero cero uno - noventa y seis -TR contenido en el
último párrafo de la Sétima Disposición Complementaria del Decreto Legislativo
número quinientos noventa y nueve, Ley de Organización y Funciones del Instituto
Nacional de Desarrollo (INADE) que establece que el personal a cargo de los
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proyectos especiales cualquiera que sea la naturaleza de sus actividades, solo podrá
ser contratado a plazo fijo bajo la modalidad de contrato de locación de obra, el
mismo que en ningún caso podrá exceder a la fecha de culminación y entrega de
la obra; y en el artículo treinta y dos del Reglamento de Organizaciones y
Funciones del INADE, aprobado por Decreto Supremo número cero diecisiete -
noventa y tres - PRES que en el mismo sentido señala, que los Trabajadores de los
Proyectos a cargo del INADE por la naturaleza de los mismos son contratados a
plazo fijo no dando lugar a la estabilidad laboral, constituyendo así un régimen de
excepción.
34
valorativo, significaría no reconocer un derecho fundamental sino un mecanismo
de eventual desnaturalización de tales derechos.
35
7. Que si bien esta forma de contratación laboral en virtud de su especial regulación
a diferencia de lo que sí ocurre generalmente con los demás contratos de trabajo
modales, no se encuentra sometida expresamente a un plazo máximo para su
duración, a ello en modo alguno puede distorsionar su especial naturaleza
accidental y temporal al punto de aperturar por este vacío un supuesto de ejercicio
abusivo del derecho que por tal razón su límite temporal debe ser definido en cada
caso concreto a la luz del principio de razonabilidad que en término de Américo
Plá Rodríguez consiste en la afirmación esencial de que el ser humano, en sus
relaciones laborales, procede y debe proceder conforme a la razón. Se trata como
se ve de una especie de límite o freno formal elástico al mismo tiempo aplicable
en áreas de comportamiento donde la norma no puede prescribir límites muy
rígidos ni en un sentido ni en el otro, y sobre todo donde la norma no puede prever
la infinidad de circunstancias posibles.
36
cuatro, es decir nueve años, ocho meses y veintinueve días, vulnera su derecho a
la estabilidad laboral; por lo que la decisión de la demandada de resolver el
contrato de trabajo del demandante por vencimiento del plazo de su contratación
resulta incompatible con el contenido esencial del derecho al trabajo, por lo que le
corresponde el pago de la indemnización tarifada que le reconocen las instancias
de mérito.
IV. DECISIÓN
37
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL PERMANENTE
CAS. N.º 4913-2007 SAN MARTIN
Lima, 29 de abril de 2008.
Mediante resolución de fecha nueve de noviembre de dos mil siete, esta Sala
Suprema ha declarado procedente el recurso de casación propuesto por la
demandante Maruja Perales Vega, por las causales relativas a la aplicación
indebida e inaplicación de normas de derecho material.
38
mencionado artículo 1361 del Código Sustantivo. Sostiene que de los hechos de la
demanda y contestación no se hace referencia a un supuesto de incumplimiento de
contrato por una de las partes; asimismo, denuncia que de lo expuesto en el sexto
considerando de la resolución recurrida se aprecia que se hace referencia a
Cláusulas Generales de Contratación que forma parte de la teoría de los contratos
por adhesión o contratos masa previstos en el artículo 1390 y siguientes del Código
Civil, en consecuencia, afirma que es dentro de dicha normatividad que se tendría
que verificar la existencia de la norma aplicable al caso de autos, por lo tanto,
denuncia que no puede servir el citado artículo 1361 del Código Civil como norma
excluyente para solucionar el conflicto de intereses ya que dicha norma sería de
aplicación al tratarse de una pretensión sobre cumplimiento de contrato o afín, y
como consecuencia de ello, el reconocimiento de la contraprestación por parte de
la empresa emplazada.
39
destino las Provincias de Rioja y Moyobamba, y con tal objeto contrató los
servicios de carga de la empresa demandada a fin de que transporte la misma,
depositando el producto en dicha empresa, embalándose en trece cajas y
precisándose que su retiro lo efectuaría don Segundo Mariano Muñoz Guivar. II)
Arguye, asimismo que, posteriormente, al apersonarse a la referida empresa a
proceder al retiro de la referida mercadería se le informó que la misma había sido
retirada por don Manuel Guivar. III) La empresa demandada al contestar la
demanda, señala, que no existe documento alguno en el que se detalle el contenido
de las trece cajas de cartón que fueron embarcadas por la accionante, tal como se
corrobora -según alega- del recibo de pago contra entrega obrante en autos y en
todo caso, sostiene, que la demandante debió solicitar una guía de remisión en el
que se especifique el contenido de cada encomienda. IV) En la audiencia única
(fojas ciento cinco) se fijó como único punto controvertido el establecer si en el
caso de autos concurren los requisitos esenciales para que se configure la
responsabilidad civil por daños y perjuicios. V) La sentencia de primera instancia
declaró fundada la demanda incoada, concluyendo que estaba demostrado el
vínculo de causalidad entre el evento dañoso y la conducta de la empresa
demandada, dado que los daños patrimoniales inferidos a la demandante son causa
directa -según el a quo- del cumplimiento defectuoso en la prestación de la empresa
demandada; y ordena, asimismo, que la empresa emplazada indemnice a la
demandante con la suma de once mil ochocientos veinte nuevos soles por concepto
de daño emergente y dos mil trescientos sesenta y cuatro nuevos soles por concepto
de lucro cesante. VI) La resolución de vista ha confirmado la de primera instancia
en cuanto declara fundada la acción incoada; empero, ha revocado el monto
indemnizatorio señalado en autos, fijando por todo concepto la suma de un mil
quinientos nuevos soles, excluyendo de esta forma los daños que han sido
consecuencia mediata o en todo caso indirecta de la inejecución, precisándose en
el último considerando de la recurrida, que los daños a indemnizar serán sólo
aquellos directamente conectados al incumplimiento de la obligación.
40
de cartón sin especificar su contenido. Además, se ha verificado que en la parte
inferior de dicha boleta de envío aparecen cláusulas generales de contratación en
la que claramente se precisa que la empresa demandada no se responsabiliza por
pérdida de valores no declarados. Por consiguiente, en virtud del acotado principio
contractual la entidad demandada sólo está obligada a cumplir con lo pactado en
el citado documento, siendo que la alegada pérdida del contenido de la carga,
consistente en las mencionadas calculadoras de procedencia china, no está
vinculada directamente al cumplimiento de la obligación pactada puesto que no
fueron expresamente declaradas por la accionante ni tampoco existe guía de
remisión de la referida mercadería. Consecuentemente, la norma en comentario es
la pertinente para dirimir la controversia y la denuncia casatoria propuesta por la
referida causal debe desestimarse por infundada.
7. No obstante lo cual, cabe señalar que el ámbito de aplicación del artículo 1398
del Código Civil es aplicable para dos tipos de contratos: a) los contratos
celebrados por adhesión y, b) los contratos celebrados con cláusulas generales de
contratación no aprobadas administrativamente. En el caso de autos, habiéndose
concluido en que la boleta de envío de fojas cuatro contiene cláusulas generales de
contratación a las que la demandante declaró su voluntad de aceptarlas al contratar
los servicios de la emplazada; es evidente que la norma en comentario no es
aplicable para decidir la controversia porque no se ha evidenciado de que tales
cláusulas generales de contratación no hayan sido aprobadas administrativamente,
puesto que se entiende que ha sido la autoridad administrativa correspondiente la
que ha eliminado todas las cláusulas abusivas o vejatorias que se encontraban en
41
el contrato. Por consiguiente, la denuncia casatoria propuesta por la citada causal
debe desestimarse por infundada.
IV. DECISIÓN
42
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL PERMANENTE
CAS. N.º 869-2001 LIMA
Que concedido el recurso a fojas ciento cincuenta, fue declarado procedente por
resolución del doce de junio del dos mil uno, por la causal prevista en el inciso 1
del artículo 386 del Código Procesal Civil, denunciando la interpretación errónea
del artículo 1365 del Código Civil, pues en la recurrida no se ha tenido en cuenta
que en los contratos de ejecución continuada que no tengan plazo convencional o
legal determinado, cualquiera de las partes puede ponerle fin mediante preaviso
remitido por la vía notarial con una anticipación no menor de treinta días; que
transcurrido el plazo correspondiente el contrato queda resuelto de pleno derecho.
Sin embargo, la sentencia de vista amparando la alegación del actor, ha estimado
que el plazo en mención es de quince días.
43
2. Que, según Manuel de la Puente y Lavalle, en su obra “El Contrato en General”,
Tomo I, editorial Palestra, Lima, dos mil uno, página cuatrocientos trece a
cuatrocientos veinte, indica que el citado artículo debe ser entendido como una
forma de extinguir la relación jurídica, derivada de un contrato de ejecución
continuada, por decisión unilateral de cualquiera de las partes, teniendo las mismas
consecuencias de la resolución de un contrato, siendo conocido en el derecho
comparado como receso o desistimiento unilateral. Ahora bien, la norma objeto de
casación dispone que la parte que pone fin al contrato debe dar preaviso remitido
por la vía notarial con una anticipación no menor de treinta días. Resulta
importante resaltar que la ineficacia del contrato de ejecución continuada solo tiene
efecto después del preaviso.
IV. DECISIÓN
A) Por estos fundamentos, de conformidad con el artículo 396, inciso 1, del Código
Procesal Civil: Declararon FUNDADO el recurso de casación de fojas ciento
cuarenta y cuatro, interpuesto por Fabinco Sociedad Anónima, en consecuencia,
CASAR la sentencia de vista de fojas ciento treinta y siete, su fecha veintinueve
de enero del dos mil uno. B) ACTUANDO LA SALA COMO SEDE DE
INSTANCIA: REVOCARON la sentencia apelada de fojas ciento cuatro, de
fecha veintiuno de noviembre del dos mil, que declaró fundada la demanda, y
reformándola declararon improcedente la demanda de fojas cuarenta y uno.
C) DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial
El Peruano; en los seguidos por don Enrique Alonso Acuña Alfaro con Fabinco
Sociedad Anónima, sobre desalojo; y los devolvieron.
44
S.S. VÁSQUEZ VEJARANO, CARRIÓN LUGO, TORRES CARRASCO,
CARRILLO HERNÁNDEZ, QUINTANILLA QUISPE.
45
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
LA SALA CIVIL TRANSITORIA
CAS. N.º 1896-03-LIMA
46
contravención de las normas que garantizan el derecho a un debido proceso, toda
vez que: a. los Juzgadores, para amparar la demanda, se han basado en hechos
distintos a los alegados por los demandantes, violando el artículo Séptimo del
Título Preliminar del Código Procesal Civil; y, b. el Juez no ha valorado todos los
medios probatorios como ordena el artículo ciento noventisiete del referido
Código, dado que no se ha tenido en cuenta la sentencia del Juzgado Especializado
de delitos Tributarios y Aduaneros que declara el sobreseimiento de la instrucción
abierta contra el recurrente por el delito de Estafa en agravio de los actores; IV. La
infracción de las formas esenciales para la eficacia y validez de los actos
procesales, pues la sentencia de vista carece de una debida motivación, toda vez
que no se pronuncia sobre los agravios debidamente expuestos en el recurso de
apelación del recurrente, violando así los artículos ciento veintiunos y ciento
veintidós inciso tercero del Código Procesal Civil; y,
47
noventisiete y diez de junio de mil novecientos noventiocho que se mencionan en
la misma, concluyendo de su valoración conjunta que en las cláusulas tercera y
quinta del referido contrato, la demandada se obligó a perfeccionar el citado acto
jurídico dentro del plazo máximo de seis meses de celebrado, teniendo en cuenta
que el bien materia de venta no era de propiedad del vendedor (quien solo era
posesionario), y no habiendo cumplido con perfeccionar dicha venta en el plazo
convenido, correspondía aplicar lo dispuesto en el artículo mil cuatrocientos treinta
del Código Civil, según el cual se produce la resolución de pleno derecho cuando
la parte interesada comunica a la otra que quiere valerse de la cláusula resolutoria,
supuesto que, señalan los Juzgadores, se cumplió con la remisión de las cartas
notariales acotadas precedentemente.
48
compraventa mediante la cual este se obligaba a perfeccionar el referido contrato
en el plazo de 06 meses; b) que este hecho ha impedido articular correctamente su
defensa; c) que la invasión del bien vendido por un tercero daba lugar a la acción
de saneamiento por evicción y no a la resolución de contratos, por lo que la
demanda es manifi estamente improcedente; d) que la resolución de un contrato da
lugar a la restitución de las prestaciones por ambas partes, pero sin embargo solo
se ordena que el demandado devuelva el precio recibido, mas no se dispone la
restitución del inmueble; y, e) que no se ha valorado la sentencia del Juzgado
Especializado de Delitos Tributarios y Aduaneros que declara el sobreseimiento
de la instrucción abierta contra el recurrente por el delito de estafa en agravio de
los actores, pese a haberlo ofrecido como medio probatorio extemporáneo al apelar
de la primera sentencia expedida por el Juez de la causa.
49
El contenido del deber de restitución se refiere, por regla general, a los mismos
bienes que fueron objeto de prestación. Se trata de una restitución específica in
natura. Sin embargo, en aquellos casos en que la restitución in natura no sea
posible, la restitución deberá producirse a través del equivalente pecuniario”
(Fundamentos del Derecho Civil Patrimonial, Volumen I, segunda edición;
Madrid, Editorial Tecnos Sociedad Anónima, mil novecientos ochentitrés, página
ochocientos setentiséis).
9. Que, según lo preceptúa el tercer párrafo del artículo mil trescientos setentidós
del Código Civil –norma jurídica que se aplica al presente caso en atención al
principio iura novit curia, reconocido por el artículo Séptimo del Título Preliminar
del Código Procesal Civil– es efecto de la resolución de los contratos que las partes
le restituyan las prestaciones al estado que se encontrabanal momento en que se
produce la causal que la motiva y, si ello no fuera posible, deben reembolsarse en
dinero el valor que tenían en dicho momento; en todo caso, el Juez de origen debe
pronunciarse sobre la restitución del inmueble submateria, y si ello es o no
procedente en el presente caso. La restitución de las prestaciones, conforme ha
quedado establecido, es un efecto natural de la resolución que no requiere se
invocado por ninguna de las partes y que opera por el solo hecho de la extinción
de la relación obligatoria.
10. Que, tanto la sentencia apelada como la de vista que la confirma, únicamente
contienen en su parte resolutiva el mandato para que Hernán Ayerbe Huamán
cumpla con devolver la suma de seis mil dólares americanos o su equivalente en
moneda nacional en el momento y lugar del pago, más los intereses legales –monto
que fuera entregado como cuota inicial del precio pactado por el inmueble a la
firma del contrato de compraventa–, pero no hace mención alguna a la restitución
del bien que fuera entregado al demandante.
11. Que, el inciso tercero del artículo ciento veintidós del Código Adjetivo
establece que las resoluciones contienen la mención sucesiva de los puntos sobre
los que versa la resolución, con las consideraciones, en orden numérico correlativo,
de los fundamentos de hecho que sustentan la decisión, y los respectivos de
derecho, con la cita de la norma o normas aplicables en cada punto, según el mérito
de lo actuado, sancionando con nulidad la resolución que no cumpla, entre otros,
con este requisito. Siendo así, al advertirse que las sentencias de mérito no
contienen la fundamentación pertinente de hecho ni de derecho que permita
50
establecer por qué los Juzgadores omiten pronunciarse sobre la restitución de la
prestación a cargo de los compradores demandantes del bien inmueble materia de
compraventa, por consiguiente, se verifica la infracción de las formas para la
validez de los actos procesales, por lo que el recurso de casación debe tutelarse, y
procederse conforme a lo dispuesto en el numeral dos punto tres del inciso segundo
del artículo trescientos noventiséis del Código Procesal Civil.
12. Que, al estimarse la causal de casación por infracción de las formas procesales,
resulta que carece de objeto pronunciarse sobre las demás causales invocadas por
el recurrente sobre aplicación indebida e inaplicación de normas de derecho
material.
IV. DECISIÓN
51
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL
CAS. N.º 821-98 CAJAMARCA
52
III. RAZONAMIENTO DE LA CORTE SUPREMA
1. Que, conforme a la definición legal prevista en el artículo 1371 del Código Civil
la resolución deja sin efecto un contrato válida por causal sobreviniente a su
celebración, noción en la que converge en forma unánime la doctrina, y que según
Miguel y Salvat, citado por el profesor Manuel de la Puente y Lavalle, implica la
extinción de un contrato por acaecimiento del hecho que la ley o los partes
previeron al celebrarlo (El contrato en general, para leer el Código Civil, primera
parte, Tomo II, 173).
2. Que, en efecto, el citado jurista nacional señala que la causal de resolución bien
puede tener origen legal, como ocurre en el caso de la resolución por
incumplimiento, contemplado por el artículo 1428 del Código Civil, o bien su
origen puede ser convencional, como es el caso de pacto comisorio o mutuo
disenso regulado por el artículo 1430 del mismo Código (De la Puente y Lavalle,
op. cit. página 189), en tal sentido, la resolución cuya declaración se solicita en la
presente causa se ubica en la anotada resolución por causal prevista en la ley, toda
vez que, la Ley Nº 24709, así como su Reglamento Decreto Supremo Nº 005-88-
VC, prevén la figura de la resolución de los contratos de compraventa y mutuo
hipotecario celebrados por el BANVIP con intervención de entidades financieras
en diversos conjuntos habitacionales que hayan sido arrendados por sus
adjudicatarios o que no estén ocupados.
53
verificar si se ha producido el acontecimiento sobreviniente prevista en la ley para
extinguir el contrato.
54
la adjudicación de la vivienda; tal como se acredita de las copias de fojas 230 y
siguientes, dando lugar a un expediente administrativo que no se encuentra en la
Dirección de Vivienda y Construcción de la Región Nororiental del Marañón, sede
en la cual deben obrar varios actuados, tal como da cuenta el oficio de fojas 130,
reiterado por el oficio de fojas 155, cursado al juzgado por el Director de dicha
Entidad, por lo que resulta evidente que el accionante se encuentra en “estado de
insatisfacción” (Lino Enrique Palacio, Manual de Derecho Procesal Civil, pág.
125).
55
por un plazo determinado de 3 años, y por una merced conductiva mensual de mil
intis, acto jurídico cuya existencia han confirmado los demandados en su escrito
de contestación, por lo que el contrato materia de litis se ha resuelto ipso iure por
causal sobreviniente a su celebración, es decir, por haberse dado en arrendamiento
el inmueble objeto de adjudicación, tal como sanciona el artículo I de la ley 24709.
10. Que siendo así, las demás pretensiones accesorias que son materia del presente
proceso, siguen la suerte del principal “accesio cedit principale”, excepto la
pretensión de adjudicación del bien inmueble e inscripción registral que solicita el
demandante, toda vez que se trata de una pretensión constitutiva, y se requiere para
su amparo que se verifiquen distintos requisitos previstos en la Ley Nº 24709 y su
respectivo Reglamento, siendo la entidad administrativa pertinente la encargada
de hacerlo.
IV. DECISIÓN
56
la hipoteca del mismo inmueble de fecha 5 de setiembre de 1991, hecha por los
demandados, con la consiguiente nulidad de su asiento de inscripción registral;
ORDENARON que la entidad administrativa pertinente adjudique el mencionado
bien a favor del recurrente, conforme a ley; en los seguidos con don Marco Antonio
Huamán Aguirre y otra, sobre resolución de contrato y otros conceptos;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial el
Peruano, bajo responsabilidad; y los devolvieron.
57
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
CAS. N.º 4490-2007 LIMA
Se trata del recurso de casación interpuesto por Carmen Elizabeth Peña Crisóstomo
mediante escrito de fojas doscientos sesenta y ocho, contra la sentencia de vista
emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima de fojas
doscientos cuarenta y ocho, su fecha cinco de julio del año dos mil siete, que revoca
la sentencia apelada que declara infundada la demanda de interpuesta por la Fuerza
Aérea del Perú, con lo demás que contiene y, reformándola declara fundada la
citada demanda y, en consecuencia, ordena que los demandados Julio Enrique
Tello de Lama y Carmen Elizabeth Peña Crisóstomo cumplan con desocupar el
inmueble sub litis en el plazo de seis días, con costas y costos.
58
III. RAZONAMIENTO DE LA CORTE SUPREMA
2. Que, la Fuerza Aérea del Perú ha interpuesto demanda para que el Capitán FAP
Julio Enrique Tello de Lama y su esposa, Carmen Elizabeth Peña Crisóstomo,
desocupen y devuelvan al Estado la vivienda de servicio ubicada en el FLAT A ‐
Veintiséis, Departamento trescientos uno, del Conjunto Habitacional FAP “Las
Alamedas”, distrito de Santiago de Surco. Sostiene que la Dirección de Bienestar
de la Fuerza Aérea del Perú suscribió con los demandados un contrato de comodato
con fecha veinticinco de enero del año mil novecientos noventa y nueve, mediante
el cual se le hizo entrega de una vivienda en el citado Conjunto Habitacional bajo
el compromiso de devolverla si se incurría -entre otros- en cualquiera de las
causales previstas en la Ordenanza FAP ciento cincuenta ‐ tres, siendo una de ellas
que el contrato de comodato concluiría si el Oficial era cambiado de una
colocación de Lima a Provincia o viceversa. Es el caso que en el año dos mil dos
se dispuso el cambio de colocación del citado Oficial de la Base Aérea Las Palmas,
en Lima, al Grupo Aéreo número Cuatro, con sede en la ciudad de Arequipa,
concediéndole un plazo especial para que desocupe el inmueble hasta el quince de
diciembre del año dos mil dos, sin embargo, no obstante los plazos concedidos al
demandado, éste no cumplió con desocupar el inmueble, razón por la cual fue
requerido una vez más mediante Memorando del once de setiembre del año dos
mil tres, lo cual dio lugar inclusive a que el Oficial suscribiera un compromiso de
honor en el que se comprometía a devolver el inmueble a más tardar el veinte de
diciembre de ese año, lo que sin embargo tampoco cumplió, razón por la cual
interponen la presente demanda de desalojo.
59
de Provincia), sin embargo, conforme aparece del Oficio del veintiocho de marzo
del año dos mil cinco, corriente a fojas ciento cuarenta, el Capitán FAP Julio
Enrique Tello de Lama se encuentra laborando en la Base Aérea Las Palmas,
distrito de Santiago de Surco, por lo que no se acredita su cambio de colocación a
una Unidad de Provincia. No obstante, la Sala Superior ha revocado esta decisión,
pues estima que los contratos son obligatorios en cuanto se ha pactado en ellos,
conforme al artículo mil trescientos sesenta y uno del Código Civil, y en la cláusula
sétima del contrato de comodato se pactó que el contrato se resolvería
automáticamente si el comodatario incurriera en las causales previstas en la
Ordenanza FAP ciento cincuenta ‐ tres (como es el cambio de colocación de una
Unidad de Lima a una Unidad de Provincia), siendo que la resolución automática
del contrato de comodato por causal de cambio de colocación se produjo con fecha
nueve de enero del año dos mil uno, conforme a la Resolución de la Comandancia
General de la Fuerza Aérea número cero cero treinta y nueve ‐ CGFA obrante a
fojas ciento sesenta, por la cual se nombra al Capitán FAP Julio Enrique Tello de
Lama, a partir del primero de enero del citado año, para que preste servicios en el
Grupo Aéreo número Cuatro - Arequipa, y desde entonces la parte demandada
contaba con treinta días para desocupar el inmueble sub litis, siendo obligación de
todo comodatario, conforme al artículo mil setecientos veintiocho del Código
Civil, la restitución del bien al comodante, sea al vencimiento del respectivo
contrato, o a la fecha de resolución del mismo.
60
caso y si, por su mérito, aquélla es capaz de modificar los alcances y el sentido de
lo resuelto por la Sala Superior.
6. Que, en los contratos con prestaciones recíprocas, las partes pueden acordar las
circunstancias que permitirán resolver, antes del término pactado, la relación
obligacional que han creado. Este acuerdo debe constar en cláusula expresa, de tal
forma que la parte que pretenda hacerla valer a su favor pueda invocar la causa o
circunstancia pactada y dar por finiquitada la relación obligacional. Nuestra
legislación ha recogido y regulado esta potestad en el artículo mil cuatrocientos
treinta del Código Civil, señalando lo siguiente: “Puede convenirse expresamente
que el contrato se resuelva cuando una de las partes no cumple determinada
prestación a su cargo, establecida con toda precisión. La resolución se produce de
pleno derecho cuando la parte interesada comunica a la otra que quiere valerse de
la cláusula resolutoria.”.
7. Que, como se puede advertir, para que la cláusula resolutoria - que en la doctrina
se ha dado a llamar también pacto comisorio- produzca sus efectos, se requiere de
la concurrencia copulativa de dos presupuestos: i.‐ que una de las partes no haya
cumplido la prestación a su cargo, y ii.‐ que la otra parte comunique su intención
de querer valerse de la cláusula resolutoria. Es necesario recalcar que la sola
existencia de la cláusula resolutoria, y el subsecuente incumplimiento de la
prestación a cargo de una de las partes (parte infiel), produce como consecuencia
inmediata la resolución del contrato, pero esta resolución es ineficaz, es decir, no
producirá sus efectos hasta que la otra parte (parte fiel) comunique que quiere hacer
valer la cláusula resolutoria, lo cual da lugar a que la resolución sea de pleno
derecho, es decir, que se dé sin necesidad de declaración judicial; así lo entiende
Manuel de la Puente y Lavalle cuando al comentar este artículo, nos indica: “…la
resolución se produce como consecuencia del incumplimiento previsto en el pacto
61
comisorio, pero es ineficaz, o sea nadie puede valerse de ella, hasta que la parte
fiel, mediante su declaración en ese sentido, le concede su efecto resolutorio, el
cual actúa de pleno derecho. La declaración de la parte fiel no es, pues, constitutiva
de la resolución, sino un requisito (conditio juris) para su eficacia.” (El Contrato
en general; Tomo Segundo. Segunda edición actualizada, Lima, Palestra Editores,
Dos mil uno; página cuatrocientos cuarenta y tres). De otro lado, sobre la
formalidad que debe revestir la declaración de la parte fiel de querer hacer valer a
su favor la cláusula resolutoria, el citado jurista sostiene que la norma material
comentada, al no establecer ningún tipo de formalidad, da lugar a que se entienda
que la comunicación a la parte infiel pueda hacerse valer por cualesquiera de las
maneras previstas en el artículo ciento cuarenta y uno del Código Civil, esto es, en
forma expresa o tácita, “…siempre que de la comunicación se infiera
indubitablemente la voluntad de la parte fiel. (…) Este debe ser, en consecuencia,
el contenido mínimo de la declaración: poner en conocimiento de la parte infiel
que la parte fiel pretende que el contrato quede resuelto por haberse producido el
incumplimiento previsto en el pacto comisorio.” (Ob. Cit. Página cuatrocientos
cincuenta y dos).
62
9. Que, en primer lugar, como se tiene dicho, son dos los requisitos que deben
concurrir para que se configure la resolución de pleno derecho del contrato
celebrado: que una de las partes haya incurrido en la causa o circunstancia de
incumplimiento previsto en la cláusula resolutoria, y que la otra parte le haya
comunicado su intención de acogerse al pacto comisorio celebrado. Respecto del
primer requisito, la entidad demandante sostiene que la resolución se ha dado en
mérito al cambio de colocación del Capitán FAP Julio Enrique Tello de Lama de
una Unidad de Lima a una Unidad de Provincia, y ello se corrobora con el mérito
de la Resolución de la Comandancia General de la Fuerza Aérea número cero cero
treinta y nueve ‐ CGFA de fecha nueve de enero del año dos mil uno, mediante la
cual se nombra al Capitán FAP Julio Enrique Tello de Lama, a partir del primero
de enero del citado año, para que sirva en el Grupo Aéreo número Cuatro -
Arequipa, por lo que es a partir de ese momento que se ha configurado la causal
de resolución de contrato, pero dicha causal es ineficaz, mientras la otra parte no
manifieste su intención de hacerla valer. Por ello, entrando al análisis del segundo
requisito, se advierte que la entidad demandante ha acompañado a su demanda: a.‐
A fojas cuatro, el Memorándum del trece de agosto del año dos mil dos dirigido al
Capitán FAP demandado en el que, atendiendo a su pedido expreso, la Institución
le otorga como “caso especial” la ampliación de permanencia en la vivienda de
servicio que ocupa hasta el quince de diciembre del año dos mil dos, en razón a
que el citado Oficial se encontraba siguiendo un curso de Defensa Aérea en la
ciudad de Lima, luego de lo cual debía entregarla bajo responsabilidad, por
habérsele ya requerido dicha entrega mediante Memorándum de fecha veintiuno
de marzo del año dos mil dos. Este documento, por sí sólo acredita tres cosas:
primero, que el comodatario fue requerido en el mes de marzo del años dos mil
dos con la finalidad de que desocupara el inmueble sub litis; segundo, que no
obstante tener conocimiento de ello, el comodatario solicitó una prórroga para la
ocupación del inmueble (que se traduciría en una prórroga de los efectos de la
resolución) hasta que finalice el curso que llevaba en la ciudad de Lima, lo que no
variaba su estatus de ser un Oficial ya destacado en provincia; y tercero, la
aceptación formal de desocupar el inmueble sub litis en el plazo concedido; b.‐ A
fojas cinco, el Memorándum del once de setiembre del año dos mil tres,
nuevamente dirigido al Capitán FAP Julio Enrique Tello de Lama, en el que la
entidad demandante transcribe expresamente la causal prevista en la Ordenanza
FAP ciento cincuenta ‐ tres, en el sentido de que el personal superior y subalterno,
al ser cambiado de colocación de Lima a Provincia o viceversa, deberá devolver el
inmueble que le fue asignado, y dado que el Oficial fue nombrado para el Grupo
63
Aéreo número Cuatro “…se encuentra incurso en lo dispuesto en el párrafo
anterior, por lo que se dispone que en el plazo de siete días contados a partir de la
recepción del presente documento, devuelva el inmueble que tiene asignado… “.
Este documento es significativo, pues pone de manifiesto de manera certera e
indubitable el deseo y la voluntad de la entidad demandante, de hacer valer la
cláusula resolutoria pactada por haber incurrido en una de las causales previstas en
la Ordenanza FAP ciento cincuenta ‐ tres, que consiste en el cambio de colocación
de una Unidad de Lima a una Unidad de Provincia, por lo que es a partir de esta
comunicación que el contrato se ha resuelto de pleno derecho, dando lugar a que
la entidad actora pueda solicitar el desalojo sin necesidad de declaración judicial
previa sobre dicha resolución.
10. Que, en tal sentido, si bien es cierto que como refiere la parte recurrente en su
recurso de casación, la Resolución de la Comandancia General de la Fuerza Aérea
número cero cero treinta y nueve ‐ CGFA de fecha nueve de enero del año dos mil
uno, no es una comunicación que tenga por finalidad resolver el contrato de
comodato, existen otros documentos que acreditan que la entidad comodante
expresó su voluntad indubitable de querer valerse de la cláusula resolutoria, como
son los Memorándums de fojas cuatro y cinco, razón por la cual los comodatarios
se encuentran en la obligación de desalojar el inmueble.
11. Que, el argumento del Juez de la causa en el sentido de que, por el sólo hecho
de que el Capitán FAP demandado se encuentre laborando actualmente en la
ciudad de Lima, no daría lugar a que se configure la causal de cambio de
colocación invocada para la resolución del contrato, no resulta atendible, pues
existiendo la cláusula resolutoria expresa que establecía que la configuración de
dicha causal establecida en la Ordenanza FAP ciento cincuenta ‐ tres daba lugar a
la resolución automática del contrato, tal resolución en efecto se dio al producirse
el cambio de colocación del citado Oficial en el año dos mil uno, pero no surtió
sus efectos hasta que no se comunicó al comodatario el deseo de la entidad
comodante de hacer valer dicha cláusula resolutoria a su favor, lo que ocurrió en
el mes de setiembre del año dos mil tres, produciéndose la resolución del contrato
a partir de ese momento. El documento signado como “Confidencial número
cuatro - treinta y cinco - JPPS - número mil quinientos sesenta y nueve” del
veintiocho de marzo del año dos mil cinco, obrante a fojas ciento cuarenta, que
cita el A quo para desestimar la demanda, carece de idoneidad para establecer si
antes de producirse la resolución de pleno derecho del contrato el Capitán FAP
64
demandado se encontraba laborando en la ciudad de Lima, pues en dicha
comunicación la Comandancia de Personal se limita a referir en dos líneas “…se
hace de conocimiento que el mencionado Oficial labora en el Grupo de Defensa
Aérea situado en la Base Aérea Las Palmas, Santiago de Surco.”, pero no precisa
hasta qué fecha prestó servicios en la ciudad de Arequipa ni desde qué fecha fue
destacado nuevamente a Lima, más aún si como se tiene del documento titulado
“Compromiso de Honor” de fojas seis, suscrito por el citado Oficial con fecha trece
de noviembre del año dos mil tres (cuando ya se había configurado la resolución
de pleno derecho del contrato de comodato), éste se comprometía (una vez más) a
devolver el inmueble a más tardar el veinte de diciembre del año dos mil tres, lo
que nunca hizo y cuya conducta motiva en la entidad actora la interposición de la
presente demanda.
12. Que, por lo demás, lo alegado por la codemandada Carmen Elizabeth Peña
Crisóstomo, en el sentido de que existiría una medida cautelar dictada dentro del
proceso de alimentos que sigue contra su cónyuge en la que se habría dispuesto
que la Fuerza Aérea del Perú se abstenga de realizar actos que afecten la ocupación
del inmueble, se advierte que en realidad dicha orden judicial -que obra copiada a
fojas cuarenta- contiene un mandato para que el Oficial demandado se abstenga de
realizar actos ante la Fuerza Aérea del Perú tendientes a entregar o restituir la
posesión del inmueble, a lo que debe agregarse que dicha Institución no ha sido
parte del citado proceso de alimentos, y en el mismo tampoco se encontraba en
discusión el derecho de posesión sobre el inmueble sub litis, por lo que de modo
alguno dicha medida cautelar impide o limita a la Fuerza Aérea del Perú a
demandar el desalojo por la causal de resolución del contrato de comodato, más
aún si no se acredita con documento alguno haberse suscrito un nuevo contrato
respecto del mismo inmueble.
13. Que, siendo así, y en aplicación de los dispuesto en el segundo párrafo del
artículo trescientos noventa y siete del Código Procesal Civil, esta Sala no casará
la sentencia por el sólo hecho de estar erróneamente motivada, si su parte
resolutiva se ajusta a derecho, sin embargo, debe hacer la correspondiente
rectificación; y en tal sentido, aun cuando este Supremo Tribunal estima que la
sentencia de vista se encuentra erróneamente motivada, por no haber aplicado la
norma de derecho material contenida en el artículo mil cuatrocientos treinta del
Código Civil, para efectos de establecer cuáles son los actos que deben
considerarse para configurar válidamente la resolución de un contrato con pacto
65
comisorio, sin embargo, teniendo en cuenta que la corrección en la motivación no
va a influir en el sentido de lo resuelto, pues aunque la Resolución de la
Comandancia General de la Fuerza Aérea número cero cero treinta y nueve ‐CGFA
de fecha nueve de enero del año dos mil uno no resolvió formalmente el contrato
de comodato, sino que lo hizo el Memorándum del once de setiembre del año dos
mil tres, igualmente la demanda deviene en fundada, tal como se consigna en la
parte resolutiva de la sentencia de vista, por lo que la rectificación de su motivación
se debe tener por cumplida,
IV. DECISIÓN
66
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
LA SALA CIVIL TRANSITORIA
CAS. N.º 1280-2001 PUNO
Se trata del Recurso de Casación interpuesto por don Ricardo Ramos Lucano,
mediante escrito de fojas 100, contra la sentencia de vista emitida por la Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Puno, de fojas 88, de fecha 23 de marzo de
2001, que confirmó la apelada que declaró fundada la demanda de desalojo por
ocupación precaria.
Que concedido el Recurso de Casación a fojas 108, fue declarado procedente por
resolución del 28 de junio de 2001, por la causal contemplada en el inciso 1 del
artículo 386 del Código Procesal Civil, sustentada en la interpretación errónea del
artículo 1429 del Código Civil y que la interpretación correcta de dicho dispositivo
es que la demandante para cursar la carta notarial debió tener derecho para resolver
el contrato de arrendamiento, es decir haber sido perjudicado y no el que ha venido
perjudicando en forma permanente al recurrente y la carta notarial ha incurrido en
ciertos vicios y que atendiendo a la naturaleza de la demanda de desalojo por
ocupante precario, es decir que el título haya fenecido, se debió tener presente la
real y verdadera pérdida de este título.
1. Que, las sentencias de mérito han establecido que la demandante le cursó carta
notarial el 2 de agosto de 1999, requiriéndole para que cumpla con algunas
estipulaciones del contrato de arrendamiento y que vencido 15 días del
emplazamiento no cumplió con dichos requerimientos, por lo que operó de pleno
67
derecho la resolución del contrato de arrendamiento, en aplicación del artículo
1429 del Código Civil.
2. Que, más aún, también dichas sentencias han determinado que la restitución de
diversos montos como de relación y mejoras no pueden ser ventilados en este
proceso.
3. Que, todo esto determina que con la prueba actuada las sentencias de mérito han
considerado que la demandante tenía derecho para resolver el contrato.
IV. DECISIÓN
68
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL PERMANENTE
CAS. N.º 3669-2002 LIMA
Mediante resolución del treinta de junio del dos mil tres, obrante en el cuaderno
de casación, se ha declarado procedente el recurso interpuesto por Inmobiliaria e
Inversiones San Agustín Sociedad Anónima por las causales previstas en los
incisos 1 y 2 del artículo 386 del Código Procesal Civil relativas a la interpretación
errónea e inaplicación de normas de derecho material, precisando: a) Que la Sala
de mérito ha interpretado de manera errada el artículo 1372 del Código Civil,
sosteniendo que no se ha reconocido que se ha pactado libremente la resolución
del contrato exigiéndose un pronunciamiento judicial para la resolución del
mismo, negándose lo acordado en la cláusula octava del contrato celebrado entre
las partes con fecha doce de noviembre de mil novecientos noventitrés; b) Que se
ha inaplicado el artículo 1430 del Código Civil, norma que establece que puede
convenirse expresamente que el contrato se resuelva cuando una de las partes no
cumple determinada prestación a su cargo, establecida con toda precisión,
produciéndose la resolución de pleno derecho cuando la parte interesada comunica
a la otra que quiere valerse de la cláusula resolutoria.
69
III. RAZONAMIENTO DE LA CORTE SUPREMA
70
resolución contractual conforme a lo previsto en el artículo 1372 del Código Civil
en el cual ambas partes puedan ejercer su derecho de defensa.
71
la pretensión de desalojo por ocupación precaria, por lo que este extremo de la
casación deviene en infundado.
IV. DECISIÓN
72
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
CAS. N.º 422-2007 AREQUIPA
Esta Sala Suprema, mediante resolución de fecha cinco de junio del año dos mil
siete, obrante a fojas veinticinco del cuadernillo formado por esta Suprema Sala,
ha declarado procedente el recurso de casación por la causal contenida en el inciso
tercero del artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil, relativa a la
contravención de las normas que garantizan el derecho a un debido proceso, bajo
la alegación que la sentencia de primera instancia, confirmada por la de vista,
contiene un fallo extra petita en infracción al principio de congruencia procesal,
desde que en el petitorio de la demanda de fojas cuarentidós ni en los hechos que
lo fundamentan, se ha solicitado ni ha sido materia de los puntos controvertidos
que el demandado restituya al actor el valor del inmueble litigioso ascendente a la
suma de cuatro mil setecientos cincuenta dólares americanos; por lo que dicha
violación del principio de congruencia se manifiesta también cuando la Sala
Superior integra la apelada disponiendo una compensación nunca reclamada por
el actor y en claro desmedro del patrimonio del demandado.
73
1. La doctrina ha conceptuado el debido proceso como un derecho humano o
fundamental que asiste a toda persona por el solo hecho de serlo, y que le faculta
a exigir al Estado un juzgamiento imparcial y justo ante un Juez responsable,
competente e independiente, toda vez que el Estado no solamente está en el deber
de proveer la prestación jurisdiccional a las partes o terceros legitimados, sino a
proveerla con determinadas garantías mínimas que le aseguren tal juzgamiento
imparcial y justo, en tanto que el debido proceso sustantivo no solo exige que la
resolución sea razonable, sino esencialmente justa.
74
además, se le restituya la posesión y propiedad del referido inmueble; sin embargo,
el Juez, mediante sentencia de fojas setentiuno, declara fundada la demanda, en
consecuencia, resuelve el contrato sub materia y ordena que el demandado
restituya el valor del inmueble ascendente a cuatro mil setecientos cincuenta
dólares americanos en ejecución de sentencia, al existir la imposibilidad jurídica
para la entrega del mismo, por haberse otorgado mediante prescripción adquisitiva
administrativa la propiedad del inmueble a favor del demandado, aplicando el
numeral mil trescientos setentidós del Código Civil; igualmente, la Sala Superior,
expide la resolución objeto del presente recurso, confirmando la apelada, e
integrándola señala que el monto de los mil dólares declarados recibidos por el
actor corresponde a la compensación por el uso del bien objeto del contrato a la
que el demandante tiene derecho.
6. En tal orden de ideas, es del caso señalar que tal como se desprende del petitorio
de la demanda, el actor solo solicitó dos pretensiones: a) la resolución del contrato;
y, b) la restitución del inmueble objeto de dicho contrato; sin embargo, la Sala
Superior en forma indebida ha contravenido las reglas que garantizan el debido
proceso al pronunciarse más allá de lo pedido por las partes, esto es, ha expedido
un fallo ultra petita, toda vez que además de ordenar a la parte demandada la
restitución del valor del inmueble en la suma de cuatro mil setecientos cincuenta
dólares americanos, integra la apelada señalando que el monto de mil dólares
americanos, declarados recibidos por el actor corresponde a la compensación por
el uso del bien objeto del contrato a la que, según afirma, el demandante tendría
derecho; no obstante, conforme se ha anotado, no existe, concordancia entre tal
pronunciamiento y lo pretendido por las partes; por lo que la sentencia de vista
incurre en infracción del principio procesal anotado.
IV. DECISIÓN
75
de vista de fojas doscientos catorce, su fecha diez de noviembre del año dos mil
seis; ORDENARON que la Sala Superior expida nueva resolución con arreglo a
lo expuesto en la presente resolución; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los
seguidos por Emilio Portugal Calderón contra Felipe Paja Tintaya, sobre
resolución de contrato; y se devuelvan; Vocal Ponente señor Castañeda Serrano.
76
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL CASACIÓN
CAS. N.º 1867-98 LAMBAYEQUE
Se Trata del Recurso de Casación interpuesto por don Luis Felipe Gómez Paredes
en representación de Eugenia Vallejo Carrillo Vda. de Silva Salgado, contra la
sentencia de vista de fojas 150, su fecha 19 de junio de 1998, que revocando la
sentencia apelada de fojas 116, fechada el 26 de enero de 1998, declara infundada
la demanda con lo demás que contiene.
77
declarada judicialmente, mientras tanto conserva su eficacia y valor vinculante lo
cual es un error de apreciación por cuanto la citada figura también puede operar
por voluntad de las partes, mediante cláusulas resolutorias ante el incumplimiento
de una de las partes de la prestación debida.
3. Que, conforme a la definición legal del artículo 1371 del Código material, la
resolución deja sin efecto un contrato valido por causal sobreviniente a su
celebración; es este sentido señala Max Arias Schreiber Pezet, que la resolución
presupone un acto por el cual el contrato queda sin efecto debido a la concurrencia
de circunstancias sobrevinientes; la relación contractual nace químicamente pura
y sólo después que se presentan acontecimientos que determinan la pérdida de su
eficacia (Exégesis, tomo 1, página 120).
4. Qué asimismo, de acuerdo al artículo 1372 del código acotado, modificado por
la primera disposición modificatoria del decreto legislativo Nº 768, la resolución
puede ser invocada judicial o extrajudicialmente, en ambos casos los efectos de la
sentencia se retrotraen en el momento que se produce la causal que lo motiva, salvo
pacto en contrario; pues bien, de la citada norma, se extrae la idea inequívoca y
expresa que la resolución no requiere indispensablemente de una resolución
judicial, pues cabe el caso de que las partes puedan pactar cláusulas resolutorias
que dejen sin efecto un contrato ante un eventual incumplimiento de la resolución
o cuando se trata de prestaciones recíprocas y una parte sea perjudicada con el
incumplimiento de la otra puede requerirla mediante carta notarial para que
satisfaga la prestación bajo apercibimiento de resolverse el contrato, tal como lo
prevé el artículo 1429 de Código Sustantivo.
78
los remedios legales que establece la ley para preservar la validez del proceso”
(Jorge Peyrano - El Proceso Civil, página 181).
9. Que por tales consideraciones las normas contenidas en los artículos 1356, 1361
y 1362 del Código Civil no son aplicables al caso de autos.
IV. DECISIÓN
79
Que estando a las conclusiones que preceden declararon: INFUNDADO el recurso
de casación por don Luis Felipe Gómez Paredes en representación de Doña
Eugenia Vallejo Carrillo Vda. de Silva Salgado; en consecuencia, NO CASAR la
resolución de fojas 150 su fecha 19 de junio de 1998, expedida por la Segunda Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Chiclayo; en los seguidos con Angel
Marino Cruzado Díaz sobre nulidad de cosa juzgada fraudulenta
CONDENARON a la recurrente al pago de la multa de 2 URP, asi como al pago
de las costas y costos originados en la tramitación del recurso; DISPUSIERON se
publique la presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; y los devolvieron.
80
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
CAS. N.º 5566-2007 LIMA
Que, el recurso de casación fue declarado procedente por resolución del veintiocho
de marzo del año dos mil ocho, por las causales previstas en los incisos segundo y
tercero del artículo trescientos ochenta y seis del Código Procesal Civil, en virtud
de lo cual, la parte recurrente denuncia: a.- La inaplicación de los artículos mil
cuatrocientos veintiséis y mil cuatrocientos treinta y tres del Código Civil,
refiriendo que el incumplimiento parcial de la entidad demandante no consiste en
la falta de entrega de la posesión del inmueble transferido, ni en la falta de
perfeccionamiento de la venta materia de autos, como ha señalado la Sala Superior,
sino en que dicha entidad demandante se encuentra en la imposibilidad parcial de
cumplir con la prestación a que está obligada, ya que no tiene el poder jurídico
para disponer del bien que está obligada a transferir, correspondiendo aplicarse los
artículos mil cuatrocientos veintiséis y mil cuatrocientos treinta y tres del Código
Civil y no el artículo novecientos cuarenta y nueve del acotado Código; y, b.- La
contravención de las normas que garantizan el derecho a un debido proceso, por
81
cuanto la Sala Superior al emitir la resolución de fojas doscientos noventa y nueve,
confirmando la Resolución número dieciséis de fojas doscientos treinta y dos, que
declara improcedente la reconvención, ha vulnerado el numeral cinco del artículo
ciento treinta y nueve de la Constitución Política del Estado, concordante con el
artículo cincuenta del Código Procesal Civil, que establece como garantía del
debido proceso la motivación de las resoluciones judiciales; avalando la
inconsistencia de criterio del a quo, ya que con la citada Resolución número
dieciséis ha declarado nula la admisión de la reconvención planteada por los
demandados Pablo Herodem Sotelo Vega y Juan Rodolfo Orozco Portilla, después
de haber concedido a dichos reconvinientes el plazo de tres días para que precisen
la propuesta acumulación objetiva de pretensiones, más aún cuando la mencionada
resolución dieciséis declara nula la resolución número cuatro que disponía el
traslado de la reconvención, y asimismo nulos todos los actos procesales
dependientes de la misma, sin precisar el extremo pertinente; y ello en rigor
significa también la anulación de tener por contestada la demanda, por apersonados
los recurrentes y por ofrecidos los medios probatorios; y, además existe
incongruencia en la resolución dieciséis, debido a que la motivación contenida en
ella, conlleva a la inadmisibilidad de la reconvención, sin embargo se declara su
improcedencia.
1. Que, en el caso de autos, por escrito de demanda que obra a fojas veintisiete, la
Mutual de Vivienda Santa Rosa en Liquidación representada por su presidente
Mario Valcárcel Aragón y su liquidador José Salta Gaviño, interpone demanda
contra Pablo Herodem Sotelo Vega, Juan Rodolfo Orozco Portilla y Enrique
Manuel Rodríguez Salazar para que estos le paguen la suma de quince mil
seiscientos cinco dólares americanos con veinte centavos por la venta de bienes
inmuebles a su favor, más los intereses generados; asimismo para que le paguen el
monto ascendente a quince mil dólares americanos por concepto de indemnización
por daños y perjuicios; precisando la entidad demandante que mediante Minuta de
Dación en Pago de fecha veintiséis de diciembre del año mil novecientos noventa
y cinco, transfirió bienes inmuebles, a favor de los demandados, asimismo les
transfirió una línea telefónica instalada, por el precio total de cincuenta y un mil
quinientos dólares americanos, habiendo cancelado estos la suma de treinta y cinco
mil novecientos ochenta y cuatro dólares americanos con ochenta centavos,
quedando un saldo pendiente de quince mil seiscientos cinco dólares americanos
82
con veinte centavos, que debían cancelar en un plazo no mayor de noventa días,
contado desde la fecha en que se suscribió el Contrato de Dación en Pago, esto es
el veintiséis de marzo del año mil novecientos noventa y seis; hecho que fue
incumplido por los referidos demandados, así como tampoco cumplieron con
inscribir en Registros Públicos la hipoteca por el saldo del bien inmueble vendido;
agregando la entidad demandante que la transferencia de propiedades realizada
mediante el Contrato de Dación en Pago, se realizó previo acuerdo y
consentimiento de las partes, toda vez que la parte demandante no contaba con
dinero en efectivo para el pago de beneficios sociales, remuneraciones devengadas,
compensación por tiempo de servicios y otros, a favor de sus ex trabajadores;
procediendo a transferirles bienes inmuebles para dar solución al pago de adeudos
laborales que le ordenaban diferentes Juzgados Laborales.
2. Que, los demandados Pablo Herodem Sotelo Vega y Juan Rodolfo Orozco
Portilla contestan la demanda negándola en todos sus extremos, señalando que se
vieron obligados a aceptar la dación en pago, para que sus beneficios sociales no
quedaran impagos; refiriendo asimismo que la entidad demandante ha incumplido
con el pago de los intereses legales de sus beneficios sociales, y que dicha parte
procesal no respetó la prelación para los pagos, pues primero les devolvió a los
ahorristas su dinero; tampoco efectuó la transferencia formal y definitiva de la
línea telefónica respectiva, previa regularización y/o pago de adeudos, y no les
entregó la azotea como se habla pactado en la dación en pago. Asimismo,
reconvienen solicitando el pago respectivo de los intereses legales
correspondientes a los beneficios sociales, la recomposición del porcentaje de
participación de acciones y derechos sobre los inmuebles materia de dación en
pago, la entrega por parte de la entidad demandante del quinto piso constituido por
la azotea, la transferencia formal y definitiva de la línea telefónica número cuatro
dos cinco ocho ocho dos uno e indemnización por daños y perjuicios por el monto
de quince mil dólares americanos.
83
dependientes de la misma y reponiendo la causa conforme a su estado, se declaró
improcedente la reconvención; siendo los fundamentos de la Resolución número
dieciséis, que la Resolución número cuatro, que dispuso tener por contestada la
demanda, admitiendo la citada reconvención formulada por los demandados Pablo
Herodem Sotelo Vega y Juan Rodolfo Orozco Portilla, se emitió sin observarse
que del petitorio de la referida reconvención fluía una pretensión sobre el pago de
intereses legales correspondientes a los beneficios sociales, pago que debe
tramitarse ante una instancia laboral, y que de tramitarse dicha pretensión, estaría
contraviniendo lo dispuesto en la segunda parte del artículo cuatrocientos cuarenta
y cinco del Código Procesal Civil.
84
centavos o su equivalente en moneda nacional, e infundada la demanda en cuanto
a la indemnización por daños y perjuicios, con costas y costos; señalándose que
los demandados no han demostrado haber cumplido con cancelar el saldo de
quince mil seiscientos cinco dólares americanos con veinte centavos, pese al
tiempo transcurrido y al requerimiento efectuado, encontrándose en la obligación
de honrar la deuda contraída.
85
la acumulación objetiva de pretensiones propuesta, más aún cuando la mencionada
Resolución número dieciséis declara nula la Resolución número cuatro que
disponía el traslado de la reconvención y asimismo nulos todos los actos procesales
dependientes de la misma, sin precisar el extremo pertinente; y, ello en rigor
significa también la anulación de tener por contestada la demanda, por apersonados
los mencionados demandados y por ofrecidos los medios probatorios; y, además
existe incongruencia en la Resolución número dieciséis, debido a que la
motivación contenida en ella, conlleva a la inadmisibilidad de la reconvención, sin
embargo se declara su improcedencia; al respecto, cabe precisar que la acotada
Resolución número dieciséis, confirmada por medio de la resolución de vista de
fecha once de mayo del año mil novecientos noventa y ocho obrante a fojas
doscientos noventa y nueve, tiene la calidad de firme, por tanto es irrevisable, y
además el recurrente invoca supuestas transgresiones de normas que vulnerarían
el debido proceso, sin tener interés para ello, ya que la Resolución número dieciséis
que declaró Improcedente la reconvención planteada por sus codemandados Pablo
Herodem Sotelo Vega y Juan Rodolfo Orozco Portilla, no le causa perjuicio
alguno; y, en todo caso es a dichos demandados a quienes competía cuestionar la
citada resolución, como lo hicieron oportunamente, por lo que la Sala Superior
decidió confirmarla; en consecuencia, debe desestimarse la causal procesal
invocada por el recurrente.
9. Que, con relación a la causal material invocada (acápite a.-) sobre inaplicación
de los artículos mil cuatrocientos veintiséis y mil cuatrocientos treinta y tres del
Código Civil, el recurrente señala que la Sala Superior debió aplicar los citados
artículos, ya que el incumplimiento parcial de la entidad demandante no consiste
en la falta de entrega de la posesión del inmueble transferido, ni en la falta de
perfeccionamiento de la venta materia de autos, como ha señalado la Sala Superior;
sino en que la parte demandante se encuentra en la imposibilidad parcial de cumplir
con la prestación a que está obligada, ya que no tiene el poder jurídico para
disponer del bien que está obligada a transferir; al respecto, cabe mencionar que el
artículo mil cuatrocientos veintiséis del Código Civil, señala que en los contratos
con prestaciones recíprocas en que estas deben cumplirse simultáneamente, cada
parte tiene derecho de suspender el cumplimiento de la prestación a su cargo, hasta
que se satisfaga la contraprestación o se garantice su cumplimiento; y, el artículo
mil cuatrocientos treinta y tres, refiere que las reglas de los artículos mil
cuatrocientos treinta y uno y mil cuatrocientos treinta y dos son aplicables cuando
el cumplimiento de la prestación se hace parcialmente imposible, a menos que el
86
acreedor manifieste al deudor su conformidad para el cumplimiento parcial, en
cuyo caso debe efectuarse una reducción proporcional en la contraprestación
debida. El contrato se resuelve cuando no sea posible la reducción.
10. Que, con relación a la causal de inaplicación del artículo mil cuatrocientos
treinta y tres del Código Civil, es preciso señalar que lo que pretende el recurrente
a través de esta causal es que se aplique a la presente causa el artículo mil
cuatrocientos treinta y dos del acotado Código Civil, referido a la resolución del
contrato por imposibilidad de la prestación por causa imputable a una de las partes,
en este caso la parte demandante, que según refiere el recurrente, se encuentra en
la imposibilidad parcial de cumplir con la prestación a la que está obligada, ya que
no tiene el poder jurídico para disponer del bien que está obligada a transferir;
siendo impertinente al presente proceso la norma invocada, por cuanto esta versa
sobre el incumplimiento de contrato y no sobre la resolución del mismo; por lo que
debe desestimarse la causal de inaplicación del artículo mil cuatrocientos treinta y
tres del Código Civil.
11. Que, respecto a la inaplicación del artículo mil cuatrocientos veintiséis del
Código Civil, se advierte del escrito de contestación de la demanda del recurrente,
que este señaló en el punto cuarto de dicho escrito, que no está obligado a cancelar
el saldo reclamado por la entidad demandante, si antes dicha parte procesal no
cumple con las obligaciones a las que se ha comprometido, que le permita el libre
uso y disposición de los inmuebles otorgados mediante dación en pago, con
posesión total y absoluta de los mismos, invocando precisamente el artículo mil
cuatrocientos veintiséis del acotado Código Civil, referido a la excepción de
incumplimiento.
12. Que, el artículo mil cuatrocientos veintiséis del Código Civil regula la llamada
excepción de incumplimiento, sustentada en la siguiente premisa: en los contratos
con prestaciones recíprocas en que estas deben cumplirse simultáneamente, cada
parte tiene derecho de suspender el cumplimiento de la prestación a su cargo, hasta
que la otra satisfaga la contraprestación o garantice su cumplimiento. Se tiene
entonces que para que se verifique dicha excepción se requiere la concurrencia
copulativa de los siguientes requisitos: I.- que se trate de un contrato con
prestaciones recíprocas, II.- que haya pactado la simultaneidad en el cumplimiento
de las prestaciones, III.- que uno de los obligados incumpla la ejecución de la
prestación debida, y IV.- que el otro obligado recíprocamente suspenda la
87
prestación a su cargo. La ausencia de alguno de estos requisitos conlleva a que la
excepción invocada no resulte amparable.
88
la excepción de incumplimiento, esta no puede prosperar, por lo que carece de
objeto pronunciarse sobre la concurrencia de los otros dos requisitos restantes.
15. Que, el artículo trescientos noventa y siete, segundo párrafo del Código
Procesal Civil, dispone que la Sala no casará la sentencia por el solo hecho de estar
erróneamente motivada si su parte resolutiva se ajusta a derecho, debiendo hacer
la correspondiente rectificación; siendo que en el presente caso, si bien es cierto,
la Sala Superior consideró que ninguno de los demandados había formulado la
excepción de incumplimiento, cuando el recurrente sí lo había hecho, habiendo
incurrido de esta manera en una errónea motivación; también es cierto que la parte
resolutiva de la sentencia impugnada se ajusta a derecho, al haber estimado este
Supremo Tribunal que la excepción de incumplimiento formulada por el recurrente
no podía prosperar.
IV. DECISIÓN
89
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL
CAS. N.º 143-05 ICA
2. Que, asimismo, sin invocar expresamente ninguno de los incisos a que se refiere
el artículo trescientos ochentiséis del citado Código adjetivo, denuncia; a) la
aplicación indebida del artículo mil cuatrocientos treinta del Código Civil y b) la
contravención de las normas que garantizan el derecho a un debido proceso.
90
encuentra proscrita en sede casatoria por ser labor exclusiva de los órganos
judiciales de instancia.
IV. DECISIÓN
91
S.S. VÁSQUEZ CORTEZ, CARRIÓN LUGO, ZUBIATE REINA,
GAZZOLO VILLALTA, FERREIRA VILDOZOLA.
92
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
CAS. N.º 2094-02 LIMA
Que, el recurso de casación fue declarado procedente por resolución del ocho de
agosto del dos mil dos; por las causales contempladas en los incisos primero y
segundo del artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil, en virtud
de lo cual se denuncia: I) La interpretación errónea de una norma de derecho
material, específicamente del artículo novecientos once del Código Civil, pues la
Sala de mérito considera que su título ha fenecido al haber operado la resolución
automáticamente o de pleno derecho en virtud de la cláusula cuarta del contrato,
pero no considera que para que esta resolución sea válida tenía que cumplirse con
lo dispuesto por el artículo mil cuatrocientos treinta del Código sustantivo, es decir,
comunicar a la otra parte que quiere valerse de la cláusula resolutoria y en este
caso la carta notarial que se acompaña no cumple con tal requisito por lo que, no
puede tener la calidad de ocupante precario; II) la inaplicación de normas de
derecho material, pues se ha inaplicado: a) los artículo mil cuatrocientos treinta,
mil trescientos cincuenticuatro y mil trescientos setentidós del Código Civil, ya
que no se ha dado el plazo para requerir el cumplimiento de la obligación, siendo
que la cláusula cuarta del con-trato es nula porque no exige comunicación previa,
y todo ello ocasiona un verdadero agravio al recurrente al incurrirse en abuso del
derecho; y b) el artículo quinto del Título Preliminar del Código material, que
93
establece que es nulo todo acto jurídico contrario a las leyes que interesan el orden
público o a las buenas costumbres.
1. Que, las sentencias de mérito han establecido que, en la cláusula cuarta del
contrato de compraventa, se pactó en el caso de que la compradora dejara de pagar
una de las ciento ochenta armadas mensuales que constituían el saldo restante de
la venta celebrada, la Caja podía a su elección optar entre ejecutar la hipoteca legal
constituida o resolver dicho contrato de pleno derecho.
3. Que, resulta así, que el artículo novecientos once del Código Civil es aplicable
al presente caso, porque al haber sido resuelto el contrato de compraventa y no
habiendo objetado la recurrente la comunicación que se le cursó en tal sentido,
tiene la condición de precaria, porque el título que tenía ha fenecido.
IV. DECISIÓN
94
notificado a las partes; cuya copie certificada se anexa; en los seguidos por la Caja
de Pensiones Militar Policial con Clint Jony Ramírez Julián y otro, sobre Desalojo
por Ocupación Precaria; y los devolvieron.
95
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
CAS. N.º 3192-98, CALLAO
96
que la Sala Civil al expedir su fallo incurre en la aplicación indebida del artículo
mil doscientos cuarentidós del Código Civil que define lo que se entiende por
intereses compensatorios y moratorios; cuando lo que correspondía aplicar son los
artículos mil trescientos cuarentiuno y mil trescientos cuarentidós del mismo
Código, que señalan que una cláusula penal también se puede establecer para el
caso de mora en el cumplimiento de la obligación; b) que la Sala interpretando la
cláusu- la novena de la transacción como una de pago de intereses moratorios,
ordena abonar por dicho concepto una Unidad Impositiva Tributaría por cada
semana vencida sin el cumplimiento de la obligación, inaplicando el artículo mil
doscientos cuarentitrés del citado Código Civil, que señala como tasa máxima de
interés convencional compensatorio o moratoria, el fijado por el Banco Cen- tral
de Reserva del Perú;
III. CONSIDERANDO
97
4. Que, el daño que produce la falta de pago de una suma de dinero en el plazo
concertado, se indemniza con un interés moratorio, a tenor de lo prescrito en la
segunda parte del artículo mil doscientos cuarentidós del Código Civil; pero
asimismo, esta indemni- zación integra la penalidad conforme a lo previsto en el
artículo mil tres- cientos cuarentiuno, in fine, del mismo Código.
5. Que, interpreta- da la cláusula novena del contrato de fojas ocho, como una
penalidad, no resulta procedente en esta vía disponer su pago, puesto que se trata
de una obligación sujeta a limitaciones, que pueden ser objeto de reducción judi-
cial, según lo que dispone el artículo mil trescientos cuarentiséis del aludido
Código Civil, lo que a su vez impone la necesidad del debate y la prueba para su
cabal esclarecimiento, lo que resulta incompatible con la naturale- za expeditiva
del proceso ejecutivo.
IV. DECISIÓN
98
corresponde; CONFIRMARON la misma sentencia en lo demás que contiene;
ORDENARON se publique la presente resolu- ción en el Diario Oficial «El
Peruano»; en los seguidos por la Empresa Arquitectos Constructores Sociedad
Anónima con la Empresa Cilloniz
99
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL PERMANENTE
CAS. N.º 3179-2002, CALLAO
III. CONSIDERANDOS
100
1. De primera intención, es necesario examinar la causal referida al inciso 3 del
artículo 386 del Código Procesal Civil, ya que de declararse fundado el recurso
por contravención de reglas que garantizan el derecho al debido proceso no cabría
pronunciamiento por las otras causales.
8. Revisados los autos se advierte que, mediante contrato de mutuo con garantía
hipotecaria, elevado a escritura pública el quince de setiembre de mil novecientos
101
noventicinco (cuya testimonio (sic) en copia certificada corre a fojas sesentitrés),
el demandante (mutuante) entregó a los demandados (mutuatarios), en calidad de
mutuo la suma de doce mil novecientos cincuenta. Por su parte, los demandados
se obligaron a devolver la suma de trece mil seiscientos dólares (suma mutuada
más el dieciséis por ciento de interés compensatorio anual). En la cláusula
decimoprimera las partes acordaron que en caso que los demandados no
cumplieran con el pago puntual de sus obligaciones (contenidas en cinco letras de
cambio por seiscientos dólares cada una y una letra de cambio por diez mil
seiscientos dólares) debían pagar al demandante dos dólares y diez dólares por día
de atraso, respectivamente.
12. Finalmente, respecto de la causal de inaplicación del numeral 1342 del Código
Civil, el recurrente sostiene que de haberse aplicado la citada norma se habría
amparado todos los extremos de su demanda y no se hubiese reducido
arbitrariamente la penalidad reclamada a la irrisoria suma de dos mil soles.
13. El artículo 1342 del Código Civil establece que “cuando la cláusula penal se
estipula para el caso de mora o en seguridad de un pacto determinado, el acreedor
tiene derecho para exigir, además de la penalidad, el cumplimiento de la
obligación”.
102
14. Pues bien, analizado el texto de la citada norma se llega a la conclusión que su
aplicación en nada cambiaría el sentido de la decisión, pues el artículo 1346 del
Código sustantivo faculta al juez a reducir la pena excesiva. Dichas normas, por lo
demás, resultan concordantes, por lo que el recurso resulta, igualmente, infundado.
IV. DECISIÓN
103
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL PERMANENTE
CAS. N.º 61-2003, LIMA
Se trata del recurso de casación interpuesto por doña Rosa Goshi Goshi Tsuchida
Ura de Nakagawa contra la resolución de vista de fojas cuatrocientos veinte, su
fecha cuatro de noviembre del dos mil dos que revocó la sentencia de primera
instancia de fojas trescientos cuarenta su fecha siete de setiembre del dos mil uno
que declara fundada en parte la demanda en consecuencia ordena que cumplan los
demandados sucesión de don Guillermo Máximo Refulio García y Julia Estela
Suárez Montalvo con pagar cada uno quince mil dólares americanos o su
equivalente en moneda nacional; y reformándola declaró improcedente la demanda
en todos sus extremos; en los seguidos por doña Rosa Goshi Goshi Tsuchida Ura
de Nakawaga con Guillermo Máximo Refulio García, sobre obligación de dar
suma de dinero.
Esta sala suprema por resolución de fecha veintitrés de setiembre del dos mil tres
estimó procedente el recurso por la causal prevista en el inciso 2 del artículo 386
del Código Procesal Civil relativa a la inaplicación de normas de derecho material.
III. CONSIDERANDO
104
y cumplimiento del plazo contractual una cláusula penal, agraviando así sus
derechos.
3. Que, al respecto cabe señalar que las partes estando a su facultad de determinar
libremente el contenido del contrato a tenor del artículo 1354 del Código Civil
pactaron la cláusula penal en referencia, debiéndose tener presente que de acuerdo
al artículo 1361 del acotado los contratos son expresión del acuerdo de voluntad
común de las partes mediante los cuales se crean obligaciones de cumplimiento
obligatorio en cuanto se haya expresado en ellos, en aplicación del principio “pacta
sunt servanda”.
5. Que, la cláusula penal puede ser estipulada para uno de los siguientes fines: a)
para el caso del incumplimiento total de la obligación (pena compensatoria); b)
para el caso de mora (pena moratoria) y c) para seguridad de alguna cláusula o
estipulación concretamente señalada; de allí que la cláusula penal sea distinguible
en: compensatoria y moratoria dependiendo si tiene por objeto compensar los
daños y perjuicios derivados por el incumplimiento o compensar tan sólo los
originados por la mora.
105
6. Que, como puede advertirse del considerando segundo, estamos frente a una
cláusula penal de tipo moratoria, desde que se ha estipulado para el supuesto de
mora, que en el caso consiste en el retardo en la devolución del bien por parte del
arrendatario una vez concluido el contrato, por lo que resulta pertinente en la
solución del litigio el artículo 1342 del Código Civil el cual no fue tomado en
cuenta en la resolución de vista recurrida.
10. que en efecto, la penalidad no constituye una suma líquida y exigible por la
cual se puede despachar ejecución, debido a la facultad que la ley confiere al juez
106
para reducirla equitativamente si el debate y la prueba demuestran en los
procedimientos ordinarios, que es excesiva; para ello en cada caso deberá
evaluarse la mayor o menor gravedad del incumplimiento o la mora y sobre esa
base, determinarse la reducción de la penalidad. Decisión a. Portales
consideraciones y en aplicación del inciso 1 del artículo 396 del Código Procesal
Civil.
IV. DECISIÓN
107
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
CAS. N.º 1022-98, LIMA
Se trata del Recurso de Casación interpuesto por IBM del Perú S.A. (demandante),
contra la sentencia de vista de fojas 367 de fecha 3 de abril de 1998 expedida por
la Sala Civil de Procesos Ejecutivos y Medidas Cautelares de la Corte Superior de
Justicia de Lima, que confirma la apelada de fojas 344, su fecha 5 de noviembre
de 1997, con lo demás que contiene.
La casación interpuesta por IBM del Perú S.A se sustenta en el inciso 1 del artículo
386 del Código Procesal Civil referido a la interpretación errónea de las normas de
derecho material, invocando como fundamento de esta causal que se ha
interpretado erróneamente el artículo 1302 del Código Civil, indicando que al no
utilizarse una interpretación global de dicho artículo se ha concluido con una
apreciación errónea del documento de fecha 29 de setiembre de 1994 celebrado
entre las partes en litigio, ya que si las partes consideran que el asunto sobre el cual
va a versar la transacción es litigioso, dicho documento es una transacción, por
mucho que no se indique expresamente que el asunto es dudoso o litigioso.
III. CONSIDERANDO
108
de la deuda reconocida que figura, según dice, en documento privado de
transacción extrajudicial entre IBM del Perú y Apoyo Total S.A fechada el 29 de
setiembre de 1994.
4. El artículo 1302 del Código Civil dispone que “por la transacción las partes
haciéndose concesiones recíprocas deciden sobre algún asunto dudoso o litigioso,
evitando el pleito que podía promover o finalizando el que está iniciado”, lo que
significa que el legislador ha previsto como elemento esencial de la transacción
que ésta se efectúe mediante concesiones recíprocas.
6. Que, es un principio de larga data que las cosas son lo que son y no lo que
denomina las partes.
109
artículo 1302 del Código Civil, debe concluirse que no se le puede atribuir mérito
ejecutivo, razones por las cuales.
IV. DECISIÓN
110
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL PERMANENTE
CAS. N.º 1409-2002, LIMA
III. CONSIDERANDO
111
transacción que todas las partes involucradas intervengan, lo que no ha ocurrido
en el presente caso. Agrega que al no haber existido concesiones recíprocas entre
la recurrente y la citada sociedad conyugal, la transacción no afecta, de modo
alguno, la calidad de garantes de la sociedad conyugal Sifuentes-Alvarado.
2. El artículo 1302. del, Código Civil establece que "Por la transacción las partes,
haciéndose concesiones recíprocas, deciden sobre algún asunto dudoso o litigioso,
evitando el pleito que podría promoverse o finalizando el que está iniciado. Con
las concesiones recíprocas, también se puede crear, regular, modificar o extinguir
relaciones diversas de aquellas que han constituido objeto de controversia entre las
partes. La transacción tiene valor de cosa juzgada". De otra lado, el artículo 1303
del Código Civil dispone que "La transacción debe contener la renuncia de las
partes a cualquier acción que tenga contra otra sobre el objeto de dicha
transacción".
112
preventivo trabado sobre el vehículo -de propiedád de la Compañía Minera Los
Ases de placa de rodaje XG-1207. 3.3. Por resolución de fecha veinte de octubre
de mil novecientos noventitrés, obrante a fojas sesentiséis del acompañado se tuvo
por transigida la acción en los términos antes indicados.
7. Cabe agregar que el artículo 337, tercer párrafo, del Código Procesal Civil prevé
la posibilidad de que la transacción recaiga sobre alguna de las personas (y no
todas), estableciendo que el proceso debe continuarse respecto de las personas no
comprendidas a transacción. En tal sentido, resulta ilógico pensar que dicha
trarsacción alcanza a la sociedad conyugal demandante.
113
9. El artículo 1099, inciso 2, del Código Civil establece que "Son requisitos para
la validez de la hipoteca: (..) 2. Que asegure el cumplimiento de una obligación
determinada y determinable (_..)° Por otro lado, el artículo 1186 del Código Civil
prevé que El acreedor puede dirigirse contra cualquiera de los deudores solidarios
o contra todos ellos simultáneamente. Lás récfámááónes entabladas contra uno, no
serán obstáculo para las que posteriormente se dirijan contra los demás, mientras
1 no resulte pagada la deuda por completo. Por último, los artículos 1361 y 1362
disponen que Los contratos son obligatorios en cuanto se haya expresado en ellos.
Se presume que la declaración expresada en el contrato responde a la voluntad
común de las partes y quien niega esa coincidencia debe probarla y los contratos
deben negociarse, celebrarse y ejecutarse según la reglas de la buena fe y común
intención de las partes respectivamente.
10. De autos se advierte que por Escritura Pública de fecha quince de julio de mil
novecientos noventiuno la sociedad con gal demandante constituyó a favor de la
empresa Rosales Diesel Sociedad Anónima una hipoteca sobre el inmueble de su
propiedad (...) en garantía del saldo que los deudores tienen a favor de dicha
empresa, proveniente de la compra de un camión volquete Volvo NL 1042 (seis
por cuatro), realizado últimamente a través de la Compañía Minera Los Ases
Sociedad Anónima donde los deudores son avalistas de esta empresa minera (...)
Ello conformeaparece de la clausula tercera del testimonio de Escritura Pública de
fojas ocho.
12. De lo antes expuesto y, teniendo en cuenta las normas antes glosadas, se llegaa
la. conclusión que la hipoteca constituida por la sociedad conyugal demandante a
favor de la empresa Rosales Diesel Sociedad Anónima tuvo por finalidad
garantizar el pago total del saldo del precio del camión volquete, lo que no ha
ocurrido a la fecha, por tanto, la garantía hipotecaria se mantiene en tanto no se
cancele totalmente la obligación.
13. Cabe agregar que no fue intención de la empresa Rosales Diesel y la Compañia
Minera Los Ases Sociedad Anónima extinguir la hipoteca constituida por la
114
sociedad conyugal demandante, pues de haber sido así, lo hubiesen señalado
expresamente en la transacción materia de la lítis.
IV. DECISIÓN
115
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
CAS. N.º 646-98, LAMBAYEQUE
116
1. Que, siguiendo la línea jurisprudencial que tiene establecida ésta Sala Suprema,
antes de entrar a conocer una denuncia por error in iudicando, corresponde
determinar primero si realmente se ha configurado la infracción procesal
denunciada, y de ser el caso, si es de tal naturaleza que puede viciar con nulidad la
sentencia recurrida.
4. Que, el artículo 306 del Código Procesal Civil regula el trámite cuando el Juez
se reconoce impedido de conocer un caso. En el artículo bajo estudio se concede
al juzgador la facultad de analizar las diversas causales de impedimento, y si en
ellas encuentra algún motivo que lo alcanza, surge en él el deber de excusarse de
seguir conociendo el caso; pero si el juzgador no encuentra motivo de
impedimento, las partes ni ningún otro juez puede instarlo a que se declare
impedido, pudiendo en todo caso hacer uso de los recursos que la ley procesal les
concede. Siendo que en el artículo 306 del Código Procesal Civil la determinación
de existencia de causal de impedimento está encargada al juzgador, si dicha
determinación se da en sentido discrepante a los intereses de las partes, no puede
117
considerarse por ello, que dicha norma procesal ha sido infringida vulnerando el
derecho al debido proceso que tienen las partes. Razonamiento similar a lo
procedente se aplica con respecto al artículo 311 del Código Adjetivo denunciado.
5. Que, el artículo 312 del Código Procesal Civil a diferencia del artículo 306
regula el trámite del impedimento cuando el juzgador no cumple con su deber de
abstención, quedando en la parte interesada la carga de hacer uso del instituto que
tratamos (recusación por impedimento) “y si no recurre a él, y con la oportunidad
debida, el Juez queda habilitado para conocer el proceso”, así lo tiene establecido
desde hace largo tiempo nuestra jurisprudencia y doctrina nacional (ver, Pino
Carpio, Remigio. Nociones de Derecho Procesal, Tipografía Peruana, Tomo I,
página 199). Como se aprecia de acta de audiencia del 5 de diciembre de 1997 de
fojas 336, el vocal dirimente cuestionado, doctor Carlos Caballero Burgos, vio la
causa en discordia y escuchó los informes orales de las partes, incluidos los del
abogado patrocinante de la recurrente, y dicho magistrado no fue recusado
oportunamente (en la primera oportunidad que se tuvo), por lo que la presente
denuncia deviene en extemporánea según los términos del artículo 176 segundo
párrafo Código Procesal Civil y carente de legítimo interés para sentar dicha
denuncia, no infringiéndose así el citado artículo.
6. Que, el artículo 313 del Código Procesal Civil regula la abstención por decoro
o delicadeza, que es aquel supuesto donde el magistrado hace conocer que pesan
en su ánimo, consideraciones que pueden perturbar su imparcialidad. Este artículo
supone que el juzgador tiene la facultad de analizar si concurren en él causales que
americen su abstención, y si ese es el caso, seguir con el trámite que establece el
artículo bajo comento, pero si el juzgador considera que éste no es el caso, mal
puede considerase que se ha infringido dicha norma, como pretende el recurrente.
8. Que, el artículo 1302 del Código Sustantivo realiza una descripción de lo que se
entiende por “transacción”, en su primera parte se refiere a concesiones recíprocas
y la decisión de algún asunto dudoso o litigioso, y en su segundo párrafo aclara los
alcances que pueden tener esas concesiones. Este dispositivo tiene implicaciones
procesales, como que es una forma de terminación del proceso, y que tiene valor
118
de cosa juzgada, por lo que, del análisis de dicho artículos se tiene que, aun cuando
está contenido en el Código Sustantivo, es de carácter mixto. Que concesión, desde
un punto de vista jurídico, es el punto de la reclamación contraria que se acepta en
una transacción (ver la voz correspondiente en el Diccionario de Cabanellas) y en
el análisis jurídico del documento de fojas 102 se aprecia que por un lado se
conviene en desocupar la casa de la calle Francisco Cabrera y por otro se fija un
plazo para ello que es en beneficio del deudor y así mismo hay un desistimiento
del retracto por lo que satisface el requisito; de las concesiones recíprocas, como
se ha considerado en la instancia.
9. Que, del análisis del artículo 1303 del Código Civil se tiene que dicha norma
exige la renuncia de las partes a cualquier posibilidad de iniciar alguna acción a su
contraparte con respecto al objeto sobre el que transa, condición que tiene
repercusiones procesales y el requisito que establece no es de carácter ad
solemnitatem, por lo que esta causal no puede ser acogida.
10. Que, el artículo 1304 del Código Civil regula la forma en que debe hacerse la
transacción (forma escrita o petición al juez), estableciéndose así un requisito
general para la validez de éste acto, lo que demuestra el carácter instrumental de
dicha norma, que en este caso se ha cumplido.
11. Que, la sentencia de vista tiene establecido que: “tal convención (transacción)
contenía concesiones recíprocas entre las partes, de tal manera que se daban los
requisitos del artículo 1302 del Código Civil, e implícitamente se cumplían las
prescripciones del artículo 1303 del Código Civil, y al hacerse por escrito se
cumplan las formalidades del artículo 1304 del Código mencionado, obligando por
tanto a quienes lo celebran”.
12. Así, la propuesta del recurrente en el sentido de que el documento que obra en
autos no contiene una “transacción” en los términos de los artículos 1302 al 1304
del Código Civil, sino que sólo es un documento con compromiso de una sola de
las partes, no viene a ser una propuesta de derecho sobre la interpretación correcta
de dichas normas, estando a las conclusiones que preceden DECLARARON
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto a fojas 357 contra la sentencia
de vista de fojas 337, su fecha 22 de diciembre de 1997; CONDENARON al
recurrente al pago de las costas y costos del recurso así como a la multa de una
Unidad de Referencia Procesal; MANDARON se publique la presente resolución
119
en el Diario Oficial El Peruano; en los seguidos por Edmundo González Vértiz y
otra con don Carlos Estuardo Quevedo Ubillús y otra, sobre declaración de certeza
y otros; y los devolvieron.
120
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
CAS. N.º 3278-2002, LORETO
Por resolución en mayoría expedida por esta Sala el once de diciembre del dos mil
dos se declaró procedente el recurso por las causales previstas en los incisos
segundo y tercero del artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil,
acusando: i) inaplicación de una norma de derecho material, afirmando que sala de
vista ha inaplicado el inciso segundo del artículo ciento sesentisiete, inciso tercero
del artículo cuatrocientos cuarentiocho del Código Civil y el artículo mil
trescientos siete del mismo cuerpo legal, por cuanto es evidente el fin ilícito de la
transacción efectuada con la Occidental Peruana Inc. sucursal Perú - OXY; y ii)
contravención de las normas que garantizan el derecho a un debido proceso,
afirmando que la sala de mérito ha incurrido en dicho agravio al emitir una
resolución que contraviene lo dispuesto en el inciso quinto del artículo ciento
treintinueve de la Constitución Política del Estado, artículo doce de la Ley
121
Orgánica del Poder Judicial, inciso tercero del artículo ciento veintidós e inciso
sexto del artículo cincuenta del Código Procesal Civil y doscientos veinte del
Código Civil, toda vez que el documento de transacción contraviene lo referente a
las concesiones recíprocas, que señala el artículo mil trescientos dos del Código
Civil; agregando además que no hay una debida motivación y fundamentación el
mismo.
III. CONSIDERANDO
2. Que de acuerdo a los términos de la demanda cuya copia corre a fojas uno, María
Olinda Jiménez Sousa interpuso acción indemnizatoria por daños y perjuicios
dirigiéndola contra la Fuerza Aérea del Perú, Compañia de Seguros Popular y
Porvenir y la Occidental Peruana Inc. sucursal Perú (OXY), a fin de que
solidariamente cumplan con indemnizada con la suma de ciento sesenticinco mil
setecientos catorce dólares americanos con veintiocho centavos de dólar por la
muerte de su cónyuge Juan Córdova Huamán.
122
5. Que, en cuanto a los errores in procedendo denunciados por la recurrente resulta
preciso referirse a los alcances del artículo mil trescientos dos del Código Civil en
tanto a la definición de la transacción, en cuyo primer párrafo se hace referencia a
las concesiones recíprocas de las partes respecto a algún aspecto litigioso o dudoso
evitando el pleito que podría promoverse o finalizando el que está iniciado y que,
en tal sentido, la transacción tiene valor de cosa juzgada como lo establece la parte
in fine de dicha norma, la que en consecuencia tiene implicancias de orden
procesal.
7. Que, sin embargo, tratándose de la denuncia por las causales in iudicando, los
alcances de la excepción deducida no puede comprender a los seguros pues como
se tiene por establecido de la demanda y la resolución apelada de fojas ciento trece,
segundo considerando, y se aprecia del documento de fojas cincuentinueve a
sesentiséis, la transacción en referencia fue únicamente otorgada y suscrita por la
demandante y el representante de Occidental Peruana Inc. y si bien en dicho
documento la demandante figura haciendo renuncia a toda acción contra la Fuerza
Aérea del Perú y Popular y Porvenir Compañía de Seguros, tal compromiso no
puede surtir efectos a su favor puesto que al no haber intervenido en dicho acto
jurídico no existe su manifestación de voluntad de efectuar con la accionante las
concesiones recíprocas o la renuncia de acción a que se refieren los artículos mil
trescientos dos y mil trescientos tres del Código Civil concluyéndose de todo ello
que, en efecto, se ha inaplicado al caso submateria el artículo mil trescientos siete
del acotado código que establece que la transacción de incapaces; como son los
menores hijos de la demandante; debe contar con la aprobación del juez, lo que no
ha ocurrido en el caso de autos en que tal aprobación judicial sólo está referida a
123
la celebrada con Occidental Peruana Inc., mas no con las otras codemandadas que
no han intervenido en dicha transacción, por lo cual la excepción sub materia no
puede hacerse extensiva en su beneficio.
IV. DECISIÓN
124
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
CAS. N.º 464-2005, LIMA
Se trata del recurso de casación interpuesto por la Asociación Civil la Alameda &
Hacienda Club, mediante escrito de fojas cuatrocientos cuatro, contra la resolución
de vista emitida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
de fojas trescientos ochentinueve, su fecha diez de agosto del dos mil cuatro, que
Confirmando la sentencia apelada que declara Fundada la demanda; en
consecuencia Nulo el documento denominado “Convenio de Transacción Judicial”
celebrado por las partes, el cuatro de mayo de mil novecientos noventicuatro;
125
jurisprudencia correspondiente, como es el caso de la Ejecutoria Suprema emitida
en el expediente trescientos cuarentidós - setenta, en donde la Corte Suprema
considero que la nulidad de los actos jurídicos procesales como la transacción
deben ser alegados como incidente dentro del mismo proceso, y de la casación
numero mil seiscientos noventinueve - dos mil Santa, emitida bajó los alcances del
Código Procesal Civil, en donde la Sala Civil de la Corte Suprema consideró que
la transacción llevada a cabo en un proceso judicial tiene el carácter de cosa
juzgada y sólo puede ser cuestionada en vía de nulidad de cosa juzgada
fraudulenta; en ese sentido refiere el recurrente que no se ha seguido el proceso de
manera regular y que se ha afectado su derecho a un debido proceso, así como la
garantía de la cosa juzgada al haberse dejado sin efecto un auto de homologación
de una transacción judicial celebrada en un proceso iniciado bajo las normas del
Código de Procedimientos Civiles; asimismo denuncia que este agravio lo ha
desarrollado en su recurso de apelación, sin embargo, a pesar de su evidente
trascendencia, la Sala Revisora lo ha obviado al expedir su sentencia.
III. CONSIDERANDO
126
transacción judicial, que involucraba, entre otros procesos, el proceso seguido por
el recurrente sobre pago de dólares; desde esa fecha, el recurrente no ha podido
cobrar su acreencia, puesto que el Juzgado encargado de la ejecución considera
que se ha sustituido la sentencia que tiene la autoridad de cosa juzgada en la que
los Jueces le reconocen su deuda, por el aludido acuerdo transaccional; señala que
ha procurado ejecutar el acuerdo transaccional durante ocho años sin existir; por
lo demás, dentro del mismo proceso de pago de dólares ha pretendido cuestionar
el aludido acuerdo, señalándose que cualquier cuestionamiento debería de hacerlo
vía acción independiente, que es lo que está haciendo; además, manifiesta que la
aludida transacción judicial no es tal, puesto que no cumple con lo dispuesto por
el artículo mil trescientos dos del Código Civil, al contener una pretensión
imposible; además, los representantes de la aludida Asociación, no contaban con
facultades de representación para celebrar un acuerdo transaccional, por lo que no
ha habido manifestación de voluntad del agente; por otro lado, en dicho acuerdo
transaccional no han participado las empresas co-demandadas, a pesar de que
podrían verse afectadas en sus derechos; asimismo, el oferente del acuerdo
transaccional no era abogado, por lo que se habría incumplido la formalidad del
acto asimismo, el acuerdo transaccional ha desnaturalizado el proceso de pago de
dólares, toda vez que ha vulnerado la cosa juzgada.
127
y perjuicios causados a la recurrente, al pretender mediante esta acción, desconocer
la dación en pago; en ejecución de sentencia, otorgada por ambas partes.
3. Que por otro lado, las empresas co-demandadas son declaradas rebeldes por
resolución de fojas ciento tres; mientras que Enrique Villasana Zevallos pretendió
el reconocimiento de la demanda, el mismo que fue declarado en improcedente,
por resolución de fojas cien, quien, finalmente, sería declarado rebelde, por
resolución de fojas ciento setenta.
128
de la aludida Asociación no contaban con facultades de representación legal, por
lo que el convenio es nulo, al amparo del inciso primero del artículo doscientos
diecinueve del Código Sustantivo, puesto que la mencionada Asociación no habría
manifestado su voluntad.
129
inciso tercero del artículo doscientos diecinueve del Código Civil; además, refiere
que el A Quo ha aplicado correctamente el inciso primero del artículo doscientos
diecinueve del Código acotado, puesto que la Asociación no ha manifestado su
voluntad.
8. Que, por otro lado, el artículo trescientos sesenticuatro del Código Adjetivo
prescribe el objeto del recurso de apelación e indica que el recurso de apelación
tiene por objeto que el órgano jurisdiccional superior examine, a solicitud de parte
o de tercero legitimado, la resolución que les produzca agravio, con el propósito
de que sea anulada o revocada, total o parcialmente.
10. Que, objetivamente, se puede concluir que la Sala de Vista omite emitir un
pronunciamiento sobre cada uno de los agravios descritos por el apelante, a pesar
de ser su obligación legal, conforme al artículo trescientos sesenticuatro del
Código Procesal Civil.
130
denominado transacción judicial; sin embargo, luego procura deslindar los efectos
de su sentencia respecto del proceso de pago de dólares, seguidos entre las mismas
partes, sin reparar en la estrecha relación que existe entre ambos y que ella misma
reconoce.
12. Que, por otro lado, analizado el denominado acuerdo de transacción judicial,
aplicándole las normas referidas a este instituto jurídico, pero no repara en que una
de las partes ha declarado que dicho documento lleva un nomen juris errado, lo
cual debe ser analizado por la Sala de mérito para determinar cuál es la real
voluntad de las partes; asimismo, la Sala Revisora está amparando la demanda por
una causal adicional a la del A Quo, sin sustentar fáctica y jurídicamente la razón
por la que adopta esta decisión.
13. Que, por otro lado del análisis de los autos, también se puede concluir,
objetivamente, que el proceso ejecutivo seguido entre las partes no corre en autos,
de manera integral no obstante, ambas instancias se han referido a él.
14. Que, efectivamente, tanto el A Quo como el Ad Quem han expedido sus
sentencias sin reparar en el proceso ejecutivo que han seguido las partes, el mismo
que, es un elemento probatorio sustancialmente importante en la resolución del
conflicto y que debe correr en autos, aplicándosele lo dispuesto por e! artículo
ciento noventicuatro del Código Adjetivo, ya que es ineludible que los efectos de
este proceso, repercutirán positiva o negativamente, en el proceso ejecutivo.
15. Que debe tenerse presente que todos los registrados tienen el derecho,
constitucionalmente reconocido, en el inciso primero del artículo ciento
treintinueve de la Carta Magna vigente, de resolver sus causas con absoluta
independencia; por ello, ningún magistrado puede verse compelido a resolver una
controversia en determinado sentido, sea directa o indirectamente; sin embargo, es
también pertinente resaltar que toda decisión del magistrado debe responder a la
ley y a la justicia, como único parámetro de actuación.
16. Que, en este caso, es evidente la configuración de los vicios denunciados, por
lo que el A Quo deberá de renovar el acto procesal y, luego de analizada la posición
de las partes, deberá emitir una resolución, conforme a ley siéndole aplicable lo
dispuesto por el apartado dos punto tres del inciso segundo del artículo trescientos
noventiséis del Código Procesal Civil.
131
IV. DECISIÓN
132
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL PERMANENTE
CAS. N.º 1381-2013 LIMA NORTE
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características se encuentran registradas bajo el Código de Predio número.
P01008513 del Registro de Predios de Lima de la SUNARP, por el precio de
doscientos cincuenta y ocho mil dólares americanos que serían cancelados con una
cuota inicial de veintiséis mil dólares americanos y el restante en treinta y nueve
armadas; ii) el actor hasta la fecha ha cancelado el monto de ciento setenta mil
dólares americanos, faltando cancelar parcialmente la armada treinta y siete, así
como las armadas treinta y ocho y treinta y nueve, tal como está establecido en el
mismo contrato, habiendo pagado más del sesenta y siete por ciento del precio de
la compra venta. Asimismo, han venido pagando a los demandados las cuotas
pendientes mediante procesos de ofrecimiento de pago y consignación reflejados
en los expedientes números 2006-0301-0-2702-LM-CI-01 y 2007-0195-0-2702-
JM-CI-01. Además los demandados con motivo de haber resuelto el contrato de
manera unilateral, y luego de elevarlo a escritura pública e inscribirlo en la
SUNARP, no tienen potestades jurisdiccionales para ejecutar, o calificar la
resolución del contrato. Finalmente, se debe tomar en cuenta que los emplazados,
a la fecha en que decidieron resolver el contrato ya habían cobrado la letra número
treinta y seis mediante proceso de ofrecimiento de pago y consignación,
iniciándoles incluso un proceso judicial de ejecución de garantía hipotecaria.
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artículo 426 del Código Procedimientos Civiles. fijación de puntos controvertidos:
Mediante acta de audiencia de conciliación de fecha siete de agosto de dos mil
ocho, de folios ciento quince, se fijó como puntos controvertidos: i) Determinar si
resulta procedente declarar la nulidad de acto jurídico contenido en la escritura
pública de resolución de compraventa y levantamiento de hipoteca de fecha tres
de agosto de dos mil siete, por las causales previstas en los incisos 3 y 4 del artículo
219 del Código Civil, referidas a cuando su objeto es física o jurídicamente
imposible o cuando su fin sea ilícito, estando a la normatividad vigente; y ii)
Establecer si resulta procedente disponer como pretensión accesoria, la nulidad del
asiento número ocho de la Partida Registral número P01008513, del Registro
Predial Urbano - Zona Registral número IX, sede Lima.
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configure las causales de nulidad, a tenor de lo establecido por el artículo 200 del
referido Código, sin imponer condena de costas ni costos del proceso al ser
evidente que el actor ha tenido motivos atendibles para litigar conforme a lo
establecido en el artículo 412 del Código Adjetivo.
V. APELACIÓN DE SENTENCIA
La Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte a folios mil
uno, emitió sentencia de vista, confirmando la sentencia de primera instancia que
declara infundada la demanda interpuesta por Abel Martínez Aldazabal, sobre
nulidad de acto jurídico. Fundamenta su decisión en lo siguiente: i) Que, el A quo
declara infundada la demanda bajo el sustento que no se ha acreditado que el acto
jurídico tenga un fin ilícito, desde que el accionar de los demandados se produce
debido a que el actor incurrió en causal de resolución de contrato, al haber
incumplido con el pago de tres letras de cambios de las treinta y nueve letras
pactadas, en aplicación a los acuerdos convenidos en la cláusula quinta del contrato
de compra venta; tampoco se ha acreditado la causal de objeto física y
jurídicamente imposible o cuando es objeto indeterminable; ni se ha sustentado la
imposibilidad jurídica por cuanto el acto consistente en la resolución de contrato
de compraventa y levantamiento de hipoteca, importa un merecimiento de tutela
jurídica, y en cuanto al supuesto indeterminado, el objeto materia de nulidad de la
citada resolución de contrato, resulta posible identificar bienes, utilidades,
intereses y relaciones que lo constituyen; con lo que se demuestra que las causales
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invocadas por el actor no han sido debidamente acreditadas, por lo que sus
argumentos devienen en inconsistentes no resultando amparable.
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la sentencia materia de impugnación no ha motivado la decisión tomada, pese a
que es un principio y garantía de la administración de justicia la motivación escrita
de las resoluciones judiciales en todas las instancias, con mención expresa de la
ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que se sustentan. d) Infracción
normativa de los artículos 1361 y 1561 del Código Civil; pues conforme a la
cláusula quinta del contrato de compraventa de fecha veinte de marzo del año dos
mil, una vez ejercido el derecho de los vendedores (ahora demandados) a cobrar el
saldo del precio de la compraventa, no puede hacerse uso de la opción de
resolución de contrato, puesto que dicha elección es definitiva y no puede ser
revocada. En ese sentido, al haberse optado por el cobro del saldo del precio de
compraventa, de acuerdo a lo dispuesto por la cláusula quinta del contrato de
compraventa aludido, significaba que el contrato estaba vigente, por lo que los
vendedores (ahora demandados) ya no tenían derecho a resolver el contrato por
haber hecho uso de la opción de cobrar el saldo del precio, por lo que al haberse
hecho resolución unilateral ante Notario Público, por carta notarial de fecha
diecisiete de julio de dos mil seis, ya no tiene efecto legal alguno. Señala que
solicitó ofrecimiento de pago y consignación de la letra de cambio número treinta
y seis, resolución judicial que quedó consentida, es más los vendedores (ahora
demandados) cobraron dicho depósito judicial en el Banco de la Nación. Refiere
que los vendedores ingresaron una demanda de ejecución de garantía hipotecaria
con fecha veintidós de agosto de dos mil seis en la que solicitan se les pague el
saldo deudor del precio de la compraventa, liquidado al catorce de agosto de dos
mil seis, conforme aparece del estado de saldo deudor presentado; sin embargo,
cuando en el proceso se produjo la duda si el contrato estaba vigente o resuelto, el
Juez del proceso declaró fundada la contradicción e improcedente la demanda.
Precisa que lo que pretenden los vendedores (ahora demandados) con dicha
resolución contractual es recuperar la propiedad sin tener derecho a atribuirse
dicho patrimonio, por lo que deviene en una finalidad ilícita, por lo que dicho acto
jurídico de resolución de contrato es nulo conforme lo disponen los incisos 3 y 4
del artículo 219 del Código Civil, incumpliendo con sus deberes de buena fe
contractual, previsto en el artículo 1362 del Código Civil. e) Infracción normativa
de los artículos III del Título Preliminar, 1562 del Código Civil (versión original),
103 tercer párrafo y 109 de la Constitución Política del Perú; por haberse aplicado
retroactivamente el artículo 1562 del Código Civil (versión modificada con la Ley
número 27420) e inaplicable lo dispuesto por el artículo 1562 del Código Civil
(versión originaria), pese a que la versión originaria de dicha norma es la que
resulta ser aplicable por la teoría de los hechos cumplidos, esto es, por estar vigente
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dicha norma al momento de la celebración del contrato de compraventa, por lo que
la resolución del contrato es nulo de pleno derecho. Pues, el recurrente celebró el
contrato de compraventa respecto del sesenta y ocho punto doscientos cincuenta y
cuatro por ciento de acciones y derechos de la parcela número sesenta y uno,
unidad catastral número 10504, inscrita en la partida registral número PO1008513
del Registro de Predios de Lima, habiendo pagado la suma de ciento treinta y ocho
mil quinientos dólares americanos, por lo que, al haber pagado más del cincuenta
por ciento del valor del precio pactado hasta antes de haberse resuelto
fraudulentamente el contrato por los demandados.matería jurídica en debate: En
este caso, la cuestión jurídica objeto de control en sede casatoria, es verificar si la
resolución recurrida ha infringido las normas contenidas en el numeral tres de la
presente resolución; y en tal sentido, se deberá determinar si los demandados han
obrado ilícitamente al declarar resuelto el contrato de fecha veinte de marzo de dos
mil.
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decisiones que las consideró adversas. Además, la acumulación de procesos no
procedía en esta causa, al ser el objeto de las pretensiones de aquellos, distinta al
tema que se debate en el presente caso. Asimismo, no resulta estimable en lo que
se refiere a la valoración de la prueba, por cuanto se verifica que el órgano
jurisdiccional si realizó la valoración conjunta de los medios probatorios. 5.4. Al
haberse descartado las denuncias de orden procesal corresponde analizar las de
naturaleza sustantiva; con relación a la nulidad de la resolución del contrato
materia del proceso, es del caso anotar que, en el presente caso, el actor en calidad
de comprador celebró el veinte de marzo de dos mil un contrato de compraventa
de acciones y derechos1 con los demandados, en condición de vendedores,
respecto del sesenta y ocho punto doscientos cincuenta y cuatro por ciento del total
de los derechos y acciones en la parcela número sesenta y uno, ubicado en el
distrito de Carabayllo, provincia y departamento de Lima, cuya área total es de tres
hectáreas y mil quinientos metros cuadrados, por el valor de doscientos cincuenta
y ocho mil dólares americanos; sin embargo, precisa que los emplazados de forma
ilegal resolvieron el referido contrato de manera unilateral al argumentar que
incumplió con el pago de tres armadas2; por tal motivo, ahora solicita la nulidad
de la resolución del contrato antes indicado. 5.5. Al respecto, se aprecia que la Sala
Superior desestimó la demanda interpuesta de folios sesenta y siguientes, al
sostener que el acto jurídico contenido en la escritura pública de resolución de
compraventa y levantamiento de hipoteca de fecha tres de agosto de dos mil siete,
no se encontraba incurso en las causales de nulidad previstas en los incisos 3 y 4
del artículo 219 del Código Civil, referidas a cuando su objeto es física o
jurídicamente imposible o cuando su fin sea ilícito. 5.6. Además de lo resuelto por
la instancia superior, se debe tener en cuenta que, si confrontamos la actual
pretensión de nulidad de la resolución del contrato de compraventa, objeto de litis,
con lo planteado por el mismo demandante en el Expediente 292-2006, seguido
por los ahora demandados, sobre Ejecución de Garantía, en donde al ejercer su
derecho de defensa para evitar la ejecución de la garantía hipotecaria, mediante
escrito de folios ochenta y cinco, y como argumento de la contradicción sostuvo
lo siguiente: “Que, por otro lado como se puede ver de las cartas notariales
cursadas por los demandantes (anexo 1-H de la demanda) en ellas se ha expresado
con claridad meridiana el plazo de quince días que me dieron para pagar lo
adeudado y luego me comunicaron también por conducto notarial la producción y
efectivización de la resolución del contrato, al amparo de lo dispuesto por el
artículo 1429 del Código Civil, habiendo invocado los demandantes la resolución
extrajudicial del contrato, debió declararse improcedente la demanda; ya que no se
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puede revivir un contrato ya resuelto (...).”.3; se advierten posiciones
contradictorias entre sí, invocadas a la vez por el mismo recurrente. 5.7. Por ello,
lo antes anotado, demuestra que la interposición de la presente demanda, resulta
ser un esfuerzo infructuoso por revertir una situación jurídica en el que se colocó
el demandante por su propia voluntad a través de una conducta previa, esto es,
cuando fundamentó la contradicción en el juicio de Ejecución de Garantía,
conforme se ha descrito precedentemente, sosteniendo que el contrato estaba
resuelto, lo cual motivó que sea este el núcleo de la decisión del Juez para declarar
fundada la citada contradicción e improcedente dicha demanda, dando por sentado
que el contrato en controversia estaba resuelto y por tanto no existía título para
ejecutar. 5.8. Así las cosas, se observa que dicha decisión jurisdiccional vincula a
las partes procesales, y por tanto las declaraciones o afirmaciones que se hubiera
vertido en el citado proceso, pueden ser tomadas como declaraciones asimiladas,
conforme a la facultad conferida por el artículo 221 del Código Procesal Civil; y
en función a la obligación que impone el artículo 197 del citado Código Procesal
respecto a la valoración conjunta e integral de todo el acervo probatorio ofrecido
por las partes. 5.9. Por tal motivo, la afirmación realizada por el actor en el
mencionado proceso ejecutivo, constituye una conducta vinculante, eficaz y
válido, que condiciona su pretensión de nulidad de resolución del contrato sub litis,
y por tanto, deviene infundada, en atención al adagio latino “venire contra factum
propium non valet”, que significa la aplicación del principio general de los actos
propios, que regula la prohibición de actuar contra los propios actos, constituyendo
un límite en el ejercicio de un derecho subjetivo, como consecuencia del principio
de la Buena Fe. 5.10. Que, el citado principio, cuya finalidad es la protección de la
equidad y seguridad jurídica, requiere como presupuesto para su aplicación: a) La
existencia de dos conductas con trascendencia jurídica, esto es que sean relevantes
para el Derecho. No es menester que se trate de actos jurídicos en el sentido técnico
de la expresión; b) La contradicción o incompatibilidad entre las dos conductas; c)
La identidad de los sujetos jurídicos vinculados en uno y otro caso; identidad de
sujetos que no importa necesariamente la identidad de las personas físicas o
jurídicas; d) La identidad de la situación jurídica en que se producen ambas
conductas; e) La identidad de las circunstancias que rodean significativamente a la
situación jurídica en cuestión.4 5.11. De todo lo anterior se concluye, que en el
presente caso, se ha violado el principio lógico de la contradicción, ya que “nadie
puede oponerse en contradicción con sus propios actos, ejercitando una conducta
incompatible con la anterior, deliberada, jurídicamente relevante y plenamente
eficaz.”5; por ende, nadie puede ir válidamente contra sus propios actos, ya que no
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puede ser y no ser algo a la misma vez; es decir, no puede el demandante aceptar
que el contrato de compraventa sub litis está resuelto (proceso de ejecución de
garantías), y ahora pretender que no está resuelto (proceso de nulidad de acto
jurídico); pues va contra su anterior conducta asumida que incluso podría derivar
en un ejercicio abusivo del derecho. 5.12. Por tanto, cabe desestimar la infracción
normativa de orden material referida a la no configuración de la nulidad de la
resolución del contrato, por lo que, resulta infructuoso hacer un análisis sobre el
resto de las causales referidas a los artículos III del Título Preliminar, 1362, 1561
y 1562 del Código Civil, y artículos 103 y 109 de la Constitución Política del
Estado, tanto más si estas normas no tienen relación directa con lo que es materia
de proceso y discusión. En tal virtud, corresponde desestimar el recurso de
casación de conformidad con el artículo 397 del Código Procesal Civil.
IX. DECISIÓN
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LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
CAS N.º 4526-2008, LIMA
Esta Sala Suprema mediante resolución de fojas veintidós del presente cuadernillo,
su fecha veintiséis de julio del año dos mil once, ha estimado procedente el recurso
por la causal de infracción normativa de derecho material. La recurrente denuncia
la inaplicación del artículo mil cuatrocientos treinta del Código Civil, alegando
que conforme consta de las pruebas que obran en autos, la Caja de Pensiones
Militar Policial y los demandados suscribieron un contrato de compraventa de
fecha veintiuno de marzo del año mil novecientos noventa y seis, en cuya cláusula
cuarta se pactó una condición resolutoria expresa, estableciéndose como causal de
resolución de pleno derecho el incumplimiento de pago por parte de aquéllos, de
una o más cuotas, que el vendedor quedaba facultado para resolver el citado
contrato, para lo cual bastaba una simple comunicación mediante carta notarial; en
este caso, se cumplió con hacer entrega del bien, pero dado que se acumularon
ciento treinta y dos cuotas impagas, mediante carta notarial del seis de marzo del
año dos mil nueve y en uso de la cláusula cuarta le comunicaron su decisión de
resolver el contrato conforme a la norma aludida, lo que no ha sido apreciado por
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el Ad quem, siendo la Corte de Casación, por el principio de libertad contractual,
prime la voluntad de las partes. Asimismo, denuncia la inaplicación del artículo
novecientos once del Código Civil, alegando que al haber operado la cláusula
resolutoria que la hicieron valer ante el incumplimiento en el pago, quedaba sin
efecto el contrato, por lo que los demandados pasaban a tener la calidad de
ocupantes precarios, pues el título que tenían había fenecido.
III. CONSIDERANDO
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siete armadas mensuales pactadas en el contrato de compra venta e hipoteca se da
por resuelto el contrato. Que, al hacerse valer la cláusula resolutoria ante el
incumplimiento de los compradores el título que tenían ha fenecido y por lo mismo
es indiscutible que los demandados no ostentan título que ampare su posesión en
el inmueble en cuestión.
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establecida con toda precisión. La resolución se produce de pleno derecho cuando
la parte interesada comunica a la otra que quiere valerse de la cláusula resolutoria”.
7. De conformidad con el artículo mil trescientos setenta y uno del Código Civil la
resolución deja sin efecto un contrato válido por causal sobreviniente a su
celebración. En el caso del artículo mil cuatrocientos treinta del Código Civil, son
las propias partes, en uso de su libertad contractual, las que establecen la cláusula
resolutoria, verificada la cual el contrato se resuelve de “pleno derecho”. El
maestro Vicenzo Roppo denomina a este tipo de resolución como “resolución
negocial” y la define como la que “opera por negocio; cuando el contrato se
disuelve – presentes los eventuales presupuestos de ley- por una manifestación de
voluntad de la parte legitimada para la disolución, sin necesidad de
pronunciamiento judicial (la cual si interviene, tendría el solo valor de determinar
y declarar la resolución ya producida). Es el caso de las resoluciones por
incumplimiento determinadas por intimación a cumplir y de la declaración de
valerse de la cláusula resolutoria expresa...”1.
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devenido precaria, de conformidad con lo dispuesto en la parte final del artículo
novecientos once del Código Civil.
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