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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CAJAMARCA

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE DERECHO

ALUMNO: IVÁN ALBERTO GUTIÉRREZ LUNA.

DOCENTE: SUSY JACKELINE RODRÍGUEZ RAVINES.

CURSO: CONSULTORIO JURÍDICO I.

CASACIONES SOBRE INTERDICTOS DE RETENER Y RECOBRAR

I. CASACIÓN SOBRE INTERDICTO DE RETENER

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA SALA CIVIL PERMANENTE

CASACIÓN N°. 4516-2016 LAMBAYEQUE INTERDICTO DE RETENER

Sumilla: Si se prueba la existencia de los daños, pero no la cuantía de forma precisa, será el juez el

llamado a fijar el monto indemnizatorio de forma equitativa; teniendo en cuenta que todo daño es

resarcible, aún el no patrimonial, en la medida en que se afecte un interés jurídicamente protegido

de conformidad con lo prescrito en los artículos 1469 y 1332 del Código Civil.

Lima, trece de junio de dos mil diecisiete. -

LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA

REPÚBLICA; vista la causa número 4516- 2016, en audiencia pública de la fecha; y, producida la

votación correspondiente, emite la siguiente sentencia:


I. MATERIA DEL RECURSO:

Se trata del recurso de casación interpuesto por la demandante Estación de Servicios E.I.R.L a fojas

doscientos cuarenta y seis, contra la sentencia de vista de fecha dieciocho de julio de dos mil

dieciséis, de fojas doscientos dos, que revoca la sentencia apelada de fecha treinta de enero de dos

mil quince, de fojas ciento diecisiete, que declara fundada en parte la demanda de interdicto de

retener e indemnización; en consecuencia, ordena a la demandada Municipalidad Provincial de Jaén

cumpla con pagar a la demandante la suma de diez mil soles (S/. 10,000.00); sin lugar el

pronunciamiento respecto a la demolición de los muros de pavimento construidos en la entrada y

salida del inmueble sub litis; reformándola, declara sin objeto pronunciarse respecto al interdicto de

retener; e, infundada la pretensión de indemnización por daños y perjuicios.

II. ANTECEDENTES.

Para analizar esta causa civil y verificar si se ha incurrido o no, en la infracción normativa

denunciada, prima facie, es necesario realizar las siguientes precisiones:

1. DEMANDA.

Por escrito de fojas treinta y siete, Estación de Servicios Saldaña E.I.R.L. interpone

demanda de interdicto de retener e indemnización por daños y perjuicios, contra la

Municipalidad Provincial de Jaén, a efecto se disponga la destrucción de los muros de

pavimento construidos en las entradas y salidas de su propiedad, ubicada en la esquina de la

avenida Pakamuros y calle Antisuyo, distrito y provincia de Jaén y, el pago de una

indemnización por los daños y perjuicios ocasionados con la construcción de dichos muros

que impiden el normal funcionamiento de su Estación de Servicios “Grifo Primax”, los que

se valorizan en la suma de veinte mil nuevos soles (S/. 20.000.00). Funda su pretensión en

lo siguiente: 1) La Municipalidad Provincial de Jaén ha realizado una obra de

pavimentación de dicha calle en el mes de enero de dos mil trece y en forma anti- técnica ha
construído las veredas sin dejar las entradas y salidas por la calle Anti Suyo donde funciona

el Grifo Primax de su propiedad, que cuenta con la respectiva licencia de funcionamiento

municipal; 2) La obra de pavimentación que ha ejecutado la demandada también

comprende la construcción de veredas, sardineles y rampas, lo que ha sido obviado en la

ejecución de dicha obra municipal, causando grave perjuicio económico a la actora, por

cuanto los vehículos no pueden ingresar a abastecerse de combustible; y, 3) Ante tales

hechos, la demandante presentó reclamos con fechas veintiuno de marzo, dos de abril, doce

de abril y quince de mayo de dos mil trece, ante la Municipalidad emplazada, con la

finalidad que brinde solución a dicha construcción anti técnica; sin embargo, no ha

respondido a ninguno de ellos.

2. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA.

Mediante escrito de fojas setenta y ocho, la Procuraduría Pública a cargo de los Asuntos

Judiciales de la Municipalidad de Jaén contesta la demanda, afirmando que: 1) Es falso que

la Municipalidad Provincial de Jaén haya realizado una obra de pavimentación anti técnica,

ya que la obra denominada “Construcción de la vía urbana en la calle Antisuyo Sector

Pueblo Libre, Provincia de Jaén-Cajamarca” ha sido ejecutada por la Empresa Contratista

Roga S.A.C. 2) Si bien la demandante realizó varios reclamos ante su representada a

efectos de que se dé solución a los problemas suscitados por la construcción de muros que

bloqueaban la entrada y salida de los vehículos al Grifo Primax, aquéllos no pudieron ser

atendidos, toda vez que fueron realizados mientras la obra estaba siendo ejecutada por la

empresa contratista, no pudiendo la entidad edil intervenir y/o alterar el desarrollo de la

misma hasta su efectiva culminación; sin embargo, con fecha veintiuno de marzo del dos

mil trece, se culminó la obra en la calle Antisuyo, siendo entregada y recepcionada por la

Municipalidad Provincial de Jaén con fecha dos de mayo de dos mil trece, procediendo de

inmediato a atender el reclamo de la demandante, efectuándose los trabajos de demolición


de los sardineles, así como la inmediata construcción de las respectivas rampas de concreto

en la calle Antisuyo, a fin de habilitar el ingreso y salida de los vehículos a la Estación de

Servicios Grifo Primax de la demandante, habiendo concluido tales trabajos el diez de julio

del dos mil trece; por tanto carece de sentido amparar la pretensión de interdicto de retener,

ya que a la fecha de la interposición de la demanda el veintiséis de julio de dos mil trece,

éstos trabajos ya se habían realizado; y, 3) En cuanto al pago de una indemnización por

daños y perjuicios la actora no ha desarrollado, ni sustentado la existencia del daño o

pérdida sufrida por su parte (daño emergente), ni la ganancia dejada de percibir a

consecuencia de la acción generadora de la responsabilidad extracontractual (lucro cesante).

3. PUNTOS CONTROVERTIDOS.

Se ha establecido como puntos controvertidos determinar lo siguiente: a) Si se configuran o

no los presupuestos fácticos y jurídicos para amparar la pretensión de interdicto retener; y,

b) Si como consecuencia de lo expuesto, se habrían causado daños y perjuicios a la parte

demandante y si en caso de ampararse, estos ascienden a la suma de veinte mil nuevos soles

(S/. 20.000.00).

4. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA.

Culminado el trámite correspondiente, el Juez mediante sentencia de fojas ciento diecisiete,

su fecha treinta de enero de dos mil quince, declara fundada en parte la demanda de

interdicto de retener e indemnización; en consecuencia, ordena a la demandada

Municipalidad Provincial de Jaén cumpla con pagar a la demandante la suma de diez mil

nuevos soles (S/. 10.000.00); sin lugar a pronunciamiento respecto a la demolición de los

muros de pavimento construidos en la entrada y salida del inmueble sub litis, tras

considerar que: 1) Con relación a la pretensión de interdicto retener, se advierte de autos

que se encuentran acreditados los actos perturbatorios, pues la propia entidad emplazada al
contestar la demanda lo ha reconocido y por ello ha procedido a demoler dichos sardineles

y ha construido las respectivas rampas para que los vehículos puedan ingresar y salir al

Grifo Primax, y así abastecerse de combustible; incluso manifiesta que dicho trabajo de

demolición y construcción de rampas culminó el diez de julio del dos mil trece; 2) Siendo

así, el acto o actos perturbatorios se encuentran plenamente acreditados, y que si bien no

viene al caso ya disponer la demolición de los sardineles o muros de concreto que impedían

el ingreso y salida al negocio de la actora, sin embargo esta conducta ha generado un daño o

perjuicio en la entidad demandante quien se dedica al expendio de combustibles en la

ciudad de Jaén, pues los daños y perjuicios son solo una consecuencia lógica del acto

perturbatorio; 3) La obra “Construcción de la Vía urbana de la calle Antisuyo, sector

Pueblo Libre, provincia de Jaén Cajamarca" fue entregada y/o recepcionada por la

municipalidad emplazada con fecha dos de mayo del dos mil trece, como se aprecia a fojas

setenta y uno, entonces desde esa fecha, la Municipalidad demandada tenía la obra bajo su

disposición y control, y por consiguiente debió dar solución de manera inmediata al

reclamo de la actora, pues ésta última había presentado sendos reclamos administrativos

con anterioridad con fechas veintiuno de marzo y doce de abril del dos mil trece; sin

embargo, el reclamo fue atendido recién el diez de julio de dos mil trece, tiempo

transcurrido en el cual le generó un perjuicio, en razón que existía la imposibilidad de que

los vehículos ingresen y salgan del negocio; y 4) Si bien en autos no existe una pericia que

demuestre de manera exacta el quantum del daño ocasionado (lucro cesante); sin embargo,

es evidente que existe responsabilidad de la demandada, por lo que de manera prudencial

debe fijarse un determinado monto de dinero por resarcimiento, teniendo como base la

cantidad solicitada de veinte mil nuevos soles (S/. 20.000.00).

5. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN.
5.1.- Mediante escrito de fojas ciento treinta y nueve, la demandada Procuraduría Pública

de la Municipalidad Provincial de Jaén, interpone recurso de apelación contra la sentencia

de primera instancia, alegando que: 1) La demandante no ha acreditado el acto perturbatorio

que sufrió por parte de la demandada, toda vez que si bien existieron problemas en la

construcción de los muros de pavimento por la ejecución de obras de la Municipalidad; sin

embargo, se procedió a la demolición de los mismos; y, 2) Que la demandante no ha

probado la existencia del daño ni la ganancia dejada de percibir como consecuencia de la

responsabilidad extracontractual. 5.2.- Mediante escrito de fojas ciento cincuenta y dos, la

demandante Estación de Servicios Saldaña Empresa EIR.L, interpone recurso de apelación

contra la sentencia de primera instancia, en el extremo del quantum indemnizatorio,

afirmando que el Ad quem no ha tomado en cuenta el Informe N° 002-ACHP/C-ESSEIRL,

a fin de f ijar la indemnización, en el cual se consignan las ventas dejadas de efectuar en el

periodo de tres meses y veinte días que subsistieron los actos perturbatorios, ascendentes a

la suma de veinte mil nuevos soles (S/. 20,000.00, vulnerándose con ello el derecho a la

debida valoración de los medios probatorios.

6. SENTENCIA DE VISTA

La Sala Descentralizada Mixta y de Apelaciones de Jaén de la Corte Superior de Justicia de

Lambayeque, expide la sentencia de vista de fecha dieciocho de julio de dos mil dieciséis,

de fojas doscientos dos, que revoca la sentencia apelada de fecha treinta de enero de dos mil

quince; reformándola, declara sin objeto pronunciarse respecto a la pretensión de interdicto

de retener; e, infundada la pretensión de indemnización por daños y perjuicios. Al

considerar que: 1) En la audiencia de saneamiento se dejó constancia por la propia actora,

que los muros cuyo derrumbe solicitaba, ya han sido retirados por la demandada,

habiéndose construido las respectivas rampas, que el A quo no debió pronunciarse respecto
a la pretensión del interdicto de retener, pues como se ha determinado el acto perturbatorio

consistente en los muros de concreto que impedían el ingreso y salida de la propiedad había

cesado; en consecuencia, no corresponde pronunciarse sobre los agravios concernientes al

interdicto de retener; 2) Respecto a la responsabilidad civil, el A quo no ha efectuado un

correcto análisis respecto al quantum del daño, ahora si bien, la parte demandante alega que

ha adjuntado una pericia (Informe N° 002- ACHP/C-ESSEIRL de fojas ciento seis) con el

cual acreditaría las pérdidas económicas, de la misma se aprecia sólo un cuadro

comparativo sobre las ventas en los meses que habría sido supuestamente afectada, siendo a

todas luces insuficiente para acreditar las pérdidas económicas que alega. Además, dicho

documento recién ha sido adjuntado a los alegatos finales previos a la sentencia apelada,

por tanto habría precluído la etapa de su admisión como medio de prueba para que sea

objeto del contradictorio, razón por la cual, la pretensión de indemnización por daños y

perjuicios, debe ser declarada infundada.

7. RECURSO DE CASACIÓN.

Esta Sala Suprema, mediante resolución de fecha quince de marzo de dos mil diecisiete, de

folios cuarenta del cuaderno de casación, ha declarado procedente el recurso de casación

interpuesto por la demandante Estación de Servicios Saldaña E.I.R.L. por la causal de

Infracción normativa de los artículos 1969 y 1332 del Código Civil. Alega que el daño

ocasionado ha sido aceptado por la demandada, al referir que los reclamos no pudieron ser

atendidos por cuanto la obra estaba siendo ejecutada por la empresa contratista y que con

fecha dos de mayo de dos mil trece, procedieron a atender dichos reclamos de la

demandante; con lo cual se acredita, por propia versión de la demandada, el perjuicio

ocasionado.

III. RECURSO DE CASACIÓN.


Esta Sala Suprema, mediante resolución de fecha quince de marzo de dos mil diecisiete, de folios

cuarenta del cuaderno de casación, ha declarado procedente el recurso de casación interpuesto por

la demandante Estación de Servicios Saldaña E.I.R.L. por la causal de Infracción normativa de los

artículos 1969 y 1332 del Código Civil. Alega que el daño ocasionado ha sido aceptado por la

demandada, al referir que los reclamos no pudieron ser atendidos por cuanto la obra estaba siendo

ejecutada por la empresa contratista y que con fecha dos de mayo de dos mil trece, procedieron a

atender dichos reclamos de la demandante; con lo cual se acredita, por propia versión de la

demandada, el perjuicio ocasionado.

IV. MATERIA JURÍDICA EN DEBATE.

La materia jurídica en debate en el presente proceso se centra en determinar si la sentencia de

segunda instancia incurre en infracción normativa de las normas denunciadas, esto es, si la

construcción de los muros de pavimento – destruidos por la emplazada en el transcurso del presente

proceso- en las entradas y salidas de la Estación de Servicios "Grifo Primax", propiedad de la

Empresa demandante, ubicada en la esquina de la avenida Pakamuros y calle Antisuyo, distrito y

provincia de Jaen, dan lugar al pago de una indemnización por los daños y perjuicios a que se

habrían ocasionado con dicha construcción que impidiera el normal funcionamiento del referido

Grifo.

V. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA

PRIMERO.- Prima facie, resulta necesario destacar sobre el tratamiento normativo de la

responsabilidad civil, ésta puede ser contractual o extra contractual. con relación a la primera, se

deriva de una obligación preconstituída, siendo el efecto del incumplimiento de dicha obligación,

ante lo cual corresponde reparar el daño causado por la inejecución o ejecución tardía de las

prestaciones a cargo de las partes contratantes; en tanto que la responsabilidad extracontractual, se

fundamenta en el principio universal del deber de no causar u ocasionar daño a otro (non laedere).
Sobre esta institución Adriano de Cupis sostiene que: “Se ha afirmado reiteradamente que el daño

contractual deriva de la violación de una obligación específica preexistente, mientras que el daño

extracontractual simplemente se deriva de la violación de la genérica obligación del neminem

laedere. Así, se ha escrito que recae en el campo de la responsabilidad extracontractual cuando el

contenido ilícito viola la norma general que prohíbe penetrar en la esfera jurídica de otro, o bien el

deber genérico, frente a todos, del neminen laedere; el daño extracontractual no presupone la

existencia de ningún vínculo especial, por lo que sólo producido el daño surge una relación jurídica

entre responsable y perjudicado.” 1 Asimismo Torres Vásquez afirma que: “En materia de

responsabilidad civil no derivada de acto jurídico, el Código Civil adopta como principio rector el

de la responsabilidad subjetiva (por acto ilícito), esto es, el sujeto está obligado a indemnizar

únicamente por los daños causados por sus actos dolosos (llevados a cabo con intención consciente

y deliberada de causar el daño) o culposos (producidos por negligencia: descuido, imprudencia o

impericia.” 2

SEGUNDO.- Así, la institución jurídica de la responsabilidad civil está referida al aspecto

fundamental de indemnizar los daños ocasionados a los particulares, en la vida de relación, bien se

trate de daños producidos como consecuencia del incumplimiento de una obligación SEGUNDO.-

Así, la institución jurídica de la responsabilidad civil está referida al aspecto fundamental de

indemnizar los daños ocasionados a los particulares, en la vida de relación, bien se trate de daños

producidos como consecuencia del incumplimiento de una obligación.

TERCERO.- En ese marco normativo y doctrinario, este Supremo Tribunal verifica que en el caso

sub análisis, efectivamente el hecho antijurídico está acreditado con el acto perturbatorio que ha

sido objeto la actora por parte de la entidad edil demandada, consistente en los muros de concreto

que impedían el ingreso y salida del grifo de propiedad de la demandada durante más de dos meses;

hecho que ha sido reconocido por la propia Municipalidad -ya superado en el transcurso del
presente proceso- y por ello demolió los sardineles que han perjudicado a la empresa actora,

construyendo las respectivas rampas para que los vehículos puedan ingresar y salir al Grifo Primax

de propiedad de la demandante, y así abastecerse de combustible.

CUARTO.- Con relación al daño causado y al factor de atribución, tal y como lo precisó el A quo

en la sentencia apelada, la obra que perjudicó a la Empresa actora fue recepcionada por la

Municipalidad emplazada con fecha dos de mayo de dos mil trece “fecha desde la cual la

demandada tenía la obra bajo su control”; por lo cual debió solucionar en forma oportuna, los

reiterados reclamos de la actora, como se acredita de las solicitudes de fojas dieciséis y veintiséis,

los cuales no atendió, culminando esos trabajos de demolición y construcción de las rampas, recién

el diez de julio de dos mil trece; esto es, la empresa actora se ha perjudicado económicamente

durante más de dos meses por la negligencia de la entidad edil.

CUARTO.- Con relación al daño causado y al factor de atribución, tal y como lo precisó el A quo

en la sentencia apelada, la obra que perjudicó a la Empresa actora fue recepcionada por la

Municipalidad emplazada con fecha dos de mayo de dos mil trece “fecha desde la cual la

demandada tenía la obra bajo su control”; por lo cual debió solucionar en forma oportuna, los

reiterados reclamos de la actora, como se acredita de las solicitudes de fojas dieciséis y veintiséis,

los cuales no atendió, culminando esos trabajos de demolición y construcción de las rampas, recién

el diez de julio de dos mil trece; esto es, la empresa actora se ha perjudicado económicamente

durante más de dos meses por la negligencia de la entidad edil.

QUINTO.- Ahora bien, como se ha señalado en las consideraciones que preceden, el acto

perturatorio ya ha sido superado en el transcurso del presente proceso, por cuanto la Municipalidad

emplazada ha demolido los sardineles que han perjudicado a la actora, construyendo las respectivas

rampas para que los vehículos puedan ingresar y salir al Grifo Primax de propiedad de la

demandante, lo cual no es razón suficiente para que el daño producido deje de ser indemnizable. Si

bien en autos no existe una pericia que demuestre de manera exacta el quantum del daño ocasionado
(lucro cesante, esto es, la ganancia o renta frustrada como consecuencia del evento dañoso), sin

embargo, es evidente que existe responsabilidad de la demandada, por lo que de manera prudencial

debe fijarse un determinado monto de dinero por resarcimiento, conforme a lo prescrito en el

artículo 1332 del Código Civil que establece: “Si el resarcimiento del daño no pudiera ser probado

en su monto preciso, deberá fijarlo el Juez con valoración equitativa”.

SEXTO.- En efecto, según la norma citada si se prueba la existencia de los daños, pero no la cuantía

de forma precisa, serán los órganos jurisdiccionales los llamados a fijar el monto indemnizatorio de

forma equitativa. Esta potestad del Juez, debe ser entendida como una construcción estimativa que

tiene lugar en la conciencia del juzgador, quien, a través de su propia deliberación, forja una idea

acerca de lo justo en relación al caso concreto; por tanto, es el propio juzgador la fuente de la

decisión equitativa. Para dar la correspondiente solución de equidad, el juzgador cuenta, aunque no

únicamente, con dos elementos: por una parte, su propia conciencia valorativa que le permite

considerar, sopesándolas en su mayor o menor corrección, las alternativas de decisión que el caso

permita; y, por otra parte, el propio caso o asunto que el juzgador deba resolver, cuyos hechos y

circunstancias constitutivas delimitan un marco objetivo al que se circunscribe la atención y

actividad de dicha conciencia valorativa. Lo anterior no significa que la solución de equidad se

construya arbitrariamente por el juzgador; por el contrario dicha solución vendrá determinada, en

mayor o menor medida según los casos, por los distintos antecedentes, elementos o factores, que

combinados entre sí y debidamente ponderados por la percepción valorativa del juzgador,

coadyuvan a formar el criterio de éste.

SÉTIMO.- Así, teniendo en cuenta que todo daño es resarcible, aún, el no patrimonial, en la medida

en que sea resultado de un ataque al interés jurídicamente protegido del perjudicado; aplicando la

sana crítica y la valoración de las circunstancias del caso concreto a criterio de este Supremo

Tribunal corresponde confirmar el quantum indemnizatorio establecido por el A quo, en la suma de

diez mil soles S/10,000.00 que la demandada Municipalidad Provincial de Jaén deberá pagar a la
Empresa actora por concepto de indemnización peticionada por lucro cesante; precisando respecto a

la pretensión de interdicto de retener que el proceso concluyó respecto de la misma, sin declaración

sobre el fondo por sustracción de la materia del ámbito jurisdiccional.

VI. DECISIÓN.

A) Por estos fundamentos: Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por la

demandante Estación de Servicios E.I.R.L. obrante a fojas doscientos cuarenta y seis; en

consecuencia CASARON la sentencia de vista de fecha dieciocho de julio de dos mil dieciséis, de

fojas doscientos dos, emitida por la Sala Descentralizada Mixta y de Apelaciones de Jaén de la

Corte Superior de Justicia de Lambayeque; y, actuando en sede de instancia CONFIRMARON la

sentencia apelada de fecha treinta de enero de dos mil quince, que declara fundada en parte la

demanda; en consecuencia, ordenaron a la parte demandada Municipalidad Provincial de Jaén

cumpla con pagar a la Empresa actora la suma de diez mil nuevos soles (S/. 10,000.00) por

concepto de lucro cesante; precisando respecto a la pretensión de interdicto de retener que el

proceso concluyó respecto de la misma, sin declaración sobre el fondo, por sustracción de la misma

del ámbito jurisdiccional.

B) DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el diario oficial “El Peruano”, bajo

responsabilidad; en los seguidos por Estación de Servicios Saldaña EIRL., sobre interdicto de

retener y otro; y los devolvieron. Por licencia de la señora Jueza Suprema Tello Gilardi integra esta

Sala la señora Jueza Suprema Céspedes Cabala. Interviene como ponente la Jueza Suprema señora

del Carpio Rodríguez.

SS. TÁVARA CÓRDOVA DEL CARPIO RODRÍGUEZ CALDERÓN PUERTAS SÁNCHEZ

MELGAREJO CÉSPEDES CABALA


II. CASACIÓN DE INTERDICTO DE RECOBRAR

LA SALA DE DERECHO CONSTITUCIONAL Y SOCIAL PERMANENTE DE LA CORTE

SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA.————————————–

1. VISTA; la causa diecinueve mil novecientos noventa y dos – dos mil diecisiete; en

audiencia pública llevada a cabo en la fecha con los señores Jueces Supremos Pariona

Pastrana – Presidente, Arias Lazarte, Rueda Fernández, Toledo Toribio y Bustamante

Zegarra; luego de verificada la votación con arreglo a ley, se emite la siguiente sentencia:

I.1. OBJETO DEL RECURSO DE CASACIÓN:

Se trata del recurso de casación interpuesto el dieciocho de enero de dos mil diecisiete, por el

demandante Ausberto Hernández Sánchez, obrante de fojas trescientos treinta y tres a

trescientos cuarenta, contra la sentencia de vista contenida en la resolución número veinte, de

fecha seis de enero de dos mil diecisiete, obrante de fojas trescientos dieciséis a trescientos

veintitrés, emitida por la Primera Sala Especializada Civil de la Corte Superior de Justicia de

Cajamarca, que confirmó la sentencia apelada expedida por el Juzgado Mixto y Unipersonal

San Miguel de la referida Corte Superior, mediante resolución número diecisiete, de fecha

quince de junio de dos mil dieciséis, obrante de fojas doscientos setenta y tres a doscientos

ochenta y dos, que declaró infundada la demanda.


I.2. CAUSAL POR LA CUAL SE HA DECLARADO PROCEDENTE EL RECURSO DE

CASACIÓN:

Mediante auto de calificación de fecha dieciséis de octubre de dos mil diecisiete, obrante de

fojas ciento veinte a ciento veintitrés del cuaderno de casación formado en esta Sala Suprema,

se declaró PROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por el demandante Ausberto

Hernández Sánchez, por la siguiente causal:

Infracción normativa del numeral 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú e

inaplicación del artículo 603 del Código Procesal Civil. Sostiene que, tanto la sentencia de

primera instancia como la resolución recurrida, expresamente reconocen que el demandado

Jaime Murga Rojas ha admitido el hecho del despojo y que se ha corroborado en la inspección

judicial la posesión que actualmente ostenta el citado demandado conjuntamente con terceras

personas, en cuyo escrito de contestación de demanda refirió que el predio se encontraba

deshabitado y abandonado; por ello, el impugnante estima que concurren los requisitos para la

procedencia de la presente acción. Asimismo, señala que en la sentencia de vista se incurre en

motivación aparente, dado que sus considerandos no corresponden a los criterios legales ni para

la selección del material fáctico, así como para la apreciación lógica y razonada de la prueba;

añade que, en esta resolución no existe una sola fundamentación jurídica, norma o artículo

aplicable al caso sub judice. Por otro lado, precisa que al haberse concluido este proceso sin que

se haya emitido pronunciamiento en relación a la pretensión de indemnización, se ha producido

un fallo infra petita. 

1. CONSIDERANDO:

PRIMERO: Antecedentes procesales de relevancia.


A efectos de contextualizar los de la materia, previo al análisis que corresponde a esta Sala de

Casación, deviene pertinente realizar un sucinto recuento de las principales actuaciones

vinculadas con el desarrollo de la presente causa judicial, así tenemos:

1.1. Mediante escrito presentado el tres de marzo de dos mil catorce, de fojas cuarenta y seis a

cincuenta y tres, Ausberto Hernández Sánchez, interpuso demanda sobre interdicto de recobrar

e indemnización, planteando como  pretensión principal, se ordene al demandado Jaime Murga

Rojas reponga su derecho de posesión respecto del predio denominado “Casa Mocha”, con un

área de dos punto cincuenta hectáreas (2.50 has), ubicado en el Sector Pabellón del distrito y

provincia de San Miguel del departamento de Cajamarca y, accesoriamente, se le indemnice por

daños y perjuicios por un monto que se determine con las pericias valorativas correspondientes

en ejecución de sentencia. El accionante sustenta su petitorio argumentando que: a) desde el

año mil novecientos noventa y tres viene poseyendo el predio reclamado utilizándolo en gran

parte para el pastoreo de ganado vacuno, habiendo dividido en cuatro pequeños potreros y

sembrado maíz, frejol y otras plantaciones. La posesión la ha ejercido de manera directa,

continua, pública y pacífica; b) el uno de enero de dos mil catorce, el demandado lo despojó

violentamente de la posesión, destruyendo los cercos de alambrado de púas y postes de madera

y sembríos con la ayuda de terceras personas, afirmando que se trata de un terreno libre y que le

corresponde al pueblo; y, c) el demandado viene repartiendo por lotes a otras personas a cambio

de que colaboren con dinero para la defensa de su ilegal posesión, causándole serios perjuicios

económicos, cuyas pérdidas ascienden a un total de doce mil ochocientos diez con 00/100 soles

(S/ 12,810.00).

 
1.2. El demandado Jaime Murga Rojas, mediante escrito presentado el once de junio de dos mil

catorce, obrante de fojas ochenta y dos a ochenta y siete, absuelve la demanda y propone la

Excepción de Falta de Legitimidad para Obrar del demandado[1], argumentando principalmente

que: a) el actor nunca estuvo en posesión del predio que es conocido por la población como “El

Pabellón”, el mismo que al no ser poseído por ninguna persona es que el recurrente y varias

personas tomaron posesión, al no tener vivienda familiar. El demandante juntamente con Jorge

Alejandro Pérez Acuña, apoderado de Víctor Cubas Vásquez, han aparentado un supuesto

derecho posesorio al formularse recíprocamente denuncias policiales por el delito de usurpación

agravada, habiendo la Fiscalía, en el Expediente N° 2014-001, determinado que el demandante

no acreditó la supuesta posesión; b) en la investigación fiscal el actor presentó un Certificado de

Posesión falso desde que en la Municipalidad Provincial de San Miguel no existe antecedente

alguno y el suscribiente ha negado su expedición; siendo que los demás documentos

presentados han sido de favor y con fecha posterior; y, c) al no existir despojo de la posesión,

no existe daños ocasionados; menos aún, si el actor ha manifestado que sus choza lo ha

destruido la persona de Jorge Alejandro Pérez Acuña.

1.3. Mediante resolución número cuatro del quince de diciembre de dos mil catorce, obrante a

fojas ciento ocho, se declaró la rebeldía de César Romero Romero, Juan César Goicochea Rojas

y Francisca Soledad Malca Goicochea, ingresados al proceso como denunciados civiles,

conforme al texto de la resolución número tres, obrante de fojas noventa y nueve a cien.

Habiéndose ordenado la extromisión del primero de los nombrados mediante resolución número

seis, de fojas ciento veintinueve a ciento treinta.

 
1.4. Por resolución número trece, del ocho de setiembre de dos mil quince, obrante de fojas

doscientos treinta y seis a doscientos treinta y siete, se INTEGRÓ al proceso como litisconsorte

necesario a Víctor Cubas Vásquez, representado por Giohana Karina Díaz Paucar y se

admitieron los medios probatorios extemporáneos ofrecidos por el demandado.

La litisconsorte absolvió el traslado de la demanda mediante escrito presentado el veintiuno de

setiembre de dos mil quince, corriente de fojas doscientos cuarenta y cuatro a doscientos

cuarenta y nueve. Alega en síntesis que, quien ostenta la posesión del predio es Víctor Cubas

Vásquez, como así se desprende de las investigaciones fiscales.

1.5. El Juzgado Mixto y Unipersonal San Miguel de la Corte Superior de Justicia de Cajamarca,

emitió sentencia de primera instancia mediante resolución número diecisiete, de fecha quince de

junio de dos mil dieciséis, obrante de fojas doscientos setenta y tres a doscientos ochenta y dos,

declarando infundada la demanda. El Juzgado fundamentó su decisión en base a los

siguientes razonamientos principales: i) de los medios probatorios valorados en el sétimo

considerando, se concluye que no existen documentos idóneos que determinen que la posesión

del predio sub materia lo haya tenido el demandante, por lo que la pretensión debe ser

declarada infundada; ii) la parte demandada ha afirmado tener la posesión del predio reclamado,

lo que se corrobora con la inspección judicial diligencia en la que se ha verificado que los

demandados se encontraban dentro del predio, existiendo además una lotización; y iii) si bien

con los medios probatorios no es posible determinar el verdadero nombre del predio; sin

embargo, de la inspección judicial se tiene que es el predio bajo cualquiera de las

denominaciones: “Casa Mocha” o “El Pabellón”, ubicado en el Sector del Pabellón de esta

ciudad y su área sería mayor a las dos punto cincuenta hectáreas (2.50 has).

 
1.6. Ante el recurso de apelación formulado por el representante del demandante Ausberto

Hernández Sánchez, mediante recurso presentado el dieciocho de julio de dos mil dieciséis,

obrante de folios doscientos ochenta y cinco a doscientos ochenta y nueve, contra la sentencia

apelada que declaró infundada la demanda, la Primera Sala Especializada Civil de la Corte

Superior de Justicia de Cajamarca, emitió sentencia de vista, mediante resolución número

veinte, de fecha seis de enero de dos mil diecisiete, obrante de fojas trescientos dieciséis a

trescientos veintitrés, confirmando la sentencia apelada que declaró Infundada la

demanda. Expresa la Sala Superior como razonamiento principal de su decisión que: las

pruebas documentales analizadas, ofrecidas por el demandante, no son pertinentes,

conducentes, idóneas ni útiles para acreditar el ejercicio directo de la posesión del demandante

inmediatamente anterior al despojo; por lo que, considerando además que con dicha

documentación pretende el actor probar su derecho de posesión sobre los bienes materia del

proceso, sin embargo, habiéndose acreditado en autos que son los demandados quienes ejercen

la posesión directa sobre el predio sub litis, el mejor derecho de posesión no puede dilucidarse

en este tipo de proceso, sino en un proceso más lato.

SEGUNDO: Consideraciones previas sobre el recurso de casación.

2.1. En primer lugar, debe tenerse en cuenta que el recurso extraordinario de casación tiene por

objeto, el control de las infracciones que las sentencias o los autos puedan cometer en la

aplicación del derecho; partiendo a tal efecto de los hechos considerados probados en las

instancias de mérito y aceptados por las partes, para luego examinar si la calificación jurídica

realizada es la apropiada a aquellos hechos. No bastando la sola existencia de la infracción

normativa, sino que se requiere que el error sea esencial o decisivo sobre el resultado de lo
decidido. Así también, habiéndose acogido entre los fines de la casación la función

nomofiláctica, debe recalcarse que ésta no abre la posibilidad de acceder a una tercera instancia

ni se orienta a verificar un reexamen del conflicto ni la obtención de un tercer pronunciamiento

por otro Tribunal sobre el mismo petitorio y proceso, constituyendo más bien un recurso

singular que permite acceder a una Corte de Casación para el cumplimiento de determinados

fines, como la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la

jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de la República.

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2017 Lambayeque)

2.2. Por causal de casación se entiende al motivo que la ley establece para la procedencia del

recurso[2], debiendo sustentarse en aquellas previamente señaladas en la ley, pudiendo por ende

interponerse por apartamiento inmotivado del precedente judicial, por infracción de la ley o por

quebrantamiento de la forma. Se consideran motivos de casación por infracción de la ley, la

violación en el fallo de leyes que debieron aplicarse al caso, así como la falta de congruencia de

lo decidido con las pretensiones formuladas por las partes y la falta de competencia. Los

motivos por quebrantamiento de la forma aluden a infracciones en el proceso [3], por lo que en tal

sentido si bien todas las causales suponen una violación de la ley, también lo es que estas

pueden darse en la forma o en el fondo.

 
2.3. Sobre la infracción procesal debe anotarse que, esta se configura cuando en el desarrollo de

la causa no se han respetado los derechos procesales de las partes, se han soslayado o alterado

actos del procedimiento, la tutela jurisdiccional no ha sido efectiva y/o el órgano judicial deja

de motivar sus decisiones o lo hace en forma incoherente, en claro quebrantamiento de la

normatividad vigente y de los principios procesales.

2.4. De otro lado, atendiendo que en el caso particular se ha declarado procedente el recurso de

casación por causales de infracción normativa procesal y material, corresponde en primer lugar

proceder con el análisis de la infracción de normas de carácter procesal, desde que si por ello se

declarara fundado el recurso, su efecto nulificante implicaría la anulación de lo actuado hasta

donde se advirtiera el vicio, con disposición, en su caso, de un nuevo pronunciamiento por el

respectivo órgano de instancia, en cuyo supuesto carecerá de objeto emitir pronunciamiento

sobre la infracción normativa material invocada por el recurrente en el escrito de su propósito y,

si por el contrario, se declarara infundada la referida infracción procesal, correspondería emitir

pronunciamiento respecto de la infracción material.

3.1. Iniciamos señalando que la revisión del motivo de casación de normas procesales de índole

constitucional y legal resumidas en el apartado I.2 de la parte expositiva de este

pronunciamiento –Infracción normativa del numeral 5 del artículo 139 de la Constitución

Política del Perú e inaplicación del artículo 603 del Código Procesal Civil–, amerita iniciar

trayendo a colación algunos apuntes legales, doctrinales y jurisprudenciales sobre los principios

constitucionales implicados que permitirán una mejor labor casatoria de esta Sala Suprema, en

relación a los agravios denunciados, así tenemos:

 
3.2. En cuanto al derecho al debido proceso, recogido en el artículo 139 numeral 3 de la

Constitución Política del Perú, consagra como principio rector de la función jurisdiccional, la

observancia del debido proceso; el cual, conforme a la interpretación que reiteradamente ha

sostenido la Corte Interamericana de Derechos Humanos, exige fundamentalmente que todo

proceso o procedimiento se desarrolle de tal forma que su tramitación garantice a los sujetos

involucrados en él las condiciones necesarias para defender adecuadamente y dentro de

un plazo razonable los derechos u obligaciones sujetos a consideración [4]. Diremos también que

tal principio constitucional no tiene una concepción unívoca, sino que comprende un haz de

garantías; siendo dos los principales aspectos del mismo: El debido proceso sustantivo, que

protege a los ciudadanos de las leyes contrarias a los derechos fundamentales; y, el debido

proceso adjetivo o formal, que implica las garantías procesales que aseguran los derechos

fundamentales. Es decir que, en el ámbito sustantivo, se refiere a la necesidad de que las

sentencias sean valiosas en sí mismas, esto es, que sean razonables; mientras que el ámbito

adjetivo alude al cumplimiento de ciertos recaudos formales, de trámite y de procedimiento,

para llegar a una solución judicial mediante la sentencia. Derecho que se manifiesta, entre otros,

en: El derecho de defensa, derecho a la prueba, a la jurisdicción predeterminada por ley o al

juez natural, proceso preestablecido por Ley, derecho a la cosa juzgada, al juez imparcial,

derecho a la pluralidad de instancia, derecho de acceso a los recursos, al plazo razonable;

derecho a la motivación; entre otros.

3.3. De otro lado, uno de los principales componentes del derecho al debido proceso se

encuentra constituido por el denominado derecho a la motivación de las resoluciones judiciales,

recogido en el artículo 139 numeral 5 de la Carta Política, por el cual se garantiza a las partes

involucradas en la controversia el acceso a una respuesta del juzgador que se encuentre

adecuadamente sustentada en argumentos que la justifiquen lógica y razonablemente, sobre la


base de los hechos acreditados en el proceso y el derecho aplicable al caso y que, además,

resulten congruentes con las pretensiones y alegaciones esgrimidas por aquellos dentro de la

controversia. Roger Zavaleta Rodríguez, en su libro “La Motivación de las Resoluciones

Judiciales como Argumentación Jurídica”[5], precisa que: “Para fundamentar la decisión es

indispensable que la conclusión contenida en el fallo responda a una inferencia formalmente

correcta (justificación interna). Su observancia, sin embargo, no se limita a extraer la

conclusión de las premisas predispuestas, pues también comprende una metodología racional

en la fijación de aquellas (justificación externa). En lo posible las premisas deben ser

materialmente verdaderas o válidas, según el caso, a fin de garantizar la solidez de la

conclusión. En caso contrario esta no podría ser más fuerte que las premisas. Una decisión

judicial está motivada si, y solo si, es racional. A su vez, una decisión es racional si, y solo si,

está justificada interna y externamente. Mientras la justificación interna expresa una condición

de racionalidad formal, la justificación externa garantiza racionalidad sustancial de las

decisiones judiciales. (…)”.

3.4. En ese esquema, este derecho no solo tiene relevancia en el ámbito del interés particular

correspondiente a las partes involucradas en la discusión con relevancia jurídica, sino que

también juega un papel esencial en la idoneidad del sistema de justicia en su conjunto, pues no

debe olvidarse que una razonable motivación de las resoluciones constituye una de las garantías

del proceso judicial directamente vinculada con la vigilancia pública de la función

jurisdiccional, por la cual se hace posible conocer y controlar las razones por las cuales el juez

ha decidido una controversia en un sentido determinado; implicando, en ese sentido, un

elemento limitativo de los supuestos de arbitrariedad. Por esta razón, su vigencia específica en

los distintos tipos de procesos ha sido desarrollada por diversas normas de carácter legal, como

los artículos 50 inciso 6, 121 y 122 inciso 3 del Código Procesal Civil, por los que se exige que
la decisión del juzgador cuente con una exposición ordenada y precisa de los hechos, y el

derecho que la justifican.

CUARTO: En la perspectiva legal y jurisprudencial glosada anteriormente, tenemos que para

determinar si una resolución judicial ha transgredido el derecho al debido proceso en su

elemento esencial de motivación, el análisis a efectuarse debe partir de los propios fundamentos

o razones que sirvieron de sustento a la misma, por lo que cabe realizar el examen de los

motivos o justificaciones expuestos en la resolución materia de casación; precisando que las

demás piezas procesales o medios probatorios del proceso sub materia solo pueden ser

evaluados para contrarrestar las razones expuestas en la resolución acotada, mas no pueden ser

objeto de una nueva evaluación o análisis.

4.1. Así tenemos que respecto del análisis de la infracción normativa procesal de índole

constitucional –infracción normativa del numeral 5 del artículo 139 de la Constitución Política

del Perú–, corresponde que esta Sala Suprema verifique si el paso de las premisas fácticas y

jurídicas a la conclusión arribada ha sido lógica o deductivamente válido, sin devenir en

contradictoria.

4.2. En esa intención tenemos que la sentencia recurrida ha respetado el principio del debido

proceso e intrínsecamente el de motivación y congruencia, toda vez que, ha delimitado el objeto

de pronunciamiento, como aparece en el ítem 1.2 del rubro “Antecedentes”, de la parte

expositiva, los que han sido absueltos, como así se desprende del desarrollo lógico jurídico que

emerge a partir del apartado 3 de la parte considerativa, no sin antes haber determinado lo que

es materia de controversia de acuerdo a los hechos que describe en los antecedentes, y haber
trazado el marco legal relacionado a lo que es asunto de controversia, como se verifica de los

apartados, tres, cuatro y cinco; trasluciéndose que para absolver y estimar los agravios

planteados la Sala de mérito efectuó una valoración de los hechos producidos; además de haber

justificado las premisas fácticas (la parte accionante afirma haber sido posesionaria directa

del predio denominado “Casa Mocha” de 2.5 hectáreas ubicada en el sector Pabellón del

distrito y provincia de San Miguel y haber sido despojada de la posesión el uno de enero de

dos mil catorce; la parte demandada asevera que el actor nunca ha sido posesionario del

predio denominado “Pabellón”, el mismo que se encontraba deshabitado y abandonado y la

representante de Víctor Cubas Vásquez, afirma que su representado era el verdadero

posesionario del predio); y, jurídicas (artículos 923 del Código Civil y 603 del Código

Procesal Civil) que le han permitido llegar a la conclusión que de la revaloración de los medios

probatorios, del examen de los agravios expuestos en el recurso impugnatorio y en el marco

legal aplicable al caso, “(…) que el hecho del despojo por parte de los demandados, está

acreditado en autos, ya que ha sido admitido por el demandado Jaime Murga Rojas y se ha

corroborado en la inspección judicial; (…). 8. (…) las pruebas documentales antes analizadas,

ofrecidas por el demandante no son pertinentes, conducentes, idóneas ni útiles, para acreditar

el primer requisito de procedencia del interdicto de recobrar, esto es, el ejercicio directo de la

posesión del demandante inmediatamente anterior al despojo. Por lo que, teniéndose además

que tales pruebas pretenden acreditar su derecho de posesión sobre los bienes materia del

proceso; (…)”. En ese escenario queda claro que la justificación interna que fluye de la

recurrida ha sido satisfecha.

4.3. Ahora bien, en torno a la justificación externa de la decisión superior, esta Sala Suprema

considera que la justificación externa realizada por la Sala de Alzada es adecuada, desde que las

premisas fácticas y jurídicas precitadas en el punto anterior contienen proposiciones verdaderas


y normas aplicables en el ordenamiento jurídico nacional; además de ser las correctas para

resolver lo que ha sido materia de revisión, al haber absuelto el grado de acuerdo a los agravios

que sustentaron la pretensión impugnatoria, de conformidad con la competencia funcional que

le otorga el artículo 370 del Código Procesal Civil; en consecuencia, estando a la corrección de

las premisas normativa y fáctica, la conclusión a la que arribó la Sala Superior fue la adecuada.

En esa perspectiva, la sentencia recurrida explica y justifica las premisas factuales y jurídicas

elegidas por el Colegiado Superior, cumpliendo así con la exigencia de logicidad en la

justificación interna de la resolución examinada; por tanto, no se observa entonces la infracción

del derecho al debido proceso en vinculación con la motivación de las resoluciones judiciales.

4.4. Es menester acotar que lo glosado no es equivalente a que esta Sala Suprema concuerde

con el fallo recurrido, desde que no cabe confundir debida motivación de las resoluciones

judiciales con debida aplicación del derecho objetivo. En el primer supuesto, se examinan los

criterios lógicos y argumentativos referidos a la decisión de validez, la decisión de

interpretación, la decisión de evidencia, la decisión de subsunción y la decisión de

consecuencias, en tanto que en el segundo supuesto, debe determinarse si la norma jurídica

utilizada ha sido aplicada de manera debida.

4.5. En virtud de lo glosado en los apartados precedentes, no se evidencia que la sentencia de

vista haya vulnerado el principio al debido proceso, entendido como un conjunto de garantías

de las cuales goza el justiciable, las que incluyen la motivación y logicidad de las resoluciones,

que aparecen respetadas en la presente causa, pues el texto de aquella no revela considerandos

contradictorios. Tampoco contiene una motivación inadecuada e insuficiente, desde que las

conclusiones a las que arribó el Tribunal de Apelación se asientan en premisas verdaderas y en


la valoración conjunta y razonada de los medios probatorios, dentro del marco de actuación

probatoria que delinea el artículo 197 del Código Procesal Civil. Asimismo, la sentencia de

vista ha respondido adecuadamente los agravios que sustentaron la apelación, expresando las

razones que han inclinado al Colegiado Superior a desestimarlos, las mismas que evidencian

razonabilidad; por lo que en esa línea de juicios, se concluye que la fundamentación contenida

en la sentencia de vista ha cumplido con el estándar de motivación exigido por el artículo 139

numeral 5 de la Norma Fundamental, correspondiendo por ello declarar el recurso infundado en

el extremo analizado.

QUINTO: En lo concerniente a la infracción normativa por inaplicación del artículo 603 del

Código Procesal Civil, partimos precisando que la inaplicación se configura cuando el Juez de

instancia omite aplicar una norma de derecho determinada que deviene necesaria para la

solución del conflicto intersubjetivo de intereses. Sobre su concepto y alcances la jurisprudencia

nacional ha establecido que: “Se entiende por inaplicación de una norma de derecho material

cuando el Juez deja de aplicar al caso controvertido normas sustanciales que ha debido

aplicar y, que de haberlo hecho, habrían determinado que las decisiones adoptadas en la

sentencia fuesen diferentes de las acogidas”[6]. Agrega la jurisprudencia nacional que: “Para

hacer viable la citada causal, es preciso que entre la norma inaplicada y la base fáctica de la

sentencia de mérito exista identidad, la cual a su vez supone adecuar esta a la hipótesis

contenida en la norma invocada”[7].

5.1. De manera general, cabe afirmar que contrariamente a lo denunciado por el casante, se

desprende de la lectura integral de la sentencia de vista recurrida en casación, que el Órgano

Superior de Justicia sí aplicó el artículo 603 del Código Procesal Civil, como marco jurídico
referencial, en concordancia con otras normas; por lo que desde dicha óptica, la causal bajo

examen deviene de plano en infundada; sin embargo, atendiendo a los fundamentos expuestos

en el recurso que denotan el descontento con lo decidido al considerar el casante que en autos se

ha probado la posesión ejercida y el despojo sufrido a causa del accionar ilegal de la parte

demandada, a efectos de otorgar una debida tutela jurisdiccional efectiva y hacer efectivo el

control legal que corresponde a esta Sala de Casación, se procederá a la revisión de la

aplicación del derecho objetivo al caso concreto.

5.2. Damos inicio recordando que el recurso en este extremo, denuncia que en los interdictos no

es necesario evaluar los títulos de los que nace el derecho de posesión; que, concurren los

requisitos para la procedencia de la presente acción; habiendo las instancias de mérito

reconocido que el demandado admitió el despojo y que, de acuerdo a la inspección judicial se

ha corroborado la posesión actual ejercida por este con terceras personas; que, no se trata de un

terreno desahitado y abandonado, ya que el recurrente ostenta la propiedad y también la

posesión del predio sub materia; que, se ha evaluado arbitrariamente la prueba, incurriendo en

motivación aparente; y que, se ha afectado el principio de congruencia desde que no existe

pronunciamiento sobre la indemnización reclamada, generándose un fallo infra petita, en el que

no resulta procedente la aplicación de la convalidación.

5.3. Siendo estos los términos del recurso en el extremo analizado y con el propósito de resolver

el caso en discusión, es fundamental analizar la naturaleza jurídica de los interdictos, con la

intención de establecer si la acción interdictal interpuesta satisface  los presupuestos que exige

el ordenamiento jurídico aplicable.

 
5.4. El artículo 921 del Código Civil, al regular sobre la defensa posesoria judicial,  establece

que: “Todo poseedor de muebles inscritos y de inmuebles puede utilizar las acciones

posesorias y los interdictos. Si su posesión es de más de un año puede rechazar los interdictos

que se promuevan contra él.” Del precepto legal transcrito, se desprende que se confía la

defensa judicial de la posesión de los muebles inscritos y de inmuebles, se encuentren o no

inscritos, a las acciones posesorias y a los interdictos. Diferenciándose ambas figuras en que a

través de las acciones posesorias se tutela el derecho a la posesión a través de un proceso de

conocimiento en el que existe un  pleno probatorio dirigido a demostrar dicho derecho; en tanto

que a través de los interdictos, se protege el hecho de la posesión en un proceso sumarísimo en

el que solo se admiten pruebas reservadas a acreditar la posesión y los actos perturbatorios o de

despojo.

5.5. La tutela posesoria reconocida en el artículo 921 del Código Civil, encuentra su

complemento en el Código Procesal Civil, así tenemos que el artículo 598 de este último texto

normativo prevé que: “Todo aquel que se considere perturbado o despojado en su posesión

puede utilizar los interdictos, incluso contra quienes ostenten otros derechos reales de distinta

naturaleza sobre el bien objeto de la perturbación”. En opinión del maestro Torres Vásquez,

con los interdictos “(…) se protege a toda clase de poseedor, legítimo o ilegítimo, de buena o

mala fe, al que adquirió la posesión de modo clandestino o violento, al poseedor con o sin

animus domini; al que adquirió la posesión originariamente o en forma derivada como es la

posesión adquirida mediante un acto jurídico unilateral o bilateral, inter vivos (el uso derivado

de un contrato de arrendamiento, comodato, leasing, etc.) o mortis causa (el usufructo

derivado de un testamento), al poseedor de una cosa y al poseedor de un derecho (ejemplo, el

del copropietario) al poseedor exclusivo y a los coposeedores. Consiguientemente, todo

poseedor está legitimado activamente para ejercitar la acción interdictal”[8].


5.6. Bajo el enfoque legal y doctrinal citado, reiteramos que la pretensión interdictal está

orientada a proteger la posesión de hecho y en tal virtud, la demanda debe contener los hechos

en que consiste el agravio y el momento en que se realizaron; reiterando que de acuerdo a lo

previsto por el artículo 600 del Código Procesal Civil, en cuanto señala que: “Además de lo

previsto en el Artículo 548, en la demanda deben expresarse necesariamente los hechos en que

consiste el agravio y la época en que se realizaron. Los medios probatorios deben estar

referidos, exclusivamente, a probar la posesión y el acto perturbatorio o desposesorio o su

ausencia”, en este tipo de acciones solo se discute la posesión fáctica y la actual de la parte

actora y el hecho perturbatorio o de despojo realizado por el demandado, lo que se trasluce de

lo normado por el artículo 603 del Código Procesal Civil, que al reglar sobre el interdicto de

recobrar establece que: “Procede cuando el poseedor es despojado de su posesión, siempre que

no haya mediado proceso previo. Sin embargo, si se prueba que el despojo ocurrió en ejercicio

del derecho contenido en el Artículo 920 del Código Civil, la demanda será declarada

improcedente”.

5.7. Comentando el interdicto de recobrar, Ramírez Cruz precisa: “El interdicto de despojo,

llamado también de recobrar o de reintegración, está orientado a recuperar la posesión de

quien ha sido despojado o desposeído. Su propósito es muy claro: recuperar, obtener la

restitución o reposición de quien ha sido eliminado de la posesión que tenía. (….) Sin duda la

denominación interdicto de despojo es más efectiva y contundente, pero hay que indicar que

comprende por igual a la desposesión con violencia como a la desposesión sin violencia. Por

eso es más propio y amplio el término recobrar, pues supone la desposesión sin violencia, así

como la violenta, o sea el despojo propiamente dicho, en cambio “despojo” implica siempre

violencia.”[9]

 
5.8. El bloque normativo y doctrinal evocado, hace posible establecer los requisitos para la

interposición de los interdictos en general, a saber: 1. Proceden respecto de muebles inscritos y

de inmuebles, sean estos inscritos o no inscritos; 2. La carga de la prueba que corresponde a la

parte accionante se centra en la acreditación de la posesión fáctica sobre el bien, sin lidiar sobre

el derecho de posesión, menos aún, sobre el derecho de propiedad; 3. La acreditación de los

actos de despojo o perturbación; y 4. Debe indicarse la época en que se realizaron dichos actos

a fin de computar el plazo de prescripción contemplado en el artículo 601 del Código Procesal

Civil.

Tratándose del interdicto de recobrar, a los requisitos ya señalados, se suman los siguientes

requisitos: 5. La demostración del desapoderamiento o despojo del bien, sea por violencia,

clandestinidad, engaño, astucia, abuso de confianza, usurpación y en general, cualquier hecho

que cause la privación de la tenencia del bien mueble inscrito o inmueble; 6. El despojante

releve al despojado del goce del bien y 7. La no existencia de proceso previo, es decir, sentencia

que ordene la desposesión o despojo del bien.

Siendo relevante acotar respecto de los interdictos de recobrar que su fundamento reside en el

principio de que nadie puede hacerse justicia por sí mismo, si no, recurriendo a las autoridades

judiciales instituidas para administrarla a cada uno.

SEXTO: Examinada la sentencia de vista recurrida en casación desde un enfoque vinculado con

la aplicación de las normas que regulan la naturaleza jurídica de los interdictos, se advierte que

la Sala de Alzada aplicando lo regulado por el artículo 603 del Código Procesal Civil, a los

hechos probados en autos, ha enfatizado su análisis a la comprobación sobre la posesión

ejercida por el accionante respecto del predio “Casa Mocha” o “El Pabellón”, ubicada en el

Sector Pabellón que refiere ocupar desde mil novecientos noventa y tres, al momento de la
desposesión ocurrido el uno de enero de dos mil catorce y el despojo del bien privándose de su

goce.

6.1. Considerando que la prueba debe versar sobre la posesión real y momentánea de la parte

actora y acreditar que el demandado es el responsable del despojo, como así la fecha en que

ocurrió la deyección, con el objeto de determinar si los hechos se produjeron dentro del año y

que, lo que el demandante debe probar es la posesión fáctica actual sobre el bien,

independientemente del título del cual deriva dicha posesión, toda vez que, no constituye

requisito del interdicto acreditar el derecho a poseer, menos aún, el derecho de propiedad sobre

el predio como se ha señalado; por tanto, no corresponde determinar el derecho a la posesión.

6.2. En cuanto a la probanza acerca de que el demandante se haya encontrado en ejercicio de la

posesión directa sobre el inmueble sub materia al uno de enero de dos mil catorce, las

instancias de mérito, han establecido en base a la valoración conjunta y razonada de los medios

probatorios actuados en el proceso (documentales), que el Tribunal Superior los cita y evalúa en

el fundamento 7 de su fallo, que el accionante no se encontraba en posesión del predio “Casa

Mocha” el uno de enero de dos mil catorce; a ello habría que sumar el hecho que devienen en

impertinentes las denuncias del recurso dirigidas en señalar que el recurrente ostentaba la

propiedad y también la posesión del predio, cuando el mismo afirma que en los procesos

interdictales no es necesario la evaluación de los títulos; y, asimismo, su reclamo acerca de no

haber existido una apreciación razonada de la prueba conjunta, cuando él mismo en el recurso

no efectúa argumentación que refute legal y válidamente la apreciación asumida en la

valoración de cada medio probatorio ofrecido por el propio recurrente en la postulación de su

demanda; en ese contexto, de las actuaciones citadas por las instancias de mérito no se
encuentra acreditado que el demandante se encontraba en posesión del bien inmueble materia

de litis el día del despojo, desde que la documentación actuada se encuentran dirigidas a

demostrar el derecho a la posesión del actor y no, propiamente el ejercicio de la posesión en sí

al uno de enero de dos mil catorce.

6.3. En cuanto a la probanza sobre el despojo sufrido y la posesión actual por la parte

emplazada, la Sala Superior los considera como hechos probados, en atención a que no solo son

afirmaciones admitidas por el demandado, sino que se ha visto corroborado con la Inspección

Judicial del siete de mayo de dos mil quince, cuya Acta corre de fojas ciento cincuenta y siete a

ciento cincuenta y nueve. A lo que habría que sumar los pronunciamientos judiciales emitidos

por la Sala  Penal de Apelaciones de Cajamarca y el Juzgado de Investigación Preparatoria de

San Miguel, ambas de la misma Corte Superior de Justicia de Cajamarca a que se contraen las

resoluciones corrientes a fojas doscientos trece y doscientos veintiuno, referidos a la solicitud

de desalojo preventivo peticionado dentro del proceso de usurpación respecto del predio sub

materia, en los que se establece que el accionante no se encuentra en posesión del inmueble,

fallos que fueron admitidos por el Juzgado de origen como pruebas extemporáneas, conforme al

texto de la resolución número trece del ocho de setiembre de dos mil quince, corriente a fojas

doscientos  treinta y seis.

6.4. Agotando el presente análisis objetivo de legalidad, debe anotarse sobre el extremo del

recurso por el que se denuncia que se ha emitido un fallo infra petita, al considerarse que no se

ha analizado el extremo del petitorio por el que se reclama un pago indemnizatorio; sobre el

particular tenemos que lo argumentado por el Colegiado Superior en los fundamentos 1 y 2 de

la parte considerativa de su fallo contiene una justificada motivación que tiene como soporte en
los hechos ciertos de que la pretensión indemnizatoria fue demandada como accesoria a la

principal de interdicto de recobrar y que las partes no formularon observación al respecto;

siendo incluso que el recurrente en su recurso de apelación tampoco lo denunció; por lo que

válidamente la Sala Superior estimó como convalidada la falta de análisis y decisión sobre la

pretensión accesoria de indemnización; por lo que en esos términos debe desestimarse este

extremo del recurso.

6.5. En esa línea de argumentación, queda claro para esta Sala de Casación que el error causal

denunciado no resulta consistente, dado que como se ha hecho referencia la inaplicación

normativa se configura cuando el operador judicial ha ignorado, desconocido o soslayado la

norma pertinente al caso concreto, debiendo demostrarse la pertinencia de la misma a la

relación fáctica fijada en los pronunciamientos de mérito; siendo que en el caso particular el

artículo 603 del Código Procesal Civil es un precepto normativo de indefectible aplicación en la

dilucidación de lo que es asunto de controversia –interdicto de recobrar–  y subsume los hechos

discutidos en la presente causa judicial; por lo que estando a las razones esgrimidas, el recurso

sustentado en la causal casatoria analizada deviene en infundado.

III. DECISIÓN:

Por estas consideraciones y, de conformidad con lo regulado por el artículo 397 del Código

Procesal Civil, declararon: INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por el

demandante Ausberto Hernández Sánchez, de fojas trescientos treinta y tres a trescientos

cuarenta; en consecuencia, NO CASARON la sentencia de vista dictada por la Primera Sala

Especializada Civil de la Corte Superior de Justicia de Cajamarca, mediante resolución número

veinte, del seis de enero de dos mil diecisiete, obrante de fojas trescientos dieciséis a trescientos
veintitrés; en los seguidos por Ausberto Hernández Sánchez contra Jaime Murga Rojas y

otros sobre interdicto de recobrar y otro; DISPUSIERON la publicación de la presente

resolución en el diario oficial El Peruano conforme a ley; y los devolvieron. Interviene como

ponente el señor Juez Supremo Bustamante Zegarra.

S.S.

PARIONA PASTRANA

ARIAS LAZARTE

RUEDA FERNÁNDEZ

TOLEDO TORIBIO

BUSTAMANTE ZEGARRA       

[1] Por Resolución N° 10 emitida en la Audiencia Única del 20 de abril de 2015, obrante de

fojas 150 a 155, se declaró infundada la Excepción propuesta por el demandado.

[2] Monroy Cabra, Marco Gerardo, Principios de Derecho Procesal Civil, Segunda Edición,

Editorial Temis Librería, Bogotá Colombia, 1979, p. 359.

[3] De Pina Rafael, Principios de Derecho Procesal civil, Ediciones Jurídicas Hispano

Americanas, México D.F, 1940, p. 222.

[4] Corte Interamericana de Derechos Humanos. Opinión Consultiva OC-9/87 «Garantías

Judiciales en Estados de Emergencia», párrafo 28.

[5] Roger E. Zavaleta Rodríguez, “La motivación de las resoluciones judiciales como

argumentación jurídica”, Editora y Librería Jurídica Grijley EIRL 2014, pp. 207-208.

[6] Casación N° 1800-96/LA LIBERTAD, publicada en el diario oficial El Peruano el 28 de

mayo de 1998, pp. 1191-1192.


[7] Casación N° 278-2000/AREQUIPA, publicada en el diario oficial El Peruano el 26 de mayo

de 2000, p. 5422.

[8] TORRES VÁSQUEZ, Aníbal. Derechos Reales. Tomo I. Editorial Idemsa. Lima, 2006.

Página 458.

[9] RAMIREZ CRUZ, Eugenio. Tratado de Derechos Reales. Tomo I. Editorial Rhodas. Lima,

2006. p. 519.

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