Está en la página 1de 1

Me siento desanimado, ¿qué puedo hacer?

“Me siento desanimado, sin ganas, sin energía para trabajar en los objetivos que me propongo“.
Son muchas las personas que caminan por su cotidianidad sintiendo esa nube interna. Es como un
cielo emocional donde el sol nunca termina de aparecer y se deslizan nubes grises que no dejan de
amenazar tormenta.

¿Es apatía, desilusión o estamos bordeando el abismo de algún trastorno psicológico? Lo cierto es
que cada realidad es única, en cada mente habita un paisaje propio y no es fácil llegar a una
conclusión concreta que nos sirva a todos. El desánimo es como el óxido que carcome poco a poco
todo bienestar. Asimismo, no es un estado emocional que aparezca de un día para otro.

La desgana y la baja motivación surgen poco a poco, al principio de manera tibia y poco
apreciable. Hasta que al final uno es…

¿Por qué me siento desanimado y qué puedo hacer?

“Cuando me siento desanimado, no me gusto a mí mismo, me desagrada sentirme así porque todo
se me acumula, no me veo con ganas de nada y me desespera sentirme de este modo”.
Admitámoslo, la mayoría nos hemos visto en esta misma encrucijada anímica. Lo más curioso es
que cuando nos sentimos mal, tendemos a juzgarnos con más dureza.

A nadie le gusta verse sin ganas y con la motivación bajo mínimos. Sin embargo, en lugar de
criticarnos o intentar a toda costa revertir ese estado psicofísico y emocional, es mejor saber por
qué sucede. Tratarnos con compasión siempre es más productivo que hacer uso del clásico diálogo
interno que devalúa y juzga.

La homeostasis del estado de ánimo y las épocas de crisis

La Universidad de Oxford y el Warneford Hospital realizaron una investigación hace unos meses.
Querían conocer en qué punto el desánimo correlaciona con los trastornos depresivos. Así, cuando
alguien se dice aquello de “me siento desanimado” es común que se pregunte si estará sufriendo
alguna depresión.

Algo que debemos saber es que la homeostasis del estado de ánimo suele variar y esto es
completamente normal. No siempre vamos a estar al 100 %, la motivación no es una entidad
estable y las ganas, como la felicidad, vienen y van. Estar desanimado, triste y desmotivado -no
siempre- significa que tengamos una depresión. Por tanto, es común y normal pasar épocas de
cierto desánimo, en especial si el contexto que nos rodea está marcado por los cambios y la
incertidumbre.

¿Qué podemos hacer?

Uno de los propósitos del desánimo es que nos detengamos para reflexionar. Esa falta de energía
y motivación puede estar orquestada por dimensiones que ameritan esta reflexión. Tal vez sea el
momento de hacer cambios, de pensar en…

También podría gustarte