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 DEFINICION: Los principios del proceso son aquellas máximas jurídicas

e ideas básicas que solemos enunciar como elementales en todo tipo de


procesos, esto es, las que concurren en todo el camino y trámites
jurídicos que se usan para solucionar ante el Juez las contiendas entre
partes.

• El Principio Dispositivo: Este principio establece de forma general que


las partes son las dueñas del proceso, tienen una posición activa
respecto del mismo, mientras que el rol del juez civil debe ser siempre
pasivo, o sea, actuar en base a lo propuesto por las partes.
• El principio de inmutabilidad del proceso,  es aquel sobre el cual
descansa la causa o fundamento jurídico de la pretensión del
demandante, y el objeto que este persigue, el cual, no puede ser
modificado en el curso de la instancia ni mucho menos cuando la misma
está ligada a las partes. 
• El principio de contradicción: Este principio dispone que todo
argumento o medio de prueba no puede ser tomado en cuenta para el
proceso, sin que el mismo sea objeto de un debate hecho por todas las
partes del proceso. Este principio es de carácter constitucional, por
aplicación del artículo 8, numeral 2, literal j de nuestra Carta Magna, que
dispone que debe asegurarse un juicio imparcial y el ejercicio del
derecho de defensa en un proceso. “No hay juicio que se siga a
espaldas de la parte a quien eventualmente perjudica, y no hay
sentencia válida si no se han dado a las dos partes, por igual, las
garantías de defensa necesaria.
• El principio de publicidad: Este principio viene como resultado de vivir
dentro de un Estado democrático, donde sean los miembros de la
sociedad que puedan observar, evaluar fiscalizar la actividad procesal
de los tribunales. Este principio llama a que los procesos no sean
desconocidos para los terceros, lo que implica que deben ser conocidos
en audiencia pública, salvo en aquellos casos en que la naturaleza del
proceso haga necesario que se conozca a puertas cerradas. 
• El principio de preclusión: Este principio le da un carácter
fragmentario al proceso civil. Establece que el proceso es sucesivo, y
por ende, cada etapa del proceso debe de agotarse en su debido
tiempo. Esto implica que los actos del proceso deben ejercitarse en su
etapa correspondiente, pena de invalidez de los mismos. 
• El doble grado de jurisdicción: Este principio consiste en darle la
oportunidad a una parte del proceso que no haya quedado conforme con
la decisión tomada por el juez, recurrir por ante una jurisdicción
jerárquicamente superior para conocer el caso en grado de apelación.
Sobre este principio se ha debatido si el mismo es de naturaleza
constitucional o no. 
• Principio de Imparcialidad del Juez: Este principio va íntimamente
ligado al principio de igualdad entre las partes, dado a que establece que
el Juez que vaya a conocer del proceso debe verse desprendido de
cualquier interés personal que pueda afectar su objetividad al momento
de tomar una decisión respecto del mismo. En ese sentido, una violación
a este principio conlleva directamente una violación al principio de
igualdad entre las partes, dado a que un juez parcializado desequilibra el
fundamento de este principio. Este principio es de naturaleza
constitucional, dado a que se desprende de lo que dispone el artículo 8,
numeral 2, literal j, en lo que respecta a que el juicio debe ser imparcial.

• Principio de Procedimiento escrito y oral.


De acuerdo con este principio-al que se contrapone
el principio de oralidad el juez o tribunal conoce las pretensiones y
peticiones de las partes a través de actos escritos. Pero en realidad,
como lo hace notar Chiovenda, es difícil concebir hoy un proceso oral
que no admita en algún grado la escritura, ni un proceso escrito que no
admita en algún grado la oralidad.

El principio de oralidad requiere, sustancialmente, que la sentencia se


funde tan sólo en aquellas alegaciones que hayan sido verbalmente
expresadas por las partes ante el tribunal de la causa. Pero ello no
excluye totalmente la necesidad de la escritura. En los sistemas legales
regidos por el principio de oralidad, en efecto, deben redactarse por
escrito los actos preparatorios del examen de la causa
(demanda, contestación, excepciones, ofrecimientos de prueba), aunque
las declaraciones contenidas en ellos, para ser jurídicamente eficaces,
deben ser oralmente confirmadas en la audiencia.

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