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TEORÍAS DE INTELIGENCIA Y

PENSAMIENTO

ALUMNO: OSCAR EDUARDO PÉREZ ALVARADO.


PROFESORA: KARINA VAZQUEZ JIMENEZ.
UNIVERSIDAD POLITECNICA DE QUINTANA
ROO
MATERIA: HABILIDADES COGNITIVAS Y
CREATIVIDAD.
CARRERA: INGENIERÍA BIOMÉDICA 3ER
CUATRIMESTRE.
La Teoría del Aprendizaje de Piaget

Jean Piaget es uno de los más conocidos psicólogos del enfoque


constructivista, una corriente que bebe directamente de las teorías del aprendizaje
de autores como Lev Vygotsky o David Ausubel.[ CITATION Reg21 \l 2058 ]

¿Qué es el enfoque constructivista?


El enfoque constructivista, en su vertiente de corriente pedagógica, es una
manera determinada de entender y explicar las formas en las que aprendemos.
Los psicólogos que parten de este enfoque ponen énfasis en la figura del aprendiz
como el agente que en última instancia es el motor de su propio aprendizaje.

El aprendizaje como reorganización


¿Por qué se dice que Piaget es constructivista? En términos generales,
porque este autor entiende el aprendizaje como una reorganización de las
estructuras cognitivas existentes en cada momento. Es decir: para él, los cambios
en nuestro conocimiento, esos saltos cualitativos que nos llevan a interiorizar
nuevos conocimientos a partir de nuestra experiencia, se explican por una
recombinación que actúa sobre los esquemas mentales que tenemos a mano tal
como nos muestra la Teoría del Aprendizaje de Piaget.

El aprendizaje como adaptación


Una de las ideas fundamentales para la Teoría del Aprendizaje de Piaget es
el concepto de inteligencia humana como un proceso de naturaleza biológica. El
suizo sostiene que el hombre es un organismo vivo que se presenta a un entorno
físico ya dotado de una herencia biológica y genética que influye en el
procesamiento de la información proveniente del exterior. Las estructuras
biológicas determinan aquello que somos capaces de percibir o comprender, pero
a la vez son las que hacen posible nuestro aprendizaje.
Con un marcado influjo de las ideas asociadas al darwinismo, Jean Piaget
construye, con su Teoría del Aprendizaje, un modelo que resultaría fuertemente
controvertido. Así, describe la mente de los organismos humanos como el
resultado de dos “funciones estables”: la organización, cuyos principios ya hemos
visto, y la adaptación, que es el proceso de ajuste por el cual el conocimiento del
individuo y la información que le llega del entorno se adaptan el uno al otro. A su
vez, dentro de la dinámica de adaptación operan dos procesos: la asimilación y la
acomodación.

Principales postulados
1. Asimilación
La asimilación hace referencia a la manera en que un organismo afronta un
estímulo externo en base a sus leyes de organización presentes. Según este
principio de la adaptación en el aprendizaje, los estímulos, ideas u objetos
externos son siempre asimilados por algún esquema mental preexistente en el
individuo.
En otras palabras, la asimilación hace que una experiencia sea percibida
bajo la luz de una “estructura mental” organizada con anterioridad. Por ejemplo,
una persona con baja autoestima puede atribuir una felicitación por su trabajo a
una forma de manifestar lástima por él.

2. Acomodación
La acomodación, por el contrario, involucra una modificación en la
organización presente en respuesta a las exigencias del medio. Allí donde hay
nuevos estímulos que comprometen demasiado la coherencia interna del
esquema, hay acomodación. Es un proceso contrapuesto al de asimilación.

3. Equilibración
Es de este modo que, mediante la asimilación y la acomodación, somos
capaces de reestructurar cognitivamente nuestros aprendizajes durante cada
etapa del desarrollo. Estos dos mecanismos invariantes interactúan uno con otro
en lo que se conoce como el proceso de equilibración. El equilibrio puede ser
entendido como un proceso de regulación que rige la relación entre la asimilación
y la acomodación.

Teoría triárquica de Sternberg: concepto general

La teoría triárquica de la inteligencia de Sternberg se basa en la concepción


de éste de que los modelos tradicionales y jerárquicos de la inteligencia no son
exhaustivos dado que no dan cuenta del uso que se hace de la inteligencia en sí,
limitándose a conceptualizar su naturaleza y funcionamiento sin observar cómo se
vincula y aplica en un contexto real.

Así, esta teoría considera que la medición de la capacidad intelectual se ha


centrado únicamente en un aspecto de la inteligencia, ignorando otros aspectos de
gran relevancia que forman habilidades cognitivas por sí mismas. En conclusión.
Sternberg plantea que no es suficiente con ver qué se hace, sino también cómo y
por qué, a la hora de actuar.

Para Sternberg la inteligencia es toda actividad mental que orienta a la


adaptación consciente al entorno y a la selección o transformación de éste con el
propósito de predecir resultados y ser capaz de provocar activamente la
adecuación de uno al medio o del medio a uno. Se trata del conjunto de
capacidades de pensamiento que se utilizan en la resolución de problemas más o
menos cotidianos o abstractos.[ CITATION Mim21 \l 2058 ]

Los tres tipos de inteligencia


Sternberg elabora una teoría según la cual considera la existencia de tres
tipos de inteligencia que explican el procesamiento de la información a nivel
interno, externo y a nivel de interacción entre ambos.
Dicho de otro modo, considera la existencia de tres capacidades básicas
que determinan la capacidad intelectual. Concretamente establece la existencia de
una inteligencia analítica, una inteligencia práctica y una inteligencia creativa.

1. La inteligencia analítica o componencial


Para la teoría triárquica de la inteligencia de Sternberg, la inteligencia
analítica supone la capacidad de captar, almacenar, modificar y trabajar con la
información. Es la más cercana a la concepción unitaria de la inteligencia,
refiriéndose a la capacidad de establecer planes y gestionar los recursos
cognitivos. Gracias a la inteligencia analítica podemos realizar operaciones
mentales tales como definir, tomar decisiones y generar soluciones.
En esta inteligencia podemos encontrar los componentes o procesos
elementales que permiten trabajar sobre las representaciones cognitivas de la
realidad, modificarlas y pasarlas por un procesamiento que permita dar una
respuesta.
Estos componentes pueden dividirse en metacomponentes o procesos de
control que permiten tomar decisiones y marcar cómo pensar y actuar, así como la
planificación, los componentes de rendimiento o realización los cuales se ponen
en marcha a partir de los metacomponentes y permiten llevar a cabo dichos
planes establecidos por ellos y los componentes de adquisición los cuales
permiten el aprendizaje y obtención de la información.

2. La inteligencia práctica o contextual


Este tipo de inteligencia hace referencia a la capacidad del ser humano de
adaptarse al entorno en el que habita. En primer lugar, el organismo intenta
sobrevivir a partir de lo ya existente en el ambiente, aprovechando las
oportunidades que ofrece para adaptarse.
Sin embargo, si esto no es posible la persona deberá establecer otros
mecanismos para lograr adaptarse y sobrevivir. Estos otros procesos son la
selección de ambiente y estímulos con el fin de mejorar su situación y/o el
moldeamiento del entorno en los casos en que no es posible cambiar de ambiente,
en este caso haciendo modificaciones en el propio ambiente para ajustar mejor
sus posibilidades.
Por ejemplo, una persona que tiene hambre puede seleccionar el ambiente
y moverse a un lugar donde haya abundancia de comida o aprovechar elementos
presentes en el entorno que anteriormente no formaban parte de su dieta para
alimentarse, o bien puede decidir modificar el entorno poniéndose cultivar en un
huerto su propia comida. Se trata de aplicar las habilidades cognitivas con un
propósito adaptativo.

3. La inteligencia creativa o experiencial


Se considera a este tipo de inteligencia como la integración de la
información obtenida del exterior con nuestra psique. Dicho de otro modo, es
aquel tipo de habilidad que nos permite aprender a partir de la experiencia.
También se vincula a la creatividad y a la resolución de problemas no
experimentados anteriormente.
En este sentido Sternberg observa que resulta de importancia el grado de
novedad de las experiencias y tareas. Lo ideal resulta que la tarea pueda resultar
nueva en un grado moderado, de forma que el sujeto pueda crear y reaccionar a
estímulos nuevos a la vez que posee alguna herramienta que le permita hacerle
frente.
Otro aspecto relevante es la automatización, es decir, la capacidad de
replicar una conducta o conocimiento sin precisar de un esfuerzo consciente.
Repetir las tareas en diversas ocasiones permite dominarlas y disminuir su nivel
de novedad y la necesidad de atención de cada elemento básico que forma parte
de ellas. Cuanto mayor nivel de automatización mayor nivel de recursos disponible
para afrontar otras tareas con éxito.

La Teoría de las Inteligencias Múltiples de Gardner

La Teoría de las Inteligencias Múltiples fue ideada por el psicólogo


estadounidense Howard Gardner como contrapeso al paradigma de una
inteligencia única.
Gardner propuso que la vida humana requiere del desarrollo de varios tipos
de inteligencia. Así pues, Gardner no entra en contradicción con la definición
científica de la inteligencia, como la «capacidad de solucionar problemas o
elaborar bienes valiosos».[ CITATION Reg211 \l 2058 ]

Las Inteligencias Múltiples


Howard Gardner y sus colaboradores de la prestigiosa Universidad de
Harvard advirtieron que la inteligencia académica (la obtención de titulaciones y
méritos educativos; el expediente académico) no es un factor decisivo para
conocer la inteligencia de una persona.

Inteligencias múltiples: 8 tipos de inteligencia


La investigación de Howard Gardner ha logrado identificar y definir hasta
ocho tipos de inteligencia distintas. Vamos a conocer de manera más detallada
cada una de las inteligencias propuestas por la Teoría de las Inteligencias
Múltiples de Gardner a continuación.

Inteligencia lingüística
La capacidad de dominar el lenguaje y poder comunicarnos con los demás
es transversal a todas las culturas. Desde pequeños aprendemos a usar el idioma
materno para podernos comunicar de manera eficaz.
La inteligencia lingüística no solo hace referencia a la habilidad para la
comunicación oral, sino a otras formas de comunicarse como la escritura, la
gestualidad, etc.
Quienes mejor dominan esta capacidad de comunicar tienen una
inteligencia lingüística superior. Profesiones en las cuales destaca este tipo de
inteligencia podrían ser políticos, escritores, poetas, periodistas, actores etc.

Inteligencia lógico-matemática
Durante décadas, la inteligencia lógico-matemática fue considerada la
inteligencia en bruto. Suponía el axis principal del concepto de inteligencia, y se
empleaba como baremo para detectar cuán inteligente era una persona.
Como su propio nombre indica, este tipo de inteligencia se vincula a la
capacidad para el razonamiento lógico y la resolución de problemas matemáticos.
La rapidez para solucionar este tipo de problemas es el indicador que determina
cuánta inteligencia lógico-matemática se tiene.
Los célebres test de cociente intelectual (IQ) se fundamentan en este tipo
de inteligencia y, en menor medida, en la inteligencia lingüística. Los científicos,
economistas, académicos, ingenieros y matemáticos suelen destacar en esta
clase de inteligencia. Asimismo, los ajedrecistas también requieren de capacidad
lógica para desarrollar estrategias de juego mejores a las de su oponente, y a su
vez anticipar sus movimientos.

Inteligencia espacial
También conocida como inteligencia visual-espacial, es la habilidad que nos
permite observar el mundo y los objetos desde diferentes perspectivas. En esta
inteligencia destacan los ajedrecistas y los profesionales de las artes visuales
(pintores, diseñadores, escultores…), así como los taxistas, que deben poseer un
exquisito mapa mental de las ciudades por las que transitan.
Las personas que destacan en este tipo de inteligencia suelen tener
capacidades que les permiten idear imágenes mentales, dibujar y detectar
detalles, además de un sentido personal por la estética. En esta inteligencia
encontramos pintores, fotógrafos, diseñadores, publicistas, arquitectos,
creativos…

Inteligencia musical
La música es un arte universal. Todas las culturas tienen algún tipo de
música, más o menos elaborada, lo cual lleva a Gardner y sus colaboradores a
entender que existe una inteligencia musical latente en todas las personas.
Algunas zonas del cerebro ejecutan funciones vinculadas con la
interpretación y composición de música. Como cualquier otro tipo de inteligencia,
puede entrenarse y perfeccionarse.
No hace falta decir que los más aventajados en esta clase de inteligencia
son aquellos capaces de tocar instrumentos, leer y componer piezas musicales
con facilidad.

Inteligencia corporal y cinestésica


Las habilidades corporales y motrices que se requieren para manejar
herramientas o para expresar ciertas emociones representan un aspecto esencial
en el desarrollo de todas las culturas de la historia.
La habilidad para usar herramientas es considerada inteligencia corporal
cinestésica. Por otra parte, hay un seguido de capacidades más intuitivas como el
uso de la inteligencia corporal para expresar sentimientos mediante el cuerpo.
Son especialmente brillantes en este tipo de inteligencia bailarines, actores,
deportistas, y hasta cirujanos y creadores plásticos, pues todos ellos tienen que
emplear de manera racional sus habilidades físicas.

Inteligencia intrapersonal
La inteligencia intrapersonal refiere a aquella inteligencia que nos faculta
para comprender y controlar el ámbito interno de uno mismo en lo que se refiere a
la regulación de las emociones y del foco atencional.
Las personas que destacan en la inteligencia intrapersonal son capaces de
acceder a sus sentimientos y emociones y reflexionar sobre estos elementos.
Según Gardner, esta inteligencia también permite ahondar en su introspección y
entender las razones por las cuales uno es de la manera que es.
Por otro lado, tanto saber distanciarse de la situación para desdramatizar
eventos con un impacto emocional negativo como saber identificar los propios
sesgos de pensamiento son herramientas muy útiles tanto para mantener un buen
nivel de bienestar como para rendir mejor en diferentes aspectos de la vida.

Inteligencia interpersonal
La inteligencia interpersonal nos faculta para poder advertir cosas de las
otras personas más allá de lo que nuestros sentidos logran captar. Se trata de una
inteligencia que permite interpretar las palabras o gestos, o los objetivos y metas
de cada discurso. Más allá del contínuum Introversión-Extraversión, la inteligencia
interpersonal evalúa la capacidad para empatizar con las demás personas.
Es una inteligencia muy valiosa para las personas que trabajan con grupos
numerosos. Su habilidad para detectar y entender las circunstancias y problemas
de los demás resulta más sencillo si se posee (y se desarrolla) la inteligencia
interpersonal. Profesores, psicólogos, terapeutas, abogados y pedagogos son
perfiles que suelen puntuar muy alto en este tipo de inteligencia descrita en la
Teoría de las Inteligencias Múltiples.

Inteligencia naturalista
Según Gardner, la inteligencia naturalista permite detectar, diferenciar y
categorizar los aspectos vinculados al entorno, como por ejemplo las especies
animales y vegetales o fenómenos relacionados con el clima, la geografía o los
fenómenos de la naturaleza.
Esta clase de inteligencia fue añadida posteriormente al estudio original
sobre las Inteligencias Múltiples de Gardner, concretamente en el año 1995.
Gardner consideró necesario incluir esta categoría por tratarse de una de las
inteligencias esenciales para la supervivencia del ser humano (o cualquier otra
especie) y que ha redundado en la evolución.
Hay que señalar que, aunque para Gardner este tipo de inteligencia se
desarrolló para facilitar el uso creativo de los recursos que nos brinda la
naturaleza, actualmente su uso no solo se limita a los entornos en los que no hay
construcciones humanas, sino que estos últimos también podrían ser "explorados"
de la misma forma.

LOS SEIS SOMBREROS PARA PENSAR, DE EDWARD DE


BONO

La técnica de los seis sombreros para pensar fue creada por el genial
psicólogo Edward de Bono (nacido en 1933) y publicada en su libro Six Thinking
Hats, en 1985. De Bono es un referente en el marco de la creatividad y padre del
término pensamiento lateral, otra técnica creativa de resolución de problemas de
forma no habitual.
La técnica de los “Seis Sombreros Para Pensar” es una herramienta de
comunicación que facilita la resolución y análisis de problemas desde diferentes
perspectivas. Mediante este método lo que se consigue es reproducir, con
sencillez, lo que sucede en nuestra mente cuando tomamos una decisión,
convirtiéndolo en algo sistemática y público. De esta forma, se organizan las ideas
y puntos de vista diferentes de las personas que han de tomar la decisión
simplificando el pensamiento, atendiendo a las cosas una por una. Los
participantes se concentrarán en la idea que está siendo estudiada de forma
coordinada y esto facilitará los cambios de actitudes, representadas por el cambio
de sombrero.[ CITATION Pic21 \l 2058 ]

¿Cuáles son los sombreros para pensar, de Edward de Bono?


El creador de la técnica, utilizó colores para cada uno de los seis
sombreros, que simbolizaban los seis estilos de pensamiento diferentes:

Sombrero blanco.
El blanco es el color de la neutralidad, del frío. Se refiere a la información
más pura. Este pensamiento nos hace centrarnos en los datos disponibles y
aprender de la información dada. Es decir, es el sombrero de la objetividad, del
pensamiento objetivo. El que tenga el sombrero blanco puesto debe aportar datos
objetivos y contrastables que afecten a la toma de decisión, pero evitando los
juicios de valor al respecto. Este sombrero también puede aportar datos
subjetivos, como las opiniones o los sentimientos, siempre y cuando sean sinceros
(por ejemplo, decir: “Luis no quiere realizar esa tarea”).
Este sombrero puede contener mucha información por lo que hay que poner
límites a la información dada realizando peticiones concretas. Es el primer
sombrero que se suele utilizar para iniciar la reunión, por la información inicial que
aporta. Es el punto de partida al que siempre se puede volver cuando haga falta.

Sombrero rojo.
El rojo es el color que se opone al frío blanco, es el color del fuego, de los
sentimientos y la pasión, de las emociones y del corazón. Por eso el sombrero rojo
es el que sirve para expresar la parte más irracional del pensamiento y lo hace
visible para enriquecer la ruta a seguir en la resolución del problema. Es el
sombrero del pensamiento emocional. El participante que tenga el sombrero rojo
puesto puede expresar sentimientos sin tener que justificarlos, su intuición así se
lo dice.
Normalmente. en muchas reuniones no se permite que las emociones
entren en juego, pero el pensamiento emocional también es pensamiento y es el
momento de que aporte sus valores sin restricciones.
Las emociones son cambiantes, por lo que se volverá a poner el sombrero
rojo a lo largo de toda la reunión. Lo que al principio era temeridad o miedo al
proyecto, quizás se haya convertido en ilusión y alegría por el mismo.

Sombrero negro.
El negro representa oscuridad, la cautela o el pesimismo. El sombrero
negro representa el pensamiento negativo. El participante que tiene el sombrero
negro criticará de forma negativa el tema tratado y se pondrá en el peor punto de
vista posible evaluando los posibles riesgos.
Es el sombrero de la precaución, al contrario que el sombrero rojo, es
lógico. Por lo que el que lo tenga puesto tendrá que justificar sus posturas, que
han de ser basadas en peligros reales y no en un pesimismo irreflexivo.
El carácter preventivo de este sombrero es eficaz para ponérselo a la hora
de valorar una idea propuesta, para exponer los puntos débiles de la idea que
sirvan para corregir posibles errores.
Vivimos en una sociedad crítica, por lo que este sombrero podría ser
utilizada en demasiadas ocasiones por la facilidad de criticar en vez de construir,
por lo que debe ser utilizado con moderación.

Sombrero amarillo.
El amarillo, el color de la alegría, del sol y la luz, de la brillantez. El
sombrero amarillo representa el optimismo, el pensamiento positivo. El
participante con este sombrero intentará hacer ver el lado bueno de las cosas, lo
que puede aportar y beneficiar. Es el sombrero del pensamiento constructivo que
permite soñar con que las cosas puedan suceder. Como sucede con el sombrero
negro, el sombrero amarillo necesita ir acompañado de la lógica para valorar los
planteamientos dados, ya que si se tratase de una especulación o fantasía el
sombrero correcto sería el rojo, el emocional.
El poseedor del sombrero para pensar amarillo se sitúa en el mejor de los
escenarios posibles.
Sombrero verde.
El verde representa la naturaleza, la energía y el crecimiento. Es el
sombrero de la creatividad, del pensamiento creativo. Sirve de motivación artificial
para promover la imaginación de las personas que lo tienen puesto, aunque estas
crean que no son creativas. Todas personas vivimos en movimiento y tenemos
imaginación para generar nuevas ideas y alternativas. La creatividad no solo es
cosas de una persona, sino de todo el grupo, y el que tenga el sombrero puesto
será el creativo particular del momento que explorará las alternativas posibles.
La creatividad cede el juicio al movimiento, se parte de una idea para
generar otras por insignificante o estúpida que parezca, servirá de trampolín para
las siguientes. El poseedor del sombrero verde puede ser provocativo sin
necesidad de justificarse, incluso ilógico. Muchos de los mayores descubrimientos
científicos han sido fruto de errores o de accidentes, pero que despertaron en el
científico el interés necesario para estudiarlo.

Sombrero azul.
El azul es el color de la seguridad, del control y del buen hacer. El sombrero
azul gestiona el proceso del pensamiento, es como un pensamiento del
pensamiento. El participante con este sombrero realizará el resumen de lo que se
lleva dicho y con el que se van concretando las conclusiones de todo el
pensamiento colectivo. Se definen las pautas y propósitos para que el trabajo se
realiza correctamente.
La persona que coordina la reunión, el facilitador, tiene la función de
sombrero azul, ya que deberá de mantener el orden en la reunión y evitar las
discusiones inapropiadas. El coordinador puede tener el rol exclusivo de sombrero
azul, pero los demás participantes también pueden hacer uso de él para expresar
sus comentarios sobre el proceso de pensamiento que está teniendo lugar. Sin
embargo, el coordinador será el único que autorice siempre el cambio de
sombrero, bajo su potestad de sombrero azul permanente.
El sombrero azul será el que ponga punto final a la toma de decisiones de
la acción que se vaya a desarrollar, por lo que será también el último sombrero
que participa durante la reunión.
El tiempo que cada participante debe tener el sombrero puesto debe ser el
mínimo posible (por ejemplo 1 minuto, salvo para el rojo que será menos ya que
no exige explicaciones). La secuencia de sombreros puede cobrar muchas
dimensiones, pero por regla general se suele empezar con un sombrero azul al
inicio y otro al final, entre medias el resto de sombreros pasando siempre bajo la
supervisión del sombrero azul que organiza todo.
Esta técnica es muy utilizada en el ámbito de los negocios, en las fases
creativas del desarrollo de negocio, pero puede ser utilizado para la resolución de
todo tipo de problemas en grupo e incluso para nuestra vida cotidiana. ¿Qué
sombrero para pensar te gustaría tener puesto ahora mismo? Ponlos todos y
encontraras una solución eficiente.

La teoría de la Inteligencia de Guilford

La inteligencia es un constructo complejo que a lo largo de la historia ha


sido conceptualizado de muy diferentes formas por diversos autores.
Desde una visión clásica que tratan la inteligencia como una capacidad
única y unitaria a otras que consideran que se trataba de un conjunto de
capacidades independientes entre sí y pasando por otras en las que se estipulaba
la existencia de conjuntos de habilidades organizadas jerárquicamente, han
surgido una gran cantidad de teorías y modelos que intentan explicar qué es la
inteligencia, cómo se estructura y cómo actúa.
Una de estas teorías es la teoría de la inteligencia de Guilford. [ CITATION
Mim211 \l 2058 ]

La teoría de la inteligencia de Guilford


Joy Paul Guilford fue un psicólogo estadounidense cuyas aportaciones al
estudio de la inteligencia confluyen en una teoría de la inteligencia que supone
junto a Raymond Cattell y Thurstone uno de los modeles de las aportaciones más
relevantes en lo que respecta a la concepción de la inteligencia como un conjunto
de habilidades.
El modelo de Guilford se basa en la consideración de la inteligencia como el
proceso mediante el cual el ser humano transforma la información del medio en
contenidos mentales, de manera que tiene una visión operativista de ésta. El autor
establece tres dimensiones separadas e independientes basadas en la
percepción, transformación de la información y emisión de respuesta.
Concretamente habla de elementos de entrada o contenidos, operaciones y
elementos de salida o productos. Su modelo es pues tridimensional, y suele ser
representado en forma de cubo en el que las interacciones entre las tres grandes
dimensiones se interrelacionan para formar hasta 120 factores distintos.

Las tres dimensiones de Guilford


Para la teoría de la inteligencia de Guilford las tres principales dimensiones
de cada una de las aptitudes que configura la inteligencia son tres: los contenidos
o percepciones, las operaciones que se llevan a cabo con ellas y por último los
productos o resultado de elaborar las primeras.

1. Los contenidos
Por contenidos se entienden todo aquel conjunto de informaciones y datos
recabadas, sean del medio externo o provenientes del propio sujeto. Se trata
principalmente de los datos, sin que se haya realizado ningún tipo de trabajo sobre
ellos. En definitiva, estamos hablando del elemento básico desde el cual el
organismo trabaja para elaborar contenidos a partir de operaciones.
Dentro de los contenidos, podemos encontrar diferentes tipos de
información.
Figural: se trata de la información visual que captamos, es decir las
imágenes
Simbólica: se trata de la información también visual, pero en este caso son
elementos empleados como signos de un lenguaje para representar un concepto o
idea y que no tienen sentido por sí mismos.
Semántica: contenidos mentales vinculados al significado de los símbolos.
Conductual o comportamental: todo aquel dato proveniente de la
vinculación con el medio o con otros individuos. Incluye gestos, deseos,
intenciones o actitudes.

2. Los procesos u operaciones


Las operaciones se refieren al conjunto de procedimientos que el organismo
realiza para transformar las informaciones de entrada en otras de salida. Es decir,
se trata del procesamiento de la información de los contenidos de manera que se
generen unos productos en forma de respuesta mental o física.
Dentro de estas operaciones encontramos los siguientes procesos:
Cognición: conciencia o comprensión de la información. Se basa en la
capacidad de extraer el significado de las informaciones captadas.
Memoria: se basa en la retención de la información con el fin de operar en
algún momento con ella.
Producción convergente: creación de posibles alternativas basadas en la
información obtenida anteriormente. Supone la aglutinación de informaciones
previas para seleccionar la respuesta apropiada.
Producción divergente: se trata de un acto de creación de alternativas
distintas de las habituales y contenidas en la memoria. Se basa en generar una
respuesta novedosa a partir de los datos obtenidos sin.
Evaluación: realización de comparaciones entre los diferentes contenidos
que permite establecer relaciones.

3. Los productos
Los productos pueden entenderse como el resultado de las
transformaciones realizadas mediante las operaciones a los contenidos. Así, hace
referencia a la expresión o respuesta generada por éstos, sea bien conductual o
mental.
Dentro de los productos, la teoría de la inteligencia de Guilford considera la
existencia de varias tipologías.
Unidades: respuestas simples y básicas. Una palabra, idea o acción
elemental.
Clases: conceptualizaciones u organizaciones de unidades semejantes en
algún sentido.
Relaciones: se trata de la idea de una conexión entre las distintas
informaciones manejadas. Por ejemplo, se vincula el rayo al trueno.
Sistemas: organizaciones de diversas informaciones que interactúan entre
sí.
Transformaciones: cualquier modificación llevada a cabo respecto a la
información captada.
Implicaciones: establecimiento de conexiones entre informaciones
sugeridas por algún elemento concreto sin que dicha conexión aparezca
específicamente como información. Se establecen relaciones de causalidad o
covariación entre elementos.
Bibliografía
Mimenza, O. C. (s.f.). La teoría de la Inteligencia de Guilford. Recuperado el 31 de Mayo de 2021,
de Psicología y Mente: https://psicologiaymente.com/inteligencia/teoria-inteligencia-
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Mimenza, O. C. (s.f.). La teoría triárquica de la inteligencia de Sternberg. Recuperado el 31 de


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triarquica-inteligencia-sternberg

Pico, I. (s.f.). LOS SEIS SOMBREROS PARA PENSAR, DE EDWARD DE BONO. Recuperado el 31 de
Mayo de 2021, de PsicoPico: https://psicopico.com/los-seis-sombreros-pensar-edward-
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Regader, B. (s.f.). La Teoría de las Inteligencias Múltiples de Gardner. Recuperado el 31 de Mayo de


2021, de Psicología y Mente: https://psicologiaymente.com/inteligencia/teoria-
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Regader, B. (s.f.). La Teoría del Aprendizaje de Jean Piaget. Recuperado el 31 de Mayo de 2021, de
Psicología y Mente: https://psicologiaymente.com/desarrollo/teoria-del-aprendizaje-
piaget

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