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Introducción

El fin principal de la política monetaria de la mayoría de los bancos centrales es


mantener la inflación baja y estable. Los bancos centrales no son, desde luego,
indiferentes al crecimiento económico y al desempleo, pero creen que la mejor
contribución que pueden hacer al crecimiento económico a largo plazo es
proponerse la estabilidad de los precios o algo cercano a esto. En el corto plazo,
digamos en un periodo de un año, una reducción en las tasas de interés y un
incremento de la oferta monetaria pue-den acrecentar la demanda y el producto de
la economía, si bien, a menos que el producto esté por debajo de su potencial,
sólo a costa de un incremento de la inflación. Una mayor inflación, a su vez,
reduce el producto nuevamente. En realidad, los efectos a largo plazo de la
inflación alta sobre la economía probablemente son adversos. Los estudios
recientes completos que se han hecho abarcando gran número de países sugieren
que, en periodos de diez años, una inflación más alta (particularmente de más de
10 a 20% anual) está asociada a un menor y no a un mayor
crecimientoeconómico.1 En casi todos los países que antes tenían una economía
centralmente planificada, también el crecimiento económico positivo se ha
recuperado recientemente sólo después de que la inflación se estabilizó a tasas
relativamente bajas en una economía orientada al mercado, los bancos centrales
no pueden controlar la inflación directamente. Tienen que utilizar instrumentos
tales como las tasas de interés, cuyos efectos sobre la economía son inciertos. Y
tienen que depender de información incompleta acerca de la economía sus
expectativas. Las decisiones sobre política monetaria están basadas en una
variedad de indicadores. Algunos bancos centrales utilizan el crecimiento del
dinero o el tipo de cambio como su única guía para tomar decisiones. Otros
bancos adoptan un enfoque más ecléctico y consideran una variedad de factores
al evaluar las condiciones de la inflación.

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Desarrollo
La política monetaria o política financiera es una rama de la economía que utiliza
el gobierno monetario para llevar la economía del país, dicha economía la lleva a
cabo mediante dos herramientas como lo son la política fiscal y la política
monetaria, ambas relacionadas puesto que por medio de las dos se genera un
impacto importante sobre la economía. Con dichas políticas también el gobierno
pretende buscar la buena asignación de recursos, estabilizar la economía y
distribuir el ingreso y la riqueza; todo esto se puede llevar a cabo mediante el
control de la inflación y con el buen empleo de los recursos productivos.
La política fiscal de forma resumida, es la que utiliza instrumentos relacionados
con los impuestos que cobra el gobierno, así como con sus gastos; éstos pueden
tener efectos sobre la actividad productiva de las empresas y en el crecimiento
económico.
La política monetaria como su nombre lo indica utiliza instrumentos que sirven
para regular la cantidad de dinero que circula en la economía y puede generar
efectos sobre el crecimiento, la inflación o las tasas de interés.
En ambas políticas la intervención del gobierno puede modificar la demanda, por
ejemplo, si lo hace por medio de la política fiscal puede utilizar la construcción de
carreteras pues de esta manera contrataría mano de obra, compraría materiales,
maquinaria y equipo, y así aumentaría la actividad productiva de las empresas
relacionadas a la construcción y en el empleo, lo que permitiría a familias y
empresas a utilizar gran parte de su ingreso al consumo y a la inversión. Si
estimula la demanda por medio de la política monetaria, podría hacerlo por
ejemplo si el banco central aumenta cantidad de dinero en circulación, y así se
tendrían más recursos para gastar. Estas medidas se deberían tomar de manera
coherente en ambas políticas, es decir debe existir una coordinación e integración
entre las diferentes políticas
 El objetivo principal de la política monetaria es mantener una tasa de interés baja
y estable para poder lograr una creciente productividad. Hay dos tipos de política
monetaria que son La monetaria expansiva y la monetaria restrictiva. La monetaria

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expansiva busca aumentar el tamaño de la oferta monetaria y es controlada por el
ministerio de finanzas. Busca reducir intereses para que haya más préstamos.
Comprar deudas públicas, para aportar dinero al mercado. La monetaria restrictiva
busca contraer el tamaño de la oferta monetaria y es utilizada para controlar la
inflación ya que esta va en constante aumento de precios

En Economía, se   le llama   inflación al incremento sostenido y generalizado


del nivel de precios de bienes y servicios   en un periodo   determinado.   Es
bien conocido que un artículo   que hace un   año   costaba $10.000    hoy
puede costar $10.500 o más.   Es el proceso   contrario a   la     que consiste en la
disminución de precios.
La existencia de inflación durante un período implica un aumento sostenido del
precio de los bienes en general, lo cual afecta la capacidad adquisitiva de la
población disminuyendo su capacidad de compra y por ende su calidad de vida.
Para poder medir el aumento de los precios causado por la inflación, se crean
diferentes índices que miden el crecimiento medio porcentual de la canasta de
familiar ponderada en función de lo que se quiera medir.
El índice más utilizado para medir la inflación es el Índice de Precios al
Consumidor comúnmente conocido como IPC, el cual indica porcentualmente la
variación en el precio promedio de los bienes y servicios que adquiere un
consumidor típico en dos periodos de tiempo, usando como referencia la canasta
familiar.
El IPC es el índice más usado, aunque no puede considerarse como una medida
absoluta de la inflación porque sólo representa la variación de precios efectiva
para los hogares o familias. Otro tipo de agentes económicos, como los grandes
accionistas, las empresas o los gobiernos consumen bienes diferentes y, por
tanto, el efecto de la inflación actúa diferente sobre ellos. No obstante, dado que
no hay forma exacta de medir la inflación, el IPC (que se basa en las proporciones
de consumo de la población) se considera generalmente como el índice oficial de
inflación.

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Aquí hemos visto que inflación se calcula   con base al IPC,
y que el IPC a su vez utiliza a la canasta familiar. Veamos entonces que es la
canasta familiar.
La canasta familiar es un conjunto de bienes y servicios que consume un
determinado estrato de la población. Esto se determina mediante   encuestas
que en Colombia las hace el DANE y se   llaman las encuestas   de   Ingresos y
Gastos. Con base en eso, se determina el conjunto promedio de consumo (o sea,
la canasta familiar). Esto implica cantidades y calidades definidas. Esos bienes y
servicios tienen, por lo tanto, diferentes pesos (sus proporciones dentro del total
en relación con el gasto que representa).
Con base en esa canasta, el DANE determina todos los meses los precios de los
diferentes bienes y servicios y así se mide el valor de la canasta. Al convertirla en
un índice (IPC, Índice de Precios al Consumidor) se puede calcular la inflación
período a período.
Causas de la inflación
Existen diferentes explicaciones sobre las causas de la inflación. De hecho,
parece que existen diversos tipos de procesos económicos diferentes que
producen inflación, y esa es una de las causas por las cuales existen diversas
explicaciones: cada explicación trata de dar cuenta de un proceso generador de
inflación diferente, aunque no existe una teoría unificada que integre todos los
procesos. De hecho, se han señalado que existen al menos tres tipos de inflación:
•          Inflación de demanda, cuando la demanda general de bienes se
incrementa, sin que el sector productivo haya tenido tiempo de adaptar la cantidad
de bienes producidos a la demanda existente.
•          Inflación de costos, cuando el coste de la mano de obra o las materias
primas se encarece, y en un intento de mantener la tasa de beneficio los
productores incrementan los precios.
•          Inflación autoconstruida, ligada al hecho de que los agentes
prevén aumentos futuros de precios y ajustan su conducta actual a esa previsión
futura.
. Cómo afrontar la inflación

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Son múltiples las medidas que se pueden tomar para enfrentar los procesos
inflacionarios; unas con mejores resultados que otras, y algunas pueden generar
efectos negativos en la economía.
 Los Bancos Centrales (En este Caso el Banco de la república) pueden influir  
significativamente   en este   sentido   recurriendo    a   la tasa de   interés y a la
Política monetaria. Las tasas de interés altas, que reducen el crecimiento en la
tasa monetaria, son una forma tradicional de combatir la inflación puesto que
desestimula el consumo. Al desestimular el consumo, la consecuencia inmediata
es una disminución de la producción generando desempleo y causando un
estancamiento de la economía

 Lo cual, como ya se hizo mención, afecta el crecimiento económico, además de


causar un descontento social en la clase trabajadora. Por otro lado, controlar
precios puede hacer que algunas empresas sufran pérdidas ante la imposibilidad
de vender sus productos a un precio suficiente para cubrir los costos de
producción.

Entendemos que los Costos microeconómicos solo afectan el corazón de la


economía de mercado. Una distribución eficiente de bienes y servicios deben-de
de que los productores y los consumidores tengan la informa-cien adecuada
acerca de los precios relativos de bienes y servicios. La inflación en la economía
dificulta que los productores y los con-sumadores puedan saber si un incremento
en el precio de un bien o servicio realmente representa un incremento relativo de
precio o un incremento general en el precio de todos los bienes y servicios. Un
productor puede suministrar más mercancía temporalmente y real-zar inversiones
injustificadas en capacidad extra porque confunden incremento en el precio
general con un incremento en el precio relativo. Además, los prestatarios y los
ahorradores pueden desconocer la tasa real de interés. Esta incertidumbre puede
resultar en una menos eficiente y/o más baja inversión, reduciendo a su vez la
tasa de crecimiento económico e incrementando su variabilidad. A su vez los
Costos de distribución lo enlazaremos con la inflación elevada es injusta. Los

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presta-varios tienden a beneficiarse a expensas de los ahorradores, quienes
raramente se encuentran protegidos por completo. Los menos sofisticados
financieramente, en particular, pueden sufrir (por ejemplo, los de avanzada edad
pueden descubrir que los ahorros de toda una vida han perdido su valor). También
los Costos de recursos nos llevan a que Algunos individuos y compañías
realizarán un esfuerzo considerable para protegerse de los efectos de una infla-
cien elevada y variable. Tales iniciativas y habilidad podrían utilizarse de forma
más benéfica para la sociedad.

Mantener una inflación baja y estable es el propósito principal de los bancos


centrales. Sin embargo, los bancos centrales no pueden controlar la inflación
directamente con los instrumentos a su disposición, tales como las tasas de
interés y los requerimientos de la reserva.3 Más bien deben valorar los diferentes
canales por los que la política monetaria afecta los precios y el producto en la
economía –el mecanismo de transmisión. La inflación sólo puede sostenerse en la
economía mediante los incrementos en la cantidad de dinero. Por lo tanto, un
punto de partida natural para evaluar el mecanismo de transmisión es el papel que
desempeña la oferta monetaria.

Según lo que anterior se sugiere que el mecanismo de transmisión de política


monetaria es bastante complejo. Debido a eso los bancos centrales utilizan
objetivos para guiar sus decisiones de política. Existen dos estrategias generales
que los bancos centrales adoptan al utilizar sus instrumentos de política para
controlar la inflación: Basar la política indirectamente en un objetivo intermedio tal
como el crecimiento en un agregado monetario particular o el tipo de cambio. El
banco central cambia su instrumento de política para dirigir el crecimiento del
dinero/crédito o el tipo de cambio hacia el nivel deseado (líneas 1 y 2
respectivamente en la gráfica II). Está implícitamente supuesto que existe una
relación predecible entre el objetivo intermedio y la inflación futura a lo largo de las
líneas sugeridas por la teoría cuantitativa del dinero. El objetivo final para la
inflación usualmente se enuncia en términos generales, como “inflación baja”. Y
basar la política directamente en un objetivo final explícito para la inflación. Por lo

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general se aplica un objetivo para la inflación futura, a fin de tener en cuenta el
desfase de tiempo entre los cambios en la política monetaria y su impacto sobre la
inflación. Aquí la política se cambia sobre la base de variables intermedias
múltiples, tanto en la demanda como en la economía de oferta y no en una so-la
de ellas. Por ejemplo, los precios de los activos, las expectativas inflacionarias, el
producto real, el crecimiento del crédito, la política-ca fiscal y los costos salariales,
pueden todos ellos ser monitorea-dos, así como el crecimiento monetario y el tipo
de cambio. A ve-ces, esta información se resume en un pronóstico para la
inflación que luego desempeña un papel similar al de un objetivo intermedio
convencional. Las tasas de interés se incrementan cuando la inflación fu-tura se
pronostica por encima del objetivo, y reducen cuando la inflación se pronostica por
debajo del objetivo.
Principalmente a causa de estas dificultades en predecir la velocidad del dinero,
varios países han abandonado los objetivos monetarios intermedios en favor de, o
bien objetivos intermedios de tipo de cambio, particularmente en el caso de
economías abiertas pequeñas o, más recientemente para varias economías
desarrolladas, objetivos finales de inflación futura.9Los objetivos del tipo de
cambio tienen la ventaja de ser transparentes para el público en general e implican
establecer el tipo de cambio para el caso de un país estable de baja inflación,
como Alemania. Con el tiempo esto resultará en una convergencia de precios
comerciables e inflación de precios a niveles externos.10 Los objetivos del tipo de
cambio significan que la política interna se establece por la política monetaria del
país estable. A diferencia de los objetivos monetarios, los objetivos del tipo de
cambio evitan las fluctuaciones a corto plazo en las tasas de interés y el producto
real asociadas a cambios imprevistos en la demanda de dinero. Con el tipo de
cambio fijo, los cambios en la demanda de dinero se empatan por un cambio en la
oferta monetaria del exterior (a través de flujos de capital). Sin embargo, tienen
desventajas al compararse con los objetivos monetarios cuando se hace frente a
señalados cambios adversos en la economía real, tal como el empeoramiento en
los términos del intercambio ola productividad o una pérdida de los mercados de
exportación. El fijar el tipo de cambio implica fijar un precio relativo e impide que

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un verdadero choque adverso a la economía sea absorbido por la devaluación.
Esto significa que la economía interna requiere un ajuste completo. Pero, si los
salarios y los precios internos no son completamente flexibles, el producto real (al
menos temporalmente) declinará. Los objetivos de inflación usualmente implican la
preparación de un pronóstico de inflación para compararlo con el objetivo. Si se
espera que la inflación se desvíe del objetivo, esto significaría la necesidad de un
cambio de política –una intensificación de la política restrictiva si la inflación se
pronostica por encima del objetivo y una relajación de la política si se espera que
la inflación esté por debajo del objetivo. Los objetivos finales de inflación han
tendido a establecerse en términos de intervalos más bien que en puntos fijos.
Hasta cierto punto, esta flexibilidad se ha construido para acomodar choques de
producto en la economía, que también afectan los precios (por ejemplo, los
cambios en los términos de intercambio). También permite reconocer la
incertidumbre en el paso preciso del mecanismo de transmisión y los desfases de
tiempo en el proceso de inflación en las economías de mercado.12El mismo
pronóstico de inflación dependerá generalmente, al menos en parte, de un modelo
que incluya un número de canales de impacto de los cambios en las tasas de
interés. Este enfoque tiene la ventaja de utilizar más información de la que
proporciona una simple variable de dinero o de tipo de cambio. Sin embargo, dado
que el mecanismo de transmisión de la política puede ser bastante complejo, los
mercados financieros, las empresas y los hogares requerirían una explicación
detallada y no obstan-te clara del proceso de inflación.

Conclusiones
La política monetaria implica utilizar los instrumentos monetarios para afectar la(s)
meta(s) final(es) de la política. Los bancos centrales utilizan una gama de
variables intermedias para guiar su toma de decisiones. En un sistema financiero
de mercado, a diferencia de una economía planifica-da, el banco central no puede
controlar por decreto el sistema de crédito y las tasas de interés (salvo las
propias). Más bien, se requieren instrumentos monetarios que complementen el
funcionamiento de un sistema financiero competitivo. En un ambiente orientado al
mercado, las tasas de interés juegan un papel importante en la transmisión de la

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política monetaria. Los cambios en las tasas de interés del banco central afectan,
en primera instancia, la cantidad y precio del crédito y del dinero en la propia hoja
de balance del banco central. Esto se transmite luego por todo el sistema bancario
y la economía en toda su amplitud para afectar el comportamiento de las em-
presas y los hogares y por ende la inflación. La tarea del banco central consiste en
evaluar estos diferentes canales de la política monetaria y por lo tanto establecer
la política de acuerdo a ello. En una etapa u otra la mayoría de los bancos
centrales han utilizado objetivos intermedios de crecimiento monetario para
ayudarse a conducirla política monetaria. Este es aún un enfoque exitoso para
algunos países, particularmente Alemania. Para otros, en particular aquellos que
enfrentan la liberalización financiera, los objetivos de oferta monetaria se han
vuelto menos confiables. Las tasas de interés son utilizadas por algunos países
como un objetivo intermedio alternativo, mientras que otros han adoptado un
objetivo final directo para la inflación. Aunque en la práctica los bancos centrales
utilizan una variedad de en-foques al conducir la política monetaria, la mayoría
tienen la misma meta final –la inflación de precio bajo.

Referencias bibliográficas
Allen W., Hoggarth, G. y Price, L. (1996), Política Monetaria
Banco de Inglaterra Caso de Establecer Precios
Easton, W.W. y Stephenson, M.J. (1990) Total de Interés en la Inflación
Friedman, B.M. y Hahn, F.H. (comp.) (1990) Instructivo para la economía
Gerlach, S. y Smets, F. (1994) Transmisión de aspectos monetarios
Haldane, A. (comp.) (1955) Objectivos de la Inflacion

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