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El Pequeño Cerdo Capitalista

El comienzo del libro es una anécdota entre amigos, uno de ellos se refirió a otro

"cerdito capitalista" como fondo de ahorro e inversión en bolsa, tiene 22 años y

toca un tema. A esa edad, la gente decía muy poco: el futuro de la economía.

Bueno, no hay mucha demora al principio, lo que nos dice que puedes convertirte

en boho, miembro activo de Greenpeace, vegetariano, y además puedes ponerte

el traje que quieras, ahorrar e invertir. Macías brindó algunos datos precisos sobre

la Bolsa Mexicana de Valores (este libro es completamente local, pero sus

ejemplos se pueden trasladar a cualquier región sin problemas) y nos recordó que

no es necesario ganar el Premio Nobel de Economía para administrar El dinero es

lo mejor.

1. Es hora de ahorrar: “De veritas se puede”

Algunas personas dirán que esta sección se centra en el ahorro, lo nuevo. Pero su

enfoque es novedoso: en primer lugar, cuestionó las órdenes de quienes tenían

razón, cómo debían abordar el problema y en qué temas tenían razón, en lugar de

asumir que la prioridad es el orden en que se inicia la política para salvar a las

personas.

Por eso, primero considera la motivación como primer elemento, no el saldo en el

banco o plan de gastos, y habla al mejor estilo Rayuela (Cortazar).

Luego continuó recordándonos que en esos momentos, o no teníamos un centavo

en el bolsillo, o dependíamos del banco de nuestro padre, donde el dinero era


suficiente para todo: entretenimiento, comida y "lujos". Algunas personas piensan

que en esos días, nuestros ingresos eran menos del 10% de nuestros ingresos

actuales, pero vivíamos la vida de millonarios.

Se refiere a la "gastritis aguda", que da una serie de instrucciones muy especiales

pero realmente útiles: átese las manos con fuerza, deje de caminar por el centro

comercial al inicio de las dos semanas, o evite gastar dinero como si lo hubiera

recibido. Entrega tu puño.

A partir de ahora, el autor enumera recomendaciones para solteros, los más

antiguos y por supuesto manirrotos. Entre las tablas de ahorro programadas, la

estrategia gira en torno a lo que nos pasa a todos, pero no lo sabemos. Este

capítulo termina con cuatro consejos:

Si no lo tenemos, ¿cómo gastarlo?

Amontonados poco a poco

Tómalo de mí, estoy gastado

Consiga un cómplice para salvar.


Huyendo del boicot

Macías relató los conceptos erróneos de todos nosotros sobre el dinero, que

finalmente se convirtieron en diseñadores de autodestrucción involuntaria por

ignorancia o rudeza:

Los millonarios que todos tenemos están representados como: invito, luciré el

Carasso ese año, o voy al club todos los fines de semana. Dónde marcar la

diferencia: los ricos y los gasdalonianos.

El primero tiene Libertad Financiera, el segundo… Pues el gastalón llega hasta

donde su capacidad de endeudamiento le permita (a menos que sea un completo

irresponsable) y depende de las facilidades de pago.

Qué necesita para dejar de ser el segundo y aspirar a llegar a ser el primero.

Según la autora la cosa gira en torno de algo que todos sabemos, pero que pocos

aplicamos: “Conocer bien cómo gastas, controlar tu compritis aguditis (segunda

enfermedad detectada) y poner a trabajar tu dinero”. Invertir, habla de invertir y

lograr un flujo de inversiones.

Todo lo anterior basado en la siguiente pregunta ¿Crees que puedas aguantar tu

ritmo actual de trabajo hasta los 87 años? La meta es convertir lo que ahorres en

activos, es decir cosas que produzcan dinero sin necesidad de trabajar, recuerda

Macías.
Finaliza esta sección del capítulo pidiendo que se le debe dedicar tiempo al dinero,

esto quiere decir, aprender a manejarlo, a usarlo y buscar constantemente

oportunidades para que crezca.

Llega luego Led Zeppelin y los descuentos que no lo son y la trampa que ellos

traen consigo para los gastalones pues son un gasto que ningún poder

sobrehumano logra controlar en ellos. Los mismos que se preguntan por qué

nunca tienen dinero, pero cómo van a tenerlo si cada vez que ven un “descuento”

se tiran encima de él como si fuera el fin del mundo y si usted es uno de esos

pide, desde el texto se le pide una sola cosa: Declararse gastalón confeso, dejar

de andar por el mundo declarando que ahorra porque compra con descuento.

Termina el capítulo señalando hacia ese paraíso interminable de los gastalones:

Porque me lo merezco, junto con otras excusas para gastar sin techo. El asunto

puede ser patológico y hace énfasis en que si bien recompensarse por temas

reales está bien, no lo está tanto si es como una especie de terapia anti depresiva.

Cazando pesos y centavos

En el arranque del capítulo se hablaba de la motivación para ahorrar, en este

apartado, cómo hacerlo:

Ahorros diarios: Reducir gastos innecesarios en todo, incluso en la comida, no

pasa nada si un par de noches al mes cambia el sushi por la pizza o empieza a

cocinar. Camine, no tome taxi… Encuentre dinero extra.


Cuelgue el teléfono, o reduzca los gastos que tienen que ver con los rubros de

comunicación. ¿Realmente necesita estar conectado 7/24? ¿Duerme? Si

realmente es así, pues busque planes que optimicen su dinero.

Hacerse útil: ¿Paga por cosas que usted puede hacer por pura flojera? No hay

mucho qué decir sobre el tema.

Cuide el gasto de la casa: Bombillas prendidas sin necesidad, fugas de servicios

(gas, agua), planee gastos y trate de reducir para que las facturas lleguen más

baratas.

Búsquese un pasatiempo: Uno que no cueste (tanto), dibujar, practicar un deporte,

aprenda algo que lo aleje de estar comprando, es una forma de inversión.

Haga un inventario: Cosas útiles que usted compra y deja abandonadas para

luego volver a comprar porque no recuerda dónde están. Ahí hay dinero, mucho.

Una difícil: Aprender a comprar. Esto resulta casi que una ciencia pero si presta

atención y es consciente de lo que realmente necesita no será tan duro. Por

ejemplo: NO, nunca, NO, se compra algo un 24 de diciembre a las 8 de la noche,

recuerda la autora. Investigue, compare, tómese el tiempo que necesite para

localizar lo que necesita a precios razonables (costo-beneficio-utilidad)

Distinga: ¿Lo quiere o lo necesita?

Pagos de tarjetas de crédito: ¿Sabe usarlas? ¿Sabe a cuántas cuotas se difiere un

pago según su uso? Abone dinero cuando lo tenga al pago de las tarjetas y revise

de paso si el lugar donde ahorra es el adecuado por sus rendimientos. El tema es

de buscar y buscar dinero en todos los gastos que realiza.


Finalmente, si no hay de donde, a producir extra… Esta no hay que explicarla

mucho.

Ahorrar pagando impuestos

Corto, sustancioso, pero local. Este capítulo es realmente útil porque hace una

aproximación técnica basada en las tasas reales de pago de impuestos (solo en

México), pero recuerda que todos los gobiernos tienen exenciones por distintos

rubros: Pago de salarios, honorarios, transporte social, etc. La invitación, además

de buscar el libro, encontrar los beneficios tributarios de su país.

2. Metas contantes y sonantes

Pasando el umbral del lugar común (ojo que no es el qué, es el cómo, uno que se

maneja muy bien en el texto) de todos los libros que buscan apoyarnos a mejorar

nuestras finanzas, el del ahorro, se entra en lo que llaman los mexicanos, la

carnita del asunto:

Metas contantes y sonantes

De nada sirve ahorrar si no hay objetivos. La pregunta central de esta parte: ¿Qué

es lo que realmente quiere en la vida? Que a su vez se divide en las siguientes

preguntas: ¿Qué está dispuesto a hacer por sus sueños? ¿Gastar menos?

¿Trabajar más horas? ¿Empezar a hacer freelance para generar más ingresos?

Se le pide entonces al lector, definir. Si ya tiene claras las respuestas a las

preguntas anteriores, defina cuándo y cuánto:


Sea específico en lo que quiere (viaje, casa, carro, lo que sea, pero que sea

concreto)

Monto exacto

Fecha

Explicar el cómo del asunto

3. ¿En qué se te va el dinero?

Presupuesto. Hay que hacer un presupuesto, pero cómo. Entonces, primero par

qué sirve, el libro lo pone de forma sencilla:

Saber cómo usamos nuestro dinero.

Identificar por qué no llegamos al final de la quincena

Conocer nuestra capacidad real de ahorro.

Detectar cuáles son las áreas de oportunidad para recortar que mejor se adaptan

a nuestras necesidades o situación económica.

Consejos básicos para luego empezar a definir cómo se hace un presupuesto. De

esto se trata este capítulo. Es una toma paso a paso por medio de tablas donde se

examinan el tipo de ingresos, el tipo de gastos.

Para ello se sugiere, Sofía Macías, dos métodos: A la antigüita y con tecnología

donde se proponen opciones.

De lo que más valoro a lo que menos me importa (tablas para seguir)

Por tipo de gastos (descripción del tipo por gastos fijos o variables)
Detectar fugas (Gastos hormigas, cobros, membresías, etc.)

Este capítulo está lleno de, sí, tablas, pero todas explicadas, en su uso, con

buenos ejemplos reales donde se concluye que cualquier plan que usted asuma

para iniciar un presupuesto no puede estar pasado por la incomodidad o el

desencuentro.

4. Que no te agarren en curva: El fondo de emergencia

Nadie se salva de estar salado.  Este capítulo trata cómo, por qué y para qué este

tipo de fondos. La escala de sal que puede permear a un ser humano no se puede

determinar porque está atravesada por si subjetividad. Pero sí hay situaciones que

a todos nos cogen por sorpresa y que requieren tener una salvaguarda.

En primera instancia, en esta parte del libro se explica qué es y que no es un

fondo de emergencia: No es una alcancía donde usted pasa a retirar cada vez que

se queda sin efectivo. Es un fondo que se reserva para eso, para emergencias.

En segunda instancia nos explican cuánto se necesita para un fondo de

emergencia ¿cuánto necesita? Y a realizar un promedio para lograr entender

realmente la función necesaria y fundamental de este tipo de dineros.

5. Tu deuda no es culpa de tu banco

Sin duda, un capítulo que a más de uno no le gustará, ya que siempre será más

fácil señalar en otra dirección cuando de recoger el reguero por nuestro

comportamiento se trata.
Este es un capítulo sencillo: Gira alrededor de cosas tan simples (imposibles de

hacer para algunos), como aprender a manejar las tarjetas de crédito, evitar dar

regalos a todo el mundo, pero ante todo entender que su comportamiento con el

manejo de sus finanzas es de responsabilidad únicamente suya:

Tenga en cuenta qué tipo de créditos toma, bajo qué tasas de interés, las

condiciones bancarias del país en el que está. Este libro solo usa referencias para

México pero los ejemplos en el cómo se realizan estas conversiones son

genéricos.

No se deje meter tarjetas por terceros: Esto es, no le reciba tarjetas de crédito a

nadie en nombre de nada por hacer favores que pueden afectar su vida crediticia.

Revise cuánto va a pagar de forma total en el año por un crédito.

Aproveche los programas de recompensas que le permitirán acumular productos

como millas o lo que usted guste, si sabe usarlos.

Esté al día con los productos bancarios que en algunos casos pueden eliminar

intereses o comisiones.

A lo largo de este capítulo se hace un recordatorio de cómo y por qué (mucho más

si eres joven) debes tener vida crediticia. También se dan tips para lograr buenas

puntuaciones en tu historial:

Pagar siempre a tiempo

No sobreendeudarse

No forzar la capacidad de pago


Ser estable

Al cierre de esta sección se muestra un apartado bastante útil sobre cómo salir de

deudas, que consiste en aconsejar que lo primero que se debe hacer es cambiar

de hábitos: Dejar de comportarnos como los ricos que no somos.

Hacer listados de lo que usted sabe desequilibra sus finanzas, revisar los estados

de cuenta y empezar a cambiar pequeñas cosas que pueden significar un ahorro.

La autora entrega esquemas de pago de las deudas más caras a las más baratas

recordando que se debe siempre pagar el mínimo de cada una de sus deudas

enfocado en salir de las más altas primero. También se nos invita a negociar con

el banco (no muerde) y revisar todas las condiciones que tenga su modalidad de

crédito.

Finalmente, en este apartado, Macías logra un recuento que pasa por las deudas

más comunes pero más complicadas de manejar, como las hipotecas, desde la

perspectiva de que es mejor ocuparse que preocuparse: “Siempre hay una

manera de salir de deudas y de las angustiantes situación que conllevan (…) Lo

más importante: Analiza cómo te metiste en esta bronca, aprende de tus errores y

busca soluciones de raíz. Tapar un hueco con otro solo hará que al final tengas un

mega boquete”.

6. Inversiones

Este capítulo es uno de los más “carnudos” pues ataca un tema sobre el cual poco

sabemos los neófitos y empieza con una gran premisa: Ahorrar no es suficiente

para llegar a ser un Pequeño Cerdo Capitalista.


El principio de las inversiones: Hacer que cada peso genere más dinero. En

fondos de inversión, según el texto, se deben tener las siguientes variables:

Liquidez: Cuánto va ganar y cuándo lo puede retirar.

Horizonte: Periodo de tiempo ideal para que su dinero genere rendimientos.

Rendimiento: Cuánto ganará en el futuro.

Riesgo: Posibilidades de que todo lo invertido desaparezca (a mayor riesgo mayor

ganancia, pero más inestabilidad).

Todo lo anterior va ambientado con ejemplos prácticos con un ingrediente de

humor bastante ilustrativo.

Se hace un apartado donde se recuerda que el dinero tiene un valor y lo

representa bajo el concepto del Valor Presente: Un peso invertido hoy vale más

que uno peso que nos pudieran dar en el futuro.

Advertencia, una muy sana: Las pirámides son estafas para todos los bolsillos. De

forma muy ilustrativa nos recuerda el caso de Bernard Madoff y hace un recuento

para ponernos en alerta. No desincentiva a invertir, solo que da muestrarios de

donde no y cómo hacerlo. La moraleja vieja y olvidada: EL DINERO NO CRECE

EN LOS ÁRBOLES.

Luego viene un curso acelerado de bolsa, bastante compacto, práctico que aborda

la generalidad de las inversiones junto con sugerencias de inversión y lo básico

que se debe saber antes de tirarse al ruedo de la inversión bursátil. Por medio de
un cuestionario rápido usted podrá saber si está listo para meterle muela a la

bolsa de valores.

Ideas para invertir:

Bienes raíces

Franquicias

Negocio propio

Máquinas expendedoras

Star ups

Metales (oro, plata, paladio, etc.)

Seguros

Cualquier cosa que tenga un mercado de reventa y que su valor aumente en el

tiempo.

7. Sobre fondos de pensión y retiro

Este nos toca a todos, porque todos llegaremos a viejos y necesitaremos, gira en

torno de:

Si no le alcanza ahora, cómo va a hacer en la vejez. Por lo tanto empiece a ajustar

para ahorrar para esos días. ¡Cuida al viejito que algún día serás¡

Hay quienes creen que no van a llegar a viejos, para ellos también hay opciones,

pensando en que tienen familia: Seguros de vida, buena inversión para el futuro

de un pesimista.
El cierre de este capítulo es demasiado local ya que se centra en la regulación

particular de pensiones y retiros en México. La invitación: A revisar la normatividad

que les ampara para cada una de las regiones y buscar una asesoría profesional

sobre el tema.

8. Protege lo que más te importa, pare eso existen los seguros

Apartado necesario: Tipos de seguros y su funcionamiento. Por medio de una

serie de preguntas básicas usted podrá determinar qué tipo de seguro necesita:

¿Vive de su trabajo?

¿Tiene hijos menores de 18 años?

¿Su cónyuge depende económicamente de usted?

¿Tiene familiares que dependan de usted?

¿Su profesión puede causarle demandas por daños a terceros?

De forma práctica la autora responde cada una de estas preguntas ubicando su

situación y otorgándole un seguro por situación.

Factores que hacen imprescindible un seguro de vida:

Que los hijos sean bebes o niños pequeños

Que exista un solo ingreso familiar

Discapacidades familiares

Deudas

Carecer de un plan de gastos funerarios


Poseer un seguro es una forma de inversión y de fondo de emergencias al mismo

tiempo, se concluye de este capítulo.

9. ¿Con quién se quejan los inconformes?

Pues sí, para llegar a ser un buen pequeño cerdo capitalista, también hay que

saberse quejar, reclamar, tener claro con qué entidades puede usted como

consumidor anteponer una querella por el valor de su dinero.

Prácticas a las que no estamos acostumbrados:

Prepárese para el peor escenario.

Lea completos, pero de verdad completos los contratos.

Haga sellar las garantías.

Destine un lugar de la casa para guardar garantías y demás documentos sobre

compras y servicios.

Este capítulo al igual que el de las pensiones y retiros es local. Cada país tiene

oficinas encargadas de asesorar en todo este tipo de reclamaciones.

Conclusión

Este libro tiene un solo dolor, es local para México. Sin embargo, la información

que provee de forma general es bastante útil, práctica y ante todo amena. Rompe

la rutina de los manuales de regaños sobre cómo manejar la vida financiera. En

lugar de un: Usted es un bruto que no sabe lo que hace, es un: Todos hemos

cometido estos errores y esta es una posible solución, pasado por un tamiz de

buen humor, calidez y cercanía. El libro no deja cansancio al finalizarlo y


realmente es motivador para mejorar los hábitos financieros, requisito

indispensable para ser un Pequeño Cerdo Capitalista, que desde el quehacer de

la escritora no es más que un querer mejorar la información sobre el tema.

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