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El curso de Consejo Pastorales es una instancia formativa que ofrece a los y las agentes pastorales
y laicos en general conocimientos y herramientas en la formación y funcionamiento de los
Consejos Pastorales Parroquiales. Su finalidad es que los asistentes, desde su rol social,
comprendan que el CPP es una instancia de participación pastoral.
Objetivo General:
Que los agentes pastores y laicos en general se formen en temáticas sociopastorales desde la
Biblia, el Magisterio y las Ciencias Sociales relacionadas con los Consejos Pastorales Parroquiales
con el fin de que se conviertan en multiplicadores y partícipes de estas instancias que la propia
Iglesia posee de participación y gestión pastoral parroquial.
Horario:
1
Dimensiones de la Pastoral
Kerygma, Liturgia, Koinonia, Diaconía
Kerigma:
El término kerygma proviene
del griego κήρυγμα ('anuncio',
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'proclamación') y significa 'proclamar como un emisario’. El kerigma es precisamente el anuncio
alegre del Evangelio.
Este Anuncio se compone del heraldo (anunciador o emisario) y el proclamar, es decir, la acción
de entregar el mensaje. Siguiendo con esto, el elemento central del kerigma es el mensaje, como
tampoco podemos olvidar al receptor.
Acciones Kerigmáticas
Catequesis
Homilía
Predicación
Misiones
El Anuncio del Evangelio se realiza de un modo determinado, al modo de Jesús. Cristo tenía una
pedagogía, la cual consistía en:
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Destinatarios del Kerigma
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Naturaleza y objeto de la revelación (DV,2)
Así, pues, la Sagrada Tradición y la Sagrada Escritura están íntimamente unidas y compenetradas.
Porque surgiendo ambas de la misma divina fuente, se funden en cierto modo y tienden a un
mismo fin. Ya que la Sagrada Escritura es la palabra de Dios en cuanto se consigna por escrito bajo
la inspiración del Espíritu Santo, y la Sagrada Tradición transmite íntegramente a los sucesores de
los Apóstoles la palabra de Dios, a ellos confiada por Cristo Señor y por el Espíritu Santo para que,
con la luz del Espíritu de la verdad la guarden fielmente, la expongan y la difundan con su
predicación; de donde se sigue que la Iglesia no deriva solamente de la Sagrada Escritura su
certeza acerca de todas las verdades reveladas. Por eso se han de recibir y venerar ambas con un
mismo espíritu de piedad
Liturgia
La Oración y Celebración de la Iglesia
Viene del griego y está compuesta por dos términos: laos, que significa pueblo, y ergo, que
significa acción. Fue designada por algunas traducciones en el culto que realizaban los sacerdotes
en el Templo de Jerusalén (CELAM)
La Oración litúrgica siempre está dirigida al Padre, por el Hijo, en el Espíritu Santo y tiene pasos:
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Doxología final en la Eucaristía, como ejemplo de oración litúrgica.
“Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor
y toda gloria por los siglos de los siglos».
Se considera la Liturgia como el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo. En ella los signos sensibles
significan y, cada uno a su manera, realizan la santificación del hombre, y así el Cuerpo Místico de
Jesucristo, es decir, la Cabeza y sus miembros, ejerce el culto público íntegro. En consecuencia,
toda celebración litúrgica, por ser obra de Cristo sacerdote y de su Cuerpo, que es la Iglesia, es
acción sagrada por excelencia, cuya eficacia, con el mismo título y en el mismo grado, no la iguala
ninguna otra acción de la Iglesia.
Diaconía
La diaconía corresponde al servicio. La “diaconía” —el servicio del amor al prójimo ejercido
comunitariamente y de modo orgánico— (DCE, 21)
Comedores Solidarios
Pastoral de Trabajadores
Pastoral Social
Ayuda Fraterna
Campañas Solidarias
Comunión a los Enfermos
Equipos de Servicio
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La Diaconía en el Concilio Vaticano II: Gaudium et Spes
La misión propia que Cristo confió a su Iglesia no es de orden político, económico o social. El fin
que le asignó es de orden religioso. Pero precisamente de esta misma misión religiosa derivan
funciones, luces y energías que pueden servir para establecer y consolidar la comunidad humana
según la ley divina. Más aún, donde sea necesario, según las circunstancias de tiempo y de lugar, la
misión de la Iglesia puede crear, mejor dicho, debe crear, obras al servicio de todos,
particularmente de los necesitados, como son, por ejemplo, las obras de misericordia u otras
semejantes.
Koinonia
La Koinonia es la vivencia comunitaria
El Señor Jesús, por medio de la acción del Espíritu Santo, nos ofrece el regalo de la «comunión»
(koinonía). Y este regalo lo encontramos, concretamente, en la comunidad cristiana.
La «comunión» es rasgo central de la identidad de la Iglesia Catóhca. Esta, como sabemos, se hace
cercana a las personas en las múltiples iglesias particulares (diócesis), qué constituyen para los
discípulos la comunidad cristiana referencial. (CELAM)
Los fieles (sancti) se alimentan con el cuerpo y la sangre de Cristo (sancta) para crecer en la
comunión con el Espíritu Santo (Koinônia) y comunicarla al mundo. (CEC, 948)
La comunidad cristiana posee pilares en los cuales basa su ejercicio. Y estos son:
Oración
Comunión
Misión
La Familia
La CEB y CCB
La Comunidad Educativa Católica
Los Movimientos y experiencias asociativas
Los Sindicatos católicos
Los Seminarios
Las Congregaciones
La Comunidades de Vida Apostólica
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La Koinonia en el Concilio Vaticano II: Lumen Gentium
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Rol Social del Cristiano
Desde la Opción Preferencial por los Pobres hasta la Laudato Si
¿Cuál es la misión de la Iglesia?
"Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Noticia a toda la creación" (Mc 16,15)
La Iglesia ha recibido "la misión de anunciar el reino de Cristo y de Dios e instaurarlo en todos los
pueblos, y constituye en la tierra el germen y el principio de ese reino" (CDSI, 49).
Por lo tanto, como ha recibido la misión de instaurar el Reino de Cristo en la tierra, “todo lo que
atañe a la comunidad de los hombres –situaciones y problemas relacionados con la justicia, la
liberación, el desarrollo de las relaciones entre los pueblos, la paz-, no es ajeno a la
evangelización” ...
"El hombre que hay que evangelizar no es un ser abstracto, sino un ser sujeto a los problemas
sociales y económicos” (CDSI, 66)
"Se hace cargo del anuncio que el Señor le ha confiado. Actualiza en los acontecimientos históricos
el mensaje de liberación y redención de Cristo, el Evangelio del Reino” (CDSI, 63).
“Evangelizar el ámbito social significa infundir en el corazón de los hombres la carga de significado
y de liberación del Evangelio, para promover así una sociedad a medida del hombre en cuanto que
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es a medida de Cristo: es construir una ciudad del hombre más humana porque es más conforme
al Reino de Dios” (CDSI, 63).
Benedicto XVI:
"Para la Iglesia enseñar y difundir la doctrina social pertenece a su misión evangelizadora y forma
parte esencial del mensaje cristiano, ya que esta doctrina expone sus consecuencias directas en la
vida de la sociedad y encuadra incluso el trabajo cotidiano y las luchas por la justicia en el
testimonio a Cristo Salvador“(Centesimus Annus, 5).
“Su objetivo principal es interpretar las realidades, examinando su conformidad o diferencia con lo
que el Evangelio enseña acerca del hombre y su vocación terrena y, a la vez, trascendente, para
orientar en consecuencia la conducta cristiana” (CDSI, 72).
El Papa Francisco ha planteado que las enseñanzas sociales de la Iglesia deben de ser concretas,
definiendo sus consecuencias prácticas, para que los grandes principios sociales no se queden en
meras generalidades que no interpelan a nadie. Hace falta sacar sus consecuencias prácticas para
que «puedan incidir eficazmente también en las complejas situaciones actuales» (CDSI, 9).
(Evangelii Gaudium 182)
DSI y Eucaristía
Por su parte, el laico que participa y hace escuela en la Eucaristía, “está llamado a asumir
directamente su propia responsabilidad política y social. Para que pueda desempeñar
adecuadamente sus cometidos hay que prepararlo mediante una educación concreta para la
caridad y la justicia. Por eso, como ha pedido el Sínodo, es necesario promover la doctrina social
de la Iglesia y darla a conocer en las diócesis y en las comunidades cristianas”. (Sacramentum
Caritatis 91)
Camino de Salvación
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“El cristiano que falta a sus obligaciones temporales, falta a sus deberes con el prójimo; falta,
sobre todo, a sus obligaciones para con Dios y pone en peligro su eterna salvación. (…) Siguiendo
el ejemplo de Cristo, quien ejerció el artesanado, alégrense los cristianos de poder ejercer todas
sus actividades temporales haciendo una síntesis vital del esfuerzo humano, familiar, profesional,
científico o técnico, con los valores religiosos, bajo cuya altísima jerarquía todo coopera a la gloria
de Dios.” (Gaudium et Spes 43)
¿Qué NO es la DSI?
No constituye una “tercera vía” o un programa político alternativo.
Esto a pesar de que diversos movimientos políticos se han inspirado en la DSI para fundamentar
sus postulados.
El Concilio Vaticano II fue enfático en aclarar que la Iglesia no se confunde con la comunidad
política, no está ligada a sistema político alguno y que los cristianos deben reconocer la legítima
pluralidad de opiniones temporales discrepantes (GS 76).
Principios de la DSI
Dignidad
El hombre y la mujer son hijos de Dios, hechos a su imagen y semejanza. Jesús nuestro hermano al
asumir la naturaleza humana.
Bien Común
No es la suma de los bienes particulares. Es el conjunto de condiciones de la vida social que hacen
posible el logro más pleno y más fácil de la propia perfección.
Subsidiaridad
Existe una verdadera red de asociaciones en la sociedad. Las mayores deben prestar ayuda a las
menores, mientras éstas lo necesiten hasta alcanzar su autonomía.
Participación
Los ciudadanos, como individuos o asociados a otros, directamente o por medio de
representantes, deben contribuir a la vida cultural, económica, social y política.
Solidaridad
Sentirnos responsables de todos y todas, superando las “estructuras de pecado” que dominan las
relaciones entre personas y pueblos.
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¿Qué textos componen la DSI?
Rerum Novarum (1891) Laborem Exercens (1981)
Quadragesimo Anno (1931) Solicitudo Rei Socialis (1987)
Mater et Magistra (1961) Centesimus Annus (1991)
Pacem in Terris (1963) Deus Caritas Est (2005)
Gaudium et Spes (CVII 1965) Caritas in Veritate (2009)
Populorum Progressio (1967) Laudato Si’ (2015)
Octogesima Adveniens (1971)
Cuestiones
o Relación entre vida de fe y estilo cultural
o Relación de los miembros de la comunidad eclesial y la autoridad civil.
o Los pobres son el lugar de encuentro entre la Iglesia y la sociedad civil.
Líneas Pastorales
o Evangelización de la cultura (Inculturación del Evangelio)
o Opción preferencial por los pobres
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La I Conferencia General del Episcopado Latinoamericano fue convocada por el Papa Pío XII. Se
celebró en la ciudad de Río de Janeiro del 25 de julio al 4 de agosto de 1955. La Conferencia tenía
el manifiesto deseo de fortalecer la fe en América Latina a la vez que de impulsar una renovada
evangelización. Tuvo como principal acento la preocupación por la situación de los
evangelizadores, particularmente la escasez de clero. Hizo un fuerte llamado a intensificar la vida
cristiana, proponiendo impulsar una campaña vocacional. Junto con ello, animó a profundizar en la
formación de la fe.
Medellín (1968)
Puebla (1979)
“Llevar adelante las orientaciones pastorales del Concilio Vaticano II, aplicadas en las
Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano celebradas en Medellín y Puebla”
(290)
Cristología, Eclesiología y Antropología
Los Obispos otorgan a la Doctrina Social de la Iglesia un lugar de privilegio como “parte
necesaria de toda predicación y de toda catequesis” (50)
Protagonismo corresponde a los laicos (203, 293, 302)
Cuatro ejes: la política, la economía, lo social y la familia.
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Aparecida (2007)
Centro América
CELAH y Vicaría de la Solidaridad en
Argentina y Chile (1978)
Chile
Gran Bretaña y Argentina (1982)
IMDOSOC en México
Perú y Ecuador (1994-1995).
CEFAS en Argentina
La Transición Democrática
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Rol preponderante del Laicado
La Comunidad Cristiana
Iglesia, Casa y Escuela de Comunión
¿Qué es la Espiritualidad de Comunión?
El Papa Juan Pablo II en su Carta Novo Milennio Ineunte: “Al inicio del nuevo milenio nos insiste:
“Hacer de la Iglesia la casa y la escuela de la comunión: éste es el gran desafío que tenemos ante
nosotros en el milenio que comienza, si queremos ser fieles al designio de Dios y responder
también a las profundas esperanzas del mundo.
Espiritualidad de la comunión significa ante todo una mirada del corazón sobre todo hacia el
misterio de la Trinidad que habita en nosotros, y cuya luz ha de ser reconocida también en el
rostro de los hermanos que están a nuestro lado.
Espiritualidad de la comunión es también capacidad de ver ante todo lo que hay de positivo en el
otro, para acogerlo y valorarlo como regalo de Dios: un «don para mí», además de ser un don para
el hermano que lo ha recibido directamente.
Pilares de la Comunidad
Oración
En él se expresa el lugar central que tiene Dios y su Palabra. La comunidad apostólica es más que
un grupo de buenos amigos que surgió por casualidad; el Señor Jesús los eligió y los llamó a
caminar juntos. La comunidad es un espacio para escuchar y discernir la Palabra de Dios que habla
en la historia, un lugar para animarse mutuamente y dejarse conducir por Su voluntad. Por lo
anterior, conviene que participen juntos en la fracción del pan, en la oración comunitaria, y que en
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fin, se preocupen constantemente por cultivar el encuentro personal de cada uno de sus
miembros con el Señor Jesús.
Comunión
La calidad del vínculo entre sus integrantes es signo de la comunión con Dios. “La vocación al
discipulado misionero es convocación a la comunión en su Iglesia. No hay discipulado sin
comunión” (DA, 7). A ejemplo de la primera comunidad, ustedes están llamados a compartir lo
que son y lo que tienen. No son simples compañeros de ruta, sino mucho más, son hermanos en
Cristo.
Misión
Aquí se expresa el vínculo con las personas que no son parte de la comunidad, ella es mucho más
que un espacio agradable para compartir la vida con otros, se constituye porque sus integrantes
tienen una tarea que cumplir al servicio del mundo. Sus horizontes son inmensos pues implica
tanto el testimonio en nombre de Jesús como el servicio por la causa de su Reinado de amor. De
este modo, la comunidad debe ayudar a cada uno de sus integrantes a descubrir y realizar su
propia vocación.
En Síntesis
Descubrimos tres dimensiones íntimamente unidas que caracterizan la vida del apóstol, juntas
animan la vida de la comunidad que quiere vivir esa fuerza original animada por el Espíritu.
Ninguna de ellas puede descuidarse, ya que al hacerlo se perdería esa fuerza evangelizadora y
misionera, unida en el amor y las enseñanzas del Maestro. El descuido de una, arrastra una
pérdida para las demás. Por ejemplo, si sólo se dedican a algo tan noble como la misión y el
servicio, pero descuidan la unión entre ustedes, sólo se convierten en un equipo de trabajo, por
muy solidario que parezca. Al contrario, si sólo se acompañan mutuamente, pero no se alimentan
de la oración y la Palabra, ni son capaces de servir, son simplemente un buen grupo de amigos,
pero nada más.
Comunión en el Espíritu
Más que la estructura organizativa de la comunidad es la actitud y la realidad de comunión,
participación, solidaridad, amor y servicio mutuo, de contar unos con otros, servirse unos a otros.
Visualizando el símil del cuerpo, Cristo es la cabeza, el Espíritu Santo es el alma. El Espíritu Santo es
el que produce la comunión de las personas entre sí y con su cuerpo local.
La iglesia concebida como Comunión con Dios por mediación de Cristo en el Espíritu, se obtiene
por la Palabra y los Sacramentos, el Bautismo en la puerta y el fundamento de la comunión, la
Eucaristía es la fuente y la cumbre, la comunión con el Cuerpo eucarístico significa y produce,
edifica la intercomunión de todos los fieles en el Cuerpo de Cristo que es la Iglesia.
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Iglesia, Comunión Misionera
Este título, comunión misionera es una definición maravillosa y exacta de las dos dimensiones
básicas de la Iglesia: comunión y misión, en relación con lo cual debemos concluir: Parroquia,
comunidad evangelizadora.
En Christisfideles Laici (JPII) encontramos en los tres primeros Capítulos del Documento, las tres
características de la Iglesia, las tres dimensiones que debe vivir y cumplir: Iglesia-Misterio, Iglesia-
Comunión, Iglesia-Misión.
Iglesia-Misterio
Es iniciativa de Dios establecer la Iglesia, y que sólo a la luz de la fe y de la Palabra se tiene la
completa y profunda inteligibilidad de la Iglesia. Ahí se habla de la dimensión de santidad de la
Iglesia. Lo cual nos da los tres elementos esenciales:
Iglesia-Comunión
“La comunión eclesial encuentra su expresión más inmediata y visible en la PARROQUIA: ésta es el
último grado de localización de la Iglesia. Debemos descubrir, en la fe, el verdadero rostro de la
parroquia. La Parroquia no es, en primer lugar, una estructura, un territorio, un edificio: es ante
todo la familia de Dios, fraternidad que no tiene sino una sola alma. Es una casa de familia,
fraterna y acogedora: es la comunidad de los fieles. Es la comunidad de fe y comunidad orgánica”
(CL 26)
Iglesia-Misión
“El mismo e idéntico Espíritu que llama y une a la Iglesia y que la envía a predicar el evangelio”; “La
misión de la Iglesia deriva de su naturaleza misma, tal como Cristo la ha querido: la de ser <<el
signo y el medio de la unidad de todo el género humano>>”. (CL 32)
Construcción de la Comunión
Parroquial
La parroquia, la Iglesia, es mi casa, mi familia, mi obra y su tarea es mi tarea, su responsabilidad es
igual mía, por eso debo dar tiempo, trabajo, dinero. Debo de empeñarme en las tareas que le
corresponden y una de esas es construir la comunión.
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La Iglesia Particular es la Diócesis, no la Parroquia, así como los sectores son divisiones practicas de
la Parroquia, la Parroquia es una división de la Diócesis, “la parroquia es la célula de la diócesis”.
(Apostolicam Actuositatem 10)
“Los Obispos, como Pastores y guías espirituales de las comunidades a nosotros encomendadas,
estamos llamados a ‘hacer de la Iglesia casa y escuela de comunión’” (Ap 188). “los Obispos hemos
de procurar la unión constante con el Señor, cultivar la espiritualidad de comunión con todos los
que creen en Cristo” (Ap 189).
Necesitamos tener un mayor sentido de comunión y eclesialidad: que no se aíslen las parroquias,
que no se vuelvan autónomas, sino que, a nivel vicarial o decanal haya acuerdos pastorales,
compartir, enriquecerse unos a otros, reunirse periódicamente para orar, para dar testimonio, y
reconocer la auténtica figura del Vicario Episcopal y del Decano.
La tarea primordial del pastor es congregar a la comunidad y una vez congregada, presidirla.
Para que haya comunión primero debe cumplirse la misión, y la primera tarea de la pastoral es
construir la comunión
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La Iglesia
Organización desde lo Universal a lo local
Organización de la Iglesia Católica
Organización: A Nivel Internacional
La Iglesia Católica es una organización internacional que posee presencia en nuestro país. A
diferencia de otras entidades internacionales posee características especiales, entre las que se
incluyen: su relación directa con un Estado, La Ciudad del Vaticano, como también su carácter de
religión la cual a nivel internacional posee más de 1300 millones de fieles, representado el 17% de
la población mundial aproximadamente.
El Papa
La Cabeza de la Iglesia es Cristo (como vimos en la Doctrina del Cuerpo Místico), pero el Papa es la
Cabeza visible de la Iglesia.
El Colegio Cardenalicio
Los Cardenales son Obispos o Arzobispos que ayudan al Papa en la acción pastoral de la Iglesia
universal y en la administración del Vaticano y la Curia Romana. Cuando el Papa muere, eligen al
sucesor de entre los Cardenales. Chile ha tenido 7 Cardenales en su historia: Caro, Silva, Fresno,
Oviedo, Medina, Errázuriz, Ezzati. De esos 7 los últimos 3 se encuentran con vida.
Los Obispos
En unión y subordinados al Papa, son los Sucesores de los Apóstoles para el cuidado de la
Iglesia y para continuar con la misión del Señor Jesús en el mundo. Ellos sirven al pueblo
de su propia diócesis, o iglesias particulares, con autoridad ordinaria y jurisdicción (LG 18).
Ellos también comparten con el Papa, y entre ellos, la común preocupación y esfuerzo por
la buena marcha de toda la Iglesia.
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El Estado es el territorio.
La Santa Sede o Sede Apostólica es el gobierno
(Derecho Internacional):
El Papa: Francisco, Jefe de Estado y Sumo
Pontífice
La Curia Romana: (Dicasterios)
o Secretaría de Estado
o Dicasterios propiamente tal
o Congragaciones
o Consejos Pontificios
Los obispos de una misma región o nación se pueden organizar en Conferencias Episcopales (país)
o Consejos Episcopales (Región).
o Arquidiócesis de Antofagasta
o Arquidiócesis de La Serena
o Arquidiócesis de Santiago
o Arquidiócesis de Concepción
o Arquidiócesis de Puerto Montt
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sede en Santiago y posee jurisdicción en todos los fieles católicos de la Fuerzas Armadas y de
Orden del país
Asimismo, la Iglesia posee una prelatura, Illapel y un Vicariato Apostólico, Aysén. Estos, por su
reducida población de católicos no alcanzan a formar una diócesis. Por último, podemos encontrar
una prelatura personal que no corresponde a un territorio en específico, sino que a todo el
territorial Nacional, esa prelatura es el Opus Dei.
o El Presidente
o El Vicepresidente
o El Secretario General
o Otros dos Obispos miembros de la CECH elegidos para este efecto por la Asamblea
Plenaria.
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La Arquidiócesis de Santiago
La Arquidiócesis de Santiago de Chile que tiene una superficie de 9.202 km2. La Arquidiócesis de
Santiago, a nivel regional corresponde a las Provincia de Chacabuco, Cordillera y Santiago. A nivel
administrativo esta está organizada por 6 vicarías y 2 delegaciones ambientales, que se hacen
cargo de temas específicos de la arquidiócesis, y 7 Zonas Pastorales a cargo de una Vicaría Zonal.
Zona
Comunas
Pastoral
Centro *
Santiago, Providencia
Oriente **
Ñuñoa , La Florida, Peñalolén, Macul
Oeste Estación Central, Cerro Navia, Pudahuel, Cerrillos, Quinta Normal, Maipú
Colina, Lampa, Tiltil, Quilicura, Renca, Independencia, Huechuraba, Conchalí,
Norte
Recoleta
***
Sur San Miguel, La Pintana , La Cisterna, San Joaquín, Pedro Aguirre Cerda, Lo
Espejo, San Ramón, La Granja
Cordillera ****
Providencia, Vitacura, Las Condes, Ñuñoa , Lo Barnechea, La Reina
Maipo Puente Alto, San José de Maipo, Pirque
Vicarías Zonales
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Fuente: www.catequistas.cl
Zona Oeste
Cada Zona posee decanatos, los que
corresponden a la Zona Oeste son
(ver imagen) Y las parroquias del
Decanato Cerro Navia Son:
La Organización de la Parroquia
La Parroquia
De acuerdo con el Código de Derecho Canónico de 1983, “La parroquia es una determinada
comunidad de fieles constituida de modo estable en la Iglesia particular, cuya cura pastoral, bajo la
autoridad del Obispo diocesano, se encomienda a un párroco como pastor propio” (CIC 515 §1).
El Párroco
“El párroco es el pastor propio de la parroquia que se le confía, y ejerce la cura pastoral de la
comunidad que le está encomendada bajo autoridad del Obispo diocesano, en cuyo ministerio de
Cristo ha sido llamado a participar, para que en esa misma comunidad cumpla las funciones de
enseñar, santificar y regir, con la cooperación también de otros presbíteros o diáconos, y con la
ayuda de fieles laicos, conforme a la norma del derecho.” (CIC 519)
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En toda parroquia debe existir un Consejo de Asuntos Económicos que colabora con el párroco
(CIC 537, 1280), prestándole apoyo profesional en materias financieras y administrativas. La
creación de este Consejo es obligatoria. No depende, por tanto, del número de fieles con que
cuente la respectiva parroquia, o con el parecer del párroco
Arzobispado de Santiago
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Fundamentos del CPP
Desde la Biblia, las Ciencias, y el Magisterio.
Fundamentos
Ciencias Sociales: Participación
Una “ciudadanía común” ha implicado
muchas veces la imposición de la
cultura mayoritaria expresada en
lengua y hábitos y el riesgo siempre
pres ente que las minorías no tengan
mecanismos para limitar el poder de
las decisiones políticas, culturales,
económicas y militares de la mayoría.
Para evitar discriminaciones injustas,
conflictos culturales, violencia y
amenazas de secesiones surge la idea
de la ciudadanía multicultural. Esta sería la
base de una comunidad política más inclusiva, decente y justa.
La enseñanza cristiana del fruto y de las obras: “Y que nuestro {pueblo} aprenda a ocuparse en
buenas obras, atendiendo a las necesidades apremiantes, para que no estén sin fruto” (Carta a
Tito 3, 14)
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La salvación la da Cristo, pero las obras son imperativas de la gracia de Dios. “La gracia que implora
no lo exime del ethos. Sólo ella capacita para hacer realmente el Bien. Necesita a Dios, y como lo
reconoce, gracias a la bondad de Dios comienza el mismo a ser bueno” (Joseph Ratzinger, Jesús de
Nazaret)
Es deber del cristiano hacerse parte del mundo, participar en él y transformarlo a la luz de la
enseñanza de Jesucristo. Debemos ser sal y luz del mundo (Mt 5, 13-16)
El Espíritu Santo, recibido el día de Pentecostés, “habita en la Iglesia y en los corazones de los
creyentes como en un templo” (cf. 1 Cor 3, 16; 6, 19) Sin embargo, este Espíritu es también
principio de diversidad en la misma Iglesia. En efecto, Él mismo “reparte gracias especiales entre
los fieles cualquier estado o condición y distribuye sus dones a cada uno según quiere (1 Cor 12,
11). Con estos dones hace que estén preparados y dispuestos a asumir diversas tareas o
ministerios que contribuyen a renovar y construir más y más la Iglesia (cf. 1 Cor 12, 7)”
Magisterio: Participación
Los laicos cristianos están llamados a participar plenamente,
desde la propia vocación e identidad, en la tarea
evangelizadora. Esto, en un doble ámbito: “el primero y más
propio de su condición laical, es el de las realidades
temporales, que están llamados a ordenar según la voluntad
de Dios. El segundo, en el que muchos fieles están llamados
a trabajar, puede llamarse “intraeclesial”. Muchos laicos en
América sienten el legítimo deseo de aportar sus talentos y
carismas a la construcción de la comunidad eclesial”
(Ver Ecclesia in America, 44)
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participación activa “no es cuestión de concesiones de buena voluntad, sino que
constitutiva de la naturaleza eclesial”.
Necesidad de Comunión
Una parroquia, comunidad de discípulos misioneros, requiere organismos que superen cualquier
clase de burocracia. Los Consejos Pastorales Parroquiales tendrán que estar formados por
discípulos misioneros constantemente preocupados por llegar a todos… Todos los organismos han
de estar animados por una espiritualidad de comunión misionera: “Sin este camino espiritual de
poco servirían los instrumentos externos de la comunión. Se convertirían en medios sin alma,
máscaras de comunión más que sus modos de expresión y crecimiento” (NMI 43) (DA 203).
Necesidad de Renovar
Permite renovar la Parroquia, unir a las personas en las comunidades parroquiales y, en aquellas
muy extensas, en las Comunidades Eclesiales de Base; promoviendo la descentralización y
articulación del conjunto parroquial.
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Estatutos del CPP
Material Pastoral
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El CPP es un organismo de consulta del párroco, que colabora con él en el fomento, conducción y
animación de la actividad pastoral de la comunidad parroquial y sus miembros, contribuyendo a
enriquecer su calidad de vida espiritual y evangélica; desarrollando la vida comunitaria en todas
sus dimensiones al interior de la propia comunidad y la inserción de ésta en los distintos niveles de
la pastoral arquidiocesana; e impulsando la vida apostólica, que es evangelizadora, misionera y
solidaria, al menos en el sector propio de la parroquia. (Art. 3°)
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o También debe formar parte del Consejo Pastoral, el Coordinador del Consejo de asuntos
económicos de la parroquia, quien mantendrá informado al Consejo Pastoral de la
situación económica y administrativa de ésta. (Art. 5°)
Se sugiere que el Comité Ejecutivo o Directiva haga seguimiento y brinde acompañamiento a las
áreas pastorales y a las CEB en el cumplimiento del Plan Pastoral parroquial, si es que eso se ve
necesario.
La elección de los miembros laicos del CPP es muy importante para su buen funcionamiento. A
veces, por desinformación sobre la tarea que les corresponde, se producen no sólo ineficiencias,
sino también frustraciones y malas relaciones. Otras veces, aparecen deficiencias por su escasa
representatividad. Esta materia es una buena oportunidad para crecer en el espíritu de comunión
y participación que nos piden el Santo Padre y nuestro Arzobispo.
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o Este proceso deberá incluir la información y análisis de las funciones y tareas que
corresponden a los Consejeros y un discernimiento sobre las condiciones personales
requeridas; todo lo cual culminará con la presentación de nombres.
o Es recomendable la elección de una dupla o terna por parte de cada una de las Áreas y/o
CEB de la parroquia, y la participación posterior del Párroco que elige a partir de esas
propuestas.
o Los Coordinadores de CEB y los representantes de Áreas Pastorales que corresponda,
serán miembros del CPP siempre que su responsabilidad pastoral o su representatividad
haya surgido, en su momento, por designación del Párroco a partir de una propuesta
presentada por su comunidad o área. Los representantes de los Movimientos eclesiales,
siempre que hayan sido elegidos o nombrados conforme a sus estatutos.
Las designaciones serán comunicadas por escrito a la Vicaría Zonal, con copia a la Secretaría
General del Arzobispado. (Art. 10°)
¿Cómo se elige al Coordinador del Consejo Pastoral Parroquial y cuáles son sus
funciones?
El CPP elegirá a uno de sus miembros para que asuma el rol de Coordinador/a del Consejo, quien
debe contar con la aprobación del Párroco.
Sugerencias:
Se sugiere que la frecuencia del CPP permita tener, al menos, una reunión de planificación para
elaborar un plan pastoral parroquial, dos o más instancias para dar seguimiento a dicho plan
analizando sus avances y sus dificultades, y un encuentro de evaluación de los resultados del plan
y propuestas sobre su proyección para el futuro
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En parroquias en que aparte de la sede parroquial hay una o más CEB, es aconsejable que en cada
una de ellas el Consejo Pastoral de la CEB se reúna mensualmente.
Para optimizar el tiempo de las reuniones se debe presentar una tabla con los puntos a tratar.
Siempre resulta conveniente que esa tabla sea distribuida antes de cada reunión. También se debe
designar una persona para que tome acta de lo conversado y de los acuerdos tomados, los que
formarán parte de la tabla de la reunión siguiente .
Las reuniones deben contar con la presencia del Párroco, salvo cuando éste se excuse por razón de
fuerza mayor y autorice que la reunión se efectúe presidida por un Vicario parroquial o, en su
ausencia, por quien el Párroco designe. (Art. 17°)
La condición de miembro del CPP se pierde, entre otras razones, por tres ausencias consecutivas,
no justificadas con anterioridad a la reunión ante el Párroco, el Coordinador/a o el Secretario/a del
Consejo. (Art. 12°).
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Se recomienda que el Decano o el Vicario Zonal respectivo informe al Consejo Pastoral cuando se
vaya a producir un cambio del Párroco y antes de que el nuevo asuma sus funciones. (Art.14° Nota
al pie)
Para llevar a cabo esta labor de discernimiento de lo que Dios quiere para la sociedad y para la
Iglesia, podemos echar mano de diversos métodos. Reconocemos que no existe una sola
metodología, sino que se trata de múltiples respuestas a las necesidades de investigación,
intervención, etc. En este sentido, una metodología puede resultarnos más atractiva y con mayor
eficacia que otra, sin embargo no existen recetas. El mejor modelo metodológico es aquel que se
muestra más coherente con lo que queremos hacer, con los objetivos que nos planteamos, los
valores y destinatarios.
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Sin despreciar otros métodos, queremos reflexionar acerca del método Ver, Juzgar y Actuar,
siendo una herramienta que nos ha ayudado a vivir más intensamente nuestra vocación y misión
en la Iglesia. Se trata de un método que ha enriquecido el trabajo teológico y pastoral, y, en
general, ha motivado a asumir nuestras responsabilidades ante las situaciones concretas de
nuestro continente.
De esta manera, el método del ver, juzgar y actuar nos ha permitido articular de modo
sistemático: La perspectiva creyente de ver la realidad; El reconocimiento de criterios que
provienen de la fe y de la razón, incorporándolos para su discernimiento y valoración con sentido
crítico.
La proyección del actuar como discípulos misioneros de Jesucristo. Cabe destacar, que éste
método será mucho más fructífero, en la medida que incorpore elementos de diálogo,
participación y aportes desde el trabajo comunitario, considerando sobre todo la realidad desde la
cual se construye.
“...Contemplar a Dios con los ojos de la fe a través de su Palabra revelada y el contacto vivificante
de los Sacramentos, a fin de que, en la vida cotidiana, veamos la realidad que nos circunda a la luz
de su providencia”. (Documento de Aparecida, 19).
El creyente, que vive constantemente en una actitud agradecida de las bendiciones de Dios en la
vida personal, comunitaria y social, tiene la posibilidad de Ver la realidad, no como un mero hablar
neutro “sobre” ella, sino cómo se la ve, se la entiende y se la asume con los ojos de la fe. Es una
mirada creyente, que supone hacerla desde la óptica del proyecto de Jesús: el Reino de Dios.
Implica el uso y la asimilación crítica y creativa de los datos, los aportes, las teorías y las hipótesis
de las ciencias humanas y sociales. Éstos no son más que medios auxiliares para mirar,
comprender y expresar la realidad que percibimos.
Desde el punto de vista de la acción social, en este análisis se estudian dimensiones importantes
de la vida del ser humano, como la economía, la política y la cultura. Se analizan, de manera
particular, las estructuras políticas, económicas y culturales causantes de la injusticia, la
desigualdad, la miseria y todo lo que atente contra la dignidad de las personas.
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Consiste en la interpretación de la realidad a la luz de la fe cristiana y de la revelación contenida en
las Sagradas Escrituras y en el magisterio eclesial. De aquí surge el juicio que se pronuncia sobre
los fenómenos sociales y sus implicaciones valóricas.
Se trata de interpretar, desde el Evangelio de Jesús, la realidad para emitir luego un juicio crítico
sobre ella. De este modo juzgamos la realidad iluminados con la luz de la Palabra de Dios para
entender por dónde van los caminos de Dios en el momento actual, considerando qué acciones y
actitudes tendría que asumir un cristiano en circunstancias históricas concretas.
Junto con la Sagrada Escritura, también aportan al Juzgar el Magisterio Eclesial y la reflexión
teológica, en especial la referida a los temas sociales, que la Iglesia ha producido a lo largo de los
siglos.
De este modo, el Juzgar nos ayuda a valorizar personas, estructuras y culturas en el hoy de la
historia, y recibirlas en lo que tienen de verdad y bien.
Este tercer momento es la concreción de los dos elementos anteriores. Implica construir en forma
personal y comunitaria las alternativas que se pueden poner en práctica para generar los cambios
sociales desde una perspectiva evangélica, buscando alcanzar el mayor bien posible.
El Padre Hurtado nos da una pista sobre cómo movernos a la acción. Él decía ¿Qué haría Cristo en
mi lugar? En actitud agradecida por el paso de Dios en la historia, miramos la realidad
contemplativamente y desde la óptica de Jesús; luego interpretamos esta realidad con los criterios
del Evangelio y en la comunidad eclesial, para finalmente preguntarnos ¿Y ahora Qué haría Cristo
en mi lugar?
El ideal es que el cristiano haga surgir, con su actuar como discípulo, una realidad diferente, según
el plan de Dios, con el apoyo de los principios éticos, normas de juicio y criterios de acción que
enseña la DSI. Por lo tanto, el Actuar, recibe y transforma; reconoce, purifica y completa.
En algunas ocasiones se han sumado dos pasos a este método: CELEBRAR. Y, como esos pasos del
método no son compartimentos separados, sino que, como vasos comunicantes, mutuamente se
relacionan, se procura también EVALUAR, para garantizar el rumbo
Planificación Pastoral
Introducción
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¿Qué Planificarán?
¿Quiénes Planificarán?
Para mayor eficiencia, se sugiere designar comisiones de unas 3 o 4 personas (del hogar y los
centros) por cada tema que se quiere abordar, para que hagan un análisis del tema y preparen una
propuesta que luego es presentada al Equipo de planificación.
¿Cuándo Planificarán?
¿En reuniones sucesivas? ¿En una Jornada más larga? Es posible que, por un problema de tiempo,
sólo los puntos más importantes se vean en una Jornada ampliada y el resto lo defina, por
ejemplo, la directiva. En ese caso, definir qué temas se verán en el Equipo amplio y cuáles en el
grupo más restringido.
¿Cómo Planificarán?
Una vez que se haya escogido la (o más de una) necesidad(es) prioritaria(s) la pequeña comisión
ad-hoc realizará un trabajo de planificación de ese o esos problemas, para lo cual se propone
seguir las pautas que parecen a continuación y que, en lo posible, los participantes deben conocer
de antemano.
Planificación: Preguntas
1. ¿Dónde estamos? (o, ¿cuál(es) necesidad(es) hemos elegido enfrentar?)
2. ¿Dónde queremos estar? (o, ¿qué queremos lograr?)
3. ¿Qué tenemos que hacer para lograrlo?
4. ¿Cómo reconoceremos nuestros avances?
Una dificultad que observamos a menudo en el trabajo pastoral es que nos proponemos objetivos
tan ambiciosos que resultan imposibles de lograr, o tan vagos que resultan imposibles de evaluar,
generando mucha frustración en los equipos pastorales porque no saben si han avanzado o no, en
sus planes.
Objetivo General:
El objetivo general define la dirección que tomará la acción pastoral en su conjunto, da el matiz
que tendrán las respuestas a las urgencias o prioridades pastorales.
Objetivo Específico:
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Los objetivos específicos son un desglose del objetivo general, por lo que deben formularse al
menos dos objetivos específicos a partir del objetivo general. En su enunciado se utilizan
conceptos concretos que apuntan a una dimensión del objetivo general.
o Qué se va a hacer.
o Quién(es) serán los responsables de hacerlo.
o Cuando: fecha o plazo en que se desarrollará.
o Cómo: las personas, el apoyo, y los recursos físicos, económicos e institucionales que
deberán disponerse.
o En este punto es muy importante clarificar en el equipo ad-hoc, qué se necesita de parte
del Consejo Parroquial, o Dirección del Colegio, etc., dependiendo de la Unidad Eclesial de
que se trate.
o Dónde: el (o los) lugar(es) en que se desarrollará la actividad.
Planificación: Evaluación
Evaluación de proceso o funcionamiento:
Se refiere a la evaluación de los objetivos que fueron formulados en la planificación y, por lo tanto,
entrega una visión sobre la efectividad de las actividades pastorales planificadas en cuanto a su
capacidad para alcanzar los objetivos que fueron propuestos. En ciertos casos, la evaluación de
resultados permite conocer, también, posibles impactos no planeados que el plan o algunas de sus
actividades, hayan tenido en otras personas y áreas pastorales.
Se refiere a aspectos como el trabajo llevado a cabo hasta la fecha, la metodología usada y la
realización de las actividades programadas hasta la fecha, como también el desempeño de las
personas encargadas, los canales de comunicación, el clima organizacional, las relaciones
interpersonales, la infraestructura existente, etc.
37
El
Encu
entro
con
Sugerencias Para una Buena Planificación Pastoral
Jesús
en la
Pala
bra.
El
38
desarrollo
del espíritu
El encuentro personal y comunitario con
Jesucristo en la Eucaristía.
El
espíritu
misioner
o.
39