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El principio de exclusividad del Poder Judicial establece que solo los órganos que conforman el Poder Judicial pueden ejercer funciones jurisdiccionales. Esto asegura la separación e independencia del Poder Judicial respecto a los otros poderes del Estado. La Constitución Española reserva el ejercicio de la potestad jurisdiccional exclusivamente a los juzgados y tribunales determinados por la ley, excluyendo a otros órganos del Estado.
El principio de exclusividad del Poder Judicial establece que solo los órganos que conforman el Poder Judicial pueden ejercer funciones jurisdiccionales. Esto asegura la separación e independencia del Poder Judicial respecto a los otros poderes del Estado. La Constitución Española reserva el ejercicio de la potestad jurisdiccional exclusivamente a los juzgados y tribunales determinados por la ley, excluyendo a otros órganos del Estado.
El principio de exclusividad del Poder Judicial establece que solo los órganos que conforman el Poder Judicial pueden ejercer funciones jurisdiccionales. Esto asegura la separación e independencia del Poder Judicial respecto a los otros poderes del Estado. La Constitución Española reserva el ejercicio de la potestad jurisdiccional exclusivamente a los juzgados y tribunales determinados por la ley, excluyendo a otros órganos del Estado.
El principio de exclusividad consagra como prohibición de carácter
constitucional al legislador, de que atribuya la potestad jurisdiccional a órganos que no conforman parte del Poder Judicial. A través del principio de exclusividad el Estado constitucional liberal trató de asegurar la separación e independencia del Poder Judicial respecto de los otros dos poderes del Estado.
La actividad jurisdiccional está reservada en exclusiva a los órganos
íntegramente del Poder Judicial. Establece el art. 117.3 CE que el ejercicio de la potestad jurisdiccional en todo tipo de procesos, juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado, corresponde exclusivamente a los Juzgados y Tribunales determinados por las Leyes, según las normas de competencia y procedimiento que las mismas establezcan.
Denota este principio la exclusividad para el ejercicio del poder judicial
por parte de los órganos de la función judicial, excluyendo en consecuencia a las demás funciones del Estado.