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CRITICAS GENERALES A LA ESCUELA DE MILÁN

1. Como primer punto de crítica de esta escuela, es la construcción de la hipótesis


la cual trabaja bajo un supuesto de prueba y error, por ende, al momento de la
aplicación de la misma, no se tiene la seguridad de que funcione y se tendría
que formular una nueva hipótesis, lo cual desgastaría en cierto modo el análisis
realizado a la familia, haciendo que esta pudiera perder el interés de la familia
en el proyecto. Seguidamente a esto el hecho basar el describir la conducta
problemática, en vez de identificar la relación que rodea el problema hace que
tengamos una noción un poco ambigua del concepto general del problema,
pero más bien tratamos de identificar un origen rodeando a toda la familia con
preguntas para después enterarnos de donde es que se trataría. Finalmente, la
realización paradójica del “no cambio” genera un efecto provocador de la
conducta que se quiere ayudar a cambiar, y solamente se trataría de manifestar
a sabiendas del uso de esta técnica. El terapeuta debe estar muy atento al
realizar este tipo de estudio porque en cierto modo, se le podría ir de las manos
en un periodo muy rápido de tiempo si es que no lo supera manejar y el
proyecto simplemente fracasaría de manera catastrófica.

2. Por otro lado, el hecho de tener un proyecto tan amplio en donde participen
toda la familia, hace que sea un acto integral, conjunto y unido que hará que el
terapeuta ayude no solo a la persona del problema y se enfoque en delimitarlo,
si no, a todo el conjunto familiar y encontrar una solución a la afección general.
Los procesos de Circularidad y Neutralidad, nos proponen un modelo de
investigación amplia para todo el proyecto, en donde las preguntas como ¿A
quién crees que le ha afectado más el hecho de que tu hermana ya no esté en
casa por haberse casado? O similares, da a entender a todo el grupo familiar
que nos interesa saber su opinión respecto del problema y no sentirse
excluidos por ello. La neutralidad tiene una base importante al momento de
desarrollar este método, entiendo así que el terapeuta no toma partido dentro
de las acciones que se toman, más aún se designa a una persona, la cual
acredita el proceso terapéutico familiar eligiéndose al mas indicado, logrando
confianza, respeto y demás actitudes que puedan surgir a partir de este
proceso, donde a los miembros familiares del proyecto, les ayudaría de mejor
manera un agente interno de su núcleo, que el terapeuta, el cual a pesar de ser
el profesional a cargo, sería un agente externo, el cual tal vez, no llegaría a calar
tanto en las personas para así poder mejor el problema que nos trajo a
desarrollar este método.

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