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CIVILIZACIÓN TIAHUANACOTA

ANTECEDENTES

Tiahuanaco fue una civilización que tuvo su centro en el altiplano boliviano, en los
márgenes del lago Titicaca y entre el año 500 y el 1000 d. C. aproximadamente, lo
cual corresponde al Período Horizonte Medio, según la periodización tradicional del
área andina.

La ciudad de Tiahuanaco y la región sur del lago fueron considerados espacios


sagrados por los pueblos posteriores y son el lugar de origen de numerosos mitos
andinos.

Los incas los consideraban sus ancestros. La civilización surgió a partir del


asentamiento en el área de pequeñas poblaciones que entre los años 100 y 400 d. C.
absorbieron las culturas vecinas y se transformaron en un Estado
expansionista. Luego, durante los siguientes 700 años, este creó colonias hacia el sur
del territorio, llegando a los actuales territorios de Chile y el norte de Argentina.

Alrededor del año 1000, un cambio climático provocó grandes sequías y tuvo como
consecuencia hambrunas, el levantamiento de la población y la destrucción de los
principales templos de la ciudad. A partir de esto, se produjo una desintegración del
Estado que se fragmentó en numerosos señoríos.

UBICACIÓN DE LA CIVILIZACIÓN TIAHUANACOTA

La civilización tahuanacota se ubicó en el altiplano andino, en la orilla sudoeste


del lago Titicaca. Tiahuanaco y sus ciudades satélites se extendieron a lo largo del
valle del río Tiwanaku, entre las sierras Achata al norte y Quimsachata al sur.

CARACTERÍSTICAS DE TIAHUANACO

Las principales características de Tiahuanaco son las siguientes:

Era una teocracia en la que tanto el paisaje natural como el construido respondían a


principios cósmicos sagrados. La ciudad de Tiahuanaco era el eje simbólico del
Estado, la capital del imperio y el centro del universo.

El centro de la ciudad era el espacio donde se unían lo terrenal y lo sagrado. Desde


allí, canales artificiales marcaban la separación con áreas menos sagradas. La ciudad
también estaba dividida en 4 partes, de acuerdo con los puntos cardinales. En el
sector norte y en el sur se encontraban los dos principales centros ceremoniales:
el Akapana y el Pumapunku.

En el centro de la ciudad vivía la élite de sacerdotes-gobernantes. Hacia la periferia se


ubicaban los talleres de los artesanos especializados: tejedores, alfareros, canteros,
albañiles, escultores, pintores, orfebres y tejedores, entre otros.

En los barrios habitados por la élite, los palacios tenían un sistema de agua de
manantiales que proveía el consumo doméstico y una red de desagües que llevaba las
aguas servidas hasta el río Tiwanaku.

Alrededor de la ciudad de Tiahuanaco, ciudades satélites como Lukurmata, Pajchiri,


Khonto, Wankane y Ojje, cumplían distintas funciones: organizaban el espacio rural, se
ocupaban de cuestiones administrativas y comerciales, cumplían la función de centro
ceremonial y ritual, y eran centros de peregrinaciones.

Se estima que la ciudad de Tiahuanaco llegó a tener entre 30 y 60 mil habitantes. Las
ciudades cercanas tenían unos 10 mil cada una.

En las extensas áreas rurales vivía la mayor parte de la población, que eran los
campesinos. Estos habitaban viviendas de barro con techo de paja, construidas sobre
montículos, y se ocupaban de la producción agrícola.

Religión de la civilización Tiahuanaco

Como Imperio teocrático, la vida en Tiahuanaco estaba regulada por los rituales y


las ceremonias. La concepción del tiempo era mítico y cíclico. Las acciones humanas
recreaban los sucesos míticos.

A partir de las imágenes de las esculturas de piedra, los textiles y la cerámica, se sabe
que rendían culto al personaje conocido como «Señor de las Varas» y también a un
personaje con colmillos de felino, ambos comunes en el área andina.

Loa tahuanacotas realizaban rituales chamánicos en los que, mediante el consumo de


sustancias alucinógenas, los chamanes mediaban entre la gente y los dioses.

Practicaban además sacrificios humanos rituales y realizaban los enterramientos de la


élite con ajuares que incluían llamas, objetos de oro, cobre y plata, piedras preciosas y
cerámicas.
La cultura Tahuanacota se desarrolló en tres periodos:
PERÍODO ALDEANO: ÉPOCAS I Y II 1580 A. C. - 45 D. C

En este periodo el sitio de Tiwanaku estaba ocupado por una pequeña aldea con
casas rectangulares techadas a dos aguas a las que se adosaba un recinto circular,
posiblemente destinado a la cocina. Los cimientos eran de piedra y los muros de
adobe; pequeñas calzadas unían las viviendas. No se han encontrado vestigios de
arquitectura religiosa o monumental, ni tampoco hay indicios de que existieran clases
sociales. Los enterramientos se realizaban directamente en cestas de piedra. Los
cuerpos hallados indican que se practicaba la deformación craneana. Su economía se
basaba en el cultivo de papa, que para su almacenaje era deshidratada en la forma
que hoy se conoce como chuño; así mismo se cultivaba la oca. Uno de los elementos
decisivos fue la domesticación de la llama, lo que permitió el pastoreo; formaban
caravanas que sirvieron para el intercambio de productos. La lana fue necesaria para
la textilería y su carne servía de alimento.

Mantenían un comercio suplementario a través del intercambio de flechas


de obsidiana, tan características de la cultura Wankarani. Se traía la sodalita para la
manufactura de cuentas que utilizaban como ornamento; también se traía helio basalto
de las canteras de Querimita. Se conocía el cinabrio, cuyo color rojo se utilizaba en los
enterramientos. Se trabajaba el cobre incluyendo el vaciado. Asimismo se trabajaban
el oro y la plata. En el periodo aldeano hay dos tipos de cerámica; uno de ellos —que
tiene similitud con la Pucara— es incisa y pintada de color marrón, rojo y blanco sobre
fondo castaño claro. Son notables las vasijas globulares decoradas con esta técnica;
algunas presentan un felino con el cuerpo de perfil y el rostro humanoide de frente.
Otras vasijas tienen forma de aves. El segundo tipo carece de pintura y algunas de sus
piezas están modeladas en forma antropomórfica (figura humana).

URBANO: ÉPOCAS III Y IV 45 D. C. - 700 D. C.

En el siglo II, Tiahuanaco dejó de ser la aldea concentrada de los primeros tiempos


para convertirse en una gran urbe ceremonial que tiene dos centros dominantes:
el conjunto de Akapana con los edificios que la rodean y el Puma Punko situado al
suroeste de Akapana. Ambos muestran la estructura doble de Tiwanaku, que
evidencia la visión propia de la sociedad andina, división que pervive hasta la llegada
de los españoles y aun después. Todas las urbes andinas, incluyendo Cuzco, se
dividían en dos: Anan (los de arriba) y Urin (los de abajo).

Se desarrolla un estilo alfarero realista y único, que influenciaría a otras culturas como
la wari.
Este estilo se caracteriza por el uso del zigzag y las formas geométricas, se emplea
las formas antropomorfas y la representación de la fauna nativa al estilo Tiahuanaco,
se plasma la creencia y religión de Tiahuanaco en sus esculturas y cerámicas.

IMPERIAL: ÉPOCA V 700 D. C. - 1187 D. C.

En el siglo VIII, Tiahuanaco se expande sobre la base de los enclaves preexistentes,


tanto en la costa como en los valles interandinos; así mismo, extiende su influencia
sobre el altiplano y la sierra. Esta expansión territorial se argumenta que fue posible
gracias a diversas estrategias como la «verticalidad», el control directo de la actividad
agrícola y una economía basada en la producción e intercambio de bienes de prestigio
de corte religioso. La expansión se evidencia por la difusión de los símbolos y
elementos tahuanacotas, que aparece en la cerámica y los textiles de todo el ámbito
conquistado. Esta expansión llegaría hasta el norte de Chile (San Pedro de Atacama),
deja su huella en los valles de Cochabamba y avanza por el oeste hasta Cerro Baúl,
en la moderna Moquegua, donde entran en contacto con el imperio huari, con el que
se relaciona económicamente e ideológicamente. Ante la caída del imperio huari en el
siglo X, Tiahuanaco también entra en decadencia, sucede una grave crisis política y
social, debido a las malas cosechas realizadas acarreadas por las sequías del lago
Titicaca. En el siglo XII se da una cruenta guerra civil, debido a esto el colapso es
inevitable y la región del imperio de Tiahuanaco queda fragmentada en estados
regionales aimaras entre los que se destacan el reino colla, el reino lupaca y el reino
pacajes.

ORGANIZACIÓN POLÍTICA Y SOCIAL DE LA CULTURA TIAHUANACO

ORGANIZACIÓN POLÍTICA

El Estado tahuanacota era una teocracia imperial. Durante su apogeo controló y


estableció colonias en territorios alejados.

El gobierno era ejercido por una jerarquía de sacerdotes-guerreros que podían


conectarse con las fuerzas sobrenaturales y controlar los fenómenos naturales.

ORGANIZACIÓN SOCIAL

La sociedad tahuanacota era jerarquizada. Existían 3 grupos sociales:


En la parte más alta estaba la élite de sacerdotes-guerreros, quienes ocupaban
puestos religiosos y políticos.

En el medio existía una clase de artesanos especializados.

El lugar más bajo de la sociedad lo ocupaban


los campesinos, pastores y pescadores, los cuales sostenían la economía del Estado.
Durante el tiempo en que no trabajaban en el campo, los campesinos se ocupaban de
la obra pública: construcción de palacios, caminos, canalizaciones, etc.

ECONOMÍA DE LA CIVILIZACIÓN TIAHUANACO

La economía de Tiahuanaco se basaba en la producción agrícola y en el intercambio


de bienes de lujo con regiones periféricas.

Se cultivaba con distintas técnicas: en depresiones cavadas en el suelo, en andenes


en las laderas de las montañas y en camellones. Esto les permitía obtener gran
variedad de productos como papas, oca, quinua, maíz, etc.

El comercio de larga distancia se realizaba con tropas de llamas cargueras que eran
propiedad del Estado. Estas caravanas proveían a la élite tahuanacota de los bienes
de lujo que consumía y contribuía a la expansión del imperio.

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