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El caso de Milton.

(Teasing)

Milton, alumno de quinto grado con el antecedente de ser muy inquieto y grosero durante años escolares pasados, conducta
que ha salido del control de las manos de los docentes e incluso del directivo. Señalado por los padres de familias como un niño
problema, el cual intentan evitar tener contacto con sus hijos por ser mala influencia, al mismo tiempo que los alumnos lo rechazan
calificándolo como un compañero malo.

Al llegar la fecha de inscripción para el quinto grado, la madre de familia quién es la que asiste a realizar dicho proceso,
después de proporcionar los documentos correspondientes, da la recomendación al docente, que debe de tener mucha atención en
su niño porque "es problemático", comentario que el docente toma a mal por parte de la madre de familia, diciéndole que no debe
de dar esa carta de presentación de su hijo, ya que puede generar mayor frustración en él.

El alumno Milton cursó en la escuela quinto y sexto grado con el mismo docente y grupo, durante estos dos períodos, la
conducta del alumno se vio manifestada por el uso de un vocabulario inapropiado, tanto sus compañeros de grado como a otros sin
importar sexo ni edad, palabras altisonantes. Era una de sus formas más comunes de comunicarse con sus compañeros, que al
analizarse en pláticas con el alumno, el docente se deduce, que para él no son agresiones sino una forma común de poder comunicarse,
y de alguna manera agradable para su persona.

La etiqueta dada a Milton, que tanto padres de familia como compañeros que ya habían convivido con él en años anteriores,
lo marcaban como una persona indeseable, lo consideraban grosero, impertinente y agresivo. Cuando se les llegó a cuestionar a
madres de familia ¿qué es lo que hacía?, generalmente no sabían precisar, terminando con la frase “así lo conocen siempre", lo cual
determinaba que de una u otra manera, agregado a su conducta, los malos comentarios sobre su persona, habían marcado de esa
manera.

Milton generalmente explotada diciendo muchas palabras altisonantes (palabras ofensivas, burlas y apodos grotescos),
cuando algo le salía mal o como resultado de una emoción tanto positiva como negativa dentro de una actividad. Se relacionaba con
sus compañeros para jugar, pero era brusco de momentos y su lenguaje siempre fue marcado por groserías y ofensas tanto para la
persona en sí, como para sus familiares, mayormente directa hacia la mujer.

El docente al platicar con el alumno, para poder hacerle entender que su manera de actuar y de hablar no era la correcta
para todos, se buscó alternativas para poder modular su conducta, sin embargo reincidía. Constantemente le preguntaba, ¿por qué
razón faltaba respeto a sus compañeros, que si no se daba cuenta de lo que hacía? ya que la mayor parte de las veces, aunque lo veía
o escuchaba uno mismo, hacer o decir las cosas, lo negaba. Argumentaba que no sabía por qué razón lo hacía, que lo intentaba pero
no lo lograba.

Una de las alternativas que se tomó por parte del docente, fue el negociar con los alumnos del grupo, pidiéndoles que
entendieran las reacciones de su compañero, que si les llegaba a decir alguna cosa ofensiva, no respondieran a su agresión, ya que
generalmente lo hacían, y que entendiéramos que sus impulsos de momentos no los podía controlar él, y tendríamos que apoyar.
Otra alternativa para manejar su conducta de Milton, fue el dejar de considerarlo un problema para la gente, tratando de generar en
todo momento empatía, ya que no era correcto tratarlo así, por el contrario entenderlo como persona.

Los logros que se tuvieron en el manejo de la conducta de Milton, fueron pocos, ya que a pesar de que la madre de familia lo
llevaba atención psicológica, no sé progreso mucho para erradicar esa conducta violenta, pero el grupo logró sobrellevar la convivencia
con su compañero, en el trabajo en equipos se exigía incorporarlo en un primer momento, posteriormente ya no había necesidad de
exigirlo ya trataban sus compañeros de integralo por iniciativa propia.

En el trabajo de equipo, se procuraba siempre estar al pendiente de sus reacciones, cuando no eran favorables se hablaba de
inmediato con él, para frenarlas y modificarlas. Se procuró elevar su autoestima, reconociendo características y desempeños
destacados en su trabajo, ya que era una persona muy observadora y detallista, le gustaba dibujar, y documentarse en internet sobre
información de matemáticas, que resultó ser una asignatura que se le facilitaba. En ciertos momentos mostraba una madurez mental
mayor a su edad.

La conducta de Milton, siempre resultaba ser muy introvertida, muchas de las veces aislado de los demás, a consecuencia de
calificativos que no tenían sustento total, a pesar de su forma de conducirse a los demás verbalmente, violentaba a los demás, pero
nunca fue violencia física.

La madre de familia argumentó que el psicólogo lo había canalizado con el psiquiatra, y que lo iban a medicar para poder
controlarlo, ya que ni ella podía hacerlo.

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