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ACOSO ESCOLAR

¿QUÉ ES EL ACOSO ESCOLAR?


Es una forma de violencia entre compañeros en la que uno o varios alumnos molestan y agreden de manera
constante y repetida a uno o varios compañeros, quienes no pueden defenderse de manera efectiva y
generalmente están en una posición de desventaja o inferioridad.
 El acoso escolar puede causar daños físicos, sociales o emocionales en quienes lo sufren. Los estudiantes que
son víctimas de acoso escolar no suelen defenderse, al principio creen que ignorando a sus agresores, el acoso
se detendrá. Tampoco suelen decir a sus padres y maestros que están siendo acosados por temor. Por ello es
necesario generar en la familia apertura para que los hijos nos cuenten lo que ocurre en la escuela e intervenir
para detenerlo.
Tienes derecho a convivir en paz, a ser tratado con respeto y a ser protegido de situaciones de riesgo. También a
recibir una educación en la que aprendas a convivir, a seguir aprendiendo, a ser mejor persona cada día y a
desarrollar tu potencial.
¿Cómo se puede evitar?
Los padres, el personal educativo y otros adultos que se preocupan sobre el problema tienen un rol que
desempeñar en la prevención del acoso. Ellos pueden:
Ayude a los niños a entender el acoso Explicarles qué es el acoso y cómo enfrentarlo de manera segura.
Decirles a los niños que el acoso escolar es inaceptable. Asegurarse de que los niños sepan cómo recibir ayuda.
Mantener abiertas las líneas de comunicación. Hablar con los niños de forma regular. Escucharlos. Conocer a
sus amigos, preguntarles sobre la escuela y comprender sus preocupaciones.
Aliente a los niños a hacer lo que aman. Las actividades, intereses y pasatiempos especiales pueden estimular la
confianza, ayudar a los niños a hacer amigos y protegerlos de situaciones de acoso.
Dé el ejemplo de cómo tratar a otros con amabilidad y respeto.
Las investigaciones revelan que los niños acuden a sus padres y cuidadores para obtener consejos y ayuda antes
de tomar decisiones difíciles. En ocasiones, pasar 15 minutos al día hablando puede demostrarle a los niños que
pueden hablar con sus padres si tienen algún problema.
Además del daño físico y emocional que provoca la violencia, quienes viven en esas condiciones corren el
riesgo de aprender a reaccionar con violencia, acostumbrarse a ella y a creer que es parte de la vida diaria ser
maltratado, ofender a los demás o hacerles daño.
Si se aprende a reaccionar con violencia, también se puede aprender a convivir de manera respetuosa y a
resolver los conflictos utilizando el diálogo. Un primer paso para prevenir y manejar la violencia es aprender a
reconocerla y comprender que nadie debe maltratar ni ser maltratado.
Aunque no se pueden evitar, los conflictos pueden manejarse a tiempo para que las pequeñas diferencias no
crezcan y se conviertan en un problema de graves consecuencias. Para ello se requiere comprender cómo
surgen, se desarrollan y se resuelven los conflictos, aprender a responder sin violencia y a eliminar las actitudes
que empeoran los conflictos.
Es fundamental, entender que todos somos responsables para atender el acoso escolar: autoridades, directores,
docentes, familias y tú.
La invisibilidad del Bullying por parte de las personas adultas convierte en fundamental el conocimiento de los
distintos perfiles de alumnos involucrados en estos actos, ya que pueden proporcionar pistas ante posibles casos
de acoso y mantener los niveles de alerta y vigilancia sobre los chicos y chicas con mayores factores de riesgo.

El perfil del tipo agresor o acosador


-Personalidad irritable y agresiva.
-Bajo autocontrol.
-Ausencia de empatía.
-Tendencia a las conductas violentas y amenazantes.
-Impulsivo.
-Su rendimiento académico suele ser bajo. En ocasiones es algo mayor que el resto de la clase por
haber repetido uno o varios cursos.
-Su comportamiento en el aula se caracteriza por las salidas de tono, las bromas fuera de lugar e
incluso actitudes desafiantes frente a profesores y compañeros.
-Es posible que pertenezca a una familia desestructurada, con antecedentes de violencia doméstica.
-Físicamente fuerte.
-Asume el rol de líder ante un grupo de alumnos de características psicológicas parecidas o que buscan
reconocimiento e integración en el grupo.
La víctima
Aunque algunos estudios identifican una serie de características psicológicas o de actitud y comportamiento
comunes en las víctimas de bullying, lo cierto es que constituyen un grupo tan variado y heterogéneo que por
desgracia cualquier alumno puede convertirse en blanco de las burlas de un grupo de agresores, muchas veces
sin otro motivo que el puro azar. No obstante, existen algunos factores que multiplican las posibilidades de
sufrir acoso:
Sufrir alguna discapacidad física o psíquica.
Tener algún tipo de trastorno del aprendizaje, especialmente los problemas relacionados con el lenguaje oral
porque son muy evidentes y fácil objeto de burlas.
Haber padecido acoso escolar con anterioridad.
Pertenecer a un grupo étnico, religioso, cultural o de orientación sexual minoritario.
Una vez ha comenzado el acoso, tener una personalidad introvertida o reservada o una mala comunicación con
padres o profesores dificulta que los chicos denuncien las situaciones a tiempo, con el consiguiente peligro de
que el acoso vaya más, agravándose sus consecuencias y complicando su resolución.
Los observadores
Probablemente es el grupo con un perfil menos definido. Se trata del grupo de compañeros que colaboran con el
acoso y en gran medida lo hacen posible por no denunciarlo a padres o profesores. Su actitud puede ser de
colaboración, jaleando las acciones e incluso grabándolas con las cámaras de los móviles. Pero incluso si se
limitan a no hacer nada, su actitud pasiva refuerza la conducta de los agresores, pues no deja de ser una forma
de aprobación.

SAMANTHA CAMILA VELA LOPEZ


2. DO B

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