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DISCAPACIDAD

VISUAL
Mg, Fiorela N, Alva R.
CARACTERÍSTICAS DE LOS NIñOS Y NIñAS CON
DISCAPACIDAD VISUAL
(DV)
Esta discapacidad se refiere a diferentes dificultades relacionadas con la visión, debido a
la carencia, disminución o defecto del órgano principal de este sentido, que es el ojo; en
consecuencia existen diferentes tipos y grados de discapacidad visual.
En términos generales se establecen dos grandes grupos:

Ceguera: Baja visión:


Pérdida parcial de
Pérdida total de la visión o percepción sólo de la visión que permite percibir
luz, bultos y algunos colores intensos que objetos y discriminar letras,
pueden ayudar para la orientación y el
desplazamiento de la persona ciega. números y otros caracteres
impresos, con ayudas ópticas.
como lentes, lupas, etc.
Dos grupos cuando nos referimos al momento de
aparición del déficit visual:

Ceguera congénita,
Cuando la ceguera se presenta al momento del
nacimiento
o en los primeros días o semanas de nacido

Ceguera adquirida,
cuando la discapacidad se produce después de los doce
meses de nacido y el niño ha tenido experiencias visuales, aún con grandes
dificultades, van a ser importantes para su desarrollo posterior.
ESTRATEGIAS DE ATENCIÓN A NIÑOS Y NIÑAS CON
DISCAPACIDAD
VISUAL
Estrategias didácticas para el trabajo en el aula
Estrategias para el trabajo con la familia
¿cuáles son las principales necesidades que se deberían cubrir para
mejorar el día a día de los alumnos con problemas de visión?

TENER UNA BUENA ORGANIZACIÓN EN EL AULA Y EN EL CENTRO


Si el entorno permanece, en la medida de lo posible, estable será más fácil para el alumno orientarse y
desplazarse por sí solo.
ENSEÑARLE A SER AUTÓNOMO
No solo a la hora de moverse por el centro, también en su cuidado personal o el uso del material
escolar.
DESARROLLAR SU CAPACIDAD VISUAL
Si el niño posee restos visuales, por mínimos que sean, el educador debe aprovecharlos. La percepción
visual también se puede aprender. De hecho, la ONCE cuenta con diversos programas de estimulación
visual para edades tempranas, entre ellos, el programa EVO para niños de entre 4 y 13 años.
Además, en el aula ordinaria se debe cuidar la luz y la presentación de los materiales. Por ejemplo,
ampliando las imágenes en las pizarras electrónicas o permitiendo al alumno que use el ordenador
Estimular el resto de sentidos
Es fundamental la estimulación del resto de sentidos del alumno, especialmente el táctil, para
que pueda absorber toda la información que le rodea. Es importante disponer de material para
trabajar el tacto —por ejemplo, de fichas en relieve—: un paso previo para el aprendizaje del
sistema de lectoescritura con braille.
Fomentar el juego simbólico
Los niños ciegos muestran mayores dificultades y retraso a la hora de desarrollar la capacidad de
representar los objetos en su mente. Desde la escuela y en el seno de la familia es prioritario que se ayude a
trabajar la imaginación. En este sentido, es recomendable ofrecer al niño juguetes que representen objetos
reales e ir introduciendo algunos más abstractos. Los juegos de rol con el educador también le ayudarán a
construir situaciones y diálogos ficticios.
Potenciar el trabajo en grupo
Además de facilitar la inclusión del alumno en el aula, el trabajo cooperativo con sus iguales mejorará sus
competencias sociales y sus habilidades comunicativas. El niño aprenderá a identificar las emociones de los
otros por vía auditiva y a normalizar el contacto físico con sus compañeros.

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