Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Galeno (130-200).
AUTORES
IX
I. SALUD Y ENFERMEDAD
XI
V. ENFERMEDADES CRÓNICAS
XV
Coordinar un libro así exige ante todo una gran valentía, dado el
esfuerzo y dedicación que precisa tanto escribir como coordinar la
redacción de éste, que presenta de forma clara y amplia el complejo
campo de la Salud Pública.
Pero si a este hecho se suma, como en este caso, una segunda edi-
ción, traduce no solo que la primera ha tenido éxito, sino que se man-
tiene la ilusión por actualizar y poner al día la vorágine de cambios en
los conocimientos de nuestra disciplina. Todos sabemos que muchos
libros son flor de un día, y evidentemente este no es el caso.
La Salud Pública es el resultado del esfuerzo multidisciplinar en el
que un gran número de técnicos, de diferente formación, trabajan de
forma coordinada e integrada para garantizar la Salud de la población.
Este es un magnifico libro de consulta para los diferentes profesio-
nales, que con un origen multidisciplinar están interesados en la Salud
Pública, así como para los alumnos que cursan estudios de Ciencias
de la Salud y que precisan una información actual y rigurosa de estos
temas.
La obra reúne un grupo de excelentes profesionales, conocedores
de los problemas relacionados con la Salud Publica y que creo que
en los contenidos del libro aportan una visión vigente y basada en la
evidencia científica actual.
En esta obra y a lo largo de 66 capítulos, los autores recorren de
una forma concisa los diferentes aspectos relacionados con la preven-
ción de las enfermedades y la Salud Pública.
Existen numerosos tratados de Medicina Preventiva y Salud Públi-
ca en el mercado, pero ninguno con la orientación y nivel de este libro.
La claridad, concisión, concreción y lectura fácil de los contenidos
son una garantía de accesibilidad para muchos estudiantes y profe-
sionales de Ciencias de la Salud, o sencillamente interesados en estos
campos, que frecuentemente se enfrentan a otras obras de contenido
enciclopédico, cuya lectura es mucho más farragosa debido al gran
número de tecnicismos y a sus contenidos excesivamente exhausti-
vos, para los que se requieren unos mínimos conocimientos previos
y haber sido iniciados en la Salud Pública, cosa que en caso de los
estudiantes y de aquellos que se inician en esta disciplina no siempre
están presentes. Creo que en este sentido llena un vacío importante.
No obstante lo anterior, esta obra hace un repaso por todos los
grandes temas relacionados con la Salud Publica, incluyendo algunas
XIX
XXIII
6$/8'<(1)(50('$'
GHKDFLQDPLHQWRHODSRUWHVX¿FLHQWHGHDJXDFRUULHQWHHOLPLQDFLyQ
de aguas residuales, y por supuesto las mejoras en la nutrición en
general y de las madres y niños. Desde entonces y hasta hoy, la mor-
talidad no ha dejado de disminuir y la esperanza de vida de crecer. El
aumento de la ingesta de proteínas y calorías, especialmente en los
niños, es una de las causas de la intensa disminución de la mortalidad
infantil habida en Europa y Estados Unidos.
En resumen, la reducción de las injusticias y los desequilibrios so-
ciales, por cambios en la legislación, así como las mejoras ambientales,
fueron decisivas para que el aumento de la riqueza generado por la in-
dustrialización tuviese un impacto en el aumento de la esperanza de vida.
La manipulación y conservación de los alimentos sólo empieza
a mejorar en el siglo XX, porque hasta la aparición de la refrigera-
ción, los procedimientos eran los tradicionales, como por ejemplo
las salazones.
Todos estos avances, principalmente en nutrición y saneamiento,
junto con los tratamientos médicos, los antibióticos y las vacunas, hi-
cieron que se hayan reducido a mínimos las enfermedades infectocon-
tagiosas en una veintena de países desarrollados.
'H XQD PDQHUD VLPSOL¿FDGD \ GHVGH HVWD SHUVSHFWLYD KLVWyULFD
podemos diferenciar varios grupos de enfermedades.
BIBLIOGRAFÍA
SALUD PÚBLICA
Protección de la salud
HVWiQOHJLVODGDVSRUODVGLYHUVDVDGPLQLVWUDFLRQHV\VX¿QHVSURWHJHU
la salud de los ciudadanos.
([LVWHQGLUHFWLYDVFRPXQLWDULDVTXHVHWUDQVSRQHQDODOHJLVODFLyQ
nacional y autonómica, sobre etiquetado de productos, residuos pe-
ligrosos, aditivos conservantes, niveles guía de sustancias potencial-
mente nocivas en el agua de bebida, depuración de aguas residuales y
numerosas medidas de inspección y control.
Los reglamentos de actividades nocivas, molestas y peligrosas son
ejemplos de medidas legislativas en materia de protección de la salud
en el ámbito local.
Las actividades de protección y defensa de los consumidores, en
ORTXHVHUH¿HUHDOFRQWUROGHFDOLGDG\VHJXULGDGGHORVSURGXFWRVD
la venta, son claramente medidas de protección de la salud. También
es protección de la salud la legislación sobre prevención de riesgos
laborales.
El ámbito de la salud pública orientado a la protección de la salud
es multidisciplinar y en él trabajan, además de los legisladores, médi-
cos y enfermeros, ingenieros, veterinarios, farmacéuticos y técnicos
de diversas especialidades, incluyendo informática, logística o la po-
licía. Gran parte de la inspección sanitaria está orientada a la protec-
ción de la salud. Casi todas las actividades humanas, de un modo u
otro, bien sea por el movimiento de personas, animales o mercancías,
así como por el uso de máquinas y tecnologías, pueden afectar de un
modo u otro a la salud, por eso es preciso que cumplan unos requisitos
en materia de protección de la salud.
Los requisitos de construcción y las condiciones de habitabilidad
de las viviendas están también orientadas a la protección de la salud.
La protección de la salud es una actividad transversal que se está sub-
yacente en la práctica totalidad de las actividades humanas.
BIBLIOGRAFÍA
15
2320,4
2500
2000
1500
1000
0
Millones de $ Canadienses 1973-74
BIBLIOGRAFÍA
21
NIVELES DE PREVENCIÓN
BIBLIOGRAFÍA
MEDICINA COMUNITARIA
25
ATENCIÓN PRIMARIA
WHVDUHVROYHUVXSUREOHPDGHFXLGDGRVVLQTXHH[LVWDXQDYHUGDGHUD
FRRUGLQDFLyQ HIHFWLYD FRPR VH VXSRQH TXH H[LVWH HQ XQ FHQWUR GH
salud.
Los sistemas informáticos modernos, conectados por Internet, han
permitido una mayor coordinación y reducción de la variabilidad en-
tre profesionales médicos en países como Italia.
ATENCIÓN ESPECIALIZADA
4XHODVDOXGSXHGHYHUVHDIHFWDGDSRUHOPHGLRGRQGHYLYLPRV
4 XHDODVDOXGVHODSXHGHIDYRUHFHURQRVHJ~QODVQRUPDVR
costumbres de alimentarse, vestirse, desplazarse, relacionarse,
y muchas más acciones vitales.
4XHH[LVWHQIDFWRUHVVRFLDOHV\HFRQyPLFRVTXHSXHGHQDOWHUDU-
se a favor o en contra de la salud.
4XHDVtFRPRODVDOXGIDYRUHFHWHQHUPiVDxRVORVDxRVGHEHQ
mantener la salud.
4XHODVDOXGDOVHUXQELHQVRFLDOSXHGHVHUUHSDUWLGDHTXLWDWL-
vamente entre las distintas edades y clases que componen una
comunidad.
29
4
XHGLFKRUHSDUWRHTXLWDWLYRGHEHFRPHQ]DUFRQODLJXDOGDGGH
oportunidades educativas de las distintas clases y grupos sociales.
4XHODVFXOWXUDVRFFLGHQWDOHVHVWiQHQFRQWLQXDUHQRYDFLyQSRU
lo que la tramitación de comportamientos debe estar acorde con
las nuevas necesidades.
<¿QDOPHQWHTXHODHGXFDFLyQSDUDODVDOXGHVWiIXQGDPHQWDGD
HQXQDQXHYD¿ORVRItDGHODYLGDGHODSHUVRQD$VSLUDDVXGHVD-
rrollo integral y a conseguir la felicidad personal, familiar y social.
(QGH¿QLWLYDVLHQWHQGHPRVTXHODVDOXGHVXQELHQDOTXHKD\TXH
aspirar, debemos considerarlo también como un derecho por el cual
GHEHPRVOXFKDUSDUDSUHYHQLUGH¿FLHQFLD\HQIHUPHGDG
La educación para la salud tiene que estar fomentada, estimulada
y desarrollada desde las instituciones democráticas, tanto centrales
como locales, como los ministerios, autonomías y ayuntamientos.
Pero nuestra civilización, con todas sus necesidades y nuevas for-
mas de vida, no se mantendrá equilibrada si no damos a las personas
todos los resortes y conocimientos necesarios para adaptarse indivi-
dual y colectivamente a la sociedad actual. Ese aprendizaje debe rea-
lizarse desde la familia, y fomentarse mucho en las escuelas de los
futuros padres. Así es como generación tras generación podrán ser
observados los resultados de la Educación para la Salud en la socie-
dad del siglo XXI.
Realmente sabemos que la educación para la salud no es la pana-
cea que resuelve todas las situaciones, pero sí sabemos que favorece
ODVDOXGWDQWRLQGLYLGXDOFRPRVRFLDO'LFKDD¿UPDFLyQQRHVJUDWXLWD
VLQREDVDGDHQHVWXGLRVFLHQWt¿FRV\VRFLRVDQLWDULRVGRQGHVHUHODFLR-
nan la educación y la salud.
La educación para la salud es una herramienta de trabajo para
favorecer o incrementar la salud de la población.
LA CONDUCTA HUMANA
([SRVLFLyQDOPHQVDMH
2. Atención al mensaje.
3. Comprensión del mensaje.
4. Aceptación o rechazo de la opinión, presentada en el mensaje
(cambio de actitud o no).
5. Persistencia del cambio de actitud.
6. Cambio de conducta.
BIBLIOGRAFÍA
Enfoque tradicional
35
YDPHQWHLPiJHQHVVRFLDOHVFRQFLHQFLDGHODLQÀXHQFLDGHODPELHQWH
y de los factores psicológicos y sociales.
Generalmente abarca dos periodos para desarrollarse, que son: pri-
mitivo (usa los medios para ampliar la acción del enfoque tradicional,
utiliza los medios pero no las técnicas de la publicidad) y posterior
(utiliza técnicas de estudio de mercados y promoción como la publi-
cidad, imagen atractiva de la salud).
Enfoque sociopolítico
Enfoque epidemiológico
Enfoque comunitario
¢&XiOHVHOREMHWLYRTXHVHTXLHUHDOFDQ]DU"
¢ &XiOHVVRQODVIRUPDVGHSDUWLFLSDFLyQQHFHVDULDVSDUDFRQVH-
JXLUGLFKRREMHWLYR"
¢4XpDFFLRQHVGHHGXFDFLyQSDUDODVDOXGVRQQHFHVDULDVSDUD
DOFDQ]DUGLFKDSDUWLFLSDFLyQ"
3DUWLFLSDFLyQDWUDYpVGHODH[SUHVLyQGHQHFHVLGDGHV\SULRULGDGHV
adecuación de mensajes, búsqueda de recursos, evaluación en aspec-
tos cualitativos, dinámica, desarrollo comunitario.
Tipos de participación
Medios visuales
DODEUDHVFULWDRFRORUGLEXMRIRWRJUDItD
3
+RMDVSOHJDEOHVIROOHWRVOLEURVKLVWRULHWDV
3UHQVDSHULyGLFRV\UHYLVWDVDQXQFLRVDUWtFXORV\HQWUHYLVWDV
9DOODVSDQWDOODVPyYLOHVDQXQFLRVOXPLQRVRV
)UDQHORJUDPDVSODVWLJUDPDVSL]DUUDVPDJQpWLFDV
'LDSRVLWLYDV¿OPLQDV
2UGHQDGRUHV,QWHUQHW
0RGHORV X REMHWLYRV D WUDYpV GH UHSUHVHQWDFLRQHV R VRFLRGUD-
PDVPXxHFRVMXHJRVJORERVH[SRVLFLRQHV\PXVHRV
Medios auditivos
3DODEUDKDEODGDDPELHQWDFLyQ
Medios audiovisuales
&LQHSHOtFXODVLQIRUPDWLYDVRSHOtFXODVGUDPiWLFDV
7 9SXEOLFLGDGSURJUDPDVLQIRUPDWLYRVSURJUDPDVGHEDWHV\HQ-
trevistas.
9tGHRV
7RGDVODVQXHYDV7HFQRORJtDVGH,QIRUPDFLyQ\OD&RPXQLFDFLyQ
(TICs).
Medios participativos
UDPDWL]DFLyQHVSRQWiQHD
'
*UXSRVGHGLVFXVLyQ
$FRQWHFLPLHQWRVGHSRUWLYRVPDUFKDVMXHJRV
$FRQWHFLPLHQWRVVRFLDOHVIHULDVUHXQLRQHV
BIBLIOGRAFÍA
/D VDOXG UHSURGXFWLYD VH GH¿QH FRPR OD FRQGLFLyQ GH ELHQHVWDU ItVL-
co, psicológico y sociocultural en los aspectos relativos a la capacidad
reproductiva de la persona, que implica que se pueda tener una vida
VH[XDOVHJXUDODOLEHUWDGGHWHQHUKLMRV\GHGHFLGLUFXiQGRWHQHUORV
ANTICONCEPCIÓN
Métodos de barrera
'HWRGRVHOORVHO~QLFRUHDOPHQWHH¿FD]DFFHVLEOH\TXHVHGHEHUHFR-
PHQGDUFRQIXHU]DHVHOSUR¿OiFWLFRRSUHVHUYDWLYR
41
Anticoncepción hormonal
ANTICONCEPCIÓN DE EMERGENCIA
(Q((88VHSURGXFHQDODxRDSUR[LPDGDPHQWHXQPLOOyQGHHPEDUD-
zos entre adolescentes. Una adecuada prevención requiere importan-
tes dosis de educación para la salud y en particular un conocimiento
correcto de la anticoncepción.
La conocida como píldora del día después no es una píldora abor-
tiva, sino un fármaco que provoca la menstruación, sea cual sea el
momento del ciclo, y por lo tanto impide la gestación.
En las 24-48 horas posteriores al coito, es decir, cuando aún no
hay gestación, porque el eventual cigoto o no se ha formado o no se
ha implantado, si se provoca una menstruación se impide el embarazo
antes de que este suceda.
Su único riesgo ocasional es el dolor abdominal de tipo calambre,
SRUODVFRQWUDFFLRQHVXWHULQDVRHOVDQJUDGRH[FHVLYR
Conviene reforzar la educación sanitaria para que las adolescentes
HQSDUWLFXODUFRPSUHQGDQTXHHVWHPpWRGRGHEHVHUGHXVRH[FHSFLR-
nal. Cuando una mujer demanda por primera vez la anticoncepción de
emergencia es el momento de proponerle una medida anticonceptiva
formal, adecuada a su edad y deseos, así como hacer énfasis en la
prevención de las ETS.
(OPRGHORGHUHODFLyQDFWXDOPiVH[WHQGLGRHQWUHMyYHQHVHVHO
de ¿GHOLGDGHVVXFHVLYDV, y es desde esta perspectiva realista desde
la que se debe trabajar mediante educadores en la escuela, centros
GH SODQL¿FDFLyQ DJUXSDFLRQHV MXYHQLOHV \ GHSRUWLYDV ORV D\XQWD-
PLHQWRV HWF SDUD SURPRYHU HO XVR GHO SUR¿OiFWLFR HQWUH ORV DGR-
lescentes.
En 2010 se derogó la ley de supuestos por una ley de plazos,
semejante a la de muchos países desarrollados del mundo, según
la cual cada mujer podía decidir de forma libre su derecho a la in-
WHUUXSFLyQGHOHPEDUD]RKDVWDODVHPDQDGHJHVWDFLyQH[LJLpQ-
dose solo una correcta información. En 2012 se está planteando la
derogación de esta ley, con la consiguiente inseguridad jurídica para
mujeres y médicos.
$OLJXDOTXHFRQORVHPEDUD]RVHOSUR¿OiFWLFRHVODFODYHGHODSUH-
YHQFLyQSULPDULDGHODV(766XH¿FDFLDHVVXSHULRUDODGHPXFKDV
vacunas actuales.
La utilización del preservativo debe ser correcta, colocándolo en
el momento de la erección completa y antes de cualquier contracto
VH[XDOHYLWDQGRVXURWXUD\ODXWLOL]DFLyQGHVXVWDQFLDVTXHSXHGDQ
dañarlo.
La citología vaginal es un estudio principalmente para la preven-
FLyQGHOFiQFHUGHFpUYL[HQVXVIDVHVLQLFLDOHV\VHUHDOL]DFRQSHULR-
dicidad de uno a tres años.
El caso de la infección VIH merece consideración a parte. Se trata
de una enfermedad cuya latencia es muy grande, cuya transmisión es
FDVLH[FOXVLYDPHQWHVH[XDO(QHVWHFDVRHOSUR¿OiFWLFRHVH[WUDRUGL-
nariamente útil.
La introducción sistemática de la vacuna del papilomavirus repre-
senta un avance pero no debe desincentivar el uso del preservativo ni
la práctica periódica de la citología. En el futuro habrá vacunas que
protejan contra más serotipos y se generalizará su uso también a los
varones.
BIBLIOGRAFÍA
METODOLOGÍA
EN SALUD PÚBLICA
IMPORTANCIA DE LA DEMOGRAFÍA EN LA
SALUD PÚBLICA Y FUENTES DE DATOS
49
/DVIXHQWHVGHGDWRVGHPRJUi¿FRVVRQSULQFLSDOPHQWHGRVHOFHQ-
so y el padrón continuo. El censo es el conjunto de procesos dirigidos
DUHXQLUUHVXPLUDQDOL]DU\SXEOLFDUORVGDWRVGHPRJUi¿FRVHFRQy-
micos y sociales de todos los habitantes. El padrón es la relación de
residentes y transeúntes en cada municipio. Se trata de un registro
abierto y continuo.
TIPOS DE DEMOGRAFÍA
Demografía estática
Demografía dinámica
20
18
16
14
Tasa/ 1000 habitantes/año
12
10
0
75
77
79
81
83
85
87
89
91
93
95
97
99
01
03
05
07
09
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
20
20
20
20
20
Natalidad Mortalidad
ËQGLFHGH)ULW]>3REODFLyQDxRV@>3REODFLyQDxRV@
– >160: Población joven.
– 60-160: Población madura.
– >60: Población anciana.
– Índice de Burgdofer: [Población 6-15 años] / [Población 45-
65 años].
ËQGLFH GH 6XQGEDUJ 'LYLGH D OD SREODFLyQ HQ WUHV JUXSRV GH
edad y valora su peso sobre el total de la población.
ËQGLFHGH6DXY\RGH9HMH]>3REODFLyQ!DxRV@>3REODFLyQ
total].
– <20: Población joven.
– 20-30: Población madura.
– >30: Población anciana.
Tasa de Dependencia %
75
77
79
81
83
85
87
89
91
93
95
97
99
01
03
05
07
09
11
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
19
20
20
20
20
20
20
Figura 9.3. Evolución de la tasa de dependencia en España (1975-2011).
Fuente: INE.
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
57
CONCEPTOS GENERALES
Vamos a dar una serie de conceptos generales que son necesarios para
estructurar de alguna forma la información obtenida mediante la ob-
VHUYDFLyQ\HODQiOLVLVGHORVKHFKRVTXHDFRQWHFHQHQXQFRQWH[WRGH
incertidumbre:
Población
Individuo
Muestra
0
XHVWUHRDOHDWRULRVLPSOHHVHOSURFHVRSRUHOTXHFDGDLQGL-
viduo de la población tiene la misma oportunidad o probabili-
dad de ser seleccionado, la muestra (n) debe ser menor que la
población (N). Es el tipo de muestreo más sencillo de utilizar,
es equiprobabilístico, pero tiene el inconveniente de que nece-
sitamos conocer a toda la población que estudiamos, tener el
listado o censo de todos los miembros.
0XHVWUHRVLVWHPiWLFRHVHOSURFHVRTXHUHTXLHUHTXHHOJUXSR
o población que va a muestrearse tenga cierto orden. Así, los
individuos son seleccionados sistemáticamente a lo largo de la
serie ordenada en relación a una fracción de muestreo predeter-
minada o determinante constante. Es fácil de realizar, equipro-
babilístico y se necesita todo el listado de la población.
0XHVWUHRHVWUDWL¿FDGRODSREODFLyQDPXHVWUHDUHVGLYLGLGDHQ
JUXSRV EDVDGRV HQ FDUDFWHUtVWLFDV VLPLODUHV FRPR HGDG VH[R
H[SRVLFLyQDXQDIDFWRUGHULHVJRRQRODSUHVHQFLDRQRGHXQD
enfermedad, y la gravedad de la enfermedad. Después, se selec-
cionan elementos de cada uno de estos grupos por el método de
los anteriormente descritos que queramos.
0XHVWUHRSRUFRQJORPHUDGRVR³FOXVWHUV´HOHOHPHQWRDPXHV-
trear no es un sujeto o individuo, sino un grupo, por ejemplo,
una familia, un grupo escolar o un grupo de viviendas. Es una
técnica muy útil para grandes poblaciones, en ellas por ejem-
plo, con el censo de colegios públicos de una ciudad, podemos
tomar diferentes colegios. Después, en cada uno de estos cole-
gios, que se pueden tomar al azar, se pueden hacer otros con-
glomerados como cursos o clases.
N z 2 p (1 p)
TM ED
d2 ( N 1)
z 2 p (1 q)
TIPOS DE VARIABLES
Variables cualitativas
Variables cuantitativas
PRESENTACIÓN GRÁFICA
/DVSUHVHQWDFLRQHVJUi¿FDVVRQXVDGDVSDUDUHDOL]DUODGHVFULSFLyQGH
los datos obtenidos de una variable por medio de imágenes, facilitan-
do la captación de los datos estadísticos cuya evaluación y composi-
ción se hacen más comprensibles de una forma plástica. Algunas de
ODVSUHVHQWDFLRQHVJUi¿FDVPiVXWLOL]DGDVVRQ
SHU¿FLHHQUHODFLyQDODIUHFXHQFLDUHODWLYDGHFDGDPRGDOLGDG
de la variable.
– Diagramas de radar: se toma un punto de partida y se trazan
tantos radios como modalidades tengamos, todos ellos sobre la
misma amplitud. Después, sobre los radios se toma una distan-
cia al centro, proporcional a la frecuencia de cada modalidad.
8QLHQGRORVSXQWRVH[WUHPRVVHREWLHQHXQSROtJRQRFHUUDGR
que es el diagrama de radar.
– Histogramas: con el histograma se representan las variables
cuantitativas continuas. Consiste en formar rectángulos donde
el área sea igual a la frecuencia.
de los dos valores centrales. Ejemplo: 16, 20, 31, 35, 36, 89. La
mediana Md = 33.
– Moda (Mo): corresponde al valor observado un mayor número
de veces.
– Otras medidas de la tendencia central: percentiles, cuartiles y
deciles.
Medidas de dispersión
/DVPHGLGDVGHGLVSHUVLyQUHÀHMDQODYDULDELOLGDGGHODYDULDEOHHVWX-
diada respecto a su punto central (media). Las medidas de dispersión
RFRQFHQWUDFLyQRGHYDULDELOLGDGQRVYDQDFXDQWL¿FDUODUHSUHVHQWD-
tividad de los valores centrales.
N _
(xi x )2
2
i1
N
Hipótesis estadística
– Hipótesis nula (H0 HV DTXHOOD TXH PDQWLHQH TXH QR H[LVWHQ
diferencias entre los valores observados y los teóricos o espera-
dos. La H0VLHPSUHVHUHFKD]DRQRSHURQXQFDVHD¿UPD3RU
ejemplo: la presunción de inocencia.
– Hipótesis alternativa (H1HVDTXHOODTXHPDQWLHQHTXHVtH[LV-
ten diferencias entre los valores observados y los teóricos o es-
perados.
Pruebas de conformidad
Variable desenlace
Variable Continua Continua, sin Nominal Dicotómica
predictora y con distribución con > 2
distribución normal u categorías
normal ordinal con >
2 categorías
Continua Correlación. Correlación Análisis de Regresión
y con Regresión ordinal de la Varianza logística
distribución lineal Spearman (prueba de F)
normal (prueba F)
Continua, sin Correlación Correlación Kruskall- Suma de los
distribución ordinal de ordinal de :DOOLV rangos de
normal, u Spearman Spearman :LOFR[RQ
ordinal con >
2 categorías
Nominal con Análisis de Kruskall- Tabla de Tabla de
>2 categorías la Varianza :DOOLV [&KL [&KL
(prueba de F) cuadrado) cuadrado)
Dicotómica Prueba de la Suma de los Tabla de Tabla de
t de Student rangos de [&KL [&KL
:LOFR[RQ cuadrado) cuadrado)
BIBLIOGRAFÍA
(OPpWRGRFLHQWt¿FRHVHOFRQMXQWRRUGHQDGRGHSURFHVRVTXHXWLOL]D
el investigador para llegar a conclusiones sobre la naturaleza. Esen-
cialmente es idéntico en disciplinas tan diversas como la biomedicina,
la física o la sociología. Consta de varios pasos casi siempre por este
orden:
1) Observación
2) Elaboración de hipótesis
([SHULPHQWDFLyQ
*HQHUDOL]DFLyQGHORVUHVXOWDGRVRFUHDFLyQGHXQDOH\FLHQWt¿FD
67
observación, por último, está siempre guiada por alguna idea subya-
cente, alguna sospecha sobre el mecanismo causal de los fenómenos
que se estudian.
La razón introduce relaciones abstractas de orden en el conoci-
miento observacional, permitiendo elaborar predicciones.
A veces, por mera observación se producen trascendentales descu-
brimientos. A esto se le ha llamado a veces serendipia y un ejemplo
es el descubrimiento de la penicilina por Fleming, de manera casual,
cuando un hongo contaminó accidentalmente uno de sus cultivos bac-
terianos, inhibiendo su crecimiento. Es imposible reconocer por mero
azar algo si no se está intensamente preparado para ese momento, de
otro modo, cuando llegue, no será percibido, por lo que este descubri-
miento y otros parecidos no pueden ser denominados meros acciden-
tes o casualidades.
La generación de la hipótesis es la fase más creativa de todo el
proceso. Este paso se debe frecuentemente a la intuición. Muchos
DQWHV KDQ YLVWR ORV PLVPRV IHQyPHQRVVREUHORVTXHXQFLHQWt¿FR
¿QDOPHQWHSURSRQHXQDVROXFLyQDXQSUREOHPD8QDKLSyWHVLVHVXQD
oración gramatical, consta de sujeto, verbo y predicado: “el tabaco
produce cáncer”, o “el ejercicio físico previene la osteoporosis” son
ejemplos de formulación de hipótesis. “La materia está formada por
iWRPRV´HVRWURHMHPSORGHXQFRQWH[WRQRVDQLWDULR
La realización de un experimentoHVHOPRGRHQHOTXHHOFLHQWt¿FR
SUHWHQGH GHPRVWUDU VX KLSyWHVLV /D H[SHULHQFLD VH UHDOL]D HQ FRQ-
diciones controladas, evitando otros agentes que puedan confundir-
nos. Si es cierto que el ejercicio previene la osteoporosis, podríamos
plantear un programa de ejercicio pautado a un grupo de personas
voluntarias para ver, con el tiempo, con qué frecuencia se producen
las fracturas osteoporóticas o la reducción de la masa ósea en la den-
VLWRPHWUtD3DUDTXHHOH[SHULPHQWRWHQJDXWLOLGDGVHSUHFLVDDGHPiV
un grupo de control, en el que no se practica la intervención, pero se
mide de la misma forma la frecuencia del efecto estudiado.
0X\ IUHFXHQWHPHQWH HO H[SHULPHQWR XWLOL]D VXVWDQFLDV WHMLGRV R
DQLPDOHV GH H[SHULPHQWDFLyQ (O HVWXGLR FRQ VHUHV KXPDQRV UHFLEH
un nombre especial (ensayo clínico) y será estudiado en un capítulo
siguiente.
Cuando en diversos modelos, épocas y por diferentes investigado-
UHVODH[SHULHQFLDHVUHSHWLGDFRQLGpQWLFRVUHVXOWDGRVVHSXHGHOOHJDU
DJHQHUDOL]DUHOUHVXOWDGRH[SUHViQGRORHQIRUPDGHleyTXHH[SOLFD
en general un proceso, a partir de casos individuales. La ley se parece
en el enunciado a la hipótesis, pero tiene la carga de verdad empírica
\HOFRPSRQHQWHUDFLRQDOTXHOHGDQORVH[SHULPHQWRV
Sin embargo, la mayor parte de la investigación sobre seres hu-
PDQRVQRSXHGHVHUH[SHULPHQWDOSRUUD]RQHVpWLFDV1RHVSRVLEOH
H[SHULPHQWDUFRQSHUVRQDVPiVTXHGHXQPRGRPX\FRQWURODGR\GH
acuerdo a las leyes. La mayor parte de lo que conocemos hoy sobre
las causas o “factores de riesgo” de las enfermedades, y por tanto
sobre su prevención, es esencialmente a través de estudios observa-
FLRQDOHVSRUTXHQRSRGHPRVH[SRQHUDVHUHVKXPDQRVH[SHULPHQWDO-
mente a agentes carcinógenos o de otro tipo para ver sus efectos sobre
la salud.
EPIDEMIOLOGÍA
VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA
Prevalencia
&RQRFHUODLPSRUWDQFLDGHXQSUREOHPDGHVDOXGLPSOLFDFXDQWL¿FDU-
lo, conocerlo numéricamente. Conocer el número de casos de enfer-
medad presentes en un momento dado en una comunidad concreta es
\DXQDDSUR[LPDFLyQPX\LQWHUHVDQWHVLVHHVSODQL¿FDGRURVHGHEHQ
costear unos gastos derivados de la asistencia.
Cuando hablamos de la frecuencia de casos en un momento dado
o en un periodo considerado como un punto temporal, en relación con
una población de base, estamos hablando de prevalencia. Por ejem-
plo, la prevalencia de diabetes en una ciudad de 50.000 habitantes en
la cual hay registrados 2.500 casos de esta enfermedad, es del 5%.
3UHYDOHQFLD 1GHFDVRVGHOSUREOHPDSREODFLyQGHHVWXGLR[
[R[VHJ~QODPDJQLWXGGHOSUREOHPD
Conocer la prevalencia es tener una idea estática, como una imagen
congelada o una fotografía, en un momento dado, de un problema. Es
muy útil en enfermedades crónicas, como la diabetes, la hipertensión
o las enfermedades psiquiátricas.
La prevalencia disminuye gracias a la curación de la enfermedad,
pero también si el paciente fallece. Las enfermedades de muy alta
prevalencia deben, lógicamente, acortar poco o nada la superviven-
cia; este sería el caso de la caries, una de las enfermedades más pre-
valentes.
Incidencia acumulada
Densidad de incidencia
FACTORES DE RIESGO
Inferencia causal
CRITERIOS DE HILL
les. Los criterios de Hill se relacionan con las “Reglas sobre causas y
HIHFWRV´GHO¿OyVRIR'DYLG+XPH
1. Las causas preceden a los efectos. A veces vemos que una per-
sona que sufre una enfermedad profesional ya no trabaja en
ODHPSUHVDHQODTXHIXHH[SXHVWDDODJHQWHFDXVDOTXHDFWXy
previamente (temporalidad).
2. Las causas se asocian fuertemente a los efectos. Si un agente
químico produce dermatitis, normalmente se verá con frecuen-
FLDODDVRFLDFLyQHQWUHODH[SRVLFLyQDODVXVWDQFLD\ODHQIHUPH-
dad (fuerza).
3. Las causas se asocian a los efectos en diversos lugares, incluso
países y para diferentes investigadores (consistencia).
4. Cuando un factor (de riesgo o de protección) aumenta en in-
tensidad, es esperable que, dentro de cierto rango, aumente su
efecto. Un ejemplo en factores de riesgo sería la presión arterial
y las cardiopatías (a mayor presión, mayor riesgo) y otro de
protección, el consumo de calcio y la prevención de las fractu-
ras en el anciano. Naturalmente, un consumo masivo de calcio
no previene más las fracturas que un consumo adecuado (gra-
diente biológico).
5. Una relación causal debe tener algún apoyo del laboratorio, es
GHFLUGHODVFLHQFLDVH[SHULPHQWDOHV(QHOFDVRGHODFRUEDWD\
el infarto, obviamente, no lo hay. En cambio, la elevación del
colesterol actúa sobre las arterias, favoreciendo la aterosclero-
VLVWDO\FRPRVHREVHUYDHQODVDODGHDXWRSVLDV\HQH[SHUL-
mentos con animales (plausibilidad).
6. Cuando una droga produce irritabilidad, como las anfetaminas,
es muy probable que otras drogas de la misma familia produz-
can también este síntoma (analogía).
BIBLIOGRAFÍA
/RV³SDUDGLJPDV´VRQUHDOL]DFLRQHVFLHQWt¿FDVXQLYHUVDO-
mente reconocidas que, durante cierto tiempo, proporcionan
PRGHORVGHSUREOHPDV\VROXFLRQHVDXQDFRPXQLGDGFLHQWt¿FD
THOMAS S. KUHN
Estudios observacionales
Descriptivos
Caso clínico
Serie de casos
Estudio transversal
Estudios ecológicos
Analíticos
Casos y controles
Cohortes
Estudios experimentales
Ensayo clínico
Ensayo comunitario
79
CASO CLÍNICO
SERIE DE CASOS
ESTUDIO TRANSVERSAL
6RQHVWXGLRVREVHUYDFLRQDOHVDQDOtWLFRVGHH[WUDRUGLQDULDXWLOLGDGHQ
epidemiología.
Generalmente son retrospectivos HV GHFLU TXH VH UH¿HUHQ DO SD-
sado, comenzándose el estudio desde la enfermedad y recopilando
LQIRUPDFLyQGHODH[SRVLFLyQSDVDGDRSUHYLD
Se seleccionan unos pacientes o individuos, a los que llamaremos ca-
sos desde una población de referencia (una ciudad, comunidad o país).
Estos casos pueden ser enfermos de sida, cáncer, cardiópatas o pacientes
en rehabilitación tras una fractura, entre otros muchos ejemplos. A veces
seleccionamos una muestra de pacientes, otras veces nos servimos de
todos los casos a nuestro alcance, que pueden ser muy pocos.
ESTUDIO DE COHORTES
(RR): para saber “cuánto mayor es”, realizamos la división entre am-
EDVLQFLGHQFLDVODGHORVH[SXHVWRV\ODGHORVQRH[SXHVWRV
RR = Ie / Io,
,H LQFLGHQFLDHQH[SXHVWRV,R ODLQFLGHQFLDHQQRH[SXHVWRV
([SUHVDGRGHRWUDIRUPD
RR = [ a/(a+b) / c/(c+d) ]
1DWXUDOPHQWHWDPELpQVHFDOFXODXQLQWHUYDORGHFRQ¿DQ]DSDUD
el que es válido lo dicho respecto a la odds ratio.
En el estudio mencionado, las personas con colesterol elevado (>
300) presentaron un RR = 2’41 respecto de las personas con colesterol
< 200 mg/dl
Para distinguir claramente entre estudios de casos y controles y
estudios de cohortes hay que prestar atención a la selección de los
individuos en el estudio. En el primer caso se seleccionan enfermos y
VDQRV\OXHJRVHFODVL¿FDQVHJ~QVXexposición pasada. Por el contra-
ULRHQORVHVWXGLRVGHFRKRUWHVVHVHOHFFLRQDQH[SXHVWRV\QRH[SXHV-
WRVDORVIDFWRUHVHQHVWXGLRSHURWRGRVVDQRV\VHFODVL¿FDQSRUOD
aparición de la enfermedad, tras un seguimiento.
La OR y el RR son diferentes porque provienen de estudios me-
todológicamente distintos, si bien, es lógico pensar que un factor de
riesgo reconocido en un estudio de casos y controles con una OR alta,
deba ser también un factor de riesgo en un estudio de cohortes, y tener
un RR alto.
Los estudios de cohortes son lentos y costosos, pero de enorme im-
portancia para conocer la incidencia y evolución de las enfermedades,
y sus causas.
Una vez conocido un factor de riesgo de carácter causal, también
es posible conocer qué sucedería si desapareciese ese factor: descen-
dería el riesgo en un porcentaje, dependiendo de a qué proporción de
personas afecta el factor de riesgo y de la magnitud del riesgo asocia-
do: es la fracción etiológica del riesgo (FE) o proporción atribuible:
)( >55±55@[IVLHQGRIODSURSRUFLyQGHH[SXHVWRVDOIDF-
tor en estudio, entre todos los individuos que desarrollan la enfermedad.
3RUHMHPSORSDUDXQ55 )( >±@[
(Q HVWH HMHPSOR ¿FWLFLR HQ DXVHQFLD GH RWURV IDFWRUHV HO IDFWRU
de riesgo es la causa evitable del 71,4 % de los casos de enfermedad
ENSAYO CLÍNICO
(OHQVD\RFOtQLFRHVHOHVWXGLRH[SHULPHQWDOFRQVHUHVKXPDQRVPiV
importante.
En ellos se suele someter a un grupo de pacientes a un tratamiento
y a otro grupo de pacientes a un tratamiento alternativo ya conocido,
o a un tratamiento no activo conocido como placebo.
Se observan las diferencias en el resultado entre los dos grupos,
midiendo la incidencia de curación en ambos grupos.
En el ensayo clínico, la asignación al fármaco a prueba o al place-
bo (o a la alternativa terapéutica patrón en ese momento) debe hacerse
aleatoriamente, es decir, al azar.
Además es preferible que, ni el médico ni el paciente, conozcan
la verdadera asignación al grupo de fármaco o al grupo de placebo.
Se dice que es un estudio doble ciego. Es mejor porque así evitamos
sutiles interferencias en el proceso, introducidas por profesionales y
pacientes.
Cuando es imposible ocultar la terapia, porque estamos ensayan-
do, por ejemplo, una tabla de ejercicios de rehabilitación, se dice que
el ensayo es abierto.
Para someter a un paciente a un ensayo clínico debe estar per-
fectamente informado y dar su consentimiento. Este consentimiento
informado es imprescindible y obligatorio.
Se debe además cumplir la Declaración de Helsinki de la Asocia-
ción Médica Mundial sobre estudios en seres humanos, en las que
entre otras regulaciones se aclara que lo primero es no poner en riesgo
la salud de las personas que participan en el ensayo. La investigación
médica en seres humanos sólo debe realizarse cuando la importancia
de su objetivo es mayor que el riesgo inherente y los costes para la
persona que participa en la investigación.
Un nuevo fármaco, después de haber sido encontrado como útil en
la fase preclínica, es decir, en el laboratorio, sobre tejidos o animales,
pasa a la fase clínica. Se reconocen varias fases en un ensayo clínico
(Tabla 12.3).
Fase I
Estudio farmacocinético y de seguridad
Fase II
(VWXGLRGHH¿FDFLD\E~VTXHGDGHGRVLV
Fase III
(VWXGLRGHVHJXULGDG\FRQ¿UPDFLyQGHODH¿FDFLD
Fase IV
Nuevas indicaciones. Grupos especiales
ENSAYO COMUNITARIO
(VHOHVWXGLRH[SHULPHQWDOUHDOL]DGRVREUHSREODFLRQHVHQOXJDUGH
sobre individuos.
Por ejemplo, pensemos en que en una zona de un país en vías de
desarrollo se distribuye vitamina A para prevenir la mortalidad infan-
til, mientras que en una región limítrofe se decide no hacerlo durante
un periodo para evaluar la medida. Podríamos comparar la evolución
HQODPRUWDOLGDGLQIDQWLOHQHOWLHPSRSDUDLQWHQWDUHQFRQWUDUODH¿FD-
cia atribuible a la vitamina.
El ensayo comunitario, al igual que el estudio ecológico, se presta
a las falacias ecológicas, porque un eventual efecto observado en una
población puede deberse a múltiples causas y no solo a la interven-
ción en estudio.
BIBLIOGRAFÍA
'HFODUDFLyQGH+HOVLQNL:0$'LVSRQLEOHHQKWWSZZZZPDQHWHV
30publications/10policies/b3/17c_es.pdf
Pericás J. et al. El hábito tabáquico en el colectivo de colegiados en en-
IHUPHUtD GH OD &RPXQLGDG GH ODV ,VODV %DOHDUHV ,QGH[ (QIHUP Y
Q *UDQDGD RWRxR KWWSVFLHORLVFLLLHVVFLHORSKS"SLG 6
VFULSW VFLBDUWWH[W
Silva L C. Muestreo para la investigación en ciencias de la salud. Madrid,
Díaz de Santos, 1993.
<XDQ&KLQ$/ et al. Active and involuntary tobacco smoking and upper
aerodigestive tract cancer risks in a multicenter case-control study. Can-
cer Epidemiol Biomarkers Prev 2009;18: 3353-61. Disponible en: http://
cebp.aacrjournals.org/content/18/12/3353.full.pdf+html
Abadal LL. et al. Factores de riesgo y morbimortalidad coronaria en una
cohorte laboral mediterránea durante 28 años. Estudio de Manresa. Rev
Esp Cardiol 2001; 54:1146-54.
ERROR ALEATORIO
89
FXDQWL¿FDGRVHQODDPSOLWXGGHOLQWHUYDORGHFRQ¿DQ]DGHOHVWDGtVWLFR
muestral. Este error de muestreo también es aceptable dentro de unos
límites.
Para aumentar la precisión cuando usamos muestras debemos au-
mentar el tamaño muestral. A veces un pequeño aumento de la pre-
cisión conlleva un enorme esfuerzo material o económico porque
debemos valorar muchas más personas en el estudio.
Se comprenderá con un ejemplo: la determinación de la media de
edad (m) de una muestra de pacientes, arroja una cifra de 62 años y
HOHUURUGHPXHVWUHRHVGHFXDWURDxRVHOLQWHUYDORGHFRQ¿DQ]DDO
95% de seguridad, para el parámetro poblacional (la media de edad
de la población de referencia) sería: (58 – 66). Por tanto m = 62 (58
±DxRV(VSRVLEOHTXHSDUDGLVPLQXLUHOLQWHUYDORGHFRQ¿DQ]D
un poco, por ejemplo a (59 – 63) precisemos evaluar a decenas de
personas más, y esto a veces no compensa, o no es factible.
SESGOS
Sesgo de selección
Sesgo de información
SHTXHxRV(VWDPRVFRPHWLHQGRXQLPSRUWDQWHHUURUFODVL¿FDQGRDHV-
tos pacientes como sanos (no tuvieron cáncer) cuando en realidad sí
lo tuvieron.
(OHUURUGHFODVL¿FDFLyQHVHQUHDOLGDGXQVHVJRGHLQIRUPDFLyQ
Sesgo de confusión
8QIDFWRUGHFRQIXVLyQHVHOTXHHVWiUHODFLRQDGRFRQODH[SRVLFLyQ
pero no en la cadena causal, y también está asociado con el efecto que
VHHVWXGLD(VXQDYDULDEOHH[WUDxDTXHSURGXFHXQDGLVWRUVLyQHQHO
estudio, porque puede parecer importante cuando es un mero “com-
pañero de viaje” en el estudio.
En el ejemplo de la corbata y el infarto, el llevar corbata es un
factor de confusión, no la causa del infarto. Llevan más corbata las
personas fumadoras, de ritmo de vida estresado y de hábitos seden-
tarios (y por supuesto los varones), que sí son factores de riesgo para
el infarto.
Cuando lo que detectamos es un factor interpuesto en la cadena
causal que incrementa o atenúa el riesgo, lo que hay es interacción.
Hay interacción entre el tabaco y el colesterol para el infarto, porque
ambos favorecen la aterosclerosis. En este caso, ambos factores po-
tencian el riesgo.
Hay también interacción entre diabetes y ejercicio físico para el
infarto; la primera eleva el riesgo, el segundo lo rebaja: se produce
una interacción que resta riesgo. En este caso se habla de interacción
negativa.
Los sesgos, salvo en parte los factores de confusión, no son contro-
lables después de la realización del estudio, y con frecuencia lo inva-
lidan total o parcialmente, por lo que es muy importante prevenirlos
adecuadamente en el diseño del estudio.
VALIDEZ DE UN TEST
Un estudio que tiene pocos sesgos o errores se dice que tiene una gran
validez. Del mismo modo se habla cuando nos referimos a un test o a
un procedimiento diagnóstico.
Patrón de referencia
Prueba diagnóstica Enfermo Sano
Positiva VP FP PP
Negativa FN VN PN
E S
Sensibilidad
(VSHFL¿FLGDG
&RPSOHPHQWDULDPHQWHDODVHQVLELOLGDG\ODHVSHFL¿FLGDGVHXWLOL]DQ
el valor predictivo de la prueba positiva (VPP) y el valor predictivo
de la prueba negativa (VPN).
Cuando prestamos atención a las pruebas, vemos lo siguiente, en
el ejemplo. Hubo un total de 800 pruebas positivas verdaderas de un
total de 940, el 85%. A esto llamamos VPP.
VPP = (Nº de pruebas verdaderas positivas / Total de pruebas po-
VLWLYDV[
933 9333[
En cambio, hubo 900 pruebas negativas verdaderas de 960 prue-
bas negativas, el 94%.
VPN = (Nº de pruebas verdaderas negativas / Total de pruebas
QHJDWLYDV[
931 9131[
Se debe observar que hablamos de sanos, enfermos y verdaderos
positivos como si en realidad esta información fuese cierta, como si
hubiese una auténtica certeza al respecto. Bien, lo que en realidad
sucede es que tomamos como diagnóstico de certeza el que proviene
de una prueba patrón, comúnmente aceptada, conocida como gold
standard, y que suele ser algún test con pocos fallos como el estudio
anatomopatológico. En cualquier caso, como sabemos, la certeza es
FDPELDQWH\HVXQDIRUPDGHFRQVHQVRHQWUHODFRPXQLGDGFLHQWt¿FD
BIBLIOGRAFÍA
MEDIO AMBIENTE
<6$/8'
99
CONTAMINANTES QUÍMICOS
Nitratos
Metales pesados
3URFHGHQGHODDFWLYLGDGLQGXVWULDO\GHOWUi¿FRURGDGRSULQFLSDOPHQ-
WH1RWRGRVVRQWy[LFRVQLSHOLJURVRVDXQTXHGHODPD\RUSDUWHVH
desconoce su posible efecto a largo plazo.
Entre ellos están los ftalatos. Son aditivos del plástico que se usan
para ablandarlo. Se ha comprobado en animales que tienen acción
hormonal: son disruptores endocrinos, con acción feminizante.
El bisfenol-A es una sustancia que endurece y estabiliza los plásti-
cos, como el policarbonato, potencialmente peligrosa para la salud. Se
Flúor
Radionucleidos
([LVWHQDJXDVUDGLDFWLYDVGHRULJHQQDWXUDOORTXHODVKDFHQRSRWDEOHV
La ausencia de radiactividad se controla periódicamente, y principal-
PHQWHFXDQGRVHFRPLHQ]DODH[SORWDFLyQGHXQQXHYRPDQDQWLDO
En las centrales nucleares el agua se usa como refrigerante, pero
nunca contacta con el reactor, por lo que no es contaminada con ra-
diactividad.
El principal contaminante radiactivo natural es el radio-226, segui-
do del radón.
CONTAMINANTES MICROBIOLÓGICOS
6DOYR HQ ORV PDQDQWLDOHV GH PRQWDxD R HQ DOJXQDV DJXDV H[WUDtGDV
del subsuelo profundo, la materia orgánica puede estar presente en el
agua, en mayor o menor medida.
Esta materia orgánica puede proceder de la descomposición de al-
gas y restos de hojas y otras plantas, de las heces y orina de animales
y personas, así como de abonos procedentes de la agricultura. Lo que
llamamos materia orgánica es en un alto porcentaje una amalgama de
EDFWHULDVKRQJRV\VHUHVXQLFHOXODUHVSURWR]RRVÀDJHODGRVFLOLDGRV
algas, etc.).
([LVWHQLQ¿QLGDGGHSRWHQFLDOHVDJHQWHVLQIHFFLRVRVHQHODJXDGH
bebida.
Bacterias
Virus
Parásitos
Toxinas
(Q ODV DJXDV ÀXYLDOHV SXHGHQ FUHFHU D YHFHV GH PRGR H[SORVLYR
(blooms) colonias de algas cianofíceas, como Mycrocistis aerugino-
sa/DWR[LQDSURGXFLGDSRUHVWDVDOJDVOODPDGDPLFURFLVWLQDSXHGH
producir hepatitis y la muerte, por lo que es un contaminante sometido
a vigilancia, del que no se debe superar 1 ppm en el agua de bebida.
(QHODJXDGHEHELGDDGHPiVGHXQDFDQWLGDGGHFORURUHVLGXDOVX¿-
ciente para prevenir posibles contaminaciones, se deben monitorizar
una serie de características organolépticas, físicas, químicas y bioló-
gicas, para asegurar una calidad y una aptitud para los usos humanos.
Por caracteres organolépticos se entiende el olor (ausente), color
WUDQVSDUHQWH\VDERUSUiFWLFDPHQWHQXOR3DUDHOORVH[LVWHQGLYHUVRV
tipos de test.
El tipo de análisis a realizar (mínimo, normal o completo) y su
periodicidad, dependen del tamaño de la población abastecida.
BIBLIOGRAFÍA
KWWSHXUOH[HXURSDHX/H[8UL6HUY/H[8UL6HUYGR"XUL 2-/
01:0072:ES:PDF
García-Villanova Ruiz RJ. Nuevo siglo, nuevos riesgos sanitarios y ambienta-
les en el agua. Rev. Salud Ambient. 2003;3(2): 77-85.
Costet N et al.:DWHUGLVLQIHFWLRQE\SURGXFWVDQGEODGGHUFDQFHULVWKHUHD
(XURSHDQVSHFL¿FLW\"$SRROHGDQGPHWDDQDO\VLVRI(XURSHDQFDVHFRQ-
trol studies. Occup Environ Med. 2011;68:379-85.
Guidelines for drinking-water quality. Vol.1, Recommendations. – 3rd ed.
:RUOG+HDOWK2UJDQL]DWLRQ
CONTAMINANTES ATMOSFÉRICOS
109
Ambientes interiores
(QQXHVWUDVFDVDVR¿FLQDV\OXJDUHVS~EOLFRVHOSULQFLSDOFRQWDPL-
QDQWHHVHOKXPRGHWDEDFRVHJXLGRGHORVy[LGRVGHQLWUyJHQR12[)
y CO2 procedente de algunas calefacciones y de las cocinas. También
se encuentran alergenos, como ácaros del polvo y hongos.
En otras ocasiones se suman los contaminantes procedentes del
uso de materiales de construcción, colas, barnices, etc., y del uso de
máquinas en ambientes de trabajo no industrial, como fotocopiadoras,
LPSUHVRUDV\UHYHODGRUDVIRWRJUi¿FDV
Al conjunto de síntomas respiratorios, cefalea, alteraciones diver-
sas de generalmente poca importancia, pero muy molestas, que se
DVRFLDQDODVJUDQGHVLQVWDODFLRQHVGHFOLPDWL]DFLyQDUWL¿FLDOGHORV
ambientes interiores, se le ha llamado VtQGURPHGHOHGL¿FLRHQIHUPR,
DXQTXHVHVXJLHUHOODPDUORVtQGURPHGHOHGL¿FLR³HQIHUPDQWH´RSD-
tógeno.
El problema del monóxido de carbono (CO) merece consideración
especial. Se produce ocasionalmente en las combustiones con bajo
DSRUWHGHR[tJHQRHQFDOGHUDVHVWXIDVRYHKtFXORVDPRWRU(QOXJD-
UHVQRYHQWLODGRVSXHGHRFDVLRQDUXQDLQWR[LFDFLyQPRUWDO(O&2VH
une a la hemoglobina formando carboxihemoglobina, que desplaza
DOR[tJHQRGHVXXQLyQ$FW~DGHXQPRGRVLOHQFLRVR\VRORDYHFHV
produce cefalea antes de provocar el desvanecimiento y la muerte.
Por esta razón todos los equipos de calefacción deben ser convenien-
temente revisados y mantenidos en lugares ventilados.
Contaminantes físicos
Ozono (O3)
3URFHGH GH OD VXSHUR[LGDFLyQ GHO R[tJHQR HQ ODV FRPEXVWLRQHV (V
un irritante de las vías respiratorias y facilita la aparición de ataques
asmáticos.
1RVHVWDPRVUH¿ULHQGRDOR]RQRWURSRVIpULFRSRUTXHHOR]RQRHV-
tratosférico es una defensa natural contra las radiaciones ultravioleta
solares, que son potentes carcinógenos para la piel. Este gas (la capa
de ozono) se reduce notablemente por la acción de los freones o CFC
FORURÀXRURFDUERQDGRV TXH VH XVDEDQ FRPR DGLWLYRV HQ ORV JDVHV
para refrigeración, sprays y en usos industriales. Actualmente están
muy restringidos.
Partículas en suspensión
115
RADIACIONES IONIZANTES
Ionizar VLJQL¿FDDOWHUDUHOpFWULFDPHQWHODPDWHULDUREDUHOHFWURQHVGH
la corteza de los átomos, en general, por medios físicos o químicos.
La acción física de las emisiones electromagnéticas puede ionizar
la materia viva y por esta causa provocar cambios químicos en molé-
culas sensibles como el ADN.
Sin embargo, solo las emisiones de alta energía son capaces de
ello: nos referimos a los rayos gamma y los rayos X.
Las partículas _ y ` se incluyen entre las radiaciones ionizantes,
aunque no sean emisiones electromagnéticas.
HIHFWLYDSHUPLWLGDSDUDXQWUDEDMDGRUSURIHVLRQDOPHQWHH[SXHVWRHQ
un año, es de 50 mSv.
La dosis acumulada permisible para el público es diez veces me-
nor, de hasta 5 mSv. Como curiosidad, 1.000 horas de vuelo en avión
a 9.000 metros de altitud equivalen a esta dosis.
Una dosis muy alta paraliza totalmente la división celular, al da-
ñar el ADN. Las células de alta renovación, como las que recubren
internamente el tubo digestivo o los leucocitos, mueren sin ser res-
tituidas. Por tanto, la muerte del sujeto irradiado sobreviene por he-
morragia digestiva, inicialmente, y por infecciones severas en los
supervivientes a una irradiación masiva, porque se dañan las células
de la médula ósea. Estos fenómenos son dosis dependiente.
Las personas que sobrevivan a este periodo inicial sufrirían con
incidencias variables, pero muy altas, leucemias y otros cánceres.
Las mujeres embarazadas pueden abortar o los fetos sufrir malfor-
maciones congénitas, desde cromosomopatías (síndrome de Down)
a malformaciones del tubo neural (anencefalia) y otras muchas.
Incluso las mujeres no embarazadas verían afectado su reserva de
óvulos para el futuro, y en el varón puede desaparecer la espermato-
génesis, desarrollándose esterilidad.
Ante bajas dosis de radiactividad, reiteradas en el tiempo, la apari-
ción de cáncer es un fenómeno posible, con riesgo dosis-dependiente.
6LQHPEDUJRQRSRGHPRVVDEHUQLDTXLpQQLFXiQGRVXFHGHUi([LV-
ten variaciones individuales que pueden favorecer el efecto dañino
para la salud, pero es impredecible su distribución. De hecho, miles
de personas en el mundo han recibido dosis altas de radiactividad sin
ningún efecto objetivo en su salud a largo plazo.
RADIACIONES NO IONIZANTES
Radiación ultravioleta
Iluminación
(O H[FHVR GH OX] YLVLEOH SURFHGHQWH GH IXHQWHV DUWL¿FLDOHV GH OX]
como los monitores de televisión, produce fatiga visual y cefalea. En
los profesionales que utilizan microscopios de luz óptica pueden ob-
VHUYDUVHHQIHUPHGDGHVUHWLQLDQDVUHODFLRQDGDVFRQHOH[FHVRGHOX]
La falta de iluminación adecuada es una de las causas más impor-
WDQWHVGHDFFLGHQWHGHWUDEDMR\GHDFFLGHQWHGHWUi¿FR7DPELpQGH
accidentes domésticos. Una buena iluminación debe obtenerse con
OX]LQGLUHFWD\HYLWDUORVUHÀHMRVPROHVWRVVREUHSDQWDOODV\REMHWRV
(QHOPRPHQWRSUHVHQWHODLQFRUSRUDFLyQGHIXHQWHVGHOX]ÀXR-
rescente (de bajo consumo) puede provocar un problema adicional,
porque estas lámparas emiten bajas cantidades de luz ultravioleta,
que puede producir daños oculares.
(OH[FHVRGHLOXPLQDFLyQQRFWXUQDFRUUHVSRQGHDXQSDWUyQFXOWX-
UDOTXHGHEHUtDPRVPRGL¿FDUODOX]QRIRUPDSDUWHGHODQRFKHQR
GHEHVHUQHFHVDULDHQH[FHVRSDUDHORFLRQRFWXUQRQLGHEHDSRUWDU
VHJXULGDGDGLFLRQDODQXHVWUDVFDOOHV'L¿FXOWDHOVXHxRGHQLxRV\
DGXOWRV\DOWHUDOD¿VRQRPtDGHOFLHORQRFWXUQRTXHHVXQSDWULPRQLR
importante. Es otra forma de contaminación ambiental.
Radiación infrarroja
Radiofrecuencias
CONTAMINACIÓN ACÚSTICA
BIBLIOGRAFÍA
Carbohidratos
125
Grasas
Las grasas o lípidos son la segunda fuente de energía tras los glúcidos.
Las grasas están constituidas por largas moléculas de carbono con un
residuo ácido (-COOH); son los ácidos grasos. Las grasas animales
generalmente constan de triglicéridos, esto es, de tres ácidos grasos
enlazados gracias a una molécula de glicerina.
([LVWHQ iFLGRV JUDVRV esenciales, es decir, que no se pueden fa-
bricar a partir de otros nutrientes y son indispensables para la vida.
Deben ser adquiridos de los vegetales de la dieta.
Proteínas
/DVSURWHtQDVHVWiQFRQVWLWXLGDVSRUDPLQRiFLGRV([LVWHQDPLQRiFL-
dos esenciales, los que no podemos generar en nuestro metabolismo,
a partir de otras sustancias.
Son los nutrientes de tipo plástico, es decir, los que constituyen los
WHMLGRVOD¿EUDPXVFXODU\PDQWLHQHQODHVWUXFWXUDFHOXODUGHODSLHO
los vasos y la matriz ósea. Son indispensables para el crecimiento y el
desarrollo del niño, y en el adulto los aminoácidos de la dieta van pro-
vocando el recambio de las proteínas del organismo. Los aminoácidos
son también precursores de la hemoglobina y las hormonas.
Los glúcidos, proteínas y grasas son los macronutrientes.
Vitaminas
Minerales
NUTRICIÓN CALÓRICA
HIPOVITAMINOSIS
CARENCIA DE HIERRO
0HQFLyQHVSHFLDOPHUHFHODGH¿FLHQFLDFUyQLFDGHKLHUURHQODGLHWD
El hierro se obtiene principalmente de los productos de origen animal,
especialmente de la carne, sangre y vísceras. Solo se absorbe, y de
modo variable, la forma ferrosa.
El hierro participa en el hemo, molécula central de la hemoglobina
y también en diversas hormonas y enzimas. Además de un aporte con-
LA DIETA MEDITERRÁNEA
8 QDSRUWHUD]RQDEOHGHSURWHtQDVGHRULJHQDQLPDOLQFOX\HQGR
los huevos y el pescado, preferentemente a base de productos
frescos (uso restringido de los embutidos). Consumo moderado
de queso y/o yogur.
8VRH[FOXVLYRGHDFHLWHGHROLYDWDQWRSDUDIUHtUFRPRHQFUXGR
(OFRQVXPRGHIUXWDV\YHUGXUDVHQXQDFDQWLGDGRULHQWDWLYDGH
cinco unidades al día; consumo de frutos secos alguna vez a la
semana y de miel.
8VRWUDGLFLRQDOGHODVOHJXPEUHVSHURQRGHPRGRGLDULR
(OSULQFLSDODSRUWHGHFDORUtDVGHEHSURFHGHUGHOSDQSDVWDR
arroz, condimentados del modo tradicional (sofrito).
(OXVRGHOYLQRHVWiUHFRPHQGDGRHQPX\SHTXHxDFDQWLGDGPH-
dio vaso al día), junto con el café (por ejemplo dos tazas al día).
$OLPHQWRVFRPRODPDQWHTXLOODPDUJDULQDVEROOHUtDLQGXVWULDO
y los ahumados o precocinados no forman parte de esta dieta.
BIBLIOGRAFÍA
131
KLSHUWHQVLyQ$GHPiVQRHVH[FOXLEOHHOFUHFLPLHQWRGHKRQJRVHQVX
VXSHU¿FLHORVAspergillus sp., que pueden fabricar sustancias poten-
cialmente carcinógenas para el hígado, las DÀDWR[LQDV.
Al mismo tiempo, algunos aditivos conservantes, como los nitri-
tos, pueden combinarse con las aminas formando nitrosaminas, carci-
nógenas para el tubo digestivo.
Sin embargo, la mayor parte de las enfermedades mortales o muy
peligrosas proceden no de las técnicas de conservación, sino de una
mala o nula conservación. Entre ellas están las siguientes:
Brucelosis
Botulismo
Triquinosis
Anisakis
137
5
HVLGXRVGRPpVWLFRVDTXHOORVTXHVHJHQHUDQHQORVKRJDUHV
como consecuencia de las actividades domésticas. Se incluyen
también los similares a los anteriores generados en servicios e
industrias.
5HVLGXRVFRPHUFLDOHVUHVLGXRVJHQHUDGRVSRUODDFWLYLGDGSUR-
pia del comercio al por mayor y al por menor, de los servicios
GHUHVWDXUDFLyQ\EDUHVGHODVR¿FLQDV\GHORVPHUFDGRVDVt
como el resto de servicios.
5HVLGXRVLQGXVWULDOHVUHVLGXRVUHVXOWDQWHVGHORVSURFHVRVGH
fabricación, de transformación, de utilización, de consumo, de lim-
pieza o de mantenimiento generados por la actividad industrial.
5HVLGXRV SHOLJURVRV UHVLGXRV TXH SUHVHQWDQ XQD R YDULDV
características que los convierten en peligrosos. De esta for-
ma, podemos encontrar sustancias u objetos que cuando se
FRQYLHUWDQ HQ UHVLGXRV VHUiQ SHOLJURVRV SRU VHU H[SORVLYRV
FRPEXUHQWHVH[WUHPDGDPHQWHLQÀDPDEOHVLUULWDQWHVVHQVLEL-
OL]DQWHVFDUFLQRJpQLFRVPXWDJpQLFRVWy[LFRVSDUDODUHSUR-
ducción o peligrosos para el medio ambiente.
propia del centro, sin embargo, en los últimos años la situación ha ido
cambiando. El aumento de los requisitos legales aplicables en materia
ambiental, especialmente en materia de gestión de residuos, el control
de los costes y la concienciación general de trabajadores y pacientes
sobre las cuestiones ambientales han llevado a desarrollar líneas de
WUDEDMRHVSHFt¿FDVHQPDWHULDDPELHQWDOGHQWURGHORVFHQWURVVDQL-
tarios.
El desarrollo de la actividad sanitaria implica una serie de impac-
tos ambientales entre los que destaca la generación de residuos. La
importancia de este impacto, debido al volumen, peligrosidad, he-
terogeneidad y número de agentes implicados en su manipulación,
conlleva que el sector sanitario no pueda ignorar la necesidad de ges-
tionarlos adecuadamente así como de desarrollar planes que permitan
minimizar la cantidad que se genera.
Aunque el interés sanitario y ambiental de los residuos sanitarios
no es nuevo, fue a partir de los años 80 y, especialmente, tras la apa-
ULFLyQGHO6,'$6tQGURPHGH,QPXQRGH¿FLHQFLD$GTXLULGDFXDQGR
el tema de los residuos generados por los hospitales comenzó a ser
percibido como un problema potencial para la salud pública.
En la década de los 90 el mayor conocimiento del SIDA, sus for-
mas de transmisión, riesgos reales y percibidos y los elevados costes
derivados de gestionar los residuos sanitarios supusieron el paso de
una gestión clásica a una gestión avanzada.
El primer modelo de gestión se basaba en el principio de que cual-
quier residuo que hubiera estado en contacto con un paciente, o
contaminado con líquidos biológicos, era potencialmente infeccio-
so y por tanto, debía eliminarse de forma distinta a los residuos do-
mésticos. Por el contrario, en el modelo de gestión avanzada, modelo
que se aplica actualmente, se incorporaba un planteamiento riesgo-
coste asociado con la gestión de residuos sanitarios y se perseguía
la distinción clara entre riesgo percibido y riesgo real. El objetivo
era conseguir una gestión que no se basara en elementos emotivos o
SVLFROyJLFRVVLQRTXHWXYLHUDQXQDFRKHUHQFLDFLHQWt¿FDGHDFXHUGR
con los conocimientos disponibles, aunque sin dejar de lado las con-
sideraciones operativas y de tipo ético-estético.
En los últimos años se ha detectado un importante aumento de los
residuos sanitarios generados como consecuencia del incremento de
6LWXDFLyQDFWXDO\FODVL¿FDFLyQ
BIBLIOGRAFÍA
ACCIDENTES DE TRÁFICO
3DUD HO FDVR FRQFUHWR GH ORV DFFLGHQWHV GH WUi¿FR WDPELpQ DIHFWDQ
más a varones y a los jóvenes, junto con los ancianos, que son los gru-
SRVGHPD\RUULHVJR)LJXUD6XLPSDFWRHVPi[LPRHQWUHORV
15-24 años, por lo que generan una enorme pérdida de APVP (años
potenciales de vida perdidos). Los accidentes son la primera causa
de APVP, superando al cáncer, las cardiopatías o las enfermedades
infecciosas.
143
3RUFDGDFDVRGHIDOOHFLPLHQWRHQDFFLGHQWHVGHWUi¿FRVHHVWLPD
que hay dos casos con secuelas graves, con daño irreversible como
lesiones medulares.
Se produjeron en España 5.751 muertes por esta causa en el año
1995, mientras que en 2009 fueron 2.588, por tanto se han reduci-
do a menos de la mitad en algo más de una década, gracias a las
medidas de vigilancia de las infracciones, mediante el carnet por
SXQWRVHVHQFLDOPHQWH$SUR[LPDGDPHQWHPXHUHQWUHVYDURQHVSRU
cada mujer.
Factores de riesgo
Alcohol*UDQSDUWHGHORVDFFLGHQWHVGHWUi¿FRVHSURGXFHQSRUTXH
alguno de los conductores, ocupantes o peatones está bajo los efectos
de bebidas alcohólicas. El nivel legal de alcoholemia permitido no es
inocuo pues se sabe que cantidades mínimas de alcohol ya producen
deterioro de la capacidad de reacción. El alimento retrasa la absor-
ción, pero ésta es completa igualmente. El café u otros estimulantes
disminuyen la somnolencia pero no rebajan la alcoholemia ni impi-
den los accidentes asociados.
Edad/RVDFFLGHQWHVVHFRQFHQWUDQHQMyYHQHVFRQSRFDH[SHULHQFLD
al volante. Parece que hay un repunte en personas ancianas que pue-
GHQ WHQHU Gp¿FLWV VHQVRULDOHV R GHPHQFLDV LQFLSLHQWHV \ FRQWLQ~DQ
conduciendo.
ACCIDENTES LABORALES
HO OHFKR VHD ¿UPH DVt FRPR IDYRUHFHU HO HUXFWR WUDV ODV WRPDV GHO
pecho o biberón.
El monóxido de carbonoHVPX\Wy[LFRORHPLWHQWRGRVORVPRWRUHV
GHH[SORVLyQ\ODVFRPEXVWLRQHVGHFXDOTXLHUWLSR
HÁBITOS DE RIESGO
PARA LA SALUD
151
CLÍNICA
EPIDEMIOLOGÍA
LEGISLACIÓN
*
DUDQWL]DU\DPSOLDUORVHVSDFLRVOLEUHVGHKXPRHQORVOXJDUHV
cerrados de uso público.
3 URWHJHUODVDOXGGHORVWUDEDMDGRUHVH[SXHVWRVDODFRQWDPLQD-
ción del humo ambiental de tabaco en sus lugares de trabajo,
fundamentalmente la hostelería.
3URWHJHUODVDOXGGHORVFOLHQWHVTXHXWLOL]DQORVHVWDEOHFLPLHQ-
tos de hostelería y dejar de asociar los espacios de ocio y esta-
blecimientos de hostelería con el hábito de fumar.
&RQWULEXLUDUHGXFLUODSUHYDOHQFLDGHWDEDTXLVPRHQODSREOD-
ción general y especialmente en la juvenil.
COSTES ECONÓMICOS
BIBLIOGRAFÍA
&RPLWpGH([SHUWRVGHOD206/XFKDFRQWUDHOWDEDTXLVPRHSLGpPLFR6HULH
de informes técnicos, nº 636. OMS. Ginebra, 1979.
Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo. Libro Blanco sobre el
Tabaquismo en España. Barcelona. Glosa Ediciones. 1998.
2¿FLQD5HJLRQDO(XURSHDGHOD2066HSXHGHORJUDUXQD(XURSDOLEUHGH
tabaco. Madrid. Ministerio de Sanidad y Consumo. 1992.
Pardell Alenta, H.; Saltó, E.; Sallersas, LL. Manual de diagnóstico y trata-
miento del tabaquismo. Madrid: Médica Panamericana, 1996.
Salvador, T. Guía práctica para dejar de fumar. Madrid. Ministerio de Sani-
dad y Consumo. 1990.
METABOLISMO Y ACCIÓN
157
6H KDEOD GH DOFRKROLVPR FXDQGR H[LVWH XQ VtQGURPH GH GHSHQGHQ-
cia del alcohol, pero el consumo abusivo de bebidas alcohólicas, sin
aparentemente ningún grado de dependencia, es la causa de acciden-
WHVGHWUi¿FRDFFLGHQWHVODERUDOHVSUREOHPDVGHUHODFLyQFRQGXFWD
agresiva, hepatopatía crónica, pancreatitis, hipertensión, cardiopatía,
EPIDEMIOLOGÍA Y PREVENCIÓN
$GHPiVH[LVWHQSRGHURVRVLQWHUHVHVHFRQyPLFRVHQWUHWDEDFR\
alcohol en España se gasta tanto dinero como en calefacción y alum-
brado, y más que en frutas y verduras.
Será preciso invertir recursos en prevención en un amplio número
de frentes, como la escuela, la universidad, la sanidad, los medios de
comunicación y a nivel municipal, para convertir el consumo de bebi-
das alcohólicas en una conducta saludable.
BIBLIOGRAFÍA
163
La ilegalidad. (VXQGHOLWRHOWUi¿FRSHURQRODSRVHVLyQSDUDHO
propio consumo, aunque el límite es difuso. En otros países la mera
posesión o el consumo (público o privado) se considera delito. Por
WDQWRHODFHUFDPLHQWRDODVGURJDVVLJQL¿FDFRQWDFWRFRQHOPXQGR
marginal de la delincuencia organizada, con los peligros subsecuentes
que ello conlleva.
Figura 23.1. Consumo de drogas en el último año (%) 15-64 años. Encues-
ta EDADES 2010. Plan Nacional sobre drogas. Ministerio de Sanidad.
6HREWLHQHGHORVEURWHVÀRUHFLGRVGHSODQWDVGHFixDPR/DVXVWDQFLD
activa es el tetra-hidro-cannabinol (THC).
En 2008 se decomisaron en España 683 toneladas de cannabis.
6XXVRHVWiPX\H[WHQGLGR\H[LVWHXQFRPLHQ]RGHFLHUWDtolerancia
social. En España, en 2010, el 14,8% de los varones y el 6,2% de
mujeres lo habían consumido alguna vez.
El THC produce sedación, pérdida de la capacidad y motivación
para realizar tareas complejas, desintegración temporal y sensación
de irrealidadRH[WUDxH]DVREUHHOSURSLRVHU\DOWHUDFLRQHVGHODSHU-
cepción. Somnolencia y relajación si se está solo y en menor grado en
grupo, donde suele aparecer una risa insípida espontánea. Disminuye
la empatía y la comunicación con otras personas, contrariamente a la
falsa percepción del sujeto. Puede producir alucinaciones y paranoia.
Altera el equilibrio y la deambulación con tendencia a la caída.
HEROÍNA
COCAÍNA
ANFETAMINAS
+DVWDORVDxRVVHDGTXLUtDQVLQGL¿FXOWDGHQODVIDUPDFLDVSRUVX
capacidad para disminuir el sueño y el apetito. Su uso médico actual
está muy restringido, tanto por sus riesgos como por sus pocas apli-
caciones.
$OLJXDOTXHODFRFDtQDWLHQHQHIHFWRHVWLPXODQWH\DQRUH[tJHQR
Pueden producir hipertensión sistémica e hipertensión pulmonar pri-
maria y tienen todos los efectos perjudiciales de la cocaína.
Son muy peligrosas porque, al riesgo cardiovascular se añade el
GH ORV WUDVWRUQRV PHQWDOHV ([LVWHQ SVLFRVLV DQIHWDPtQLFDV LQGLVWLQ-
guibles de la esquizofrenia, de curso impredecible. Pueden provocar
DQRUH[LDQHUYLRVD
Su uso está en aumento, frecuentemente asociadas a otras sustan-
cias, en lo que se ha llamado drogas de diseño o de síntesis. Son
baratas, especialmente en su producción, por lo que su uso podría
H[WHQGHUVHD~QPiV
Uno de sus nombres populares es speed (de velocidad) que se con-
sume inhalado, aunque normalmente las anfetaminas se consumen
por vía oral.
Las drogas de síntesis contienen diversas sustancias, pero básica-
mente anfetaminas y alucinógenos. La imposibilidad de conocer su
FRQWHQLGR H[DFWR DXPHQWD HO ULHVJR GH DFFLGHQWHV SRU VREUHGRVLV R
reacciones adversas.
Actualmente, son mayoritariamente estimulantes, como el éxtasis.
Su uso en forma de pastillas y en parte asociado a la música house, se
ha estabilizado en los últimos años.
A los peligros descritos para anfetaminas y alucinógenos se aña-
den la hipertermia maligna, que es causa de muertes cada año, y la
ALUCINÓGENOS
PREVENCIÓN
171
WUDQVIXVLRQHVHVXQH[HFUDEOHHMHPSORGHFyPRODPHGLFLQDSXHGH
VHUXWLOL]DGDFRQ¿QHVHVSXULRV\SHUMXGLFDUDODVDOXG
BIBLIOGRAFÍA
3UHYHQWLQJFKURQLFGLVHDVHVDYLWDOLQYHVWPHQW*HQHYD:RUOG+HDOWK2U-
ganization, 2005.
206KWWSZZZZKRLQWGLHWSK\VLFDODFWLYLW\SDHVLQGH[KWPO
OMS. http://www.who.int/dietphysicalactivity/PAguide-2007-spanish.pdf
ENFERMEDADES
CRÓNICAS
CARDIOPATÍA ISQUÉMICA
177
Figura 25.1. Tasa de mortalidad ajustada por edad por 100.000 habitantes,
por cardiopatía isquémica. España 1990-2006.
Hipertensión arterial
Tabaco
Hipercolesterolemia
Diabetes
Obesidad
Sedentarismo
GHOLSRSURWHtQDDGHPDUFDGRUHVGHLQÀDPDFLyQFRPRODSURWHtQD
C reactiva, la hipertrigliceridemia y la microalbuminuria. También
se ha implicado al plomo y las partículas producidas por la combus-
tión de motores diesel en la disfunción endotelial, y la infección por
Mycoplasma y ChlamydiaHQODLQÀDPDFLyQ\URWXUDGHODSODFDGH
ateroma. Diversos estudios intentan aclarar la participación de estos
factores en la aterosclerosis para plantear nuevas estrategias en su
control.
CARDIOPATÍA REUMÁTICA
ENFERMEDADES CEREBROVASCULARES
ENFERMEDAD TROMBOEMBÓLICA
VENOSA. EMBOLIA PULMONAR (TEP)
BIBLIOGRAFÍA
8QDLQÀDPDFLyQFDQFHURVDDXPHQWDSURJUHVLYDPHQWHGH
tamaño, es destructiva, y desarrolla raíces que se insinúan
entre los diferentes tejidos.
AVICENA (980-1037)
Prevalencia
185
Para el año 2015 se prevee que el tipo más frecuente de cáncer sea el
colorrectal, por delante, en términos globales, del cáncer de pulmón y
el de mama. Más de 220.000 personas serán diagnosticadas de algún
tipo de tumor maligno.
/RVGDWRVUHODWLYRVDVXSHUYLYHQFLDVHUH¿HUHQDOSRUFHQWDMHGHVXSHU-
vivientes en un tiempo tras el diagnóstico. Es muy frecuente seguir la
cifra convencional de cinco años. Las tasas de supervivencia en Es-
paña son muy similares a las de la media europea y países de nuestro
entorno. Desde 1990 hasta la actualidad, la evolución en superviven-
cia global ha sido positiva estando actualmente en cifras cercanas al
50% en varones y al 59% en mujeres.
Por tipo de tumor la supervivencia se sitúa en el 12,2% para pa-
cientes con cáncer de pulmón, en el 61,5% en el caso del cáncer colo-
rrectal y en el 82,8% para el cáncer de mama.
CÁNCER DE PULMÓN
CÁNCER DE MAMA
CÁNCER DE OVARIO
CÁNCER DE CÉRVIX
Casi todos los cánceres de cuello uterino son causados por el virus
del papiloma humano (VPH), un virus común transmisible por vía
CÁNCER COLORRECTAL
ORTXHVHVDOYDUtDQYLGDVDODxR&XDQGRH[LVWHQDQWHFHGHQWHV
familiares se aconseja realizar una colonoscopia a los 40 años y luego
repetir cada cinco o diez años según el grado de relación familiar.
CÁNCER DE ESTÓMAGO
CÁNCER DE PÁNCREAS
6XGHWHFFLyQWDUGtDSRUODLQHVSHFL¿FLGDGGHORVVtQWRPDVKDFHTXH
este tumor sea agresivo y de difícil tratamiento. Su diseminación es
rápida.
El factor de riesgo más constante es el tabaco. La ingesta de café,
más de 5 tazas diarias, también ha sido admitida en esta enfermedad.
CÁNCER DE HÍGADO
CÁNCER DE PRÓSTATA
LEUCEMIAS Y LINFOMAS
EPITELIOMAS Y MELANOMAS
BIBLIOGRAFÍA
(ODSDUDWRUHVSLUDWRULRWLHQHFRPRPLVLyQIXQGDPHQWDODSRUWDUR[tJH-
no y retirar CO2 de la sangre. Para ello, y a través de la ventilación,
el aire que ocupa los alvéolos se renueva constantemente con una
frecuencia de unos quince ciclos por minuto, cada uno de ellos com-
puesto por una inspiración y una espiración.
193
FISIOPATOLOGÍA
/
DH[SRVLFLyQDFRQWDPLQDQWHVDPELHQWDOHVR]RQR\RWURVLUUL-
tantes atmosféricos) y ocupacionales.
)DFWRUHVJHQpWLFRVFRPRHVHOGp¿FLWSDUFLDOGHDOIDDQWLWULS-
sina, proteína capaz de inhibir la acción de la elastasa, una sus-
tancia producida por los leucocitos y que puede destruir el tejido
SXOPRQDU6LHVWDHQ]LPDHVGH¿FLWDULDVHJHQHUDUiHODVWDVDHQ
H[FHVR\VHIDYRUHFHUiODDSDULFLyQGH(32&
,QIHFFLRQHVUHVSLUDWRULDVGHUHSHWLFLyQRKLVWRULDSUHYLDGHDVPD
/RVFDPELRV¿VLROyJLFRVIXQGDPHQWDOHVHQHVWDHQIHUPHGDGVRQ
/ DKLSHUVHFUHFLyQGHPRFR\GLVIXQFLyQFLOLDUHOKXPRGHOFLJD-
UULOORSURGXFHLQÀDPDFLyQFUyQLFDGHORVEURQTXLRORV\VHFUHFLyQ
FUyQLFDGHPRFRFRQODFRQVLJXLHQWHDSDULFLyQGHWRV\H[SHFWR-
ración, pero además paraliza los cilios de la mucosa bronquial
TXHHOLPLQDQPXFRVLGDG\SDUWtFXODVKDFLDHOH[WHULRU
$OWHUDFLRQHVHQHOLQWHUFDPELRKHPDWRJDVHRVRSULPHURVHSURGX-
ce una retención de CO2KLSHUFDSQLD\¿QDOPHQWHXQDGLVPLQX-
FLyQGHOR[tJHQRHQVDQJUHTXHRFDVLRQDKLSR[LDWLVXODURIDOWDGH
R[tJHQRHQORVWHMLGRVORFXDOPRWLYDODQHFHVLGDGGHR[LJHQRWHUD-
pia en domicilio para el tratamiento de estos enfermos.
+LSHUWHQVLyQSXOPRQDUYDVRFRQVWULFFLyQSRUKLSR[LDGLVIXQ-
ción endotelial, remodelación de las arterias pulmonares y des-
trucción del lecho capilar pulmonar.
(IHFWRVVLVWpPLFRVSpUGLGDSDWROyJLFDGHPXVFXODWXUDHVTXHOpWLFD
EPIDEMIOLOGÍA Y PREVENCIÓN
BIBLIOGRAFÍA
199
BIBLIOGRAFÍA
ÚLCERA PÉPTICA
203
ULDVFOtQLFDVGH$WHQFLyQ3ULPDULDDSUR[LPDGDPHQWHODPLWDGGHORV
estudiados son portadores de H. pylori.
/D~OFHUDSpSWLFDHVXQSURFHVRLQÀDPDWRULRORFDOL]DGRTXHDIHFWD
DODVXSHU¿FLHGHODPXFRVDGHOHVWyPDJR~OFHUDJiVWULFDRGHOGXR-
deno (úlcera duodenal). Puede ser una simple erosión, o más profun-
da, como un cráter.
Aparte de la colonización por Helicobacter pylori H[LVWHQ RWURV
factores de riesgo conocidos para la úlcera duodenal: tabaco, hiper-
clorhidria, más casos en la familia y las ocupaciones estresantes. Para
la úlcera gástrica también son factores de riesgo el tabaco, el uso de
AINEs como aspirina, más casos en la familia, la ocupación estresan-
te, el abuso dietético de la sal y la hipoclorhidria.
Clínicamente, ocasiona intenso dolor epigástrico, típicamente an-
tes de las comidas, que se alivia con la ingesta y con los antiácidos.
La úlcera gástrica requiere un diagnóstico diferencial con el cáncer
de estómago; por el contrario la úlcera duodenal suele ser benigna.
El diagnóstico radiológico ha sido casi completamente sustituido
por el diagnóstico endoscópico.
(O WUDWDPLHQWR KD PHMRUDGR H[WUDRUGLQDULDPHQWH SDVDQGR GH VHU
quirúrgico o con antihistamínicos, al uso de inhibidores de la bomba
de protones, que frenan la producción de ácido, y de antibióticos para
eliminar el Helicobacter pylori, en la actualidad.
Actualmente, el mayor riesgo de la úlcera péptica es el debut oca-
sional con intenso sangrado, que puede comprometer la vida.
/RVSURFHVRVLQÀDPDWRULRV\DWUy¿FRVFUyQLFRVGHiUHDVH[WHQVDV
GHOHVWyPDJRVHOODPDQJDVWULWLV/DDWUR¿DJiVWULFDDFDEDSURGXFLHQ-
do anemia perniciosa, por carencia del factor intrínseco, una enferme-
dad mortal si no se trata con inyecciones de vitamina B12.
COLON IRRITABLE
BIBLIOGRAFÍA
207
DIABETES MELLITUS
'H¿QLFLyQ\IUHFXHQFLD
Patogenia
Diagnóstico
Prevención
$XQTXH SRU DKRUD QR H[LVWH QLQJ~Q HVWXGLR TXH GHPXHVWUH ORV EH-
QH¿FLRV GH XQD HVWUDWHJLD SDUD HO GLDJQyVWLFR SUHFR] GH OD GLDEHWHV
tipo 2 en individuos asintomáticos, parece evidente la necesidad de la
búsqueda de nuevos casos entre las personas de alto riesgo, mediante
un cribaje en la consulta. (Tabla 30.1). La diabetes aumenta en los
Tratamiento
HIPOTIROIDISMO
(VXQDSURGXFFLyQGH¿FLHQWHGHKRUPRQDVWLURLGHDV(VODHQIHUPH-
dad más frecuente del tiroides, casi 700.000 personas la padecen en
España. El hipotiroidismo congénito tiene una incidencia de 1:4.000-
5.000 recién nacidos.
Las enfermedades tiroideas son más frecuentes en mujeres que en
varones, hasta diez veces más, sobre todo a partir de los 40 años.
El diagnóstico de hipotiroidismo es muy sencillo, sus síntomas son
cansancio crónico, debilidad, piel seca, intolerancia al frío, caída de
SHORGL¿FXOWDGSDUDODFRQFHQWUDFLyQHVWUHxLPLHQWR\DXPHQWRGLV-
creto del peso corporal, aunque se calcula que casi el 50% de los
casos se diagnostica por casualidad debido a la ausencia de signos en
fases tempranas. La detección se realiza determinando la TSH, que es
XQDKRUPRQDKLSR¿VDULDTXHVHHOHYDGHPDQHUDPX\VHQVLEOHFXDQGR
se reduce la función tiroidea.
El bocio es el aumento de tamaño de la glándula tiroides. Se suele
asociar a hipotiroidismo, aunque no siempre, sobre todo al principio.
Se acepta que el aumento de tamaño es compensador de un incipiente
defecto en la producción de hormonas.
Se habla de bocio endémico cuando afecta a un gran número de
SHUVRQDVGHXQD]RQDJHRJUi¿FDFRQFUHWD
(OERFLRHQGpPLFRVHSURGXFHSRUXQDSRUWHGH¿FLHQWHGH\RGR
generalmente por una carencia en la dieta.
7DPELpQH[LVWHQVXVWDQFLDVERFLyJHQDVGHODGLHWDWLRFLDQDWRV\
WLR[D]ROLGRQDVFRPRODVSUHVHQWHVHQODVFROHV\QDERVHVSHFLHVGHO
género Brassica) o en las nueces, que han sido muy importantes en
la dieta humana y de los animales, sobre todo en algunas zonas del
norte de España.
Las sustancias bociógenas pueden pasar de los vegetales emplea-
dos como alimento de las vacas, a la leche, donde mantienen su efec-
to bociógeno. Su efecto no se inhibe por el aporte suplementario de
yodo.
El hipotiroidismo materno se relaciona con el cretinismo, la sordo-
PXGH]\GLYHUVRVJUDGRVGHUHWUDVRPHQWDOSRUTXHHOGp¿FLWGH\RGR
afecta mucho al desarrollo neurológico fetal.
Se han hecho grandes avances en la erradicación de esta enfer-
medad, relacionada con el subdesarrollo, al mejorar la dieta en zonas
Otras enfermedades
BIBLIOGRAFÍA
OBESIDAD
215
cesidad energética diaria para cumplir con las funciones mínimas del
organismo, así como en los muy diversos patrones de actividad física
de los sujetos, en función de su trabajo y forma de ocio.
'H¿QLFLyQ
Epidemiología
/RVKiELWRVDOLPHQWDULRVLQFRUUHFWRVGLHWDKLSHUFDOyULFDSREUHHQ¿-
EUD\SURGXFWRVYHJHWDOHVULFDHQJUDVDVFDUQHDOLPHQWRVUH¿QDGRV
y dulces) y el sedentarismo hacen que la obesidad sea hoy uno de los
principales problemas de salud pública de los países desarrollados.
En Europa, la proporción de personas con sobrepeso u obesidad es
del 36,9% al 56,7% en mujeres y entre el 51% y 69,3% para varones
(2008/2009).
Es más frecuente entre mujeres ancianas y entre varones de me-
GLDQDHGDGUHÀHMDQGRTXL]iHOGLIHUHQWHLPSDFWRHQVDOXGTXHWLHQH
HQWUHORVGRVVH[RV
También es más frecuente entre personas sin estudios que en nive-
les educativos (o económicos) superiores.
La obesidad representa un factor de riesgo para la diabetes melli-
WXVODDWHURVFOHURVLVDODVRFLDUVHDPDORVSHU¿OHVOLStGLFRVSURGXFH
disnea y cansancio que acrecienta el sedentarismo, agrava las pato-
ORJtDVFDUGLRUUHVSLUDWRULDV\HQFRQMXQWRDFRUWDODVH[SHFWDWLYDVGH
vida en cantidad y calidad.
TRASTORNOS DE LA ALIMENTACIÓN
Anorexia nerviosa
Bulimia
BIBLIOGRAFÍA
Sobrepeso y obesidad
KWWSHSSHXURVWDWHFHXURSDHXVWDWLVWLFVBH[SODLQHGLQGH[SKS2YHUZHLJKWB
and_obesity_-_BMI_statistics
0
XHUWHQHXURQDOSRUWDQWRSpUGLGDQHXURQDOSXHVHVWDFpOXOD
no se reproduce.
(YROXFLyQJUDGXDO\SURJUHVLYDOHQWDDYHFHVGpFDGDV
&DXVDHQJHQHUDOGHVFRQRFLGDQRLQIHFFLRVDQRYDVFXODUQR
Wy[LFD
'LDJQyVWLFRIUHFXHQWHPHQWHGHH[FOXVLyQ
(VFDVRFRQWUROPpGLFRIDUPDFROyJLFR
(VWHJUXSRGHHQIHUPHGDGHVVXHOHGDUDIHFWDFLyQELODWHUDO\VL-
métrica.
219
ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
Fisiopatología
Clínica
Epidemiología
$SUR[LPDGDPHQWHXQGHORVKDELWDQWHVGHORVSDtVHVGHVDUUROODGRV
sufre alguna forma de demencia. Dado que es una enfermedad del an-
FLDQRHVSUHYLVLEOHXQDXPHQWRSURJUHVLYRHQODVSUy[LPDVGpFDGDV
/D($HVODFDXVDPiVIUHFXHQWHGHGHPHQFLDHQHODQFLDQR$SUR[L-
madamente el 70% de todas las demencias se deben a esta enfermedad.
El resto de demencias suele tener un origen vascular (ateroscleró-
WLFRWy[LFRDOFRKROLVPRHWFVHGHEHQDWXPRUHVRVRQFDVRVGH
pseudodemencia depresiva.
([LVWH XQ OLJHUR SUHGRPLQLR HQ PXMHUHV VL ELHQ QR HVWi
claro si esto se debe a su mayor longevidad.
Históricamente se distinguía “demencia senil” de “demencia prese-
nil”, pero hoy se sabe que ambas son la misma enfermedad (EA). El pro-
ceso patológico es el mismo con independencia de la edad de comienzo.
Aumenta su frecuencia progresivamente con la edad, de modo que a
los 65 años la sufren un 0,2% de las personas y a los 85 un 3% o más.
/DSUHYDOHQFLDDXPHQWDVLVHH[LJHQPHQRVFULWHULRVSDUDHOGLDJQyVWLFR
Pero la EA no es un acompañante inevitable de la vejez y muchos
ancianos llegan a los 90 o 100 años con su capacidad mental normal,
incluso con olvidos seniles benignos que no son EA.
En el síndrome de Down (trisomía 21) aparece muy frecuentemen-
te, ya a partir de los 40 años.
Se desconocen otros factores de riesgo importantes, pero se han seña-
lado como tales los traumatismos craneales con pérdida de conciencia, la
HGDGGHODPDGUHGXUDQWHODJHVWDFLyQ!RDxRV\ODH[SRVLFLyQ
a disolventes orgánicos y al aluminio de los antitranspirantes.
Se trata de una enfermedad frecuente, del adulto y sobre todo del an-
ciano. En general, es lentamente progresiva.
En el encéfalo se alteran sobre todo las zonas que contienen me-
lanina (sustancia negra, locus ceruleus) donde hay pérdida neuronal.
Bioquímicamente, hay pérdida de dopamina (en el núcleo caudado
y el putamen), que es un neurotransmisor regulador de los movimien-
tos y del tono postural.
Clínica
Epidemiología
CEFALEAS
EPILEPSIAS
TRAUMATISMOS CRANEOENCEFÁLICOS
/RVULxRQHV¿OWUDQFDGDGtDOLWURVGHVDQJUHUHJXODQODSUHVLyQ
DUWHULDOFRQWURODQODDQHPLD\IDYRUHFHQODFDOFL¿FDFLyQGHORVKXHVRV
por su activación de la vitamina D, funciones que se alteran cuando
hay una enfermedad renal. Cuando el riñón falla es necesario sustituir
ese proceso realizando diálisis.
El equilibrio del agua corporal y la eliminación de sal y sustancias
procedentes del metabolismo corresponde a los riñones.
La orina es un líquido hipertónico, cargado de sodio y de urea, que
es la molécula que transporta el nitrógeno sobrante del metabolismo
de las proteínas.
En condiciones de ingesta hídrica baja o de pérdida de agua por la
VXGRUDFLyQRODUHVSLUDFLyQHMHUFLFLRLQWHQVROD¿HEUHRSRUFRQGLFLR-
nes climáticas), la orina se concentra.
Por otro lado, si la toma de agua aumenta, la orina se vuelve clara
y de densidad parecida a la del agua, aumentándose la eliminación del
volumen sobrante.
Las diversas enfermedades que puede padecer el riñón: litiasis,
infecciones virales o bacterianas, alteraciones congénitas, hiperten-
sión o diabetes, pueden llevar al fracaso renal crónico o LQVX¿FLHQFLD
renal crónica (IRC).
225
EPIDEMIOLOGÍA Y PREVENCIÓN
Factores de riesgo
Prevención
BIBLIOGRAFÍA
6RULDQR&DEUHUD6'H¿QLFLyQ\FODVL¿FDFLyQGHORVHVWDGtRVGHODHQIHUPH-
dad renal crónica. Prevalencia. Claves para el diagnóstico precoz. Facto-
res de riesgo de enfermedad renal crónica. Nefrología 2004; 24 (Supl 6).
Estudios y Guías SEN: Epirce. Disponible en: www.senefro.org.
ARTROSIS (OSTEOARTRITIS)
229
Epidemiología y prevención
ARTRITIS REUMATOIDE
OSTEOPOROSIS
/DGHVFDOFL¿FDFLyQSURJUHVLYDGHORVKXHVRVSUHGLVSRQHDODIUDFWXUD
tras traumatismos incluso menores.
La mayor masa ósea de los individuos de raza negra y de las personas
con buena constitución física por el deporte, protege de la osteoporosis.
Obtener una buena tasa de mineralización ósea en la adolescencia es un
objetivo que prevendrá a muy largo plazo la aparición y consecuencias
de la osteoporosis.
La pérdida de calcio se incrementa en los periodos de reposo prolon-
gado, en los embarazos y con el consumo de tabaco y alcohol.
La dieta adecuada, con al menos 2-3 unidades de productos lácteos
al día o bien suplementada con compuestos de calcio y vitamina D para
llegar a los 1.200 mg/día, se considera una medida preventiva básica,
junto con el ejercicio físico moderado.
La vitamina D se adquiere por la dieta (productos lácteos, etc.) y
WDPELpQSRUODH[SRVLFLyQVRODU
233
FXDGDDODVFDSDFLGDGHV\H[SHFWDWLYDV\ODSUHVHQFLDGHXQHQWRUQR
afectivo apropiado.
Por lo tanto una pérdida afectiva o el estrés laboral, sin causar enfer-
medad alguna, pueden ocasionar tal descalabro emocional y personal
que afecten gravemente a la salud psicológica.
(QODVDOXGPHQWDOWDPELpQLQÀX\HQHOVH[RODHGDG\HOHVWDGRFLYLO
(Tabla 35.1), pero la relación de causalidad es menos clara en el caso de la
situación de pareja y la situación laboral, dado que el deterioro de la salud
puede ser tanto causa como consecuencia de la ruptura o del desempleo.
Hay que decir que aún está lejos la posibilidad de disponer de al-
gún indicador biológico para el diagnóstico de ninguna de las princi-
pales enfermedades mentales.
TRASTORNOS DE ANSIEDAD
$XQTXHGHOLJHURSUHGRPLQLRHQHOVH[RIHPHQLQRODVGLYHUVDVPR-
dalidades de trastornos de ansiedad son las enfermedades mentales
más prevalentes. Se asocian también a la depresión y en ocasiones
son difíciles de distinguir.
Depresión
Trastorno bipolar
TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
TRASTORNOS SOMATOFORMES
BIBLIOGRAFÍA
239
Conjuntivitis
(VXQDLQÀDPDFLyQRLQIHFFLyQGHODPHPEUDQDFRQMXQWLYDOTXHVXHOH
UHSUHVHQWDUVHFRQRMRURMRVHFUHFLRQHV\VHQVDFLyQGHFXHUSRH[WUD-
xR/DFRQMXQWLYDHVWiH[SXHVWDDODVEDFWHULD\DRWURVLUULWDQWHVODV
lágrimas (que contienen enzimas y anticuerpos) ayudan a protegerla
eliminando las bacterias. La causa más común de conjuntivitis es ví-
rica. Es más frecuente en niños.
Una buena higiene puede ayudar a prevenir el contagio: evitar to-
carse los ojos, lavarse las manos con regularidad, cambiar ropa de
cama y baño, manipular las lentes de contacto apropiadamente.
Los tipos de conjuntivitis se presentan en la Tabla 36.1
Tabla 36.1.
Pterigión
DWDUDWD
&
*ODXFRPD
'HJHQHUDFLyQPDFXODUDVRFLDGDDODHGDG'0$(
5HWLQRSDWtDGLDEpWLFD
Ametropías
Cataratas
WLR[LGDQWHVGHIRUPDUHJXODUSXHGHGLVPLQXLUHOULHVJRGHSURJUHVLyQ
e incidencia de la enfermedad.
Retinopatía diabética
Glaucoma
Xeroftalmía
Traumatismo ocular
&RPRVHUHFRJHHQODGH¿QLFLyQHVODHQWLGDGHQODTXHVHSURGXFHQ
SDXVDVRSDUDGDVUHVSLUDWRULDVDVtFRPRGLVPLQXFLyQGHOÀXMRDpUHR
en un 50% y de duración > 4 seg), durante el sueño, con un origen no
central, sino obstructivo, pudiéndose esta localizar a nivel de la rino,
oro y/o hipofaringe.
Dicho síndrome produce alteraciones a nivel circulatorio, ventila-
torio, endocrinológicas, cerebrales y del sistema neurovegetativo, lo
TXHDVXYH]SXHGHH[SUHVDUVHFOtQLFDPHQWHGHPX\GLYHUVDVIRUPDV
muerte, hipertensión pulmonar, fallo de corazón derecho, hipertensión
arterial, hipoventilación crónica, hipersomnia diurna, deterioro intelec-
tual, trastornos de la conducta y de la personalidad.
([LVWHQIDFWRUHVTXHVHUHODFLRQDQFODUDPHQWHFRQHO6$26
245
)
DFWRUHVDQDWyPLFRV/RVYDURQHVWLHQHQXQDVUHVLVWHQFLDVPD-
yores a nivel de la faringe y supraglotis, y estas aumentan con
la edad, posiblemente debido al incremento del peso corpo-
UDO$QRPDOtDVTXHYDQGHVGHGHÀH[LRQHVVHSWDOHVKLSHUWUR¿D
DPLJGDODUSDODGDUOD[R\HQJURVDGRPDFURJORVLDRUHWURJQDWLD
son otros factores a tener en cuenta, a nivel anatómico.
2EHVLGDG(VWHIDFWRUFRUUHJLGRSRUODVLQÀXHQFLDVGHODHGDGVL-
gue siendo un factor claramente asociado al desarrollo de un SAOS,
encontrándose un aumento de grasa perifaríngea en pacientes con
SAOS, en estudios de RMN (Resonancia magnética nuclear).
$OFRKRO%LHQSRUHOGHVFHQVRGHODDFWLYLGDGHOHFWURPLRJUi-
¿FDGHOP~VFXORJHQLRJORVRRSRUXQDXPHQWRHQODIDFLOLGDG
del colapso de las vías aéreas, el alcohol puede incrementar el
número y la duración de las apneas.
)iUPDFRVFRPRODFRGHtQDPHSHULGLQDPRU¿QDEDUELW~ULFRV
neurolépticos aumentan el SAOS.
HIPOACUSIA EN EL ADULTO Y
TRAUMATISMO ACÚSTICO
/DSUHVELDFXVLDVHGH¿QHFRPRXQDDOWHUDFLyQGHODIXQFLyQDXGLWLYD
relacionada con el envejecimiento. Los estudios epidemiológicos ha-
$ VRFLDFLyQIDPLOLDU\IDFWRUHVGHIUDJLOL]DFLyQRDJUDYDPLHQWR
DQR[LDQHRQDWDOLQIHFFLRQHVYDULDVWUDXPDVFUDQHDOHVIiUPD-
cos o causas yatrógenas, pueden fragilizar el sistema auditivo.
)DFWRUHVORFDOHVLQÀDPDFLRQHVGHORtGRPHGLRDJXGDVRFUyQL-
cas, pueden evolucionar en la presbiacusia.
$OWHUDFLRQHVPHWDEyOLFDVODGLDEHWHV\ODGLVOLSHPLDWLHQHQXQD
clara correlación con la presbiacusia.
(QWRUQR\PRGRVGHYLGDHOWDEDFRHODOFRKROORVVDOLFLODWRV\
los anticonceptivos orales se correlacionan con la evolución de
la presbiacusia. De la misma forma el ruido aumenta la progre-
sión de la pérdida auditiva.
Q LYHOHVGHUXLGRVXSHULRUHVDGEVVXPLQLVWURDSHWLFLyQGHO
trabajador. Uso no obligatorio.
QLYHOHV GH UXLGR VXSHULRUHV D GEV VXPLQLVWUR REOLJDWRULR
pero uso optativo.
QLYHOHVVXSHULRUHVDGEVRDGEVGHQLYHOSLFRHVREOLJD-
torio, tanto el suministro como el uso.
7RGRHOSHUVRQDOH[SXHVWRGHEHUiVRPHWHUVHDXQDUHYLVLyQDXGLWL-
va al incorporarse al puesto laboral, y periódicamente en trabajadores
H[SXHVWRVDUXLGRVVXSHULRUHVDGEV
A nivel clínico, la hipoacusia es una patología que genera invali-
dez y aislamiento social en el anciano, ayudando a la depresión y la
pérdida de autonomía de la persona. Para calibrar la importancia del
problema, recordemos un concepto, como es el de carga atribuible
de un problema de salud (que viene representado por su frecuencia y
por la valoración de sus consecuencias mortales (pérdidas en años de
vida) y no mortales (pérdidas funcionales y de bienestar).
Según datos de la OMS (informe sobre salud en el mundo 2003),
ODVRUGHUDDGTXLULGDGHODGXOWRHVODVH[WDFDXVDGHSpUGLGDGHDxRVOL-
bres de enfermedad (años de vida sanos), siendo responsable del 3,6%
de esa pérdida global, por delante de enfermedades como el EPOC, y
solo detrás de la depresión, las enfermedades vasculares, el alcohol y
las demencias.
Una mención aparte hay que hacer con el uso de los nuevos apa-
UDWRVSRUWiWLOHVGHP~VLFDTXHVHKDQFRQYHUWLGRSRUODH[SRVLFLyQ
a altos ruidos, en la primera causa de hipoacuisa neurosensorial y
acúfenos en la adolescencia.
HIPOACUSIA EN LA INFANCIA
/
DKLSRDFXVLDHVODDOWHUDFLyQQHXURVHQVRULDOGHPD\RUSUHYD-
lencia en países desarrollados (0,5-5/1.000 en recién nacidos).
(VYHFHVPiVIUHFXHQWHTXHHOVtQGURPHGH'RZQTXHOD
HVSLQDEt¿GD\YHFHVPiVIUHFXHQWHTXHHOKLSRWLURLGLVPR
(OGHODVVRUGHUDVLQIDQWLOHVHVWiQSUHVHQWHVDOQDFLPLHQWR\
el 95% de los niños sordos nacen en familias de normooyentes.
/DSpUGLGDGHDXGLFLyQSXHGHSURGXFLUUHWUDVRVSHUPDQHQWHVHQ
el desarrollo del lenguaje oral, en procesos cognitivos (a nivel
intelectual, emocional o social). De la misma forma el desarrollo
motor es más lento (en coordinación y velocidad, así como en el
desarrollo de secuencias motoras complejas y del equilibrio).
/
RVQLxRVFRQKLSRDFXVLDJUDYHSURIXQGDWLHQHXQDYHFHV
más posibilidades de presentar trastornos psiquiátricos graves.
RINITIS AGUDAS
/DULQLWLVDJXGDHVODLQIHFFLyQULQROyJLFDPiVIUHFXHQWHLQÀXLGDSRU
factores favorecedores como son la edad (mayor frecuencia en niños),
carencias de vitamina C y de hierro y factores relacionados con el
clima y el ambiente (para los rinovirus el carácter epidémico es más
importante en estaciones cálidas; los adenoviurs y virus gripal se ven
IDYRUHFLGRV SRU DPELHQWH LQYHUQDO PRGL¿FDFLRQHV FRPR HO WDEDFR
\ODFRQWDPLQDFLyQLQÀX\HQHQODDSDULFLyQSRUGHVFHQVRGHOPRYL-
miento ciliar y lesiones en el epitelio respiratorio). El catarro común
representa el 40% de todas las infecciones respiratorias agudas. Se
calcula que los niños menores de seis años, presentan entre seis y diez
episodios al año, siendo en los adultos entre dos y cuatro en número
anual.
Aunque parece una enfermedad banal, diferentes estadísticas nos
hablan de su importancia económica: en Estados Unidos es responsa-
EOHGHDSUR[LPDGDPHQWHPLOORQHVGHGtDVGHPDOHVWDU\GHXQRV
30 millones de jornadas de absentismo laboral o escolar. En 1985 se
estimó un gasto de 556 millones de dólares en el tratamiento sintomá-
tico de esta patología.
CÁNCER DE LARINGE
(VIUHFXHQWHHQHOVXURHVWHHXURSHRUHSUHVHQWDQGRDSUR[LPDGDPHQWH
algo más del 4% de la mortalidad por cáncer. Se observan esencial-
mente en varones (95%) entre los 45 y los 70 años. Dentro de Europa
el país con mayor mortalidad e incidencia (20/100.000) por este tipo
de tumores, es España.
Entre los factores implicados es el tabaco el principal factor de
riesgo, relacionado con la presencia de agentes carcinógenos (benzo-
pireno), agentes irritantes (alquitrán), efecto químico (pH del humo).
El alcohol parece tener un efecto multiplicador al del tabaco.
BIBLIOGRAFÍA
<RXQJ 7 3DOWD 0 'HPVH\ - et al. The occurrence of sleep-disordered
breathing among middle-aged adults. N. Engl. J. Med. 1993;328:1230-5
Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo www.mtas.es
0RUWRQ&&1DQFH:(1HZERUQKHDULQJVFUHHQLQJDVLOHQWUHYROXWLRQN.
Engl. J. Med. 2006, 354:2151-64
%L[TXHUW9-DXGHQHV&3DWLxR,,QFLGHQFLD\UHSHUFXVLRQHVGHODKLSRDFX-
sia. En CODEPEH, Ministerio de Sanidad y Consumo, editores. Libro
blanco sobre hipoacusia. Detección precoz de la hipoacusia en recién
nacidos. Madrid. Ministerio de Sanidad y Consumo 2003, p. 13-14
Schlumberger E, Narbona J, Manrique M. Non-verbal development of chil-
dren with deafness with and without cochlear implants. Dev. Med. Child.
Neur. 2004; 46:599-606
251
CARIES
/DFDULHVVHGH¿QHFRPRXQSURFHVRGHVWUXFWLYRGHORVWHMLGRVGHQ-
tales causado por microorganismos presentes en la placa bacteriana.
(QODERFDH[LVWHQPiVGHWLSRVGLIHUHQWHVGHEDFWHULDV\DOJXQDV
son lesivas para los tejidos que soportan al diente. Las bacterias que
KDELWDQHQODERFDVHGHSRVLWDQHQODVXSHU¿FLHGHOGLHQWHODHQFtD
y en la unión de ambos, y forman la anteriormente citada placa bac-
teriana.
/DFDULHVYLHQHGDGDSRUXQDLQJHVWDULFDHQD]~FDUHVXQDGH¿FLHQ-
te higiene bucal y una predisposición individual como disminución
de la secreción de saliva, trastornos en la formación/desarrollo del
esmalte, y pH salival disminuido, entre otros.
Esta enfermedad representa un problema importante de salud pú-
blica, puesto que es la responsable de procesos infecciosos, dolores
agudos y pérdida de dientes en gran parte de la población, siendo más
común en ámbitos rurales que urbanos.
Uno de los objetivos principales de los profesionales de la salud
es disminuir la prevalencia de la caries. Para ello, lo primero que se
recomienda es una dieta equilibrada, con una ingesta reducida en azú-
cares (ya que alimentan a las bacterias responsables de provocar la
FDULHVFRQVXPRGHÀ~RUUD]RQDEOH\XQDPHMRUDGHODKLJLHQHEXFDO
para evitar la descomposición de los restos de los alimentos.
/DSUHVHQFLDGHÀ~RUHQHODJXDIXHODSULPHUDIXHQWHGHDGPLQLV-
WUDFLyQDUWL¿FLDOH¿FD]FRQRFLGDGHPRVWUiQGRVHDSDUWLUGHHQWRQFHV
TXH H[LVWtD XQD UHODFLyQ GLUHFWD HQWUH OD GLVPLQXFLyQ GH ORV QLYHOHV
GHFDULHVGHODSREODFLyQ\ODSUHVHQFLDGHÀ~RUGXUDQWHHOGHVDUUROOR
dental.
(OPHFDQLVPRGHSUHYHQFLyQGHOÀ~RUHVSRUDFFLyQWySLFDGHDKt
OD LPSRUWDQFLD GH OD ÀXRUL]DFLyQ GHO DJXD \ OD GLVSHQVDFLyQ JHQH-
UDO2WURVPpWRGRVHIHFWLYRVSDUDHOFRQVXPRGHÀ~RUVRQDOLPHQWRV
comprimidos, las pastas de dientes y enjuagues bucales, entre otros.
ENFERMEDAD PERIODONTAL
Es aquella que afecta a los tejidos de sostén del diente. Se divide prin-
cipalmente en: gingivitis y periodontitis.
/DJLQJLYLWLVYLHQHGHWHUPLQDGDSRULQÀDPDFLyQ\VDQJUDGRGHODV
encías, en ocasiones acompañado de dolor y halitosis, pudiendo estar
relacionada o no con la presencia de placa bacteriana. Esta empeora
con cambios hormonales, estrés, consumo de tabaco y por supuesto
FRQXQDGH¿FLHQWHRLQFRUUHFWDKLJLHQHRUDO&XDQGRVHGHWHFWDHVWD
enfermedad es muy importante eliminar el sarro y las bacterias que
KD\GHSRVLWDGDVHQODVXSHU¿FLHGHOGLHQWHSXHVWRTXHSXHGHQVHUODV
FDXVDQWHVGHGLFKDLQÀDPDFLyQ
Cuando la gingivitis no se trata y evoluciona a un estado crónico,
comienza la fase denominada periodontitis. En esta hay un aumento
GHOHVSDFLRH[LVWHQWHHQWUHODVHQFtDV\HOGLHQWHFDXVDQGRXQDLQÀD-
mación que se traslada por debajo de la encía, destruyendo el hueso
y los tejidos de los dientes (que puede conllevar a la movilidad y
pérdida de los mismos). Cuando se produce esta pérdida de hueso
el proceso es irreversible, es decir, la situación y la evolución de la
enfermedad mejorará, pero nunca se recuperarán los tejidos que ya se
han perdido. La gravedad de las lesiones producidas por las bacterias
en los tejidos que soportan los dientes, dependerá de la susceptibi-
lidad individual genéticamente determinada, y por supuesto de los
hábitos y técnicas de higiene.
Otro factor a tener en cuenta es el tabaco. Aunque este no es capaz
de producir esta enfermedad de la encía directamente, sí que agrava
ODHYROXFLyQGHODPLVPD\UHGXFHODH¿FDFLDGHOWUDWDPLHQWR(OPH-
canismo por los que el tabaco agrava la evolución de la periodontitis
es una reducción del aporte sanguíneo a los tejidos de la encía y como
consecuencia una disminución de la capacidad defensiva frente a las
bacterias.
OTRAS ENFERMEDADES
BIBLIOGRAFÍA
Romagna C et al. Periodontal disease: a new factor associated with the pre-
VHQFH RI PXOWLSOH FRPSOH[ FRURQDU\ OHVLRQV J Clin Periodontol. 2012
Jan;39(1):38-44.
Gugwad SC et al. Caries Prevention Effect of Intensive Application of So-
GLXP)OXRULGH9DUQLVKLQ0RODUVLQ&KLOGUHQEHWZHHQ$JHDQG<HDUV
J Contemp Dent Pract. 2011 Nov 1;12(6):408-13.
Petersen PE et al. Community-oriented Administration of Fluoride for the
Prevention of Dental Caries: A Summary of the Current Situation in
Asia. Adv Dent Res. 2012 Feb;24(1):5-10.
255
INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS
EFECTOS ADVERSOS
MEDICAMENTOS Y EMBARAZO
/RVIiUPDFRVVHFODVL¿FDQHQFDWHJRUtD$DTXHOORVTXHVRQSURED-
GDPHQWHH¿FDFHV\VHJXURVHQODVHPEDUD]DGDV(VHOFDVRGHOiFLGR
fólico y los suplementos vitamínicos.
&DWHJRUtD%VLJQL¿FDTXHQRKD\SUXHEDVGHTXHSURYRTXHQGD-
ños ni en personas ni en animales, y por tanto su uso moderado se
considera seguro, especialmente después del primer trimestre de ges-
WDFLyQ&RPRHMHPSORHVWDUtDHOLEXSURIHQRRHODQWLELyWLFRDPR[LFL-
lina. De categoría C son los medicamentos que han provocado daños
HQDQLPDOHVGHH[SHULPHQWDFLyQVRQSRUORWDQWRWHUDWyJHQRV\VROR
VHGHEHQXVDUFXDQGRHOEHQH¿FLRVXSHUHHOULHVJRSRWHQFLDO&DWHJR-
UtD'VLJQL¿FDTXHKDQSURYRFDGRFDVRVKXPDQRVGHPDOIRUPDFLyQ
congénita, son muy peligrosos y solo se usarán en raras ocasiones
en los que no haya ninguna alternativa. Por último está la categoría
X, fármacos que están prohibidos en la gestación. Como ejemplos
clásicos estaría el caso de la talidomida, un medicamento utilizado
hacia 1970, que provocaba graves malformaciones consistentes en la
DXVHQFLDSDUFLDORWRWDOGHODVH[WUHPLGDGHVVXSHULRUHVDPHOLD
ANCIANOS Y MEDICAMENTOS
EL GASTO FARMACÉUTICO
1.8% del PIB y representa el 21% del gasto total sanitario (2000 - 2009).
De él, el 72% fue cargado al gasto público y el resto fue gasto privado.
Los nuevos fármacos para dolencias comunes o los tratamientos
para el SIDA han tenido un impacto económico enorme. Pero su ne-
cesidad sanitaria y social es evidente y ningún país desarrollado pue-
de permitirse dejar de sufragarlos.
Actualmente en España los medicamentos administrados o dispen-
VDGRVHQHOKRVSLWDOFDUHFHQGHFRVWHSDUDHOXVXDULRVLHQGR¿QDQFLD-
dos al 100%. Por la reforma que entró en vigor en Julio de 2012, se
distinguen cinco tramos de aportación, en función de la renta. Los
pensionistas, que anteriormente tenían gratuidad en los midicamen-
tos, ahora aportan un 10% de su cuantía, con un límite. La receta tiene
XQ~QLFRFRORUD]XO\HVHQODR¿FLQDGHIDUPDFLDGRQGHVHHIHFW~D
el cruce con los datos de hacienda.
En 2011 el gasto se redujo un promedio de un 10% respecto de
2010, con la entrada en vigor de los nuevos precios de referencia.
(OSUHFLRGHUHIHUHQFLDHVHOYDORUPi[LPR¿QDQFLDGRSRUHO6LVWHPD
Nacional de Salud para un determinado conjunto de medicamentos.
BIBLIOGRAFÍA
ENFERMEDADES
INFECCIOSAS
263
MICROBIOLOGÍA
Bacterias
Virus
LIMPIEZA
DESINFECCIÓN
ESTERILIZACIÓN
ANTISEPSIA
([LVWHQSUXHEDVTXHGHPXHVWUDQTXHODFORUKH[LGLQDHVVXSHULRUD
los yodóforos en la antisepsia preoperatoria (la preparación del cam-
po quirúrgico). Su acción se ve potenciada por el alcohol.
En el momento presente el mejor antiséptico para la piel antes de
ODLQFLVLyQTXLU~UJLFDHVHODOFRKROGHFRPELQDGRFRQFORUKH[L-
dina al 2% Generalmente se le añade un colorante anaranjado para
marcar así el campo de forma visible.
3DUDODVPXFRVDVH[FHSWRODFRQMXQWLYDRHORtGRPHGLRODHOHF-
FLyQVHUtDFORUKH[LGLQDDFXRVD
CONTROL DE PLAGAS
(VWDRSHUDFLyQVHUH¿HUHDODGHVUDWL]DFLyQ\GHVLQVHFWDFLyQ/RVDU-
trópodos (cucarachas, pulgas, garrapatas, chinches, etc.) y los ratones
y ratas pueden transmitir enfermedades, y se hace preciso su control
HQWRGDVODVLQVWDODFLRQHVFRQSUHVHQFLDKXPDQDHGL¿FDFLRQHVKRV-
pitales, comedores colectivos, locales de restauración, etc.).
Se debe realizar por profesionales autorizados, inscritos en un re-
gistro de manipuladores de sustancias peligrosas, como los rodentici-
das (raticidas), que suelen ser sustancias anticoagulantes orales, y los
plaguicidas TXH SXHGHQ VHU RUJDQRIRVIRUDGRV PX\ Wy[LFRV SDUD HO
hombre, o los piretroides, muy peligrosos para los ecosistemas acuá-
ticos y el medio ambiente.
BIBLIOGRAFÍA
INMUNIDAD INESPECÍFICA
271
INFLAMACIÓN
(QODVDQJUHH[LVWHQXQDVHULHGHVXVWDQFLDVTXtPLFDVFDSDFHVGH³PDU-
car” u opsonizarORVPLFURRUJDQLVPRVVHUHVH[WUDxRVDOLQGLYLGXR
Estas reacciones químicas se activan en cascada, resultando un
bloqueo del germen.
INMUNIDAD CELULAR
INMUNIDAD HUMORAL
/DVEDFWHULDVIUHFXHQWHPHQWHWLHQHQXQDFDSDH[WHUQDGHSROLVDFiUL-
dos o cápsula.
Estos polisacáridos, por sí solos, son capaces de estimular a los
linfocitos B, que tras el estímulo antigénico se transforman en células
plasmáticas, capaces de producir gran cantidad de anticuerpos. Los
anticuerpos también se llaman inmunoglobulinas. Tienen naturaleza
proteica y circulan por la sangre durante meses o años, una vez pro-
ducidos.
/RVDQWLFXHUSRVVRQPROpFXODVFRQIRUPDGH<FDSDFHVGHXQLUVH
HVSHFt¿FDPHQWHFRPRXQDOODYHDXQDFHUUDGXUDEORTXHDQGRORVDQ-
tígenos del microorganismo.
LA CADENA EPIDEMIOLÓGICA
277
MECANISMOS DE TRANSMISIÓN
RQWDFWRGLUHFWRHLQGLUHFWR
&
$HURVROHV
$pUHR
9HKtFXORFRP~Q
9HFWRUHV
([LVWHFRQWDFWRHQWUHVXSHU¿FLHVFRUSRUDOHV\WUDQVIHUHQFLDItVLFDGH
microorganismos desde una persona colonizada hasta un huésped
susceptible.
Son típicas enfermedades transmisibles por contacto directo las
(76RHQIHUPHGDGHVGHWUDQVPLVLyQVH[XDOHQWUHODVFXDOHVHVWiQHO
6,'$ODKHSDWLWLV%ODVt¿OLVODJRQRUUHDODXUHWULWLVSRUChlamydia,
el herpes genital y las verrugas genitales (ocasionadas por el papilo-
mavirus).
Las manos no higienizadas son el principal vehículo de infeccio-
nes en el medio sanitario.
TRANSMISIÓN RESPIRATORIA
Precauciones estándar
6HDSOLFDQDWRGRVORVSDFLHQWHV\DWRGRVORVÀXLGRVFRUSRUDOHVVDQJUH
orina, saliva, heces, etc.).
Consisten, básicamente, en el lavado de manos higiénico, antes y
después de cada contacto con cada paciente.
El uso de guantes desechables es obligatorio para el contacto con los
ÀXLGRVFRUSRUDOHV(VWRVJXDQWHVVHGHVHFKDUiQFDGDYH]WUDVVXXVR
evitando cambiar de paciente sin cambiar de guantes, y el lavado de
manos es obligatorio antes y después de quitarse unos guantes.
3UHFDXFLRQHVHVSHFt¿FDV
6HUH¿HUHQDPHGLGDVHVSHFLDOHVSDUDHQIHUPHGDGHVTXHVHWUDQVPLWHQ
SRUXQDYtDHVSHFt¿FD
Por ejemplo, en el caso de la colonización cutánea por un microor-
ganismo resistente a casi todos los antibióticos conocidos, como es el
Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM), se usarán
guantes también para el contacto con la piel, algo que no era preciso en
las precauciones estándar. Otros ejemplos son las diarreas profusas en
pacientes no colaboradores.
En el caso de una tuberculosis, que se transmite por vía respiratoria,
se necesita mantener la puerta de la habitación cerrada y utilizar una
PDVFDULOODHVSHFLDOFRQ¿OWURGHSDUWtFXODVSDUDDFFHGHUDHOOD
En este último caso también es conveniente disponer de un siste-
PDGHH[WUDFFLyQIRU]DGDRXQDFOLPDWL]DFLyQHVSHFLDOGHODKDELWDFLyQ
(bajo presión negativa).
Enfermedades transmitidas por aerosoles, como las meningitis, re-
quieren, durante las primeras horas de su internamiento, precauciones
para gotitas o aerosoles.
FARINGITIS AGUDA
283
NEUMONÍA
INFECCIÓN URINARIA
MENINGITIS
INFECCIONES PROTÉSICAS Y DE
DISPOSITIVOS MÉDICOS ARTIFICIALES
(O XVR HQ QXHVWUR PHGLR GH GLVSRVLWLYRV PpGLFRV DUWL¿FLDOHV \ SUR-
WpVLFRV VH HQFXHQWUD DPSOLDPHQWH H[WHQGLGR \ KD VXSXHVWR XQ JUDQ
avance en el tratamiento de múltiples afecciones, llegando incluso a
sustituir funciones de parte del cuerpo humano perdidas o deteriora-
BIBLIOGRAFÍA
Fauci AS, Braunwald E, Kasper DL, Hauser SL, Longo DL, Jameson L,
Loscalzo J, Eds. Harrison. Principios de Medicina Interna. 17ª edición.
0p[LFR0FJUDZ+LOO,QWHUDPHULFDQDHGLWRUHV
%HWWV5)&KDSPDQ6:3HQQ5/A Practical Approach to Infectious Di-
seases. 5thHGLWLRQ1HZ<RUN/LSSLQFRWW:LOOLDPV :LONLQV/::
2003.
INFECCIÓN TUBERCULOSA
289
/ DFDSDFLGDGFRQWDJLDQWHGHOHQIHUPRGHWHUPLQDGDSRUHOQ~-
mero de bacilos presentes en las secreciones respiratorias, por
ODIUHFXHQFLDHLQWHQVLGDGGHODWRV\SRUODH[LVWHQFLDGHFDYLWD-
FLyQHQODUDGLRJUDItDGHWyUD[
(OJUDGRGHLQWLPLGDG\GXUDFLyQGHODH[SRVLFLyQFRQHOHQIHU-
mo. Son por tanto los convivientes del enfermo los que tienen
mayor riesgo de infectarse.
TUBERCULOSIS PULMONAR
WRV¿HEUHSpUGLGDGHSHVRPDOHVWDU\RFDVLRQDOPHQWHVDQJUHHQHO
esputo (hemoptisis).
(QODUDGLRJUDItDGHWyUD[VHSXHGHREVHUYDUFRQGHQVDFLyQHQORV
lóbulos superiores e incluso cavernas, que son regiones de destruc-
ción pulmonar.
El análisis del esputo y su cultivo suelen revelar el microorganis-
mo M. tuberculosisTXHVHWLxHFRQGL¿FXOWDGSRUORVFRORUDQWHVXVXD-
les, y precisa ser teñido con técnicas especiales, como el Ziehl o la
DXUDPLQDSDUDSRGHUVHUYLVWRDOPLFURVFRSLRHLGHQWL¿FDGR
Para padecer tuberculosis tiene que haber infección tuberculosa
previa.
Favorece la tuberculosis activa la desnutrición, el alcoholismo y el
SIDA, entre otras enfermedades.
La tuberculosis es una enfermedad relacionada con la pobreza,
aunque cualquiera puede infectarse y llegar a desarrollar la enferme-
dad; es más probable en ambientes de carencias económicas y de in-
fraviviendas, y en países en vías de desarrollo.
Actualmente la tuberculosis es perfectamente curable con antibió-
ticos. Se precisan varios antibióticos a la vez durante un periodo de
seis meses. Ante la aparición de intolerancia o resistencias al trata-
miento, la duración del tratamiento será sensiblemente mayor.
EPIDEMIOLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
*OREDOWXEHUFXORVLVFRQWURO:+2UHSRUW*LQHEUD206
Juliá Gonzalez-Martin, Jose María García García, Luis Anibarro, Rafael
Vidal, Jaime Esteban, Rafael Blanquer, Santiago Moreno y Juan Ruíz
Manzano. Documento de consenso sobre diagnóstico, tratamiento
y prevención de la tuberculosis. Enferm Infecc Microbiol Clin. 2010;
25(5):297e1-297e20.
David L. Heyman Editor. El control de las enfermedades transmisibles. 18ª
HGLF:DVKLQJWRQ236
Normativa SEPAR. Normativa sobre la prevención de la tuberculosis. Arch
Bronconeumol 2002;38(9):441-51.
EPIDEMIOLOGÍA
295
Cadena epidemiológica
6RQEDFWHULDVWHUPy¿ODVFUHFHQHQHODJXDDWHPSHUDWXUDVHQWUH\
45 ºC.
La infección se transmite a las personas por vía aérea mediante la
inhalación de aerosoles (<5um) ricos en Legionella o por microaspi-
ración de agua contaminada. El hombre es un huésped accidental, ya
que no es necesario para su supervivencia, ni replicación.
Los factores de riesgo para adquirir la enfermedad son el trata-
miento inmunosupresor, trasplante de órgano sólido, cáncer de pul-
PyQGLDEHWHVHLQVX¿FLHQFLDUHQDOWHUPLQDO(OXVRGHFRUWLFRLGHVHV
un importante factor de riesgo independiente. Hay un moderado in-
cremento en varones, personas mayores de 60 años, pacientes con en-
IHUPHGDGSXOPRQDUREVWUXFWLYDFUyQLFDRFRQLQVX¿FLHQFLDFDUGLDFD
y los alcohólicos.
Formas clínicas
Diagnóstico
Tratamiento
PREVENCIÓN Y CONTROL
'LVHxRGHODLQVWDODFLyQ
0 DQWHQLPLHQWRGHODLQVWDODFLyQPHGLDQWHUHYLVLyQOLPSLH]D\
desinfección, y muestreo periódico ambiental.
BIBLIOGRAFÍA
ETIOLOGÍA
301
MECANISMO DE ACCIÓN
/RVDJHQWHVLQIHFFLRVRV\RVXVWR[LQDVDFFHGHQODPD\RUSDUWHGHODV
veces, al tubo digestivo por vía oro-fecal (ingestión, bien desde ali-
mentos o el agua, o bien al llevarse las manos u objetos contaminados
a la boca). Otras formas en las que pueden acceder son por aerosoles
YLUXVRYtDVH[XDO
Una vez en el tracto digestivo según el germen puede producirse
la acción patógena por los siguientes mecanismos:
7 R[LJpQLFRRHQWHURWy[LFROLEHUDFLyQGHH[RWR[LQDVTXHIDYR-
rece la salida de una gran cantidad de líquido a la luz intestinal
como ocurre en el caso del Vibrio cholera y E. coli.
,QYDVLYR ELHQ VXSHU¿FLDO PXFRVD R SURIXQGD VXEPXFRVD
Ejemplo de la primera acción invasora es la Shigella producien-
GR IHQyPHQRV LQÀDPDWRULRV LQFOXVR SHTXHxDV KHPRUUDJLDV
La Salmonella es un ejemplo de invasión submucosa, caracteri-
zándose por invadir el tejido linfático y, en ocasiones, llegar al
torrente sanguíneo (bacteriemia) produciendo sepsis.
(ODERUDFLyQGHVXVWDQFLDVWy[LFDVGHVWUXFWRUDVGHWHMLGRFRPR
ocurre con el &ORVWULGLXPGLI¿FLOH y algunas cepas de Shigella.
&LWRSiWLFRFDUDFWHUtVWLFRGHORVYLUXVTXHRULJLQDQOHVLyQGHODV
vellosidades intestinales.
%ORTXHRPHFiQLFRGHODDEVRUFLyQ&DUDFWHUtVWLFRGHSDUiVLWRV
como la Giardia lamblia que se adhiere a la célula de la pared
intestinal sin llegar a traspasar la mucosa.
FORMAS CLÍNICAS
Toxiinfección alimentaria
/D 206 ODV GH¿QH FRPR ³DTXHOODV HQIHUPHGDGHV TXH SXHGHQ VHU
DWULEXLGDVDXQDOLPHQWRHVSHFt¿FRDXQDVXVWDQFLDTXHVHOHKDLQ-
corporado, a su contaminación a través de recipientes o bien en el
proceso de preparación y distribución”. Constituyen una gran preocu-
pación para la salud pública mundial, pues los costes son inmensos
para la salud humana y producen grandes pérdidas económicas. Los
microorganismos más frecuentes fueron Salmonella (22%), seguidos
por Campylobacter y Staphylococcus aureus, y Clostridium botuli-
num, entre otros.
con una diarrea acuosa profusa con dolor abdominal de tipo có-
OLFR VLQ ¿HEUH (Q OD SUHYHQFLyQ HV LPSRUWDQWH PHGLGDV GH KL-
JLHQH\H[FOXVLyQGHPDQLSXODGRUHVFRQHVWD¿ORFRFLDVFXWiQHDV
o nasales, control de animales, por ejemplo, vacas con mastitis,
así como control de la refrigeración rápida y adecuada de los
alimentos.
c. Campylobacter. Se encuentra en el intestino de los animales
domésticos y silvestres. El pollo es una fuente importante de
infección. En algunos casos el contagio procede de animales
de compañía.
d. E. coliHQWHURWy[LJpQLFDHVHOJHUPHQPiVFRP~QTXHSURGXFH
la llamada “diarrea del viajero” (otras bacterias implicadas son
la Shigella y Salmonella). Se trata de un cuadro que suele des-
encadenarse a los pocos días de llegar al destino o poco después
de volver a casa. Su origen son alimentos contaminados (carnes
poco hechas, hamburguesas, salchichas...) así como transmisión
directa persona-persona. La mayoría de los casos se trata de un
proceso autolimitado aunque ocasionalmente se hace crónico.
e. Botulismo: se adquiere por ingestión de alimentos enlatados,
FRQVHUYDVFDVHUDVFRQWUDWDPLHQWRWpUPLFRLQVX¿FLHQWH'HV-
tacar que no se transmite de persona a persona. La forma más
frecuente de botulismo intestinal es la que afecta al lactante
SRULQJHVWLyQGHODVHVSRUDV&XUVDVLQ¿HEUHFRQXQDGLDUUHD
breve y ligera, dolor abdominal y, en una segunda fase, apa-
UHFHQVtQWRPDVQHXUROyJLFRVFRPRSDUiOLVLVÀiFLGDUHVSLUDWR-
rias y cardiacas, entre otras) con conservación del sensorio.
f. Bacillus cereus. Se encuentra en el arroz y otros cereales. El
periodo de incubación es corto (una-doce horas), provocando
un cuadro de náuseas y vómitos intensos (la variedad tipo I) o
diarrea de tipo acuoso con dolor abdominal (la variedad tipo II).
Cólera
COMPLICACIONES Y PREVENCIÓN
BIBLIOGRAFÍA
SARAMPIÓN
(OVDUDPSLyQHVXQDHQIHUPHGDGH[DQWHPiWLFDDJXGDGHWUDQVPLVLyQ
respiratoria.
Gracias a la generalización, a partir de 1981 en España, de la va-
cuna combinada contra esta enfermedad, la parotiditis y la rubéola,
ha pasado de ser una infección casi universal, a casi desaparecer. Sin
embargo, en la última década se ha dado un claro repunte y epidemias
locales y regionales en todo el sur de Europa, a partir de la reintroduc-
ción de la enfermedad principalmente desde el Reino Unido, donde
las coberturas vacunales habían descendido hasta el 50% y menos en
algunas regiones.
El número de casos descendió en toda España a 44 en 2009. Sin
HPEDUJRVRORHQOD&RPXQLGDGGH0DGULGVHQRWL¿FDURQFDVRVHQ
los once primeros meses del año 2011.
El agente etiológico es un virus de ARN. Se trata de una enfermedad
de alta trasmisibilidad, a través de gotitas de secreciones respiratorias.
A los catorce días de la infección aparecen las lesiones característi-
FDVPDFXORSDSXODUHVH[DQWHPDTXHSXHGHDIHFWDUDODPXFRVDRUDO\
307
RUBÉOLA
(OYLUXVGHODUXEpRODHVGH$516HWUDQVPLWHH¿FD]PHQWHGHSHUVRQD
a persona a través de gotas de secreciones respiratorias.
2FDVLRQD XQD HQIHUPHGDG H[DQWHPiWLFD FRQ DGHQRSDWtDV HQ HO
FXHOOR6XLQFLGHQFLDDFWXDOHVEDMDQRWL¿FiQGRVHHQ(VSDxDFDVRV
en 2009, gracias a la vacunación preventiva.
Su importancia radica en que la infección de la mujer embarazada,
en el primer trimestre, puede ocasionar rubéola congénita, con aborto
espontáneo, o malformaciones que incluyen ceguera, sordera, cardio-
patía o retraso mental.
La generalización de las dos dosis de la vacuna triple vírica podría
erradicar esta enfermedad.
PAROTIDITIS
2FDVLRQDGDSRUXQYLUXVGH$51SURGXFHLQÀDPDFLyQGRORURVDGH
una o ambas glándulas parótidas.
Se transmite por las gotitas de saliva y su descenso por la vacu-
nación sistemática, desde 1981, no ha sido tan acusado como con
el sarampión y la rubéola, en parte debido a un fracaso parcial de
algunas cepas vacunales.
7RGDYtDHQVHQRWL¿FDURQHQ(VSDxDFDVRVGHHVWD
HQIHUPHGDG6XSULQFLSDOFRPSOLFDFLyQHQHOYDUyQHVODLQÀDPD-
ción testicular u orquitis, que puede ser causa de esterilidad.
(YHQWXDOPHQWHVHSXHGHQSURGXFLULQÀDPDFLRQHVGHRWUDVJOiQ-
GXODVH[RFULQDVSiQFUHDVSULQFLSDOPHQWH
VARICELA
HERPES
([LVWHQYDULRVWLSRVGHYLUXVKHUSpWLFRV(OWLSRRFDVLRQDIDULQ-
gitis y el herpes labial, que es más frecuente en las mujeres y a
veces es recurrente, en relación con la menstruación, el estrés o la
H[SRVLFLyQVRODU
El virus herpes tipo 2 ocasiona infección genital y se transmite
SRUODVUHODFLRQHVVH[XDOHV&DXVDHUXSFLyQYHVLFXODUDYHFHVPX\
dolorosa.
MONONUCLEOSIS INFECCIOSA
311
ral. Mueren en España más personas en enero que en junio, del orden
de unas 10.000 más, pero varía con los años, sobre todo dependiendo
GHOQ~PHURGHFDVRVQRWL¿FDGRVGHJULSH6RORODVRODVGHFDORUTXH
ocasionalmente suceden en los meses estivales, pueden elevar la mor-
talidad de ese modo.
ETIOLOGÍA
/RVYLUXVGHODJULSHRLQÀXHQ]DYLUXVSHUWHQHFHQDOJUXSRGHORV2U-
WKRPL[RYLULGDH\VHGLVWLQJXHXQYLUXV$%\&&RQWLHQHQ$51\
una cápside en la que se hayan dos proteínas, la hemaglutinina y la
neuraminidasa. La hemaglutinina es fundamental para la entrada del
virus en las células y la neuraminidasa participa en la salida o emisión
de los virus reproducidos en el interior de las células, para invadir
otras nuevas células.
6RQODKHPDJOXWLQLQD\ODQHXUDPLQLGDVDODVTXHGH¿QHQHOVXEWLSR
de virus A.
La gripe de tipo A es la que más varía de año en año, al cambiar
de forma progresiva por mutaciones las moléculas de hemaglutinina
y de neuraminidasa.
La gripe B es más estable aunque ya se distinguen dos linajes.
CLÍNICA Y DIAGNÓSTICO
EPIDEMIOLOGÍA
PANDEMIAS GRIPALES
Prevención
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
319
JOREXOLQDVDFHOHUDGRUDVHWF\HVWiODFDSDFLGDGSDUDGHWR[L¿FDU\
H[FUHWDUKDFLDODELOLVPXFKRVIiUPDFRV\WR[LQDV
8QDKHSDWLWLVHVWRGRFXDGURLQÀDPDWRULRTXHDIHFWDDOKtJDGR6H
FDUDFWHUL]DFOtQLFDPHQWHSRU¿HEUHDVWHQLDFDQVDQFLRQiXVHDV\D
veces ictericia.
Socialmente tiene una alta trascendencia debido al importante ab-
sentismo laboral, que puede prolongarse durante meses, porque puede
GDUVHXQJUDQQ~PHURGHFDVRVGHH[WUDRUGLQDULDGLIXVLyQ\SRUVHU
una enfermedad profesional (hepatitis B en general, por contagio sa-
nitario y hospitalario).
Etiológicamente, la mayoría de las veces son de origen viral, aun-
TXHKD\RWUDVFDXVDVWy[LFDVPHGLFDPHQWRVDVHWFTXHVHREVHUYDQ
en menor porcentaje.
El virus ataca a las células del siguiente modo:
6
H¿MDHQODSDUHGFHOXODUVHGHVSUHQGHGHODFiSVXODHLQ\HFWD
en el interior de la célula su ADN o ARN.
/DFpOXODLQIHFWDGDHPSLH]DDFUHDUSDUDHOQXHYRKXpVSHGFR-
SLDVH[DFWDVGHODPROpFXOD$'1R$51$'1R$51\FXDQ-
do hay muchas partículas completas con su cápsula proteica
FUHDGDDH[SHQVDVGHODFpOXODHVGHFLUFXDQGRHQHOLQWHULRU
VHKDUHSURGXFLGRHOYLUXVODFpOXODVHURPSHH[SDQGLHQGRHO
virus que infecta a otras células.
HEPATITIS A
Clínica
Fuentes de infección
Hombre enfermo y portador sano a través de sus heces. Pero los prin-
cipales reservorios son los niños entre los 5-15 años, con infecciones
inaparentes, y adultos con hepatitis anictérica. Se han encontrado por-
tadores entre los cocineros, pinches, etc.
La susceptibilidad es universal.
Mecanismo de transmisión
Vía oral, por contagio directo por manos sucias o fomites contami-
nados recientemente (cucharas, juguetes...) En colegios, guarderías,
cuarteles, etc., calculándose un contagio del 80% cuando surge un
brote en estas instituciones.
Diagnóstico y prevención
(OGLDJQyVWLFRSRUHOODERUDWRULRHVHVSHFt¿FRFRQODGHWHUPLQDFLyQ
del anticuerpo IgM. Las transaminasas se encuentran elevadas GOT y
GPT, siendo la GPT (o ALT) la más acentuada y duradera.
([LVWHXQDYDFXQDLQDFWLYDGDSDUDVXSUHYHQFLyQ6HDFRQVHMDOD
vacunación de la hepatitis A. Debe administrarse en dos dosis separa-
das entre sí al menos seis meses.
Actualmente, Cataluña mantiene la vacunación universal infantil
contra la hepatitis A.
(QFDVRGHH[SRVLFLyQSRUEURWHVRFRQWDFWRFRQHQIHUPRODYDFX-
nación contra el virus de la hepatitis A resulta efectiva en el 80% de
los casos cuando se administra en la primera semana tras el contacto
FRQODSHUVRQDLQIHFWDGD3DUDODSUHYHQFLyQWUDVODH[SRVLFLyQWDP-
ELpQHV~WLOODLQPXQRJOREXOLQDHVSHFt¿FDFRQWUDHOYLUXVGHODKHSDWL-
tis A, que resulta útil en el 80-90% de los casos cuando se administra
HQODVGRVSULPHUDVVHPDQDVWUDVODH[SRVLFLyQ
HEPATITIS B
Diagnóstico
&XDQGRVHGHVFXEULyHOYLUXVSRUPLFURVFRSLRVHYLRTXHH[LVWtDQWUHV
WLSRVGHSDUWtFXODVGLIHUHQWHVGHOYLUXV%(ODQWtJHQRVHLGHQWL¿FyHQ
el suero de un aborigen australiano y fue denominado antígeno Aus-
tralia (HBsAg). El descubrimiento de este antígeno proporcionó la
Clínica
/DFOtQLFDVHFDUDFWHUL]DQSRUDVWHQLD\DQRUH[LDTXHGHIRUPDWt-
pica suele preceder a la ictericia en una o dos semanas, náuseas,
vómitos, febrícula, dolor abdominal en hipocondrio derecho, dia-
rrea, coluria y acolia. En ocasiones puede aparecer un rash cutá-
neo y hasta en el 20% de los casos, artralgias. Los hallazgos de la
H[SORUDFLyQ ItVLFD PiV IUHFXHQWHV VRQ OD KHSDWRPHJDOLD \ D YHFHV
esplenomegalia.
Periodo de incubación media es de 60-90 días, teniendo una clíni-
ca con ictericia para menores de 5 años menor del 10% y mayores de
esta edad del 30 al 50%.
([LVWHQFDVRVGHKHSDWLWLVIXOPLQDQWHFRQLQFLGHQFLDPHQRUGHO
La cronicidad varía según la edad del individuo infectado, para
menores de cinco años está entre el 30 al 50% y en mayores de esta
edad del 2-10% y de estos casos de cronicidad la mortalidad a largo
plazo está en el 20%.
Epidemiología
Prevención
([LVWHYDFXQDFLyQFRQXQDHIHFWLYLGDGHQWUHHO
Su pauta son tres dosis separadas a 0, 1 y 6 meses y se observa
protección con títulos protectores (>10 mUI/ml) a partir de la segunda
dosis.
Actualmente la vacunación es universal para los recién nacidos.
Para personas no vacunadas o no inmunizadas es preciso insistir en
HOXVRGHOSUHVHUYDWLYR([LVWHODSRVLELOLGDGGHDGPLQLVWUDUJDPPDJ-
OREXOLQDDQWLKHSDWLWLV%WUDVXQDH[SRVLFLyQSHUFXWiQHDDODVSHUVRQDV
no protegidas, cuando la fuente es VHB+ conocida.
HEPATITIS C
Clínica
([LVWHQGRVWLSRVGHFOtQLFDHQODKHSDWLWLV&KHSDWLWLV&DJXGD
de la población infectada) y C crónica (80%).
Hepatitis C crónica
Prevención
dentales, maquinillas de afeitar, etc. Hay que destacar que este virus
es muchísimo más contagioso que el virus del SIDA.
En cuanto a puestos de trabajo, al igual que en un comportamiento
higiénico habitual, hay que tener sumo cuidado con heridas y sangre
producida por accidentes, etc.
HEPATITIS D
Clínica
HEPATITIS E
Clínica
3UR¿OD[LV
HEPATITIS G
(OYLUXVGHKHSDWLWLV*HVXQYLUXV51$GHODIDPLOLDÀDYLYLUXVFRQ
una homología aminoacídica de 29% con el virus de hepatitis C.
A pesar de su nombre, no hay clara evidencia de que este virus
cause enfermedad hepática. Es posible que sea un agente asociado
infrecuentemente a hepatitis aguda post-transfusional leve. No se ha
demostrado asociación con hepatitis crónica, cirrosis ni carcinoma
hepatocelular. Algunos reportes iniciales correlacionaron este virus
con hepatitis aguda fulminante en Japón, pero publicaciones poste-
ULRUHVH[SOLFDQHVWDDVRFLDFLyQSRUODVSROLWUDQVIXVLRQHVDTXHVRQVR-
metidos estos pacientes.
HEPATITIS TT
6DOYRHOHQÀDTXHFLPLHQWR\XQDTXHRWUD¿HEUHQRFWXUQD
de las llamadas “de origen desconocido” el primer año de en-
fermedad de mi hermano (contado a partir del resultado positi-
vo del análisis) transcurrió libre de síntomas, pasó en calma...
FERNANDO VALLEJO,
El desbarrancadero. 2001.
(QOD~OWLPDGpFDGDVHKDDOFDQ]DGRXQH[WUDRUGLQDULRSURJUHVRHQOD
lucha contra el VIH. La incidencia global de infección por VIH en el
mundo se ha estabilizado y ha empezado a bajar en países donde la
epidemia es generalizada.
(QVD\RVFOtQLFRVUHFLHQWHVFRQ¿UPDQHOSRGHURVRLPSDFWRTXH
han tenido las terapias antirretrovirales frente a la epidemia. Sin em-
bargo a pesar de estos avances, aún hoy, demasiada gente adquiere
la infección, demasiada gente enferma y demasiada gente muere de
SIDA.
/RV~OWLPRVGDWRVFRQ¿UPDQTXHODHSLGHPLDDIHFWDSULQFLSDOPHQ-
WH D WUDEDMDGRUHV GHO VH[R KRPEUHV TXH WLHQHQ VH[R FRQ KRPEUHV
WUDQVH[XDOHVXVXDULRVGHGURJDVSRUYtDSDUHQWHUDOLQPLJUDQWHV\SR-
blación reclusa. Muy a menudo los planes nacionales frente al SIDA
se olvidan de estas personas que además suelen tener problemas lega-
les para acceder al sistema sanitario.
Mas del 50% de los afectados en el mundo no tienen acceso a las
terapias antirretrovirales.
329
HISTORIA
ETIOLOGÍA
TRANSMISIÓN
Sangre
Relaciones sexuales
&XDOTXLHUWLSRGHUHODFLyQVH[XDOUHSUHVHQWDULHVJRGHWUDQVPLVLyQGHO
VIH desde una persona infectada. Pero conviene recordar que la sali-
va y los besos no tienen riesgo ni transmiten el virus.
(QODVUHODFLRQHVVH[XDOHVHOVXMHWRUHFHSWRUWLHQHPiVULHVJR\
también es mucho más peligroso el coito anal, probablemente por la
posibilidad de contacto con sangre. En todo el mundo la transmisión
VH[XDOHVDFWXDOPHQWHODPiVLPSRUWDQWH\QXPpULFDPHQWHODWUDQV-
PLVLyQKHWHURVH[XDOODPiVIUHFXHQWH
También se transmite el virus de madres infectadas a hijos (trans-
misión vertical), en el embarazo, el parto o la lactancia.
CLÍNICA
TRATAMIENTO
$FWXDOPHQWHH[LVWHWUDWDPLHQWRDQWLYLUDOFRPELQDGRSDUDIUHQDUHOGH-
sarrollo de la enfermedad. En cierto modo el SIDA se ha convertido
en una enfermedad crónica, o al menos de evolución muy lenta.
Entre los fármacos, el primero útil fue la zidovudina o AZT, y des-
pués llegaron sucesivamente otros, como la lamivudina, que sumaron
VXH¿FDFLD\XVDGRVHQDVRFLDFLyQSUHYLHQHQODDSDULFLyQGHODVUH-
sistencias.
Tienen el inconveniente de los efectos adversos, a veces severos,
ODGL¿FXOWDGGHXQWUDWDPLHQWRODUJRGHSRUYLGDTXHDOJXQRVSDFLHQ-
tes abandonan y, por tanto, recaen.
Sin embargo, el principal inconveniente es su coste, que es inasu-
mible por los países en desarrollo, en donde el problema del SIDA
está descontrolado. Es urgente un pacto para subvencionar estos me-
dicamentos en el tercer mundo, o liberar las patentes para la fabrica-
ción de fármacos genéricos.
EPIDEMIOLOGÍA
PREVENCIÓN
ODFLRQHVVH[XDOHVKHWHURVH[XDOHV6HWUDWDGHXQDLQWHUYHQFLyQIXQGD-
mental en situaciones de epidemia generalizada con alta prevalencia
del VIH e índices bajos de circuncisión masculina.
Se debe detectar la infección en todas las mujeres embarazadas,
para administrarles la medicación antiviral de tipo preventivo y evitar
la transmisión vertical.
Las personas que se inyectan drogas pueden resguardarse de la in-
fección por el VIH utilizando para cada inyección material estéril, esto
es, aguja y jeringa. Un conjunto completo de medidas de prevención
y tratamiento de la infección, en particular la terapia de sustitución
con opiáceos para consumidores de drogas, incluye el tratamiento de
la drogodependencia, asesoramiento y pruebas de detección del VIH,
tratamiento contra el VIH y atención a los infectados, acceso a preser-
vativos y tratamiento de las ITS, la tuberculosis y la hepatitis vírica.
El control de la sangre proveniente de las donaciones no es un
problema en los países desarrollados pero sí lo es en los países po-
bres, donde solo el 50% de las donaciones pasan los controles adecua-
dos.
Los pacientes infectados además precisan vacunaciones y antibió-
WLFRVFRQ¿QHVSUHYHQWLYRVVREUHWRGRFXDQGRGHFDHQVXVQLYHOHVGH
linfocitos CD4+.
BIBLIOGRAFÍA
:RUOG+HDOWK2UJDQL]DWLRQ81$,'68QLFHI*/2%$/+,9$,'65(6-
PONSE. Epidemic update and health sector progress towards Universal
Access. Progress Report 2011.
INTRODUCCIÓN
337
EL SISTEMA DE ENFERMEDADES DE
DECLARACIÓN OBLIGATORIA
Botulismo U
Brucelosis S
Cólera U
Difteria U
Disentería S
(Continúa)
(Continuación)
Enfermedad invasiva por +DHPRSKLOXVLQÀXHQ]DH U
Encefalopatías espongiformes transmisibles humanas* U
Enfermedad meningocócica U
Enfermedad neumocócica invasora S
Fiebre amarilla U
Fiebre tifoidea y paratifoidea S
Gripe (n) S
Hepatitis A S
Hepatitis B S
Hepatitis víricas, otras S
Infección gonocócica S
Legionelosis S
Leishmaniasis S
Lepra* U
Meningitis bacterianas, otras U
Meningitis víricas S
Paludismo S
3DUiOLVLVÀiFFLGDDJXGD(< de 15 años) U
Parotiditis S
Peste U
Poliomielitis U
Rabia U
Rubéola S
Rubéola congénita* S
Sarampión U
6t¿OLV S
6t¿OLVFRQJpQLWD
S
Tétanos S
Tétanos neonatal* S
Tifus exantemático U
Tos Ferina S
(Continúa)
(Continuación)
Triquinosis U
Tuberculosis respiratoria* S
Tuberculosis, otras* S
Varicela (n) S
SIDA* S
FORMULARIOS DE NOTIFICACIÓN
([LVWHQGLYHUVRVPRGHORVGHIRUPXODULRVGHQRWL¿FDFLyQGHFDVRVGH
enfermedades de declaración obligatoria. Permiten recoger informa-
ción epidemiológica relacionada con la enfermedad, así como los da-
WRVGHLGHQWL¿FDFLyQGHOSDFLHQWHGHOFHQWURQRWL¿FDGRU\GHOPpGLFR
QRWL¿FDGRU6RQORVVLJXLHQWHV
) RUPXODULRGHQRWL¿FDFLyQJHQHUDOGHHQIHUPHGDGHVGHGHFOD-
ración obligatoria no incluidas en sistema de registro.
)RUPXODULRGHQRWL¿FDFLyQHVSHFt¿FRVGHHQIHUPHGDGHVGHGH-
claración obligatoria incluidas en sistema de registro (encefa-
lopatías espongiformes transmisibles humanas, lepra, rubéola
FRQJpQLWDVt¿OLVFRQJpQLWDWpWDQRVQHRQDWDOWXEHUFXORVLVUHV-
piratoria y otras tuberculosis).
)RUPXODULRVGHQRWL¿FDFLyQGHHQIHUPHGDGHVXUJHQWHV
)RUPXODULRV GH QRWL¿FDFLyQ GH HQIHUPHGDGHV GH GHFODUDFLyQ
obligatoria no urgentes que requieren una recogida de informa-
FLyQHSLGHPLROyJLFDPiVH[KDXVWLYDOHJLRQHORVLVSDOXGLVPR
leishmaniasis y brucelosis).
/RVGDWRVUHFRJLGRVHQORVIRUPXODULRVGHQRWLÀFDFLyQHVWiQSUR-
WHJLGRV HQ IXQFLyQ GH OR HVWDEOHFLGRSRUODQRUPDWLYDHVSHFtÀFDGH
protección de datos.
El sistema informático utilizado en Atención Primaria (OMI-AP)
cuenta con un apartado relacionado con las Enfermedades de Decla-
UDFLyQ 2EOLJDWRULD TXH SHUPLWH OD QRWLÀFDFLyQ \ HQ FX\D PHMRUD \
actualización se está trabajando en la actualidad. Además de un for-
PXODULRGHQRWLÀFDFLyQJHQHUDO\GHXQIRUPXODULRSDUDODQRWLÀFDFLyQ
GHDOHUWDVPXFKDVHQIHUPHGDGHVGLVSRQHQGHXQIRUPXODULRHVSHFtÀ-
co para su declaración.
(VWDVHQIHUPHGDGHVGHEHQQRWLÀFDUVHHOPLVPRGtDHQTXHVHVRV-
pecha el caso por el medio más rápido posible (FAX o teléfono pre-
IHUHQWHPHQWH/DQRWLÀFDFLyQVHUHDOL]DUiDORV6HUYLFLRVGH6DOXG
Pública de Área o, en su defecto, al Servicio de Epidemiología de
la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, con los da-
WRVGHLGHQWLÀFDFLyQGHOHQIHUPR\GHOPpGLFRQRWLÀFDGRU(QORV
casos de brote, se deberá recoger la fecha de aparición, colectivo
y número de afectados, así como los datos personales (incluyendo
teléfono) de alguno de los casos.
3DUD OD QRWLÀFDFLyQ GH HQIHUPHGDGHV XUJHQWHV QR HV QHFHVDULR
FXPSOLPHQWDUQLQJ~QIRUPXODULRGHQRWLÀFDFLyQ\DTXHODQRWLÀFD-
FLyQGHOFDVRSRUYtDWHOHIyQLFDHVVXÀFLHQWH(QFXDOTXLHUFDVRODLQ-
IRUPDFLyQQHFHVDULDVHSRGUiUHFRJHUHQHOIRUPXODULRGHQRWLÀFDFLyQ
de enfermedades de declaración obligatoria general, siempre que se
use un medio de envío rápido (fax).
Para realizar la investigación epidemiológica de las enfermedades
urgentes, los Servicios de Salud Pública de Área podrán solicitar al
PpGLFRQRWLÀFDGRULQIRUPDFLyQUHODWLYDDOSURFHVRQRWLÀFDGR([LV-
WHQIRUPXODULRVGHQRWLÀFDFLyQXUJHQWHHVSHFtÀFRVSDUDFDGDHQIHU-
medad, similares a los utilizados por otras comunidades autónomas.
Dichos formularios han sido consensuados a nivel nacional, excepto
los correspondientes a enfermedad invasiva por +DHPRSKLOXVLQÁXHQ-
zae y meningitis bacteriana, que son procesos vigilados de forma es-
SHFtÀFDHQOD&RPXQLGDGGH0DGULG/RVIRUPXODULRVGHQRWLÀFDFLyQ
XUJHQWHVQRWLHQHQTXHVHUFXPSOLPHQWDGRVSRUHOPpGLFRQRWLÀFDGRU
aunque parte de la información que contienen le será solicitada en
algún momento del proceso de investigación epidemiológica.
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
345
/DV,$&6VRQXQLPSRUWDQWHSUREOHPDGHVDOXGS~EOLFDDSUR[LPD-
damente uno de cada veinte pacientes hospitalizados desarrollará
una IACS. Los cuidados de salud modernos emplean muchos tipos
de dispositivos y procedimientos invasivos para tratar a los pacientes
y ayudarlos a recuperarse. Las principales infecciones pueden estar
asociadas con esos dispositivos utilizados durante los procedimien-
tos clínicos, tales como los catéteres y los respiradores mecánicos.
Estas IACS incluyen las infecciones de la sangre (bacteriemias o
fungemias) asociadas a las vías de infusión, las infecciones urinarias
asociadas al sondaje vesical, y las neumonías asociadas a respirador.
Las infecciones también pueden ocurrir en la zona quirúrgica, lo que
se conoce como infección del sitio quirúrgico. Además Clostridium
GLI¿FLOH puede originar infecciones gastrointestinales y una serie de
microorganismos, especialmente bacterias, que acumulan resistencias
a los antibióticos y pueden transmitirse fácilmente por los centros sa-
nitarios dando lugar a brotes epidémicos.
CADENA EPIDEMIOLÓGICA
Mecanismos de transmisión
7 UDQVPLVLyQSRUFRQWDFWRHVHOPiVIUHFXHQWHHLPSRUWDQWH/RV
RUJDQLVPRVVHWUDQV¿HUHQSRUFRQWDFWRGLUHFWRHQWUHXQDSHUVRQD
portadora y otra. Lo más frecuente es que un trabajador sanitario
contamine sus manos transitoriamente, bien desde un paciente
FRQWDPLQDGRRGHVGHXQREMHWRRVXSHU¿FLHFRQWDPLQDGDFRQXQ
PLFURRUJDQLVPR\ORWUDQV¿HUDDXQSDFLHQWHDOTXHDWLHQGHVLQR
ha realizado una correcta higiene de las manos.
*RWDV UHVSLUDWRULDV HVWDV VH JHQHUDQ DO WRVHU HVWRUQXGDU KD-
blar, aspirar… y se propalan por el aire a corta distancia (< 1m)
TXHGiQGRVHHQODVVXSHU¿FLHV3XHGHQLQIHFWDUGLUHFWDPHQWHDO
llegar a las mucosas de personas susceptibles, o contaminar las
VXSHU¿FLHV FHUFDQDV TXH DO VHU WRFDGDVSRUODVPDQRVSXHGHQ
DOFDQ]DU¿QDOPHQWHODVPXFRVDVGHRWUDVSHUVRQDV
'LVHPLQDFLyQDpUHDVHWUDWDGHSDUWtFXODVPX\SHTXHxDVHQODV
que están suspendidos los microorganismos (bacilo de la tuber-
culosis, virus de la varicela y sarampión ) y permanecen en sus-
pensión durante largos periodos de tiempo, por lo que pueden
ser inhalados por otras personas.
9HKtFXORFRP~QVHSURGXFHHVDWUDQVPLVLyQFXDQGRPXFKDVSHU-
VRQDVVHYHQH[SXHVWDVDXQDOLPHQWRDJXDPHGLFDFLyQVROX-
ción, o dispositivo contaminado.
ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN
'HVGHORVHVWXGLRVGH,JQD]6HPPHOZHLVVH[LVWHXQDDEXQGDQWHHYL-
GHQFLDFLHQWt¿FDVREUHFyPRUHGXFLUODFRQWDPLQDFLyQGHODVPDQRV
y por tanto disminuir las infecciones de los pacientes. El uso de so-
OXFLRQHV DOFRKyOLFDV R GH MDERQHV FRQ DQWLVpSWLFRV UHGXFHQ VLJQL¿-
cativamente la cantidad de microbios de las manos. A pesar de los
FODURVEHQH¿FLRVGHODKLJLHQHGHODVPDQRVODIDOWDGHFRQVLVWHQFLD
en su realización es un problema mundial. La Alianza Mundial para
la Seguridad del Paciente, formada por la Organización Mundial de la
Salud, promueve el programa “los cuidados limpios son cuidados más
VHJXURV´HQHOTXHOtGHUHVHQDWHQFLyQVDQLWDULD¿UPDQXQFRPSURPLVR
para tomar determinados pasos para reducir las IACS en sus estable-
cimientos. La higiene de las manos es el primer foco en esta iniciativa
mundial. La promoción y el cumplimiento de la higiene de las ma-
nos comprende múltiples factores a nivel individual y sistémico para
proporcionar un clima institucional de seguridad para los pacientes y
trabajadores sanitarios. Los métodos utilizados para promover la me-
jora de la higiene de las manos requieren una participación multidis-
FLSOLQDUSDUDLGHQWL¿FDUHOJUDGRGHFRQRFLPLHQWRGHORVLQGLYLGXRV
los factores de adherencia y las barreras percibidas. La mejora de la
higiene de las manos deber considerarse un programa prioritario en
cada establecimiento sanitario.
Limpieza ambiental
(ODPELHQWHTXHURGHDDORVSDFLHQWHVVXSHU¿FLHVDSDUDWRVXQLIRU-
mes, ordenadores, teléfonos) puede contener una diversa población
de microorganismos patógenos que provienen de la piel y mucosas de
los pacientes, que sirve de reservorio y promueve la contaminación
de otros pacientes (generalmente a través de las manos del personal
sanitario). Por ello es tan importante para reducir la transmisión de
los microorganismos, además de la higiene de las manos, la limpieza
\GHVLQIHFFLyQDGHFXDGDGHWRGDVODVVXSHU¿FLHV\REMHWRVFHUFDQRVD
los pacientes.
Entre las medidas para reducir las IACS está el uso de barreras protec-
toras (por ejemplo, guantes, batas, mascarillas, protección ocular…)
para reducir la trasmisión ocupacional de microorganismos desde el
paciente al TS y del TS al paciente. El equipo de protección personal
ORXVDQORV76SDUDSURWHJHUVXSLHO\PXFRVDVGHODH[SRVLFLyQDVDQ-
gre o a otros líquidos corporales potencialmente infectantes, o para
evitar el contacto parenteral.
BIBLIOGRAFÍA
353
(
OGHVDUUROORSRUSDUWHGHORVPLFURRUJDQLVPRVGHresistencias
a su efecto, bien totalmente o a las dosis que eran previamente
H¿FDFHV \ ELHQ WROHUDGDV (VWR VH KD YLVWR IDYRUHFLGR SRU VX
uso inadecuado y caprichoso y ha inutilizado sustancias inicial-
Por todo ello, es vital hacer un uso racional de los antibióticos, que
deben ser prescritos por profesionales sanitarios que sepan cuándo deben
aplicarse en tiempo y forma. La elección más juiciosa de hecho puede ser
no emplearlos, como ocurre en procesos banales, aquellos que previsi-
blemente curarán espontáneamente o los que puedan esperar hasta lograr
VHUGLDJQRVWLFDGRV\YHUL¿FDUVHVXHWLRORJtDLQIHFFLRVDWUDWDEOHFRQHVWRV
fármacos. En otros casos, sin embargo, como en la meningitis o el shock
séptico, su rápida y certera administración permitirá salvar vidas humanas.
BIBLIOGRAFÍA
357
Vacunas Dosis
BIBLIOGRAFÍA
GRUPOS HUMANOS
<6$/8'
VARONES
365
MUJERES
([LVWHQDFWLYLGDGHVSUHYHQWLYDVRULHQWDGDVDODPXMHUHQUHODFLyQFRQ
VXVSUREOHPDVGHVDOXGHVSHFt¿FRVRSUHGRPLQDQWHV
(OGHVSLVWDMHGHOFiQFHUGHFpUYL[HLQIHFFLRQHVJHQLWDOHVPHGLDQWH
la citología vaginal periódica, es una de las tareas preventivas que
más utilidad ha demostrado, habiendo contribuido a controlar este
problema. Este tumor es curable si se detecta precozmente.
El cáncer de mama representa una de las mayores causas de mor-
talidad femenina, solo comparable al cáncer de pulmón.
Con carácter general, a partir de los 50, se debe practicar una ma-
mografíaSHULyGLFDPHQWHSRUHMHPSORELDQXDOSDUDH[FOXLUODSUHVHQ-
cia de pequeños tumores, resecables sin necesidad de eliminar toda la
mama.
NIÑOS
(OLPSUHVLRQDQWHGHVFHQVRGHODPRUWDOLGDGLQIDQWLOHVXQUHÀHMRGHO
GHVDUUROORKXPDQRGHQXHVWUDVVRFLHGDGHVH[SUHVDGRHQPHMRUDVGH
la nutrición, de la higiene y saneamiento y de la atención a las madres
y recién nacidos. Hacia ese progreso deben tender los países en de-
sarrollo y las estrategias de cooperación internacional y no podemos
permitir un retroceso en lo logrado.
Asegurar un clima afectivo, educativo, nutricional y de ejercicio
físico adecuado es la mejor garantía de salud de los niños.
ANCIANOS
/DYHMH]LQFOX\HXQRVFDPELRV¿VLROyJLFRV\FRQYLHQHGLVWLQJXLUOD
de las enfermedades que se pueden dar con mayor frecuencia en los
ancianos.
Entre los 50 y los 60 años, por tanto antes de la vejez, es el mo-
mento de iniciar algunas tareas preventivas complementarias a las an-
tedichas para hombres y mujeres.
Es el momento de empezar a realizar pruebas poco invasivas, aná-
OLVLVFRPRHOWHVWGHVDQJUHRFXOWDHQKHFHVPRQRFORQDOHVSHFt¿FR
para sangre humana), para detectar precozmente el cáncer de colon o
los pólipos que pueden ser precursores de esta enfermedad.
La inmunización antitetánico diftérica debe realizarse (tres dosis)
o completarse con un recuerdo (una dosis), si ya hace diez años de la
última administración.
La inmunización antigripal anual debe ya iniciarse, aunque se reco-
mienda más efusivamente a partir de los 65 años. También es útil la vacu-
nación antineumocócica polivalente, con idéntico criterio que la antigripal.
Se debe proseguir o iniciar el control de peso, glucemia y lípidos
y tensión arterial, periódicamente. El impacto de estas sencillas inter-
venciones desde atención primaria está siendo muy importante.
Todos los ancianos deben recibir evaluación de sus órganos sen-
soriales (vista y oído), así como evaluación cognitiva prudente, sobre
todo si se desea seguir conduciendo o realizando tareas de riesgo para
ellos u otras personas.
El suplemento de calcio, vitamina B12, ácido fólico y el uso de
pequeñas cantidades de aspirina podría prevenir moderadamente al-
gunas enfermedades como las fracturas, el infarto agudo de miocar-
dio, el cáncer de colon o la demencia multiinfarto. La aspirina puede
comportar riesgo de gastritis y hemorragia digestiva.
Los ancianos deben intentar tener una dieta variada, aumentar la
ingesta de agua y realizar ejercicio físico diariamente, como caminar o
nadar. Para lo primero se debe realizar una adecuada sustitución proté-
VLFDGHQWDOVLVHSUHFLVD(VLPSRUWDQWHHODSR\R¿VLRWHUDSpXWLFRGDGR
TXHXQDPXVFXODWXUDVX¿FLHQWHSUHYLHQHODVFDtGDV\ODVIUDFWXUDV
Se precisa en nuestro medio un decidido apoyo a la creación de
centros asistenciales sociosanitarios de calidad, que libere a las fa-
milias de una carga imposible de sobrellevar, y que aporte al anciano
incapacitado un buen lugar donde recibir cuidados. Es decir, hay que
profundizar, decididamente, en la Ley de la Dependencia.
INMIGRANTES
/RVLQPLJUDQWHVGHSDtVHVH[WUDFRPXQLWDULRVVXHOHQVHUKRPEUHVMy-
venes, en edad de trabajar. Su salud general y percibida es buena ma-
yoritariamente.
Pueden aportar estados de portador de enfermedades que pueden
ser muy prevalentes en su país de origen, como la tuberculosis, el VIH
o el VHB, o parasitaciones intestinales.
&RQODH[FHSFLyQGHO9,+TXHVHGHVDUUROODPX\OHQWDPHQWHHO
resto de problemas de salud no suele representar una fuente de enfer-
medad en nuestro medio, porque son problemas que, o bien se vacu-
nan sistemáticamente (hepatitis B), o bien se relacionan con el estilo
de vida del inmigrante en nuestro país (tuberculosis).
6LXQDSHUVRQDHV0DQWRX[HVGHFLULQIHFWDGDSRUM. tuber-
culosis, la probabilidad de desarrollar tuberculosis activa es baja si
come adecuadamente y vive en condiciones dignas, por lo tanto es
más importante la acogida que les proporcionamos que su problema
de origen, en el caso de la tuberculosis.
En cuanto al paludismo, suelen contraerlo como viajeros a sus paí-
ses de origen en el trópico, comportándose de forma idéntica a los
viajeros o turistas españoles y comunitarios.
/DVSDUDVLWDFLRQHVVXHOHQVHUDXWROLPLWDGDVRQRVHWUDQVPLWHQH¿-
cazmente, gracias al saneamiento del medio y por las condiciones cli-
máticas europeas que impiden desarrollarse a muchos de los parásitos.
Los portadores del VIH pueden transmitirlo por las relaciones
VH[XDOHV(QQLQJ~QFDVRVHGHEHQPDQWHQHUUHODFLRQHVHVSRUiGLFDV
sin protección.
En mi opinión, debemos corregir la creencia actual de que los inmi-
grantes aportan peligros sanitarios a nuestro medio. La mayor parte de
sus problemas de salud no son fácilmente transmisibles o son iguales a
los de otros residentes en nuestro país, dependiendo más de su estilo de
vida y de las oportunidades que les brindamos, que del país de origen.
Se hace necesaria la creación de una estructura de acogida y apo-
yo, que combine el aporte de necesidades básicas con el de la edu-
cación e integración, sin que ello sea equivalente a la renuncia a sus
raíces o creencias.
ATENCIÓN SANITARIA
¡Vaya, vaya, vaya... o sea que según todos los análisis, este
tío no tiene nada!
No hay que rendirse: ¡le haremos más análisis!
EL PERICH.
AUTONOMÍA
373
HVDGHFLVLyQVHD¿UPH\VHKD\DWRPDGRFRQODPHMRULQIRUPDFLyQ
disponible.
En ocasiones, el paciente rechazará una técnica o tratamiento. A
veces incluso en su perjuicio, pues desde un punto de vista médico,
esa técnica fuera necesaria.
A veces nos encontraremos con pacientes incapaces de decidir, por
razón de edad, o por limitación intelectual severa. En este caso la de-
cisión recae en los padres, responsable o tutor de esta persona, por lo
general niños o discapacitados mentales.
También puede suceder que el paciente no pueda decidir porque
la enfermedad le ha sometido a una situación de inconsciencia o por-
que esté en un estado de sedación por fármacos. En este caso será
su allegado más directo sobre el que recaerá la decisión, o bien, se
SURFHGHUiHQIXQFLyQGHODYROXQWDGH[SUHVDGDSRUHOSDFLHQWHFRQ
anterioridad.
No se debe forzar a un paciente a recibir información que no desea
conocer, pero tampoco se debe ocultar una información solicitada o
mentir o maquillar un pronóstico de una lesión o patología, por el pre-
juicio de que el conocimiento de una noticia adversa va a perjudicar
la evolución del paciente.
BENEFICENCIA
(OVHJXQGRSULQFLSLRpWLFRHVHOGHEHQH¿FHQFLDRGHactuación en
EHQH¿FLRGHOSDFLHQWH.
Este era el único importante hace unas décadas. Se esperaba del
PpGLFRXRWURSURIHVLRQDOTXHVLHPSUHDFWXDUDHQEHQH¿FLRGHOSD-
ciente y sobre él recaía la responsabilidad de decidir qué era lo mejor
en cada caso. La relación entre médico y paciente era muy vertical,
casi paternal.
Actualmente debe prevalecer el principio de autonomía pero siem-
SUH \ FXDQGR FRLQFLGD FRQ HO GH EHQH¿FHQFLD 1R SXHGH VROLFLWDUVH
una terapia o procedimiento que claramente vaya en contra del princi-
pio ético que todos los profesionales asumimos en nuestra profesión,
que es curar, cuidar, prevenir enfermedades y evitar sufrimientos y la
muerte, es decir, favorecer a nuestros pacientes.
INTERESES ECONÓMICOS
(QORVQHJRFLRVHOREMHWLYRHVODPi[LPDUHQWDELOLGDGHOPD\RUEH-
QH¿FLRSRVLEOH6RORKD\XQOtPLWHTXHHVHOTXHPDUFDQODVOH\HV
En la actividad sanitaria hay un segundo cordón o frontera, más
allá de la propia ley, en un territorio intermedio, que plantea dilemas
éticos.
8QDH[SORUDFLyQLQQHFHVDULDXQWUDWDPLHQWRLQ~WLORXQQ~PHUR
H[FHVLYRGHVHVLRQHVWHUDSpXWLFDVSXHGHQUHSRUWDUEHQH¿FLRVHFRQy-
micos a un profesional, y sin embargo son éticamente inaceptables.
Tampoco es éticamente aceptable el recibir regalos importantes o
dinero de compañías farmacéuticas o de empresas que venden tec-
QRORJtD6HUtDPX\GLItFLOH[SOLFDUDOSDFLHQWHTXHKHPRVRSWDGRSRU
esta opción diagnóstica o terapéutica si supieran que nos han compen-
sado por ello.
Solo se debe aceptar el regalo simbólico y en ocasiones la inscrip-
ción a un congreso, porque en ellos se realiza gran parte de la forma-
ción continuada, pero estos congresos no deben ser reuniones lúdicas
o vacaciones pagadas por las compañías farmacéuticas.
BIBLIOGRAFÍA
377
3ODQL¿FDU/RSULPHURTXHVHQHFHVLWDHVGH¿QLUORVREMHWLYRVD
ORJUDUUHDOL]DQGRXQGLDJQyVWLFRGHODVLWXDFLyQDFWXDOGH¿QLHQ-
do las acciones de mejora y estableciendo un plan de trabajo.
2. Hacer(QHVWDIDVHLPSODQWDPRVODVROXFLyQTXHKHPRVGH¿-
nido. Es importante evaluar los progresos con mecanismos de
control.
9HUL¿FDU. Nos permite comparar los resultados obtenidos y los
esperados.
4. Actuar6HJ~QHOUHVXOWDGRGHODYHUL¿FDFLyQWHQGUHPRVTXHDMXV-
WDUODVDFFLRQHVGHPHMRUDSDUDORJUDUORVEHQH¿FLRVHVSHUDGRV
Si los resultados se consiguen, se deben sistematizar los procedi-
mientos para asegurar el mantenimiento de los resultados.
SHUVRQDOHVPDWHULDOHVHGL¿FLRV¿QDQFLHURVHWF8QDEXHQDHVWUXF-
WXUD HV XQD FRQGLFLyQ QHFHVDULD SHUR QR VX¿FLHQWH SDUD XQD EXHQD
calidad.
Proceso es el conjunto de actividades que los profesionales rea-
lizan (promoción de la salud, prevención, diagnóstico, tratamiento,
rehabilitación).
Resultado es el cambio del grado de salud del paciente, y su grado
de satisfacción ante la atención recibida. Incluye también la mejora
en la calidad de vida.
6 DWLVIDFFLyQ5HSUHVHQWDHOJUDGRHQTXHVHFXPSOHQODVH[SHF-
tativas previas del paciente (y los profesionales) de acuerdo a la
atención prestada.
$FHSWDELOLGDG,QFOX\HODVDWLVIDFFLyQ\ODDGKHVLyQGHOXVXDULR
(colaboración del paciente, cumplimiento del tratamiento, etc.).
$GHFXDFLyQ(VODPHGLGDHQTXHHOVHUYLFLRTXHGDPRVDOSD-
ciente se corresponde con sus necesidades.
6HJXULGDGFOtQLFD8QDSUiFWLFDFOtQLFDVHJXUDH[LJHFRQVHJXLU
WUHV REMHWLYRV LGHQWL¿FDU ORV SURFHGLPLHQWRV FOtQLFRV PiV VH-
JXURV\H¿FDFHVDVHJXUDUTXHVHDSOLFDQDTXLHQORVQHFHVLWD\
realizarlos correctamente y sin errores.
EVALUACIÓN DE LA CALIDAD
e WLFDV7RGRVORVFLXGDGDQRVWLHQHQGHUHFKRDOQLYHOGHVDOXG
más alto.
6RFLDOHV(OGHEHUVRFLDOGHJDUDQWL]DUDWRGRVORVFLXGDGDQRVOD
equidad, accesibilidad y otros atributos de la atención sanitaria.
6HJXULGDG/DHYROXFLyQGHODWHFQRORJtDREOLJDDHYDOXDUORV
procesos de implantación y su uso para calibrar la idoneidad
disminuyendo el riesgo de cualquier innovación.
(FRQyPLFDV$GPLQLVWUDUORVUHFXUVRVOLPLWDGRVGHTXHGLVSR-
nemos.
BIBLIOGRAFÍA
RVHUURUHVHQODDVLVWHQFLDVDQLWDULDVRQXQSUREOHPDJUDYH
/
/DFDXVDVRQORVPDORVVLVWHPDV
6HQHFHVLWDUHGLVHxDUQXHVWURVVLVWHPDV
6HQHFHVLWDKDFHUGHODVHJXULGDGGHOSDFLHQWHXQDSULRULGDG
nacional.
383
GHSDFLHQWHVKRVSLWDOL]DGRVVXIUHQDOJ~Q($
GHORV($VHFRQVLGHUDQHYLWDEOHV
JHQHUDOLQGLFDUtDTXHDSUR[LPDGDPHQWHHOGHORVFLXGDGDQRVDO
año podrían verse afectados por EA.
,GHQWL¿FDUORVSURFHVRV
Algunos de los procesos objeto de la atención de la seguridad
del paciente son: LGHQWL¿FDFLyQYDORUDFLyQGHOSDFLHQWHUHDOL-
zación de pruebas diagnósticas, realización de procedimientos
quirúrgicos, medicación, transferencia-continuidad asistencial,
gestión de la información clínica, etc.
'H¿QLUODVIXHQWHVGHLQIRUPDFLyQ
Algunas de las fuentes de información utilizadas son: QRWL¿-
caciones de incidentes y sucesos centinela, reclamaciones de
pacientes o familiares por asuntos asistenciales, denuncias pa-
trimoniales, indicadores de complicaciones recogidas en los in-
IRUPHVGHDOWDDWUDYpVGHO&0%'\RWURVUHJLVWURVHVSHFt¿FRV
errores detectados en Farmacia (a través de unidosis), técnicas de
grupo: entrevistas, grupo nominal, grupos focales, etc., observa-
ción directa de actuaciones (lavado de manos, sondaje vesical,
etc.), “rondas de seguridad” (walkrounds), etc.
3. Detectar las áreas de riesgo.
Análisis Modal de Fallos y Efectos (AMFE), técnicas de grupo.
4. Priorizar puntos críticos y áreas de riesgos relevantes.
Análisis Modal de Fallos y Efectos (AMFE), matrices de ries-
go, análisis de barreras.
5. Implantar planes de mejora.
6. Realizar seguimiento mediante indicadores.
7. Actualizar periódicamente el mapa de riesgos.
SISTEMAS DE NOTIFICACIÓN
(VWDEOHFHUXQVLVWHPDGHQRWL¿FDFLyQGHLQFLGHQWHV\VXFHVRVFHQWLQHOD
(grave repercusión en el paciente) es un elemento de gran importancia.
&RQIUHFXHQFLDVHHPSOHDQGRVVLVWHPDVODQRWL¿FDFLyQHQSDSHORHOHF-
trónica. Como es lógico, esta vía es la que tiende a emplearse cada vez
PiV$GHPiVH[LVWHQSURJUDPDVLQIRUPiWLFRVTXHSHUPLWHQODJHVWLyQ
completa de las mismas, incluyendo la emisión de informes detallados
GHLQFLGHQFLDiUHDVGHQRWL¿FDFLyQDVtFRPRHOVHJXLPLHQWRGHODVPH-
didas de mejora establecidas. Habitualmente son de carácter anónimo
\FRQ¿GHQFLDODXQTXHVLH[LVWHXQDLGHQWL¿FDFLyQGHOGHFODUDQWHHV
VX¿FLHQWHHPDLOVHGHEHLQIRUPDUGHOHVWDGRGHODQRWL¿FDFLyQXQD
vez recibida (lo ideal es disponer de una plataforma informática en la
TXHODSHUVRQDTXHQRWL¿FDSXHGDDFFHGHUSDUDYHUOR
MONITORIZACIÓN DE INDICADORES
OTRAS HERRAMIENTAS
%ULH¿QJ
7ULJJHUWRRO
&RQHVWDKHUUDPLHQWDVHLQWHQWDLGHQWL¿FDUHIHFWRVDGYHUVRVHVSHFt¿-
cos, incluyendo prescripciones de fármacos, prescripciones de antí-
dotos, valores de laboratorio anormales, supresión de forma abrupta
de prescripciones; sirven para iniciar una investigación más detallada.
Cada vez que encontramos un efecto trigger (gatillo) en la farmacia,
en las órdenes de tratamiento médico o en los informes de laboratorio,
se debe iniciar una revisión más profunda. Según algunos estudios, la
sensibilidad de los triggers toolsHVFHUFDQDDO\ODHVSHFL¿FLGDG
del 100%. La metodología para todos los trigger, se basa en una lista
BIBLIOGRAFÍA
Kohn LT, Corrigan JM, Donaldson MS. To err is human: Building a Safer
Health System. Committee on Quality of Health Care in America. Insti-
WXWHRI0HGLFLQH:DVKLQJWRQ'&1DWLRQDO$FDGHP\3UHVV
Reason J. El error humano. Madrid, Modus laborandi. 2009.
Aranaz JM, Aibar C, Vitaller J, Ruiz P. Estudio Nacional sobre los Efectos
Adversos ligados a la Hospitalización. ENEAS 2005. Madrid, Ministe-
rio de Sanidad y Consumo. 2006.
$UDQD]-0$LEDU&9LWDOOHU-0LUD2UR]FR'7HURO($JUD<\*UXSR
APEAS. Estudio APEAS. Estudio sobre la seguridad de los pacientes en
Atención Primaria. Madrid, Ministerio de Sanidad y Consumo. 2008.
Enlaces de interés:
,QVWLWXWHIRU+HDOWKFDUH,PSURYHPHQW,+,KWWSZZZLKLRUJH[SORUH
3DWLHQW6DIHW\3DJHVGHIDXOWDVS[
1DWLRQDO3DWLHQW6DIHW\$JHQF\136$
http://www.npsa.nhs.uk/
-RLQW&RPPLVVLRQRQ$FFUHGLWDWLRQRI+HDOWKFDUH2UJDQL]DWLRQ-&$+2
KWWSZZZMRLQWFRPPLVVLRQRUJWRSLFVSDWLHQWBVDIHW\DVS[
$JHQF\IRU+HDOWKFDUH5HVHDUFKDQG4XDOLW\$+54
http://www.ahrq.gov/
CUIDADOS PALIATIVOS
391
EUTANASIA
DISTANASIA
INSTRUCCIONES PREVIAS
BIBLIOGRAFÍA
2063DOOLDWLYHFDUHKWWSZZZZKRLQWFDQFHUSDOOLDWLYHGH¿QLWLRQHQ
/(< 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del
paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y do-
cumentación clínica.
Los costes del sistema sanitario no han dejado de crecer en los últi-
mos tiempos, sin embargo se mantienen respecto al PIB (producto
interior bruto).
Los principales responsables del último incremento en costes no han
sido los profesionales, cuyos salarios se han visto congelados o merma-
395
GRVHQWpUPLQRVQHWRVHQUHODFLyQFRQODLQÀDFLyQ\HOFRVWHGHODYLGD
ni la creación de nuevos hospitales, que se ha frenado en las últimas
décadas, sino la factura de farmacia y el coste de las nuevas enferme-
dades, como el SIDA, así como el envejecimiento de la población.
Este incremento imparable ha derivado en gran número de países
con prestaciones sanitarias públicas comparables al nuestro, al inicio
del copago de consultas especializadas, medicamentos, analíticas, etc.
En España, el trabajador en activo abona un 40% de la factura de
ORVPHGLFDPHQWRVGHXVRH[WUDKRVSLWDODULRVDOYRGHXQDOLVWDGHIiU-
PDFRV FRQVLGHUDGRV GH ¿QDQFLDFLyQ HVSHFLDO DSRUWDFLyQ UHGXFLGD
HQFX\RFDVRVHSDJDXQDFDQWLGDGVLPEyOLFDHQODR¿FLQDGHIDUPDFLD
Los medicamentos necesarios durante una hospitalización, así como
todas las terapias y actividades derivadas de la misma, tienen coste cero
para el paciente. También toda la atención primaria es gratuita.
(Q ORV ~OWLPRV DxRV VH KDQ HOLPLQDGR GH OD ¿QDQFLDFLyQ IiUPD-
cos considerados de baja utilidad terapéutica y se están introduciendo
QXHYRVIiUPDFRVVLQ¿QDQFLDFLyQDSHVDUGHVXUHODWLYDXWLOLGDG
Los fármacos contra el SIDA se dispensan desde el hospital con
coste cero para el afectado. De este modo se supone que mejora el
seguimiento del tratamiento y se puede frenar mejor la epidemia.
En este caso se genera un cierto agravio en comparación con otras
enfermedades de igual impacto vital y sobre las cuales no hay una
protección especial (hipertensión o diabetes, entre otras). Al mismo
WLHPSRHVWRVIiUPDFRVSRGUtDQGLVSHQVDUVHLJXDOPHQWHHQR¿FLQDGH
farmacia, fuera del hospital.
Los precios de los medicamentos proceden de un pacto entre la
industria farmacéutica y la administración, que debe autorizarlos.
$FWXDOPHQWHVHKDOLPLWDGRWDPELpQHOEHQH¿FLRGHOIDUPDFpXWLFR
que antes era proporcional al coste del medicamento.
Las opiniones sobre la necesidad de la implantación del copago en
España deberían frenarse con la constatación de cómo en los países
del entorno que lo utilizan la crisis es aun más profunda que en el
nuestro, y las personas con pocos recursos, ancianos y enfermos, son
los más perjudicados.
(OFRSDJRHQODDWHQFLyQXUJHQWHPRGL¿FDODSHUFHSFLyQGHODXU-
gencia y perjudica especialmente a las minorías e indigentes, que no
acceden al sistema por la Atención Primaria.
&DGDGHFLVLyQFOtQLFDFDGDFRQVHMRFDGD¿UPDVREUHXQGRFXPHQWR
clínico tiene un coste, porque conlleva un tiempo de trabajo de pro-
fesionales, porque consume recursos, utiliza fármacos o tecnologías
y porque provoca ausencias en el trabajo y bajas laborales en los pa-
cientes.
La consideración ética esencial, en el sistema público, debe ser
el uso racional de unos recursos que son crecientemente escasos, y
por cuyo mal uso podemos precipitar la quiebra de todo el sistema.
Además debemos garantizar el mínimo riesgo y ofrecer una calidad
asistencial óptima.
En un ámbito privado, debemos velar por los intereses y la segu-
ridad del cliente, más allá de nuestro propio interés económico, a sa-
biendas de que ninguna técnica es completamente inocua y que tienen
un coste directo y un componente de lucro cesante para el paciente,
por la pérdida de tiempo que le ocasiona; le genera frustración por
la propia inutilidad de la reiteración de pruebas y aleja la potencial
clientela relacionada con este paciente y sus conocidos.
(¿FD] es una medida capaz de controlar un problema o diagnos-
ticar una dolencia, en los estudios clínicos que se publican en las re-
YLVWDVFLHQWt¿FDV
EfectivaHVODPHGLGDTXHVLHQGRH¿FD]DGHPiVVHDSOLFDHQQXHV-
tro medio de manera factible y sencilla, por lo tanto conserva gran
SDUWHGHVXH¿FDFLDHQFRQGLFLRQHVGHWUDEDMRUHDO
(¿FLHQWH es la medida efectiva que, además, tiene un coste bajo, en
UHODFLyQFRQRWUDVSRVLEOHVDOWHUQDWLYDVH¿FDFHV\HIHFWLYDV
Para controlar los costes, ante dos alternativas diagnósticas o tera-
SpXWLFDVGHEHPRVHOHJLUODPiVH¿FLHQWHHVGHFLUODGHPHQRUFRVWH
GHHQWUHODVDOWHUQDWLYDVLJXDOPHQWHH¿FDFHV\HIHFWLYDV
Se ha señalado como una clave de la economía sanitaria el in-
cremento de la productividad de la tecnología y de los profesiona-
les, prolongando jornadas de trabajo. Este sistema es innegable que
disminuye el coste por acto, pero debemos ser muy críticos con una
H[WUHPDUHGXFFLyQGHORVWLHPSRVGHDVLVWHQFLDRFRQXQLQFUHPHQWR
H[FHVLYRGHODFDUJDGHWUDEDMRUHDOSRUSURIHVLRQDOTXHSURGXFHIDWL-
ga, desatención y baja la calidad, aunque incremente la nómina de los
profesionales y la productividad del sistema.
(QUHDOLGDGDXPHQWDUODH¿FLHQFLDGHOVLVWHPDPHMRUDQGRODSUR-
ductividad puede reducir las listas de espera pero difícilmente va a
reducir los costes globales, que solo pueden contenerse con el uso
juicioso de tecnología y terapias, guiado por consideraciones éticas y
de calidad asistencial.
7DPSRFRSDUHFHPX\VHJXUR¿QDQFLDUFRQSULPDVDORVSURIHVLR-
nales por los ahorros generados, por la posible perversión del sistema.
Parece inevitable que el coste del sistema sanitario público va a
crecer de modo imparable, por el envejecimiento de la población y
por las nuevas y útiles terapias a nuestra disposición.
'HEHPRVJDUDQWL]DUXQÀXMRFUHFLHQWHGHFDSLWDOSDUDHOVHFWRUGHDF-
WLYLGDGPiVVHQVLEOHVRFLDOPHQWH\HVWHÀXMRVRORSXHGHSURYHQLUGHORV
propios enfermos o usuarios, en forma de copago, lo que sobrecargaría
injustamente a enfermos y ancianos a favor de sanos y jóvenes, o bien
de todos los ciudadanos, sanos y enfermos, a partir de sus rentas del
trabajo o empresas, como una tasa, impuesto o cotización proporcional
a ellas. También a través de impuestos que graven el consumo, aunque
a mi juicio, este sistema es más injusto que el que grava las rentas.
Se debe adoptar un gran pacto social en el que se garantice un
LQFUHPHQWR UD]RQDEOH \ VRVWHQLGR GH OD ¿QDQFLDFLyQ DO PDUJHQ GH
avatares políticos o sociales.
6LVHFRQJHODOD¿QDQFLDFLyQSURQWRKDEUtDXQGHVIDVHHQWUHODFD-
lidad asistencial proporcionada y la posible calidad proporcionable, lo
TXHUHGXQGDUtDHQXQFUHFLPLHQWRH[SRQHQFLDOGHXQVHFWRUSULYDGRSDUD
ricos, frente al sistema público para pobres, con prestaciones básicas.
(QHOFRQWH[WRSUHVHQWHGHFULVLVHFRQyPLFD\UHFHVLyQKD\TXH
ver al sector salud como parte de la solución y no parte del problema:
es el mayor nicho de empleo posible, junto con el de la dependencia,
con el que está íntimamente relacionado, y es tan sensible política y
socialmente, que los gobernantes y gestores deberían pensarse mucho
si es el lugar donde hay que reducir costes, o por el contrario donde
hay que conseguir inversiones ordenadas que se transmitan a una deu-
da razonable y sostenible.
/DVRVWHQLELOLGDGGHOD¿QDQFLDFLyQGHXQVLVWHPDVDQLWDULR\GH
dependencia tiene un pilar central: la estructura de la pirámide de po-
blación, cuya base debe ser mayor que su tercio superior, es decir,
tiene que haber muchos más trabajadores en activo que personas de-
pendientes.
399
$SDUWLUGHO5HQDFLPLHQWRODH[SORUDFLyQDQDWyPLFD\IXQFLRQDO
cobró renovada importancia, destacando nombres como Vesalio, Ser-
vet y Harvey, que infundieron por primera vez desde Hipócrates un
VRSORGHFRQRFLPLHQWRFLHQWt¿FRHQWUHORVPpGLFRV
8Q DQWLJXR R¿FLR HO GH FLUXMDQR R EDUEHUR HUD FRQVLGHUDGR GH
menor nivel que la profesión médica. El médico, por su juramento
hipocrático, no podía tallar o incidir la piel del enfermo, tarea menor
reservada al cirujano.
Hasta el siglo XVIII no se funden ambas profesiones en una sola,
el licenciado en medicina y cirugía, y desde hace muy pocos años, el
título universitario solo indica Licenciado en Medicina, para señalar
que hoy no es posible ejercer la cirugía sin unos años de especializa-
ción postgraduada.
Las profesiones paramédicas proceden de la actividad asistencial
\GHEHQH¿FHQFLDGHODVyUGHQHVUHOLJLRVDVTXHGHVGHOD(GDG0HGLD
acogían a ciegos, hambrientos y enfermos, o mantenían lazaretos y
hospitales de caridad.
La profesionalización y el carácter universitario de la enfermería
VRQSURSLRVGH¿QHVGHOVLJOR;,;\GHOVLJOR;;'HHOODGLPDQDHO
UHVWRGHGLSORPDWXUDVVDQLWDULDVOD¿VLRWHUDSLDSRGRORJtDHWF
La primera regulación de las profesiones sanitarias en España se
produce mediado el siglo XIX, pues ya el Reglamento para las sub-
delegaciones de Sanidad Interior del Reino, de 24 de julio de 1948,
determinaba que el ejercicio de las profesiones de Medicina, Farma-
cia y Veterinaria estaba comprendido dentro del ramo de la Sanidad.
Es en el año 2003 cuando se promulga la Ley 44/2003, de 21 de
noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias, que estable-
ce las bases para que se produzcan pactos entre profesionales, y que
ODVSUD[LVFRWLGLDQDVGHORVSURIHVLRQDOHVHQRUJDQL]DFLRQHVFUHFLHQ-
WHPHQWHPXOWLGLVFLSOLQDUHVHYROXFLRQHQGHIRUPDQRFRQÀLFWLYDVLQR
cooperativa y transparente.
COLEGIOS PROFESIONALES
INTRUSISMO PROFESIONAL
BIBLIOGRAFÍA
/(<GHGHQRYLHPEUHGHRUGHQDFLyQGHODVSURIHVLRQHVVDQL-
tarias.
/(<RUJiQLFDGHGHQRYLHPEUHGHO&yGLJR3HQDO BOE número
281 de 24 de noviembre, páginas 33987 a 34058.
RESPONSABILIDAD
403
DOLO
IMPRUDENCIA
LA OBLIGACIÓN DE SOCORRO
EL SECRETO PROFESIONAL
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
3RGHPRVGH¿QLUORVVLVWHPDVGHVDOXGFRPRODVGLIHUHQWHVIRUPDVTXH
adopta la protección de los riesgos para la salud y la atención de los
daños a la salud en cada sociedad. En un momento dado, un sistema
de salud es el resultado de múltiples interacciones encaminadas a pro-
teger y, en su caso, a mejorar la salud colectiva e individual, así como
D¿QDQFLDU\DRUJDQL]DUODSUHVWDFLyQGHFXLGDGRVGHVDOXG
Esta forma de considerar los sistemas de salud tiene varias conse-
cuencias importantes.
(QSULPHUOXJDUVLJQL¿FDTXHORVVLVWHPDVGHVDOXGWLHQHQXQDKLV-
toria (en algunos casos bastante dilatada en el tiempo) cuyos rasgos
fundamentales conviene conocer para comprender su funcionamiento
presente y sus tendencias de futuro. Con frecuencia, los sistemas de
salud de un país están formados por varios subsistemas originados
en épocas diferentes y que responden a distintas lógicas de funciona-
miento.
(Q VHJXQGR OXJDU VLJQL¿FD TXH ORV VLVWHPDV GH VDOXG VRQ HO UH-
sultado de las interacciones mantenidas por numerosos y diversos
407
UN POCO DE HISTORIA
(VWRVWUHVPRGHORVSXHGHQFRH[LVWLUHQXQPLVPRSDtV\ORKDELWXDO
es que uno de ellos sea hegemónico o dominante. En la actualidad,
de los grandes países desarrollados solamente los Estados Unidos de
Norteamérica mantienen el modelo a) como modelo dominante. En
este país, la atención de la enfermedad es un bien estrictamente priva-
do salvo en casos de necesidad demostrada (Medicaid) o en aquellas
situaciones especiales —mayores de 65 años y enfermos renales (Me-
GLFDUH²SDUDODVTXHH[LVWHQIRQGRVS~EOLFRVGHVWLQDGRVD¿QDQFLDU
la atención sanitaria. En los demás países desarrollados, la protección
de la salud y la atención a la enfermedad son bienes públicos tutela-
dos por el Estado. Esta tutela suele estar consagrada en las leyes y
SXHGHVHUH[LJLGDHQGHWHUPLQDGDVFLUFXQVWDQFLDVDQWHORVWULEXQDOHV
En la actualidad, en el caso de la Unión Europea (UE) la responsa-
bilidad sobre la organización y el desempeño de los sistemas de salud
sigue siendo una competencia de los estados miembros. No obstante,
en 2006 el Consejo de Ministros adoptó una serie de valores esen-
ciales (Universalidad, Acceso a atención de calidad, Equidad y Soli-
daridad) y de principios compartidos (Calidad, Seguridad, Atención
basada en la Evidencia y en la Ética, Participación del paciente, De-
UHFKRDUHSDUDFLyQ,QWLPLGDG\&RQ¿GHQFLDOLGDGSRUORVVLVWHPDVGH
salud de los estados miembros. Estos valores y principios se incluye-
ron en la Directiva de Asistencia Sanitaria Transfronteriza aprobada
en 2010, que es la primera en su género aprobada por la UE.
SEGMENTACIÓN, FRAGMENTACIÓN,
NIVELES DE ANÁLISIS
6HHQWLHQGHSRUVHJPHQWDFLyQGHORVVLVWHPDVGHVDOXGODH[LVWHQFLD
de subsistemas diferentes en función de las distintas fuentes y modali-
GDGHVGH¿QDQFLDFLyQODVFXDOHVUHÀHMDQXQDVHJPHQWDFLyQVRFLDOSRU
capacidad de pago o por inserción en el mercado laboral. Un ejemplo
PX\FRP~QHVODFRH[LVWHQFLDHQXQPLVPRSDtVRWHUULWRULRGHXQ
VXEVLVWHPDS~EOLFR¿QDQFLDGRPD\RULWDULDPHQWHSRULPSXHVWRVRWUR
VXEVLVWHPDS~EOLFR¿QDQFLDGRPD\RULWDULDPHQWHSRUFXRWDV\XQWHU-
FHUVXEVLVWHPD¿QDQFLDGRPD\RULWDULDPHQWHPHGLDQWHGRQDFLRQHV\
habitualmente destinado a las poblaciones no cubiertas por los dos
anteriores: pobres, migrantes irregulares, etc.)
La segmentación es, por tanto, una característica vertical pues es-
tos subsistemas (que, a su vez, también pueden estar segmentados
al interior de cada uno de ellos) no suelen comunicarse entre sí y a
menudo funcionan como compartimentos estancos. La segmentación
consolida la desigualdad entre grupos sociales y tiende a perpetuar la
H[FOXVLyQVRFLDOGHORVJUXSRVGHVIDYRUHFLGRV
6HHQWLHQGHSRUIUDJPHQWDFLyQODFRH[LVWHQFLDHQXQGHWHUPLQDGR
país (o territorio) de servicios de salud dependientes del mismo o de
distintos subsistemas, que actúan sin la necesaria coordinación y/o
integración.
$XQTXHHVWDVHSDUDFLyQQRHVUtJLGDSXHVH[LVWHQ]RQDVGHVRODSD-
miento entre los tres niveles, ella permite ubicar bastante bien actores,
BIBLIOGRAFÍA
&RQVHLO GH O8QLRQ (XURSpHQQH 9DOHXUV HW SULQFLSHV FRPPXQV DX[ V\V-
WqPHVGHVDQWpGHO¶8(&RQFOXVLRQVGX&RQVHLO%UX[HOOHVMXQH
(23.05) (OR. en)
Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud.
/D 6DOXG HQ ODV$PpULFDV 9RO SDJV :DVKLQJWRQ '& 236
2007.
Ortún Rubio, V. Gestión Sanitaria y Calidad. Conferencia inaugural del XVI
Congreso Nacional de la Sociedad Española de Calidad Asistencial. San-
WDQGHUGHRFWXEUHGHKWWSZZZHFRQXSIHGXaRUWXQSXEOL-
cacions/paper10.pdf
413
FINANCIACIÓN
/DIXQFLyQGH¿QDQFLDFLyQFRQVLVWHHQFROHFWDUORVIRQGRVQHFHVDULRV
para pagar los distintas actividades que desarrollan los sistemas de
salud, así como en establecer los criterios de asignación de dichos
fondos.
Para colectar esos fondos hay que determinar quién contribuye, con
cuánto, cómo lo hace y para qué.
Para responder a las tres primeras cuestiones, a lo largo del tiempo
VH KDQ LGR HVWDEOHFLHQGR GLYHUVDV PRGDOLGDGHV R ³IXHQWHV´ GH ¿-
nanciación de los servicios de salud. Las tres más comunes son: a)
los ingresos del Estado; b) las cuotas (bien sean cuotas sociales o
“primas” a aseguradoras privadas); c) el pago directo de bolsillo. Sin
embargo, no hay sistemas puros. En casi todos conviven los tres aun-
que uno suele ser dominante (por ejemplo, en EE UU el 45% del gas-
WRVDQLWDULRHVS~EOLFR\HQ5HLQR8QLGRR6XHFLDDSUR[LPDGDPHQWH
HOGHOJDVWRHVSULYDGR&RQWRGRH[LVWHEDVWDQWHHYLGHQFLDGH
que cuanto mayor es la proporción del pago directo de bolsillo menos
equitativo resulta el sistema.
En 2005, los estados miembros de la OMS se comprometieron a
GHVDUUROODUVLVWHPDVGH¿QDQFLDFLyQGHVXVVHUYLFLRVGHVDOXGWDOHVTXH
WRGDODSREODFLyQWXYLHUDDFFHVRDHVWRVVHUYLFLRVVLQVXIULU³GL¿FXOWD-
GHV¿QDQFLHUDV´SRUWHQHUTXHSDJDUORVGHVXEROVLOOR8QDQiOLVLVGH-
tallado y actualizado de esta cuestión en todo el mundo (denominada
“acceso universal” en la terminología de la OMS) puede verse en el
,QIRUPHVREUHOD6LWXDFLyQ6DQLWDULD0XQGLDO/D¿QDQFLDFLyQ
de los sistemas de salud.
Para responder a la cuarta cuestión se establecen distintas modali-
dades de cobertura. Se entiende por cobertura la proporción de pobla-
ción que tiene garantizado el acceso a uno, a varios, o la totalidad de
ORVVHUYLFLRVGHVDOXGRIHUWDGRV(QORVVLVWHPDV¿QDQFLDGRVSRULP-
puestos, la población cubierta tiende a ser toda la que reside en un de-
terminado país o está asimilada a ella (“universalidad”, que en España
se acaba de garantizar plenamente a partir del año 2012). Conviene
DGYHUWLUTXHXQLYHUVDOLGDGQRQHFHVDULDPHQWHVLJQL¿FDJUDWXLGDGHQHO
SXQWRGHHQWUHJDGHOVHUYLFLRSXHVHQPXFKRVVLVWHPDVH[LVWHORTXH
VHGHQRPLQDQFRSDJRV(QORVVLVWHPDV¿QDQFLDGRVSRUFXRWDVVHWLHQ-
de a ampliar la cobertura con vistas a lograr la universalidad mediante
GLYHUVRVPHFDQLVPRVLQFOXLGDVODVDSRUWDFLRQHV¿QDQFLHUDVGHO(VWD-
do a la seguridad social, o bien obligando a todo el mundo a suscribir
un seguro sanitario (por ejemplo, Holanda, Singapur, Japón). En estos
sistemas los copagos son más frecuentes. En los modelos basados en
el pago de bolsillo (EE UU, entre los países desarrollados, y el resto
del mundo no desarrollado, incluidos los países emergentes) la cober-
tura no es universal y hay proporciones relevantes de la población sin
acceso garantizado a servicios de salud.
Para responder a la cuarta pregunta, es decir a qué prestaciones y
servicios la población “cubierta” puede DFFHGHUHQORVVLVWHPDV¿QDQ-
ciados por “primas” y gestionados por aseguradoras privadas suele ha-
ber listas positivas y negativas muy detalladas, periodos de carencia,
³SUHH[LVWHQFLDV´\WRSHVHQGLQHUR\HQWLHPSR(QORVVLVWHPDVGH
seguro social también suele haber listas detalladas (y algunas otras res-
tricciones), que en ocasiones son diferentes en función de los distintos
UHJtPHQHVGHVHJXURVLELHQVHDSUHFLDXQDFLHUWDWHQGHQFLDDODXQL¿-
FDFLyQHQEDVWDQWHVSDtVHV(QORVVLVWHPDV¿QDQFLDGRVFRQLPSXHVWRV
ODGH¿QLFLyQGHODVSUHVWDFLRQHVKDOOHJDGRPXFKRPiVWDUGH\VXHOH
ser menos detallada (por ejemplo, en España el primer intento data de
1993 y para el SNS está vigente un decreto aprobado en 2005). Una
H[FHSFLyQVXHOHVHUODSUHVWDFLyQIDUPDFpXWLFDTXHHQYDULRVSDtVHVFRQ
VLVWHPDV¿QDQFLDGRVSRULPSXHVWRVQRHVGHSUHVFULSFLyQOLEUHVLQRTXH
ha de hacerse de entre una lista de productos determinados.
Un tema recurrente en la cobertura es la “selección de riesgos”.
(VWHSURFHGLPLHQWRIUHFXHQWHHQORVVLVWHPDV¿QDQFLDGRVPHGLDQWH
“primas” a aseguradoras privadas, consiste en que tanto las asegu-
radoras como los proveedores tratan de defenderse de los pacientes
potencialmente más consumidores de recursos (por ejemplo, quienes
están en peor situación de salud, ejercen profesiones de riesgo, pa-
decen enfermedades crónicas, son ancianos, tienen una enfermedad
mental, o han sufrido politraumatismos) y captar a los más baratos
(en general, jóvenes y sanos). Los mecanismos empleados para ello
VRQQXPHURVRV$OJXQRVVRQH[SOtFLWRVFRQVWDQHQODVSyOL]DVGHDVH-
guramiento y pueden llegar hasta negarse a asegurar (o a establecer
primas “disuasorias”). Otros son implícitos y consisten en transferir
los denominados “malos riesgos” a otro asegurador (normalmente el
VLVWHPDVDQLWDULRGH¿QDQFLDFLyQS~EOLFD$OJXQRVSDtVHVKDQHVWD-
blecido regulaciones para frenar estas prácticas pero solamente un
PRESTACIÓN O PROVISIÓN
BIBLIOGRAFÍA
421
La Constitución
WUDQVIRUPDU\DFWXDOL]DUH¿FD]PHQWHHOSDQRUDPDVDQLWDULRHVSDxROHQ
las últimas décadas.
Al culminarse el proceso transferencial en 2002, queda por matizar
el papel del Consejo Interterritorial y el del propio Ministerio de Sani-
dad, que deben asumir la coordinación efectiva y mantener las funcio-
QHVGHFRPSHWHQFLDH[FOXVLYDGHO(VWDGRGHDFXHUGRDOD&RQVWLWXFLyQ
El propio Senado, como cámara de representación territorial (Cons-
titución, Art. 69.1), podría ser el foro de discusión, análisis y aprobación
de la normativa estatal en materia de sanidad.
El Instituto de Salud Carlos III es un organismo dependiente del
Estado, que engloba diversos centros de investigación y formación, de
iPELWRQDFLRQDO(VHOyUJDQRGHDSR\RFLHQWt¿FRWpFQLFRGHO0LQLVWHULR
de Sanidad y de los distintos Servicios de Salud de las comunidades
autónomas (LGS, Art. 111).
OBJETO DE LA LEY
425
/D/H\GH¿QHGHIRUPDVXFLQWDORVVLJXLHQWHV
6HLQWURGXFHXQDPRGL¿FDFLyQLPSRUWDQWHHQHODSDUWDGRGHODUWtFX-
lo 16 de la Ley 41/2002, que queda redactado como sigue:
(ODFFHVRDODKLVWRULDFOtQLFDFRQ¿QHVMXGLFLDOHVHSLGHPLROyJLFRV
de salud pública, de investigación o de docencia, se rige por lo dispues-
to en la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de
Datos de Carácter Personal, y en la Ley 14/1986, de 25 de abril, Gene-
ral de Sanidad, y demás normas de aplicación en cada caso. El acceso
D OD KLVWRULD FOtQLFD FRQ HVWRV ¿QHV REOLJD D SUHVHUYDU ORV GDWRV GH
LGHQWL¿FDFLyQSHUVRQDOGHOSDFLHQWHVHSDUDGRVGHORVGHFDUiFWHUFOtQL-
coasistencial, de manera que, como regla general, quede asegurado el
anonimato, salvo que el propio paciente haya dado su consentimiento
para no separarlos. Se exceptúan los supuestos de investigación de la
DXWRULGDGMXGLFLDOHQORVTXHVHFRQVLGHUHLPSUHVFLQGLEOHODXQL¿FDFLyQ
GHORVGDWRVLGHQWL¿FDWLYRVFRQORVFOtQLFRDVLVWHQFLDOHVHQORVFXDOHVVH
estará a lo que dispongan los jueces y tribunales en el proceso corres-
pondiente. El acceso a los datos y documentos de la historia clínica
TXHGDOLPLWDGRHVWULFWDPHQWHDORV¿QHVHVSHFt¿FRVGHFDGDFDVR
Cuando ello sea necesario para la SUHYHQFLyQGHXQULHVJRRSH
OLJURJUDYHSDUDODVDOXGGHODSREODFLyQ, las Administraciones sani-
WDULDVDODVTXHVHUH¿HUHOD/H\*HQHUDOGH6DOXG3~EOLFD
podrán acceder a ORVGDWRVLGHQWL¿FDWLYRV de los pacientes por razo-
nes epidemiológicas o de protección de la salud pública. El acceso
habrá de realizarse, en todo caso, por un profesional sanitario sujeto
al VHFUHWR SURIHVLRQDO o por otra persona sujeta, asimismo, a una
obligación equivalente de secreto, previa motivación por parte de la
Administración que solicitase el acceso a los datos.
/RTXHHQGH¿QLWLYDRWRUJDXQDSUHEHQGDDOD$GPLQLVWUDFLyQHQEH-
QH¿FLRGHODVDOXGGHODSREODFLyQ
Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Labora-
les. BOE nº 269 10-11-1995.
Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad. BOE número 102
de 29/4/1986.
Ley 41/2002 de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía
del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información
y documentación clínica.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
431
GHVFXEUHORVSULPHURVHOHPHQWRVHQOD¿VLRORJtDUHVSLUDWRULD\FDOR-
rimetría, haciendo las primeras tentativas para evaluar el coste del
trabajo muscular.
Tissot también en el siglo XVIII se interesa por la climatización de
los locales, pero también de la organización de la medicina y propone
servicios especiales en los hospitales para atender las enfermedades
de los artesanos.
Patissier desarrolla los temas de Ramazzini y Tissot, y preconiza la
recopilación de datos estadísticos sobre la mortalidad y morbilidad de
enfermedades y accidentes en la población trabajadora.
Todo ese conjunto de conocimientos no tiene consecuencias prác-
ticas de protección de los trabajadores hasta el siglo XIX, cuando el
recrudecimiento de las condiciones de trabajo de grandes masas de
mano de obra fruto de la Revolución Industrial, obliga a los estados-
nación presionados por los movimientos y organizaciones obreras,
a establecer tímidamente normas protectoras como, por ejemplo, las
que regulaban el trabajo de los niños en las industrias manufactureras
y minería.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), creada por el
Tratado de Versalles en 1919, responde a la toma de conciencia, des-
pués de la Primera Guerra Mundial, sobre la necesidad de llevar a
FDERUHIRUPDVVRFLDOHV\UHÀHMDEDODFRQYLFFLyQGHTXHHVWDVVRORSR-
GtDQOOHYDUVHDFDERFRQp[LWRHQHOSODQRLQWHUQDFLRQDOLPSXOVDQGR
normativas de carácter preventivo.
La OIT publica en 1981 el Convenio sobre la seguridad y salud de
ORVWUDEDMDGRUHVTXHHVUDWL¿FDGRSRUQXPHURVRVSDtVHVHQWUHHOORV
los constitutivos de la Comunidad Económica Europea (CCE) (Espa-
xDORUDWL¿FDHQHVGHFLUHVWRVSDtVHVDGTXLHUHQHOFRPSURPLVR
de seguir y aplicar sus indicaciones.
La UE, ante la aplicación desigual por parte de sus países miem-
bros de las directrices contenidas en el Convenio, lo que generaba un
problema de competencia desleal en el comercio, edita una Directiva
HQOD&((FRQOD¿QDOLGDGGHDUPRQL]DUHOGHVDUUROOR
normativo referido a la seguridad y salud de los trabajadores en la
actual UE, y de este modo restablecer la igualdad de condiciones de
competencia en el mercado.
YLWDUORVULHVJRVHQHOWUDEDMR
(
(YDOXDUORVULHVJRVTXHQRVHSXHGDQHYLWDU
&RPEDWLUORVULHVJRVHQVXRULJHQ
$GDSWDUHOWUDEDMRDODSHUVRQDHQSDUWLFXODUHQORTXHUHVSHFWD
a la concepción de los puestos de trabajo, así como a la selec-
ción de los equipos y los métodos de trabajo y de producción,
SERVICIOS DE PREVENCIÓN
' LVHxRDSOLFDFLyQ\FRRUGLQDFLyQGHORVSODQHV\SURJUDPDVGH
acción preventiva.
/DHYDOXDFLyQGHORVIDFWRUHVGHULHVJRVTXHSXHGDQDIHFWDUDOD
salud y seguridad de los trabajadores.
/DGHWHUPLQDFLyQGHODVSULRULGDGHVHQODDGRSFLyQGHODVPH-
GLGDVSUHYHQWLYDVDGHFXDGDV\ODYLJLODQFLDGHVXH¿FDFLD
/DLQIRUPDFLyQ\IRUPDFLyQGHORVWUDEDMDGRUHV
/DSUHVWDFLyQGHORVSULPHURVDX[LOLRV\SODQHVGHHPHUJHQFLD
/
DYLJLODQFLDGHODVDOXGGHORVWUDEDMDGRUHVHQUHODFLyQFRQORV
riesgos derivados del trabajo.
Seguridad en el trabajo
Es la disciplina que estudia todos los riesgos derivados del trabajo con
máquinas, herramientas y equipos de trabajo, técnicas de seguridad
en lugares de trabajo, así como todos aquellos factores de los que se
puedan derivar accidentes.
Higiene industrial
Las personas que realizan todas estas funciones son técnicos Es-
pecialistas en Prevención de Riesgos Laborales, en cada una de las
materias, y facultativos Especialistas en Medicina del Trabajo, en lo
TXHDHVWDGLVFLSOLQDHVSHFt¿FDVHUH¿HUH
&RQWRGRHOORSRGHPRVD¿UPDUTXHODLQWHJUDFLyQGHODSUHYHQFLyQ
en la gestión empresarial y el control de los riesgos laborales y su
prevención, supone un mayor bienestar social para los trabajadores, y
XQDUHGXFFLyQVLJQL¿FDWLYDHQORVFRVWHVPHQRUVLQLHVWUDOLGDGGLVPL-
nución del absentismo laboral, etc.) en la empresa.
Therein is the tragedy. Each man is locked into a system that compels him
to increase his herd without limit —in a world that is limited. Ruin is the
destination toward which all men rush, each pursing his own best interest in
a society that believes in the freedom of the commons.
Ahí está la tragedia. Cada hombre está encerrado en un sistema que lo obliga
a aumentar su rebaño sin límite —en un mundo que es limitado. La ruina
es el destino hacia el cual corren todos los hombres, cada uno persiguiendo
su propio interés en una sociedad que cree en la libertad de lo comunal. La
libertad de los bienes comunes resulta la ruina para todos.
GARRET HARDIN
The Tragedy of the Commons
Science. 1968;162(3859):1243-8.
439
441
de sectores, 61 Efectos,
'LDUUHD adversos, 384
Dientes, 251, 253 invernadero, 113
Diesel, 182 (ÀFLHQFLD
Dietas, (ÀFLHQWH
cetógenas, 367 Egipto, 11
hipercalórica, 216 Ejercicio físico, 227, 369
PHGLWHUUiQHD (/,6$
occidental, 127 Embarazadas, 312
'LIWHULD Embarazo, 183, 257
'Ly[LGRGHD]XIUH interrupción voluntaria del embarazo, 43
'LR[LQDV Empiema, 273
'LVHDVH Empresas tabaqueras, 7
Diseminación aérea, 347 (QDQWHPD
'LVHQWHUtD Encarnizamiento terapéutico, 392
Disfunción ciliar, 195 Encefalitis, 313
Dislipemia, 247 (QGHPLD
'LVUXSWRUHVHQGRFULQRV Endocarditis, 354
Distanasia, 392 Enfermedades,
Distribución normal, 64 cardiovasculares, 177, 178
Disuasión, 35 GH$O]KHLPHU
Disuria, 286 de Creutzfeldt-Jakob, 136
DIU, 42 de Graves Basedow, 212
Diversión, 169 de las vacas locas, 136
'0WLSR GH/\PH
'ROR del legionario, 297
Dolor articular, 229 infecciosas, 17
Dopamina, 222 periodontal, 253
Doping, 172 profesionales, 146
Dosimetría, 117 pulmonar restrictiva, 196
Drogas, 153, 336, 366 tromboembólica venosa, 183
de diseño, 167 (QIHUPHUtD
legales, 145 (QÀVHPD
psicoactivas, 163 Ensayo,
'XUH]DGHODJXD clínico, 68, 86
comunitario, 87
(FROL Enterococcus sp, 356
Edad Media, 12 (QWHURWR[LQD
EDO, 337, 339 Epidemias, 69
Educación, 169 Epidemiología, 69
para la salud, 29, 35 Epilepsias, 223
medios utilizables, 39 (32&
sanitaria, 31, 43 Equidad, 379
Educador sanitario, 36 Ergonomía, 431, 435
Efectividad, 379 Ergotismo, 5
0HQLQJLWLV sistemático,59
bacteriana, 287, 343 Mycobacterium tuberculosis, 279
tuberculosa, 291 Mycoplasma, 182
Meningococo, 287 pneumoniae, 284
0HUFXULR 0\FURFLVWLWLVDHUXJLQRVDV
Metabolismo basal, 215
Metadona, 238 Natalidad, 5
0HWDKHPRJORELQHPLD 1DWLRQDO+HDOWK6HUYLFH
0HWDOHVSHVDGRV Náuseas, 321
Metamizol, 257 Neanderthal, hombre de, 4
Métodos, Negocios, 375
FLHQWtÀFR Neisseria meningitidis, 287
de barrera, 41 Neumococo, 284, 287, 356
MeV, 115 Neumoconiosis, 196
Miasmas, 12 Neumonía, 273, 284
Micobacterias, 289 intersticial, 312
Microondas, 116 Neumonitis, 312
Microorganismos, 353 Neuraminidasa, 313
Microutritientes, 125 1HXURWR[LQDV
Migraña, 223 Nicotiana tabacum,151
Minería, 196 1LFRWLQD
0LQLVWHULRGH6DQLGDG Niños, 367
Miopía, 242 1LWUDWRV
MIR, 21, 25, 27 1LWULWRV
Mitocondrias, 264 sódico, 131
005 1LWUyJHQR
Moco, 195 1LWURVDPLQDV
Moda, 63 Niveles de prevención, 22
Modelo, 1yGXORVGH+HEHUGHQ
JUDGXDGRGHYHULÀFDELOLGDG 1RWLÀFDFLyQ
transicional, 5 13&2
0RQRQXFOHRVLVLQIHFFLRVD
0RQy[LGRGHFDUERQR 2EHVLGDG
Mortalidad, 5 2EMHWRVFRQWDPLQDGRV
infantil, 367 Observación, 67
0RVTXLWDV Obstrucción, 194
Motores diesel, 111 OCDE, 414
Movimiento natural de la población, 53 Odds ratio, 83
Mucosas, 349 Odinofagia, 283
Muestra, 58, 81 Odontología, 28
tamaño de la, 58 Oftalmólogo, 239
Muestreo, Oído, 369
aleatorio simple, 59 2,72UJDQL]DFLyQ,QWHUQDFLRQDOGHO
HVWUDWLÀFDGR 7UDEDMR
por conglomerados, 59 Ojo,
VHFR 3HQLFLOLQD
vago, 242 V, 284
Olivo, 129 3HQLFLOOLXPVS
Olvidos seniles benignos, 221 3pUGLGDGHDSHWLWR
206 3HULFDUGLWLV
Opiáceo, 166 3HULRGRGHLQFXEDFLyQ
Opio, 166 3HULWDMH
236206 3HUVXDVLyQ
Opsonizar, 273 3HVR
Organización Internacional del Trabajo 3LFWRJUDPDV
2,7 3LHO
Orina, 225 3LHORQHIULWLV
2UTXLWLV 3LH]DVGHQWDOHV
Oseltamivir, 315 3LSHUWLURLGLVPR
2VWHRÀWRV 3LUiPLGHGHSREODFLyQ
Osteoporosis, 231 3LUHWURLGHV
Ð[LGRV 3ODFDEDFWHULDQD
de etileno, 268 3ODJXLFLGDV
GHQLWUyJHQR 3ODXVLELOLGDG
2[tJHQR 3ORPR
2]RQR 3QHXPRF\VWLVFDULQLL
pO2, 194
3DFLHQWHV 3REODFLyQ
terminales, 391 pirámide de, 51
3DGUyQ movimiento natural de la, 53
3DOXGLVPR 3REUH]D
3DQGHPLDV 3RODTXLXULD
gripales, 315 3yOHQHV
3DSHUDV 3ROLFRQVXPR
3DSLORPDYLUXV 3ROLPRUIRQXFOHDUHV
3DUDGRMDGH+XPH 3ROLRPLHOLWLV
3DUDQRLD 3RORQLR
3DURWLGLWLV 3ROYR
3DUWtFXODV 3RPHOR
en suspensión, 111, 112 3RSSHU.
3DVWDVGHGLHQWHV 3RUWDGRU
3DVWHXU 3RVRORJtD
3DWLVVLHU 33'
3DWRORJtDVLOHQWH 3UHFDXFLRQHV
3DWUyQUHVWULFWLYR HVSHFtÀFDV
pCO2, 194 estándar, 281
3&5 3UHVELDFXVLD
3HDUVRQ 3UHVHUYDWLYR
3HODJUD 3UHVLyQ
3HQHWUDWLYR DUWHULDO
6DXUHXV de memoria, 91
6iKDUD GHVHOHFFLyQ
6DO de supervivencia selectiva, 91
6DOPRQHOODVSS 6H[RPDVFXOLQR
6DOXG 6KLJHOOD
GHÀQLFLRQHV 6KRFN
educación para la, 29 DQDÀOiFWLFR
laboral, 427 séptico, 273
mental, 233 6LFNQHVV
pública, 11, 426 6,'$
reproductiva, 41 354, 356, 396
6DQJUH 6LHYHUW
6DQLGDGH[WHULRU 6tÀOLV
6DUDPSLyQ 6LJQRV
6DUFRPDGH.DSRVL 6LPELRVLV
6$50 6tQGURPH
6$56 de abstinencia, 164
6DWLVIDFFLyQ de dependencia del alcohol, 158
6DWXUQLVPR de Down, 221, 248
6FUDSLH de la clase turista, 184
6FUHHQLQJ GH5HLWHU
de diabetes, 212 de Wernicke-korsakoff, 158
6HFUHWRSURIHVLRQDO GHODFHLWHWR[LFR
6HFWRUGHODVDOXG KHPROtWLFRXUpPLFR
6HGDFLyQ 6tQWRPDV
6HGHQWDULVPR 6LVWHPDV
6HJPHQWDFLyQ GHVDOXG
6HJXLPLHQWR sanitarios, 17
6HJXULGDG XQLYHUVDOHV
en el trabajo, 435 6PRJ
6RFLDO 6QDFNV
6HJXURVRFLDO 616
6HOHFFLyQQDWXUDO 6REUHGRVLV
6HPLYLGD 6REUHSHVR
6HQVLELOLGDG 6RFLHGDG
6HQVLELOL]DFLyQ 6RGLR
6HSWLFHPLD 6RIRFDFLyQ
6HUHQGLSLD 6RIULWR
6HULHGHFDVRV 6RMD
6HUYLFLRV 6ROHO
de salud, 423 6RPDWL]DFLRQHV
de prevención, 434 6SHHG
6HVJR 6WDQOH\0LOOHU
de confusión, 92 6WDSK\ORFRFFXV
de información, 91 aureus, 282, 284, 356