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Cuando uno va a casarse está tan emocionado que sus sentimientos y pensamientos se alteran, a
tal grado que se llega a creer que el amor durará toda la vida. Desgraciadamente, muchas veces
no es así. En ocasiones, cuando una pareja se conoce un poco más y ha bajado de "la nube rosa",
se enfrenta a la realidad, entonces... aparece en su mente la palabra divorcio.
Llevar una relación sana no es fácil, y aunque ésta suele ser más "sosa" en comparación con las
que implican gritos, golpes y resentimientos, es también la única que permite que el verdadero
amor crezca y se fortalezca. ¿Qué es el amor sano y cómo llegar a él?, ¿cómo conservar el amor
y estar siempre enamorada? Son preguntas que contesta el libro Las Mujeres que los Hombres
Abandonan. Las Mujeres que los Hombres Aman, del doctor Connell Cowan. Clara te lleva a
conocer las diez reglas para seguir enamorados y los siete tips para conservar el amor (recuerda
que no son fórmulas mágicas, simplemente son sugerencias que pueden ayudar para
cuando te vayas a casar). Antes, conviene que sepas primero qué son el amor adulto y el
compromiso, que te permitirán permanecer siempre enamorada.
Amor adulto. El amor adulto es apreciar a alguien por lo que es en realidad y no por lo que
quisiéramos que fuera. Este tipo de amor solamente existe cuando la seguridad y la satisfacción
de otra persona son tan importantes para nosotros como las propias. En este tipo de amor existe
la capacidad de integrar ternura y sexualidad (lo que se llama realmente hacer el amor a la
persona que se ama). El amor adulto requiere de la unión de dos individuos razonablemente
maduros y sanos. Sólo cuando una persona tiene verdadero sentido de su yo puede amar con
madurez. Si te sientes bien contigo misma puedes amar libremente al otro. Este tipo de amor es
perdurable e incondicional (lo que no significa soportar lo que sea para demostrarle cuánto lo
amas, sino saber que tú cuentas con esa persona y ella contigo para compartir buenos y malos
momentos), desinteresado y se renueva constantemente mediante adaptación realista, aceptación
y compromiso.
¿Cómo se llega a este amor adulto y cómo mantenerlo?, te sugerimos las siguientes reglas,
practícales según tu capacidad.
Regla número uno: El amor empieza en uno mismo.
Cuando se habla del amor, generalmente las palabras comprensión, perdón, aceptación, respeto y
comunicación se utilizan como bálsamo mágico. Sin embargo, hay que reflexionar cómo cada
persona lleva a cabo cotidianamente esas actitudes, consigo misma, su pareja y todo lo que la
rodea. Para poder dar este paso, es fundamental conocerse. Esto significa reconocer y aceptar
virtudes, defectos, cualidades, limitaciones,
responsabilidades, errores y aciertos. En la medida como una persona se conoce aprende a
amarse. Ama su cuerpo y lo cuida. Ama lo que hace y disfruta. Se responsabiliza de su
crecimiento espiritual, emocional, intelectual y económico; de lo que piensa o siente, de sus
emociones, actitudes y sexualidad. Acepta que se equivoca e intenta volver a empezar. Puede
liberar resentimientos y estar en paz con ella misma. Tiene la capacidad de perdonar y
perdonarse. Un individuo que se ama a sí mismo sabe que es digno de lo mejor que le puede
ofrecer la vida y que no tiene que hacer nada que lo dañe emocional o
físicamente para que otra persona lo ame o lo acepte. Las personas que realmente se aman tienen
primero un romance con ellas mismas. En la medida que se aman y se aceptan a sí mismas tal y
como son, tienen la facultad de aceptar y amar al otro tal cual es.
1. Honestidad: es la voz interna que todos llevamos dentro y nos dice realmente cómo nos
estamos sintiendo ante alguna circunstancia. No nos engaña, nosotros somos quienes la
evadimos, porque muchas veces la realidad nos duele y no la queremos enfrentar. La honestidad
te enseña también a escucharte y a escuchar a los que te rodean, incluyéndolo a él, entonces, lo
podrás comprender mejor.
2. Respeto: radica en uno mismo. En la medida que permites que te alcen la voz, te insulten, te
dejen plantada o no te tomen en cuenta, te faltan al respeto; inconscientemente, con tus actitudes
estás diciendo que es lo que mereces. El respeto es lo que permites que el otro haga con tu
persona.
3. Empatía: capacidad que la pareja tiene de participar sus sentimientos e ideas. Uno se pone en
el lugar del otro, de sentir curiosidad por lo que le sucede y de entender lo que siente. Esta
cualidad incluye también la comprensión.
4. Humildad: capacidad que tienes de reconocer tus faltas, errores, equivocaciones y hacerte
responsable de ellos. Permite darte cuenta que no puedes controlar la conducta, pensamientos, ni
actitudes del otro.
6. Acción: tal vez sea palabra mágica, porque hablamos más por medio de nuestras conductas y
actitudes que con la boca. De nada servirán las miles de veces que te sientes con él a hablar a
querer arreglar los problemas si no actúan.
7. Confianza: es saber que nos creemos y nos sentimos amados a pesar de nuestros defectos,
peculiaridades y limitaciones.