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DIEZ COSAS QUE AYUDAN A SER MEJOR PERSONA

 
1.    Levantarse un poco más temprano que de costumbre. Da chance de hacer más
cosas y el día se aprovecha mejor.
2.    Reflexionar u orar. Sea cual sea la concepción que uno tenga de Dios, es
importante dedicarle algo de tiempo. Muchas veces decimos que no practicamos
ninguna religión (mi caso), pero que sí creemos en Dios. ¿Cuánto tiempo entonces
dedicamos a vivir o pensar sobre la espiritualidad y cómo puede mejorar nuestro
paso por el mundo?
3.    Comer más sano. Personalmente detesto los productos integrales, macrobióticos,
“Light” y otras yerbas. Pero no se trata de eso. Se trata de un chineo, de prepararse
algo rico y balanceado: carnita con verduras o ensalada, una buena pasta con
mozzarella y albahaca, hasta unos garbanzos de lata bien arreglados con atún son
mejores que pasar a “Me enchancha” y comprar un combo con BigMac a lo grande.
4.    Leer más y ver menos televisión. A mí me gusta acompañar la lectura con
música. Hay quienes solo pueden en completo silencio. Con la clase de basuras a
que nos somete la “caja tonta”, es mejor optar por un buen libro.
5.    Hacer ejercicio, deporte o artes. Es impresionante lo bien que le hace al cuerpo y
a la mente. Ir al gimnasio, jugar mejengas, ir a bailar, practicar dibujo, tomar clases
de algo, nos permite entender que la vida es más que trabajar durante el día y llegar
a cenar y ver televisión por las noches.
6.    Salir regularmente. Ya lo había abordado en el post anterior, pero no está de más
incluirlo. No importante si el presupuesto solo alcanza para ir a planchar pasto a la
Sabana, la idea es tomar aire, caminar, quitarse los zapatos y sentir la tierra, volver
la cara al cielo, cerrar los ojos y que el sol caliente el rostro.
7.    Compartir con quienes uno ama. Se nos va la vida corriendo, y nos percatamos
tarde de que tenemos gente que nos ama y a quienes muchas veces descuidamos.
Con la “madurez” no tenemos tiempo para compartir con nuestros papás, por
ejemplo. Ellos nos cuidaron y durante nuestra infancia y adolescencia estuvieron
permanentemente a nuestro lado, pero hoy son “familiares de domingo” y a veces ni
eso. Nada cuesta sacarlos a almorzar o, mejor aún, llegar a la casa y prepararles un
rico almuerzo, conversar de sobremesa y ver llover en la casa donde uno creció.
8.    Conocer gente nueva. Abrirse, saber que existen universos nuevos, diferentes,
interesantes, en las mentes de otras personas. El mundo automatizado y temeroso
de hoy nos está robando el tesoro valioso de la espontaneidad y la extroversión.
9.    Aprovechar mejor el tiempo. Muy ligado al primero, pero durante todo el día. ¡Qué
bien se siente saber que el día llega a su fin y no fue simplemente otro movimiento
de la tierra sobre su eje! Hay que dar lo máximo y trascender, pero no se confunda
esto con la cacareada “competitividad” de hoy. Hay muchas maneras de aprovechar
el tiempo, y el ocio productivo, creativo y reconstituyente es una de ellas.
10.  Hacer lo que realmente deseamos. Yo, por ejemplo, escribo estos pensamientos.
No son perfectos, ni siquiera podría decir que es bueno. Pero al menos lo hago con
cariño y le dedico tiempo, como a todo lo que merece la pena para uno.

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