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Trabajo Práctico N.

º 1

“5 Conferencias sobre Psicoanálisis”

Institución:

I.E.S. N.º 1 “Dra. Alicia Moreau de Justo”

Carrera: Psicopedagogía

Materia: Psicoanálisis

Docente a cargo: Lic. María Aida Miotti

Turno: Vespertino

Comisión: 709 B

Año: 2021

Alumnas:

Crivellari, Debora Natalia. DNI: 31653174 crivellarinatalia@gmail.com

Gramajo, Yamila Ayelén. DNI: 34810204 gy.laboral@gmail.com

Gonzalez, Elizabeth Giselle. DNI 34643262 giselle.gonzalez@live.com.ar

Machiavello, María Florencia. DNI: 27.831.024 flor.machiavello@gmail.com


Piñeiro, Jaqueline Florencia. DNI: 35417523 jaquelinepineiro@hotmail.com
Rodriguez, Daiana de los Milagros DNI: 37542681
rodriguezdaiana829@gmail.com
Roldan, María Luisa DNI: 30947216 marryroldy1984@gmail.com
I.E.S. Nº1 Dra. Alicia Moreau de Justo.

Materia: Psicoanálisis

Las 5 conferencias de Introducción al Psicoanálisis


Estas conferencias datan de 1910 y constituyen el primer escrito extenso de
divulgación del Psicoanálisis.
Siguen proporcionando un esquema preliminar de la teoría psicoanalítica, de su
estructura, sin desmedro.de los.aportes posteriores.
En este texto encontraremos lo fundamental de la teoría.

CONFERENCIA 1
a) ¿Qué es la anatomía imaginaria de la histeria?
La histeria es un estado anímico capaz de simular toda una serie de graves
cuadros, que por ser producto de traumas psíquicos, no se le puede asignar un lugar
preciso anatómicamente a ningún cuadro corporal, ya que estos varían según de
qué se tratan los traumas.
Un ejemplo de una serie de perturbaciones corporales y anímicas, sería una
parálisis con rigidez de las dos extremidades del lado derecho, que permanecen
insensibles, y a veces esta misma afección aparece en los miembros del lado
izquierdo; perturbaciones en los movimientos oculares y múltiples deficiencias en la
visión, dificultades para sostener la cabeza, asco frente a los alimentos, incapacidad
para beber, disminución de la capacidad de hablar, al punto de no poder expresarse
o no comprender su lengua materna, estados de ausencia, confusión, delirio,
alteración de su personalidad toda.

b) ¿Qué es la Talking cure o cura de conversación?


Técnica utilizada para descargar las perturbaciones que tiene el paciente. También
llamado tratamiento catártico, utilizado por Breuer, que implicaba poner a los
enfermos de histeria en un estado de hipnosis profunda, en la cual el paciente
conversaba y encontraba en sus recuerdos los nexos patógenos que no lograba
encontrar en su estado normal.

c) ¿Qué es un trauma psíquico?


Los restos mnémicos de vivencias plenas de afecto, que hacen referencia a escenas

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traumáticas o recuerdos patógenos que no fueron exteriorizados en el pasado


mediante signos de afecto, palabras y acciones, sino que fueron contenidas,
oprimidas intensamente, provocando conflicto en el sujeto, dando lugar a lo que se
denominan traumas psíquicos.

d) ¿Qué quiere decir la frase "nuestros enfermos histéricos padecen de


reminiscencias”?
Quiere decir que tienen recuerdos imprecisos de sucesos del pasado, que por su
intensa carga emotiva, vuelven a la memoria. Sus síntomas son restos y símbolos
mnémicos de ciertas vivencias (traumáticas).

e) ¿Cuál es la fijación de la vida anímica a los traumas patógenos?


La fijación de la vida anímica a los traumas patógenos, significa que los pacientes
recuerdan las dolorosas vivencias de un lejano pasado y permanecen adheridos a
ellas. No se libran del pasado y por él descuidan la realidad efectiva y el presente.

f) ¿Qué sucede con el afecto en la histeria?


Un proceso anímico investido de afecto, tiende a condicionar la manera en que el
paciente expresa sus emociones en situaciones patógenas o traumáticas,
bloqueando la salida normal. Dando lugar, más tarde, a síntomas corporales, a la
conversión histérica, que se manifiesta como una expresión mucho más intensa y
exagerada de la emoción.

CONFERENCIA 2
a) Diferencia entre Charcot y Janet
Charcot en sus indagaciones sobre las histéricas de Salpetriere, mediante el
tratamiento catártico bajo hipnosis, estableció que las parálisis histéricas y traumas
corporales eran consecuencia de vivencias patógenas. No se inclinaba a las
concepciones psicológicas; sólo su discípulo Pierre Janet intentó penetrar con mayor
profundidad en los particulares procesos psíquicos de la histeria. Janet desarrolló
una teoría de la histeria que toma en cuenta las doctrinas prevalecientes en Francia

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acerca del papel de la herencia y de la degeneración. Según él, la histeria es una


forma de la alteración degenerativa del sistema nervioso que se da a conocer
mediante una endeblez innata de la síntesis psíquica. Sostiene que los enfermos de
histeria son desde el comienzo incapaces de cohesionar en una unidad la diversidad
de los procesos anímicos, y por eso se inclinan a la disociación anímica.

b) Los recuerdos olvidados estaban perdidos?


Los recuerdos olvidados no estaban perdidos. Se encontraban en posesión del
enfermo y prontos a aflorar en asociación con lo todavía sabido por él, pero alguna
fuerza (resistencia) les impedía devenir conscientes y los sometía a permanecer
inconscientes.

c) ¿Qué es la resistencia?
Es la fuerza que se ejerce para que los recuerdos que generan displacer no
devengan conscientes. Es la fuerza que mantiene en pie al estado patológico.

d) ¿Así podía hacer devenir al conciente aquellas vivencias reprimidas del


síntoma histérico?
La moción de deseo reprimida perdura en lo inconsciente, al acecho de la
oportunidad de ser activada; y luego se las arregla para enviar dentro de la
conciencia una formación sustitutiva, desfigurada y vuelta irreconocible, de lo
reprimido, a la que pronto se anudan las mismas sensaciones de displacer que uno
creyó ahorrarse mediante la represión. Esa formación sustitutiva de la idea reprimida
-el síntoma- es inmune a los ataques del yo defensor, y en vez de un breve conflicto
surge ahora un padecer sin término en el tiempo. En el síntoma cabe comprobar,
junto a los indicios de la desfiguración, un resto de semejanza, procurada de alguna
manera, con la idea originariamente reprimida; esa formación sustitutiva de la idea
reprimida -el síntoma- es inmune a los ataques del yo defensor, y en vez de un
breve conflicto surge ahora un padecer sin término en el tiempo. Los caminos por los
cuales se consumó la formación sustitutiva pueden descubrirse en el curso del
tratamiento psicoanalítico del enfermo, y para su restablecimiento es necesario que

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el síntoma sea transportado de nuevo por esos mismos caminos hasta la idea
reprimida. Si lo reprimido es devuelto a la actividad anímica conciente, lo cual
presupone la superación de considerables resistencias, el conflicto psíquico así
generado y que el enfermo quiso evitar puede hallar, con la guía del médico, un
desenlace mejor que el que le procuró la represión.
La personalidad del enfermo puede ser convencida de que rechazó el deseo
patógeno sin razón y movida a aceptarlo total o parcialmente, o este mismo deseo
ser guiado hacia una meta superior y por eso exenta de objeción (lo que se llama su
sublimación), o bien admitirse que su desestimación es justa, pero sustituirse el
mecanismo automático y por eso deficiente de la represión por un juicio adverso con
ayuda de las supremas operaciones espirituales del ser humano; así se logra su
gobierno consciente.

e) Diferencia entre la concepción de Freud y Janet


La diferencia entre la concepción de Freud y la de Janet, es que no deriva la
escisión psíquica de una insuficiencia innata que el aparato anímico tuviera para la
síntesis, sino que la explica dinámicamente por el conflicto de fuerzas anímicas en
lucha, discierne en ella el resultado de una renuencia activa de cada uno de los dos
agrupamientos psíquicos respecto del otro.

f) Síntoma
La represión de vivencias patógenas o traumas psíquicos, puede llegar a la
formación de síntomas.
Los síntomas son restos y símbolos mnémicos de ciertas vivencias (traumáticas)

CONFERENCIA 3
a) ¿Cuáles son las formaciones del inconsciente?
Las formaciones del inconsciente son los fenómenos en los que las leyes del
inconsciente son más evidentes: el sueño, el síntoma, el chiste, los actos fallidos y
los deslices cometidos al hablar, a su vez, los deslices en la escritura y en la lectura
y el hecho de perder o romper objetos, entre otros. Son hechos que pueden pasar

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desapercibidos, relacionados como una simple distracción o la falta de atención. A


esto se suman las acciones y gestos que las personas realizan sin pensarlo como
por ejemplo el jugar con objetos, tararear melodías, o maniobrar con el propio
cuerpo o sus ropas. Ellas expresan impulsos y propósitos que deben ser relegados,
escondidos en la conciencia, o que provienen de las mismas mociones de deseo y
de complejos reprimidos como los creadores de los síntomas y de las imágenes
oníricas.

b) Interpretación de los sueños en niños. ¿Cómo son los sueños de los niños?
La interpretación de los sueños, para Freud es una vía para el conocimiento del
inconsciente y el fundamento más seguro del psicoanálisis.
Los sueños de los niños siempre son sobre deseos que no pudieron cumplir en el
día, a diferencia del adulto que suelen tener un contenido incomprensible porque
han sufrido una desfiguración.

c) ¿Cuál es el contenido manifiesto y latente del sueño?


El contenido manifiesto del sueño es tal como lo recordamos a la mañana y el
pensamiento onírico latente que es el significado inconsciente del relato.
Contenido manifiesto: sustituto desfigurado de los pensamientos oníricos
inconscientes. La desfiguración es obra de la resistencia, de fuerzas defensoras del
yo que no permiten que el inconsciente acceda en estado de vigilia y que en el
estado de dormir conservan la fuerza para desfigurarlo.
El contenido manifiesto del sueño y el pensamiento onírico latente están, por lo tanto
relacionados.
La desfiguración onírica es comparable con la creación de síntomas histéricos

d )¿Qué es el determinismo de la vida anímica?


El determinismo de la vida anímica alude a que todas las manifestaciones o
exteriorizaciones psíquicas tienen un significado, tienen una motivación del mismo
efecto anímico, que muchas veces se pasa por alto, pero que afectan al paciente.

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Buscar las causas de esas manifestaciones es determinante para restablecer la vida


anímica.

CONFERENCIA 4
a) Importancia de las vivencias infantiles para posteriores traumas.
Las vivencias de la infancia explican la susceptibilidad y sensibilidad que pueden
surgir en el hombre en un futuro como fruto de los famosos “traumas”, y sólo
descubriendo y haciendo concientes estas huellas mnémicas por lo común olvidadas
conseguimos el poder para eliminar los síntomas. Sumado a lo anterior,tenemos que
tener en cuenta, que al ser reprimidas, estas mociones de deseo de la infancia, son
las que tendrán el poder de generar un futuro síntoma.

b) Sexualidad infantil.
El bebé que ingresa al mundo trae consigo pulsiones y quehaceres sexuales que a
través de su desarrollo van formando la sexualidad adulta.
Las experiencias de la sexualidad infantil son importantes, porque revelan cómo
fluye la vida del sujeto y como se manifiesta en su cuerpo. Para Freud es la base de
la vida. La sexualidad infantil es en el sentido de modalidades de satisfacción que no
se circunscriben a la sexualidad adulta.

c) Diversas fuentes de la sexualidad infantil.


Admite una descomposición en muchos elementos que provienen de diversas
fuentes. Sobre todo, es aún independiente de la función de la reproducción, a cuyo
servicio se pondrá más tarde. Obedece a la ganancia de diversas clases de
sensación placentera, que, de acuerdo con ciertas analogías y nexos, reunimos bajo
el título de placer sexual. La principal fuente del placer sexual infantil es la
apropiada excitación de ciertos lugares del cuerpo particularmente
estimulables: además de los genitales, las aberturas de la boca, el ano y la
uretra, pero también la piel y otras superficies sensibles. Como en esta primera
fase de la vida sexual infantil la satisfacción se halla en el cuerpo propio y prescinde
de un objeto ajeno, la llamamos, la fase del autoerotismo. Y denominamos «zonas

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erógenas» a todos los lugares significativos para la ganancia de placer sexual. El


chupetear o mamar con fruición de los pequeñitos es un buen ejemplo de una
satisfacción autoerótica.
Otra satisfacción sexual, es la excitación masturbatoria de los genitales. Junto a
estos y otros quehaceres autoeróticos, desde muy temprano se exteriorizan en el
niño aquellos componentes pulsionales del placer sexual, o de la libido, que
tienen por premisa una persona ajena en calidad de objeto. Estas pulsiones se
presentan en pares de opuestos, como activas y pasivas; los exponentes más
importantes de este grupo: el placer de infligir dolor (sadismo) con su
correspondiente pasivo (masoquismo), y el placer de ver activo y pasivo; del
primero de estos últimos se ramifica más tarde el apetito de saber, y del segundo, el
esfuerzo que lleva a la exhibición artística y actoral. Otros quehaceres sexuales del
niño caen ya bajo el punto de vista de la elección de objeto, cuyo asunto principal
es una persona ajena que debe su originario valor a unos miramientos de la pulsión
de autoconservación.
La diferencia de sexos no desempeña todavía, en este período infantil, ningún papel
decisivo.
Cada una de las pulsiones procura su placer con independencia de todas las otras,
experimenta una síntesis y una organización siguiendo dos direcciones principales,
de suerte que al concluir la época de la pubertad las más de las veces queda
listo, plasmado, el carácter sexual definitivo del individuo. Por una parte, las
pulsiones singulares se subordinan al imperio de la zona genital, por cuya vía
toda la vida sexual entra al servicio de la reproducción, y la satisfacción de
aquellas conserva un valor sólo como preparadora y favorecedora del acto sexual en
sentido estricto. Por otra parte, la elección de objeto esfuerza hacia atrás al
autoerotismo, de modo que ahora en la vida amorosa todos los componentes de la
pulsión sexual quieren satisfacerse en la persona amada.
d) Características de la latencia. (vergüenza, asco y sentido de lo moral).
El periodo de LATENCIA se caracteriza por las inhibiciones sexuales. Se produce
una calma sexual como consecuencia del complejo de Edipo y el complejo de
castración. No implica que se interrumpa la evolución sexual, sino que queda

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latente, dirigiendo toda la energía hacia actividades sociales y escolares. Las


fuerzas pulsionales sexuales son desviadas por los Diques, que orientan esas
manifestaciones sexuales a nuevas metas.
Antes de la pubertad se imponen, bajo el influjo de la educación, represiones en
extremo enérgicas de ciertas pulsiones, y se establecen poderes anímicos, como la
vergüenza, el asco, la moral, que las mantienen a modo de guardianes.

e) Predisposición a la neurosis. Puntos de fijación.


No todos los individuos recorren el desarrollo de la función sexual de una manera
tersa, y entonces deja como secuela o bien anormalidades o unas predisposiciones
a contraer enfermedad más tarde por el camino de la involución (regresión). Puede
suceder que no todas las pulsiones parciales se sometan al imperio de la zona
genital; si una de aquellas pulsiones ha permanecido independiente, se produce
luego lo que llamamos una perversión y que puede sustituir la meta sexual normal
por la suya propia.
Es frecuente que el autoerotismo no se supere del todo, de lo cual son testimonio
después las más diversas perturbaciones. Esta serie de perturbaciones corresponde
a las inhibiciones directas en el desarrollo de la función sexual; comprende las
perversiones y el no raro infantilismo general de la vida sexual.
La predisposición a las neurosis deriva de un deterioro en el desarrollo sexual. En
las neurosis se rastrean, como portadores de los complejos y formadores de
síntoma, los mismos componentes pulsionales que en las perversiones, pero
producen sus efectos desde lo inconsciente; por tanto, han experimentado una
represión, pero, desafiándola, pudieron afirmarse en lo inconsciente. Una
exteriorización hiper-intensa de estas pulsiones en épocas muy tempranas lleva a
una suerte de fijación parcial que en lo sucesivo constituye un punto débil dentro
de la ensambladura de la función sexual. Sí el ejercicio de la función sexual normal
en la madurez tropieza con obstáculos, se abrirán brechas en la represión (esfuerzo
de desalojo y suplantación) de esa época de desarrollo justamente por los lugares
en que ocurrieron las fijaciones infantiles.

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Es inevitable y enteramente normal que el niño convierta a sus progenitores en


objetos de su primera elección amorosa. Pero su libido no debe permanecer fijada a
esos objetos primeros, sino tomarlos luego como unos meros arquetipos y
deslizarse hacia personas ajenas en la época de la elección definitiva de objeto.

CONFERENCIA 5.
a) Cuando enferman los seres humanos.
Los seres humanos enferman cuando se les deniega la satisfacción de sus
necesidades eróticas en la realidad. Se refugian en la enfermedad para hallar con su
auxilio una satisfacción sustitutiva de lo denegado. Los síntomas patológicos
contienen un fragmento del quehacer sexual de la persona o su vida sexual íntegra,
y el mantenerse alejados de la realidad es la principal tendencia, pero también el
principal perjuicio, de la condición de enfermo. La resistencia de los enfermos a la
curación no es simple, sino compuesta de varios motivos. No sólo el yo del enfermo
se muestra renuente a resignar las represiones (esfuerzos de suplantación)
mediante las cuales ha escapado a sus disposiciones originarias, sino que tampoco
las pulsiones sexuales quieren renunciar a su satisfacción sustitutiva mientras sea
incierto que la realidad les ofrezca algo mejor .

b) Concepto de transferencia.
Siempre que se trata psicoanalíticamente a un neurótico, le sobreviene el extraño
fenómeno de la llamada transferencia. Vuelca sobre el médico un exceso de
mociones tiernas, contaminadas hartas veces de hostilidad, y que no se fundan en
ningún vínculo real; todos los detalles de su emergencia nos fuerzan a derivarlas de
los antiguos deseos fantaseados del enfermo, devenidos inconscientes. Entonces,
revive en sus relaciones con el médico aquella parte de su vida de sentimientos que
él ya no puede evocar en el recuerdo, y sólo reviviéndola así en la «transferencia»
se convence de la existencia y del poder de esas mociones sexuales inconcientes.

Referencia Bibliográfica: Standard Edition, Cinco conferencias sobre psicoanálisis


y otras obras. Volumen 11 (1910)

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