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Henry Wallon “Desarrollo afectivo-emocional”

Su pensamiento no es una doctrina sino una actitud, utiliza el término estadios en el desarrollo
infantil aclarando su complejidad.

El desarrollo no es una simple evolución gradual o un simple crecimiento cuantitativo, o una


adición de progresos que suceden siempre en el mismo sentido, sino que presentan
oscilaciones, Alternancias Funcionales:

 Manifestación anticipada de una función.


 Regresión de sus resultados.
 Eclipse de sus afectos.
 Fenómeno de integración.

La infancia no es una simple sucesión de edades y progresos lineales ni tampoco la


superposición de estadios natamente independientes. Va en contra de la naturaleza el tratar al
niño de forma fragmentaria, en cada edad constituye un conjunto indisoluble y original.

El pensamiento de Wallon se centrara en la imbricación tono – postura – emociones. Las


emociones son una formación de origen postural, y tienen por tejido el tono muscular. La
diversidad de las emociones está ligada a la hiper o hipotensión del tono. Dicho tono se
canaliza en el libre flujo de gastos y acciones a su acumulación sin salida y a su utilización en
espasmos.

El tono recibe estimulaciones de origen exteroceptivo laberintico, propioceptivo interoceptivo.

La emoción es el soporte de la motricidad. Desde las primeras semanas de vida el niño


manifiesta una sensibilidad afectiva que gradualmente se organizaran alrededor de los 6
meses en el sistema entero de emociones capitales. En este periodo la motricidad tiene por
objeto reducir esas tensiones. Por ello el remarcar la importancia del tono distingue dos
funciones musculares fundamentales la clónica y la tónica.

La función clónica condiciona la actividad cinética orientada hacia el mundo exterior.

La función tónica mantiene una tensión permanente en el músculo y condiciona las relaciones
postulares y prepara las representaciones mentales.

Para Wallon el tono es el fundamento de toda emoción y de afectividad que se exterioriza en


las actitudes. Es el intermediario entre lo real y su representación.

En esta concepción de la evolución walloniana el desarrollo es una construcción progresiva


en la que se realiza la integración de dos funciones principales: la inteligencia (sensibilidad
externa, mundo físico, construcción del objeto) y la afectividad (sensibilidad interna, mundo
social, construcción de la persona), que progresan sólidamente una sobre otra.

La función tónica pone al organismo en forma. Si la intervención de un adulto provoca


satisfacción o no, él bebe transforma los reflejos en actividades y posturas directamente
ligadas a estados de placer o displacer. Las expresiones de las emociones se darán en actitudes
y mímicas cada vez más finas y variadas y al convertirse en el comportamiento tipo, definirán
un sistema de equilibrio de las relaciones del niño con el entorno.

La personalidad es una construcción progresiva, en la que se realiza la integración de la


afectividad, por un lado vinculada a las sensibilidades internas y orientadas hacia el mundo
social, la construcción de la persona; la inteligencia por otro lado, vinculada a las sensibilidades
externas, y orientada hacia el mundo físico, la construcción del objeto. El vocablo personalidad
se utiliza en el sentido del ser total, físico y psíquico, y tal como se manifiesta por el conjunto
de su comportamiento.

Estadios conjunto original de conductas, caracterizado por un tipo particular de jerarquía entre
dos funciones, la afectividad y la inteligencia, predominando siempre una sobre otra. El
tránsito de un estadio a otro presenta un aspecto discontinuo, lo que no excluye la continuidad
global del desarrollo. . Los estadios varían por predominancia en la afectividad o en la
inteligencia. Los estadios se rotulan cuando una conducta se hace predominante, no tienen
límites precisos. La respuesta motora a los diferentes estadios interoceptivos, propioceptivos,
y exteroceptivos, es una respuesta refleja con máxima expresión en el curso del primer mes de
vida y que lentamente va autenticándose hacia finales del primer trimestre para su posterior
inhibición.

Wallon destaco la unidad dinámica de la evolución, expresando en el niño tiende a la


realización del adulto como ejemplar de la especie. Sin embargo, describe estadios
funcionales. Un estadio no sucede pura y simplemente al que lo ha sucedido. Se observan
anticipaciones funcionales, alternancias y fenómenos de integración. Un nuevo estadio no
suprime las formas precedentes pues procede de ellas. Pero con el aparece un modo diferente
de determinación que ordena y dirige las determinaciones más elementales de sus temas
anteriores.

El crecimiento del cuerpo y de la mente son la consecuencia de cambios en su economía total,


en los que los períodos sucesivos perecen incluso, oponerse entre sí. En estos cambios se
pueden distinguir fases o etapas o estadios. Las fases corresponden a la alternancia que se
observa entre los momentos en que la energía se gasta y aquellos en que se reserva o recobra,
alternancia entre el sueño y la vigilia.

Entre estas alternancias ana-catabólicas y las etapas o estadios del desarrollo las coincidencias
existen, pero a menudo de manera aproximativa y variable.

La primera fase de vida intrauterina: una fase de anabolismo casi total. No deja de presentar,
sin embargo, a partir del cuarto mes de embarazo, reacciones motrices que pueden responder
a excitaciones internas o aun externas por intermedio de la madre. Es ya un gasto funcional,
por mínimo que sea. Sin embargo, el organismo materno provee, salvo deficiencia patológica,
a todas las necesidades del feto. Se está frente a un caso de parasitismo radical, o más bien de
dependencia biológica total. Las reacciones motrices del feto son reflejos de postura como los
que se podrán observar aun en el recién nacido y, sobre todo, en el prematuro. Se trata de
reacciones globales en las que actitudes determinadas del tronco y de los miembros
responden a las diferentes orientaciones de la cabeza y sus movimientos en el espacio, o aun a
las variadas flexiones del cuello.

Los estadios del desarrollo de la personalidad


1 Los estadios impulsivo y emocional (0 a 3 meses – 3 meses a 1 año)

Primacía de las sensibilidades internas y del factor afectivo. Un primer período, llamado
impulsivo, hasta los 3 meses, se distingue por el desorden gestual. E un segundo periodo, la
respuesta del entorno humano al niño organiza progresivamente este desorden en emociones
diferenciadas. La emoción constituye el origen común de la conciencia, del carácter y del
lenguaje.

Estadio de la Impulsividad motriz (o-6 meses)

El nacimiento señala el comienzo de una nueva etapa. La principal característica del recién
nacido es la actividad motora refleja. A veces él bebe actúa en forma de grandes descargas
impulsivas sin ejercer el menor control en las respuestas. Para las necesidades de oxigeno él
bebe depende de sí mismo. Para todo lo demás necesita la ayuda de su ambiente y,
particularmente, de su madre, pero de modo opuesto a su periodo fetal, la satisfacción de sus
necesidades ya no es automática, inmediata, sino que puede demorarse. Él bebe conocerá los
sufrimientos de la espera y la privación. Las manifestaciones afectivas del niño se limitaran en
principio, al vagido del hambre y del cólico y el relajamiento de la digestión o el sueño. Estas
emociones primarias que oscilan entre el displacer y el placer serán exteriorizadas por
respuestas tónico postulares. Dichas respuestas serán observadas como,(Características de la
impulsividad motríz): -Espasmos -Crisis motrices globales –Crispaciones -Gritos o estados
ideales de eutonía. -Descargas motrices en los brazos -Pedaleo de las piernas y agitación y
vaivén de los pies. -Movimientos bruscos del tronco.

La observación y análisis de este estadio deberá centrarse en las características mencionadas y


en la modificación en la distribución menos caprichosa del tono, la utilización de puntos de
apoyo en el medio exterior para los cambios de posición y a la formación de reflejos
condicionados que se aligan principalmente a las necesidades alimentarias y postulares.

Estadio emocional (6 meses a 1 año)

La emoción se desprende de la respuesta corporal global y el bebé despliega una extensa


gama de matices emocionales: gestos de dolor, pena o alegría. El bebé está unido al ambiente
familiar a través de sus emociones, parece no distinguirse de él.

Es muy importante la aparición de las primeras muestras de orientación; alegría o angustia,


sonrisa, cólera. Su personalidad parece difundirse en todo lo que le da afecto: SIMBIOSIS
AFECTIVA.

Período de subjetivismo radical centrado en el sujeto bebe y además existe un sincretismo


subjetivo afectivo. Existe una ósmosis con el ambiente, donde extrae y comparte emociones.

La adquisición evidente de este estadio es la posibilidad de realizar manifestaciones afectivas


mediante gestos y no reacciones corporales globales.

2 Estadio sensoriomotor y proyectivo (1 a 3 años)

Es una etapa de predominio intelectual y de sensibilidades externas. El niño desarrolla 2 tipos


de inteligencia: - inteligencia práctica (de las situaciones): manipulación de objetos.

-inteligencia representativa (discursiva): unida a la imitación y al lenguaje.

A lo largo de un periodo llamado proyectivo (2 años y medio a 3 años), el pensamiento


naciente solo puede tomar conciencia exteriorizándose, proyectándose en el gesto imitativo.

3 Estadio del personalismo (3 a 6 años)

Primacía de la función afectiva. Se inicia con la crisis de personalidad (3 años) durante la cual
el niño se opone a todo, en una especie de esgrima con el adulto, edad del yo, del no y de lo
mío. Luego aparece la edad de la gracia (4 años) perseverando en el gesto por el gesto, el niño
se las ingenia para seducir, en una especie de “narcisismo motor”. Finalmente Imitación del
adulto (5 años) prestigioso en sus actividades sociales, de un modo ambivalente entre la
admiración y la rivalidad.

4 Estadio categorial (6 a 11 años)

Predominio intelectual. Es el inicio de edad escolar, el niño va adquiriendo la capacidad de


prestar atención, de esforzarse, de tener memoria voluntaria. Comienza con un periodo de
sincretismo, confusión inicial, hasta la formación de las categorías mentales, estas le permiten
la representación abstracta de las cosas y la explicación objetiva de lo real.

5 Estadio de la adolescencia (11 años)

Estadio caracterizado por el predominio afectivo. Marca un rebrotar de los intereses


personales en relación a los intereses centrados sobre el objeto. El YO recobra importancia, y
en el plano intelectual el niño rebasa el mundo de las cosas para alcanzar el mundo de las
leyes.

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