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TOMAS RINCON-PEREZ

DISCIPLINA CANON/CA DEL CULTO DIVINO


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imponer contra · la voluritad del sujeto. En caso de peligro de muerte,
C . La necesidad del bautismo y su proyección sobre
bastaría que hubiera mari.i festado de algún modo esta intención para _que
la disciplina bautismal
pueda ser bautizado. : ·· · .
. Otros requisitos, no exigidos para la validez peró sí para la licitud desµ
El principio teológico de la necesidad del bautismo p~ra la salva_cjQ!J. ( c. bautismo son la suficiente instrucción acerca de las verdades de fe y de las
849) no sólo es, como se indicó en el apartado anterior el fundamento obligacio;es cristianas, la experiencia en la vida cristiana a través de las
último en el g~e se asien~a ~l ~erecho de todo hombre re~jbjrlo, sino que etapas del catecumenado y el arrepentimiento de sus pecados (c. 865).
~s por ello mtsmo el prmctp10 canónico en el cual se inspiran aspectos Estos requisitos comportan la necesidad de una etapa de preparación
. importantes de la dtsciplina bautismal. previa a la celebración del bautismo, institucionalizada a través del
Sobresalen entre esos aspectos los siguientes: catecumenado cuya regulación minuciosa está establecida en el Ordo
1) La disciplina general sobre el bautismo de niños, según ·se pondrá initiationis Christianae adultorum, adaptado a las circunstancias pecu-
de relieve más adelante. liares de cada región por las respectivas Conferencias Episcopales, habida
cuenta de las diferencias que en esta materia existen entre territorios de
2) La obligación de los padres de procurar que sus hijos sean misión, por ejemplo, e Iglesias en las que desde tiempo inmemorial lo_
bautizados en las primeras semanas (c. 867) y el derecho a que no se ordinario es el bautismo de niños (c. 851, 1. ).
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retrase indebidamente el bautismo de sus hijos. Salvo que lo impida una causa grave, inmediatamente después del
3) El deber de bautizar sin demora a un niño en peligro de muerte ( c. bautismo de un adulto, éste ha de recibir también los otros dos sacramentos
867 § 2). de la iniciación cristiana, esto es la confirmación y la comúnión ( ce. 866 y
842 § 2).
4) La licitud del bautismo de un niño en peligro de muerte aun cantea
la voluntad de sus padres ( c. 868 § 2). -
5) Las cautelas que deben tomarse para asegurar que el bautismo fue E. Celebración del bautismo de niños
real y válidamente ad.ministrado (ce. 869 y 870).
6) Las reiteradas referencias a la excepción disciplinar fundada en a) El bautismo de los niños en la praxis multisecular de la Iglesia
caso de necesidad o en el peligro de muerte ( ce. 850, 85 3,857, 860, 862, El rechazo o dilación indebida del bautismo de niños por motivos
865 § 2 y 867 § 2). pretendidarnente pastorales ha comprometido en los últimos años una
7) La capacidad y legitimidad para ser ministro extraordinario del doctrina de importancia tan capital como lo es · la de la necesidad del
bautismo, en caso de necesidad, de cualquier persona -incluso no bautismo. Por tal motivo, la Sagrada Congregación para la Doctrina de la
buatizada- que tenga la debida intención (c. 861 § 2). Fe publicó~ 1980 una Instrucción que tiene por objeto «recordar los
puntos esenciales del adoctrina de la Iglesia en este campo, que j.ustifican
la praxis constante de la Iglesia a lo largo de los siglos, y que demuestran su
D . Celebración del bautismo de adultos valor permanente, a pesar de las dificult~des surgidas actualmente» (lnstr.
Pastora/is actio, AAS 77 (1980) 1139~1146).
Se entiende por adulto a efectos del bautismo todo aquel que ha El bautismo de niños, en efecto, constituye una praxis inmemorial qué
pasado de la infancia y tiene uso de razón. Por lo mismo, se asimila al algunos insertan en la misma tradición apostólica, y ha sido una enseñanza
infante quien, aun habiendo salido de la infancia, no tuviera uso de razón
co?stant_e del magisterio eclesiástico, conciliar y pontificioJundada en la
por los motivos que fuere (c. 852). Esto es importante tenerlo'presente,
existencia del pecado original y en la necesidad de )a regeneración por
porque algunas disposiciones disciplinares son distintas según se trate de
Yf!edio de la cual lo~ que han nacido sin la gracia sobrenatural, renazcan por
un adulto o de un niño o asimilado al niño. el agua y el Espíntu Santo a la vida divina de Cristo Jesús .
Para que un adu!tC> pued~ ser_bauiiz!ldo_S\! requi<?re e11 primer lpgar v.
como requisito dé va:üéiei , ·1a- vófoiitiid éle ieéibfr él baUtismo. Cuándo "ef .- :,~i:~re ~s o,e~iOR86 ,a esta praxis .multisecular a que se r efie~e· el
hombre es capaz de decisiones libres, ni la -fe ni el bautismo se -pueden documento de la Sahfa Sedé, las 'más frecuentes'sori la apelación a la fe.y a

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TOMÁS RINCON-PEREZ

DISCIPLINA CANON/CA DEL CULTO DIVINO c) La obligación, ~n todo caso, de los padres de procurar que sus
hijos sean bautizados en las primeras semanas que siguen al nacimiento,
la libertad humana comb exigencias previas a la recepción de la gracia haciendo compatible el di-sponer de un tiempo con ve ni ente para preparar la
baÍitismal. - . .. celebración del bautismo con la necesidad de evitar riesgos innecesario~ y
Como todos los sacrai'nentos el bautismo es sacra mento de la fe , Ypor demoras indebidas ( cfr. c. 867 § 1).
ello, se objeta, deberia retrasar~e hasta tanto el niño pudiera hacer una
profesión personal de la fe. Además, el bautismo comporta una serie de b) Garantías canónicas para la licitud del bautismo de los niños
compromisos que el nmo es mcapaz de asumir: ¿no debería esperarse a que
«La Iglesia, aunque consciente de la eficada de su fe que actúa en él
el niño alcance la edad suficiente para que por si mismo decida y opte por
bauiismo de los niños y de la validez del sacramento que eHa les confiere,
algo que ha de comprometer su vida entera?, ·¿¡o contrario no es un
reconoce límites a su praxis, ya que, exceptuando el caso de peligro de
atentado contra la libe1tad de las conciencias?
muerte, ella no acepta dar el sacramento sin el consentimiento de lc:is padres·
Tras estos argumentos se esconde un rechazo más o menos expHcito de
y la garantía seria de que el niño bautizado recibirá la educación católica; la
al menos estos tres postulados dogmáticos: Iglesia, en efecto, se preocupa tanto de los derechos naturales de los padres
a) La existencia del pecado original que afecta a toda persona como de la exigencia del desarrollo de la fe en el niño» (Instr. Pastora/is
humana, excepto a la Vlfgen M ana. \\~'] Cf, ~WHAl'1 Qtwe.lY1 ·actio, 15).
En estos principios se fundamentan estas dos disposiciones canónicas:
b) la virtualidad ex opere operato de los sacramentos.
c) La salvación como don de Dios, no como conquista del hombre. 1) Los padres del niño que va a ser bautizado, as"í como quienes
asumirán la función de padrinos, han de ser convenientemerite ilustrados
Es cierto que el bautismo es sacramento de la fe, pero también es su sobre el significado de este sacramento y las obligaciones que lieva
causa. Por eso, el hecho de que los niños no puedan aún profesa_r consigo, también en orden a la celebración litúrgico-sacramental ( c. 851
personalmente su fe, no impide que la Iglesia les confiera este sacramentó 2~. . ,
en su propia fe, tal y como viene expresado en el Ritual del bautismo,
cuando el celebrante pide a los padres y padrinos que profesen la fe de la . 2) De otro lado, para bautizar lícitamente a un niño, se requiere en
pnmer lugar que den su consentimiento. los padres o al menos uno de los
Iglesia «en la que son bautizados los
dos, o quienes legítimamente hacen ?us veces. Es pre_ciso, además, que
Por otra parte él argumento de la\ libert~d jara negar o retrasar el
1 hay_a_ esperanz~ fundada de que el mño va a ser educado eri la religión
bautismo de los niños, se vue ve con 1smo, en
catohca; ~s d~c1r, esperanza fundada de que el bautismo dará su fruto. De
e ecto, es e medio querido por Dios para iniciar en el hombre la vida
lo contrano, s1 falta por completo esa esp_e ranza, debe diferirse el bautismo
sobrenatural, comunicándole el don de la gracia. La persona humana tiene
a tenor de lo dispuesto por el Derecho particular (c. 868 § 1).
un derecho incuestionable a que nadie le impida la recepción de i::se don
divino. Por eso, quienes niegan el bautismo al recién nacido en nombre de Esta_s garantías de educación católica del niño normalmente son
la libertad, disponen de una voluntad que no es la suya ?.egando al ~iño un propo~c1onad~s por los padres o la familia cercana, pero puede ser una
derecho que Dios le ha dado. Es precisamente la ne?ac1on del bautismo la garantía su_fic1e·nte, por ejemplo, la ofrecida por el padrino o la madrina 0
que comporta un atentado a la libe1tad, con,o lo sena, en el orden natural, por la propia comunidad cristiana en la qlie se desarrollará la vida del niiio.
impedir el nacimiento o desarrollo dél itiño, pretextando que no se ha En t~do caso, respe~to a las familias cristianas nunca está justificado el ·
obtenido su consentimiento previo para nacer. · aplazamiento del ~autismo más allá del tiempo determinado por la ley
Sobre estos principios doctrinales se asientan estos tres preceptos general-en_las pnmeras semanas que siguen al nacimiento-, incluso en
canónicos: aquel!as regiones donde las familias poco creyentes o no cristiana~
conslitu~e? mayoría. Las familias cristianas que viven en ese ambiente
a) El deber de bautizar sin demora al niño q~e s~ encuentr~ en peligro
poco cnsliano conservan_ todo su derecho a hacer bautizar a sus hijos
de mt1~_rte (c._86~- § 2)par~ a~~g~r?r!~ !~n,itode} ~ .;,1?.~-
e~_:~~:. c~~ntq ::ª~fe~...-'.<:.G9fl1Q--_qµ~~JC..~lª'°-J glesia : y~c_o._m0 ·.cl<;>::merecen , la fe y .la -
. del,b;u~i~~~ d~
b) -J.,a l¡~it~d lL~c~iñ~- ~~lig;:o·de a~;~·c·¿~;ú~-' generos1dad ·de estas farn1has» ·(lnstr.-Pastoralisactio):-,.· :··:.:.
la voluntad de sus padres (c. 868 § 2).
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