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Principios Deontológicos

Jeremy Bentham, padre del utilitarismo, fue responsable de acuñar la palabra


deontología; categorizándola dentro del arte y de la ciencia, y cuyo objetivo es el de promover
las acciones moralmente aceptadas dentro del campo de trabajo.

Unión Profesional (2009) sostiene que la deontología o teoría deontológica se puede


considerar como una teoría ética que se ocupa de regular los deberes, traduciéndolos en
preceptos, normas morales y reglas de conducta, dejando fuera de su ámbito específico de
interés otros aspectos de la moral.

Es decir, una disciplina que está encargada del análisis u observación de los deberes
y valores regulados por la moral, siendo estos propios de cada profesión.

Cabe recalcar, que estos principios deontológicos, pueden ser modificados según la
región donde se apliquen y la profesión que se ejerza. Es por eso, que se irá investigando
desde un método deductivo; donde se partirá desde las generalidades del tema hasta llegar a
las particularidades de nuestro país en función de los principios deontológicos de los
psicólogos.

En 1987 se finalizó la literatura del Código Deontológico del Psicólogo (CDP87)


siendo aprobado por la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Psicólogos realizado en
Madrid. Frigola (2009) afirma:

El artículo 6 del CDP87 se limitaba a establecer que la profesión de psicólogas y


psicólogos se rige por principios comunes a toda deontología profesional enumerando
su listado simplemente. De acuerdo al Meta código los principios éticos han quedado
más a la vista del texto destacando la motivación fundamental de la conducta ética
profesional.

Según el Colegio Oficial de Psicólogos, estipula siete principios dentro del Código
Deontológico del Psicólogo. Los cuales se describirán a continuación en base a lo que Frigola
(2009) afirma:

 El principio 1: Respeto a la dignidad de la persona, su autonomía y a todos sus


derechos.
De modo similar a lo que representa en el ordenamiento constitucional, la dignidad
de las personas y el respeto a sus derechos fundamentales es la piedra angular de la ética
profesional puesto que se trabaja con personas. Es decir, que este principio es la base o
fundamento de todos los desarrollos éticos y normativos.

 El Principio 2: Actuar conforme al principio de beneficencia con respeto a la


autonomía de las personas.

Está dedicado al principal principio sanitario, el de beneficencia considerando que la


ética de los profesionales de la psicología está muy identificada con el sentido del respeto a
las personas, lo que conlleva contribuir a su bienestar.

 El Principio 3. Evitar causar daño o perjuicio a las personas: principio de no


maleficencia.

El tercer principio sobre los que se articula el Proyecto pertenece también a la ética
sanitaria, el de no maleficencia, consecuente del anterior. La prestación de servicios
psicológicos no puede causar, añadir o ser generadora de un perjuicio. Además de ser
contrario a la dignidad de las personas es convertir la acción del profesional en algo maligno.

 El Principio 4. Respeto a la privacidad y a la confidencialidad de la persona.

El término privacidad hace referencia a la esfera de lo personal, a lo íntimo, a lo muy


particular, está referido a los datos de carácter personal o de salud. Es un concepto centrado
en la persona objeto de la intervención profesional. El término confidencialidad subraya más
a un concepto ligado al enfoque profesional, a saber apreciar lo que no puede revelarse y al
deber de sigilo o secreto.

 El Principio 5. Competencia profesional.

La prestación de servicios profesionales de la psicología estará de acuerdo a la


competencia adquirida, esto es, será acorde con la capacitación alcanzada por formación,
currículo, experiencia o titulación. Para ello es necesario una adecuada preparación y
especialización en la utilización de métodos, instrumentos, técnicas y procedimientos; velar
por la solidez del fundamento objetivo y científico de las intervenciones profesionales;
respetar los límites de esta competencia y las limitaciones de las técnicas; y, finalmente,
mantener esa capacitación mediante la actualización y perfeccionamiento en los niveles
óptimos. (Colegio Oficial de Psicólogos, 2009)

 El Principio 6. Responsabilidad.

Las actividades profesionales de la psicología se desempeñarán con responsabilidad


ante las personas, los grupos y la sociedad en general, así como ante las instituciones
profesionales y la propia profesión. Las acciones profesionales deben ser proporcionadas y
adecuadas a dicha responsabilidad. En coherencia con el principio de no maleficencia se debe
evitar que tales actividades sean causa, motivo o se utilicen para causar daño y perjuicio a
otros, cuidando el buen uso de conocimientos científicos, métodos e instrumentos. (Colegio
Oficial de Psicólogos, 2009)

 Principio 7. Honestidad e integridad.

La actividad profesional de la psicología se desempeñará de forma honesta e íntegra


velando y contribuyendo a que ciencia, docencia y práctica estén al servicio de promover el
bienestar y de evitar cualquier perjuicio. Las relaciones con usuarios o usuarias se regirán
por el principio de sinceridad. Psicólogos y psicólogas se abstendrán de participar en
situaciones profesionales que supongan falsedad, engaño o mentira. Evitarán cualquier abuso
de poder o superioridad debido a su propio status o la posible debilidad de personas usuarias,
así como cualquier forma de aprovechamiento particular para lucro o beneficio propio o
ajeno, y otras acciones que conlleven devaluación, menosprecio, manipulación abusiva o
monopolio excluyente. No contribuirán con actividades que comporten intrusismo o
cualquier otra extralimitación del ejercicio legal de la profesión. (Colegio Oficial de
Psicólogos, 2009)
Estos principios deontológicos fueron establecidos para todos los países adscritos a
la Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos o sus siglas en inglés (EFPA).

Por otra parte, Los psicólogos norteamericanos, cuentan también con otro tipo de
regulaciones en lo que hace al control de la ética en su ejercicio profesional. En efecto, por
una parte, para poder desempeñarse en la profesión, se les exige el equivalente a la
matriculación, la licensure, otorgada por la oficina correspondiente de alcance únicamente
estatal (Association of State and Provincial Psychology Boards, 1992), la cual, en la mayor
parte de los estados, debe ser renovada cada dos años a través de la aprobación de un examen
específico. (Ferrero, 2005)

En la actualidad, la psicología en Argentina se encuentra en un momento de fuerte


consolidación profesional: leyes de ejercicio profesional sancionadas en casi la totalidad de
las provincias, institucionalización a través de los Colegios y Asociaciones, sólida
representación por medio de la Federación de Psicólogos de la República Argentina en el
proceso de integración al Mercosur. Pero la situación actual está lejos de ser el fruto de un
progreso tranquilo. Durante mucho tiempo se dieron situaciones de vacío legal en las que los
psicólogos actuaban más basándose en que no había una expresa prohibición que en que
hubiera una Ley que reglara su práctica. El momento que vivimos hoy es resultado de un
proceso que fue interrumpido por períodos de estancamiento, y hasta retrocesos; ya por la
oposición manifiesta de otros sectores profesionales celosos del avance de la psicología sobre
incumbencias profesionales que consideraban como propias; ya por haber sido el saber
psicológico ideológicamente sospechoso para los funcionarios de los gobiernos dictatoriales,
que no vacilaron en cerrar carreras y en censurar la práctica profesional. (Calo, 2000)

La organización política federal de la República Argentina, determina que la


regulación legal del ejercicio de las profesiones se establece a través de leyes provinciales;

La mayoría de estas leyes provinciales delegan la regulación de la práctica a los


mismos profesionales, ordenando la creación de Colegios que controlen la matrícula y que
cuiden del correcto ejercicio de la profesión, redactando para ello códigos de ética. La ya
referida organización federal ha derivado en que cada Colegio redacte un código propio, lo
que, si bien puede ser visto como una preservación de las regionalidades, tiene como
consecuencia mayor una sobreabundancia de códigos y, frente al proceso de integración
política en el Mercosur, la falta de un corpus deontológico unificado que permita a Argentina
negociar en mejores condiciones con los países miembros y asociados la posibilidad del
futuro libre tránsito de los profesionales de la región. En respuesta a esto, un grupo de
investigadores de la Universidad Nacional de Mar del Plata, en el marco de un convenio con
la Federación de Psicólogos de la República Argentina (Fe.P.R.A.), hicieron un estudio
comparativo de los códigos de ética de las distintas provincias y, a partir de él, redactaron un
Código de Ética nacional, que fuera adoptado como propio por la Fe.P.R.A en abril de 1999.
(Calo, 2000)
Asimismo, en Ecuador, los valores orientadores sobre los que se sustentarán las
interrelaciones, decisiones y prácticas de los/as servidores/as del Ministerio de Salud Pública
para cumplir con una postura deontológica, son:

Respeto. - Todas las personas son iguales y merecen el mejor servicio, por lo que se respetará
su dignidad y atenderá sus necesidades teniendo en cuenta, en todo momento, sus derechos;

Inclusión. - Se reconocerá que los grupos sociales son distintos, por lo tanto, se valorará sus
diferencias, trabajando con respeto y respondiendo a esas diferencias con equidad;

Vocación de servicio. - La labor diaria se cumplirá con entrega incondicional y satisfacción;


Compromiso. - Invertir al máximo las capacidades técnicas y personales en todo lo
encomendado;

Integridad. - Demostrar una actitud proba e intachable en cada acción encargada;

Justicia. - Velar porque toda la población tenga las mismas oportunidades de acceso a una
atención gratuita e integral con calidad y calidez.

Lealtad. - Confianza y defensa de los valores, principios y objetivos de la entidad,


garantizando los derechos individuales y colectivos.

Referencias Bibliográficas.

 Calo, O. (2000). Ética y deontología en la formación del psicólogo


argentino. Fundamentos en Humanidades, I (2), 6-10.
 Colegio Oficial de Psicólogos. (2009). CÓDIGO DEONTOLÓGICO DE LA
PROFESIÓN DE PSICOLOGÍA. Recuperado de
http://copao.cop.es/files/contenidos/normativas_de_interes/NUEVO_C%C3%93DI
GO_DEONTOL%C3%93GICO.pdf
 Ferrero, A. (2005). EL SURGIMIENTO DE LA DEONTOLOGÍA PROFESIONAL
EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA. Fundamento en Humanidades, 6(1), 177-
184.
 Frigola, V. (2009). MOTIVACIONES PARA LA REVISIÓN Y CAMBIOS EN EL
CÓDIGO DEONTOLÓGICO DE LA PROFESIÓN DE PSICOLOGÍA. Papeles del
Psicólogo, 30(3), 195-206.
 Ministerio de Salud Pública. (2013). Código de Ética. Recuperado de
http://instituciones.msp.gob.ec/somossalud/images/documentos/guia/Doc_Codigo_
Etica.pdf
 Unión Profesional. (2009). Deontología Profesional: los códigos deontológicos.
Recuperado de:
http://www.unionprofesional.com/portfolio/deontologia_profesional/

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