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PARÁBOLA DEL 

SEMBRADOR

“El sembrador salió a sembrar su semilla; y al sembrarla:

 una parte cayó junto al camino, y fue pisoteada y las aves del cielo se la comieron.
 Otra parte cayó sobre la roca, y tan pronto como creció, se secó, porque no tenía humedad.
 Otra parte cayó en medio de los espinos; y los espinos, al crecer con ella, la ahogaron.
 Y otra parte cayó en tierra buena, y creció y produjo una cosecha a ciento por uno.

Primer Ambiente – Junto al Camino: La que es sembrada junto al camino, es pisoteada y las aves del
cielo se la comen. Sembrar cerca del camino equivale a oír (escuchar) la Palabra. En otras palabras, estas
son las personas que escuchan la palabra, pero la misma no haya lugar en el corazón de ellos, se queda
fuera en la superficie. El corazón de estas personas está completamente endurecido. Es decir, oye con
dificultad, no entiende y no cree. La palabra no haya espacio en su corazón – corazón endurecido.

Segundo Ambiente – Sobre la Roca [conflicto y tentación]: La que fue sembrada sobre la roca, tan
pronto creció, se secó, porque no tenía humedad. En ocasiones, sobre las rocas hay capas delgadas de
tierra en donde una semilla puede crecer. En este caso la semilla crece por un tiempo, pero cuando las
circunstancias del tiempo comienzan a manifestarse (sale el sol), la semilla se seca debido a que no tiene
agua. A esta semilla le faltó agua, que es ingrediente de vida. Estos son más nobles que los anteriores,
puesto que no solamente oyen la palabra, sino que además la reciben con gozo. De manera que este cree,
pero por poco tiempo. Cree hasta que llega la dificultad (problemas y tentaciones). No da fruto.

Tercer Ambiente – Entre los Espinos [el mundo y sus deseos]: La que fue sembrada en medio de los
espinos, los espinos crecieron con ella, y la ahogaron. En este caso la semilla crece junto a otras formas
de pensamiento y actitudes que eventualmente la ahogarán, no la dejan que entre al corazón y produzca
raíces. De manera que este también cree, pero las preocupaciones del mundo lo angustian, asumiendo
formas de pensamiento y actitudes que ahogan la semilla.

Cuarto Ambiente – En Buena Tierra [mucho fruto]: La que fue sembrada en la tierra buena, creció y
produjo una cosecha a ciento por uno, otra a sesenta y otra a treinta. Este es el verdadero creyente. Da
fruto. La persona que retiene la palabra es la que obedece, espera y confía siempre en Dios.

Preguntas:

1. Según la parábola, cuando se siembra la semilla, esta puede caer en cuatro tipos de
ambientes: junto al camino, sobre la roca, en medio de los espinos y en tierra buena: ¿Qué
representa cada uno de estos ambientes?
2. La palabra, el mensaje, la experiencia, lo compartido durante tus catequesis son una oportunidad
para que te encuentres con Dios: ¿En qué ambiente te encuentras? ¿Qué frutos te gustaría dar a
partir de esa experiencia?

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