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https://www.youtube.com/watch?v=1O9zvWE3h5E
Las parábolas de Jesús son aquellas breves narraciones dichas por Jesús de Nazaret que encierran una educación moral y religiosa,
revelando una verdad espiritual de forma comparativa.
La parábola es un relato religioso corto que es fácil de comprender y brinda verdad espiritual.
La finalidad de las parábolas de Jesús es enseñar cómo debe actuar una persona para entrar al Reino de los Cielos y, en su mayoría,
revelan también sus misterios.
https://www.youtube.com/watch?v=mMfpBN9y_ls
https://www.youtube.com/watch?v=vaT8Fi4aVFA
https://www.youtube.com/watch?v=wFE8jTT9hTg
La parábola del sembrador explica cómo diferentes personas reciben el mensaje del reino de Dios. En la parábola, se compara el corazón
del ser humano con un terreno. Se usa vocabulario relacionado con la agricultura para explicar la importancia de tener el corazón
preparado para recibir la Palabra de Dios.
Encontramos el texto de la parábola en 3 de los Evangelios: Mateo 13:1-23, Marcos 4:1-20 y Lucas 8:5-15. Fueron varias las ocasiones en
las que Jesús usó narraciones cortas simbólicas (parábolas) para comunicar verdades espirituales. En esta ocasión él relató la parábola ante
muchas personas, y luego dio la interpretación a sus discípulos.
Un sembrador salió a sembrar su semilla. Mientras sembraba, una parte cayó junto al camino y fue pisoteada; y las aves del cielo la
comieron. 6 Otra parte cayó sobre la roca y, cuando creció, se secó porque no tenía humedad. 7 Otra parte cayó entre los espinos, y los
espinos crecieron al mismo tiempo y la ahogaron. 8 Y otra parte cayó en buena tierra y, cuando creció, llevó fruto a ciento por uno”.
Hablando de estas cosas, exclamó: “El que tiene oídos para oír, oiga”.
(Lucas 8:5-8)
Vemos que es una parábola bastante sencilla. Habla sobre un sembrador que salió a sembrar y echó la semilla en diferentes tipos de
terreno. Todas las semillas eran iguales, lo que varió fue el terreno. Las que cayeron en buen terreno, dieron buen fruto. Pero las demás
encontraron terrenos más difíciles que impidieron que la semilla se aferrara, creciera y diera fruto.
La explicación de Jesús
Los discípulos de Jesús le preguntaron el significado de la parábola y Jesús les explicó.
Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios. 12 Los de junto al camino son los que oyen pero luego viene el diablo y quita
la palabra de sus corazones para que no crean y sean salvos. 13 Los de sobre la roca son los que, cuando oyen, reciben la palabra con
gozo. Pero estos no tienen raíz; por un tiempo creen y en el tiempo de la prueba se apartan. 14 En cuanto a la parte que cayó entre los
espinos, estos son los que oyeron pero, mientras siguen su camino, son ahogados por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de
la vida, y no llegan a la madurez. 15 Pero en cuanto a la parte que cayó en buena tierra, estos son los que, al oír con corazón bueno y
recto, retienen la palabra oída y llevan fruto con perseverancia.
(Lucas 8:11-15)
El significado de los símbolos
https://www.youtube.com/watch?v=e-qTJcFNTq8
Por lo tanto, tomando en cuenta la propia explicación dada por Jesús, podemos ver lo que significa cada uno de los símbolos que él usó en
el relato.
Por un lado, debemos meditar sobre la condición de nuestro corazón. ¿Estoy permitiendo que Dios reine en todas las áreas de mi vida?
¿Vivo para él y tomo tiempo para escuchar su voz? ¿Estoy sembrando activamente y dando fruto para la gloria de Dios?
Por otro lado, si servimos a Dios y vivimos para él, somos llamados a sembrar la semilla del evangelio dondequiera que vamos. Esta es
una labor preciosa, pero a veces puede ser frustrante si no vemos los frutos deseados.
Sabemos que estamos sembrando la semilla correcta. La diferencia está en el terreno. ¿En quién debo invertir mi tiempo? ¿Dónde está el
terreno preparado para recibir la semilla? Debemos pedir a Dios que nos guíe para encontrar la buena tierra, los que están preparados para
recibir su mensaje de salvación.
No debemos permitir que la frustración y el desánimo se apoderen de nosotros cuando no vemos los resultados que anhelamos. ¡Es
necesario perseverar! Obedecer a Dios es lo más importante. Puede que hoy encontremos terrenos rocosos o caminos llenos de espinos.
Pero si llevamos fielmente la Palabra de Dios, algún día encontraremos la buena tierra que dará fruto a ciento por uno.