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Parábola del sembrador

Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al


mar.
Y se le juntó mucha gente; y entrando él en la barca,
se sentó, y toda la gente estaba en la playa.
Y les habló muchas cosas
por parábolas, diciendo:
He aquí, el sembrador
salió a sembrar.
Y mientras
sembraba, parte de
la semilla cayó junto
al camino
y vinieron las aves y la
comieron.
Parte cayó en pedregales, donde no había
mucha tierra
y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra;
pero salido el sol, se quemó;
y porque no tenía raíz, se secó.
Y parte cayó entre espinos
y los espinos crecieron, y la ahogaron.
Pero parte cayó en buena tierra
y dio fruto, cuál a
ciento, cuál a
sesenta, y cuál a
treinta por uno.
Ahora, pongan atención y les diré lo que significa el
ejemplo del sembrador.
Hay algunos que escuchan el mensaje del reino de Dios, pero
como no lo entienden, el diablo viene y hace que lo olviden.
Éstos son como las semillas que cayeron junto al camino.
Las semillas que cayeron entre piedras representan a los que oyen el mensaje
del reino de Dios, y lo aceptan rápidamente y con gran alegría, pero como no
entienden muy bien el mensaje, su alegría dura muy poco. Cuando tienen
problemas, o los maltratan por ser obedientes a Dios, enseguida se olvidan del
mensaje.
Luego están las semillas que cayeron entre los espinos. Estas
semillas representan a los que oyen el mensaje, pero no dejan
que el mensaje cambie sus vidas. Sólo piensan en lo que
necesitan y en cómo hacerse ricos.
Finalmente, las semillas que cayeron en buena tierra representan a los
que oyen el mensaje y lo entienden. Éstos sí cambian sus vidas y
hacen lo bueno.
Pero parte cayó en buena tierra
Pero parte cayó en buena tierra
Pero parte cayó en buena tierra

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