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En común

Entra Jesús (con túnica) en la sala y se sienta en medio de los niños,


empieza a hablarles...

“Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, parte de la semilla cayó


al borde del camino, pero vinieron las aves y se las comieron. Parte cayó
en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra; brotó en seguida
porque la tierra era poco profunda, pero cuando salió el sol se secó porque
no tenía raíz. Parte cayó en tierra buena y dio fruto: un grano dio cien,
otro sesenta, otro treinta. El que tenga oídos para oir, que oiga”

Por grupos:

Motivaciones: (tres personas con una foto o dibujo; tierra buena, camino y
terreno pedregoso)

1. ¿Cuál de las fotos os gusta más? ¿Por qué?


2. ¿En cuál de estos lugares se puede sembrar ?
3. ¿Qué personas se pueden comparar con estas fotos?
4. ¿Con cuál de las fotos te comparas?¿Por qué?
5. ¿Qué creéis que significa sembrar?

Explicación de la parábola:

La parábola del sembrador significa que el Reino de


Dios es la Semilla Divina que Dios siembra en el corazón
del individuo.

En algunos casos, las tentaciones arrancan la semilla antes de que


germine. La persona no comprendió la Palabra.

A veces la Semilla cae en un terreno con piedras y sus raíces no


soportan ni alimentan la planta en época de sequía. Si el corazón del
oyente está endurecido, la Semilla quizá germine, pero cuando llegue
un problema, la Semilla de vida eterna muere por falta de
profundidad.
En otras ocasiones la Semilla es capaz de dar fruto que perdure, y la
cantidad varía de persona a persona. Si tiene un corazón bueno y
honesto, la Semilla del Reino puede dar el fruto.

La «buena tierra», son aquellas personas que


escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica. De ahí
la necesidad de tener el corazón y la mente atentos a
escuchar lo que el Señor nos quiere comunicar.

“Las personas no siempre se portan bien. En especial aquellos que


viven alejados de Dios. Cuando nos preocupamos de conocer lo que el
Señor quiere y nos dejamos guiar por sus enseñanzas, nuestra vida mejora
y nos parecemos a la buena tierra”.

Pensamos una palabra que creamos que es ser buena tierra en


nuestra vida; por ejemplo: “Obediente”.

En común

Participan los niños:

Escriben las palabras en un mural a la vista de todos. Al final se leen


todas. Se quedan a la vista de todos, toda la convivencia.

Para terminar cantamos...

Habrá tierra que sembrar...

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