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DE NEGOCIACIÓN
Y COMUNICACIÓN
E F E C T I VA
E M P L E O E S T R AT É G I C O
DE LAS EMOCIONES
EN LA NEGOCIACIÓN
Las emociones son reacciones mentales conscientes, experimentadas subjetivamente a través de
fuertes manifestaciones sentimentales, con frecuencia dirigidas a un objeto específico y
acompañadas de cambios psicológicos que conducen a comportamientos observables. Cuando se
reconocen y administran a través de las negociaciones se logran acuerdos más efectivos, de ahí la
importancia de las habilidades de la IE.
La IE, como habilidad para administrar nuestras propias emociones y encontrar significado en las
emociones de los demás, es fundamental para un negociador efectivo.
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En opinión de los investigadores Andrew Wasynczuc y Colleen Kaftan de la escuela de negocios de
Harvard, la complejidad de las emociones se puede apreciar a través de su taxonomía que incluye:
Manifestaciones Expresiones
negativas positivas
Enojo Alegría
Frustración Confianza
Ansiedad Empatía
Culpabilidad Entendimiento
Remordimientos
Los estados de ánimo positivos (generalmente) conducen a negociaciones integrativas, mientras que
las actitudes negativas provocan negociaciones distributivas.
Las negociaciones integrativas estimulan las relaciones interdependientes de largo plazo basadas en
la confianza y la creación de valor.
En las negociaciones distributivas se busca el resultado de corto plazo y se reclama valor sin importar
el daño a la relación, con un potencial de escalamiento del conflicto.
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Relaciones
Estados de Negociaciones interdependientes
ánimo positivos integrativas de largo plazo
Daño en la
Actitudes Negociaciones relación y
negativas escalamiento
disruptivas
de conflicto
Una nota sobre las emociones negativas: cuando son acotadas y oportunas, pueden dar lugar a
diálogos constructivos que con frecuencia conducen a procesos de innovación en una negociación.
Hay emociones negativas que son más poderosas que otras, por ejemplo, el enojo confiere poder,
competencia, amenaza y dominio al negociador, mientras que el remordimiento genera desconfianza
y pérdida de credibilidad. Bien administrado (y acotado) el enojo confiere poder en la negociación.
Por el contario, el sobre enfatizar las emociones positivas puede conducir a los acuerdos felices, pero
sub-optimizados y, con frecuencia, excederse en las concesiones en detrimento de los resultados.
Para administrar las emociones correctamente, recurrimos a la IE, concepto que el Dr. Daniel Goleman
consolidó en su libro del mismo nombre, la cual consiste en la habilidad para asumir las propias
emociones y reconocer las emociones de la otra parte con el fin de crear empatía y lograr acuerdos
productivos.
Cito aquí un experimento reciente (diciembre de 2018) publicado por PON (Program on Negotiation)
de la Universidad de Harvard por los investigadores K. Kim, N.L.A. Cundiff y S. Bong Choi bajo el título
“¿Debería considerarse la Inteligencia Emocional entre las habilidades esenciales en la negociación?”
Como primera parte del estudio se administró a un grupo de 200 estudiantes de posgrado un
cuestionario para evaluar su nivel de IE. Posteriormente se les asignaron entrevistas de trabajo en las
que se negociaron términos como el sueldo, prima vacacional, seguro de gastos médicos y otras
prestaciones.
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El estudio reveló que los estudiantes con mayor coeficiente de IE consistentemente demostraron
mayor empatía, buscando relaciones colaborativas de largo plazo con sus empleadores basadas en la
confianza mutua. Es importante señalar que, en algunos casos, se hicieron demasiadas concesiones
con tal de lograr acuerdos, razón por la cual en este curso proponemos que estas habilidades se
utilicen conjuntamente con la comunicación efectiva (percepción, cognición y emoción) para lograr un
mayor beneficio.
En la obra seminal Negotiating with Emotion de autoría de Kimberlyn Leary, Julianna Pillemer y
Michael, Wheeler, publicada en Harvard Business Review en enero de 2013, se recomienda una
estrategia “emocionalmente inteligente” de preparación para la negociación consistente de seis fases:
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La IE se puede desarrollar y también se puede mejorar como otras habilidades, solo recordemos que
la práctica experiencial es el camino para lograrlo.
Referencia: