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PSICOLOGÍA SOCIAL

OPINIÓN PÚBLICA

Prof. Adjunta Lic. Nora L. Cóliva


Departamento de Psicología

En la democracia hay una estrecha relación entre ciudadanos y políticos,


interrelación posible en las sociedades actuales, a través de los medios de
comunicación. Éstos, operan como intermediarios esenciales, con un protagonismo
relevante en las políticas de los países democráticos.

Los medios no solo cumplen función informativa, también crean opinión


pública dando forma a la opinión ciudadana.

Es a través de los medios que los partidos políticos realizan sus campañas y
es su manera de comunicarse con los afiliados. Además, los medios, cumplen la
función de vigilar al poder político.

Los medios pertenecen o bien a instituciones políticas (medios públicos) o a


empresas privadas.

Los políticos y las Instituciones, en las democracias tienen controles


permanentes. Los medios de comunicación en cambio son controlados por el
mercado, modo de expresión de la voluntad de los ciudadanos y están sujetos a su
capacidad de venta. Aun así, los medios de comunicación ostentan el papel de
representación de los ciudadanos y pretenden defender sus intereses ante las
instituciones políticas.
El tema de la comunicación fue abordado recientemente por las Ciencias
Políticas, inicialmente fue tomado por especialistas de la comunicación y de la
sociología.

Es de sumo interés pensar en los medios de comunicación y qué hacen los


ciudadanos con ellos, qué relación tienen con las democracias, cómo se
estructuran, qué funciones cumplen y cuál es el concepto de Opinión Pública, que
los deja como mediadores absolutos.

Gurevitch y Blumler han distinguido siete funciones de los medios de


comunicación en sociedades democráticas: 1) la vigilancia de los acontecimientos
que tienen consecuencias, negativas o positivas, para el bienestar de los
ciudadanos; 2) la identificación de los problemas sociopolíticos clave incluyendo sus
orígenes y posibilidades de resolución; 3) la provisión de plataformas para la
defensa de causas o intereses; 4) la trasmisión de contenidos a través de las
diversas dimensiones y facciones del discurso político, tanto para quienes ostentan
el poder como hacia el público; 5) el análisis y el control de la actividad de las
instituciones políticas; 6) la provisión de información a los ciudadanos para que
puedan convertirse en informados y activos participantes más que espectadores, y
7) el esfuerzo de los medios de comunicación por mantener la objetividad
previniendo influencias externas .

Es el desarrollo de los medios televisivos el factor impulsor por excelencia


producido desde la segunda mitad del S. XX. Los medios de comunicación son
relevantes ya que uno de los requisitos de la definición de democracia es la libertad
de expresión.

La libertad de expresión y la pluralidad de los medios posibilitan, lo que


Giovanni Sartori llama la opinión pública autónoma, libre, independiente, en
contraposición con la opinión pública heterónoma, controlada por el Estado.
Para Sartori se llega a la opinión Pública autónoma por la vía de un sistema
educativo que evite el adoctrinamiento, que sea proveedor de informaciones
amplias, múltiples, abarcativas de la diversidad, esta perspectiva apunta
concretamente a contemplar la pluralidad Este efecto se logra por la competición de

mercado en la estructura de comunicación de los países democráticos con múltiples


persuasores y efectos de competición entre los medios.

La estructura de los medios de comunicación muestra una tendencia


marcada a la concentración de empresas de medios de comunicación, conformando
grandes grupos mediáticos que achican la pluralidad, reduciendo la competición.

Este efecto de concentración que tiende a disminuir los competidores, puede


ser corregido, por los usuarios, porque como en cualquier empresa están obligados
a vender para subsistir como empresa, y eso inclina la adaptación al mercado, a los
consumidores habituales de periódicos, televisión y radio.

Jauretche es en nuestro país quien señala que los grandes medios han
sido socios o incluso integrantes de la clase dominante que gobernó el país por
largos años a espaldas de las prácticas democráticas, intentaron confundir “libertad
de prensa” cuando en realidad encubrían la idea de “libertad de empresa”. Es en los
grandes diarios donde bajo la apariencia de defender la libertad de expresión
promueven los intereses económicos y los de sus anunciantes.

Son notables las reflexiones de Jauretche mostrando el manejo de los diarios


y otros medios de comunicación:

“La prensa nos dice todos los días que su libertad es imprescindible para el
desarrollo de la sociedad humana, y nos propone sus beneficios por oposición a los
sistemas que la restringen por medio del estatismo. Pero nos oculta la naturaleza
de esa libertad, tan restrictiva como la del estado, aunque más hipócrita, porque el
libre acceso a las fuentes de información no implica la libre discusión ni la honesta
difusión , ya que ese libre acceso se condiciona a los intereses de los grupos
dominantes que dan la versión y la difunden”.

Este aspecto muestra la influencia del público en los medios de


comunicación. Alistair Mc. Alpine, acerca de estas cuestiones, en su libro donde
escribe cartas a un joven político señala:

«…piensas que seguramente los periódicos reflejan la opinión de los


barones de la prensa. Eso, hasta cierto punto, es cierto, pero a los barones
de la prensa les gusta vender periódicos incluso más que lo que les gusta
colocar a los políticos en el Gobierno. Los barones de la prensa, que son
generalmente mucho más listos que los políticos, han descubierto que
pueden tener el éxito financiero que viene de vender periódicos y el poder
que viene de ayudar a un político a llegar a primer ministro. Cómo se hace
esto; es simple. Los barones intentarán descubrir la intención de voto de los
ciudadanos, y después les animarán. Por lo tanto, de una extraña manera,
la democracia funciona después de todo»

Es necesario tener en cuenta que una parte de los medios de comunicación


es de titularidad pública, es decir los medios de comunicación son una combinatoria
de propiedad pública y propiedad privada. La prensa está comandada por la
propiedad privada en tanto que los medios audiovisuales comparten titularidad
privada y pública.

El concepto de Opinión Pública se desarrolló a fines del siglo XVIII, describía


la formación de la opinión sobre bases racionales es decir información y formación
de ideas razonadas. Es la discusión de los ciudadanos sobre temas de interés
público, participando del debate político. La Opinión Pública se fortalece con el
sufragio universal.
Así es como llega a nuestros días el concepto de Opinión Pública como
opinión del público en asuntos de interés público con la intención de influir en las

acciones de gobierno. Toma entonces el doble significado de sinónimo de pueblo y


control de los gobernantes.

En este sentido se mueven cada vez más crecientes abordajes de la Opinión


Pública, a través de múltiples instrumentos (encuestas de opinión, cuestionarios
auto gestionados, etc.).

La Opinión Pública se dirige a opiniones de los ciudadanos acerca de


acciones o decisiones de los responsables de las instituciones públicas. Incluye
valoraciones de los ciudadanos que pueden cambiar con facilidad. La valoración de
algún debate entre líderes políticos es Opinión Pública, pero la percepción sobre la
capacidad individual para influir sobre decisiones políticas, estaría dentro del campo
de la cultura política.

Noelle-Neumann señala a la Opinión Pública funcionando como control


social, consiste en opiniones que pueden ser expresadas en público sin riesgo de
aislamiento, o las opiniones que deben expresarse para evitar el aislamiento. La
autora argumenta que la opinión pública ejerce control social precisamente porque
los individuos temen el aislamiento y todas las sociedades amenazan a los
individuos que se desvían del consenso con aislamiento.

A principios de los años cincuenta el psicólogo social Solomon Asch, en sus


múltiples experimentos realizados en Estados Unidos, hacía empíricamente visible
y comprensible , la atención que los individuos prestan a las opiniones del grupo.
Estos trabajos ponen en evidencia la tendencia humana a la imitación, configurando
nuestra naturaleza social, considerada en el concepto de conformidad.

Es nuestra naturaleza social la que nos hace temer la separación y el


aislamiento de los demás.
Noelle-Neumann cita en su libro “La espiral del silencio” a Henry David
Thorea quien en su diario de 1840, escribe: «Siempre es fácil infringir la ley, pero
incluso para los Beduinos del desierto es imposible resistirse a la opinión pública».

Tanto la presión social como el temor al aislamiento condicionan la integración y la


cohesión de la sociedad. Por estas razones los individuos toman en cuenta el
comportamiento de la sociedad para observar cuáles son las opiniones que cuentan
con la aprobación social y cuáles estarán sancionadas con el aislamiento.

La Opinión Pública no está relacionada con el nivel de los argumentos, el que


sean adoptados o rechazados no depende de si son correctos o incorrectos sino de
la fortaleza que representen para la aplicación del aislamiento o no.

El modelo más conocido para describir la formación de Opinión Pública es el


de Karl Deutsch, quien propone el modelo de cascada. Según el autor las opiniones
se generan desde las élites que están más arriba hasta el público, dirá que las
opiniones se van modificando en cada nivel, cambian y se van produciendo nuevos
contenidos. La naciente de la cascada está representada por las élites sociales y
económicas, luego las élites políticas y gubernamentales, continúan los medios de
comunicación y culmina con el público.

Considero, para concluir este trabajo, tomar una frase de Arturo Martín
Jauretche, pensador, escritor y político argentino, relevante por la vigencia que
mantiene, teniendo en cuenta que la primera edición de su libro “Manual de
zonceras argentinas” se realizó en al año 1968, y este texto está tomado de sus
escritos sobre “Opinión Pública y Democracia” del año 1941:

“Lo que quiero dejar aquí señalado es que nada hay más engañoso que la
prensa llamada independiente” Cuando el estado ejerce censura por lo
general se conoce, cuando se lee la prensa partidaria se sabe a qué
tendencia responde “Pero no ocurre lo mismo cuando el órgano de difusión
se disfraza de independiente”.
Referencias Bibliográficas:

JAURETCHE, A. M., (1972) Manual de zonceras argentinas. Zoncera N°37.Cuarto


poder. Buenos Aires. a. Peña Lillo editor s.r.l. pp. 103.

JAURETCHE, A. M.,(2002), Arturo Jauretche, escritos inéditos, “Opinión Pública y


democracia” (17-11-1941), Buenos Aires, Ed. Corregidor, volumen 6, pp. 211/213

NOELLE-NEUMANN E., (1995), La espiral del silencio. Opinión Pública: nuestra piel
social. Barcelona .Paidós. Cap. 4.

URIARTE, E. (2002), Introducción a la Ciencia Política, España, Ed. Tecno, Cap.


16, pp. 345/367.

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